Félix Lope de Vega y Carpio

ANTONIO ROCA O LA MUERTE MÁS VENTUROSA




Autoría: Inauténtica
Texto utilizado para esta edición digital:
Cotarelo y Mori, Emilio (Ed.), Obras de Lope de Vega, I, Madrid, RAE, 1916, pp. 660-692.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Burgos Segarra, Gemma (Artelope)

Elenco

ANTONIO ROCA
EL VIRREY
EL JUSTICIA
JULIA, viuda
LAURA, dama
JUANA, criada
MENDRUGO
GUARDAS
FELICIANO
Cuatro BANDOLEROS, que han de doblar papeles, saliendo con máscaras en otra ocasión

Hablan además el ALCAIDE, ALBERTO, CAPITÁN, ALFÉREZ y otros con los nombres de UNO y EL MISMO, MUJER, VEJETE, LEONIDO, DAMA, CARPIDORO, LIRCANO.

La tercera jornada escrita y firmada por Lanini Sagredo.


Jornada I

Salen ANTONIO ROCA y FELICIANO, de clérigos, y MENDRUGO, de copihopón.

FELICIANO
Redondilla
Ya el parabién puedo darte,
Antonio, del nuevo estado,
pues de Epístola ordenado
estás, y espero mirarte
Redondilla
5
presto con los soberanos
adornos en el altar
donde Cristo hará bajar
su fe del cielo a tus manos.
Redondilla
Con mucho extremo te honró
10
el señor obispo.

ANTONIO
Sí;
pero te lo debo a ti.

FELICIANO
Tus méritos conoció.
Redondilla
Que te diga me ha mandado
que reformes el cabello
15
y que no pase del cuello.

MENDRUGO
Mucho es haberte ordenado
Redondilla
con él sin decirte nada.

ANTONIO
Tú, Mendrugo, llamarás,
sin que lo dilates más,
20
en volviendo a la posada,
Redondilla
quien me lo quite.

FELICIANO
Ordenarte
con tanta aceleración
fue, Antonio, a mi persuasión,
recelando que a inquietarte
Redondilla
25
viniese, si lo sabía,
Laura, que estabas muy ciego.

ANTONIO
No, Feliciano, te niego
que la quise y que tenía
Redondilla
de casarme fino intento.

MENDRUGO
30
Ella siempre lo creyó.

ANTONIO
Pero nunca la di yo
palabra de casamiento.

MENDRUGO
Redondilla
Ya en Lérida la tuvieras,
a saber, cuando partiste,
35
el intento que trujiste,
y quizás no consiguieras
Redondilla
tan presto haberte ordenado.

ANTONIO
No lo pudiera impedir.

MENDRUGO
Mucho hubiera que decir.

FELICIANO
40
Mendrugo, de lo pasado
Redondilla
no hablemos.—Amigo, ¿cuándo
te partes a Barcelona?
Porque estarán tu persona
ya tus padres esperando
Redondilla
45
con el deseo de verte
con la orden sacra primera.

ANTONIO
De aquí a dos días quisiera
partirme.

FELICIANO
De no poderte
Redondilla
acompañar pesaroso
50
estoy porque a Tarragona
yo, cuando tú a Barcelona,
partirme será forzoso;
Redondilla
que allí, amigo, he de tomar
el hábito soberano
55
de aquel serafín humano.

ANTONIO
Muy solo me has de dejar.

FELICIANO
Redondilla
Yo te veré como importe,
que no estás lejos de mí.

ANTONIO
Sin norte quedo sin ti.

FELICIANO
60
Dios es verdadero norte.
Redondilla
Pero un instante me espera,
que el señor obispo pasa
desde la iglesia a su casa
y, aunque de paso, quisiera
Romance (tirada)
65
hablarle.

ANTONIO
Aquí te esperamos.-
Mucho siento el apartarme
de Feliciano, que han sido
freno de mis mocedades
sus consejos y doctrina.

MENDRUGO
70
Como con él te criaste
le escuchabas con cariño.
Él consiguió que dejases
a Laura, que no fue poco,
siendo tu pasión tan grande.

ANTONIO
75
Fuerza fue apartarme de ella
para que a Dios me acercase.
Pero ¡qué miro! ¿No es esta?

MENDRUGO
¡Sí, pardiez! Mas ya muy tarde
llega.

Salen LAURA y JUANA.

ANTONIO
Mucho el verla siento.

JUANA
80
¿Qué consigues con hablarle
si ya no tiene remedio?

LAURA
Que el veneno no me mate
de mi rabia si del pecho
no le arrojo entre volcanes
85
por la boca.

ANTONIO
Pues ¿qué es esto?
¿Tú en Lérida?

LAURA
Vine a darte
el parabién, la primera,
de tus bienes y mis males.

ANTONIO
Mucho me admira que deje
90
una mujer de tus partes
su casa.

LAURA
De que al arbitrio
de un hombre tan inconstante
dejara mi honor pudieras
con más razón admirarte.

ANTONIO
95
Disculpa fuera bastante
a ser yo mujer con quien
no pudieras tú casarte
sin nota de desacierto
por desigual o por fácil.
100
Pero si fueron los míos
tan buenos como tus padres,
y yo no he desmerecido
nada por mí después ni antes
que el rostro me hubieras visto,
105
¿cómo puede disculparte
razón divina ni humana
de una ingratitud tan grande?
Que nada me prometiste
dijiste a Julia, tu madre.
110
¡Que bien sabes tú que mientes
y que yo puedo mostrarte
mil firmas! Mas suponiendo
que nada me asegurases,
¿cómo presumir pudiera
115
yo, siendo los dos iguales,
que no siendo para esposa
te atrevieras a mirarse,
cundo quiso mi desdicha
que pretenderme intentases
120
para turbar mi recato
y mi quietud? ¿No me hallaste
de un ciudadano, viuda,
honrado y de limpia sangre?
Y después que tus finezas
125
consiguieron obligarme
y entrada te di en mi casa,
¿puse los pies en la calle
sin orden tuya? Tu gusto
¿no fue en mi ley inviolable?
130
¿No eras dueño de mi hacienda?
Pues ¿no eran estas bastantes
obligaciones, Antonio,
para que no me dejases
burlada y mi honor perdido
135
sin que ya pueda cobrarle?
No es estado más seguro
el que hoy por mi mal tomaste
que el del matrimonio, siendo
tan soberano carácter.
140
Porque es menester, Antonio,
para dignidad tan grande,
que los ángeles la envidian,
ser tan puro como el ángel.
Mas si ese intento tenías,
145
¿qué te «importóN
X
Nota del editor

Quizá deba leerse “movio” y no “importó”.

» el inquietarme?
¿Para qué me pretendiste?
¿Por qué me solicitaste
con finezas que ablandaran
los bronces y los diamantes?
150
¿Dite yo ocasión alguna?
¿Era necesario, infame,
el desordenarme a mí
para que tú te ordenases?
¡Buena virtud! ¿A Dios quieres
155
que ingratitudes le agraden?
¿Por la puerta de un engaño
tan vil entras a buscarle?

ANTONIO
Laura, escúchame.

Vuelve a salir FELICIANO.

FELICIANO
¿Qué es esto?
¡Laura!

LAURA
¿Qué ha de ser? Quejarme
160
de ti; pues de tus consejos
ha procedido mi ultraje.
Si con Antonio podías
tanto, ¿por qué no estorbaste
mi agravio y de Dios la ofensa?
165
¿Fue justo que le dejases
triunfar de mi honor, y luego
le impidieras el pagarle?

MENDRUGO
(Para todos hay melones.)

LAURA
¿No pudo también quietarse
170
casado conmigo Antonio?
¿Fue virtud aconsejarle
que me dejara sin honra?
Cuando en el último vale
de su vida se ve un hombre,
175
¿hay quien duda que son antes
las deudas que los sufragios?
si al obispo declarase
Antonio lo que me debe,
¿fuera posible ordenarle?
180
Más quisiera ¡vive el cielo!
para que me aconsejase
un salteador entendido
que un virtuoso ignorante.

ANTONIO
Escucha.

LAURA
Ya no hay que escuche.
185
En Lérida he de infamarte
¡vive Dios! y en Barcelona,
y agradécele al carácter
que tienes ya, que yo hiciera
con tu muerte que tus padres
190
lloraran la afrenta mía
primero que te ordenases
de misa. Mas no será
tan presto como pensaste.
Yo hablaré al señor obispo.

FELICIANO
195
Repara….

LAURA
No hay que repare
sin honra ya; pero el cielo
de todos ha de vengarme.

Éntranse las dos.

MENDRUGO
Furiosa va.

FELICIANO
Poco importa
que al señor obispo hable,
200
pues ya no tiene remedio.
Si alguna hacienda gastaste
suya, volvérsela es justo,
y aun preciso.

ANTONIO
Mi dictamen
es darla cuanto yo tenga.

MENDRUGO
205
No hayas miedo que la aplaques
con dineros.

Sale un HOMBRE vestido como de correo de a pie.

CORREO
Aquí está.
Llega a ANTONIO ROCA.
De Barcelona ayer tarde
salí con aquesta carta
para vos. (No quiero darle
210
yo la nueva.)

Dásela.

ANTONIO
¿Estáis pagado?

CORREO
Sí, señor. El cielo os guarde.

Éntrase.

ANTONIO
De mi madre es esta letra.
Indispuesto está mi padre,
pues no escribe de su mano.

FELICIANO
215
El leerla no dilates,
que quizá será la carta
de letra suya.

ANTONIO
Con grande
sobresalto estoy. También
Ábrela.
es la letra de mi madre.

Lléganse los dos cerca de ANTONIO ROCA como para oír la carta.

MENDRUGO
220
Breve escribe mi señora.

FELICIANO
¿Qué esperas?

Lee

ANTONIO
“Vente al instante
que recibas esta carta,
hijo, si quieres hallarme
viva, porque un caballero
225
traidor me ha muerto a tu padre.”
¡Jesús mil veces!

Como que va a caer desmayado, y tiénenle los dos.

FELICIANO
Antonio,
para las desdichas grandes
es el ánimo.

MENDRUGO
(El barón
Alverino, que es amante
230
de mi señora, le ha muerto,
sin duda, por despreciarle.)

ANTONIO
No fue del valor defecto
que el ánimo me faltase,
que el corazón, oprimido
235
con el susto, de la sangre
no pudo batir las alas,
y no alienta si no laten.

FELICIANO
Amigo, a tan triste nueva
quiso Dios anticiparte
240
el remedio, disponiendo
que primero te ordenases.
Docto eres, cuerdo y cristiano,
clérigo eres ya, bien sabes
a lo que te obliga el serlo.
245
A Dios ofrece constante
tu dolor.

ANTONIO
Yo se lo ofrezco,
pero temo el de mi madre,
que es su condición terrible
sobre ser la causa grande,
250
y como se casó niña,
tuvo a su esposo por padre.

MENDRUGO
Trece años tenía cuando
te parió, y aún no cabales.

ANTONIO
Hoy la he de ver. Traerme postas,
255
que he de partirme al instante;
pero en casa del maestro
me pondré a caballo. Dame
los brazos, que a la posada
no quiero volver.

Abrázanse.

FELICIANO
Pues tráele,
260
Mendrugo, capote y botas.

ANTONIO
Como estoy he de apearme
en mi casa.

FELICIANO
«Con extremoN
X
Nota del editor

En el texto “Con grande extremo”; pero resulta verso largo.

»
siento que de mí te apartes;
mas yo te doy la palabra
265
de verte, si te importare.

ANTONIO
Yo la acepto. Pero a Dios
le pide, amigo, que aparte
el rencor y la vergüenza
del corazón de mi madre,
270
y que a mí me dé paciencia.

FELICIANO
Yo lo haré. Vuelve a abrazarme.

Abrázanse.

ANTONIO
Adiós, Feliciano, amigo.

FELICIANO
Él te consuele y te guarde.

Éntrase FELICIANO.

ANTONIO
Tú, Mendrugo, con la ropa,
275
en lo primero que hallares
te partirás.

MENDRUGO
Norabuena,
mas mira, señor, que andes
con cuidado, que el traidor,
quizá por asegurarse
280
de tu razón y tu brío,
ha de procurar matarte.

ANTONIO
No querrá Dios que lo intente.

MENDRUGO
En duda, bueno es guardarse.

ANTONIO
Dices bien; pero yo llevo
285
intención de perdonarle.

Vanse, y salen el VIRREY y el JUSTICIA y CRIADOS.

VIRREY
Redondilla
¿Queda preso?

JUSTICIA
Por prisión
la Atarazana le he dado,
y con guardas le he dejado,
porque es muy noble el barón.

VIRREY
Redondilla
290
No importa la preeminencia
de noble en tan gran delito.

JUSTICIA
Que he de juzgar por lo escrito
sabe, señor, vuecelencia,
Redondilla
puesto que el Justicia soy.

VIRREY
295
Ser de doña Julia amante
parece indicio bastante,
y de esto informado estoy.

JUSTICIA
Redondilla
No hay testigo que lo diga,
pero cuando alguno hubiera,
300
tampoco bastante fuera.
Su querella Julia siga,
Redondilla
que yo haré lo que me toca,
pues que le tengo en prisión,
si averigua que el barón
305
fue quien mató a Pedro Roca.

VIRREY
Redondilla
A ser pobre el agresor
no fuera dificultoso,
pero contra un poderoso
no habrá testigos.

JUSTICIA
Señor,
Redondilla
310
siendo en el campo la muerte
no hay de averiguarlo traza.

VIRREY
Si hubiera sido en la plaza
fuera de la misma suerte.
Redondilla
Doña Julia me informó
315
de todo cuanto ha pasado,
y no solo está culpado
en que a su esposo quitó
Redondilla
infamemente la vida,
sino en infamia mayor,
320
sobre defender su honor
Julia.

JUSTICIA
Que fue el homicida
Redondilla
de Pedro Roca el barón,
no dudo, y tengo creído
cuanto vos habéis sabido,
325
pero aunque fuera razón
Redondilla
el castigar su malicia,
sabiéndolo vuecelencia,
y yo, con vuestra licencia,
sin probanza no es justicia.

VIRREY
Redondilla
330
Para tormento bastantes
indicios hay.

JUSTICIA
Es ansí,
mas no dan tormento aquí
por delitos semejantes.
Redondilla
Que en estos reinos es ley,
335
y justa, según yo siento,
que al noble no den tormento
si no es por traidor al rey.

VIRREY
Redondilla
¿Están embargados ya
los bienes libres?

JUSTICIA
Señor,
340
no se estila ese rigor
con ninguno por acá.
Redondilla
Basta que al dueño se prenda.

VIRREY
¿Por qué?

JUSTICIA
Porque en Barcelona
solo paga la persona
345
el delito, no la hacienda.

VIRREY
Redondilla
¿No se embarga?

JUSTICIA
Señor, no,
porque no han de perecer
mis hijos y mi mujer
siendo el delincuente yo.

VIRREY
Redondilla
350
Esa ley es, por piadosa,
justa, pero, aunque es verdad
que, al parecer, es crueldad
que los hijos y la esposa
Redondilla
paguen lo que no han pecado,
355
solo aquel temor de ver
pobres hijos y mujer
a muchos ha reportado.
Redondilla
Y en Aragón, por ventura,
menos delitos hubiera
360
si osadía no les diera
tener su hacienda segura.
Redondilla
¿Quedaron hijos del muerto?

JUSTICIA
Un hijo solo dejó,
mas no le conozco yo;
365
pero he sabido de cierto
Redondilla
que es virtuoso y que tiene
letras.

VIRREY
¿Pues es hombre ya?

JUSTICIA
Sí, señor.

VIRREY
¿Y dónde está?

JUSTICIA
En Lérida. Mas hoy viene,
Redondilla
370
según la madre me dijo
que ya el aviso le ha dado.

VIRREY
Será menester cuidado
con él, porque ver un hijo
Redondilla
muerto a su padre a traición,
375
es trance muy riguroso,
aunque sea virtuoso.

JUSTICIA
No ha de atreverse el barón.
Redondilla
Voy a hacer la diligencia
primera con los criados.

VIRREY
380
¿Están presos?

JUSTICIA
Y encerrados.

CRIADO
Ya es hora de dar audiencia.

VIRREY
Redondilla
Vamos. –Adiós.

JUSTICIA
Él os guarde.

VIRREY
Después hablarme podéis
si algo averiguado habéis.

JUSTICIA
385
Vendré, señor, esta tarde.

VIRREY
Redondilla
En esto habéis de mostrar
cuidado.

JUSTICIA
Haré lo que debo,
mas poca esperanza llevo
de poderlo averiguar.

Éntranse por diferentes puertas, y salen ANTONIO ROCA y JULIA, su madre, llorosa.

ANTONIO
Romance (tirada)
390
Madre, no aumentéis mi pena;
dejad de llorar.

JULIA
No puedo,
que en tu rostro el de tu padre,
Antonio mío, estoy viendo.

ANTONIO
Tened, señora, paciencia,
395
que, ofreciéndosela al cielo,
espero en él que os consuele.

JULIA
No es posible que en mi pecho
puedan ya caber, Antonio,
ni paciencia, ni consuelo.

ANTONIO
400
Dios lo hará. Decidme, madre,
quién el homicida fiero
es y la ocasión que tuvo.

JULIA
Escucha, pues, el suceso.
Viome el barón Alverino,
405
(¡Solo de nombrarle tiemblo!)
en San Juan, su mismo día,
solo para mí funesto,
si para todos alegre,
y como loco mancebo
410
al sol de mi honor opuso
sombras de torpes deseos.
Hizo diligencias grandes
con músicas, con terceros,
con papeles, con regalos,
415
con joyas y con paseos.
Hasta que un día en la calle,
saliendo a misa, resuelto
me detuvo, y yo le dije:
“No creí que en caballeros
420
como vos caber pudieran
tan locos atrevimientos,
con mujeres de mis prendas,
atropellando el respeto
que se le debe a mi esposo,
425
cuando vos estáis sabiendo,
que es cosa tan imposible
poder lograr vuestro intento
como con balas de cera
romper murallas de acero”.
430
En fin, de doña Ana Laura,
mi amiga tan largo tiempo,
se valió, que fue de toda
mi desdicha el instrumento.
Esta, pidiendo a mi esposo
435
licencia, que me dio luego,
me llevó al campo, y llegando
al sitio que ya dispuesto
para la traición tenían,
salió el barón al encuentro,
440
y, después de exagerarme
su pasión con rendimientos,
quiso atreverse a mis brazos;
halló resistencia en ellos,
y, finalmente, le dije:
445
“A Pedro Roca por dueño,
por mi padre y por mi esposo,
estimo, adoro y venero,
y si él hubiera llegado
a tener algún recelo
450
de que ofenderle intentabais,
sin duda os hubiera muerto
por haberlo imaginado
solamente, que bien cierto
está de quién soy mi esposo.
455
Y claro está que, pues tengo
a Pedro Roca en el alma
será una roca mi pecho”.
Él, entonces, despechado
de mi amor y su desprecio,
460
con injuriosas palabras,
corrido y celoso a un tiempo,
puso la mano en mi rostro.
No sé cómo te refiero
su infamia sin que me mate
465
de mi cólera el veneno.
Con lo ciego de la ira
no pude encontrar tan presto
su daga ni una pistola
que vi en su cinta primero.
470
Al intentar abrazarme
púsose doña Ana en medio,
cuando tu padre venía
buscándome, y por su riesgo
fue el disimular forzoso,
475
que el infame caballero
estaba con dos criados,
demás del arma de fuego.
Fuime, y quedose tu padre
descolorido y suspenso.
480
Llegué a casa reventando
el corazón en el pecho
del alborotado, y apenas
dentro de una hora siento
mucho ruido en la calle,
485
y al instante mismo veo
en los brazos de tres hombres
entrar a tu padre muerto
de un balazo y dos heridas,
de polvo y sangre cubierto.
490
Salgo a la calle furiosa,
pidiendo justicia al cielo.
Entreme por el Palacio,
salió el Virrey al estruendo
de la gente y de mis voces,
495
infórmele del suceso;
encargóselo al Justicia;
buscó al barón y, en efecto,
mientras se averigua el caso,
le tiene con guardas preso.
500
Pero es noble, no hay testigos,
soy mujer, fáltanme deudos,
saldrá libre en cuatro días.
Muero en pensarlo, aunque pienso
que con mi temor te agravio
505
y con mi furor te ofendo.
Antonio, tú eres su hijo;
tú naciste monstruo al suelo,
porque tu pecho cruzaban
dos líneas de largo pelo;
510
de trece años te di al mundo
que fue menester tan presto
para que fueses tan hombre
cuando a tu padre me han muerto.
¿No se te altera la sangre?
515
¿No se te eriza el cabello?
¿No te pulsa el corazón
y brotan los ojos fuego?
Toma, hijo, aquella espada
que asida al lado siniestro
520
llevaba tu padre el día
de aquel trágico suceso.
Entra en la misma prisión,
vida de mi muerto Pedro.
No aguardes a que el juez
525
sentencie en mi contra el pleito.
Haz como honrado, aunque mueras;
que, si vengada me veo
del traidor, matarme al punto,
si mueres tú, te prometo.

ANTONIO
Redondilla
530
Sin sentido, madre, estáis.
Reportaos, volved en vos
y dejad, señora, a Dios
la venganza que intentáis.
Redondilla
Cuando reportarme a mí,
535
si la venganza emprendiera,
cosa tan de madre fuera,
¿me incitáis y habláis ansí?
Redondilla
Cristo, en la cruz, por mostrar
a los que Dios le creemos
540
que las ofensas debemos,
a su ejemplo, perdonar,
Redondilla
pidió por sus enemigos
perdón a su Eterno Padre,
siendo su primo y su Madre
545
de tanta verdad testigos.
Redondilla
El perdonar los agravios…

JULIA
Tente, que el haberte oído
me ha dejado sin sentido.

ANTONIO
¡Señora!

JULIA
Cierra los labios.
Redondilla
550
¿Esto engendró Pedro Roca?
¿En mi rostro un bofetón
y un padre muerto a traición,
cobarde, no te provoca?
Redondilla
¡Oh, quién arrancar pudiera
555
el seno donde estuviste!

ANTONIO
Tú misma me persuadiste
a que de la Iglesia fuera,
Redondilla
y ya vengarme no puedo.

JULIA
¡Buena excusa me previenes!
560
¿A las órdenes que tienes
achacas culpas del miedo?
Redondilla
El cielo estima, villano,
los hombres fuertes también,
que a Dios agradó Moisén
565
porque dio muerte al gitano.

ANTONIO
Redondilla
Madre, el demonio habla en vos
o la ira os ha privado
de sentido, que el pecado
no puede agradar a Dios.
Redondilla
570
Cuando Moisén, sin recelo,
muerte al gitano le dio,
la culpa le perdonó
Dios por su cólera y celo
Redondilla
y porque librada, con él
575
tenía su voluntad
divina, la libertad
de su pueblo de Israel.

JULIA
Redondilla
Mas solo le dio la muerte
en venganza de un hebreo
580
que maltrató, según creo.
¡Y tú, con dolor tan fuerte
Redondilla
como haber muerto tu padre…!
Pero vengarele yo,
pues tan vil hijo engendró.

ANTONIO
585
¡Madre!

JULIA
No me llames madre.

Éntrase furiosa.

ANTONIO
Romance (tirada)
¡Bien este lance temía!
¡Ay de mí! Valedme, cielos,
porque, sobre ser tan grande
el dolor que estoy sintiendo,
590
es agarrochada fiera
de una mujer el despecho
que, a la venganza resuelta,
cierra los ojos al riesgo.
Pero… ver muerto al que tuvo
595
por padre y esposo a un tiempo,
sobre el haber ultrajado
su rostro, dolor es fiero.
En mi corazón batallan
el estado en que me veo
600
y la obligación de hijo.
Pero, a Dios dejarle debo
la venganza que me toca.
Dios manda que perdonemos
las injurias. Mas, mi madre,
605
si vengarla no resuelvo,
ha de salir despechada,
con afrenta y vituperio
mío. ¿Qué haré? Que aunque sea
la orden sacra que ya tengo
610
la que mi venganza impida,
que han de juzgar todos creo
mi templanza, cobardía.
¡Ya estar ordenado siento!
Pero, arriesgarme a que crean
615
que pudo obligarme el miedo
a no vengar a mi padre,
por ser difícil empeño,
no puede tener disculpa.
Ya de ardiente furor siento
620
el corazón inflamado.
¡Mi honor ha de ser primero!

Vuelve a salir JULIA con espada y daga desnudas, y detiénela ANTONIO.

JULIA
Redondilla
Pues un hijo, por cobarde,
de quien le dio el ser se olvida,
yo mataré al homicida.

ANTONIO
625
Madre, aguardad.

JULIA
No hay que aguarde.

ANTONIO
Redondilla
Señora, esperad. ¿Qué es esto?

JULIA
Suelta, que estoy despechada.

ANTONIO
Dadme esa daga y espada,
que a matar estoy dispuesto,
Redondilla
630
donde estuviere, al barón.

JULIA
¿Eso me prometes?

ANTONIO
Sí.

JULIA
De gozo no estoy en mí.
Los brazos y el corazón
Redondilla
toma. Venga, como honrado,
635
a quien el ser has debido.

ANTONIO
Yo haré lo que he prometido.
Pero ¿qué prisión le han dado?

JULIA
Redondilla
La Atarazana; mas no es
prisión, pues están abiertas
640
siempre de día las puertas.
Mas la salida después
Redondilla
será difícil.

ANTONIO
En dando
muerte al infante homicida
yo buscaré la salida
645
o, al fin, moriré matando.

JULIA
Redondilla
Y yo, como te ofrecí,
por que muramos los dos.

ANTONIO
No, madre; que viváis vos
me estará mejor a mí.
Redondilla
650
Con el manteo la espada,
pues es largo, encubriré.

JULIA
Mi palabra cumpliré.
¡Adiós!

Éntrase JULIA.

ANTONIO
¡Adiós, madre amada!
Entra por una puerta y sale por otra.
Romance (tirada)
¡Y adiós, también, patria mía!
655
¡Adiós, casa, que ya es fuerza
no volver jamás a verte
otra vez, que viva o muera!
Por donde haya menos gente
iré, porque me avergüenza
660
ya que, sin verme vengado,
ninguno el rostro me vea.
Templar la ira es forzoso,
que importa para esta empresa,
cordura para lograrla,
665
si valor para emprenderla.
Ya estoy en la Atarazana.
Bien dijo mi madre. Abierta
su puerta está. ¡Buena cárcel
para una traición tan fiera!
670
Mas no me está mal. ¿Qué aguardo?
Pero, las guardas son estas,
y si me conoce alguno
que la entrada me defiendan
es preciso. Mas, no importa.
675
Como no cierren la puerta
primero…

Salen tres GUARDAS y quédanse junto al paño.

PRIMERO
El Justicia dijo
al barón que no se prueba
nada, y que de aquí a dos días
le dará su casa mesma
680
por cárcel.

SEGUNDO
Mucha merced
el Justicia nos hiciera
en dársela desde luego,
que del barón la moneda
no la hemos de ver.

TERCERO
Es cierto.

ANTONIO
685
(¡Si me hiciesen resistencia!
La suerte está echada.) ¡Hidalgos!

PRIMERO
¿Qué mandáis?

ANTONIO
Hablar quisiera
al señor barón, si puedo.

SEGUNDO
Todos cuantos quieren entran
690
a hablarle.

ANTONIO
¿Cuál es de aquellos?

Señalando el vestuario.

TERCERO
El que está de espaldas.

ANTONIO
(¡Buena
es la ocasión!)

TERCERO
Y los dos,
sus criados.

ANTONIO
(No me pesa.)

Entrándose.

PRIMERO
Muy enfermo el licenciado
695
debe de estar, porque lleva
el rostro como una gualda.
Mas… ¿qué miro?

Dentro.

UNO
¡Jesús!

PRIMERO
Echa
presto el golpe, que al barón
le ha dado la muerte.

SEGUNDO
Cierra.

Dentro.

ANTONIO
700
No me ha de quedar ninguno.

Dentro.

OTRO
¡Muerto soy!

PRIMERO
El traidor muera,
pues ya no puede escaparse.

Dentro.

OTRO
¡Ay, que me ha muerto!

Sale ANTONIO con la espada desnuda.

ANTONIO
Ya quedan
muertos los tres agresores.

SEGUNDO
705
Alcaide, acudid apriesa.

Sale el ALCAIDE con la espada desnuda y en la otra mano el bastón y las llaves.

ALCAIDE
¡El barón y sus criados
están muertos! Hombre o fiera,
date a prisión.

ANTONIO
De este modo,
cobardes.

Mételos a cuchilladas. Vuelven a salir los tres huyendo de ANTONIO.

PRIMERO
Detente, espera.

El ALCAIDE de dentro:

ALCAIDE
710
¡Muerto soy!

SEGUNDO
Tente, que has muerto
al Alcaide.

ANTONIO
Abrid la puerta,
o haré lo mismo con todos.

TERCERO
Vete, hombre, que ya está abierto.

ANTONIO
Ya en la calle estoy.

Saliendo.

DENTRO
Seguilde.
715
No se escape el traidor. ¡Muera!

ANTONIO
¡Mucha gente se ha juntado!
Ya es imposible que pueda
escapar de muerto o preso.
Pero elegir será fuerza
720
el morir.

Salen el JUSTICIA y las GUARDAS y los que puedan con las espadas desnudas.

JUSTICIA
Date a prisión,
traidor.

ANTONIO
Se engaña el que piensa
que es traidor Antonio Roca;
los tres que traidores eran
maté yo.

JUSTICIA
Rinde las armas.

ANTONIO
725
Vueseñoría se tenga,
que no es mi juez.

JUSTICIA
¡Matalde!

ANTONIO
No es tan fácil como piensa.

Entrase retirando de todos, y queda el JUSTICIA.

JUSTICIA
Muera si no se rindiere.
Pero, al alboroto llega
730
el virrey.

Sale el VIRREY y los que puedan acompañarle.

VIRREY
Don Juan, ¿qué es esto?
¿Qué causa es la que fomenta
tan grande alboroto?

JUSTICIA
Un hombre,
de quien yo no lo creyera,
el hijo de Pedro Roca,
735
ha muerto en la prisión mesma
al barón y a dos criados,
de quien también dio querella
doña Julia.

VIRREY
Aunque lo siento,
dejando aparte que es vuestra
740
la culpa, pues al barón
disteis prisión tan ligera
y a sus criados, que pudo
ese mozo entrar en ella,
Redondilla
permisión del cielo es,
745
sobre ultrajar a su madre,
si tres mataron al padre,
que el hijo mate a los tres.

JUSTICIA
Redondilla
Pero al Alcaide mató
también, y si no le abrieran
750
la puerta, también murieran
las guardas.

VIRREY
Si ya se halló
Redondilla
perdido, de cualquier modo
bien hizo en querer salir,
que, siendo fuerza el morir,
755
lo mismo es morir por todo.

Sale la guarda segunda, que se llama ALBERTO.

ALBERTO
Redondilla
¡Raro valor!

JUSTICIA
¿Qué hay, Alberto?

VIRREY
¿Queda preso?

ALBERTO
No, señor,
aunque es lo mismo en rigor,
pero cinco hombres ha muerto
Redondilla
760
y a tres ha herido muy mal.
Y viendo su muerte cierta,
a un niño que en una puerta
de una casa principal
Redondilla
sentado estaba, cogió
765
y en esa torre se ha entrado,
donde queda bien cercado;
con que él mismo se prendió.
Redondilla
Aunque librarse imagina,
esa torre quedó en pie
770
de una iglesia que lo fue,
y ya es del tiempo ruina.

JUSTICIA
Redondilla
Será ejemplar su castigo.
El hambre le ha de entregar,
pues no se puede escapar.

VIRREY
775
Si a un niño tiene consigo,
Redondilla
no permitirle el sustento
no sé cómo pueda ser,
porque no ha de perecer
un ángel.

JUSTICIA
Con ese intento,
Redondilla
780
sin duda, se le llevó.

VIRREY
De que tan en sí estuviese
que ese riesgo previniese
es lo que me admiro yo.

JUSTICIA
Redondilla
Pues el prenderle es forzoso.

VIRREY
785
Sí, pero no de esa suerte.

JUSTICIA
Si en la torre se hace fuerte
será muy dificultoso
Redondilla
prenderle de otra manera.
Nueve hombres ha muerto ya.

VIRREY
790
Cercado en la torre está,
y aunque cien hombre hubiera
Redondilla
muerto es muy fiero rigor
que perezca un inocente
por prender a un delincuente
795
que no es a su rey traidor.
Redondilla
Medios hay para prenderle.

ALBERTO
De Epístola está ordenado.

JUSTICIA
No le valdrá ese sagrado.

VIRREY
Lleguemos, que quiero verle.

ALBERTO
Redondilla
800
Él es hombre prodigioso.

Paseándose como que va hacia la torre.

VIRREY
(Si yo virrey no me viera,
¡vive Dios!, que le pusiera
en salvo valeroso.)

Sale MENDRUGO.

MENDRUGO
Redondilla
¿Hay desdicha semejante?
805
(Mas, con el Virrey he dado.)

JUSTICIA
¿Dónde vas?

MENDRUGO
Voy a un recado.

VIRREY
¿Quién eres?

MENDRUGO
Un estudiante.

ALBERTO
Redondilla
Este es criado de Antonio
Roca.

MENDRUGO
No le vi en mi vida.

ALBERTO
810
Criado de ese homicida
eres.

MENDRUGO
Es un testimonio.

ALBERTO
Redondilla
¿Para qué son los recatos?
Si le sirve, ¿por qué miente?

MENDRUGO
¿Usté, acaso es descendiente
815
de la moza de Pilatos?

VIRREY
Redondilla
Hombre, no tengas temor,
pues con él no te has hallado.
¿Eres de Roca criado?
Di la verdad.

MENDRUGO
Sí, señor.
Redondilla
820
En este instante llegué.
Supo su madre el suceso,
y a saber dónde está preso
me envía.

JUSTICIA
La madre fue,
Redondilla
sin duda, quien le incitó.

VIRREY
825
Claro está que le daría
del barón la alevosía.
Pero no la culpo yo,
Redondilla
que no puede haber prudencia
para tan fiero dolor.

Sale una MUJER con un canastillo en el brazo, llorosa.

MUJER
830
¿Aquí está el virrey? Señor,
duélase vuestra excelencia
Redondilla
de mi desdicha. Yo soy
madre del niño que ahora…

VIRREY
Basta. No lloréis, señora;
835
de todo informado estoy.

MUJER
Redondilla
Hanme dicho que queréis
quitar a este hombre el sustento
para prenderle.

VIRREY
Ese intento
tuve, pero ya podéis
Redondilla
840
de eso estar asegurada.
El Justicia mirará
por el niño.

JUSTICIA
Así se hará.

MUJER
Con eso estoy consolada.

Asómase ANTONIO ROCA a la torre, que estará pintada en lienzo.

ANTONIO
Redondilla
¡Ha, de abajo!

MENDRUGO
Mi señor
845
es aquel.

VIRREY
Con mucho aliento
está.

JUSTICIA
¡Grande atrevimiento!

ANTONIO
(La sed me aflige.)

JUSTICIA
Traidor,
Redondilla
sangriento, fiero homicida,
¿qué quieres?

ANTONIO
Que agua me den.

JUSTICIA
850
No la hay para ti.

ANTONIO
Está bien.
Quien la ha menester la pida.
Levanta al NIÑO en los brazos.
Redondilla
(Pide agua.) Niño, ¿qué quieres?

NIÑO
¡Agua! ¡Agua!

ANTONIO
Yo no pido
nada, este muchacho ha sido.
855
Muchacho, importuno eres.

MUJER
Redondilla
¡Ay, hijo del alma mía!

MENDRUGO
(¡Brava traza!)

JUSTICIA
Mis enojos
crecen.

MUJER
Ya la de mis ojos,
mi bien, el agua os envía.

ANTONIO
Redondilla
860
Este niño está sediento,
fuerza es darle de beber,
y también querrá comer,
que está falto de sustento.
Redondilla
¿Quieres comer?

NIÑO
Sí, señor.

ANTONIO
865
De comer pide también.

VIRREY
Preciso es que se lo den.

Al JUSTICIA.

JUSTICIA
(No estoy en mí de furor.)

MUJER
Redondilla
Sed como el cielo, que llueve
para el bueno y para el malo.

ANTONIO
870
Él ha menester regalo
agora…

VIRREY
(A risa me mueve.)

ANTONIO
Redondilla
Que en cuento a mí, con un pan
duro de cuarenta días,
por no hacer justicia vos,
875
como a los perros le dan,
Redondilla
tengo para tres semanas;
pero el niño es delicado,
porque es recién destetado.

JUSTICIA
Deja esas palabras vanas,
Redondilla
880
que ya te entiendo, traidor.
Nueve vidas has quitado.

ANTONIO
Vos la ocasión habéis dado.

MENDRUGO
(No mata más un doctor.)

ANTONIO
Redondilla
A quien el ser le debí
885
mató el barón y otros dos:
por no hacer justicia vos,
me hice yo justicia a mí.
Redondilla
Si esotros seis intentaron
o mi muerte o mi prisión,
890
viendo mi resolución,
ellos mismos se mataron.

JUSTICIA
Redondilla
La torre he de derribar
o quemarla.

VIRREY
Reportaos.
Antonio Roca, entregaos,
895
pues no os podéis escapar
Redondilla
con humana diligencia.

ANTONIO
Señor, si Virrey no fuerais
luego mi obediencia vierais,
mas, siéndolo vuecelencia
Redondilla
900
es juez y no lo es mío,
con que habréis de perdonar,
que no me puedo entregar.

JUSTICIA
Tu desesperado brío,
Redondilla
traidor, no te ha de valer.

MENDRUGO
905
(¡Quién de mi amo creyera
que en este estado se viera!)

MUJER
¡Señor!

VIRREY
Traigan de comer
Redondilla
para los dos.

JUSTICIA
Aquí está.

MUJER
Mil años os guarde el cielo.

VIRREY
910
Bien podéis ir sin recelo.
¿Las guardas?

ALBERTO
Aquí están ya.

Salen dos GUARDAS, que, con ALBERTO, son tres.

VIRREY
Redondilla
Adiós, don Juan.

Vase el VIRREY.

JUSTICIA
Él os guarde.
¿Tenéis vino?

ALBERTO
Y veneno.

JUSTICIA
¡Alerta!

ALBERTO
Descuida.

GUARDA 2.ª
(Si abre la puerta,
915
el demonio que le aguarde.)

JUSTICIA
Redondilla
Diez hombres en cada boca
de las dos calles pondré.

MENDRUGO
(Agora darle podré
el papel de Laura.)

JUSTICIA
Roca,
Redondilla
920
una cuerda echad.— Cuidado,
Alberto, que es menester.
Adiós, que tengo que hacer.

Vase el JUSTICIA.

ALBERTO
Grande pasión ha mostrado.

ANTONIO
Redondilla
Allá va un cordel.

GUARDA 2.ª
Echad.

ALBERTO
925
Atalde bien a esa cesta.

MUJER
No es menester, atad esta
y con esotra cenad.

ALBERTO
Redondilla
Hareisnos mucho favor.

ANTONIO
Por el niño miraré,
930
señora.

MENDRUGO
Yo la ataré,
pues es para mi señor.

GUARDA 3.ª
Redondilla
Atad muy enhorabuena.

Ata la cesta MENDRUGO.

MUJER
Pon dentro ese pistolete.

Rescatándose de las GUARDAS.

ANTONIO
¡Mendrugo!

MENDRUGO
¿Qué mandas?

ANTONIO
Vete.

MENDRUGO
935
Ya me iré. Tira.

ANTONIO
Mientras dicen los tres versos se sientan las GUARDAS a cenar, y recoge
la cesta.

ANTONIO
La pena
Redondilla
que tendrá mi madre siento.
Vete.

MENDRUGO
De muy buena gana.

Vase MENDRUGO.

MUJER
Con la comida mañana,
si no mudareis de intento,
Redondilla
940
vendré. Adiós.

Vase la MUJER.

ANTONIO
Págueoslo el cielo.

ALBERTO
Tratemos, pues, de cenar.

GUARDA 3.ª
Ya que habemos de velar…

GUARDA 2.ª
Inútil será el desvelo.

ANTONIO
Redondilla
Hijo, bien puedes comer,
Como que va sacando lo que hay en la cesta.
945
que tu madre lo ha enviado.

GUARDA 2.ª
No muestra mucho cuidado.

GUARDA 3.ª
Pues bien tiene que lamer.

ALBERTO
Redondilla
Brindis.

Toma la bota ALBERTO y bebe, brindando a ANTONIO.

ANTONIO
No hago la razón.
Tomad también esa bota.

Arrójales la bota.

GUARDA 2.ª
950
Pues no le quedará gota.

ALBERTO
Dormirás como un lirón.

ANTONIO
Redondilla
(Pero un pistolete viene
aquí, y un papel.)

ALBERTO
¡Por Dios,
que temo a Roca.

GUARDA 3.ª
Y los dos.

GUARDA 2.ª
955
Gran valor el hombre tiene.

ALBERTO
Redondilla
Yo temo que ha de salir.

ANTONIO
(Leerele, que todavía
tiene alguna luz el día.)

GUARDA 3.ª
Pues yo no lo he de impedir.

Lee el papel.

ANTONIO
“Con tu valor y ese pistolete que te envía el padre de ese niño procura salir de la torre que él también te espera a la vuelta de la calle con sus amigos y dando a entender que dan favor a la justifica, te harán espaldas para que salgas al mar, donde está una galera para partirse a Nápoles, desde donde me podrás avisar para que yo te siga.—Laura.”
Redondilla
960
(No me desampara el cielo.
Por cobrar su hijo intenta
tomar mi amparo a su cuenta
este hombre, que no es buen celo.
Redondilla
Pero el intentar salir
965
es fuerza de cualquier suerte,
que aquí está cierta mi muerte
sin poderme resistir.
Redondilla
No he de perder la ocasión.
Yo bajo: ayúdeme el cielo,
970
que ya de la noche el velo
me presta su confusión.)

Éntranse.

GUARDA 3.ª
Redondilla
Si no le abrimos la puerta
de la Atarazana es cierto
que a los tres hubiera muerto.

ALBERTO
975
Estemos todos alerta.

GUARDA 2.ª
Redondilla
¿Para qué?

ALBERTO
Para excusar
aquel primer antuvión;
mas no por otra razón,
que yo no le he de tirar.

GUARDA 2.ª
Redondilla
980
Ni yo tampoco ni puedo,
que aunque me lo hayan mandado,
de Epístola está ordenado.

GUARDA 3.ª
¡Qué buen cristiano es el miedo!

Sale ANTONIO con la espada en la mano y en la otra el pistolete.

ANTONIO
Redondilla
¡Guardas, lugar!

ALBERTO
¡Tente!

GUARDA 2.ª
¡Espera!

ANTONIO
985
Ninguno el paso me impida,
que le costará la vida.

GUARDA 2.ª
No hay quien ofenderte quiera.

GUARDA 3.ª
Redondilla
Avisa a la gente, Alberto.

ALBERTO
¡Socorro! Amigos, cercalde.

Mételos huyendo.

GUARDA 2.ª
990
Tomad los pasos. ¡Matalde!

Todo esto dentro.

OTRO
¡Favor al rey, que me ha muerto!

Vuelve a salir ANTONIO.

ANTONIO
Redondilla
Ya no hay remedio. ¿Qué «esperoN
X
Nota del editor digital

La rima en esta redondilla es defectuosa.

»?
Cercado estoy.

Salen los que pudieren con las espadas desnudes.

UNO
¿Roca?

ANTONIO
Sí.

EL MISMO
Pues ya nos tienes aquí.
995
¡Muera si no se rindiese!
Redondilla
¡Favor al rey!
Salen por la otra puerta con las GUARDAS, todas las que fueran posibles.
Aquí estamos.
¡Favor al rey! No se vaya.

Los que le amparan y ANTONIO, encorporado con ellos.

EL MISMO
Antonio, tomad la playa.
Teneos, que nos matamos.

Éntranse retirando las GUARDAS de esotros, diciendo, al entrarse, estos tres versos el que favorezca a ANTONIO, y vuelve a salir por otra puerta. Salen por la otra puerta con las GUARDAS todos lo que fuese posible.

CONTRARIOS
Redondilla
1000
A la torre el delincuente
se vuelve. Cerrad la puerta
de la torre, que está abierta.

Sale ANTONIO.

ANTONIO
Pues me da lugar la gente
Redondilla
que en mi amparo está empeñada,
1005
saldré al mar. Madre, por ti
virtud y patria perdí;
mas ya te dejo vengada.


Jornada II

Salen MENDRUGO y LAURA y JUANA, con mantos.

LAURA
Romance (tirada)
Dicha fue que se escapase.

MENDRUGO
Si la galera no zarpa
1010
luego, temo que no baste
del capitán la palabra,
que es fuerza que esté irritado
el virrey con muertes tantas
como ha hecho, y el Justicia
1015
le ha de hacer muchas instancias
también para que le pida.

JUANA
Mal por mal, mejor estaba
en la torre, que, en efecto,
siendo de aquel niño el ama,
1020
era fuerza sustentarle.

LAURA
Mas eso solo durara
un día más, que después,
cuando no la derribaran
por el peligro del niño,
1025
poniendo a la torre escalas
por tres o cuatro partes,
le prendieran o mataran.

MENDRUGO
Mi señora al capitán,
por obligarle, la plata
1030
que tenía le ha enviado.
Pero en fin, señora, ¿tratas
de dejar a Barcelona?

LAURA
Antes que otra vez esparza
el sol la madeja de oro
1035
sobre el peinador de plata
me he de embarcar.

JUANA
Considera
que es terrible arrojo.

LAURA
Juana,
quédate, o no me repliques,
pues me ves determinada
1040
que viva o que muera. Antonio,
donde es pública mi infamia
no me he de quedar.

JUANA
Pues manos
a la obra, que la Italia
dicen que es tierra del cielo.

MENDRUGO
1045
Pero ¿no determinabas
no ausentarte hasta saber
que ya en Nápoles estaba
mi amo?

LAURA
Con él iré,
Mendrugo, más bien aguarda,
1050
pues la ocasión es tan buena.

MENDRUGO
Eso es verdad, pero falta
que el Capitán lo permita.

LAURA
Necio, si dispuesto estaba
que te quedases conmigo
1055
por que después me llevaras
con título de tu esposa
cuando Roca me avisara,
¿qué más tiene el embarcarnos
luego con la misma traza?

MENDRUGO
1060
¿Título sin ejercicio?
Yo juzgué que te burlabas.

JUANA
Como te cases conmigo
mezclarás veras y chanzas.

MENDRUGO
De ella no, tu ama tira,
1065
no tires de corte, Juana.

LAURA
Pues con nombre de mi padre
podrás ir.

MENDRUGO
Aun eso vaya,
que no hay riesgo en que lo crean.

JUANA
Del Justicia acompañada
1070
entra Julia en el palacio.

MENDRUGO
Sin duda el virrey la llama.
De esta vez manda prenderla.

LAURA
Para eso no la llamara,
que es muy gran señor el duque,
1075
y aunque es tan grave la causa
es dama, en fin, doña Julia.

JUANA
Pero muy terrible dama.

MENDRUGO
Fuerza es quedarme a saber
lo que resulta.

LAURA
En la playa
1080
te esperamos porque hablemos
al capitán. Vamos, Juana.

MENDRUGO
Luego soy contigo.

LAURA
Adiós.

MENDRUGO
Muy como a reo la tratan
a mi señora. En el patio
1085
la detienen. Mas ya baja
el virrey.

Salen el VIRREY y el JUSTICIA y doña JULIA y CRIADOS.

JULIA
De vuecelencia,
señor, he sido llamada,
y para que yo viniese
a saber lo que me manda,
1090
excusada diligencia
fue traerme de mi casa
rodeada de ministros,
que, aunque pobre, soy honrada
y mujer.

JUSTICIA
Mas también sois
1095
de tantas muertes la causa.

VIRREY
Ser la causa no es lo mismo,
Justicia, que ser culpada,
y bien pudierais traerla
con decencia.

JUSTICIA
Acompañada
1100
yo y mandar que los ministros
su persona rodearan,
fue recelar que los deudos
del barón la maltrataran.
Además, de que teniendo
1105
su culpa yo averiguada,
con decencia la he traído,
que es reo, en fin, aunque dama.

VIRREY
¿Cuál es la culpa?

JUSTICIA
El haber
persuadido a la venganza
1110
a su hijo y el haberle
puesto en la mano la espada,
y haberle dicho que entrase
en la prisión donde estaba
el barón y le matase.

JULIA
1115
Si fuera prisión no entrara,
y que averigüéis me espanto
lo que, encerrada en mi casa,
solos los dos, a mi hijo
le dije, y no averiguarais
1120
una muerte tan infame
donde tres hombres estaban,
hortelanos y otra gente
que por el campo cruzaban,
que al barón y a sus criados,
1125
en las manos las espadas,
vieron salir de la güerta
después de un carabinazo,
donde, de tres estocadas,
muerto a mi esposo dejaban.

JUSTICIA
1130
No habiendo testigo alguno
que contra el barón jurara,
bastante prisión tenía,
y el nombre solo bastaba
de prisión, sin que lo fuese,
1135
siendo la nobleza tanta
del barón, para que un hombre
plebeyo le respetara.

JULIA
De eso, señor virrey,
el que lo piensa se engaña.
1140
Mi hijo, por padre y madre,
aunque de fortuna escasa,
es notoriamente hidalgo
y los más nobles de España
de unos hidalgos proceden
1145
a quien dieron sus hazañas
poder para que ilustrasen
la nobleza de sus casas.

JUSTICIA
Las que vuestro hijo ha hecho
le pondrán en cuatro escarpias
1150
como infame y homicida
traidor.

VIRREY
Justicia, ya basta;
que los jueces castigan
al reo, mas no le ultrajan.
No os mostréis apasionado
1155
que parecerá venganza
su castigo, aunque es tan justo.

JULIA
Si muriese en esa plaza
y su cuerpo, hecho pedazos,
pusiereis en cuatro escarpias,
1160
no morirá con deshonra,
que el delito es el que agravia,
no el género de la muerte.
Y cuando siendo la causa
tan grande no hubiera muerto
1165
al barón, yo le matara,
que para hombre tan infame
sola una mujer bastaba.
Demás, de que aún no está preso
Antonio, y tengo esperanza
1170
de que no le prendáis vivo
y, en fin, él tiene Orden sacra
y es clérigo.

VIRREY
Doña Julia
mucho me admira que en dama
tan hermosa caber pueda
1175
fiereza tan catalana.

JULIA
Perdóneme vuecelencia,
que no estoy en mí.

VIRREY
Llevalda
en una carroza mía.

CRIADO
¿Dónde, señor?

VIRREY
A su casa.
1180
Y a su puerta desde luego,
sin entrar dentro, de guarda
pondréis diez arcabuceros
y no permitan que salga
ni entre persona ninguna.

CRIADO
1185
Harase como lo mandas.

VIRREY
Antes que las guardas pongan
voy a dejar mi sotana
y a tomar mi vestidillo.

JULIA
¿Me da por prisión mi casa
1190
vuecelencia?

VIRREY
No, señora.
Por que estéis asegurada
de los parientes y amigos
del barón os pongo guardas.
(Y también por que no sepa,
1195
hasta que esté ejecutada,
de Antonio Roca la muerte,
pues el capitán se encarga
de entregarle.) Y no vais presa,
que vuestro disgusto basta
1200
por prisión.

JULIA
El cielo os guarde
mil años.

VIRREY
Acompañalda
y ejecutad lo que he dicho.
Adiós.

JULIA
Beso vuestras plantas.

Llevan a doña JULIA.

JUSTICIA
Muy piadoso vuecelencia
1205
se ha mostrado.

VIRREY
No hallo causa
ninguna para prenderla,
sino el haber sido honrada.
A su hijo traerá preso
el Capitán. En la playa
1210
le recebid.

JUSTICIA
El castigo
será ejemplar.

VIRREY
Orden sacra
tiene. No es justo que muera
de muerte afrentosa en la plaza,
que los delitos de este hombre
1215
se los trujo su desgracia.

JUSTICIA
Pero está, con tantas muertes,
la ciudad alborotada,
y el darla satisfacción
es justo.

VIRREY
Que muera basta,
1220
que infinidad de delitos
con una vida se pagan.

Éntrase, y sale ANTONIO ROCA, como que está en la galera.

ANTONIO
Silva (tirada)
Yerro ha sido fiarme
del Capitán, que, aunque ofreció ampararme,
el verle disgustado
1225
me tiene receloso y asustado.
Si el virrey le ha vencido
a que mude de intento, soy perdido,
que la esperanza de escaparme cierra
no ser posible ya saltar en tierra
1230
que en el mar no hay ninguna.
Pero, en fin, si lo quiere mi fortuna,
morir hecho pedazos
será mejor que de afrentosos brazos
a trozos dividido
1235
como facineroso forajido.
Que si, en fin, es la vida
prestada y el deudo que más la olvida,
es fuerza que la deuda satisfaga.
Poco me importa anticipar la paga,
1240
que, en los malos y buenos,
viene a ser cuatro días, más o menos.
Pero ya con certeza
examino de este hombre la vileza,
supuesto que previene
1245
su gente toda y hacia mí se viene.
Pero la culpa es mía.
¡Malhaya el hombre que en el hombre fía!

Sale el CAPITÁN.

CAPITÁN
Romance (tirada)
Todos estad prevenidos,
y cuando os llame, llegad.—
1250
Mucho siento, Antonio Roca,
el ser preciso faltar
a lo que ofrecí.

ANTONIO
¿Con eso
me habéis dicho que intentáis
entregarme al virrey?

CAPITÁN
Sí,
1255
que no lo puedo excusar,
¡vive Dios!

ANTONIO
Un caballero
español y capitán
¿quiere entregarme a la muerte
prometiéndome amparar
1260
hasta dejarme seguro
en Nápoles?

CAPITÁN
Es verdad
que os lo ofrecí; mas yo vengo,
como sabéis, a llevar
docientos hombres al reino
1265
de Nápoles y zarpar
sin ellos es imposible,
y me los ha de entregar
el duque como virrey
y el capitán general
1270
de Cataluña. No puedo
a sus órdenes faltar.
Él me manda que os entregue
luego porque a la ciudad
sosiegue vuestro castigo.

ANTONIO
1275
Como virrey, claro está
que es el mandarlo forzoso;
pero como general
y gran señor, no es posible
que el duque pueda culpar,
1280
el ampararme, que yo
ni he sido al rey desleal
ni tengo delito infame.

CAPITÁN
Vuestra desgracia culpad,
que yo no puedo ampararos.

ANTONIO
1285
Grande sinrazón usáis,
señor Capitán, conmigo.
En ese esquife me echad
en tierra fuera del puerto,
que esos montes me darán
1290
paso por sus asperezas.

CAPITÁN
En vano, Roca, os cansáis.

ANTONIO
Yo disuadiros pretendo
de la infamia que intentáis,
que el ejecutarla tiene
1295
muy grande dificultad.

CAPITÁN
Yo he prometido entregaros,
y ya esperándome están.

ANTONIO
La mitad habéis cumplido;
mas falta la otra mitad,
1300
y tengo por muy difícil
que la que falta cumpláis.
Que no es bastante que vos
al virrey le prometáis
entregarle a Antonio Roca
1305
si él no se quiere entregar.

CAPITÁN
Pues dentro del mar ¿quién puede
libraros?

ANTONIO
El mismo mar.
Pues es mejor que en sus ondas
rinda el aliento vital
1310
que entregándome un perjuro
y cobarde capitán.

CAPITÁN
¡Soldados, llegad! ¡Prendelde!

Salen los que puedan de SOLDADOS y un ALFÉREZ con venablo.

ANTONIO
Vivo no podrás lograr
tu traición, vil caballero.

CAPITÁN
1315
Alférez, ¿a qué esperáis?
¡Prendelde o matadle!

ALFÉREZ
Roca
tiene Órdenes sacras ya,
y el venablo me dio el rey
solo para pelear
1320
solo para pelear, no
para prender ni matar
clérigos.

CAPITÁN
El virrey tiene
su poder en tierra y mar,
y me manda que le entregue.

ALFÉREZ
1325
Pues el señor Capitán
le prenda.

CAPITÁN
Rinde la espada.

ANTONIO
Muerto me la quitarás.

CAPITÁN
¡Soldados, prendelde o muera!

ALFÉREZ
Amigos, no le ofendáis,
1330
que es infamia y sacrilegio.

CAPITÁN
¡Vive Dios! De castigar
al que no me obedecieses.

Defendiéndose de todos, dice al entrarse ANTONIO.

ANTONIO
¡Cobarde! No lograrás
tu vil intención. ¡El cielo
1335
me ayude!

UN SOLDADO
¡Arrojose al mar!

CAPITÁN
¡Tiralde! ¡Muera en el agua!

ALFÉREZ
Nadie le tire. Mirad
que es clérigo.

SOLDADO
Si es de noche,
¿cómo le hemos de apuntar?

ALFÉREZ
1340
Pero no excusa su muerte,
que es imposible llegar
a tierra fuera del puerto
sin milagro.

CAPITÁN
Claro está.
Pero ¿cómo vos, Alférez,
1345
a un delincuente amparáis
en mi contra y contra el orden
de un capitán general?

ALFÉREZ
General de las galeras
es don Álvaro Bazán.
1350
Él me dio vuestra bandera,
y, aunque sois mi capitán,
solamente obedeceros
me toca en lo militar.
El virrey es gran señor
1355
y gran soldado, y dirá
que hice lo que hacer debía.

CAPITÁN
Presto lo veréis. Llegad
el esquife.

ALFÉREZ
A mí también
el virrey me escuchará.

CAPITÁN
1360
¡Boga a tierra!

ALFÉREZ
¡Boga a tierra!

SOLDADO
Por cierto, buen capitán.

Dentro.

ROCA
Silva (tirada)
¡Cielos, piedad! Mas no piedad os pido,
que es impropio lograrla un afligido
en quien cuenta una a una
1365
todas sus sinrazones la fortuna.
Sale como mojado.
Y no lo ha sido que la mar severa
al puerto de la playa me trujera,
sino dar a entender, aunque arrojado,
que aun no sufre la mar a un desdichado.
1370
¿Dónde iré, que confuso el pensamiento,
tropezando la vida en el aliento,
el respirar sin orden, confundido
y el corazón latiendo en el oído,
y en su pálido coche
1375
el horror ayudado de la noche
ni sé qué puerto a mis desdichas haya
ni acierto a descubrir en esta playa
refugio ni acogida
para esta triste y miserable vida?
1380
Mas si acaso la vista no ha mentido,
sobre aquel mal tejido
cerco de ramas veo,
si no ha sido que ansioso mi deseo
me finge que lo vea,
1385
ya casa, ya algaria o choza sea,
irme acercando quiero
porque antes que el crepúsculo postrero
la noche ciegue, vea si me ha dado
la incansable tarea de mi hado
1390
el alivio de hallar donde ocultarme
y también en fugarme
hasta ver si mi suerte se mejora
con las primeras luces del aurora.
Casa es, pero está cerrada
1395
la puerta. Dar golpes quiero.

Da golpes, y sale al paño una MUJER.

MUJER
Romance (tirada)
¿Quién llama?

ANTONIO
Un hombre infeliz,
un perdido pasajero
que hoy a vuestra piedad pide
permitáis se albergue dentro
1400
de vuestra casa entre tanto
que amanece.

MUJER
Caballero,
perdonad, que esta no es venta
y no hay donde recogeros.

ANTONIO
Entre tanto que amanece
1405
basta un rincón.

MUJER
(Por el miedo
con que estoy he de albergarle.)
Solamente un aposento
hay, mas no querréis dormir
en él.

ANTONIO
¿Por qué?

MUJER
Porque un muerto
1410
le ocupa, que hasta enterrarle
mañana le tienen puesto
en él.

ANTONIO
Pues eso ¿qué importa?
Decidme: ¿acaso los muertos
no dejan dormir los vivos?

MUJER
1415
Es que el horror…

ANTONIO
Nada temo.

MUJER
Pues entrad muy en buena hora.

Entra por una puerta y salen por otra.

ANTONIO
Yo satisfacer ofrezco
el hospedaje.

Descúbrese una cama donde está un difunto, y una vela en una mesa.

MUJER
Ninguna
paga, hidalgo, de vos quiero.

ANTONIO
1420
Pues creed que Antonio Roca,
a quien el agrado vuestro
ampara, no será ingrato.

MUJER
¿Sois vos acaso el que huyendo
anda del virrey?

ANTONIO
Yo soy.

MUJER
1425
Gran riesgo tenéis. ¡El cielo
os libre! Quedad con Dios,
que cerrar la puerta quiero
y recogerme.

ANTONIO
Fortuna,
en buen estado me has puesto.
1430
Ayer ministro sagrado
me juzgaba, y hoy me veo
de mi patria perseguido
por homicida sangriento.
Señor difunto, preciso
1435
es que nos acomodemos
en esa cama los dos,
que ni es razón que viniendo
yo tan mojado y molido
me eche a dormir en el suelo,
1440
ni arrojarle de su cama
tampoco fuera bien hecho.
Hágase a un lado, y perdone.
Mas ¡ay! que agora me acuerdo
de que ayer y hoy mis desdichas
1445
me han olvidado del rezo
a que por la Orden sacra
estoy obligado. El cielo,
piadoso, me lo ha acordado;
mas por muy perdido y ciego
1450
que en sus delitos se vea
el hombre, le está asistiendo
a ratos la inextinguible
llama del conocimiento.
Y aunque la noche esté ya
1455
tan adelantada, quiero
empezar, pues el breviario,
porque le traigo en el pecho
y por las tablas, no viene
Saca del pecho un breviario pequeño.
ni bien mojado ni seco
1460
del todo. Domine labia
mea, aperies. Mas ¿qué es esto?
Rumor he sentido.

Sale la MUJER asustada.

MUJER
¡Antonio!

ANTONIO
¿Qué hay?

MUJER
Mucho mal.

ANTONIO
Dile presto.

MUJER
Cuatro hombres con mascarillas,
1465
todos con armas de fuego,
te buscan, que alguna espía
que te vio entrar aquí dentro,
les dio el aviso sin duda.

ANTONIO
Cobra, señora, el aliento.

MUJER
1470
No hallo forma de librarte.

ANTONIO
Vuelve y diles que durmiendo
estoy; pero no les digas
que hay en aqueste aposento
difunto.

MUJER
Pues ¿qué pretendes
1475
hacer?

ANTONIO
Tú lo verás presto.

MUJER
¡Dios te libre!

Éntrase la MUJER.

ANTONIO
Vete aprisa,
que quizá dispuso el cielo
que me libre de la ira
de muchos vivos un muerto.
1480
Ellos han de entrar juzgando
que yo estoy aquí durmiendo
y, de la venganza ansiosos
y de la cólera ciegos,
han de llegar a la cama,
1485
y debajo de ella intento
probar si con este ardid
de su rabia me defiendo.
Camarada, por mí quede
a lance tan raro puesto,
1490
que aunque le den mil heridas
no puede quedar más muerto.

Compone al difunto y métese debajo de la cama. Salen cuatro con mascarillas y carabinas.

PRIMERO
No nos mintió la mujer;
en la cama está durmiendo.

SEGUNDO
Y como si no tuviera
1495
enemigos.

ANTONIO
(Sí los tengo,
canalla vil. Sois vosotros,
pero, sin embargo, duermo.)

TERCERO
¿A qué esperamos, amigos?
De puñaladas le demos.

Llegan a la cama y danle todos.

PRIMERO
1500
¡Muere, traidor!

ANTONIO
¡Ay, Jesús!

SEGUNDO
Ya pagó el atrevimiento
de la muerte del barón
Alverino.

TERCERO
Ya está muerto,
y pues esta casería
1505
de la ciudad está lejos,
entre tanto que amanece
aquí descansar podemos.

PRIMERO
Dices bien. Arrimen todos
las pistolas.

Arriman las pistolas donde las pueda alcanzar ANTONIO ROCA.

ANTONIO
(Eso espero.)

Siéntanse todos.

SEGUNDO
1510
¡Qué descansado que queda
el brazo libre del peso
de una afrenta!

TERCERO
Dicha ha sido
encontrarle.

ANTONIO
(Sí, por cierto.)

PRIMERO
Con qué descanso dormía
1515
el infame.

SEGUNDO
No dio un vuelco
en la cama.

ANTONIO
(Me dolía
poco, y estábame quedo.)

PRIMERO
A mí me parece…

TERCERO
¿Qué?

PRIMERO
Que a la ciudad llevemos,
1520
porque tengan un buen día
nuestros amigos y deudos.

CUARTO
Busquemos en qué llevarle.

ANTONIO ha recogido las pistolas, y sale con una en la mano.

ANTONIO
El que se escapare huyendo,
podrá buscar en qué lleve
1525
a la ciudad vuestros cuerpos.

Dispara, cae uno, y mete a los demás riñendo, y vuelve a salir.

CUARTO
¡Muerto soy!

ANTONIO
Antonio Roca
soy, el que juzgabais muerto,
¡infame gavilla!

DENTRO
¡Huyamos!

ANTONIO
No os valieran ¡vive el cielo!
Ahora sale.
1530
los pies a no estar cansado.
Pero pues libre me veo,
ahora importa retirarme,
porque es fuerza que dando estos
en Barcelona el aviso
1535
salgan a buscarme, y puesto
que ya por el horizonte
ilustrado de reflejos
del padre hermoso del día
se asoman los rayos bellos….

Dentro.

JUANA
1540
Yo determino hacia acá,
que por ahí nos perderemos.

Dentro.

MENDRUGO
Pues ¿por qué parte no vas
siempre perdida?

ANTONIO
Los ecos
de caminantes, sin duda,
1545
son, que los ásperos cerros
huellan del monte.

Dentro.

LAURA
¡Ay de mí,
infelice! ¿Cuándo el cielo
será piadoso conmigo?

ANTONIO
De mujer son los acentos.
1550
¡Caminantes! Por aquí
está el camino.

Salen MENDRUGO, LAURA y JUANA.

LAURA
Siguiendo
tu voz, cualquiera que seas,
voy. Pero, ¡válgame el cielo!

ANTONIO
¡Laura!

LAURA
¡Antonio de mi vida!

ANTONIO
1555
¿Tú aquí, Laura? Pues ¿qué es esto?

LAURA
¿Eso extrañas?

MENDRUGO
Y Mendrugo
también, por si no hay sustento.

JUANA
Y Juana viene también,
como un Roldán, asistiendo
1560
a su ama.

ANTONIO
Dadme todos
los brazos. Llegad.

Abrázalos.

LAURA
Ya en ellos
hallan las desdichas mías
el apetecido riesgo.

ANTONIO
¿De quién o cómo supiste
1565
que me arrojé al mar tan presto?

LAURA
Como los tres en un barco
estábamos no muy lejos
ya de la galera, cuando
vimos arrojarse luego
1570
de ella al esquife tres hombres
o cuatro, y el uno de ellos
es el capitán infame
que a voces iba diciendo:
“¡Por vos se ha escapado Roca!”
1575
y ellos le respondieron:
“Ya le habrá dado sepulcro
el mar, que vestido es cierto
que no ha de poder salir
a tierra fuera del puerto.”
1580
Con esto nos resolvimos
a seguirte, por si el cielo
me concedía el hallarte
en mar o en tierra. Mas luego,
para mayor pena mía,
1585
otro barco a vela y remo
salió a buscarte, sin duda,
que todos los que iban dentro,
si no me engañó la vista,
eran de Alverino deudos.

ANTONIO
1590
De esos me libró mi dicha
por un extraño suceso,
y a Barcelona se vuelven
con más prisa que salieron.
Mas no todos, que uno queda
1595
con sus mismas armas muerto.
Pero, esto dejando aparte,
mucho, Laura mía, siento
no ser posible pagarte
las finezas que te debo.

LAURA
1600
Mi suerte lo quiso, Antonio.
Mas ya que cobrar no puedo
mi honor con quien me le debe,
vivir y morir prometo
en el más remoto clima
1605
o el más áspero desierto
del orbe.

MENDRUGO
Presa por mil,
presa por mil y quinientos.
Pero entre tanto que sales
de Cataluña, tu riesgo
1610
se queda en pie, y el salir
es difícil, según creo,
que es menester caminar
por montes y vericuetos
huyendo de los poblados.

ANTONIO
1615
Como yo en los Perineos
ponga los pies, no hay peligro
que me aflija. Solo temo
que Laura y Juana se rindan
al cansancio.

LAURA
Ese recelo
1620
pierde, que mi amor, Antonio,
me dará fuerzas y alientos
para seguirte.

JUANA
Y a mí,
pues a mi Mendrugo llevo.

MENDRUGO
Ya yo sé que por ligera
1625
caminarás como el viento.

JUANA
Y por firme.

MENDRUGO
Señor, vamos,
que hay por aquí bandoleros
y ya es de día.

ANTONIO
Bien dices.
Pero llégate primero,
1630
Mendrugo, a esa casería
y saca de un aposento
donde están muertos dos hombres
las pistolas que están dentro.

MENDRUGO
¿Dos muertos hay?

ANTONIO
Sí, ¿qué esperas?

MENDRUGO
1635
Tú puedes ir, que yo tengo
gran pavor a los difuntos.

ANTONIO
Pues, ¿por qué los tienes miedo?

MENDRUGO
Porque es gente desalmada.

DENTRO
Ataja, que pasajeros
1640
son.

LAURA
¡Ay de mí! Gente suena.

JUANA
Dimos con los bandoleros.

MENDRUGO
¡Esto es peor!

DENTRO
Corta el paso.

MENDRUGO
Cortado esté en los infiernos
tu gaznate.

ANTONIO
Nada temas,
1645
Laura mía.

LAURA
Solo temo
tu condición, que yo traigo,
como estribe en el dinero,
con que poder contentarlos.

DENTRO
No se escapen.

MENDRUGO
Esto es hecho.

ANTONIO
1650
¡Calla, gallina!

Salen cuatro BANDOLEROS, que pueden ser los mismos que salieron con máscaras con unas gabardinas.

PRIMERO
Aquí están.

ANTONIO
Y todos sanos y buenos,
gracias a Dios, ¿qué se ofrece?

SEGUNDO
Se ofrece que larguen luego
los vestidos, armas, ropa,
1655
las alhajas y el dinero
que traen consigo, y después
de entregado todo esto,
nos den ese par de daifas,
porque de verdad las hemos
1660
menester, y no pedimos
mucho, ¡por mi vida!

ANTONIO
Bueno.
De modo, señores míos,
que ustedes son tan atentos,
que no piden más que damas,
1665
espadas, ropa y dinero?

SEGUNDO
Sí.

ANTONIO
Pues yo no con tan poco,
ladroncillos, me contento
como su dinero y armas,
porque han de dejar primero
1670
las vidas, si no les valen
los pies.

TERCERO
¿Has perdido el seso?

ANTONIO
Laura, ponte a mis espaldas.

LAURA
De esta suerte. ¡Suelta presto,
la espada, gallina!

Quítale la espada a MENDRUGO y pónese al lado de ANTONIO.

MENDRUGO
Toma.

Sacan las espadas, y métenlos a cuchilladas.

SEGUNDO
1675
¡Muera!

Vuelven a salir por otra puerta.

ANTONIO
¡Ladrones, rateros!
Huid.

JUANA
¡Jesús, qué desdicha!

MENDRUGO
(Ya con mi amo se ha vuelto
tu señora marimacho.)

Salen los BANDOLEROS.

SEGUNDO
Huye, que es rayo su acero.

ANTONIO
1680
Por regirle Antonio Roca.

PRIMERO
Detente, que a tus pies puestos,
valeroso Roca, estamos
rendidos, que, ¡vive el cielo!
que debes a los que habitan
1685
estos montes tanto afecto,
sin conocerte, que todos
estábamos ya resueltos,
juzgando que te prendiesen,
de ir esta noche, y a riesgo
1690
de nuestras vidas librarte.

ANTONIO
Yo, amigos, os agradezco
los deseos.

TERCERO
Obras fueran,
¡vive Dios!

ANTONIO
Así lo creo.

PRIMERO
De cuantos bandidos viven
1695
en esos ásperos cerros
somos cabezas los cuatro,
y en su nombre te ofrecemos,
si tú lo admites, jurarte
desde hoy por capitán nuestro.

SEGUNDO
1700
Así excusas tu peligro
y pagas nuestros deseos.

CUARTO
Admite, famoso Antonio,
el cargo, que si nos vemos
con tan valiente caudillo,
1705
en pocos días espero
que tiemblen en Cataluña
de tu nombre.

LAURA
(Por tu riesgo
debes, Antonio, aceptarlo.)

ANTONIO
De un yerro nacen mil yerros,
1710
pero este es forzoso. Amigos,
lo que me ofrecéis acepto
si me juráis obediencia.

PRIMERO
Todos juntos juraremos
guardar las órdenes tuyas
1715
como inviolables preceptos
sin réplica alguna.

MENDRUGO
(Así
guardaran los Mandamientos.)

JUANA
(En fin, somos bandoleros.)

LAURA
(A vivir y a morir vengo,
1720
Juana, con Antonio Roca.)

JUANA
(Iraste derecha al cielo.)

MENDRUGO
Díganme ustedes: aquí
¿cómo se vive?

SEGUNDO
Saliendo
a todos esos caminos
1725
y hurtando a los pasajeros
lo que llevan; mas son hurtos
con los rostros descubiertos.

MENDRUGO
¿Esa es cosa muy decente?

ANTONIO
Claro está que lo es, pues vemos
1730
ya que lo quiso mi suerte,
(así animarlos pretendo),
Redondilla
que no se puede pasar
sin tan preciso desdoro,
a la tierra se hurta el oro,
1735
las perlas se hurtan al mar.
Redondilla
Alejandro, el sin segundo,
¿cómo su imperio formó?
¿Con sus escuadras no hurtó
a muchos dueños el mundo?
Redondilla
1740
La romana monarquía
dos ladrones la empezaron,
y con sus armas hurtaron
cuanto descubierto había.
Redondilla
De los célebres varones
1745
que la antigüedad creyó
ser sus dioses, ¿quién no hurtó?
Mercurio, dios de ladrones,
Redondilla
lo diga, en eterna fama
quedó por alto trofeo
1750
cuando le hurtó Prometeo
al sol su luciente llama.
Redondilla
¿Qué ave o fiera no profesa
hurtar con valor o traza?
El león vive de su caza,
1755
el águila de su presa,
Redondilla
y no será sinrazón
que el hombre busque el sustento,
como en la tierra y el viento
el águila y el león.

MENDRUGO
Redondilla
1760
Deja antiguos ejemplares,
que hoy vemos en los poblados,
sin riesgo de castigados,
los ladrones a millares.

ANTONIO
Romance (tirada)
No para ser capitán
1765
de vuestro valor acepto,
el quedarme con vosotros
por amigo y compañero,
me alisto no más, y juro
a esos cristalinos cielos,
1770
en cuyo sagrado libro
todos escrito tenemos
la sentencia de los hados,
ya prósperos o ya adversos,
que por el menor de todos
1775
ofrezca el último aliento.

TODOS
¡Viva nuestro capitán
y heroico caudillo nuestro!

ANTONIO
Advertid que importa, amigos,
para que nos conservemos,
1780
avenirnos bien con todos
los circunvecinos pueblos,
pagándoles lo que hayamos
menester para el sustento,
que villanos irritados
1785
son enemigos muy fieros.
Ninguno a los caminantes
les trate mal, si el dinero
sin resistencia entregaren,
pidiéndosele primero,
1790
que no ajándoles con obras
ni palabras, por lo menos
no podrán ir ofendidos,
ya que no vayan contentos.
Solo de nuestros contrarios
1795
las vidas no reservemos,
y desde hoy el rencor mío
también viva en vuestro pecho,
como en mí vivirá siempre
con los enemigos vuestros.
Desnudándose el brazo, pica con el puñal una vejiga, y va saliendo la sangre, que ha de estar llena, que será clarete.
1800
Lo que los lacedemonios
acostumbraron, haciendo
de alianzas y amistades
el más firme juramento,
porque era ley inviolable,
1805
con vosotros hacer quiero.
Bebed de mi sangre, amigos.

LAURA
(¡Ay de mí! ¡Válgame el cielo!)

PRIMERO
(Grande valor!)

SEGUNDO
(¡Raro asombro!)

MENDRUGO
(¡Hombre del diablo! ¿Qué has hecho?)

ANTONIO
1810
Bebed todos.

JUANA
(¡Se ha sangrado!)

MENDRUGO
(¡Sin venda, luz ni barbero!)

ANTONIO
Bebelda, si no queréis
que no le quede a mi cuerpo
ni una gota.

TERCERO
Porque no
1815
te desangres, la bebemos.

Beben los cuatro.

MENDRUGO
(Sanguijuelas racionales
por buena parte se han vuelto.)

LAURA
Basta, Antonio, ¡por mi vida!
Átale con ese lienzo
1820
la herida, mientras se busca
quien le cure.

Átale con ese lienzo

MENDRUGO
(No habrá un huevo
por un ojo de la cara.)

PRIMERO
Vamos, pues, donde te demos
todos juntos la obediencia
1825
y elijas alojamiento.

ANTONIO
Sígueme, Laura.

LAURA
Seguirte,
mientras viva, te prometo.

JUANA
Y yo a ti y a mi Mendrugo.

MENDRUGO
¿Y qué casa de aposento
1830
tendré yo?

PRIMERO
Junto a tu amo
tendrás de una peña el hueco.

MENDRUGO
Pues de allí saldré lagarto.

JUANA
Los dos juntos estaremos
como te cases conmigo.

MENDRUGO
1835
(¡No lo quiera Dios del cielo!
Que es bandolero tu amor,
y estás entre bandoleros.)

ANTONIO
Vamos.

TODOS
¡Viva Antonio Roca,
heroico caudillo nuestro!

ANTONIO
1840
Pues mi estrella lo ha querido,
seguir su influjo pretendo,
guardando mi vida, a costa
de muchas, ¡viven los cielos!


Jornada III

Salen ANTONIO y LAURA, de bandoleros.

LAURA
Silva (tirada)
En este altivo monte,
1845
pirámide inmortal del horizonte,
ya seguro te miras,
Antonio, de las iras
con que intenta la gente
prenderte del virrey, y ya valiente,
1850
con una y otra hazaña,
siendo el horror de toda esta campaña,
te ves obedecido
de tanto forajido,
de todos respetado,
1855
y asistido, que es más, de mi cuidado;
pues si empeñada tu persona viera,
tu vida, que es la mía, defendiera
tan firme y tan constante,
que muralla me vieras de diamante.

ANTONIO
1860
La hidalga bizarría
de tu valor estimo, Laura mía,
y el afecto, de suerte
que es fuerza en mis fortunas concederte,
que tener a mis ojos tu hermosura
1865
no es lo menos que logra mi ventura.

LAURA
En haberte ordenado
anduvistes, Antonio, muy errado,
y más cuando sabías
la obligación y amor que me debías.

ANTONIO
1870
Ya no tiene remedio, y pues no puedo
pagarte con mi mano, no le quedo
a deber tu afecto, Laura, nada,
pues del mío te ves idolatrada,
estimada y servida,
1875
y no es malo que estéis correspondida.

LAURA
Que no seas mi esposo Feliciano
la culpa tuvo; pues, ciego y inhumano,
te aconsejó, imprudente,
que te ordenasen tan secretamente.
1880
Mas que un yerro aconseje era constante
un hipócrita, necio y ignorante.

ANTONIO
Que me enoje pretendes,
pues con oprobios, sin razón, ofendes
al amigo mayor que yo he tenido.
1885
Feliciano, no solo era entendido,
Laura, sino prudente y virtuoso.
Y ayer supe de un noble religioso
de su Orden que en ella, con espanto,
le veneran ya todos por un santo;
Disparan.
Romance (tirada)
1890
y así, mira… Mas, ¿qué oigo?

LAURA
En el monte dispararon
un pedreñal.

ANTONIO
Pues sería
alguno de los soldados,
que, en escuadras repartidas,
1895
en busca de mis contrarios
andan siempre, por si logra
con que acaben a mis manos
de mi venganza templar
esta sed, que nunca apago.

LAURA
1900
Mendrugo y Juana aquí llegan,
y ellos podrán informarnos.

Salen JUANA y MENDRUGO, vejete sevillano.

ANTONIO
Mendrugo, ¿quién disparó?

MENDRUGO
Leonido, que fue por cabo
de la gente que enviaste
1905
a reconocer el llano
del camino a Barcelona,
en señal de que han pillado
una presa de importancia,
y yo cogí este zamarro.

VEJETE
1910
Hable con más cortesía,
que soy hombre muy honrado.

MENDRUGO
¿Es casado?

VEJETE
No lo soy.
Helo sido.

MENDRUGO
Pues, hermano,
bulas de difuntos hay
1915
como de vivos.

ANTONIO
En tanto
que Leonido llega, di,
hombre (sin ningún engaño),
quién eres, dónde caminas
y, sin recatarlo, cuánto
1920
es tu dinero.

MENDRUGO
Y si no,
al punto le espulgo a Marcos
el festejo del trapillo.

VEJETE
En este lugar cercano
soy un pobre labrador,
1925
que cómo de mi trabajo;
a Barcelona camino,
y todo el caudal que traigo
son diez escudos en oro,
que a la ciudad a emplearlos
1930
en una lámpara iba
de metal, que ofrecí a un santo
de mi devoción.

LAURA
¿Cuál es?

VEJETE
San Babilés.

MENDRUGO
Abogado
de los pronósticos es:
1935
el vejete es calendario.
¿Cuándo lloverá?

VEJETE
En lloviendo.

JUANA
¡Brava necedad!

VEJETE
No tanto,
que aquí y en Madrid, si llueve,
no lo deja en todo el año.

Salen por una puerta LEONIDO con una DAMA, y un CRIADO, y por otra puerta CARPIDORO con dos HOMBRES vestidos de soldados.

LEONIDO
1940
De mi capitán a vista
ya estás, divino milagro
de hermosura.

CARPIDORO
A la presencia
de mi capitán llegamos.

LAURA
¿Qué es aquesto, Carpidoro?

ANTONIO
1945
¿Qué es esto, Leonido?

LEONIDO
Al llano
del monte, como ordenaste,
bajé, y en él encontramos
esta dama, acompañada
de criadas y criados,
1950
en un coche, una litera,
hasta diez o doce machos
con recámara bastante
con que podamos fardarnos.
Y sin tomar de ella nada,
1955
ni hacerla ningún agravio,
como ordenado nos tienes,
a tu presencia la traigo.
(¡Harto lo siento, sin que
antes hubiesen templado
1960
mis deseos este fuego
que en mi encendieron sus rayos!)

DAMA
¿Hay mujer más desdichada?
¡Yo, que el siniestro costado
del monte tomé, estos hombres
1965
hallé en dos bellos caballos,
dos o tres criados suyos,
con el bagaje ordinario
de alforjas y de maletas!

LEONIDO
Mira agora qué dispones.

DAMA
1970
Si de una mujer el llanto,
noble capitán valiente,
tu pecho enternece, hidalgo,
lo que te ruegan mis ansias
es, ofrecerte cuanto
1975
en joyas, plata y vestidos,
en esos baúles traigo,
que el honor y vida solo
me reserven tus soldados,
y la de mi gente toda.

ANTONIO
1980
Señora, el tempo perded,
pues habéis caído en manos
de hombre que es más compasivo
en todo que temerario.
Antonio de Roca soy,
1985
y encontrarme en este estado,
no la ambición de la hacienda
motivó mi impulso tanto
como la triste venganza
de una muerte y un agravio.
1990
Y, para poder tomarla
de poderosos contrarios,
es preciso que se valgan
mis bríos de estos hidalgos,
que, poco favorecidos
1995
de su fortuna, debajo
de mi mano, la aspereza
habitan de estos peñascos.
Y en este ejército todos
es preciso que comamos.

MENDRUGO
2000
(Y aun cenemos.)

ANTONIO
Y así, hermosa
beldad, sin ningún recato,
decidme quién sois, y dónde
es el viaje, y qué tanto
en dinero es el caudal
2005
que lleváis.

CRIADO
Yo, que criado
suyo soy y guarda suya,
lo diré al punto.

DAMA
Apartaos.
Yo, señor, estoy casada
con el maestre de campo
2010
don Juan de Estrada, a quien dio
su majestad, habrá un año,
el tercio de Lombardía.
A Barcelona ahora parto
a embarcarme para Italia,
2015
y todo el caudal que traigo
serán seiscientos escudos
en otro, sin otros tantos
que valdrán aquestas joyas,
las cuales, por agasajo,
2020
mi fe rinde a esta beldad,
aunque en su hermosura es llano
no hacen falta de estas piedras
ni las luces ni los rayos.

LAURA
No os las quitéis, deteneos,
2025
que era querer usurparlos
a los diamantes las luces
que las vuestras les prestaron.

LEONIDO
(Mientras más sus ojos miro,
más en su beldad me abraso,
2030
Lircano.)

LIRCANO
(¿Hay más que seguirla
después?)

LEONIDO
(Dices bien, Lircano.)

ANTONIO
Pues, puesto que generosa
y tan liberal os hallo,
solo lo que os pido es
2035
noventa escudos prestados
para socorrer con ciento
esta escuadra de soldados,
que puede ser que algún día
pagarlos pueda.

MENDRUGO
(En cobrando
2040
otros mil que está debiendo
los dará, que, confiados
en esto, hay muchos que pegan
en la corte hartos petardos.)

DAMA
Los noventa y cuanto traigo
2045
te ofrezco.

ANTONIO
Basta con esto,
que yo me precio de honrado,
y a soldados ni mujeres
jamás supe hacer agravio.

VEJETE
Mis diez escaparon ya.

MENDRUGO
2050
(¡Hay tal pico de zamarro!)

ANTONIO
Y la parte que nos toca,
en pagando a los soldados,
a ti y a mí, se le den
sin dilación a este honrado
2055
pobre viejo, p[a]ra que haga
la lámpara al santo
de plata.

VEJETE
Cincuenta mil
lámparas tengas en pago
en el alma y en el cuerpo.

MENDRUGO
2060
(Y a ti te den tantos palos.
Mas de sus diez mandamientos
yo iré a ver si alguno casco.)

ANTONIO
Carpidoro, luego al punto
los veinte escudos te encargo
2065
que des a este hombre.

MENDRUGO
Yo
soy quien ha de ir a entregarlos.

ANTONIO
Ya yo te entiendo, Mendrugo.
No te vayas.

MENDRUGO
(¡Bien quedamos,
y lucidos!)

ANTONIO
Vos, señora,
2070
podéis partir con el salvo-
conducto que a las deidades
debe dar el cortesano
rendimiento de los hombres.
Leonido, ve acompañando
2075
a esta dama hasta ponerla
libre de otro sobresalto
que, grosero el sol, eclipse
de su hermosura y recato.

LEONIDO
(Eso es lo que yo deseo.)

DAMA
2080
Reconocida, las manos
os beso por tal favor.—
Y las vuestras.

LAURA
A mis brazos
llegad, y por si es que Antonio
de Roca tardare en daros
2085
satisfacción de la deuda,
esta sortija entre tanto
asegure su palabra,
que el hombre menos ingrato
suele tal vez no cumplirla.

MENDRUGO
2090
(A ti viene este recado.)

DAMA
Yo la tomo, con que vos
Toma la sortija.
me deis la palabra y mano
de hacerme otro gusto a mí.

LAURA
Yo nada puedo negaros.
2095
Decid.

DAMA
Pues es que os pongáis
este corazón flechado
de diamantes.

LAURA
Eso es
querer deslucirme el garbo
del corto agasajo mío,
2100
y así no debo aceptarlo.

DAMA
Vuestra palabra empeñasteis.

Dale una joya.

LAURA
Paciencia; sí, ya la he dado.

DAMA
Pues, adiós.

LAURA
El cielo os guarde.

DAMA
Vamos, señores.

LEONIDO
(Lircano,
2105
a emboscarlos.)

LIRCANO
(Ya te entiendo.)

LEONIDO
(Robarela.)

DAMA
Este criado
dará los noventa escudos,
y más, si queréis tomarlos.

LIRCANO
(Allá en eso nos veremos.)

Vanse.

LAURA
2110
Corrida, en fin, me ha dejado.

JUANA
No ha sido muy malo el trueque:
diamante hay como garbanzo
de la Fuente del Saúco.

MENDRUGO
Falta saber si son falsos;
2115
pero yo he quedado bien,
no habiendo nada tocado.

ANTONIO
Cierto que eres ambicioso,
sobre necio y mentecato.
Di: ¿qué te falta conmigo,
2120
Mendrugo?

MENDRUGO
Ser tu pan blando,
pues, en vez de ladrón, eres
en este monte ermitaño.
Pues pudiendo tomar, pides
con límite bien escaso:
2125
cosa que mormuran todos
los bandoleros, al paso
que el rigor culpan con que
das la muerte a tus contrarios,
sin perdonar a ninguno.

ANTONIO
2130
¿Solo eso dicen?

MENDRUGO
¿No es harto?
Y que si no hacen tu gusto
cruel eres con tus soldados.

ANTONIO
¿Mormuran más?

MENDRUGO
¿Qué más quieres?

ANTONIO
Respóndeles a esos cargos
2135
que aunque soy cruel, vengativo,
atroz, fiero y temerario,
no tengo genio de ser
ladrón, pues razón no hallo
para quitarle su hacienda
2140
a aquel que no me hizo agravio,
y que al que hacérmele intente
es solamente a quien mato,
y que si soy cruel con ellos,
es política en mi cargo;
2145
pues si no fuera temido,
menos fuera respetado.
Pero esto no es para ti,
dárselo a entender aguardo
a ellos; pues, ¡vive el cielo!
2150
y vivo yo, que, si osado,
se adelanta alguno a hacer
a algún caminante agravio,
que ha de ver quién es…

Dentro el CRIADO de la dama.

CRIADO
¡Antonio
de Roca!

ANTONIO
¿Quién me ha usurpado,
2155
cuando a articularte iba
mi voz, mi nombre del labio?

Dentro.

CRIADO
¡Antonio Roca!

MENDRUGO
(¡Ya escampa!)

ANTONIO
¿Quién me llama?

MENDRUGO
Quien rodando
baja el monte por llegar
2160
hecho más presto en pedazos.

CRIADO
¡Válgame el cielo!

Sale como precipitado.

LAURA
¿Qué es esto?

ANTONIO
¿Quién eres, hombre?

CRIADO
El criado
de la dama a quien tú ahora
ordenaste a aquel cabo
2165
que acompañándola fuese;
y después de haberle dado
los noventa escudos, ciego,
torpe, cruel y temerario,
faltando al salvoconducto
2170
que la concedió tu halago,
entre esos riscos intenta
violar su honor y recato.

MENDRUGO
(No tiene mal gusto, que ellas
no han de rogar a un cristiano.)

ANTONIO
2175
¿Qué dices, hombre? Camina,
llévame donde el villano
está, para que a mis iras
acabe hecho mil pedazos.

LAURA
Yo la primera he de ser
2180
«que dé principios a su estrago.N
X
Nota del editor

Después de este verso hay la frase suelta de “¡Muera el vil!”, que es innecesaria.

»

Vanse.

DAMA
En vano, atrevido, intentas
triunfar de mi honor.

LEONIDO
Y en vano
solicitas defenderte
del incendio en que me abraso.

DAMA
2185
«Yo me sabré dar la muerte.N
X
Nota del editor

También después de este verso hay la de “¿Oyes, Juanilla?”

»

[MENDRUGO]
No me atreviera yo a tanto.

JUANA
Si el pícaro se atreviera
¿no le hiciera mil pedazos?

Éntrase huyendo la DAMA y LEONIDO tras ella.

LEONIDO
En vano buscas amparo,
2190
pues no hay quien de mí te pueda
defender.

Dentro.

ANTONIO
Sí habrá, tirano,
y quien te saque, en castigo,
el corazón a pedazos.

Dentro.

LAURA
Y a cuantos contigo están.

Dentro.

UNO
2195
¡Muerto soy!

Dentro.

LAURA
No huyáis, villanos.

Salen ANTONIO y LEONIDO , peleando.

LEONIDO
Pues de tu airado furor
defenderme cuento en vano,
válganme los pies ahora,
pues que no pueden las manos,
2200
que entregándote al Virrey
me vengaré de este agravio.

ANTONIO
Antes te daré mil muertes.

LEONIDO
No será fácil lograrlo.

ANTONIO
No podrá de mi librarte
2205
ni aun el cielo soberano.

Éntrase retirando LEONIDO y ANTONIO tras él, y al irle siguiendo a las peñas, le sale al encuentro FELICIANO, de fraile francisc[ano].

FRAY FELICIANO
Sí podrá.

ANTONIO
Redondilla
¡Cubriome un hielo!
¿Quién eres (yo estoy mortal),
que vestido de un sayal
traer los poderes del cielo?

FRAY FELICIANO
Redondilla
2210
Soy quien viendo tus precitos
yerros, es bien te refrene,
porque esta culpa no llene
el número a tus delitos.

ANTONIO
Redondilla
¿Tantos son? ¿Sabeislos vos?

FRAY FELICIANO
2215
Tantos, que para poder
sufrirlos ha menester
toda su clemencia Dios.
Redondilla
Mira en tanta inmensidad
qué infierno tu error merece,
2220
cuando hay quien allá padece
por uno una eternidad.
Redondilla
Ya Dios te dejó enojado,
que le busques te aconsejo.

ANTONIO
Yo soy, solo quien le dejo,
2225
que Dios a nadie ha dejado,
Redondilla
pues por más que el pecador
su piedad tenga ofendida,
busca la oveja perdida,
preciado de buen pastor.

FRAY FELICIANO
Redondilla
2230
Si el hombre con la atención
su piedad no busca rara,
suele Dios volver la cara
tal vez a la obstinación.
Redondilla
Búscale, no estés cobarde,
2235
por que Él te perdone a ti.

ANTONIO
Si Dios no me busca a mí,
yo pienso buscarle tarde.

FRAY FELICIANO
Romance (tirada)
No te precipites. Mira
que a Dios pierdes.

ANTONIO
Padre, deje
2240
que ahora mis iras vayan
a dar a un aleve muerte
que forzar quiso a una dama
entre estos riscos.

FRAY FELICIANO
Detente.
¿No me conoces?

ANTONIO
No, padre.

FRAY FELICIANO
2245
No me espanto, que mal puede
conocer a otro quien
no llega a sí a conocerse.
Feliciano soy.

ANTONIO
¿Qué dices?
El hábito te desmiente
2250
tanto de humano, que ciegas
mis iras, el rostro a verte
hasta aquí no se movieron.
A mis brazos llega.

FRAY FELICIANO
Tente,
que aún soy muy humano y temo
2255
que el contagio se me pegue
de tus culpas y maldades.
Y así, hasta que llegue a verte
de ellas muy arrepentido,
los brazos es bien te niegue.

ANTONIO
2260
Sin ellos me pasaré.
Y a esta montaña ¿a qué vienes?

FRAY FELICIANO
A cumplirte la palabra
que te di tan tiernamente
la última vez que nos vimos,
2265
la cual fue, Antonio, que siempre
que me hubieses menester
te buscaría.

ANTONIO
¿Qué quieres?
que, aunque ingrato a mi amistad
de abrazarme te desdeñes
2270
porque soy malo y tú bueno,
haré cuanto me pidieres.

FRAY FELICIANO
¿Me das la palabra?

ANTONIO
Sí,
te la doy.

FRAY FELICIANO
Pues que te enmiendes
es solo lo que te pido.
2275
que de ofender a Dios dejes,
que a imagen y semejanza
suya te hizo, y tú, rebelde
a tan grande beneficio,
ya que la imagen no puedes
2280
perder, que es la facultad
y don que su omnipotente
poder te dio generoso
para que vida tuvieses
natural y común, tú
2285
la semejanza que tienes
con Dios pierdes, que es el don
de gracia que virtualmente
te concedió porque vida
sobrenatural vivieses,
2290
y merecedora en todo
de sus celestiales bienes.
La cual semejanza, Antonio,
por nuestras culpas se pierde,
y bruto queda hecho el hombre.
2295
Ve lo que un pecado puede.
Pídele perdón a Dios.

ANTONIO
Feliciano, no me aprietes
tanto en el sermón, que temo
que el sufrimiento reviente.
2300
Déjame, que ahora no es fácil
que yo arrepentirme acierte.

FRAY FELICIANO
¿Pues para cuándo lo guardas
si el tiempo en insultos pierdes
en delitos?

ANTONIO
Para cuando
2305
de Dios el auxilio llegue,
que sin él no puede el hombre
que está en sus culpas rebelde
enmendarse.

FRAY FELICIANO
¡Qué ignorancia!
El hombre a Dios puede siempre
2310
pedir perdón, que aunque el hombre
sin Dios nada es lo que puede
ya le dejó el albedrío
libre por que le pidiese.

ANTONIO
Pues ve aquí que yo no puedo,
2315
aunque quiero muchas veces.

FRAY FELICIANO
Es que no te ayudas tú
cuando esos amagos tienes.

ANTONIO
Dios es misericordioso,
y cuando llegue la muerte
2320
le sabré pedir perdón.

FRAY FELICIANO
¡Ay de ti si aguardas a ese
pavoroso trance en que
el aliento desfallece
y sólo el dolor acude
2325
a lo que en la vida pierde
más que al horror de la culpa!
Mas ya que no te convence
la ofensa que haces a Dios
para que esta vida dejes
2330
llena de insultos, la afrenta
a que expuesto estás moverte
pudiera, pues el Virrey,
viendo que asombrada tienes
a Barcelona, con tantas
2335
atrocidades y muertes,
con cuatrocientos soldados
viene en persona a prenderte.
Procura, Antonio, escapar;
vete a Roma, que es la fuente
2340
donde la culpa se lava
y los pecados se absuelven.
Dale este places a Julia,
tu madre, que eternamente
en lágrimas se deshace
2345
viendo tu riesgo evidente,
y desalada a buscarte
dicen que a estos riscos viene.
Mira las Órdenes sacras
que, indigno, tener mereces,
2350
y si te prenden es fuerza
morir afrentosamente
en un palo, degradado
de los honores.

ANTONIO
Detente,
Feliciano, no pronuncien
2355
tus voces severamente
tal desdicha, pues primero
con las manos, con los dientes,
si instrumentos me faltaran,
me daré airado la muerte,
2360
y me quejaré del mismo
cielo, que la culpa tiene
de mi desastrada vida.

FRAY FELICIANO
Antonio, no te despeñes,
que yo, de parte de Dios,
2365
confiado en su clemente
bondad, palabra te doy
no mueras, como mereces,
afrentado.

ANTONIO
Yo la tomo,
mas sabes de ti resuelven
2370
mis temores, ¿en qué fundas
la palabra que me ofreces?

FRAY FELICIANO
En que aunque yo soy tan grande
pecador como tú eres,
es más grande la piedad
2375
de Dios, y al paso que crueles
tus iras insultos obren,
sin que estos peñascos dejen,
penitencias haré yo
por que Dios llegue a dolerse
2380
de ti y auxilios te dé
para acabar felizmente
sin que padezca tu fama.

ANTONIO
Mucho mi amistad te debe.

FRAY FELICIANO
Nada me debes, Antonio,
2385
pues obligados los fieles
a pedir todos estamos
por los que están ciegamente
en pecado. Pero dime:
¿qué causa es la que te mueve
2390
más a no volveré a Dios?

ANTONIO
La ciega pasión ardiente
de un afecto que, apagado,
volvió más vivo a encenderse.

FRAY FELICIANO
Pues ¿qué pasión puede ser
2395
que te estorbe?

ANTONIO
Si la quiere
saber…

FRAY FELICIANO
No me digas nada,
pues la causa está patente.

Sale LAURA.

LAURA
Ya dejo en salvo la dama.
¿Diste ya a Leonido muerte?
2400
Porque si no… Mas ¿qué veo?
¡Sin mí estoy! ¡Cielos! ¿No es este
religioso Feliciano?
¿Qué es esto que me sucede,
pues en temor vergonzoso
2405
todo el odio se convierte
que tenía contra él?
Mas ¿qué es lo que dudo al verle
si del horror de mi culpa
nace este temor aleve?
2410
¡Qué cobarde es el pecado,
qué feo, pues tanto teme
a vista del virtuoso!
¡Ya el alma la ofensa siente
que a Dios hizo!

ANTONIO
Feliciano,
2415
por tu vida, que te quedes
con Laura mientras yo vuelvo;
pues, alterada mi gente
con el castigo que quiso
dar mi esfuerzo aquel aleve,
2420
es fuerza que inquieta esté.
Ya vuelvo.

FRAY FELICIANO
Aguardar no debe
mi obligación.

ANTONIO
Pues ¿por qué?

FRAY FELICIANO
Porque si ese instante pierde
mi penitente fervor,
2425
hacerte falta a ti puede.

ANTONIO
Vete si ha de aprovecharme,
que, como el monte no dejes,
te iré a buscar. Adiós.

FRAY FELICIANO
Él
quiera que tu vida enmiendes.—
2430
Laura, ya sé que el horror
de tus pecados te tienen
arrepentida de haber
ofendido ciegamente
tanto a Dios, y que la enmienda
2435
con la penitencia ofrece
(quiera Dios que verdad sea);
mas su amor hacerlo puede.

LAURA
A Dios se lo ofrezco, padre,
pues a su piedad le deben
2440
tanto mis ansias, que, estando
en mis culpas tan rebelde,
tan ciega en mis liviandades,
ha permitido que llegue
a conocer el error
2445
de mi delito y me pese
tanto de haberle ofendido,
que ya el corazón parece
que de dolor se me parte
y que por los ojos quiere
2450
salir en líquido aljófar
o en diluvios deshacerse.

FRAY FELICIANO
Eso si; llora, mujer,
pues el llanto ha sido siempre,
contra el veneno mortal,
2455
el antídoto más fuerte.

LAURA
Ya en el golfo de mi llanto
anegarse el dolor puede.
Perdón muchas veces piden
mis ansias a Dios de haberle
2460
ofendido.

FRAY FELICIANO
Pues confíe,
que a su ruego han de vencerse
sus piedades; pero mire
que jamás vuelva a ofenderle.

LAURA
De Dios lo fío.

FRAY FELICIANO
Pues, Laura,
2465
lo que hacer ahora debe,
pues su cariñoso hechizo
a pervertir tiernamente
ayudó a Antonio en sus culpas
y atrocidades, que siempre
2470
a un abismo de pecados
muchos abismos suceden,
es persuadirle constante
que tantos errores deje,
que a Dios busque, y que le pida
2475
perdón antes que la muerte
llegue, cuyo plazo creo
que en él ha de ser muy breve.

LAURA
Con mis ruegos, con mi llanto
persuadirle, padre, ofrecen
2480
mis ansias.

FRAY FELICIANO
Pues quiera el cielo,
Laura, que a Antonio aprovechen;
pero de él lo espero. Adiós.

LAURA
¿Es posible que nos deje?

FRAY FELICIANO
Es preciso a Antonio busque.

LAURA
2485
Ya mi fe, padre, obedece.
¡Qué gozosa que va el alma!

Vase.

FRAY FELICIANO
De la obstinación rebelde
de Antonio os doled Señor:
vuestro auxilio grato llegue.
2490
¡Mi Dios, no se pierda cosa
que tan grande costa os tiene!

Vanse, y salen el VIRREY, el JUSTICIA Mayor y SOLDADOS.

VIRREY
Silva (tirada)
De este rudo obelisco
el ámbito se cerque, y risco a risco
le examine mi gente.
2495
Vos los pasos, don Juan, tomad valiente
con la gente y justicia que, agregada
de aldeas y lugares, convocada
al bando que eché, vino,
pues el monte sitiado y del camino
2500
tomadas las veredas, es muy cierto
que este monstruo escapar de preso o muerto
en vano de esta vez pueda de mis manos,
ni ninguno de cuantos inhumanos,
infames forajidos
2505
de estas rocas se miran defendidos.

JUSTICIA
Señor, si vuecelencia
con su valor, su industria y diligencia
lleva de Antonio presa la persona,
bravo día ha de darle a Barcelona.
2510
Mas de Julia, su madre, ya avisado
del peligro, señor, habrá escapado,
pues en su busca, con cautela extraña,
he sabido que vino a esta montaña,
y si a ella ha venido,
2515
le tendrá ya a la fuga persuadido.

VIRREY
(Que escapado se hubiera,
aunque a prenderle vengo, no sintiera,
que a su valiente brío aficionado,
que no muera, deseo, ajusticiado.)
2520
Id, don Juan; ordenad que diligente
las veredas ocupe vuestra gente
mientras que yo con maña
con la mía les sitio la montaña.

JUSTICIA
Romance (tirada)
Ya obedezco. Pero un hombre
2525
hacia nosotros a toda
prisa acercándose viene.
Quien sea, la vista ignora.

VIRREY
Ya llega.

JUSTICIA
¿Qué buscas, hombre?

Sale LEONIDO.

LEONIDO
Hablar al Virrey me importa.

JUSTICIA
2530
Pues ya le tienes delante.

VIRREY
¿Qué quieres?

LEONIDO
Sabiendo ahora
que en persona vuecelencia
a prender a Antonio Roca
viene a esta montaña, yo
2535
a ofrecerle su persona
vengo también sin que tenga
su prisión ninguna costa.

VIRREY
¿De qué manera ha de ser?

LEONIDO
Yo me ofrezco a dar la forma
2540
como vuecelencia empeñe
su palabra siempre heroica
que de cualquiera delitos,
hurtos, muertes alevosas,
el que vivo le entregase
2545
desde luego le perdona.

VIRREY
No le prediquen ahora.
En llegando el Jueves Santo
cumplirá con la parroquia,
que aún no tiene bula.

JULIA
2550
Mira.

LAURA
Advierte.

ANTONIO
Nada hay que oiga,
pues en vano reducirme
vuestras persuasiones todas
podrán, cuando no ha bastado
a hacerlo la rigurosa
2555
penitencia que por mí
está haciendo entre esas rocas
Feliciano, a quien acabo
de ver, tan rebelde ahora
que el menor amago en mí
2560
de atrición el pecho ignora.
(Pero miente el labio, pues
el corazón ya con otra
moción alterado pulsa
la tribulación sufoca
2565
la parte de lo mortal
porque mi culpa conozca,
pero a sus golpes y avisos
mi obstinación se hace sorda.)

JULIA
Mira que el virrey es fuerza
2570
que llegue ya y que tu honra
y vida corren peligro.

ANTONIO
Imposible es que la corra.

LAURA
Que te espera Dios advierte.
Búscale, que si malogras
2575
un instante, puede ser
llegue tarde a sus piadosas
puertas tu dolor contrito.

ANTONIO
Nunca llega, si lo notas,
tarde el pecador, si llega.

LAURA
2580
Si hace tal, cuando se acorta
el plazo a su muerte. ¿Sabes
si vivir puedes una hora,
un instante?

JULIA
Dices bien,
Laura.

ANTONIO
¿Qué escucho? De otra
2585
aljaba es aquesta flecha,
pues con fuerza poderosa
el pecho me ha penetrado.

LAURA
Mira, Antonio, ¡qué congoja!
que la hora llegar puede.

ANTONIO
2590
Pues cuando llegue la hora
¿hay más, pues tan grande es
de Dios la misericordia,
tan suma, tan infinita
que a un ladrón solo persona
2595
porque le confiera y pide
se acuerde de él en su gloria,
que poner la confianza
en sus piedades heroicas?
¿Hay más que buscar entonces
2600
por mi fiel intercesora
a María soberana,
que es con Dios tan poderosa,
que nada Madre le pide
que hijo no se lo otorga,
2605
y suplicarla con ansias
que sea mi valedora,
pues lo es de los pecadores,
y el mayor es quien invoca
sus clemencias, y a mis ruegos
2610
lucen las misericordias?
¿Hay más que viendo el horror
de mis culpas, y que contra
un Dios sumamente bueno
las cometió mi alevosa
2615
ingratitud, cuando Él
me redimió a tanta costa,
por ser quien es solamente,
sin obligarle otra cosa,
que de pesar, de dolor
2620
de haberle ofendido, sola
por su bondad inefable
y su pasión amorosa
que el corazón, que hasta aquí
fue a sus auxilios de roca
2625
se arranque de sentimiento
o que en pedazos se rompa?
Pero ¿qué mortales ansias
son, cielos, estas, que postran
tanto mi esforzado aliento?
2630
Los sentidos ya no obran
como sentidos, la vista
percibe como dudosa,
el oído ya no atiende,
al acto sin pulso toca.
2635
Todo cedió a lo mortal,
lo que vive y lo que informa.
Las potencias barajadas
se miran unas con otras.
Del corazón se ha parado
2640
el volante de las horas,
porque llegó la fatal
o la última de todas:
Yo muero, Señor; yo muero.
Ahora, mi Dios, ahora
2645
mi contrición necesita
de vuestra misericordia.

Dentro FRAY FELICIANO y ANTONIO.

FRAY FELICIANO
¡Misericordia, Señor!
¡Vuestras piedades me oigan!

MENDRUGO
Parece que va de veras;
2650
él se muere por la posta.

JULIA
De mortal el rostro avisa.

LAURA
¡Qué ansia, cielos!

JULIA
¡Qué congoja!

ANTONIO
¡Pequé, señor, contra vos,
que es lo que el alma más llora,
2655
por ser quien sois esta pena,
estas ansias rigurosas,
que de haberos ofendido
tengo en tan graves zozobras!
En descuento recibid
2660
de mis disculpas y mis obras;
mas ya balbuciente el labio
las voces en vano forma.
Ya a su primero principio
vuelve esta máquina toda,
2665
y a ser polvo… tierra… nada…
su fábrica se desploma…
En tus manos, inefable
Señor, mi aliento se postra…

Cae en el suelo.

MENDRUGO
¡Ya murió!

LAURA
¡Qué sentimiento!

JULIA
2670
¡Qué ansia tan dolorosa!

Sale FRAY FELICIANO.

FRAY FELICIANO
¡Misericordia, Señor!
¡Vuestras piedades me oigan!

JULIA Y LAURA
Y Padre Feliciano.

FRAY FELICIANO
¡Hijas!
¿Qué es lo que sienten? ¿Qué lloran?
2675
Mas ¿qué veo? ¡Antonio muerto!

LAURA
De morir acaba ahora
de dolor de sus delitos
pidiendo misericordia
a Dios.

FRAY FELICIANO
¿Qué dice? ¡Señor!
2680
¡Qué admirables son tus obras!
Por tan grande beneficio
te alaben tus obras propias.

Salen el VIRREY, el JUSTICIA, LEONIDO y SOLDADOS.

LEONIDO
Aquí está Antonio.

JUSTICIA
Lleguemos.

LEONIDO
No se escape su persona.

JUSTICIA
2685
Daos a prisión al virrey.

VIRREY
¿Adónde está Antonio Roca?

FRAY FELICIANO
Aquí el cadáver está
que el alma de Dios ya goza.

VIRREY
¿Qué dice, padre?

FRAY FELICIANO
Que dando
2690
ejemplo su prodigiosa
conversión, fin dio a su vida.

JUSTICIA
Pues para que su persona
dé escarmiento, su cadáver
llevemos a Barcelona.

FRAY FELICIANO
2695
Quien de Dios goza no debe
padecer ignominiosas
afrentas.

JUSTICIA
Pues ¿quién podrá
asegurarle la gloria?

FRAY FELICIANO
El cielo.

VIRREY
No sé qué impulso
2700
o qué fuerza poderosa
me obliga a creerlo.

TODOS
Lo mismo
nos sucede a todos.

FRAY FELICIANO
Obra
es del cielo, que ninguno
lo dude.

VIRREY
Pues tan notoria
2705
su salvación se hace a todos,
llevémosle a Barcelona,
donde, en vez de afrentas, se hagan
a su cadáver las honras.

JULIA
Sus exequias hará siempre
2710
mis lágrimas amorosas.

LAURA
Yo en un convento la vida
acabaré religiosa.

FRAY FELICIANO
Yo a Dios daré sumas gracias
por tantas misericordias.

MENDRUGO
2715
Yo, pues fui cesto hasta aquí,
se capacho ofrezco ahora.

VIRREY
Y aquí, senado discreto,
tenga fin de Antonio Roca
en tan peligrosa vida
2720
LA MUERTE MÁS VENTUROSA.
LAUS DEO.


Colofón

LAUS DEO