En las riberas del Tormes,
por la parte que más baja
miran las sierras de Béjar,
1970
envidia de Guadarrama,
que están con sonoras ondas
pidiendo para sus aguas
derrita cándidas torres
de su corona de plata;
1975
en una campaña verde,
bien presto roja campaña,
tenía Celín Gazul
de ricas tiendas formada
una ciudad populosa,
1980
una portátil montaña,
coronada de banderas
verdes, azules y blancas,
cuyas arrogantes lunas
ser hijas del sol negaban.
1985
¿No has visto, cuando se pone,
aquel intrincado mapa
de mil cambiantes de nubes
que forman figuras varias?
Pues así nos parecían
1990
una mañana, que al alba
los vistos trocaron miedo
con los que entonces miraban.
No suele llevar pastor
las vísperas de las Pascuas
1995
los corderillos al cuello
al que sus cuellos aguarda,
como a los pobres leoneses
les pareció que llevaba
Tello a los moros sus vidas
2000
vendidas a inútil fama.
Luego que vieron venir
marchando nuestra vanguardia,
que parecen más que son
soldados en ordenanza,
2005
presumieron que venía
el mismo león de España,
o los castellanos condes
con el favor de Navarra.
Y aunque más reconocieron
2010
la poca gente, pensaban
que era ardid y estratagema,
repartiendo las escuadras
por varias partes del monte
que el verde llano cercaban,
2015
haciéndole antiguos robles
una rústica guirnalda.
Al arma tocaron luego
sus pífanos y sus cajas
con tan horrible alarido,
2020
que al viento rompió las alas.
Corrieron el campo algunos,
cuyas tocas y bengalas
de oro y sedas de colores
daban flores a las plantas.
2025
Caracoles y escarceos
apenas mirar dejaban
hacia qué parte tenían
las caras o las espaldas.
Y con tal fuerza y destreza
2030
blandían las fuertes lanzas,
que juntándose los hierros,
hicieron arcos las astas.
Y llegábanse tan cerca,
que a no ser letra africana,
2035
leyéramos fácilmente
las cifras de las adargas.
Fidalgos pedían licencia;
mas Tello a nadie la daba;
que tal vez una desorden
2040
todo un campo desbarata.
Cayó en estas bizarrías
la noche, tan mal tocada,
que no salió para verla
una estrella a la ventana.
2045
A cada soldado Tello
hacer un fuego le manda,
quedando el campo de suerte,
que el sol no le hiciese falta.
Él se recogió a su tienda,
2050
y encima de su celada
puso una imagen pequeña
del santo Patrón de España
en forma de caballero,
cuyo lado acompañaba
2055
San Millán monje, que suele
hacer del báculo espada.
En unas doradas nubes,
sobre los santos estaba
la que volvió en ave el Eva,
2060
siempre limpia y siempre santa.
Tales palabras decía,
con lágrimas que bañaban
su rostro, Tello a los tres,
que pienso que, aunque callara,
2065
fuera delante de Dios
cada lágrima palabra.
Tanto estuvo de rodillas,
que cayó sobre las armas
dormido, si duerme el cuerpo
2070
cuando está velando el alma.
Ya se acercaba el aurora,
fuentes y prados la llaman,
ellos en boca de flores
y ellas con lenguas de plata,
2075
cuando dando voces Tello,
diciendo así se levanta:
«Esperad, oíd, Señora;
¿dónde vas, paloma blanca?
Espera, Millán divino;
2080
Apóstol de España, aguarda».
Y en viendo que yo le escucho,
turbado me mira y calla.
«¿Qué es esto, señor?» le digo.
Y él me responde: «Vi clara
2085
la imagen de aquella iglesia
que labró junto a su casa
mi padre; con diferencia
que está la túnica sacra
bordada de estrellas puras
2090
entre flores de esmeraldas.
Abrió las rosas divinas
diciendo: «Tello, en tu guarda
enviaré dos caballeros».
Mas siendo de merced tanta
2095
indigno, pienso que sueño;
pero basta la esperanza,
acompañando la fe;
que caballos, hombres y armas
no dan vitorias; que Dios
2100
es quien vence las batallas».
Yo, que con abiertos ojos
enternecido escuchaba
pronósticos tan divinos,
respondí: «Señor, ¿qué tardas
2105
en acometer los moros
con segura confianza
que Dios te ha de dar vitoria?».
«Haz, Mendo, tocar al arma»,
me dijo; y pidió el caballo,
2110
que, armadas la frente y ancas,
fogoso y lleno de espuma,
con los relinchos que daba
era tiple a las trompetas
y contrabajo a las cajas.
2115
Puesta, pues, la gente en orden,
Tello a los soldados habla
como si fuese otro César
en los campos de Farsalia.
Morir o vencer prometen:
2120
ya las hondas amenazan
con tronantes estallidos
las bárbaras cimitarras.
Ya las ballestas se ponen
al blanco de las adargas,
2125
no volver, jurando todos,
sin sangre acero a la vaina.
Contarte el valor de Tello
fuera contar mi ignorancia;
que ayer me vieron los montes
2130
encordelar las abarcas:
y aunque enemigo, te juro
que el de Gazul le igualara,
a estar de su parte quien
cumplió tan bien su palabra;
2135
que aquellos dos caballeros,
con dos brillantes espadas,
eran rayos de los moros;
que de la suerte que tala
celeste piedra las vides,
2140
dejando en torno sembradas
de las ya desnudas cepas
las rendidas esperanzas
del labrador codicioso
entre racimos y balas,
2145
así quedaban los moros
por donde los santos pasan.
Murió a las manos de Tello
Gazul; dio fin la batalla,
y yo a lo demás, pues viene
2150
con diez banderas ganadas,
ricos despojos y esclavos;
si bien la mayor ganancia
ha sido servir al rey,
pues ha ganado su gracia.