Félix Lope de Vega y Carpio Lope de Vega y Carpio, Félix

PORFIAR HASTA MORIR




Autoría: Probable
Texto utilizado para esta edición digital:
Porfiar hasta morir. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002. Edición digital a partir de: Parte veintintrés de las comedias de Lope de Vega Carpio. Madrid, María de Quiñones, 1638 [en Base de Datos Teatro Español del Siglo de Oro (TESO)].
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Souto, Luz Celestina (Artelope)

Elenco

MACÍAS, galán.
NUÑO, gracioso.
MAESTRE DE SANTIAGO.
REY DON ENRIQUE.
CONDESA DOÑA JUANA.
Tres rufianes.
UN VENTERO.
CLARA, dama.
LEONOR, esclava.
PÁEZ.
FERNANDO.
TELLO DE MENDOZA.
UN ALCAIDE.
Músicos.

Acto I

Salen MACÍAS y NUÑO, de camino.

MACÍAS
Redondilla
Para quien llegar desea,
ni largas noches ni fiestas.
¿Estas son las ventas?

NUÑO
Estas
son las ventas de Alcolea.

MACÍAS
Redondilla
5
¿Y esta la famosa puente?

NUÑO
Esta fue por quien pasaron
tantos ciegos, que dejaron
tal memoria entre la gente.
Redondilla
La delantera tenía
10
el buen viejo don Beltrán.

MACÍAS
Ese nombre a amor le dan
porque es ciego, y ciegos guía.

NUÑO
Redondilla
No guía amor, pues se ven
tantos yerros en quien ama.

MACÍAS
15
De una manera se llama
el guïar al mal que al bien.
Redondilla
Luego habemos de salir,
aunque dormir te prometas.

NUÑO
¡Qué cristalino en limetas
20
yace el buen Guadalquivir!
Redondilla
Aunque en estas ocasiones
mejor lo tinto me agrada.
¡Qué brava está la portada
de naranjas y limones!
Redondilla
25
Como allá en las cortes graves
ponen galas los roperos,
aquí estos santos venteros
a la puerta peces y aves.
Redondilla
Descansa, así Dios te guarde,
30
si el sábalo te provoca,
que de aquí a Córdoba hay poca
tierra, aunque parece tarde.

MACÍAS
Redondilla
Pues ¿qué leguas ponen?

NUÑO
Dos.

MACÍAS
Ya refresca, Nuño, el día,
35
con ser en Andalucía.

NUÑO
No siento nada, por Dios,
Redondilla
con solo haber arropado
de licor de Baco el pecho.

(Salen tres rufianes y el MAESTRE DE SANTIAGO, de caza, con gabán, cubierta la cruz.)

RUFIÁN 1.º
¿Qué sirve hablar sin provecho
40
oloroso y entonado?
Redondilla
Por el agua de la mar,
que ha de dar prenda o dinero.

MAESTRE
Mirad que soy caballero.

RUFIÁN 2.º
No tenemos qué mirar,
Redondilla
45
porque habemos de comer.

RUFIÁN 3.º
¡Cuál se estaba el cortesano
a la chimenea muy vano
dejándonos perecer!

MAESTRE
Redondilla
Si yo comiera, no fuera
50
descortés; mas no he comido.
Solo cebada he pedido.

RUFIÁN 1.º
Luego ¿cebada comiera?

MAESTRE
Redondilla
Perdime por esta sierra
cazando, y aquí llegué.

RUFIÁN 2.º
55
Mas ¿que ha de volverse a pie?

RUFIÁN 3.º
Sí hará, que es llana la tierra.

MAESTRE
Redondilla
No haré, porque si ha comido
el caballo, me iré luego.

RUFIÁN 1.º
Suelte el gabán, palaciego.

MAESTRE
60
Que os vais en buen hora os pido.

RUFIÁN 1.º
Redondilla
Suelte, digo.

MAESTRE
Pues rufianes,
gallinas, aquí veréis
quién soy.

MACÍAS
Y al lado tenéis
dos hombres.

NUÑO
Y dos Roldanes.

(Acuchíllanlos y sale el VENTERO cuando huyen los rufianes.)

VENTERO
Redondilla
65
Acude, Gil, que se matan.
Tener, tener.

MACÍAS
Los ladrones
huyen.

MAESTRE
En las ocasiones
al viento mismo retratan.

VENTERO
Redondilla
Dios os lo pague, que habéis
70
estos rufianes echado
de la venta, que me han dado
la pesadumbre que veis
Redondilla
con cuantos vienen aquí.

NUÑO
Ladrando va el uno dellos,
75
que le rapé los cabellos
y un palmo de casco abrí.
Redondilla
¿Tienen mujeres?

VENTERO
¿Pues no?
Aquí están dos mujercillas.

NUÑO
Pues a azotes quiero abrillas.

VENTERO
80
Mejor sabré hacerlo yo,
Redondilla
que me han desacreditado
la venta.

NUÑO
¡Santo ventero!

(Vase el VENTERO.)

MAESTRE
Daros muchas gracias quiero
de haber, como hidalgo honrado,
Redondilla
85
ayudado a un hombre, al fin
hombre solo.

MACÍAS
Antes sospecho,
señor, que agravio os he hecho,
que aunque tres, es gente ruin.

MAESTRE
Redondilla
¿Vais a Córdoba?

MACÍAS
Allá voy.

MAESTRE
90
Podría ser que os sirviese
en ella, si en algo fuese
de provecho.

MACÍAS
Cierto estoy
Redondilla
de vuestra presencia noble.
¿Cómo habéis llegado aquí?

MAESTRE
95
Cazando, el rastro perdí
por entre uno y otro roble,
Redondilla
y como vi tan cansado
el caballo, y me acordé
desta venta, en ella entré,
100
donde cebada le han dado.
Redondilla
Llegué al fuego, en que tenían
su comida estos rufianes,
de tales damas galanes
como veis que merecían;
Redondilla
105
y diérales cortésmente
dineros o prenda de oro,
mas no perdiendo el decoro
de quien soy con tal vil gente.
Redondilla
Lo demás que sucedió
110
habéis visto; yo he quedado
a serviros obligado.
Ya mi caballo comió
Redondilla
y me es forzoso partir.
Servíos deste diamante.

(Dale un anillo y no le toma MACÍAS.)

MACÍAS
115
Que en ocasión semejante
os acertase a servir
Redondilla
debo a mi buena fortuna.
Guardadle, que podrá ser,
si allá os vengo a conocer,
120
que tenga por vós alguna.

MAESTRE
Redondilla
Dios os guarde.

MACÍAS
Guárdeos Dios.

(Vase el MAESTRE.)

NUÑO
¿No preguntaras quién era?

MACÍAS
Si menos priesa tuviera,
discurriéramos los dos
Redondilla
125
de aquí a Córdoba en mis cosas,
que no poco me importara;
por ventura las guïara
a partes más provechosas
Redondilla
por la paz que por la guerra,
130
respeto de haber yo sido
estudiante.

NUÑO
Haber querido
dejar tu estudio y tu tierra
Redondilla
no sé si ha sido acertado,
pero ya, en efeto, es hecho.

MACÍAS
135
Tengo a las armas el pecho
más que al estudio inclinado,
Redondilla
y estas cartas que he traído
pienso que han de aprovechar
para que tenga el lugar
140
por la guerra pretendido.
Redondilla
O daré en ser cortesano,
que también tengo afición
a su estudio.

NUÑO
Iguales son,
señor, tu ingenio y tu mano.
Redondilla
145
Para paz y guerra tienes
habilidad y valor.

(Salen TELLO DE MENDOZA, FERNANDO y PÁEZ.)

TELLO
Buscarle más será error.

FERNANDO
Y más donde agora vienes,
Redondilla
que esta gente que camina,
150
¿cómo puede saber dél?

TELLO
Ir a Córdoba sin él,
Fernando, me desatina.
Romance (tirada)
¡Ah, hidalgos! ¿Vieron pasar
un caballero, por dicha,
155
con un gabán de color,
plumas negras y pajizas,
las espuelas plateadas,
de oro y verde la mochila,
de un alazán, cabos negros?

MACÍAS
160
Dueño desas señas mismas
salió desta venta agora,
tanto, que con poca prisa
le alcanzaréis si os importa.
Pero ¿quién es, por mi vida?

TELLO
165
El maestre de Santiago,
que la sangrienta cuchilla
que le honraba el fuerte pecho
con aquel gabán cubría.

MAESTRE
Por Dios, que he hablado con él,
170
y que tengo por desdicha
el no haberle conocido,
que le traigo de Castilla
un pliego de cartas.

TELLO
Fuera,
galán, menos cortesía
175
darle cartas en el campo.
El caballo en que camina
de nadie deja alcanzarse
cuando el maestre le pica.
Si con nosotros venís,
180
más acertado sería
darle ese pliego en su casa.

MACÍAS
Es razón, como advertida
de un caballero de corte.
Iré en vuestra compañía,
185
si me dais licencia.

TELLO
Páez.

PÁEZ
¿Señor?

TELLO
Adelante guía.

(Vanse los tres.)

MACÍAS
¿Que no conocí al maestre?

NUÑO
No tengas a poca dicha
haberle dado favor,
190
y con tanta valentía,
que le habrás aficionado,
que aun pienso que a mí me estima
por haber dado al rufián
que el dinero le pedía
195
cuchillada, que le pueden
poner un colchón por hilas.

(Vanse.)
(Sale[n] la CONDESA DOÑA JUANA y CLARA, dama suya.)

CONDESA
Redondilla
Nunca tanto se ha tardado
el maestre, mi señor.

CLARA
Siempre está depriesa amor,
200
nunca se para el cuidado.

CONDESA
Redondilla
Como la guerra y la caza
son cosas tan parecidas,
amor las hace temidas
del alma a una misma traza.
Redondilla
205
Y así, cuando al monte sale,
mi paz y quietud destierra
como cuando va a la guerra.

CLARA
Pues no es razón que se iguale
Redondilla
la caza, guerra fingida,
210
con la verdadera y cierta.

CONDESA
La memoria que despierta
me tiene, Clara, ofendida.

(Sale el MAESTRE en la forma que primero.)

MAESTRE
Redondilla
Por lo menos he venido
como más solo, más presto.

CONDESA
215
¡Solo, maestre! ¿Qué es esto?

MAESTRE
Condesa, haberme perdido.
Redondilla
Y no sin peligro fue,
mas no donde me perdí,
pues que dos leguas de aquí
220
ciertos valientes hallé
Redondilla
que con obras y razones
me probaron el valor.

CONDESA
Si moros no os dan temor,
¿cómo os le darán ladrones?
Redondilla
225
No estaba yo temerosa
sin causa.

MAESTRE
Un hidalgo honrado
a buen tiempo tuve al lado.

CONDESA
¿Y dísteisle alguna cosa?

MAESTRE
Redondilla
No lo quiso, y me pesó,
230
que ya un diamante le daba,
porque en traje noble estaba
y en las obras lo mostró,
Redondilla
gallardo, valiente y diestro.

CONDESA
¿Que sin premio le dejastes?
235
¿Por qué no le porfïastes?

MAESTRE
Porque este diamante es vuestro.

CONDESA
Redondilla
Trujéradesle con vós,
donde yo le agradeciera
que esa vida defendiera
240
con que vivimos los dos.
Redondilla
Y creed que yo me holgara,
y aun quedara agradecida
que defender vuestra vida
con mis prendas se pagara.

MAESTRE
Redondilla
245
Él viene a la corte y creo
que en palacio le veré,
donde pagarle podré
y obligar vuestro deseo.

(Salen TELLO, FERNANDO, PÁEZ, MACÍAS y NUÑO.)

TELLO
Octava real
Tú mismo juzga, gran señor, agora
250
con el cuidado que nos has tenido
desde que coronó la blanca Aurora
con círculos de luz el negro olvido,
mas cuando iguala monte y valles dora
de su diadema el claro sol vestido,
255
llegamos a la ventana y a la puente
que oprime al Betis la feroz corriente.
Octava real
Allí tuvimos deste hidalgo aviso
que volvíais a Córdoba.

MAESTRE
Habéis hecho
en traerle muy bien.

MACÍAS
Tan de improviso
260
no te fue mi servicio de provecho,
mas ya, señor, que mi fortuna quiso
que del ánimo quedes satisfecho,
ese recibe solo y estas cartas,
porque el favor entre los dos repartas.

(Dale un pliego.)

CONDESA
Octava real
265
¿Sois vós, hidalgo, el que al maestre hicistes
tanto favor?

MACÍAS
La tierra humilde beso
desos pies, gran señora.

CONDESA
Merecistes
más honra que él os hizo en tal suceso.
Tomad esta cadena.

MACÍAS
Ya quisistes
270
que fuese con prisiones vuestro preso,
pero de manos que cual debo adoro
no fueran menos que prisiones de oro.

MAESTRE
(Lee.) «Dará a vueseñoría esta carta Macías, el más honrado hidalgo de mis vasallos. Dejó los estudios por seguir las armas, con que he dicho su inclinación, y que debo suplicar a vuseñoría le favorezca a la sombra de sus banderas, que él lo merece, y yo fío su servicio y agradecimiento. Don Luis Álvarez de Toledo.»

MAESTRE
Redondilla
¿Adónde queda mi primo?

MACÍAS
En Alba quedaba agora,
275
que con dos soles se dora.

MAESTRE
La carta por suya estimo
Redondilla
y por el buen portador.
En mi servicio os quedad;
ya os trato con amistad.

MACÍAS
280
Soy vuestro esclavo, señor.

CONDESA
Redondilla
En mí tendréis buen tercero
para el maestre.

MACÍAS
Señora,
querré imposibles agora.

CONDESA
Haceros merced espero.

(Vanse todos y quedan CLARA, MACÍAS y NUÑO.)

CLARA
Romance (tirada)
285
Quedeme aquí por saber
(como, en fin, soy castellana,
y vós pienso que lo sois,
que así lo dice la carta)
de ciertos deudos que tengo.

MACÍAS
290
¿Adónde?

CLARA
En el Barco de Ávila.

MACÍAS
Señor de Valdecorneja
al Toledo heroico llaman,
y el Barco entre sus lugares
no merece humilde fama,
295
pero nunca estuve en él,
puesto que yo imaginaba
que no la tierra, que el cielo
es de los ángeles patria.
Mas siendo del Barco vós,
300
habrá para el cielo barca,
como la hay para pasar
a los abismos las almas,
como dicen los poetas,
de suerte que a vuestra gracia
305
pasarán los venturosos
que merecieron hallarla,
y a vuestras penas aquellos
que mate vuestra desgracia.

CLARA
En fin ¿en él no estuvistes?

MACÍAS
310
No ha sido mi dicha tanta,
pero he estado en vuestros ojos.

CLARA
Si las letras por las armas
dejáis, ¿cómo sois tan tierno?

MACÍAS
Porque no estorba la espada
315
para que el entendimiento,
como potencia del alma,
entienda vuestra hermosura.
Porque la belleza rara
sujetó los capitanes
320
que con mayores hazañas
han asombrado la tierra.
Mirad las historias sacras:
veréis rendido a Sansón,
y mirad en las humanas
325
a Hércules.

CLARA
El amor
rinde, sujeta, avasalla
cuanto cubre el cielo, a cuya
pasión ninguna se iguala,
pero no es tal su poder
330
que en un instante, que pasa
como cometa de fuego,
tan grandes efetos haga.

MACÍAS
Si no fueran sus efetos
tan breves, no le pintaran
335
rompiendo en el aire un rayo.

CLARA
Amor yo pienso que anda
al paso de los humores:
que los coléricos aman
presto, y no es así mejor;
340
que los flemáticos tardan,
pero quieren largo tiempo.

MACÍAS
Pues en mí todo se halla:
cólera para ser luego,
flema para edad tan larga,
345
que siendo el alma inmortal,
tendré la vida del alma.

CLARA
Que no lo intentéis os ruego,
que llegan tarde esas ansias,
y quedad con Dios.

MACÍAS
Decidme
350
vuestro nombre.

CLARA
Clara.

MACÍAS
¡Oh, Clara!

NUÑO
¡Oh, escura!

MACÍAS
¡Qué gran belleza!

(Vase CLARA.)

NUÑO
¡Qué gran necedad! Y tanta,
que a decírtelo me obliga.
¿Entras hoy en esta casa
355
y enamóraste?

MACÍAS
¿Qué quieres?
¿Hay pasión más temeraria
que una locura de amor
cuando un cuerdo se remata?
En un instante se vuelve
360
el seso, de que gozaba,
y comienza a hacer locuras.

NUÑO
En eso, señor, te engañas:
la locura y la poesía
de una manera se hallan.
365
Hace un hombre cuando mozo
dos romances a su dama,
de allí se pasa a un soneto,
luego a una canción se pasa,
luego, a un libro de pastores
370
y, cuando ya tiene fama
y es declarado poeta
(que no es pequeña desgracia),
dice que es Virgilio, Homero,
desprecia con arrogancia
375
a todos cuantos escriben;
y de aquesta misma traza
es un loco: a los principios
deja el sombrero y la capa;
luego, si no se la quitan,
380
saca furioso la espada
y, cuando está rematado,
dice que es rey o monarca,
estrella, sol y aun se atreve
a las deidades sagradas.
385
Tú, que en viendo una mujer
tantas locuras ensartas,
¿de qué linaje de locos
tienes el humor que gastas?
¡Ah!, sí, ya he caído en ello,
390
porque no se me acordaba,
Macías, que eres poeta.
Pues ya que fue requebrarla
en viendo la necedad,
fue con discretas palabras.
395
Allí, porque fue del Barco,
trujiste la negra barca
de Carón, que solo hacer
un mal Orfeo te falta,
luego a Sansón, por ejemplo,
400
de que va tan enfadada
que no te verá en su vida.

MACÍAS
Pues yo pienso amarla.

NUÑO
¿Amarla?

MACÍAS
Lo que durare la vida.

(Sale TELLO.)

TELLO
Que os acomode me manda
405
el maestre, mi señor.
Venid, sabréis la posada.

MACÍAS
¿Será dentro de palacio?

TELLO
Pues ¿viene a ser de importancia
si habéis de asistir aquí?

MACÍAS
410
Oídme, señor, la causa.
Octava real
Yo vi, luego que aquí puse la planta,
el sol de la belleza, la hermosura
que la naturaleza misma espanta
y en otras, lo que obró, copiar procura;
415
yo vi, cuando la Aurora se levanta,
los claros rayos de su lumbre pura,
antes que el sol vecino a sus laureles
la busque entre jazmines y claveles;
Octava real
yo vi, más bella que en la fuente clara
420
se bañaba Dïana, un ángel bello
que me quitara el ser si me tirara
una flecha sutil de su cabello,
no porque entonces el cristal faltara,
venciéndole la nieve de su cuello,
425
mas porque más honesta en sus rigores,
pudiera al mismo amor matar de amores;
Octava real
finalmente, yo vi de amor hermoso
las armas, y mejor que fueron hechas
de Apeles, de Protogenes famoso,
430
las cejas arcos y los ojos flechas.
En este centro celestial dichoso
de mi bien o mi mal ciertas sospechas
paró mi alma, y se cubrió de olvido
con otro nuevo ser cuanto había sido.
Octava real
435
Díjome, abriendo un cielo por dos rosas,
que se llamaba Clara, y claro estaba,
que si el nombre conviene con las cosas
en él su claridad significaba.
Suplícoos me digáis, pues sus hermosas
440
partes os dije, aunque mi amor bastaba,
quién es, qué calidad, para que intente
servirla y adorarla honestamente.

TELLO
Octava real
Señor Macías, esa bella dama
sirviendo a mi señora la Condesa
445
tiene de honesta como hidalga fama,
y en todos actos la virtud profesa.
Un caballero, que la quiere y ama
y que públicamente lo confiesa,
la sirve agora y de casarse trata,
450
y ella, aunque honesta, no le mira ingrata.
Octava real
En dos veces que el sol por líneas de oro
pintó dos primaveras, dos estíos,
ha mostrado, guardándole el decoro,
en fiestas galas y en batallas bríos.
455
Con mil despojos del alarbe moro,
sufriendo sus desdenes y desvíos,
obligada la tiene a que le estime
y a proseguir su pretensión se anime.
Octava real
Tratan ya de casarlos el maestre
460
y mi señora la Condesa; en tanto,
le dan licencia que con fiestas muestre
su gallardía, desta tierra espanto.
Si amor os ha cegado, que os adiestre
será razón con advertiros cuánto
465
importa que dejéis, pues no os importa,
una esperanza que nació tan corta.
Octava real
Esta es la dama, y la belleza rara
que amáis disculpa fue, que es gentil moza.
Esta es la Clara y, porque sea más clara,
470
es Tello de Mendoza el que la goza.

MACÍAS
Pues ya que me habéis dicho quién es Clara,
decidme quién es Tello de Mendoza.

TELLO
¿Luego no lo sabéis?

MACÍAS
Deseo sabello,
que le quiero envidiar.

TELLO
Pues yo soy Tello.

(Vase.)

MACÍAS
Redondilla
475
¿Hay suceso como el mío?

NUÑO
Terrible, señor, estás,
pues no llegas, cuando das
en tan loco desvarío.
Redondilla
Si bien, con saber que tiene
480
dueño, cesó tu locura.

MACÍAS
Ya, Nuño, a tanta hermosura
el alma incendios previene.
Redondilla
Ya sé que a mi corazón
grandes trabajos le esperan,
485
mas no por eso se alteran
las fuerzas de la razón.
Redondilla
¿Qué amor, dime, no ha tenido
algún estorbo o azar?

NUÑO
Luego ¿piensas intentar
490
querer a Clara, advertido?

MACÍAS
Redondilla
Pues aqueste advertimiento
¿es de marido por dicha?

NUÑO
O te ha de sobrar desdicha,
o faltar entendimiento.
Redondilla
495
¿Llegas a servir aquí
y entras haciendo pesar
a quien te puede ayudar?

MACÍAS
Nuño, estoy fuera de mí.

NUÑO
Redondilla
Lo primero que ha de hacer
500
quien sirve es ganar la gracia
del privado, que en desgracia
suya, ¿qué ha de pretender?
Redondilla
Lo primero que conquista
el amante es la crïada,
505
el lisonjero, la entrada,
el escribano, el pleitista,
Redondilla
el pretendiente, el portero;
tanto, que fue desdichado
Orfeo por no haber dado
510
un regalo al Cancerbero,
Redondilla
ni llevara por tesoro
de la huerta Dragontea,
sin agradar a Medea,
Jasón las manzanas de oro.
Redondilla
515
¿No sería necedad
que viniese un forastero
a un lugar y lo primero
fuese con poca humildad
Redondilla
murmurar los naturales
520
que le pudieran honrar?
Yo nunca he visto medrar
hombres de arrogancias tales.
Redondilla
Dicen que el cangrejo un día,
que entonces sabía andar,
525
pretendió entrar en la mar
con tan soberbia osadía,
Redondilla
que a nadar desafïó
a las mayores ballenas.
Júpiter, que en las arenas
530
del mar su arrogancia vio,
Redondilla
dijo: «Cangrejo arrogante,
yo te mando que de hoy más
tanto camines atrás
cuanto fueres adelante».

MACÍAS
Redondilla
535
Nuño, bien conozco yo
que fuera bien, como dices,
para entrar con pies felices
y con pronósticos no
Redondilla
agradar los naturales.

NUÑO
540
Pues di si son majaderos
los que siendo forasteros
entran con acciones tales.
Redondilla
¿Cómo quieres ofender
a Tello? ¡Tello, que ha sido
545
para el favor pretendido
la puerta que has de tener!
Redondilla
¿Por dónde quieres entrar
si cierras la puerta?

MACÍAS
¡Ah, cielos,
que me entró el amor con celos!
550
Del primero encuentro azar.
Redondilla
No sé qué ha de ser de mí.

NUÑO
¡Qué propio amor de poeta!
No hay sangre a amor tan sujeta.

MACÍAS
Justamente me perdí,
Redondilla
555
justa fue mi perdición;
de mis males soy contento,
pues vuestro merecimiento
satisfizo a mi pasión.

NUÑO
Redondilla
¿Ya compones villancicos?

MACÍAS
560
Este tengo de glosar,
y tú se le has de llevar.

NUÑO
Ea, pues, salgamos ricos
Redondilla
los dos desta pretensión,
mas yo glosaré primero.
565
Pues sirvo a tal...

MACÍAS
Di.

NUÑO
... escudero,
justa fue mi perdición.

(Vanse.)
(Sale acompañamiento, el REY y el MAESTRE.)

REY
Pareados octosílabos
¿Desta manera se me atreve el moro,
perdiendo a las palabras el decoro
y el temor a las armas castellanas?

MAESTRE
570
Cuando vós, gran señor, vuestras cristianas
banderas levantéis y deis al viento
el castillo dorado, el león sangriento,
arrepentido volverá a Granada
de haber sacado contra vós la espada,
575
si no le alcanza la que tengo al lado
antes que de mi gente atropellado
muera tan lejos de la puerta Elvira
como cerca, feroz, las nuestras mira.

REY
¿Que quebrase la tregua? Estoy corrido
580
de haber, maestre, entonces admitido
la suspensión de nuestras armas tanto,
que de parar en Córdoba me espanto.
Salgan luego en banderas y pendones
las cruces, los castillos y leones,
585
a quien pierde respeto el africano,
que yo sé que ha de ser rayo en mi mano
el castigo esta vez y que ha de verme,
donde entre lirios y espadañas duerme
Genil, volviendo en bárbaros corales
590
de su fingida plata los cristales,
que si una vez el tafetán despliego,
entraré por Granada a sangre y fuego.

MAESTRE
Señor, será tenerle en mucha estima
salir vós en persona, y así os ruego
595
me permitáis que su furor reprima.
Yo saldré con mi gente; mis crïados
han de ser deste ejército soldados,
y aun pienso que es también tenerle en mucho.

REY
¿No veis que desde aquí su voz escucho
600
y me alteran sus cajas y trompetas?

MAESTRE
Vós las tendréis a vuestros pies sujetas
sin que salgáis de Córdoba.

REY
Yo creo
de vuestro gran valor mayor trofeo.

(Vase.)

MAESTRE
Tello, parte a avisar mi gente.

TELLO
Al punto
605
verás armado un escuadrón que junto
puede llegar la vitoriosa espada
a coronar el muro de Granada.

(Vanse.)
(Salen NUÑO y LEONOR, esclava.)

LEONOR
Redondilla
¿Tanto amor tiene Macías
en dos días?

NUÑO
Si, discreta,
610
le consideras poeta,
tendrás por años los días.
Redondilla
Yo le sirvo, y ¡vive Dios
que estoy ya sin sufrimiento
de escuchar su atrevimiento!

LEONOR
615
Poco os parecéis los dos.

NUÑO
Redondilla
¿Quisieras que te dijera
amores?

LEONOR
¿No los merezco?

NUÑO
A decírtelos me ofrezco.

LEONOR
Ya no quiero.

NUÑO
Escucha, espera.
Redondilla
620
En esos hierros, Leonor,
que te sirven de lunares,
puso el amor mis pesares,
porque son cifras de amor
Redondilla
en ellos de mis destierros.

LEONOR
625
No me digas más razones,
pues, habiendo perfecciones,
me has alabado los hierros
Redondilla
y acordado mis desgracias.

NUÑO
Comencé por los defetos,
630
que dicen que es de discretos
para encarecer las gracias.
Redondilla
Díjole una dama tuerta
a un galán: «Vós no me amáis,
pues la boca me alabáis
635
siempre, cerrada o abierta,
Redondilla
los cabellos, de perfetos,
la frente y los ojos no,
y quien ama pienso yo
que ha de alabar los defetos.
Redondilla
640
Las gracias, cuando lo son,
ellas están alabadas.
Dad a estas niñas turbadas
un requiebro, que es razón.
Redondilla
Alabadme la desgracia
645
deste ojo, aunque a ver no acierto,
que en verdad que, para tuerto,
no mira con poca gracia».

LEONOR
Redondilla
Ahora bien, tú eres bellaco.
No más socarronerías.
650
¿Qué es del papel de Macías?

NUÑO
Espera, que ya le saco.

LEONOR
Redondilla
Si no son versos no creas
que Clara le ha de tomar.

NUÑO
Vile escribir y pensar.

LEONOR
655
¿Qué importa que tú lo veas?

NUÑO
Redondilla
¿No ves qué gestos que hacía?

LEONOR
¿Gestos? ¡Estraña invención!

NUÑO
Y entre razón y razón
uña y media se comía.

LEONOR
Redondilla
660
Si escribe desa manera,
no tiene buen natural.

NUÑO
Un poeta artificial
entré a ver, que no debiera,
Redondilla
y en la cama componía
665
con un tocador y antojos;
diole en la boca y los ojos
una cierta perlesía,
Redondilla
con que parió sin comadre
un verso que apostaré
670
que al parirme le costé
menos dolor a mi madre.

LEONOR
Redondilla
Clara viene, vete presto.

NUÑO
Este es el papel, adiós.

(Dale el papel y vase.)
(Sale CLARA.)

CLARA
¿En conversación los dos?
675
Leonor, ¿es término honesto?

LEONOR
Redondilla
Diome este loco un papel
de unos versos de Macías.

CLARA
¿En eso te entretenías?

LEONOR
¿Tengo yo que hablar con él?
Redondilla
680
Como aqueste hidalgo ha dado
en quererte, hablaba en ti.

CLARA
¿Son esos los versos?

LEONOR
Sí,
que tiene ingenio estremado.

CLARA
Redondilla
Muestra.

LEONOR
¿Tan presto? ¿Es mudanza
685
de tu honesto proceder?

CLARA
Pues Leonor, ¿a qué mujer
le pesó de su alabanza?

LEONOR
Romance (tirada)
Escóndele, que ha venido
Tello.

(Sale TELLO.)

TELLO
Aunque el primero sea
690
que de una ausencia tan breve,
señora, te traigo nuevas,
no lo he podido escusar.

CLARA
¿Cómo, Tello, breve ausencia?

TELLO
Pues ¿qué más breve que luego?

CLARA
695
¿Adónde vais?

TELLO
A la guerra,
porque habiendo de ir el Rey
a defender las fronteras
de Almanzor, rey de Granada,
que atrevido las molesta,
700
le ha suplicado el maestre
que remita a las banderas
de su ejército el castigo,
y el Rey le ha dado licencia.
Ya se viene despidiendo,
705
¡oh, Clara!, de la Condesa,
para ejemplo de mi mal,
que no porque le consuela,
y alborotando el palacio
cajas y trompetas suenan.
710
Todo es guerra y la de amor
es para mí mayor guerra.

(Salen el MAESTRE, la CONDESA, MACÍAS, FERNANDO, PÁEZ y NUÑO.)

MAESTRE
Quien vive tan enseñada
a mis jornadas y empresas,
¿quiere que agora el sentillas
715
por malos agüeros tenga?
¿Es novedad en mi casa
este género de ausencia?
¿Tantos días ha que vine
de la guerra de Antequera?
720
Ya no lo puedo escusar.

CONDESA
Ni es justo, mas no os parezca
nuevo el sentimiento mío.

MAESTRE
Siento yo veros con pena.

CONDESA
¿Lleváis gente a vuestro gusto?

MAESTRE
725
No milita en mis banderas
hombre que no pueda ser
Héctor, Aquiles y César.
Llevo gente de mi casa:
a Tello, a Fernando, Esteban,
730
a Álvaro, a Fortún Páez,
Ramiro y Sancho de Biedma,
y otros hidalgos vasallos.

MACÍAS
Y a mí, señor, ¿no me cuenta
entre ellos vueseñoría?

MAESTRE
735
Como os crïastes en letras,
es presto para las armas.

MACÍAS
Eso es en quien gobïerna,
mas, para mandar la espada,
¿quién le quita que no pueda
740
a Platón como Alejandro?

MAESTRE
Venid conmigo, y entienda
quien lo hiciere como hidalgo
que no ha de andar en las puertas
de palacio a pretender,
745
que yo premio si él pelea.

(Vanse con sus cumplimientos. Quedan MACÍAS, que detiene a CLARA, y NUÑO.)

MACÍAS
Oíd, señora.

CLARA
¿En qué os sirvo?

MACÍAS
Yo voy por vós a la guerra.

CLARA
¿No decís más?

MACÍAS
Bien pudiera,
pero falta quien me entienda.
750
Yo os amo desde que os vi
con fe tan pura y honesta
que os quisiera dar mil almas;
si esta queréis, será vuestra.
Y aunque vós no la queráis,
755
no es posible que ya pueda
vivir conmigo sin vós.
Dadme, señora, una prenda
para que me sirva de alma
mientras aquí se me queda,
760
que os prometo, a fe de hidalgo,
que sin despojos no vuelva
aunque me cueste la vida
que anima vuestra presencia.
¿Qué decís? ¿En qué pensáis?

CLARA
765
Ha poco tiempo que fuera
a ese amor agradecida,
que era mía, y soy ajena.
Trata casarme con Tello
mi señora la Condesa,
770
y aunque no me ha dicho nada,
basta saber que concierta
su señoría estas bodas,
para que yo la obedezca.
Creedme, a fe de hijadalgo,
775
que ese amor agradeciera,
porque vós lo merecéis.
No puedo, dadme licencia.

(Vase.)

MACÍAS
¡Ah, Nuño! Yo soy perdido.

NUÑO
Pues ¿qué hay en esto que pierdas?
780
¿No fue esta resolución
de una mujer muy discreta?
¿No estás contento de ver
que tu deseo agradezca?
Ya es de Tello, ¿qué la quieres?

MACÍAS
785
Pues ¿qué importa que la quiera?
¿Quítaseme a mí el amor
porque diga que es ajena?
Si ella me diera un remedio
con que yo la aborreciera,
790
aunque fuera más hermosa,
yo dejara de quererla.
Pero si con más amor
con lo que dice me deja,
y si antes celos no tuve,
795
ya con los celos se aumenta,
¿cómo la puedo olvidar?

NUÑO
Con imaginar las prendas
del que ha de ser su marido,
que no es razón que te atrevas
800
a un hombre de su valor.

MACÍAS
¿Qué bendición de la Iglesia
tiene este hombre, majadero?
Déjame adorar en ella
mientras que no tiene dueño.

NUÑO
805
¿Y después cuando le tenga?

MACÍAS
Entonces la querré más,
que no hay cosa que más crezca
el amor que un imposible,
y el verse un hombre a la puerta
810
de una mujer que otro goza.

NUÑO
Yo mucho más la quisiera
si fuera el que la gozara.

MACÍAS
¡Qué grosera impertinencia!
¡Qué vil imaginación!

NUÑO
815
Pues ¡vive Dios, que si yela,
que quiero más una manta
que mil balcones y rejas,
si está la dama acostada
y yo en la calle por ella!


Acto II

Tocan cajas, salen en alarde soldados, PÁEZ, FERNANDO, TELLO, NUÑO, MACÍAS, el MAESTRE.

TELLO
Redondilla
820
Toda Córdoba se admira
de tu venida, señor.

MAESTRE
Desta manera el valor
los enemigos retira.

FERNANDO
Redondilla
¡Qué veloz el africano
825
supo a Granada volver!

TELLO
Hasta en el ver y el vencer
eres César castellano.
Redondilla
Por más que intente decirte
será imposible alabarte.

PÁEZ
830
El Rey lo muestra en honrarte,
pues que sale a recibirte.

(Sale el REY.)

REY
Redondilla
Dadme los brazos, maestre.

MAESTRE
¿Gran señor?

REY
Honrar es justo
vuestro valor, y este gusto
835
es bien que en público muestre.
Redondilla
No os pregunto como estáis,
pues vitorioso venís,
porque viniendo decís
el estado en que os halláis.
Redondilla
840
Hoy a vuestra roja espada
habéis dado tanta gloria,
que ha de ser esta vitoria
freno y temor de Granada,
Redondilla
porque volver castigado
845
el moro de la frontera,
como si en su Alhambra viera
nuestro pendón levantado,
Redondilla
me ha dado contento y gusto.

MAESTRE
Honráis los buenos deseos
850
de ofreceros por trofeos
el mundo, príncipe augusto.
Redondilla
Estos soldados lo han hecho
con tan heroico valor,
que merecen bien, señor,
855
que honréis su valiente pecho.
Redondilla
Tello de Mendoza es
mi camarero, y os juro
que puede su alarbe muro
rendir Granada a sus pies.
Redondilla
860
Fortún Páez y Fernando
Girón mostraron en todo
que tienen del nombre godo
sangre y valor heredado.
Redondilla
Mas desde que me ceñí
865
la espada puedo jurar
que no he visto pelear
más bien que a este hidalgo vi,
Redondilla
recién venido a servirme
de Castilla, porque creo
870
que no he visto en cuantos veo
hombre tan valiente y firme,
Redondilla
tan gallardo y alentado,
tanto, que a decir me atrevo
que la vitoria le debo.

MACÍAS
875
Quien fue, gran señor, soldado
Redondilla
del maestre poco hacía,
cuando mil moros venciera,
pues dél imitar pudiera
tanto valor aquel día.
Redondilla
880
Yo, bisoño, solo fui
a dar principio al deseo
de serviros.

REY
En él veo
lo que decís.

MACÍAS
Si hay en mí
Redondilla
algún átomo pequeño
885
de aliento, de ánimo y brío,
puesto que parece mío,
todo se reduce al dueño.

REY
Redondilla
¡Qué bien hablado y cortés!
Pide, mancebo galán,
890
alguna merced.

MACÍAS
Tendrán
mis labios tus reales pies
Redondilla
por merced tan singular,
que no quieren más ventura.
Mas, si tu alteza procura
895
hecho tan humilde honrar,
Redondilla
le suplico sea servido
de oírme aparte.

REY
Sí haré,
porque es muy justo que esté
a quien sirve agradecido.

(Apártanse los demás.)

MACÍAS
Romance (tirada)
900
Ínclito rey don Enrique,
sangre de los altos reyes
que el laurel que perdió España
vas restaurando a su frente,
tú que al divino Pelayo
905
de tal manera pareces
que a sus gloriosos principios
fin tan dichoso prometes,
yo soy Macías, hidalgo
de los buenos que decienden
910
de la montaña a Castilla,
que supuesto que se debe
el buen nacimiento al cielo,
yo pienso que quien le tiene
también se puede alabar
915
si obrando bien lo merece.
Los estudios de Palencia,
en este tiempo eminentes,
me dieron letras bastantes
para no ignorar las leyes.
920
Mas yo, que en la variedad
hallaba más gusto siempre,
la retórica y poesía
quise que mis ciencias fuesen.
Hice versos amorosos
925
porque son los años verdes
para sus conceptos alma,
si bien el alma divierten.
Fueme forzoso dejar
por algunos intereses
930
la patria; pensé en la corte,
que no hay cosa que se piense
más presto cuando un mancebo
salir de su patria quiere.
Truje cartas del señor
935
de Alba y dilas al maestre,
recibiome en su servicio,
y así los cielos aumenten
tus glorias y hasta Marruecos
tus rojos pendones lleguen,
940
que lo que quiero decirte
me perdones, pues que tienes
ingenio a quien no le espantan
los humanos accidentes.
La condesa doña Juana,
945
sangre de Lara excelente,
a cuya virtud es sombra
la fama que la encarece,
tiene en su servicio agora
una dama que, si puede
950
disculparme el hacer versos,
es un serafín celeste.
Su bien compuesta persona
labró de púrpura y nieve
naturaleza despacio,
955
o con la priesa que suele,
de suerte que quiso ser,
aunque el arte se le niegue,
para su mármol, Lisipo,
para su pintura, Apeles.
960
Retrató el sol en sus ojos
y en un hilo de lucientes
perlas puso artificiosa
dos encendidos claveles.
Perdona otra vez, señor,
965
si mi loca lengua excede
del modo con que es razón
que los reyes se respeten.
Clara es su nombre, y obscuro
el sol mirando su frente.
970
Llevome el alma; sin alma,
¿qué vida tenerla puede?
Desasosiegos de amor
me pusieron de tal suerte
que me alegré de que el moro
975
tan atrevido viniese,
pues con gusto de morir
fui a la guerra; mas la muerte
nunca viene a quien la busca,
que a los descuidados viene.
980
Por vida de vuestra alteza
que nunca, que yo me acuerde,
había sacado la espada,
porque no a todos se ofrece,
hasta que a los moros vi,
985
mas amor, que hace valientes,
me dio tal brío y valor
para que obligar pudiese
al maestre, que no creo
que airado cierzo en noviembre
990
derriba al olmo las hojas
que dél, medio secas, penden
con más violencia y furor,
y en remolinos envuelve,
que yo cabezas de moros,
995
y esto es fácil de creerse,
porque las fuerzas de amor
a todo imposible exceden.
Como me mandaste aquí
que te pidiese mercedes,
1000
y sé que aun el mismo Dios
quiere que le pidan siempre,
pareciome bien pedirte
que le mandes al maestre
me dé por mujer a Clara,
1005
que todo el orbe de Oriente
no estimaré como ser
su marido, si concedes
esta merced a mi amor,
porque los humanos bienes
1010
no compiten con las almas,
reino que el amor posee.
Y así, en hacerme este bien
mostrarás, señor, quién eres,
que en tenerla está mi vida
1015
y en perderla está mi muerte.

REY
Redondilla
Huelgo de haberte escuchado,
que como hombre tal vez
soy de los hombres jüez,
y en la piedad lo he mostrado.
Redondilla
1020
Retírate, hidalgo, allí.
Maestre.

MAESTRE
¿Señor?

REY
Sabed
que os pide a vós la merced
este soldado por mí.

MAESTRE
Redondilla
Señor, con tan buen tercero
1025
no queda qué encarecer.

REY
Dalde a Clara por mujer.

MAESTRE
Diósela a mi camarero
Redondilla
la Condesa, y ya se han dado
las manos.

REY
Pésame.

MAESTRE
Haré
1030
que no se casen.

REY
Seré,
si ya lo impido, culpado
Redondilla
para con Dios.

MAESTRE
Esto es cierto.

REY
Macías.

MAESTRE
¿Señor?

REY
Está
casada esa dama ya,
1035
por escrito su concierto.

MACÍAS
Redondilla
Desdichado soy, señor.

REY
Con una cruz de Santiago
lo que he prometido pago,
bien debido a tu valor.
Redondilla
1040
Maestre.

MAESTRE
¿Señor?

REY
Daréis
por mí un hábito a este hidalgo,
que por sus méritos salgo.

MAESTRE
Vós le dais y vós le hacéis,
Redondilla
que ninguno le ha tenido
1045
por término más honrado,
si un rey le ha calificado
y su información ha sido.

(Vanse y quedan MACÍAS y NUÑO solos.)

MACÍAS
Décima
¿Qué desdicha puede haber,
Nuño, que iguale a la mía?
1050
Llegó de mi muerte el día,
ya no es Clara mi mujer.
No sé qué tengo de hacer
sin esperanza ninguna,
porque donde hay alguna
1055
que mire a la posesión,
aún falta jurisdición
al poder de la fortuna.
Décima
¡Ay de mí! Clara perdida,
vida, ¿para qué sois buena?
1060
Que de tantos males llena
más seréis muerte que vida.
De una esperanza asida
con el bien de su memoria,
animastes la vitoria,
1065
que a estar de perderla cierto,
quedar en el campo muerto
tuviera mi amor por gloria.
Décima
¿Tello de Mendoza, ¡ay, cielos!,
ha de gozar de mi bien?
1070
¿Cómo puede ser que estén
juntos mi amor y mis celos?
Mal pueden fuegos y yelos
tener en paz mi cuidado,
mas si helado y abrasado
1075
no puede ser que me vea,
hará que posible sea
la dicha de un desdichado.

NUÑO
Redondilla
Mal tus sentimientos mides
con tu ingenio y discreción.
1080
¡Qué injusta lamentación
cuando te dan lo que pides!
Redondilla
De una sustancia es el pago
y la cruz el testimonio,
pues por la del matrimonio
1085
te han dado la de Santiago.
Redondilla
La diferencia ha de ser,
dejo aparte los decoros,
el pelear con los moros
o con la propia mujer.
Redondilla
1090
Aquella es roja cuchilla
y esta del martirio palma;
aquella se pega al alma,
y esta en la capa y ropilla.
Redondilla
Cuál dellas venga a tener
1095
mayores obligaciones
consiste en otras razones
que hay de marido a mujer.
Redondilla
Pero es justa imitación
por la roja cruz del lado,
1100
que ha de traerla el casado
al lado del corazón.
Redondilla
Que con este amor se abone
es del honor vida y luz,
que hay casado que la cruz
1105
a las espaldas la pone.
Redondilla
Hombre, imita al caballero;
ponla en el pecho y verás
que lo que te pesa más
es en el alma ligero.

MACÍAS
Redondilla
1110
¿Qué tiene, Nuño, que ver
ese discurso conmigo?
Mejor lo haré yo contigo,
si ha sido cruz la mujer,
Redondilla
porque como un caballero
1115
muerto en la tumba la pone,
eso mismo el Rey dispone
que me pongan cuando muero.
Redondilla
Vamos a verla entretanto
que vivo, si son consuelos
1120
de amor ver celos, que celos
tienen por consuelo el llanto.
Redondilla
Vayan mis ojos a ver
lo mismo que han de llorar,
porque no hay mayor pesar
1125
que del ajeno placer.

NUÑO
Redondilla
Que no eres tan desdichado
como tienes presumido,
ni Tello, por ser marido,
es tan bienaventurado.
Redondilla
1130
Que aunque la ventura es suya,
a pocos días de Clara
estoy cierto que tomara
Tello tu cruz por la suya,
Redondilla
que en trato discreto, ¡oh, necio!,
1135
si a los ejemplos te pones,
hay muy pocas posesiones
que no paren en desprecio.
Redondilla
Yo te doy que cada día
comas perdiz y capón;
1140
desearás un salpicón
de cebolla y vaca fría.
Redondilla
¿Piensas tú que la deidad
de una mujer en su estrado
es, de su marido al lado,
1145
la misma?

MACÍAS
¡Qué necedad!
Redondilla
Unos amores discretos,
tratados, ¿pueden perder?

NUÑO
Digo yo si la mujer
va descubriendo defetos.
Redondilla
1150
Pero si discreta ha sido,
limpia y de buen parecer,
ya sé que es la tal mujer
corona de su marido.

(Vanse.)
(Salen la CONDESA, CLARA y LEONOR.)

CONDESA
Lira
Estos vestidos gusto
1155
que lleves esta noche.

CLARA
Tus pies beso,
mas mira que no es justo
que llegue tu favor a tanto exceso.

CONDESA
No es exceso quererte.
Yo quiero que te vistas desta suerte;
Lira
1160
la cintura y cadena
te doy también, y el parabién, que es justo
de lo que el cielo ordena
para remedio tuyo, tan a gusto
del maestre que creo
1165
que retrató tu dicha su deseo:
Lira
es Tello de Mendoza
hidalgo de los buenos de Castilla.

(Salen FERNANDO y PÁEZ.)

FERNANDO
¡Por Dios, que es bella moza!

PÁEZ
No la hay desde Toledo hasta Sevilla
1170
de tal ingenio y cara.

FERNANDO
Merece a Tello justamente Clara.

CONDESA
Lira
A todos regocija
tu casamiento; gracias doy al cielo.

FERNANDO
Salir a la sortija
1175
que han intentado me ha de dar desvelo.

PÁEZ
¿Qué mayores tesoros
que para la invención vender dos moros?

FERNANDO
Lira
Tantos hemos traído
que no valdrán entrambos treinta reales.

PÁEZ
1180
Buscar de los que han sido,
para rescate, moros principales.

FERNANDO
¿Quién ha de mantenella?

PÁEZ
Tello será mantenedor por ella.

FERNANDO
Lira
Dijeron que Macías.

PÁEZ
1185
No sé por qué razón, favorecido,
anda triste estos días.

FERNANDO
La ausencia de la patria habrá sentido.

PÁEZ
Voy a vender un moro.

FERNANDO
Trocalde a un mercader a seda y oro.

(Vanse FERNANDO y PÁEZ.)

CONDESA
Lira
1190
Las fiestas de tu boda,
Clara, traen la casa alborotada.

CLARA
De quererme bien toda
nace alegrarse de que esté casada
con hidalgo tan noble.

CONDESA
1195
Y por su dicha dél se alegra al doble.
Lira
A tus padres escribe.

CLARA
Con tu licencia los escribo agora.

CONDESA
Clara, contenta vive
y Dios te haga dichosa.

CLARA
¡Oh, gran señora!
1200
Aquí una esclava tienes.

CONDESA
Tus méritos te dan los parabienes.

[(Vase.)]

CLARA
Lira
Dame, Leonor amiga,
recado de escribir.

LEONOR
Goces mil años,
sin que de la enemiga
1205
fortuna sientas los contrarios daños,
estado tan dichoso
con Tello mi señor, tu amado esposo,
Lira
mas siendo la primera
que las nuevas te di, no me has pagado
1210
con palabras siquiera.

CLARA
Leonor, todas mis galas te he dejado,
que quiere desde agora
que me vista las suyas mi señora.
Lira
Como fuiste presente
1215
de Tello y nuestra fe tomaste luego,
dudé, mas neciamente,
el darte libertad: esa te entrego.

LEONOR
Beso tus pies mil veces.
En fin, señora, ¿libertad me ofreces?

CLARA
Lira
1220
Ya eres tuya.

LEONOR
¿Ya puedo
darme a quien yo quisiere?

CLARA
Si eres tuya,
bien puedes.

LEONOR
Pues si quedo
con libertad, como de cosa suya
dispone el alma mía
1225
que vuelva a ser del dueño que solía.
Lira
Ser por fuerza tu esclava
no me obligaba a ser agradecida,
mas si quien libre estaba
te vuelve a dar libertad rendida,
1230
más hace, siendo suya.

CLARA
Eso es, Leonor, hacerme esclava tuya.

(Salen MACÍAS y NUÑO.)

MACÍAS
Romance (tirada)
¿Puedo darte el parabién
de tu dicha y de mi muerte,
Clara hermosa?

CLARA
Pienso yo
1235
que mi dicha le merece.

MACÍAS
Que le merece tu dicha
¿quién puede haber que lo niegue?
Que mi muerte le merezca
es lo que estraño parece.
1240
Mandome el Rey, por servicios
que le hice, que pidiese
mercedes, y te pedí
por las mayores mercedes.
Díjole al maestre el Rey,
1245
¡ay Dios!, que te mereciese
por mujer, y respondió
al mismo Rey, libremente,
que estabas casada ya.
El Rey, de ver que no fueses
1250
el premio de mis servicios,
mandole, Clara, al maestre
que de un hábito me honrase.
Pensolo discretamente,
porque si las de los muertos,
1255
que por últimas les deben,
llaman honras en Castilla,
el Rey por muerto me tiene.
No sé cómo hable contigo,
porque fue necedad siempre
1260
hablarles en cosas tristes
a los que viven alegres.
Casarte tú y morir yo
son cosas tan diferentes,
que no puede concertallas
1265
ni quien vive, ni quien muere.
Pero en tu bien y en mi mal
una cosa solamente
puede caber, y no quiero
que ser esperanza pienses,
1270
que no soy tan descortés.

CLARA
Pues ¿qué será lo que quieres,
siendo cosa tan honesta?

MACÍAS
Que te dé lástima el verme.

CLARA
¿No quieres más?

MACÍAS
No, por Dios,
1275
que pedirte que te pese
fuera gran descompostura.

CLARA
Pues, hidalgo noble, advierte:
no solo me has dado pena
de la que amando me tienes,
1280
pero, a no estar ya casada,
fuera tuya eternamente.
Esto sin que haya esperanza
ni atrevimiento que llegue
a pasar tu amor de aquí,
1285
porque el día que esto fuese,
yo propia diré a mi esposo,
honrado como valiente,
que te quitase la vida.

MACÍAS
No hayas miedo que yo deje
1290
de amarte.

CLARA
¿Cómo?

MACÍAS
No más
de amarte, sin ofenderte.

(Vase CLARA.)

NUÑO
¡Cuerpo de tal! ¡Qué mujer!
Esta sí, que no mujeres
todas melindres y engaños,
1295
sino decir lo que sienten.
¡Con qué gracia de sus labios,
rosas de abril entre nieve,
dijo: «a no estar ya casada,
fuera tuya eternamente»!

MACÍAS
1300
¿Y no es nada lo que dijo
después? Que si yo quisiese
pasar a esperanza sola,
o a más que amarla atreverme,
diría a su mismo esposo,
1305
honrado como valiente,
que me quitase la vida.

NUÑO
Habló noble y justamente
para atajarte los pasos.
¡Bien haya quien agradece
1310
el amor y el honor guarda!
No como algunas crüeles,
que por pescar las haciendas
a los hombres desvanecen.
Aquí no queda qué hacer,
1315
Macías, mas de que entierres
tu amor, pues tú mismo dices
que estás muerto.

MACÍAS
¡Bien lo entiendes!
Con advertimiento, Nuño,
de que en nada me aconsejes,
1320
desde hoy comienzo a servir
a Clara.

MACÍAS
Pues ¿qué pretendes?
¿Qué han de sentir su marido,
la Condesa y el maestre?
Si esta necedad intentas,
1325
que es fuerza llegue a saberse,
¿qué ha de ser de ti y de mí?

MACÍAS
¿No puedo quererla?

NUÑO
Puedes.

MACÍAS
¿Quererla es delito?

NUÑO
No.

MACÍAS
¿Oféndola?

NUÑO
No la ofendes.

MACÍAS
1330
Pues ¿qué importa?

NUÑO
Andar perdido.

MACÍAS
Pues ¿qué pierdo?

NUÑO
El tiempo pierdes.

MACÍAS
¿Yo no me muero?

NUÑO
Es locura.

MACÍAS
Confieso.

NUÑO
No lo confieses.

MACÍAS
¿Qué haré?

NUÑO
Dejarlo de hacer.

MACÍAS
1335
¿Y quién podrá?

NUÑO
Tú, si quieres.

MACÍAS
Quiero y no puedo.

NUÑO
Porfía.

MAESTRE
Por Dios, Nuño, que me dejes,
que a quien le cansa la vida
será partido la muerte.

(Vanse y salen el REY con un libro y el MAESTRE.)

MAESTRE
Redondilla
1340
Información trujo honrada
de su noble nacimiento.

REY
De su ingenio estoy contento
como lo estáis de su espada.
Redondilla
En fin, ¿ha escrito Macías
1345
todo este libro?

MAESTRE
Ha mostrado
lo tierno de enamorado,
mayormente en estos días
Redondilla
que casé a Clara, en hacer
letras, romances, canciones,
1350
a diversas ocasiones,
que todas deben de ser
Redondilla
dirigidas a haber sido
en perderla desdichado.

REY
Si le hubiérades casado,
1355
todas se hubieran perdido.

MAESTRE
Redondilla
¿Por qué, señor?

REY
Porque amor
en posesión no desea,
y no hay materia que sea
para los versos mejor
Redondilla
1360
que un amante desdeñado
o en esperanza del bien.

MAESTRE
Pocos escriben tan bien.

REY
Él tiene ingenio estremado.
Redondilla
Tienen gracia y agudeza
1365
los españoles, maestre,
en hacer versos.

MAESTRE
Que muestre
tanta afición vuestra alteza
Redondilla
hará que vuelva a tener
España en versos, iguales,
1370
mil Sénecas y Marciales.

REY
Las causas que dan de hacer
Redondilla
tan peregrinos conceptos
en las obras amorosas,
más que la historia y las prosas,
1375
son del mismo amor efetos,
Redondilla
pues dicen que no hay nación
que así estime, adore y quiera
las mujeres, ni prefiera
a la hacienda, a la opinión
Redondilla
1380
y aun a la vida su gusto.

MAESTRE
Bien se ve en las galas y oro
que les dan.

REY
Con gran decoro
las sirven y aman, y es justo,
Redondilla
así por deuda tan clara
1385
del nacer, como por ser
la hermosura de mujer
cosa tan perfeta y rara.
Redondilla
Leedme esa dirección
que de su libro me hace
1390
Macías.

MAESTRE
Si os satisface,
confirmaréis su opinión.
(Lea.)
Copla (arte mayor)
«Al muy poderoso señor de Castilla,N
X
Nota del editor

Copla de Arte Mayor. Morley y Bruerton lo clasifican como “Arte Mayor”, de igual manera lo hacen Antonio y Adelaida Cortijo Ocaña. Hemos decidido etiquetarlo como copla, ya que es la única comedia donde aparece tal caso, y corresponde ana cita de Juan de Mena.

el gran decendiente del magno Pelayo,
de España corona, del África rayo,
1395
de moros alarbes sangrienta cuchilla,
a quien obedezcan Granada y Sevilla
como en el tiempo que fue de los godos,
Macías ofrece sus versos, y todos
al pie soberano los postra y humilla.»

REY
Redondilla
1400
¡Estremada dirección!

MAESTRE
Como a quien va dirigida.

REY
Pero leed, por mi vida,
de amor alguna canción.

MAESTRE
Copla (arte mayor)
«Amores me dieron corona de amores
1405
porque mi nombre por más bocas ande.
Entonces no era mi mal menos grande,
cuando me daban placer sus dolores.
Vencen el seso sus dulces errores,
mas no duran siempre según luego aplacen,
1410
y pues que me hirieron del mal que vos hacen,
sabed al amor desamar, amadores.»

REY
Redondilla
¡Qué excelente y qué ejemplar!
Maestre, estimad este hombre.

MAESTRE
¿Quién como vós dese nombre
1415
le puede calificar?
Redondilla
Yerra en lo que persevera,
y más casándose Clara.

REY
Si el moro no lo estorbara,
grandes ingenios hubiera.

(Vanse y salen MACÍAS y NUÑO.)

NUÑO
Décima
1420
¿Qué descompostura es esta?
¿Tienes seso?

MACÍAS
Hele perdido
con lo que he visto y oído.

NUÑO
Bien claro se manifiesta.
¿Para qué entraste en la fiesta
1425
si lo habías de sentir?

MACÍAS
Si me vienen a decir
que al novio, Nuño, acompañe,
cuando más me desengañe,
¿puedo dejar de morir?
Décima
1430
En la noche confïado,
que, en fin, encubre mejor
cualquier efeto de amor,
entré con el desposado.
Llevaba el color mudado
1435
como quien va a desafío,
y el corazón, aunque el brío
de tantas penas deshecho,
tan descortés en el pecho
como si no fuera mío.
Décima
1440
Llegué, volví atrás, temblé,
paró el pie la confusión,
pero luego el corazón
hizo el oficio del pie.
Miré, perdime, lloré,
1445
y de suerte vine a estar
que andaban para buscar
consejos, donde hay tan pocos,
todos los sentidos locos,
sin conocer su lugar.
Décima
1450
Pareciome que no vía
lo mismo que viendo estaba;
sin oír lo que escuchaba,
lo que imaginaba oía.
¿No has visto un fuego? Así ardía
1455
la casa del alma, y luego
el entendimiento ciego
pedía con mil enojos
a las fuentes de los ojos
agua que templase el fuego.
Décima
1460
Como al crepúsculo frío
del alba, entre luces rojas,
abre una rosa las hojas
para beber el rocío,
estaba aquel dueño mío,
1465
aquella divina fiera,
tan hermosa que pudiera
adoralla como al sol,
a ser indio el español
que entonces sus rayos viera.
Décima
1470
Cuando Dios no fabricara
púrpura y cristal de roca,
naturaleza en su boca
cristal y púrpura hallara,
y cuando el sol no formara,
1475
se viera en sus bellos ojos,
y a no haber claveles rojos,
allí los vieran los cielos,
y cuando no hubiera celos,
se hallaran en mis enojos.
Décima
1480
Levantose del estrado
y la Condesa con ella;
llegó el desposado a ella,
más dichoso que turbado,
y con el padrino al lado
1485
la sala se suspendió;
luego el padrino llegó
y, tomándoles las manos
(¡cómo, cielos soberanos,
vivo yo, si lo vi yo!),
Décima
1490
preguntó a Tello, ¡ay de mí!,
si por mujer la quería;
dijo que sí y yo vivía,
que aún faltaba el otro sí
luego a Clara; y hasta aquí,
1495
como si en la horca fuera,
mi loca esperanza espera,
pero en oyendo mi daño
el verdugo desengaño
me arrojó de la escalera.
Décima
1500
Yo no sé cómo viví,
pero ¿quién habrá que crea
que me pareciese fea
al tiempo que dijo sí?
Mas por dicha no entendí
1505
la causa que pudo haber;
hermosa debió de ser,
porque son todas las cosas,
Nuño, mucho más hermosas
cuando se quieren perder.
Décima
1510
Mira tú qué pensamiento
el de una loca afición,
que tuve imaginación
de poner impedimento,
pero en este necio intento
1515
la bendición les llegó,
y Tello a Clara llevó
donde, con otras señoras
sentados, culpan las horas
que estoy dilatando yo.
Décima
1520
Pero ya las dos serán
y siento que se levantan,
que ya ni danzan ni cantan,
antes pienso que se van.
¡Ay Dios!, la muerte me dan
1525
con ver acortar los plazos
de sus regalos y abrazos,
que si una mano que dio
Clara a Tello me mató,
¿qué haré si le da los brazos?

NUÑO
Redondilla
1530
Tello no es tan venturoso
como a ti te ha parecido.
¿No es, en efeto, marido?

MACÍAS
¿Y puede ser más dichoso?

NUÑO
Redondilla
No sé, por Dios. ¿No ha de estar
1535
en casa?

MACÍAS
Pues ¿dónde quieres?

NUÑO
Muy dignas son las mujeres
de amar y reverenciar,
Redondilla
pero esto de estar allí
a todas horas es cosa,
1540
por fácil, menos gustosa.

MACÍAS
Tal me sucediera a mí.

NUÑO
Redondilla
Aunque viendo lo que pasa,
hay mujer que, por ser nueva
de noche, el día se lleva
1545
de un vuelo fuera de casa.
Redondilla
En un año una mujer
es silla, es banco, es bufete,
porque, como no inquïete,
eso mismo viene a ser.
Redondilla
1550
La novedad es gran cosa.

MACÍAS
No para quien ha llegado
a tener, ¡qué dulce estado!,
mujer discreta y hermosa.

NUÑO
Redondilla
No es nada la novedad,
1555
pues hoy una dama vi
que sin dientes conocí,
y los tiene en cantidad.
Redondilla
Y díjela: «Cosa vil
que falta de doce perlas
1560
supla, quien llegare a verlas,
un forastero marfil».
Redondilla
Y respondiome: «Ha mil días
que los traía, en verdad,
y por mayor novedad
1565
troqué por estas las mías».
Redondilla
Pero retírate aquí,
que pienso que salen ya.

(Retíranse al paño embozados.)

MACÍAS
Conjurado, Nuño, está
todo el cielo contra mí.

(Hachas, PÁEZ, FERNANDO, TELLO, de la mano a CLARA, y la CONDESA y el MAESTRE.)

TELLO
Romance (tirada)
1570
Suplico a vueseñoría
no pase más adelante.

CLARA
Señora, basta el favor.
No es bien que adelante pase
de aquí vuestra señoría.

CONDESA
1575
Ahora bien, el cielo os guarde
y os haga muy venturosos.

MAESTRE
Clara, no he podido honrarte
de más gallardo marido.

CLARA
Ni hacerme favor más grande,
1580
pero, en fin, de tales manos,
que beso mil veces.

FERNANDO
[(Aparte a PÁEZ.)]
Páez,
¡vive Dios, que llevo envidia!

PÁEZ
¡Linda moza!

FERNANDO
Es como un ángel.

(Vanse los desposados por una parte y el MAESTRE y la CONDESA por otra, y descúbrense MACÍAS y NUÑO.)

NUÑO
Ellos se van a acostar.
1585
Bien puedes desembozarte
y vamos a hacer lo mismo,
pues ya no hay Clara que aguardes
si no es la mañana clara.
¿No hablas? Pero no hables
1590
si ha de haber lamentaciones
y aquello de los amantes
cuando glosan muchas veces
con siete mil disparates:
«No goces al desposado».
1595
Vamos a casa, que es tarde
y es mañana la sortija
en que, por lo menos, sales
a ser el mantenedor.
Mira que estás por las partes
1600
de valiente y de poeta
e inventor de nuevos trajes
en los ojos de la corte,
y que será bien que saques
galas y discretas letras.

MACÍAS
1605
¡Ay fortunas inconstantes
del mar de amor en que voy
como en el golfo la nave
combatida de los vientos!

NUÑO
Anda pues, y no te pares.

MACÍAS
1610
¿Cómo andar?

NUÑO
Pues bien, ¿qué implica
que a un mismo tiempo hables y andes?
En un auto un día del Corpus
decía un representante:
«Quiero destrüir el mundo»,
1615
y como entonces llegase
la procesión, aunque estaba
en figura venerable,
dijo un regidor: «Andando
y destruyendo, Juan Sánchez».
1620
Tú agora quéjate y anda.

MACÍAS
Sin andar pienso quejarme,
que no me puedo mover
con peso de tantos males.

NUÑO
Pareces perro de caza
1625
que vio la perdiz delante,
que como te halló te quedas.
Mira que tocan a laudes
en cuarenta monesterios.

MACÍAS
Diles que para enterrarme,
1630
¡ay, Nuño!, toquen a muerto,
y si no lo estoy, matadme,
celos, envidias de amor,
¿o queréis que yo me mate?
Dejadme, imaginaciones,
1635
que de la pintura el arte
imitáis en mis sentidos
pintando figuras tales
que me abrasan y me yelan:
ya veo, en forma de Marte,
1640
cómo Tello de Mendoza
le dice amores süaves;
ya veo la hermosa Venus,
que sobre las flores yace
de un verde prado, después
1645
que dio nieve a sus cristales;
ya veo dos mil Cupidos
por los ramos de los sauces
esparciendo azahar y rosa
sobre los tiernos amantes.
1650
Nuño, ¿sabes que he pensado?
Que con grandes golpes llames
y que digas que el maestre
le manda que se levante.
Hazme este bien, Nuño amigo.

NUÑO
1655
Los malos remedios hacen
lo que hace el agua en la fragua,
con que más las llamas arden,
y este hombre no es tan necio
que en tal ocasión pensase
1660
que le llamaba el maestre.

MACÍAS
¿No sirve? Pues no te espantes,
que él sabe que los señores
no hallan cosa en que reparen
cuando los han menester.

NUÑO
1665
¿Qué ocasión habrá bastante
para que él pueda creerlo?
Que a tal hora, no es muy fácil.
Decirle que a la Condesa
le dio un recio mal de madre
1670
es necedad, porque Tello
no cura destos achaques.
Demás que desde la cama
dirá Clara: «Quemad, paje,
unas plumas de perdiz,
1675
y si no, ponelde un parche».
¿El maestre orina bien?

MACÍAS
¡Qué consuelos!

NUÑO
Si los sabes
mejores, dilos, que ya
descubre el alba celajes
1680
en el cuchillo del monte
que corta a Córdoba azahares.

MACÍAS
Dile que han venido moros.

NUÑO
¿A qué?

MACÍAS
¿Cómo a qué? A vengarse.

NUÑO
Como era tan de mañana
1685
pensé que a dar por las calles
letüario y aguardiente.
Mas ¿si pregunta a qué parte?

MACÍAS
Di que a Écija.

NUÑO
¿Y si dice
que, habiendo ocho leguas grandes,
1690
no pueden llegar tan presto,
y que entretanto descanse
su señoría, qué haremos?

MACÍAS
Da golpes. Basta vengarme
en que despiertes a Tello.

NUÑO
1695
Necedad de necedades.
¿Tello había de dormir,
teniendo al lado aquel ángel?

MACÍAS
¡Maldígate el cielo, Nuño,
que me has muerto!

NUÑO
No te canses.
1700
Mira que estás a su puerta,
mira que el alba que sale
se ríe de tus locuras,
y se las cuentan las aves.

MACÍAS
¿Que es posible que no quieres
1705
de la cama levantalle?

NUÑO
¿Quieres tú que se resfríe
ese desposado en balde?
Mira, señor, que entra el día.

MACÍAS
¡Entre, y entren mil pesares
1710
hasta el alma!

NUÑO
Gente suena
en casa y las puertas abren.
¿Dónde van perros y halcones,
y cazadores delante?
¡Vive Dios, que es el maestre!
1715
Ya no hay que huir; no te apartes,
que será darle sospecha.

(Entre el MAESTRE, de caza, y FERNANDO y PÁEZ.)

MACÍAS
¡No hay desdicha que me falte!

MAESTRE
¿Es Macías?

FERNANDO
Sí, señor,
si no es que el alba me engañe.

MAESTRE
1720
¿Cómo has madrugado tanto?

MACÍAS
Solo vengo a acompañarte,
que supe que al campo ibas.

MAESTRE
Serame más agradable
contigo. Dalde el overo,
1725
si no es que caballo traes,
y dalde una haca a Nuño.

NUÑO
¿Haca? ¡Oh!, ¿que sin acostarme,
tras esta noche, una haca,
y entre árboles y jarales
1730
andar buscando un venado
o una garza por los aires?
¡Muerto soy!

MAESTRE
Vamos, Macías.

NUÑO
¿No llevas almuerzo, Páez?

PÁEZ
¿Levántaste de la cama
1735
y quieres comer?

NUÑO
A nadie
le dé Dios tan mala noche.
¿Volverán presto?

PÁEZ
A la tarde.


Acto III

Salen el REY, PÁEZ, FERNANDO y MACÍAS, con hábito de Santiago, y NUÑO.

MACÍAS
Octava real
A besaros los pies, señor, me envía
el maestre, al honor agradecido
1740
que traigo al pecho este dichoso día,
más grande, cuanto menos merecido.

REY
Para que os viese usó de cortesía:
a él ese favor habéis debido.
Él es el dueño dese honor; no es justo
1745
deberme más que intercesión y gusto.

MACÍAS
Octava real
Vuestro valor el alto cielo estienda
donde hasta agora no plantas ningunas,
y plegue al cielo que de vós decienda
quien ponga en otro mundo las colunas.

REY
1750
¿Cómo va de las Musas?

MACÍAS
La contienda,
claro señor, de envidias importunas
las tiene retiradas, mas no tanto
que no os celebren en su dulce canto.
Octava real
Apenas hoy comienza el que desea
1755
por los versos, señor, fama constante,
cuando quiere vencer con breve idea
al que la tiene en bronce y en diamante.
Otro veréis que en enseñar se emplea
y está de los principios ignorante:
1760
todos estos resiste la prudencia.

REY
¿Qué virtud se libró de competencia?
Octava real
La sortija no vi, por ocupado,
aquella tarde, y me alabó el maestre
letras, galas y lanzas de un soldado
1765
que no hay acción en que valor no muestre.
¿Quién la mantuvo?

MACÍAS
El mismo desposado,
porque las armas el amor adiestre
con más primor que el arte.

REY
¡Buenos bríos!

MACÍAS
(Aparte.
¡Ay dulce causa de los males míos!)
Octava real
1770
Salió Tello galán, de blanca tela
bordada de laureles, que le alcanza
favor, que enamorado se desvela
y vio la posesión de su esperanza.
Dorada de la lanza la arandela,
1775
los bríos igualó la confïanza,
con manto al hombro que, barriendo el suelo,
era cometa de arrogante cielo.
Octava real
Prometo, gran señor, a vuestra alteza
que un castaño bridón de tela armado
1780
le hacía un edificio en la firmeza,
si puede ser en aire fabricado.
Aquella corpulenta ligereza
como baquetas de atambor templado
las fuertes manos con tal son movía,
1785
que pensaban las piedras que tañía.
Octava real
Llevaba dos gigantes por padrinos,
presos de un niño amor que los guïaba,
«Mis deseos» por letra, y que eran dignos
de su grandeza con razón mostraba,
1790
que puesto que de Clara los divinos
cielos de amor pacífico gozaba,
quiso mostrar que dulces himineos
no tiemplan, antes crecen, los deseos.
Octava real
Fortún Páez salió de verde y plata,
1795
todo bordado de diversas flores;
llevó por letra, en quejas de una ingrata:
«No pasan de esperanzas a favores».
Un bayo obscuro los del sol retrata,
y tan ligero al aire dio colores
1800
que, aunque en Córdoba son hijos del viento,
este lo fue del mismo pensamiento.
Octava real
Fernando, que presente miras, quiso
para tomarlos, más que dar consejos,
ser de sí mismo y de su amor Narciso,
1805
y en oro y nácar se vistió de espejos.
Las damas, que temieron este aviso,
mirábanse en sus luces desde lejos,
si bien por los espejos y dos años
de amor por letra dio: «Mis desengaños».
Octava real
1810
En esto un monte, vomitando fuego,
en dos partes la máquina divide,
y sale dél un caballero luego
que mil ardientes círculos despide,
cuyas breves cometas a don Diego
1815
de Lara dan lugar; la lanza pide
y, sospechoso, a dos azules cielos
llevó por letra: «Aquí me tienen celos».
Octava real
Con el caballo en forma de una fiera
sierpe, ya imagen del celeste polo,
1820
pasó Dionís Peralta la carrera,
de suerte que previno el arco Apolo
y a la mitad, con invención ligera,
cayó la piel; quedó el caballo solo,
tan blanco y tan hermoso que se atreve
1825
a llamar cisne retratado en nieve.
Octava real
Entró de plumas, avestruz fingido,
con un hierro en la boca, Recaredo;
la letra, de algún hierro arrepentido,
dijo: «Por ver si digerirla puedo».
1830
El caballo, de plumas guarnecido,
no tuvo al yerro de las plantas miedo,
porque alzando las manos parecía
que juntarlas al freno pretendía.
Octava real
Mas ¿para qué te canso, si me esperas?
1835
Yo entré en figura del furioso Orlando,
tela negra sembré de áspides fieras
que estaban corazones enlazando.
En hábito francés, reconocieras
que la historia de Angélica imitando
1840
envidiaba, señor, algún Medoro,
dichoso dueño de la luz que adoro.
Octava real
Caballo negro que servir pudiera
al carro de la noche, retratado
en ébano lustroso, y en la esfera
1845
del sol quedar por su valor dorado,
las arenas midió de la carrera
paso a paso, tan firme y alentado
que, si alguna en las plantas recogía,
al levantar las manos la volvía.
Octava real
1850
En figura de Astolfo, por padrino,
iba delante Nuño, mi escudero,
con mi seso en un vidrio cristalino
y por letra con él: «Ya no le quiero».
Ganó todo hombre que a las fiestas vino;
1855
yo solo, sin ventura aventurero,
gané la joya de galán, que ha sido
mentira, pues perdí la de marido.

REY
Redondilla
Haberos visto quisiera,
mas basta haberos oído.

MACÍAS
1860
Corrí, señor, tan corrido,
que no es mucho que perdiera.

REY
Redondilla
Esa memoria olvidad
y porque menos se sienta
con mil ducados de renta
1865
lo perdido restaurad,
Redondilla
que estos vale la alcaidía
de Arjona.

MACÍAS
Cante la fama
tu nombre en cuanto derrama
su luz el autor del día.

PÁEZ
Redondilla
1870
Ya sois alcaide de Arjona.

FERNANDO
Debéis al Rey grande amor.

(Vanse todos. Quedan MACÍAS y NUÑO.)

NUÑO
Necio has andado, señor;
que te lo diga perdona,
Redondilla
que estando Clara casada
1875
bien pudieras escusar
esta manera de hablar,
que es Tello persona honrada
Redondilla
y ofendes su calidad,
y el Rey mostró sentimiento
1880
cuando dijo, descontento:
«Esa memoria olvidad»,
Redondilla
que fue discreta advertencia.

MACÍAS
Nuño, quítame el amor,
porque si no, ¿qué temor
1885
me puede poner prudencia?

(Vanse.)
(Sale el MAESTRE y TELLO.)

MAESTRE
Redondilla
Aquí me puedes hablar.

TELLO
Señor, Dios sabe que tengo
vergüenza, mas ya que vengo
a hablar con tanto pesar,
Redondilla
1890
yo sé que le has de tener.
Está cierto que me obliga
justa causa a que te diga
que, siendo ya mi mujer
Redondilla
Clara, no es justa razón
1895
que me la sirva hombre humano.
Antes de darla la mano
Macías tuviera acción
Redondilla
a pretenderla, mas ya
¿qué es lo que intenta Macías
1900
que con tan necias porfías
en el mismo error está?
Redondilla
Que si bien cualquier error
por amor disculpa ha sido,
no la dieron al marido,
1905
sino al que tiene el amor.
Redondilla
Bien sé que Clara es honrada,
bien conozco su virtud,
mas una necia inquietud
y voluntad porfïada,
Redondilla
1910
un siempre constante amor
que en los ojos muestra el pecho,
a muchas buenas ha hecho
dejar de serlo, señor.
Redondilla
¿Quién se puede prometer
1915
vivir honrado y seguro?
¿Cercó Dios de foso y muro
los ojos de una mujer?
Redondilla
¿Qué guardas puso en su pecho
para que pueda el honor
1920
vivir del ajeno amor
agraviado y satisfecho?
Redondilla
¿Es la voluntad por dicha
diamante, o vidrio por quien,
en quien le guarda más bien,
1925
puede entrar cualquier desdicha?
Redondilla
¿Tengo yo de estar sin miedo
mientras se desvela aquel,
que no puedo guardar dél
el alma que ver no puedo?
Redondilla
1930
¿Que sé yo si vendrá día
en que a Clara desvanezca
su hermosura y la enternezca
de un loco amor la porfía?
Redondilla
Y atropellando la honra,
1935
puede comenzar a amar
de lástima, y acabar
su lástima en mi deshonra.
Redondilla
Fuera desto, ¿es bien, señor,
que se atreva un hombre así,
1940
fïado en el Rey y en ti,
a querer manchar mi honor?
Redondilla
¿Es bien que en Córdoba canten
los niños claras canciones
de Clara que a los varones
1945
de prudencia y honra espanten?
Redondilla
¿Es bien que esto se prosiga
después de casado yo?

MAESTRE
No por cierto, Tello, no,
ni que de Clara se diga
Redondilla
1950
que pudo dar ocasión
a desatinos tan grandes.

TELLO
Como tú, señor, le mandes
que deje la pretensión,
Redondilla
sin decir que yo lo sé,
1955
yo sé que la dejará,
porque si ocasión me da...

MAESTRE
Cuando él ocasión te dé
Redondilla
castigaré su locura,
pero no tengas temor.

TELLO
1960
Bien sabes tú que el honor
no ha de estar en aventura,
Redondilla
ni es razón que un hidalgote
se tome tanta licencia
que a costa de mi prudencia
1965
toda la corte alborote
Redondilla
y que se atreva a servir
la mujer de un caballero
como yo, porque primero...

MAESTRE
No lo acabes de decir,
Redondilla
1970
que tienes mucha razón
y yo lo escucho con pena,
porque en la mujer más buena
puede haber mala opinión,
Redondilla
de que hay tantas ofendidas
1975
que muchas hay lastimadas
en el honor, siendo honradas,
porque fueron perseguidas,
Redondilla
que, en andando en pareceres,
deslustran sus claros nombres
1980
la necedad de los hombres,
la envidia de las mujeres.
Redondilla
Clara es quien es, pero, en fin,
la lengua del vulgo es tal,
que dirá de un ángel mal.

TELLO
1985
Con hablarle tendrá fin
Redondilla
su porfía y mi pesar.

MAESTRE
Y yo salgo por fiador.

TELLO
Pongo en tus manos mi honor.

(Vase.)

MAESTRE
Pues yo le sabré guardar.
(Sale PÁEZ.)
Redondilla
1990
¡Hola!

PÁEZ
¿Señor?

[MAESTRE]
¿Está ahí
Macías?

PÁEZ
Leyendo está
unos versos.

MAESTRE
(Aparte.
No tendrá
más ocasión.) Que entre di.

(Vase PÁEZ.)
(Sale MACÍAS.)

MACÍAS
Redondilla
Pensé que ocupado estabas
1995
con Tello y no entré, señor,
a decirte un gran favor
del Rey.

MAESTRE
¿Por eso dejabas
Redondilla
de darme parte, Macías,
de tus aumentos?

MAESTRE
Su alteza,
2000
por su liberal grandeza,
que no por las prendas mías,
Redondilla
el alcaidía me dio
de Arjona, con mil ducados
de renta.

MAESTRE
Bien empleados.

MACÍAS
2005
Por ti me favoreció
Redondilla
deste honor, que no por mí.

MAESTRE
Yo tengo que hablarte.

MACÍAS
Soy
tu hechura.

MAESTRE
Quejoso estoy,
y no sin causa, de ti.
Romance (tirada)
2010
Cuando veniste a servirme
pusiste en una doncella
de la Condesa los ojos,
hermosa como discreta,
y tan virtüosa y noble,
2015
que la empleó la Condesa
en el hombre más honrado
que me sirve en paz y en guerra.
Por tus servicios al Rey
se la pediste, que fuera
2020
justo, pues él lo mandaba,
casarte entonces con ella.
Pero no se pudo hacer,
que las escrituras hechas
y dadas las manos ya,
2025
fuera impiedad y violencia.
Casose Tello; ese día
cerró la razón la puerta
a tu esperanza. No es justo
que neciamente la tengas,
2030
que está en medio el noble honor
de un hombre de tales prendas
que es tan bueno como yo.
Hanme dicho que no cesas
de servirla y inquïetarla,
2035
que me ha dado mucha pena.
Tello es mi propia persona.
Advierte que no te atrevas
a enojarle, que en mi casa
corre su honor por mi cuenta,
2040
no porque él no está seguro,
pero sus deudos se quejan
de tus versos y canciones,
famosos por la excelencia
de tu ingenio, a cuya causa
2045
no solo aquí se celebran,
pero en Granada los moros
las traducen en su lengua.
A tu entendimiento basta
que esto de mi boca entiendas
2050
antes que lo entienda Tello,
que no sufrirá su ofensa.

(Vase.)

MACÍAS
Soneto
¡Oh, confusión de mi amoroso engaño!
Esto faltaba solo a mi tormento.
¿En qué puede ofender mi pensamiento
2055
la hermosa causa de mi eterno daño?
¡Oh, ley crüel! ¡Oh, injusto desengaño!
¿Que aun no quiere que sienta el mal que siento?
¿Qué honor puede quitar mi entendimiento,
con cuyos versos mi esperanza engaño?
2060
Mandarme que no quiera es la violencia
mayor que puedo hacer a mi sentido,
y en presencia del bien sufrir ausencia,
que estando, como estoy, de amor perdido,
aumentara el amor la resistencia,
2065
que para largo amor no hay breve olvido.

(Sale NUÑO.)

NUÑO
Romance (tirada)
Bien me puedes dar albricias
de que va la primavera
a dar cristales al Betis
o flores a sus riberas.
2070
No sin envidia del sol,
no sin igual competencia,
Clara...

MACÍAS
¡Ay, Dios!

NUÑO
Clara, señor,
en un coche, en una esfera
de luz, con Leonor, esmalta
2075
las estampas de las ruedas.
Llevaba Clara unos ojos
que pudieran ser estrellas
de la más templada noche;
poco he dicho, que pudieran
2080
ser soles del mismo sol.
Mirome, y fue cosa nueva
mirarme Clara con ellos,
mas fue la causa más cierta
de mirarme aquellos ojos
2085
no tener otros tan cerca.
También me miró Leonor,
y sentí no sé qué flechas
desde los ojos al alma.
Pareciome que eran señas
2090
y acerqueme.

MAESTRE
Bien hiciste.

NUÑO
Tan bien que, en llegando a ellas,
me dieron un cortinazo
que entre la mano y la seda
me llevaron las narices.

MACÍAS
2095
Si acercabas la cabeza
por el estribo, ¿no quieres
que un ángel, Nuño, se ofenda
de que a su trono divino
un hombre humano se atreva?

NUÑO
2100
Trono o trueno, mis narices,
que no destilaron perlas,
sintieron el disfavor,
que no hay parte que más duela,
más opuesta a cualquier daño,
2105
más delicada y más necia.
¿Téngolas derechas?

MAESTRE
Nuño,
notables cosas me cuentas.
¿Qué sentiste al tiempo cuando
esa dichosa cabeza
2110
por el estribo acercabas
a las blancas azucenas
de aquella divina mano?

NUÑO
Sentí lo que tú sintieras
al llevarte las narices
2115
una azucena de piedra.

MACÍAS
¡Ay! ¡Quién fuera tan dichoso
que de aquella mano bella,
de aquel cristal, de aquel nácar,
ese favor recibiera!

NUÑO
2120
¿Eso tienes por favor?
Mas, porque envidia me tengas,
seguilas, y se apearon
del coche en la primer huerta,
y al bajar Clara, no sé
2125
si fue el brío o fue la priesa,
yo vi...

MAESTRE
¿Cuánto quieres, Nuño,
antes que tu dicha sepa,
por los ojos?

NUÑO
Pues ¿los ojos
quieres, señor, que te venda?

MACÍAS
2130
Cuenta, cuenta lo que viste.

NUÑO
Vi unas botas de vaqueta
con que el cochero llegó
a apearlas.

MACÍAS
¿Eso era?

NUÑO
Pues ¿qué pensaste? ¿Que había
2135
zapatilla cordobesa,
argentada en oro y plata
de corazones y flechas?
¿Pensaste que había manteo
con guarnición sobre tela?

MACÍAS
2140
Ya no te compro los ojos.

NUÑO
Si las narices quisieras,
esas te vendiera yo,
porque las más aguileñas
hará un cortinazo romas.

MACÍAS
2145
¿Que tanta la dicha sea
de un cochero que a los brazos
de un ángel sin temor llega?

NUÑO
Si vieses un aguador
con un vestido de jerga
2150
coger una dama y dar
en las jamugas con ella,
¿qué dirías?

MACÍAS
Que son dichas
que merece la inocencia.

NUÑO
Los cocheros y aguadores
2155
son sacristanes de iglesias,
que las imágenes ponen,
mas nunca rezan en ellas.

MACÍAS
¿No podré yo ver a Clara?

NUÑO
Con discreción podrás verla,
2160
pero no sin discreción.

MACÍAS
Nuño, como yo la vea,
¿qué mal me puede venir?
Y cuando muchos me vengan,
¿no es por ella? Pues ¿qué gloria
2165
mayor que tan dulce pena?

NUÑO
Yo me pongo en las narices,
por si llegáremos cerca,
un capirote de halcón.

MACÍAS
¿Clara ofende?

NUÑO
Muy bien pega.

(Vanse.)
(Salen CLARA y LEONOR.)

CLARA
Lira
2170
No puedo, Leonor mía,
imaginar la causa.

LEONOR
Pues ¿tan presto
vive sin alegría?

CLARA
Nunca en pensar el pensamiento he puesto
que de su nuevo estado
2175
proceda la tristeza que le ha dado.
Lira
No falta en los favores
mi esposo y los regalos que solía;
con los mismos amores
le halla la noche y le despierta el día.

LEONOR
2180
Pues ¿en qué se han fundado
esas tristezas?

CLARA
En algún cuidado.

LEONOR
Lira
¿Cuidado?

CLARA
Unos suspiros
tal vez le salen del ardiente pecho
que como al blanco tiros
2185
me traspasan el alma, en que sospecho
que algunos locos celos
le dan estas tristezas y desvelos.

LEONOR
Lira
¿Celos pueden, señora,
en tu virtud de todos conocida
2190
tener inquieto agora
a quien conoce de tu honesta vida
tan gran recogimiento?

CLARA
Celos engaños son del pensamiento.
Lira
Como va caminante
2195
en noche obscura hasta que llegue el día,
así celoso amante
camina por su ciega fantasía
hasta que deste engaño
le divierta la luz del desengaño.
Lira
2200
Entre tanto padece
el sujeto que adora.

LEONOR
Yo sospecho
que no le desvanece
culpa que ofenda tu inocente pecho,
que en el servir hay cosas
2205
que obligan a tristezas cuidadosas.

(Salen MACÍAS y NUÑO.)

NUÑO
Décima
Allí están.

MACÍAS
Ya las he visto.
Pero ¿cómo llegaré?

[NUÑO]
Pues vuélvete.

MACÍAS
No podré.
(Aparte.
¡Qué hermoso mármol conquisto!
2210
Pero ¿por qué me resisto,
si a lo mismo me provoco?
Cuerdo temo y llego loco,
pero temer no es razón,
que quien pierde la ocasión
2215
tiene la fortuna en poco.)
Décima
Hermosa Clara, ocasión
de mis versos y mis penas,
vuelve esas luces serenas
a mi obscura confusión.
2220
No pido más galardón
de amor tan desatinado
que saber que mi cuidado
halló lástima en tu pecho
para morir satisfecho
2225
de que fue bien empleado.
Décima
No quiero yo de ti más
de que digas (oye, advierte):
«Hombre, pésame de verte
en el estado en que estás».
2230
Mira tú qué premio das
tan fácil a mi tormento.
Bien sabes tú que no intento
cosa que ofenda tu honor,
pues este fue de mi amor
2235
el mayor atrevimiento.

CLARA
Décima
Macías, cuando me hablaste
en la pena que tuviste
de saber que me perdiste,
a decirte me obligaste
2240
que lo agradecí; pues baste
que agradezca yo tu amor
para un hombre de valor.
Retírate a ti de ti,
que no me quieres a mí
2245
mientras no quieres mi honor.
Décima
El que no estima el disgusto
que da el quitarle la fama,
ese no estima su dama,
que solo estima su gusto.
2250
Tú eres discreto, y no es justo
que esté a tu pluma sujeta.
No escribas, que se inquïeta
mi marido, y no es razón
que a costa de mi opinión
2255
ganes fama de poeta.
Décima
Tus canciones y favores
son para lágrimas mías.
Escribe guerras, Macías;
deja de escribir amores.
2260
¿Sujetos no son mejores
esas banderas opuestas?
Más que me sirves, molestas,
y advierte que las casadas
perdemos, por celebradas,
2265
la opinión de ser honestas.
Décima
A una casada le basta
para estimación honrosa
no el saber que ha sido hermosa,
sino saber que fue casta.
2270
¿Tú piensas que me contrasta
la vanidad que previenes
del grande ingenio que tienes?
Pues en tan locos engaños
escribe tus desengaños
2275
y no escribas mis desdenes.

MACÍAS
Décima
Señora, señora, advierte...

(Sale TELLO al paño.)

TELLO
¿Qué es esto que estoy mirando?

CLARA
¿De qué sirve, porfïando,
dar ocasión a tu muerte?

(Vase.)

MACÍAS
2280
No fue mi intento ofenderte.
Leonor, Leonor.

LEONOR
No hay Leonor.

(Vase.)

NUÑO
Necio has andado, señor.

MACÍAS
¿Cómo puede andar discreto,
aborrecido y sujeto
2285
un hombre que tiene amor?

NUÑO
Décima
Entre esos árboles vi
a Tello como escondido.

MACÍAS
Con el maestre ha venido,
que suele andar por aquí.
2290
¿Si me vio?

NUÑO
Pienso que sí.
Mas ven por aquí, señor.

MACÍAS
A ver el coche es mejor.

NUÑO
¿Eso dices?

MACÍAS
Ya no esperes
mientras con vida me vieres
2295
sino locuras de amor.

(Vanse los dos.)

TELLO
Redondilla
Ya es infame el sufrimiento
que pone el honor en duda.

(Saca la espada y sale el MAESTRE.)

MAESTRE
¡Dónde!, ¿la espada desnuda?

TELLO
Cortar un árbol intento.

MAESTRE
Redondilla
2300
Pues ¿tú me engañas a mí,
y habiendo visto a Macías?

TELLO
Yo te dije sus porfías
poniendo mi honor en ti,
Redondilla
y su privanza, señor,
2305
de mi honor te ha descuidado,
que si le hubieras hablado
no se atreviera a mi honor.
Redondilla
Quise matarle, mirando
su atrevimiento.

MAESTRE
Yo hablé
2310
con Macías y pensé
que bastara, imaginando
Redondilla
que era hombre de razón,
pero pues que no lo ha sido,
ni el haberle yo reñido
2315
templa su necia afición,
Redondilla
ven conmigo.

TELLO
Presumí
que no le habías hablado.
Perdona.

MAESTRE
Estoy enojado.

TELLO
Mi remedio pongo en ti.

MAESTRE
Redondilla
2320
Ya fue tu agravio pequeño
con el que hace a mi valor,
porque no merece amor
quien no obedece a su dueño.

(Vanse.)
(Salen MACÍAS y NUÑO.)

MACÍAS
Redondilla
¿Vino el maestre?

NUÑO
No sé.
2325
La Condesa está esperando.

MACÍAS
Y yo estoy desesperando
de que mi firmeza y fe
Redondilla
quieran con tanta desdicha.

NUÑO
Quien se puede divertir
2330
y se ha dejado morir
no se queje de su dicha.

MACÍAS
Redondilla
¿Cómo tendré sufrimiento
para el dolor de olvidar,
cuando lo quiera intentar?

NUÑO
2335
Poniendo el entendimiento
Redondilla
en que esto ha de durar poco.

MACÍAS
No podré tener paciencia
para vivir en su ausencia,
Nuño, sin volverme loco.

NUÑO
Redondilla
2340
A Júpiter se quejaron
las muelas del hombre un día,
diciendo a su señoría
los años que trabajaron
Redondilla
desde la muela primera
2345
mascando lo que comía
y que, por dolor de un día,
luego las echaban fuera.
Redondilla
Don Júpiter le riñó
y él respondió: «¿Qué he de hacer,
2350
si no dejan de doler?»
A quien luego replicó:
Redondilla
«Hombre, sufre, pues te toca,
el dolor, que bien podrás,
que después te alegrarás
2355
de ver tu muela en tu boca».
Redondilla
Sufra, pues, tu voluntad
ese pequeño disgusto,
que después te dará gusto
gozar de tu libertad.

(Salen PÁEZ y un ALCAIDE.)

PÁEZ
Romance (tirada)
2360
Macías.

MACÍAS
¿Quién es?

PÁEZ
Yo soy.

MACÍAS
¿Qué quieres, Páez?

PÁEZ
Advierte
que prenderte me han mandado.

MACÍAS
¿Quién?

PÁEZ
El maestre.

MACÍAS
El maestre
es mi dueño y es mi jüez.
2365
Páez, si él lo manda, puede.
¿Díjote la causa?

PÁEZ
No.

MACÍAS
Vamos.

PÁEZ
El alcaide viene
a ponerte en esa torre.

ALCAIDE
No pienso yo que lo sientes
2370
como yo.

MACÍAS
No tengas pena,
don Pedro, que estos vaivenes
deben de ser de fortuna,
si la cabeza le duele.

NUÑO
¿A ti en prisión?

MACÍAS
Calla, Nuño,
2375
que el crïado inobediente
a lo que el dueño le manda
este castigo merece.

(Vanse.)
(Salen TELLO y CLARA.)

TELLO
Décima
Cierto estoy de tu valor,
conozco tu honestidad,
2380
pero tanta libertad
obliga a mirar mi honor.
No te den, Clara, temor
mis diligencias, a efeto
de haber tenido respeto
2385
al maestre, que si fuera
de otra suerte yo me hubiera
vengado menos discreto.
Décima
¿Bueno es que sepa un marido
que sirven a su mujer
2390
y que lo que puede ser
pueda poner en olvido?
El que su afrenta ha sabido
no es hombre, ni aun animal,
si consiente tanto mal,
2395
pues en ocasiones tales
hacen muchos animales
venganza al agravio igual.
Décima
Entre todas las naciones
tiene el español valor,
2400
fundado todo su honor
en ajenas opiniones,
y en estas satisfaciones
que, en fin, de la honra son,
en que estriba su opinión,
2405
aunque fundada en mujer,
veo que debe de ser
la más honrada nación.

CLARA
Décima
Tello, desdicha fue mía
que aqueste necio haya dado
2410
en ser, sobre porfïado,
hombre de tanta osadía,
no porque en esta porfía
haya más atrevimiento
que decir su pensamiento
2415
sin pretender esperanza.

TELLO
Pues ¿qué espera quien alcanza
poner en prisión al viento?

CLARA
Décima
No más de la vanidad
de sus canciones de amor.

TELLO
2420
¿Y ha de estar siempre mi honor
sujeto a su libertad?
¿Quién ha visto voluntad
tan necia en hombre discreto?
Si es para solo el efeto
2425
de escribir, ¿por qué ha de ser
el sujeto mi mujer?
¿Falta en el mundo sujeto?

CLARA
Décima
Como tú vivas de mí,
como merezco, seguro,
2430
de la opinión que aventuro
quiero consolarme así.

TELLO
Tus dueños vienen aquí.
No te entienda la Condesa.

CLARA
De lo que sabe me pesa,
2435
pero ella sabe mi honor.

(Salen la CONDESA, el MAESTRE, FERNANDO y criados.)

CONDESA
Bien sé que vuestro valor
le obliga a daros la empresa.
Redondilla
¿Cuándo será la partida?

MAESTRE
Antes que venga la gente
2440
de Castilla no hay qué intente.

CONDESA
Vós la llevaréis lucida.
Redondilla
A Tello no llevaréis,
que ya está Tello casado.

TELLO
No dejo de ser soldado,
2445
si no es que vós lo mandéis.

CONDESA
Redondilla
Llevad a Páez por Tello,
a Fernando o a Macías.

MAESTRE
Téngole preso, que ha días
que tiene sobre el cabello
Redondilla
2450
la espada de cierto honor.

TELLO
Aparte a CLARA.
¡Vive Dios que no le prende
por mi honor, que le defiende
de mí por tenerle amor!

CLARA
Redondilla
No digas tal, por tu vida.

TELLO
2455
Clara, yo lo entiendo ya.

CONDESA
¿Preso Macías está?

MAESTRE
(Aparte a la CONDESA.
Mejor está defendida
Redondilla
desta suerte su persona.)
Allí olvidará mejor.

FERNANDO
2460
Ya los músicos, señor,
han llegado de Archidona.

(Salen los músicos.)

MÚSICOS
Romance (tirada)
A servirte nos envía
el alcaide.

MAESTRE
Yo agradezco
así vuestra voluntad
2465
como el gusto que me ha hecho.
¿Tenéis muchas cosas nuevas?

MÚSICOS
Romances, señor, tenemos,
y algunas letras.

MAESTRE
Cantad
sin templar los instrumentos.

[MÚSICOS]
2470
(Cantan.)
Dulce pensamiento mío,
si en una obscura prisión
el hierro es mi dulce gloria,
la tiniebla es claro sol.
Decidla a mi bella ingrata
2475
cómo en la imaginación
tan presente la contemplo
cuando ausente della estoy.

MAESTRE
No cantéis más, bueno está.
Vamos, señora, que quiero
2480
hablar en nuestra jornada.

(Vanse todos y detiene TELLO a PÁEZ.)

TELLO
Páez, Páez.

PÁEZ
¿Llamas, Tello?

TELLO
¿Eres mi amigo?

PÁEZ
Sí soy.

TELLO
¿De los que son verdaderos,
o de los que son fingidos?

PÁEZ
2485
Verdad y amistad profeso.

TELLO
Pues ¿qué has sentido de ver
que con tal atrevimiento
haga de mi honor Macías
romances, estando preso?
2490
¿Los músicos de Archidona
envía a Córdoba el necio
para que los oiga Clara?

PÁEZ
Lo que del maestre entiendo
es que le quiere muy bien.

TELLO
2495
Pues yo que lo entiendo y veo
que paga así mis servicios,
¿qué aguardo?

PÁEZ
No te aconsejo
que te quejes, pues matarle
no puedes.

TELLO
¿Cómo no puedo?
2500
Por la reja de la torre,
¡ay dél, Páez, si le acierto!,
le he de tirar una lanza.

PÁEZ
No harás, Tello, que eres cuerdo,
y si te prende el maestre
2505
que te quitase sospecho
la cabeza.

TELLO
Noble soy.
No importa, mi honor defiendo.

(Vase y sale NUÑO.)

NUÑO
Porque estaba Tello aquí
no entré a hablaros.

PÁEZ
Mucho siento
2510
de Macías la prisión.

NUÑO
Que es de sentirla os prometo,
que este es un honrado hidalgo
que con amor tan honesto
ha querido a doña Clara,
2515
que he visto a sus pensamientos
lo que sentía Platón
pintando a un amor perfeto.
No quiere más de querer.
Aqueste papel le llevo
2520
al Rey.

PÁEZ
Querrá libertad.

NUÑO
Esa pide en treinta versos.

(Ruido dentro. Sale el ALCAIDE con la espada desnuda tras TELLO DE MENDOZA, que se sale retirando.)

ALCAIDE
Prendelde, y si no es posible,
matadle, soldados.

TELLO
Creo,
si ya he vengado mi honor,
2525
que estimo la muerte menos.

(Vase.)

PÁEZ
¿Qué es esto, señor alcaide?

ALCAIDE
Que ha muerto a Macías Tello
tirándole por la reja
una lanza.

(Vase.)
(Sale MACÍAS con un pedazo de lanza por el pecho y otros teniéndole.)

MACÍAS
¡Ay cielo, hoy muero!

NUÑO
Décima
2530
Señor, ¿qué es esto?

MACÍAS
No sé,
Nuño; solamente puedo
decirte que ya tu miedo
verdad en mi muerte fue.
Quise bien, canté, lloré,
2535
escribí y el escribir,
amar, llorar y sentir,
y cuanto he escrito y sentido
y llorado, todo ha sido
porfïar hasta morir.
Décima
2540
¡Ay, Clara, que me has costado
la vida! Que no tenía
más que te dar si te había
todas mis potencias dado.
Honestamente te he amado,
2545
que tú lo puedes decir,
pero de amar y servir
justo galardón me alcanza,
pues quise sin esperanza
porfïar hasta morir.
Décima
2550
Di al maestre, mi señor,
que a Tello perdono aquí,
pues yo la ocasión le di
y él ha guardado su honor.
Cielos, perdonad mi error;
2555
pensé que un casto servir
se pudiera permitir.

(Salen el MAESTRE, la CONDESA, CLARA y LEONOR, el ALCAIDE, y todos.)

MAESTRE
¿Muerto?

ALCAIDE
Mira el desengaño.

MACÍAS
Sí, señor, que fue mi daño
porfïar hasta morir.

(Muere.)

CONDESA
Romance (tirada)
2560
¡Caso estraño!

MAESTRE
¡Lastimoso!
¡Que no prendiesen a Tello!

ALCAIDE
No fue posible, señor;
amigos le defendieron.

CLARA
Leonor, ¿quién ha de mirar
2565
tanto dolor?

LEONOR
El que tengo
muestran mis ojos.

CLARA
¿Qué hará
quien fue la causa?

MAESTRE
Está cierto,
Macías, de tu venganza.
Vive el cielo que si puedo
2570
he de poner su cabeza
por pies de tu honroso entierro
y, por memoria de amor
tan verdadero y honesto,
en un sepulcro famoso
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honrar y poner tu cuerpo,
con unas letras doradas
que digan en mármol terso:
«Aquí yace el mismo amor».

NUÑO
Y aquí, senado discreto,
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Porfïar hasta morir
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dio fin a servicio vuestro.