PEDRO, BERNAL, MARTÍN y LORENZO, dentro.
Salen.
Salen doña MARÍA y LEONOR.
Vanse los hombres.
MARÍA
1895
Es achaque; voy por ver
aquel caballero ingrato.
Octava real
Fuimos Teresa, Juana y Catalina,
el sábado, Leonor, a Manzanares:
si bien yo melancólica y mohina
1900
de darme este don Juan tantos pesares.
De tu dueño las partes imagina;
que cuando en su valor, Leonor, repares,
presumirás, pues no me he vuelto loca,
que soy muy necia o mi afición es poca.
Octava real
1905
Tomé el jabón con tanto desvarío
para lavar de un bárbaro despojos,
que hasta los paños me llevaba el río,
mayor con la creciente de mis ojos.
Cantaban otras con alegre brío,
1910
y yo, Leonor, lloraba mis enojos:
lavaba con lo mesmo que lloraba
y el aire de suspiros lo enjugaba.
Octava real
Bajaba el sol al agua trasparente,
y, el claro rostro en púrpura bañado,
1915
las nubes ilustraba de occidente
de aquel vario color tornasolado,
cuando, despierta ya del accidente,
saqué la ropa, y de uno y otro lado,
asiendo los extremos, la torcimos,
1920
y a entapizar los tendederos fuimos.
Octava real
Quedando, pues, por los menudos ganchos
las camisas y sábanas tendidas,
salieron cuatro mozas de sus ranchos,
en tod[a] la ribera conocidas;
1925
luego, de angostos pies y de hombros anchos,
bigotes altos, perdonando vidas,
cuatro mozos: no hablé, que fuera mengua,
estando triste el alma, hablar la lengua.
Octava real
Tocó, Leonor, Juanilla el instrumento
1930
que con cuadrada forma en poco pino
despide alegre cuanto humilde acento,
cubierto de templado pergamino;
a cuyo son, que retumbaba el viento,
cantaba de un ingenio peregrino,
1935
en seguidillas, con destreza extraña,
pensamientos que envidia Italia a España.
Octava real
Bailaron luego hilando castañetas
Lorenza y Justa y un galán barbero
que mira a Inés, haciendo más corvetas
1940
que el Conde ayer en el caballo overo.
¡Oh celos! Todos sois venganza y tretas,
pues porque vi bajar el caballero
que adora de tu dueño la belleza,
no le quise alegrar con mi tristeza.
Octava real
1945
Entré en el baile con desgaire y brío
que, admirándole ninfas y mozuelos,
“¡Vítor!” dijeron, celebrando el mío:
y era que Amor bailaba con los celos.
Estando en esto, el contrapuesto río
1950
se mueve a ver dos ángeles, dos cielos,
que a la Casa de Campo (Dios los guarde)
iban a ser auroras por la tarde.
Octava real
¿No has visto al agua, al súbito granizo
esparcirse el ganado en campo ameno
1955
o volar escuadrón espantadizo
de las palomas, en oyendo el trueno?
Pues de la misma suerte se deshizo
el cerco bailador, de amantes lleno,
en oyendo que honraban la campaña
1960
Felipe y Isabel, gloria de España.
Octava real
¿No has visto en un jardín de varias flores
la primavera en cuadros retratada,
que por la variedad de las colores
aun no tienen color determinada,
1965
y en medio ninfas provocando amores?
Pues así se mostraba dilatada
la escuadra hermosa de las damas bellas,
flores las galas y las ninfas ellas.
Octava real
Yo, que estaba arrobada, les decía
1970
a los reyes de España: “Dios os guarde,
y extienda vuestra heroica monarquía
del clima helado a el que se abrasa y arde”;
cuando veo que dice “Isabel mía”
a mi lado don Juan; y tan cobarde
1975
me hallé a los ecos de su voz, que luego
fue hielo el corazón, las venas fuego.
Octava real
“Traidor” respondo, “tus iguales mira;
que yo soy una pobre labradora”.
Y, diciendo y haciendo, envuelta en ira,
1980
sigo la puente, y me arrepiento agora:
verdad es que le siento que suspira
tal vez desde la noche hasta el aurora;
mas recelo, si va a decir verdades,
lo que se sigue a celos y amistades.
Vanse. Salen doña MARÍA y LEONOR.
Salen doña ANA y JUANA.
Vase.
Salen don JUAN y MARTÍN.
Sale el CONDE.
Vanse el CONDE, doña ANA y los criados.
MARÍA
Quien siente bien no habla mal;
que para tener valor
Redondilla
con que poder igualaros,
aunque de vuestro apellido
2265
príncipes haya tenido
Italia y Francia tan raros,
Redondilla
sóbrame a mí el ser mujer;
pero si de vuestro engaño
a los dos resulta daño,
2270
desengaño habrá de ser.
Redondilla
No estoy contenta de estar
donde, con hacer mudanza
del hábito, mi esperanza
aspire a mejor lugar.
Redondilla
2275
Ni menos estoy celosa
ni os guardo, aunque os he querido;
que en este humilde vestido
hay un alma generosa,
Redondilla
tan soberbia y arrogante,
2280
que el cántaro que dejé
un cielo en mis hombros fue,
como el que sustenta Atlante.
Redondilla
Yo os quiero bien, aunque soy
de naturaleza esquiva;
2285
pero hay otro amor que priva,
por quien os dejo y me voy.
Redondilla
No os dé pena; que os prometo
que no hay nieve tan helada;
pero he nacido obligada
2290
a su amor y a su respeto.
Redondilla
No puedo hacer más por vos
que decir que os he querido:
en fe de lo cual os pido,
y del amor de los dos,
Redondilla
2295
que una cosa hagáis por mí.
JUAN
Cuando yo, Isabel, pensara
tal bajeza, imaginara
prendas que más altas son
Redondilla
2335
de las que tenéis, bastantes
a abonaros; cuando fuera
hurto, mayor le creyera,
si fueran almas, diamantes.
Redondilla
Algo sospecho encubierto,
2340
Isabel, y en duda igual,
que sois mujer principal
tengo por mayor acierto.
Redondilla
Que desde el punto que os vi
con el cántaro, Isabel,
2345
echó amor suertes en él
para vos y para mí.
Redondilla
Vos salisteis diferente
de lo que aquí publicáis,
y yo sin dicha si os vais,
2350
para que yo muera ausente.
Redondilla
¿Quién sois, hermosa Isabel?
Porque cántaro y diamantes
son dos cosas muy distantes;
que hay mucha bajeza en él,
Redondilla
2355
y en vos mucho entendimiento,
mucha hermosura y valor,
mucho respeto al honor,
que es más encarecimiento.
Redondilla
La verdad se encubre en vano;
2360
que como al que ayer traía
guantes de ámbar, otro día,
le quedó oliendo la mano;
Redondilla
así, quien señora fue
trae aquel olor consigo,
2365
aunque del ámbar que digo,
reliquias muestre por fe.
Sale LEONOR.
Vanse [las] dos.
JUAN
Octava real
2375
¿Qué confusión es ésta que levanta
Amor en mis sentidos nuevamente,
que a tales pensamientos adelanta
mi dulce cuanto bárbaro accidente?
Así el cautivo en la cadena canta,
2380
así engañado se entretiene, ausente,
de vanas esperanzas, que algún día
verá la patria en que vivir solía.
Octava real
No con menos temor, menos sosiego,
tímido ruiseñor su esposa llama,
2385
a quien el plomo en círculos de fuego
quitó la amada vida en verde rama,
que mi confuso pensamiento ciego
en noche obscura los engaños ama,
esperando que llegue con el día
2390
la muerta luz de la esperanza mía.
Octava real
Mas ¿cómo puede haber tales engaños?
¿Cómo pensar mi amor que la belleza
no puede haber nacido en viles paños,
si pudo la fealdad en la nobleza?
2395
Así, para mayores desengaños,
mostró por variedad naturaleza
de un espino la flor cándida, hermosa,
y vestida de púrpura la rosa.
Octava real
Que darme yo a entender que la hermosura
2400
que vi llevar un cántaro a la fuente,
por engastar el barro en nieve pura
del cristal de una mano trasparente,
no pudo proceder de sangre obscura,
y nacer entendida humildemente,
2405
es vano error, pues siempre amando veo
calificar bajezas el deseo.
Octava real
Pues ¿quién será Isabel, locura mía,
con hermosura y prendas celestiales?
¡Oh! ¿cuándo resistió tanta porfía
2410
la bajeza de humildes naturales?
No ha de pasar sin que lo sepa el día.
Industrias hay; y si por dicha iguales
somos los dos, como mi amor desea,
tu cántaro, Isabel, mi dote sea.
Octava real
2415
No te pienses partir, si por ventura
no lo quieres fingir para matarme;
que ya no tiene estado mi locura
que yo pueda perderte y tú dejarme;
que si tienes nobleza y hermosura,
2420
del cántaro por armas pienso honrarme;
que con el premio con que ya se trata,
Amor le volverá de barro en plata.
Vase. Salen MARTÍN y PEDRO.
Vanse. Salen doña ANA y don JUAN.
Sale el CONDE, que se queda escuchando sin que le vean.
Salen doña MARÍA, de madrina y muy bizarra, con LEONOR de la mano; MARTÍN, PEDRO,
LORENZO, BERNAL y otro lacayos, muy galanes. Acompañamiento de mujeres de la boda,
MÚSICOS.
JUAN
Para sí.
(Amor, si en esta mujer
no está oculta la nobleza,
la calidad y la sangre
que por lo exterior se muestra,
2590
¿qué es lo que quiso sin causa
hacer la naturaleza,
pues pudiendo en un cristal
guarnecido de oro y piedras,
puso en un vaso de barro
2595
alma tan ilustre y bella?
Yo estoy perdido y confuso,
doña Ana celosa de ella,
el Conde suspenso, hurtando
a su gravedad respuesta.
2600
Ella se parte mañana,
diamantes me da que venda;
¿qué tienen que ver diamantes
con la fingida bajeza?
Pues ¿he de quedar así,
2605
Amor, sin alma y sin ella?
¿No alcanza el ingenio industria?
No suele en dudosas pruebas,
por las inciertas mentiras,
hallarse verdades ciertas?
2610
Ahora bien; no ha de partirse
Isabel sin que se entienda
si en exteriores tan graves
hay algún alma secreta.)
Conde, el más alto poder
2615
que reconoce la tierra,
el cetro, la monarquía,
la corona, la grandeza
del mayor rey de los hombres,
todas las historias cuentan,
2620
todos los sabios afirman,
todos los ejemplos muestran
que es amor; pues siendo así,
y que ninguno lo niega,
que yo por amor me case,
2625
que yo por amor me pierda,
no es justo que a nadie admire,
pues cuantos viven confiesan
que es amor una pasión
incapaz de resistencia.
2630
Yo no soy mármol, si bien
no soy yo quien me gobierna;
que obedecen a Isabel
mis sentidos y potencias.
Cuando esto en público digo,
2635
no quiero que nadie pueda
contradecirme el casarme,
pues hoy me caso con ella.
Sed testigos que le doy
la mano.
FIN DE LA COMEDIA.