Texto utilizado para esta edición digital:
Las grandezas de Alejandro. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999. Edición digital a partir de: Menéndez Pelayo, Marcelino (ed.), Obras de Lope de Vega, XIV: comedias mitológicas y comedias históricas de asunto extranjero. Madrid, Atlas (BAE, CXC), 1966, pp. 330-390.
Marcación digital para Artelope:- Souto, Luz Celestina (Artelope)
Tragicomedia de Lope de Vega Carpio dedicada al excelentísimo señor el Duque de Alcalá, virrey y capitán general en el principado de Cataluña
Cuánto importa el entretenimiento para que los cuidados no consuman el sujeto disputa Séneca en su libro de La Tranquilidad de la vida, y trae por ejemplo a Polión Asinio, aquel grande orador, que, en ciertas horas que descansaba, aun las cartas forzosas no leía Legum conditores (dice) festos instituerunt dies, ut ad hilaritatem homines publicè cogerentur, tanquam necessarium laboribus interponentes temperamentum. No se puede entender esto mejor que de las comedias, que con pública alegría deleitan honestamente; y así, la autoridad de tan gran filósofo me ha dado atrevimiento de ofrecer ésta a V. Excelencia de entre la copia de cuidados de su gobierno, no para que imite tanto aquel orador riguroso que en algún tiempo no incline los ojos a su historia, pues lo es tan verdadera siendo Las Grandezas de Alejandro, que no sólo se dirigen a V. Excelencia por este título, mas por el que pudiera merecer de sumo filósofo como lo fue Aristóteles, su maestro, pues no hay facultad en que V. Excelencia no sea eminente; cosa digna de mayor alabanza en un príncipe a quien su sola y natural virtud ha obligado a tan inmenso estudio, pues no habiendo nada para vivir de las letras, tanto las ha estimado y adquirido que alcanzará por ellas inmortal nombre.
Capellán de V. E,
LOPE DE VEGA CARPIO.
PERSONAS
ATALO. |
PAUSINAS. |
DARÍO, Rey de Persia. |
REY FILIPO. |
ALEJANDRO. |
LEÓNIDES. |
MENÓN. |
EFESTIÓN. |
OLIMPIAS, madre de ALEJANDRO. |
ARIOBARZANO, persa |
ROJANE, amazona. |
TIRRENO. |
TAMIRA. |
LISANDRA. |
ARSACES. |
FILIPO, médico. |
LIRANO |
Villanos. |
TEPOLEMO, húesped |
EL DUQUE HIRCANO. |
Dos mujeres de Jerusalén. |
REY DE EPIRO. |
CAMPASPE, dama. |
LISÍMACO. |
APELES. |
VITELO, villano. |
AMINTA, dama. |
DIÓGENES, filósofo. |
SEVERINO, soldado. |
TEBANDRO, embajador. |
DEYANIRA |
POLIDORA. |
DOLOMINO, hortelano. |
EL SACERDOTE JADO. |
UN ÁNGEL. |
CORREO |
TELEO |
Acto I
Salen ATALO, capitán, y algunos soldados en tropa, y PAUSANIAS.
ATALO
Quintilla
Pasad delante, soldados:
no os paréis aquí.
PAUSANIAS
Detente;
que entre los que están parados
hay algún noble que siente
5
de pensamientos honrados.
Quintilla
Y eso de alzar el bastón,
no es hecho de capitán
con los que tan buenos son
que respetados están
10
por sangre de Agamenón
Quintilla
de su hijo Orestes fui
clarísimo descendiente.
PAUSANIAS
¿No es respuesta conveniente?
ATALO
Quintilla
¿Y que soy Atalo sabes,
cuñado del Rey?
PAUSANIAS
También;
pero los hombres tan graves
tratan sus iguales bien.
ATALO
20
¡Que de igualarme te alabes!
Quintilla
PAUSANIAS
Harto mejor fuera
que yo mi agravio vengara,
y no dudes que lo hiciera
si a Filipo no mirara,
25
y su obediencia temiera.
Quintilla
Pero de tu gran malicia
yo le pediré justicia,
y sabrás con su castigo
cómo se han de usar conmigo
30
las leyes de la milicia.
Quintilla
Que, a no esperar con razón
que sabrá dejar vengada
mi honra en esta ocasión,
yo te volviera la espada
35
por donde vino el bastón.
(Vase)
ATALO
Mas dejadle, que él irá
donde le castigue el Rey;
¿así se guarda la ley,
40
así respuesta se da
Quintilla
(Sale el REY FILIPO de Macedonia, ALEJANDRO, su hijo LEÓNIDES y EFESTIÓN.)
EFESTIÓN
45
Leónides, señor, le vio.
FILIPO
Quintilla
Tengo notable afición
al Rey de Epiro.
ALEJANDRO
Has pagado
deudas que tan justas son.
FILIPO
Fuera de ser mi cuñado,
50
que era bastante razón,
Quintilla
a Cleopatra concerté
darle en casamiento.
ALEJANDRO
Fue
muy justo darle a mi hermana.
FILIPO
Con esto segura y llana
55
la dificultad dejé
Quintilla
de todas sus pretensiones
y podré al Asia pasar,
porque sus fieras regiones
esta vez han de temblar
60
mis esperados pendones.
Quintilla
La gente ¿está prevenida?
ATALO
Y toda tan deseosa,
gran señor, de tu partida,
que a tu corona famosa
65
añade el Asia rendida.
FILIPO
Quintilla
De un límite al otro pienso,
poner, Atalo, a tus pies.
ATALO
¡Plegue a Júpiter inmenso,
que entro los indios les des
70
mirra y oloroso incienso!
Quintilla
¿Qué hace Alejandro allí
con aquel lienzo en los ojos?
FILIPO
¿Qué es lo que te causa enojos?
75
¿Quieres tú quedarte aquí?
Quintilla
¿Amas la patria, o en ella
dejas algo de tu edad?
ALEJANDRO
Ni de mis gustos ni de ella,
si te han dicho el amistad,
80
señor, de Campaspe bella,
Quintilla
siento soledad aquí;
no son lágrimas livianas;
que son de envidia de ti,
porque, si tú el mundo ganas.
85
¿qué has de dejar para mí?
FILIPO
Quintilla
Todo el mundo conquistado,
Alejandro, ¿es poca herencia?
ALEJANDRO
Mal entiendes mi cuidado,
porque ésta es la diferencia
90
en darme el mundo heredado.
Quintilla
Que me dejaras quisiera
que yo el mundo conquistara,
y que a mis pies le pusiera,
para que yo me alabara
95
de que por mí le tuviera.
EFESTIÓN
Que es virtuosa ambición
la de Alejandro tu hijo.
FILIPO
100
Buenos pensamientos son.
(Sale PAUSANIAS.)
PAUSANIAS
Octava real
Si la definición de la justicia
es dar a cada cual su justa parte,
¡oh, Rey de Macedonia! el que codicia
ser justo rey, su sangre deje aparte;
105
al estilo común de la milicia,
disciplina política de Marte,
tuve respeto al capitán que tengo,
de cuyo agravio a querellarme vengo;
Octava real
no hice poco en detener la espada,
110
que ya la vaína por salir rompía,
quejosa de la mano, que, agraviada,
la debida venganza suspendía;
mas la obediencia a tu valor jurada
silvió de freno cuando más corría;
115
di la vuelta a la cólera, aunque fiera,
porque a tus pies parase la carrera.
Octava real
Detenerse en corrillo diez soldados
cuando quieres salir, no es tal delito
que merezcan por él los más honrados
120
perder su honor, sobre la luna escrito.
¿Bastón a un noble, a mí, que a mis pasados
añado gloria aunque la suya imito?
¡Justicia, Rey, o al Asia te irás solo!
FILIPO
Tiene razón Pausanias, ¡por Apolo!
Octava real
125
¿Quién es el capitán que te ha ofendido?
FILIPO
¿Mi cuñado?
Merece ser, por serlo, preferido,
aunque eres noble, a un popular soldado;
de un hombre que mi hermana ha merecido,
130
no sé cómo te llamas agraviado;
vete, Pausanias: que el soldado sabio
nunca de su mayor recibe agravio.
PAUSANIAS
Octava real
¿De esta manera vas al Asia? Dime,
¿así piensas llamarte Rey de Oriente?
135
¿Quién quieres que a servirte, Rey, se anime?
¡Qué buen principio de engañar tu gente!
FILIPO
¿No quieres tú que un capitán estime,
tan generoso, claro y excelente,
más que un soldado?
PAUSANIAS
No, si es el soldado
140
merecedor de tu laurel sagrado.
Octava real
Pero yo te aseguro que esto sea
parte para que el Asia, a que te partes,
jamás tus naves en sus puertos vea,
ni tremolen allá tus estandartes.
FILIPO
¿Quién hay que crea
tal libertad?
ALEJANDRO
Mejor es que te apartes,
Pausanias, del favor del poderoso.
PAUSANIAS
¡Forzadme, cielos, a un morir famoso!
(Vase.)
FILIPO
Es noble este mancebo,
150
y habló con el agravio; ven conmigo,
que diferir, mientras me parto, debo
de algunas libertades el castigo;
pase la gente que contenta llevo
donde me está aguardando mi enemigo,
155
que tú verás si la justicia mengua.
(Vanse todos; queda ALEJANDRO.)
ATALO
Por ti la voz no le clavé en la lengua.
ALEJANDRO
Redondilla
¡Qué contento al Asia parte
mi padre, y qué triste yo,
a quien con tal fuerza dio
160
todas sus estrellas Marte!
Redondilla
Ganado me ha por la mano
el ser del mundo señor:
¡cielos, usad de rigor,
haced que venza el persiano!
Redondilla
165
Dejadme la empresa a mí,
estése queda la fama;
que he menester, pues me llama,
que toda se ocupe en mí.
(Sale OLIMPIAS, madre de ALEJANDRO.)
OLIMPIAS
Redondilla
¿Estáis ya muy de partida?
ALEJANDRO
170
¡Oh mi madre, oh mi señora!
¿Quién duda que estáis agora
cerca de perder la vida?
Redondilla
Vase Filipo, mi padre,
a dificultosa empresa.
OLIMPIAS
175
¿De eso piensas que me pesa?
ALEJANDRO
Tendréisme amor como madre;
Redondilla
pero mayor sentimiento
os dará el Rey mi señor.
OLIMPIAS
Si yo le debiera amor,
180
fuera justo pensamiento:
Redondilla
¡plegue al cielo, mi Alejandro,
pues tantos males me ha hecho,
que le sepulte el estrecho
adonde yace Leandro!
Redondilla
185
¡Plegue al cielo que sus naves
se conviertan en sirenas,
de la quilla a las entenas,
rotas en pedazos graves!
Redondilla
¡Plegue al cielo que su gente
190
le venda al persa cruel,
y que su verde laurel
ponga la fama en tu frente!
Redondilla
ALEJANDRO
Ya los cielos
se enojan; basta, señora:
195
¿en qué te ha ofendido agora?
OLIMPIAS
Soy mujer, rabio de celos;
Redondilla
no me estima; quiere bien
esas mujeres que trata.
OLIMPIAS
200
Bastaba el menor desdén;
Redondilla
que celos, no digo en seso,
de mujer, que en el varón
de más alta perfección,
obligan a un loco exceso.
Redondilla
205
Son, Alejandro, un furor
que, en justo aborrecimiento,
muda con rigor violento
la calidad del amor.
Redondilla
Amor, piadoso por sí,
210
es con celos tan cruel
que busca el daño de aquel
que adoraba más que a sí.
ALEJANDRO
Redondilla
Con mi padre no es razón
que uséis de crueldad tan fiera.
OLIMPIAS
215
Cuando Filipo lo fuera,
era bastante ocasión:
Redondilla
ALEJANDRO
No han podido
llegar los celos a más,
pues ofendiéndote estás
220
para dejarle ofendido.
Redondilla
Y entre esas ofensas, madre,
¿no es menor mi bastardía?
OLIMPIAS
De quien soy, hijo, confía
que te he dado honrado padre.
ALEJANDRO
Redondilla
225
Más que Filipo, ¿hay alguno?
OLIMPIAS
Júpiter, dios inmortal,
¿no es padre más principal
que de la tierra ninguno?
OLIMPIAS
¿Tú ignoras
230
que los dioses han gozado
mujeres?
ALEJANDRO
¿Qué me ha engendrado,
madre, el mismo dios que adoras?
OLIMPIAS
Redondilla
Júpiter te ha dado el ser,
Alejandro, con que vives;
235
Divino valor recibes
de su divino poder;
Redondilla
mira si es la obligación
que tienes para actos viles.
ALEJANDRO
Si de la sangre de Aquiles,
240
de Pirro y de Agamenón
Redondilla
tanto se precian agora
mil macedones y griegos
desde los troyanos fuegos,
¿qué haré yo de un dios, señora?
Redondilla
245
Y no dios de humilde esfera,
sino el mayor; dadme, madre,
los pies con tan alto padre.
OLIMPIAS
Detente, Alejandro, espera;
Redondilla
esos agradecimientos
250
muestras a los cielos amigos.
ALEJANDRO
No he menester más testigos
que mis propios pensamientos.
Redondilla
Alma, ¿soy su hijo? Sí,
porque no cupiera en vos,
255
a no ser hijo de un dios,
lo que he pensado de mí.
Redondilla
Este deseo, este celo
de ser señor de la tierra,
sólo es digno del que encierra
260
tan alta parte del cielo.
Redondilla
Si tengo este ser divino
de mi gran padre heredado,
no es mucho lo que he pensado
si de su valor me vino.
Redondilla
265
Olimpias, adiós; que el mundo
es corto para esta mano;
yo seré Alejandro el Magno,
yo Júpiter el segundo;
Redondilla
partiremos cielo y suelo
270
los dos porque no haya guerra;
yo seré dios en la tierra,
pues lo es mi padre en el cielo.
(Vase ALEJANDRO y entra PAUSANIAS.)
OLIMPIAS
Redondilla
Notablemente animé
contra su padre el valor.
PAUSANIAS
275
No os quejéis, divino honor,
de que venganza no os dé,
Redondilla
porque ya pensando vengo
de dar la muerte a Filipo,
y a la vida os anticipo,
280
que es el mayor bien que tengo.
Redondilla
Los caballos dejo a punto
en que me pienso escapar.
OLIMPIAS
¿A quién tratas de matar?
PAUSANIAS
Redondilla
285
¿Miras tú los pensamientos?
OLIMPIAS
No, que a tu lengua lo oí.
OLIMPIAS
Fía de mí
mayores atrevimientos,
Redondilla
si mayores pueden ser
290
que matar a un Rey tirano.
¿De qué te turbas en vano?
PAUSANIAS
De ver que eres su mujer.
OLIMPIAS
Redondilla
Es verdad; pero celosa,
que, con rigor de la injuria,
295
ya no soy mujer, soy furia;
di que soy mujer furiosa.
Redondilla
Pausanias, no hay que temer,
porque no han hecho los cielos
fuego mayor que en los celos,
300
ni celos como en mujer.
Redondilla
¿Qué te ha hecho este tirano?
PAUSANIAS
Mayor agravio me ha hecho,
porque no me ha satisfecho
del que me hizo un villano.
Redondilla
305
Estoy, Reina, sin honor;
pedí justicia a mi Rey;
pero no es común la ley
donde hay interés o amor.
Redondilla
Atalo me puso al pecho
310
su bastón; Filipo dice
que es justo; yo satisfice
con mi obediencia al derecho
Redondilla
de capitán y de Rey;
mas pues él no me ha vengado,
315
de vasallo ni soldado
no me ha de alcanzar la ley;
Redondilla
Atalo viva; no quiero
de Atalo venganza ya;
Filipo me pagará
320
mi honor.
OLIMPIAS
Redondilla
y ¡por vida de la vida
de Alejandro que te trato
verdad!
PAUSANIAS
Habla con recato;
que si eres de esto servida,
Redondilla
325
presto te daré venganza.
OLIMPIAS
Altos pensamientos tienes:
¿Qué armas traes? ¿Con quién vienes?
OLIMPIAS
330
¿Dejas caballos a punto?
OLIMPIAS
¡Oh, si difunto
le viese! Mas de hablar cesa,
Redondilla
OLIMPIAS
No, no, que no habrá remedio
335
de escaparte, porque en medio
de dos Alejandros viene.
Redondilla
El uno es el Rey de Epiro,
que viene a ser su cuñado,
y el otro mi hijo.
PAUSANIAS
El hado
340
por quien contra el Rey conspiro
Redondilla
me lleva de los cabellos:
¡hoy le tengo de matar!
OLIMPIAS
Pues déjame ir a buscar
a quien te defienda de ellos.
(Vase OLIMPIAS, y salen FILIPO y el REY DE EPIRO, y ALEJANDRO y capitanes.)
FILIPO
Terceto
345
Entre tales columnas, Rey de Epiro,
como dos Alejandros, hijo y yerno,
seguro el templo de mi imperio miro.
REY
Terceto
Guarde, Filipo, Júpiter eterno
tu ilustre vida, y con mayor estado
350
aumente en paz tu cetro y tu gobierno;
Terceto
la gloria de haber sido tu cuñado
tanto crece con ser tu yerno agora,
que nueva vida y nuevo ser me has dado.
Terceto
¡Plegue a Dios que tu espada vencedora
355
vuelva de mil laureles coronada
desde las puertas de la blanca aurora!
FILIPO
Terceto
Si ella volviere a Macedonia honrada,
tuyo será el provecho. ¡Hola, Leonides!
¿En qué se tarda mi Casandra amada?
LEÓNIDES
Terceto
360
Ya viene, gran señor.
PAUSANIAS
¿Por qué me impides,
temor cobarde, de tan alto hecho,
la gloria que ha de dar envidia a Alcides?
Terceto
¿No he de morir? Pues muera satisfecho.
(Dale, y huye.)
ALEJANDRO
¡Oh, cielos, un tirano
365
pasó a mi padre el inocente pecho!
REY
¡Cielos, tan temerario atrevimiento
pudo caber en pensamiento humano!
ALEJANDRO
Terceto
¡Padre! ¡Ah, padre! ¡Ah, señor! Ya en breve aliento,
370
envuelta el alma noble, al cielo parte,
rompiendo alegre la región del viento.
REY
Terceto
Ya tiene igual en sus esferas Marte,
y desde allí, como marcial estrella,
puede, Alejandro su influencia darte.
ALEJANDRO
Endecasílabos sueltos (tirada)
375
Todas mis esperanzas pongo en ella.
Llevad al Rey a Olimpia, capitanes;
arrastrad las banderas y pendones
con que pensaba hacer temblar el Asia;
cubrid las cajas y los blancos yelmos
380
de negro luto, y den común tristeza
con roncas lenguas las trompetas sordas;
decidle que no, voy acompañándole
por no atreverme a resistir sus lágrimas.
(Sale EFESTIÓN.)
EFESTIÓN
Ya queda el temerario mozo muerto,
385
atravesado de diversas lanzas;
ya el alma pertinaz baja al infierno,
y éste es el punto que en la barca pasa.
LEÓNIDES
Iba a tomar un bárbaro caballo,
en que pensó dejar atrás el viento,
390
cuando llegó la lanza de Lisímaco,
que le paso de esotra parte el hierro.
ALEJANDRO
¡Gran Rey habéis perdido, macedonios!
EFESTIÓN
Buen rey nos queda en ti.
REY
Sobrino mío,
bien dice Efestión; tú reina y vive,
395
que ya Filipo es muerto.
ALEJANDRO
Abrid el templo:
daré gracias a Júpiter divino.
(Alcen una cortina, y en un altar esté un ídolo y un braserillo junto a él.)
EFESTIÓN
Aciertas en mostrarte religioso;
que todos los principios favorables
se han de tomar de los divinos dioses.
ALEJANDRO
400
Echarle quiero incienso y ofrecerle
mi corazón en víctima.
REY
Bien haces;
ya sube el humo al cielo.
LEÓNIDES
Espera un poco.
No pongas tanto incienso en el brazero
que aun no has ganado tú la Arabia félix
405
donde se cría.
ALEJANDRO
Para Dios, Leónides,
las manos no han de ser jamás escasas;
podrá ser que, por este incienso, Júpiter
algún día me dé las dos Arabias;
¡Rey, señor, padre, si esta sangre es tuya,
410
iguala mis sucesos con mi ánimo,
que desde aquí voy a ganar el mundo!
ALEJANDRO
Enójanse los dioses
de los hombres parleros e importunos;
cerrad, y vamos donde el Rey de Epiro
415
se case con Casandra, porque luego
quiero embarcarme al Asia.
(Póngale el laurel.)
ALEJANDRO
Primero, amigos, sacaré la espada.
REY
No resplandece más gallardo Marte.
ALEJANDRO
Júpiter reciba
420
vuestros deseos.
(Vanse, y sale CAMPASPE, dama de ALEJANDRO y LISÍMACO.)
CAMPASPE
Redondilla
¿Qué quieres tú que te dé
por las albricias?
LISÍMACO
Si es justo
que yo las pida a mi gusto,
y el tuyo, Campaspe, fue,
Redondilla
425
sólo te quiero pedir
de Alejandro, mi señor,
la gracia.
CAMPASPE
Él te tiene amor;
poco habrá que persuadir.
LISÍMACO
Redondilla
Para mí, ninguna cosa
430
de más valor puede ser.
CAMPASPE
Si hoy llego a ser su mujer,
¿qué mujer fue tan dichosa?
Redondilla
Que ya es Rey, que ya ha llegado
al laurel de mi deseo;
435
por ser mi bien, no lo creo,
capitán, ¿hasme engañado?
LISÍMACO
Redondilla
Júpiter, Campaspe bella,
me fulmine si te engaño.
LISÍMACO
Extraño,
440
o fuerza de alguna estrella.
Redondilla
No le aprovechó venir
de dos Alejandros tales
en medio.
CAMPASPE
Somos mortales:
no hay resistencia al morir.
Redondilla
445
¡Quién le vio ya de partida
para ganar el Oriente,
y ve, Alejandro, tu frente
del mismo laurel ceñida!
Redondilla
No goza el sol ningún hombre
450
hasta la noche seguro;
mas ¿cómo encubrir procuro,
Rey de mi alma, tu nombre?
Redondilla
Vive tú, reina, corona
tu cabeza; el instrumento
455
alabo.
CAMPASPE
Redondilla
que, como a Alejandro adoro,
deseo verle señor
de Macedonia; su amor
460
templa de tu muerte el lloro.
Redondilla
Confieso que me ha causado,
más que pesar, alegría,
porque con la vida mía
tu muerte hubiera comprado.
Redondilla
465
Lisímaco, cierta estoy
que vendré a ser su mujer.
LISÍMACO
Yo no le he visto querer,
no, ¡por la fe de quien soy!
Redondilla
A mujer con tal extremo:
470
eres la vida que vive;
mas a verle te apercibe.
CAMPASPE
Viene el sol, sus rayos temo.
(Sale ALEJANDRO muy galán, con laurel, y EFESTIÓN.)
Redondilla
Mil años gocéis, señor,
de Macedonia el laurel:
475
¡qué bien parecéis con él!
Aumentado habéis mi amor.
Redondilla
No os iguala, mi Alejandro,
con ese bastón famoso,
el vencedor generoso
480
del hijo fuerte de Evandro.
Redondilla
Ni así pareciera Aquiles
sobre Troya airado y fiero,
aunque más le ensalce Homero
en sus conceptos sutiles.
Redondilla
485
Dadme a besar esas manos;
bien sabéis que es justa ley,
mi vida, pues sois mi Rey.
ALEJANDRO
¡Por los cielos soberanos
Redondilla
que si yo te agrado a ti
490
de verde laurel ceñido,
que nunca me has parecido,
Campaspe, tan bella a mí;
Redondilla
y que diera por tener
un retrato, prenda mía,
495
del traje con que este día
mi laurel vienes a ver,
Redondilla
todo este reino heredado!
EFESTIÓN
La alegría siempre aumenta
la hermosura; está contenta
500
de verte el laurel sagrado.
Redondilla
Y baña en claveles rojos
y pura nieve la cara,
y como en mañana clara
relumbra el sol de sus ojos.
CAMPASPE
Redondilla
505
Si de esta suerte os agrado,
hoy me pienso retratar;
que os quiero, Alejandro, dar
de mi alegría un traslado.
ALEJANDRO
Redondilla
De jazmines y claveles
510
a lo menos lo darás;
pues no se dilate más:
¡Hola!
ALEJANDRO
Redondilla
retrate de mi Campaspe
la celestial hermosura,
515
mientras hace su figura
Lisipo en mármol o jaspe.
Redondilla
¡Viven los dioses, que estoy
loco de mirarte así!
Nunca más reinaste en mí
520
que hoy, Campaspe, que Rey soy.
Redondilla
Pedidme todos mercedes,
que a ti no hay más que te dar:
que si en mí puedes reinar,
todo cuanto quieras puedes.
(Salen EFESTIÓN y APELES.)
EFESTIÓN
Redondilla
525
Con tabla, naipe y colores,
Apeles viene a servirte.
ALEJANDRO
Apeles, no hay qué advertirte;
hoy las estrellas, las flores,
Redondilla
pintas al cielo y al suelo,
530
hoy al mismo sol retratas;
tu fama, Apeles, dilatas
con admiración del cielo.
Redondilla
Hoy de la naturaleza
has de ser competidor.
APELES
535
Suspenso estoy, gran señor,
de contemplar su belleza.
Redondilla
Nunca tan pródigo vi
al cielo de su hermosura.
(Siéntense APELES y CAMPASPE.)
APELES
Está la pintura
540
corrida de verse aquí.
Redondilla
Las colores no podrán
competir con las que ven;
el arte y mano también
cobardes de verla están.
Redondilla
545
¡Cielos, pintores divinos!
Es, Prometeo, mi fama,
que os pretendo hurtar la llama:
¡muerto soy! ¡Qué desatinos!
Redondilla
No creo que más turbado
550
con el carro del sol fue
Faetonte, que aquí se ve
mi pensamiento abrasado.
APELES
Digo, señor,
que de una rara figura
555
nadie entiende la hermosura
como un perfecto pintor.
ALEJANDRO
Redondilla
Yo sabré quererla bien
si tú entenderla sabrás.
APELES
Y tú la quisieras más
560
si la entendieras también.
ALEJANDRO
Redondilla
Basta al bien, para quererle,
ser bien si no le entendemos;
que también a Dios queremos
y es imposible entenderle.
APELES
Redondilla
565
Rindo la ignorancia mía;
que ya sé que tu maestro
Aristóteles más diestro
te dejó en filosofía
Redondilla
que en las colores el mío.
570
¡Cielos, no acierto a pintar!
ALEJANDRO
De ver a Apeles turbar
me pesa.
APELES
Redondilla
¿Qué importa poner aquí
toda la fuerza del arte,
575
si está amor por otra parte
haciendo burla de mí?
Redondilla
Pinta tu belleza Apeles
en este naipe, y amor
al alma con tal rigor,
580
que hace las flechas pinceles.
Redondilla
Extraña desdicha ha sido,
que en el que yo vengo a hacer
no te puedas parecer
por lo que me has parecido.
Redondilla
585
Si pinto los ojos, ciego;
si la boca, mudo estoy.
ALEJANDRO
Amigos, perdido soy;
por la luz conozco el fuego.
Redondilla
¡Vive Júpiter sagrado
590
que, de retratar Apeles
a Campaspe, los pinceles
el ciego amor le ha tomado!
Redondilla
Y le ha pintado en su cara
de suerte, que he visto en ella
595
que está muriendo por ella.
ALEJANDRO
De parar y reparar,
he perdido con mirar
600
lo mejor del corazón:
Redondilla
deja, Apeles, el retrato.
APELES
Pues ¿no quieres que le acabe?
APELES
El cielo sabe
que me ha sido el arte ingrato,
Redondilla
605
ciego de tanta hermosura.
ALEJANDRO
Muestra a ver: no le parece;
mas no es mucho si se ofrece
aquí como en niebla obscura;
Redondilla
porque si el alma te viera,
610
adonde la has retratado,
Apeles, con más cuidado,
yo sé que se pareciera.
ALEJANDRO
No me des disculpa
de amar ni de aborrecer;
615
que si culpa puede haber,
yo soy quien tiene la culpa.
Redondilla
Mas porque veas que soy
mejor pintor con el dar
que tú para retratar,
620
el original te doy.
Redondilla
Mira si soy liberal,
y no a tu pincel ingrato,
pues que te pago el retrato
con darte el original.
Redondilla
625
Allá despacio procura
retratarla, que ha de ser
tu mujer.
ALEJANDRO
Redondilla
entre tus cuadros, ¡oh Apeles!
APELES
630
¿Es tu grandeza o es ira?
APELES
Hoy consagro mis pinceles
Redondilla
al templo del dios de amor:
dame esos pies.
ALEJANDRO
La belleza
635
que te he dado es la grandeza
que hasta agora hice mayor;
Redondilla
riquezas y estados di
sin haberlas heredado,
pero el alma no la he dado,
640
Apeles, sino es a ti.
APELES
Redondilla
Fama tus hechos te den
perdurable e inmortal;
nunca he pintado tan mal
ni me han pagado tan bien.
Redondilla
645
Mas yo te juro pintar
un cuadro de aquesta historia,
que al templo de la memoria
sirva de famoso altar.
CAMPASPE
¿No quieres
650
que sienta perderte?
CAMPASPE
Redondilla
mira que sin esto es ley
justísima mi dolor,
655
pues vengo a ser de un pintor
cuando fui reina de un Rey.
ALEJANDRO
Redondilla
Campaspe, mira que el cielo
se agravia, y su mismo autor,
porque fue el primer pintor
660
de la fábrica del suelo
Redondilla
en dar vida, en dar belleza
a las cosas con colores;
mira que son los pintores
segunda naturaleza.
Redondilla
665
De un rey, si tengo valor,
no pudieras tú emplearte
en más elevada parte
que en el alma de un pintor.
Redondilla
Y es justo que te consueles
670
de ver su hermosa figura,
porque se halle tal pintura
sólo en la casa de Apeles.
CAMPASPE
Redondilla
Antes dirá, quien supiere
que fui de un rey macedón,
675
que fue por mi imperfección
cuando en su casa me viere;
Redondilla
que ya no tengo valor,
pues por faltas que me hallaste
a aderezar me enviaste
680
a la casa de un pintor.
ALEJANDRO
Redondilla
Mas antes dirá quien vio
que tu amor me satisfizo,
que si Alejandro te hizo,
Apeles te reparó.
Redondilla
685
Estima el arte divino;
bien casas; tu boda apresta:
ve con Dios.
CAMPASPE
Grandeza es ésta,
mas parece desatino.
APELES
Redondilla
Tú verás presto en mi trato,
690
Campaspe bella, mi amor.
ALEJANDRO
Dile a un pintor
el alma por un retrato.
APELES
Redondilla
Ven, mi Campaspe, y no llores,
aunque es de amor justa ley;
695
que si Alejandro era Rey,
yo soy rey de los pintores.
(Vanse, y salen LEÓNIDES y ATALO, capitanes.)
LEÓNIDES
Octava real
Alejandro en Corinto fue elegido
por general del Asia contra Darío.
ATALO
Parece que comienza a ser temido.
LEÓNIDES
700
A lo menos comienza temerario.
ATALO
Ya, de marciales hábitos vestido
previene el aparato necesario.
ATALO
Aficionada viene:
tal es la fama que en Europa tiene.
Octava real
705
Están por lista ya treinta mil hombres.
LEÓNIDES
Un pecho liberal y generoso
es piedra imán.
(Salen VITELO, villano, y AMINTA, dama, en hábito de soldado.)
AMINTA
Camina y no te asombres;
que no has de ser soldado y temeroso.
VITELO
Contento voy de que soldado nombres
710
un villano que ayer, tan perezoso,
los bueyes de su arado iba siguiendo,
y de sudor la tierra humedeciendo.
Octava real
¿Por quién preguntaremos?
AMINTA
Éstos creo,
Vitelo, que serán los capitanes.
VITELO
715
¿Quién es aquí Alejandro?, que deseo
servirle.
VITELO
Si yo me veo
una vez con aquestos tafetanes,
a fe que han de saber los de mi tierra
720
lo que medran los buenos en la guerra.
ATALO
Endecasílabos sueltos (tirada)
Amigos, Alejandro está en palacio:
si os queréis alistar, venid conmigo;
mas vos, ¿cómo vinisteis de esta suerte,
que el traje que traéis no es de soldado,
725
sino el que trae el que traéis al lado?
VITELO
Romance (tirada)
En los montes de Corinto
guardaba cabras, señor,
tan pocas que para ciento
faltaban noventa y dos.
730
Vestíame en el invierno
de los copos de algodón
que descuelga de las nubes
el viento, murmurador.
Y en el ardiente verano,
735
de los enojos del sol,
haciendo cama la hierba
sobre alfombras de color.
Con poco trigo sembrado
tenía, gracias a Dios,
740
para cinco tiernos niños
y un ángel que los parió.
Vino por aquella tierra
un envidioso pastor,
que al buen amo que tenía
745
mis amores le contó.
Quitóme mis prendas caras,
pedazos del corazón,
y enviólas a otra tierra:
lloran ellas, muere, yo.
750
Quedé como en verde chopo
querelloso ruiseñor,
cuando le comió los pollos
de su nido pardo halcón.
Lloré soledades tristes,
755
canté endechas de dolor,
como pajarillo en jaula,
y cautivo en la prisión.
Maldije mis enemigos,
pero no me aprovechó;
760
que nadie sintió mis males,
sino quien supo de amor.
Faltaban horas al tiempo,
sobraban a mi dolor,
porque menguaban los ríos,
765
y los de mis ojos no.
En medio de estas desdichas,
donde sin remedio estoy,
por mi cabaña una noche
este mancebo pasó.
770
No le di el faisán preciado,
ni el vino espirando olor;
no sábanas que amortajan
al avariento señor.
Dile en la tejida encella
775
el cándido naterón,
miel virgen en su alcornoque,
blanco pan, que allí nació;
la cama de pieles blancas,
donde algunas veces yo
780
no tuve envidia a los reyes
y me envidiara el mayor.
Contóme como pasaba
Alejandro macedón
a la conquista del Asia;
785
y aunque humilde labrador,
vengo a servir de soldado,
por no ver con ambición
los tántalos de su hacienda,
los sabios de su opinión,
790
la infamia en camas de seda,
la virtud en un rincón;
en las mujeres el oro,
en los hombres el dolor,
oprimida la verdad,
795
levantada la traición;
la ciencia en los hospitales,
los necios llenos de honor,
los amigos, todos falsos;
y por eso, huyendo voy
800
adonde muera sabiendo
la mano que me mató.
LEÓNIDES
Redondilla
¿Qué te parece el villano?
ATALO
Habla en sus desdichas bien.
AMINTA
Mi vida os diera también,
805
aunque los contara en vano,
Redondilla
notable contento y gusto;
mas viene el Rey.
ATALO
Ven conmigo;
que quiero hacerte mi amigo
aunque labrador robusto.
VITELO
Redondilla
810
Dadme, os suplico, una espada.
Veréis el hombre que soy.
(Vanse ATALO y VITELO.)
LEÓNIDES
A solas contigo estoy;
¿eres mujer?
AMINTA
¿No asiento con aire el pie?
Redondilla
¿No piso con bizarría?
¿Tengo afeminada voz?
820
¿Piensas que en hablar feroz
consiste la valentía?
Redondilla
Pues hombre soy, tan valiente,
aunque me miras burlando,
que puedo solo, luchando,
825
cansar diez hombres, y aun veinte.
LEÓNIDES
Redondilla
Ahora bien, en la ocasión
sabremos presto quién eres.
AMINTA
¡Qué mal pueden las mujeres
encubrir su imperfección!
Redondilla
830
De Alejandro enamorada,
vengo en el traje en que estoy.
(Salen ALEJANDRO, EFESTIÓN y LISÍMACO.)
ALEJANDRO
Muchacho dicen que soy:
veinte años tiene mi espada;
Redondilla
yo, otros veinte; luego ya,
835
si hay entre los dos cuarenta,
podremos dar buena cuenta
de lo que a mi cargo está.
EFESTIÓN
Redondilla
Demóstenes, como sabes,
gran retórico de Tebas,
840
es autor de aquestas nuevas,
que con palabras süaves
Redondilla
se ha mostrado a la ciudad,
contra tu honor, elocuente.
ALEJANDRO
Castigaré prestamente
845
su opinión con mi verdad.
LISÍMACO
Redondilla
Otros dicen que eres muerto,
y tus capitanes matan.
ALEJANDRO
¡Qué bien los griegos nos tratan!
ATALO
Está todo el mundo incierto
Redondilla
850
de la esperanza que das.
ALEJANDRO
Atalo, si se ha de poder
algo en el mundo, ha de ser
con la presteza no más;
Redondilla
yo iré con tanta, que vea
855
el retórico hablador
que, aunque mozo, tengo honor;
y porque más presto sea,
Redondilla
a media noche saldré
de la ciudad donde estoy.
ALEJANDRO
A fe de quien soy
que no meta en cama el pie;
Redondilla
dame, amigo Efestión,
esa bola de metal.
ATALO
¿Para qué es invención tal?
ALEJANDRO
865
He hecho aquesta invención
Redondilla
para tenerla en la mano,
mientras duermo, de esta suerte,
porque al caer me despierte.
ATALO
¿Sueño quieres tan liviano?
ALEJANDRO
Redondilla
870
En el rey y el capitán,
ha de ser el sueño así;
dejadme un momento aquí:
¡Qué soldado tan galán!
Redondilla
AMINTA
Quieres dormir,
875
y quiérote yo despierto.
ALEJANDRO
Que no dormiré te advierto.
AMINTA
Redondilla
delante de tanta gente;
cosa soy que hizo acaso
880
la naturaleza.
ALEJANDRO
Paso,
que te entiendo llanamente.
(Vanse los capitanes.)
Redondilla
Nunca el hombre quiere hacer
lo que no es su semejante;
término, ha sido elegante,
885
conozco que eres mujer.
Redondilla
Venme a ver cuando quisieres;
que en tiempo que con rigor
da cuidado el santo honor,
no han de ocuparle mujeres.
(Vase AMINTA; siéntase ALEJANDRO en una silla con la bola en la mano.)
ALEJANDRO
Redondilla
890
[-oi]
Ven, sueño, y no te detengas,
que has de volver cuando vengas;
bien ves la priesa en que estoy.
(Duérmese, y entra VITELO ya de soldado gracioso, con cuera, plumas y espada.)
VITELO
Redondilla
Hasta su mismo aposento
895
de Alejandro pude entrar:
que en no se mandar guardar
conozco su pensamiento.
Redondilla
Vengo en traje de soldado
a que me conozca el Rey;
900
conocer es justa ley
el que es dueño al que es criado.
Redondilla
Quiero saber por quién voy
a matar persas, y es bien
que conozca el Rey también
905
quién le sirve, pues yo soy.
Redondilla
Él está aquí, ¡santo cielo!
¡Sí duerme, durmiendo está!
¡Que éste es aquel de quien ya
tiembla lo mejor del suelo!
Redondilla
910
¿Qué puede significar
dormir este espanto humano
con una bola en la mano?
¿Si me la quiere tirar?
Redondilla
Sin duda la tiene así
915
para tirársela a quien
le despertare.
(Cáesele la bola, y despierta.)
ALEJANDRO
Redondilla
¡Hércules divino, aguarda!
¿Eres tú?
ALEJANDRO
920
¡Criados! ¡Hola, Antenor!
¿No hay un hombre de mi guarda?
Redondilla
¡Leónides, Efestión,
venid, porque os cause espanto:
veréis a Hércules santo,
925
el hijo de Anfitrión!
VITELO
Redondilla
Señor, yo soy un soldado
que a servirte vengo aquí.
ALEJANDRO
¿Cómo o por dónde has entrado?
VITELO
Redondilla
930
Todos estaban durmiendo,
ninguno me resistió.
ALEJANDRO
¡Ay, cielos, que ya os entiendo!
Redondilla
En sueños estaba hablando
935
con Hércules, y él me envía
quien me despierte; que el día
se viene ya declarando.
Redondilla
Sígueme, cualquier que seas;
toca al arma.
ALEJANDRO
¿Te vas? ¡Yo haré que me veas!
(Vanse, y sale DIÓGENES vestido como salvaje, de pellejos, con una escudilla.)
DIÓGENES
Canción (canzone)
Puro, divino cielo,
libro donde se escribe
la más alta y mejor sabiduría,
945
al engañado suelo
otras letras prohíbe
de las que en ti se ven la noche y día.
La divina armonía
de tus esferas miro,
950
tu sol, luna y estrellas,
leyendo siempre en ellas
la omnipotencia de tu autor, que admiro,
pues todo cuanto encierra
influyen a los hombres en la tierra.
Canción (canzone)
955
¡Oh campos generosos,
que con abierta mano
me sustentáis de frutos diferentes;
jardines siempre hermosos
para el regalo humano,
960
cubiertos de esos techos transparentes!
A vos, hermosas fuentes,
vengo con sed agora;
no traigo vasos de oro,
[-oro]
965
que el barro humilde esmalta y sobredora;
que en barro a beber viene
quien es de barro y de quebrarse tiene.
Canción (canzone)
Vivan los altos reyes
de púrpura vestidos;
970
mortales son: no tengo que envidiallos:
hagan, deroguen leyes,
y tengan oprimidos
reinos, provincias, mares y vasallos;
sin armas, sin caballos,
975
en estas soledades
fui señor de mí mismo,
del mar, del hondo abismo,
pirámides, palacios y ciudades;
que, aunque aforismo fuerte,
980
no hay tal filosofar como en la muerte.
(Sale un CORREO.)
CORREO
Romance (tirada)
Con una carta de Antígono
vengo con notable priesa
a dar aviso a Alejandro
de la libertad de Tebas.
985
Sed me aprieta: ¡oh fuente clara!,
de limpios cristales hecha,
en ti me echaré de pechos.
DIÓGENES
¿Es posible que éste beba
sin vaso, y que traiga yo
990
esta escudilla? ¿Hay simpleza
como la mía? ¿Yo soy
el filósofo de Grecia?
¡Vive Dios que he de quebrarla,
y beber como éste en ella!
CORREO
995
Ya he bebido y refrescado
el cuerpo. ¿Eres hombre o piedra?
¿Cuánto habrá de aquí a Corinto?
DIÓGENES
Habrá media legua apenas.
(Vase el CORREO.)
DIÓGENES
Guárdete el cielo,
1000
maestro, pues hoy me enseñas
a beber sin otra ayuda.
¡Oh sabia naturaleza!
Cajas siento, y cerca están;
sin duda es gente de guerra;
1005
dichoso el que vive en paz;
dadme asiento, humilde cueva.
(Suenan cajas; salga toda la gente y ALEJANDRO detrás.)
ALEJANDRO
Antes que me aleje más,
por honra de tanta ciencia,
quiero a Diógenes ver.
EFESTIÓN
1010
Aquí está entre aquestas peñas.
ALEJANDRO
Pues Diógenes amigo,
sabiendo que voy a Tebas,
no has venido a visitarme;
¿aún no merezco respuesta?
1015
¿Quieres algo en mi partida
de lo poco que me queda?
Que hoy he dado a mis soldados
mi patrimonio y herencia.
Todos van enriquecidos
1020
de oro, joyas, plata y piedras.
¿Quieres algo?
DIÓGENES
Que te quites
de este sol que me calienta;
que no me lo puedes dar
aunque Rey del mundo seas,
1025
porque es Dios quien me le envía.
LEÓNIDES
¿Ésta es la gloria de Atenas?
ALEJANDRO
No murmuréis de sus letras,
porque en despreciarlo todo
1030
su divina virtud muestra,
y de no ser Alejandro,
ser Diógenes quisiera;
él se va; marchad, soldados;
que larga jornada espera,
1035
que voy a ganar el mundo.
AMINTA
Pues camarada, ¿qué llevas?
AMINTA
Esta siesta,
y vi en él un gran milagro:
1040
que el sudor de su cabeza
era como mirra y ámbar.
AMINTA
¡Cielos, el alma me lleva!
Acto II
Salen DARÍO, Rey de los persas, MENÓN, TELEO y soldados.
DARÍO
Quintilla
¿Que se atreverá, Menón,
ese Alejandro a pasar
al Asia?
MENÓN
De la opinión
1050
que ya empieza a ganar
podrás saber la razón.
DARÍO
Quintilla
¡Por Júpiter, que estoy loco
si son ciertas esas nuevas!
[...]
1055
[...]
[...]
MENÓN
Quintilla
Tan ciertas, que yacen muertos
noventa mil hombres ya,
que estaban de verle inciertos.
DARÍO
1060
Y ¿dónde dicen que está?
MENÓN
Muy cerca de nuestros puertos;
Quintilla
que los esclavos vendió,
y a sus soldados les dió
todo aquel grande tesoro;
1065
que a precio de plata y oro
sus voluntades compró;
Quintilla
los que de su poca edad
se burlaban, ya le nombran
incendio, rayo y deidad.
DARÍO
1070
Son griegos los que se asombran
de esa vil temeridad.
Quintilla
No somos así los persas;
son nuevas esas fortunas,
comienzan veces diversas
1075
a ser prósperas algunas
para acabar en adversas.
Quintilla
Como eres griego, Menón,
alabas al Macedón.
MENÓN
Griego soy, más su contrario
1080
después que te sirvo, Darío,
con la lealtad que es razón.
Quintilla
Y con ella no cumpliera
cuando aquí no te avisara
que dejes la guerra fiera
1085
con Alejandro.
MENÓN
Advierte
que ese mancebo orgulloso
viene en hombros de la suerte.
DARÍO
1090
Si es Alejandro dichoso,
yo soy, Menón, rico y fuerte;
Quintilla
estorba luego su entrada
en Asia desde este puerto.
MENÓN
Ésta es mi vida y mi espada.
DARÍO
1095
Parte con gente, encubierto,
animosa y bien armada,
Quintilla
y ese muchacho atrevido
envíamele azotado
luego que le hayas vencido.
MENÓN
1100
No será poco cuidado
si el paso a Alejandro impido;
Quintilla
vaya Vuestra Majestad
seguro de mi deseo.
DARÍO
Ea, soldados, marchad,
1105
que ya a vuestras plantas veo
su loca temeridad.
Quintilla
Decid a ese temerario
mozuelo, atrevido, ciego,
arrogante, loco y vario,
1110
para que se rinda luego,
que sois la gente de Darío.
(Vase.)
MENÓN
Quintilla
¡Qué fácil le ha parecido
el rendir este mancebo!
TELEO
También tú, Menón, has sido,
1115
siendo su nombre tan nuevo
y apenas del Asia oído,
Quintilla
MENÓN
¿Quién te mete a ti, soldado
de la guerra, en los consejos
1120
donde no hablan los viejos
y viene el Rey engañado?
TELEO
Quintilla
La razón de ver que asombres,
con Alejandro y sus viles
soldados, tan fuertes hombres.
1125
¿Qué Héctor, qué Eneas, qué Aquiles,
para que a Darío le nombres?
Quintilla
Es un muchacho liviano,
cuyas grandezas fingidas
ocupan al viento vano.
MENÓN
Quintilla
¡Detener! con esta daga
detendré tu injusta mengua.
MENÓN
No te doy paga
1135
para que diga la lengua
lo que la espada no haga.
Quintilla
Si eres a Darío fiel,
sirve de otra suerte a Darío;
que no llevas sueldo dél
1140
por decir mal del contrario,
mas por pelear con él.
Quintilla
Ea, soldados; si es justo
obedecer, alto al puerto,
contra el Macedón robusto
1145
buen ánimo, aunque os advierto
de que no voy con mi gusto.
Quintilla
Llámele Darío, mozuelo;
que, aunque llevamos ventaja
en gente, en armas y en celo,
1150
yo pienso que al Asia baja
el mayor rayo del cielo.
(Vanse.)
(Dentro.)
Endecasílabos sueltos (tirada)
¿Tierra, tierra, soldados; ésta es Asia,
tercera parte, y la mayor, del mundo!
TODOS
¡Tierra, tierra, desata esos barcones!
1155
¡Acosta, llega!
(Véase ALEJANDRO armado, en una proa de una nave, de pie, con una lanza en la mano.)
ALEJANDRO
Nadie tome tierra,
soldados, antes que desde esta nave
Alejandro la hable y desafíe;
ni salte en ella, pena de la vida,
antes que yo, ninguno.
(Dentro.)
¡Hola, soldados!
1160
Vaya pasando la palabra a todos:
que nadie sea osado a tomar tierra
primero que Alejandro.
ALEJANDRO
Aquesta lanza,
Asia enemiga, por señal que vengo
a hacerte guerra, de esta suerte arrojo
1165
desde mi nave, porque en ningún tiempo
digas que me acogiste y te doy guerra.
(Tira la lanza y quitase.)
(Dentro.)
EFESTIÓN
Ya la tierra ha sentido de Alejandro,
antes que el pie, las armas; ya no puede
quejarse de que fue huésped ingrato.
1170
¡Hola, acostá esas barcas, echad planchas,
guarnid esos montones, poned cuerdas;
guindemos lo primero los caballos!
(Dentro.)
(Dentro.)
(Dentro.)
LISÍMACO
Pues si no hay guerra,
¡acosta, acosta; salta; tierra, tierra!
(Sale ALEJANDRO solo.)
ALEJANDRO
Redondilla
1175
Puesto que salgo del mar,
no te beso, madre amada,
que era traición si mi espada
hoy te viene a ensangrentar;
Redondilla
no dirás que entro a engañarte,
1180
pues desde el mar, madre tierra,
te notifiqué la guerra
que Alejandro viene a darte.
Redondilla
No dirás que te pisé
huésped, y que fui traidor,
1185
pues que fue mi embajador
la lanza que te arrojé.
Redondilla
Como me has visto saltar
en ti del mar el primero,
cree que seré el postrero
1190
que vuelva después al mar.
Redondilla
Ya sale toda mi gente;
Asia, tiembla; que ha salido
del mar el fuego, encendido
que ha de abrasar el Oriente.
(Salen todos los que puedan del ejército de ALEJANDRO, EFESTIÓN, LEÓNIDES, AMINTA, con su hábito de hombre, y VITELO.)
EFESTIÓN
Redondilla
1195
Danos a besar los pies.
ALEJANDRO
Haberme los pies besado
con que hoy el Asia he pisado,
agüero de imperio es.
Redondilla
Alzaos todos; pues, Aminta,
1200
¿vienes buena?
AMINTA
Y de tal suerte,
que triunfando de la muerte
hoy el corazón me pinta;
Redondilla
no traes soldado aquí
que tenga más corazón.
ALEJANDRO
1205
Efectos, Aminta, son
de los brazos que te di.
Redondilla
Quien a Alejandro se llega,
participa su valor;
que el valor es como olor,
1210
que adonde toca se pega.
Redondilla
Pues, amigo Efestión,
ya estamos en Asia, ya
Alejandro en Asia está,
¿qué te dice el corazón?
EFESTIÓN
Redondilla
1215
Que tu valor y ventura,
del mundo te harán señor.
ALEJANDRO
Mucho el celestial valor
tan grande empresa asegura;
Redondilla
la parte que tengo humana,
1220
es de Alcides; la divina,
de Júpiter, que me inclina
a empresa tan soberana.
Redondilla
Todos sabéis que soy dios
igual al que rige el suelo;
1225
que este imperio y el del cielo
tenemos entre los dos.
Redondilla
Del mundo seré señor;
y si mi padre no fuera,
no sé si el cielo estuviera
1230
seguro de mi valor.
(Salen VITELO y ARIOBARZANO, persa.)
VITELO
Redondilla
Aunque el más humilde y roto
de los que en tu campo vienen,
y en la guerra y la paz tienen
para tus consejos voto,
Redondilla
1235
soy el primero que preso
te traigo en Asia un persiano.
ALEJANDRO
No te has alabado en vano:
la obligación te confieso.
Redondilla
VITELO
Venía
1240
por esas peñas al mar,
codicioso de mirar
tu armada.
VITELO
Redondilla
Derribéle de un flechazo
el caballo, y cayó en tierra,
1245
y después en buena guerra,
cuerpo a cuerpo, brazo a brazo.
ALEJANDRO
Redondilla
Hombre fuiste de valor,
que el persa lo muestra en sí;
yo me serviré de ti
1250
en ocasiones de honor:
Redondilla
denle treinta mil ducados.
VITELO
No tengo en qué los llevar,
pero quiérotelos dar
a cambio, señor, prestados,
Redondilla
1255
para que cuando volvamos
a la patria me los des.
ALEJANDRO
¿Qué quieres por su interés
cuando a Macedonia vamos?
VITELO
Redondilla
Sólo que digas que fui
1260
quien dineros te prestó.
ALEJANDRO
Sí haré, si dices que yo
fui quien los mismos te di.
Redondilla
Di, persa, ¿está lejos Darío?
ARIOBARZANO
Cerca, y más cerca Menón.
ARIOBARZANO
Un griego de nación,
capitán de tu contrario.
ARIOBARZANO
Junto a un río
que por fuerza has de pasar.
ARIOBARZANO
1270
Ya lo verás en su brío;
Redondilla
aunque a Darío, aconsejó
que a Macedonia enviase
su armada y te molestase,
y el persa no lo creyó
Redondilla
1275
forzado de la arrogancia
de su gente.
ALEJANDRO
¿Contra mí
tienen arrogancia?
ARIOBARZANO
Sí,
y esperanza de ganancia.
Redondilla
Y agora que yo te veo
1280
tan mozo, estoy por pensar
que te debe de engañar,
más que el valor, el deseo.
Redondilla
Para decir a una dama
requiebros, estás galán,
1285
mas no para capitán
que emprende tan alta fama.
Redondilla
¿Es posible que en tus años
han cabido pensamientos
de tantos atrevimientos?
1290
¡Ay de tus locos engaños!
Redondilla
¿Quieres oír de qué suerte
camina Darío?
ALEJANDRO
Haz cuenta que yo
soy este mármol.
ARIOBARZANO
Romance (tirada)
1295
El fuego sacro, inmortal,
viene delante en braseros,
rodeado de los magos,
que vienen cantando versos.
Tras él, de color vestidos,
1300
vienen trescientos mancebos,
y sesenta y cinco más,
porque significan éstos
los días que tiene el año.
Un carro triunfal tras ellos,
1305
a Júpiter consagrado,
y un caballo, cuyo freno,
dedicado al sol, se precia
en igual valor que un reino.
A éste siguen doce carros
1310
de plata y oro cubiertos,
regidos con varas de oro
de sus aurigas soberbios.
Luego la caballería
de doce naciones, puestos
1315
en orden con varias armas,
plumas y trajes diversos.
A éstos siguiendo vienen
diez mil de a caballo luego,
que llaman los inmortales.
ARIOBARZANO
Porque, en muriendo
uno de ellos peleando,
se arroja el otro tan presto,
que no hace falta su vida,
y así están siempre viviendo;
1325
todos ellos llevan ropas
de brocado, y todos éstos
guarniciones de oro y perlas,
y collares de oro al cuello.
Luego vienen los parientes
1330
de Darío, persas y medos,
que son hasta quince mil.
ARIOBARZANO
Decirte de éstos el traje
es imposible, mas puedo
1335
asegurarte que al sol
le pueden servir de espejo;
piedras y telas que visten
le desafían ardiendo;
las piedras vencen sus rayos,
1340
las telas a sus cabellos.
Luego vienen los que traen
todos los vestidos regios,
en maletas de brocado
cordones de aljófar llenos.
1345
Tras éstos camina Darío
en un carro, donde creo
que, sin poderse vencer,
arte y poder compitieron.
Sobre diez caballos blancos
1350
un yugo de piedras hecho,
donde hay diamantes tan grandes
que es locura encarecellos;
sobre él dos estatuas de oro,
la Guerra y la Paz, y en medio,
1355
con una imperial corona,
el águila de su imperio.
Doscientos hombres le cercan
de sus más cercanos deudos,
cuyos sayos persas cubren
1360
soles de perlas a trechos.
Con éstos viene la guarda
de catorce mil piqueros
con las picas plateadas
y de oro puro los hierros.
1365
Luego treinta mil soldados
cierran todo el rico ejército,
formando un jardín las plumas
sobre las alas del viento.
Luego, quinientos caballos
1370
conducidos de los frenos,
con otros tantos criados
vestidos de blanco y negro.
En medio, de otro escuadrón
viene un carro y tronco excelso
1375
con Sisigamba, la madre
de Darío, en un rico asiento.
En otro sus bellas hijas
y su mujer, y en doscientos
caballos mansos sus damas,
1380
hermosas por todo extremo.
Luego los hijos de Darío,
sus amas y amos con ellos,
y los eunucos, vestidos
de carmesí terciopelo,
1385
guardan trescientas mujeres
amigas del Rey.
ALEJANDRO
Trofeos
de capitán valeroso.
ARIOBARZANO
Luego, en seiscientos camellos
y mil acémilas, viene
1390
el tesoro, en cuyo cerco
vienen treinta compañías
de caballos y de arqueros.
Tras esto vienen las damas
y mujeres de los deudos
1395
del Rey, y luego el bagaje,
criados y vivanderos,
con la retaguardia, a quien
treinta capitanes medos
gobiernan con sus banderas,
1400
no menos ricos y diestros.
De esta suerte marcha Darío;
mira, ambicioso mancebo,
contra quién pasas al Asia,
desnudo, pobre y soberbio.
ALEJANDRO
Octava real
1405
Soldados, no diréis que os engañaba;
haced fiestas, soldados; la riqueza
que os prometí cuando en la mar entraba
os trae Darío, y con mayor grandeza.
Mirad qué de oro y plata os esperaba,
1410
guardado del temor y la belleza
de un campo de mujeres, y que todas
no van a guerra, no, que van a bodas.
Octava real
¡Oh, buen persiano, vete libremente!
Mas ¿qué te podré dar de albricias? Dudo.
1415
Dadle el laurel más rico de mi frente,
aunque dice que estoy pobre y desnudo
en ella, y dos diamantes que el Oriente
no vio valor igual, ni el sol les pudo
dar mayor luz, no, haciéndolos del fuego
1420
con que a los que le miran deja ciego;
Octava real
dadle el mejor caballo y diez soldados
que le acompañen.
ALEJANDRO
Aguarda, ¡por los dioses consagrados!
que con ese temor mi vituperas.
1425
Dime quién eres.
ARIOBARZANO
No por tus soldados,
que enriquecer de nuestra plata esperas,
dejaré de decirlo, pues me obliga
tu generoso pecho a que lo diga;
Octava real
mas si lo digo, cierto estoy que luego
1430
seré preso de ti.
ALEJANDRO
Dilo, persiano;
que yo soy Alejandro: habla te ruego.
ARIOBARZANO
Yo soy, Rey macedón, Ariobarzano;
hijo de Darío soy, que vine ciego,
por afición, a tu gallarda mano:
1435
los deseos de verte me han traído
donde de este soldado fui vencido.
Octava real
Mi padre, con la gente y la riqueza
que te digo, te espera, aunque primero
Menón, griego de insigne fortaleza.
ALEJANDRO
1440
Dame esos brazos, abrazarte quiero:
¡vive el cielo, que envidio la grandeza
con que has fiado, ilustre caballero,
tu nombre, tu valor, a un enemigo
que desde agora llamarás tu amigo!
Octava real
1445
Si te di libertad sin conocerte,
mejor agora, y este anillo mío.
ARIOBARZANO
Recíbolo, por prendas de quererte;
y ¡por el claro, sol, que al padre mío
tengo de dar con estos brazos muerte
1450
para darte de Persia el señorío!
(Vase.)
ALEJANDRO
Bárbaro, en fin; alegre estoy, ¡por Marte!
Endecasílabos sueltos (tirada)
Ea, soldados, que Menón espera;
venzamos éste, y demos sobre Darío.
LEÓNIDES
1455
¡Por Júpiter, que es mozo temerario!
Antes que saques la temida espada,
visita el templo de la gran Minerva.
LEÓNIDES
Ya están, señor, a tu grandeza abiertas.
(Sobre un altar se ve a una mujer en forma de la diosa, con un arnés y un morrión, su lanza en la mano, y en la otra un escudo.)
ALEJANDRO
Redondilla
1460
Minerva, querida hermana,
mi viaje empieza aquí;
la divina que hay en ti,
ayude mi parte humana.
Redondilla
Hijo de Júpiter soy;
1465
alarga ese fuerte escudo
con quien tanto el griego pudo;
que la palabra te doy
Redondilla
de no te le hacer cobarde.
AMINTA
No tomes nada a la diosa;
1470
por menos la belicosa
Grecia tomó a Troya tarde.
Redondilla
¿No te acuerdas de la cierva?
ALEJANDRO
No se le quiero tomar,
que los dioses saben dar;
1475
dámele, hermosa Minerva.
(Alargue la diosa el escudo, y désele.)
Redondilla
Soldados, notable agüero
de nuestra felicidad:
dióme el escudo; marchad,
mía es el Asia. ¿Qué espero?
Redondilla
1480
Ven, Aminta, y no te asombres.
EFESTIÓN
Hasta con los dioses tiene
ventura.
(Vanse, y sale ROJANE, amazona, vestido corto, muchas plumas, daga y espada, y otras dos con ella al mismo traje, TAMIRA y LISANDRA.)
ROJANE
Redondilla
¿Con esta carta te envía?
TAMIRA
1485
Ésta, señora, me ha dado.
ROJANE
No debe de haber hallado
lo que por ti le pedía.
LISANDRA
Redondilla
Lee la carta, y sabrás,
Rojane, la causa.
ROJANE
Creo
1490
que lo fue ser mi deseo
menos cierto cuando es más.
Redondilla
TAMIRA
Fui
de Arsaces bien recibida.
ROJANE
Y ¿suénase la venida
1495
del gran Alejandro?
TAMIRA
Redondilla
ya está en Asia, y tomó tierra
junto a Propontis y Troya.
ROJANE
Toma, ¡oh, Tamira!, esta joya.
TAMIRA
¿Albricias temiendo guerra?
ROJANE
Redondilla
1500
¡Ay, amigas, tiempo es ya
que sepáis mi atrevimiento!
Ningún mortal pensamiento
seguro de amor está.
Redondilla
La fama de este mancebo
1505
por mis oídos entró
al alma, donde estampó
este Aquiles, este Febo.
Redondilla
Yo, de sus hechos vencida,
quise las señas saber
1510
de su persona, y poner
adonde el alma la vida,
Redondilla
si conformaba su talle
con su nombre generoso,
para que este mi amoroso
1515
deseo fuese a buscalle,
Redondilla
y tuviese un hijo de él,
como es costumbre amazona.
TAMIRA
Y señas de su persona
no pueden, Reina, caber
Redondilla
1520
en el pliego que te he dado.
(Abre la carta.)
LISANDRA
Aún no tienen veintitrés
años tanta valentía.
TAMIRA
Redondilla
Veinte dice en letras griegas.
LISANDRA
¡Bello rostro, hermoso mozo!
ROJANE
1530
Es en los hombres el bozo,
si a considerarlos llegas,
Redondilla
como en el árbol la flor:
la barba, el fruto; las canas,
las ramas secas, cercanas
1535
del frío invierno al rigor.
Redondilla
Árbol florido es agora
Alejandro.
TAMIRA
Si has de ser
de un hombre mortal mujer,
¿qué es lo que aguardas, señora?
Redondilla
1540
Si has de tener hijos ya,
¿de quién serán más valientes,
ni más hermosos?
LISANDRA
Que intentes
buscarle en razón está.
ROJANE
Redondilla
De manera me ocupé,
1545
Lisandra, en mirarle aquí,
que la carta no leí,
ni letra apenas miré.
Redondilla
Dadme licencia, retrato
de un hombre que es sol, que es Dios,
1550
para que pueda sin vos
estar este breve rato.
Redondilla
¿Qué decís? Dice que sí;
parece que hablando está.
ROJANE
1555
Vivo está, pues vive en mí.
(Lee así:)
Redondilla
«Tantos retratos había
de Alejandro en toda Grecia,
por lo que ya el mundo precia
su grandeza y valentía,
Redondilla
1560
que muchos malos pintores
le retrataban, por ver
que ganaban de comer
con el nombre y los colores.
Redondilla
Y así, Alejandro mandó
1565
dar licencia sólo a Apeles,
de cuyos raros pinceles
este retrato salió.
Redondilla
Para sacarle de Darío,
que le quiso conocer,
1570
tú puedes echar de ver
lo que ha sido necesario.
Redondilla
Haz cuenta que viendo estás
su rostro, porque es pincel,
que dice el arte que en él
1575
no puede alcanzarse más.
Redondilla
Porque en sus colores mengua,
y todos le dan la palma,
es ése el rostro; que el alma
se ha de pintar con la lengua.
Redondilla
1580
De la cual sólo diré,
ya que en lo imposible toco,
que el mundo parece poco
para estampa de su pie.»
Redondilla
LISANDRA
Que la fama
1585
no ha sido en esto parlera.
ROJANE
¡Oh, espejo en quien reverbera
del sol del alma la llama!
Redondilla
¡Oh, imagen de aquel valor
de quien ya tiembla la tierra,
1590
nuevo dios Marte en la guerra,
nuevo Cupido en amor!
Redondilla
¡Oh, mancebo generoso,
a quien ya la envidia tira
rayos de venganza e ira,
1595
guárdete el cielo piadoso!
Redondilla
Que primero que te acabe
tu misma virtud, diré
dónde te retrataré
sin ser yo pintor tan grave.
Redondilla
1600
Haya sucesión de ti
en retratos verdaderos,
y sean de los primeros
los que has de tener en mí.
Redondilla
Vamos, Lisandra, Tamira,
1605
vamos a ver el mancebo
más bello que ha visto Febo
en cuantas naciones mira.
TAMIRA
Redondilla
¿Determínaste a que sea
Alejandro el que te goce?
ROJANE
1610
Pues ¿cuál hombre se conoce
que tantas glorias posea?
Redondilla
Si nuestro reino amazón
ha de ir, Tamira, en aumento,
no hemos de pedir al viento
1615
la humana generación.
Redondilla
Esposo ha de haber; pues ¿quién
cómo Alejandro será,
que rindiendo el mundo está?
LISANDRA
Con razón le quieres bien;
Redondilla
1620
y pues hijos es forzoso
que procures, de ninguno
como de Alejandro.
ROJANE
A Juno
pudiera servir de esposo.
Redondilla
Vamos, que en mil causas fundo
1625
mi amor.
ROJANE
¿Por qué no me ha de rendir
hombre que sujeta el mundo?
(Váyanse, y entre ALEJANDRO con toda su gente después de haber tocado una caja.)
ALEJANDRO
Redondilla
¿Aquí me decís que está
el gran sepulcro de Aquiles?
EFESTIÓN
1630
Porque su fama aniquiles,
mira sus cenizas ya.
ALEJANDRO
Redondilla
¡Ojalá de ellas pudiera
ser fénix!
EFESTIÓN
¡Bravo blasón
del griego!
ALEJANDRO
En mi condición
1635
será la humildad primera.
Redondilla
(Véase un sepulcro.)
ALEJANDRO
¡Oh, mancebo, generoso!
no envidio el ver que famoso
pusiste a Troya a tus pies;
Redondilla
1640
no envidio que a Héctor dieses
la muerte, ni tus hazañas,
ni que en naciones extrañas
gloriosa tu espada hicieses.
Redondilla
Envidio que hayas tenido
1645
aquel divino poeta
Homero, a quien no sujeta
tiempo, envidia, muerte, olvido,
Redondilla
por coronista famoso,
pues con su verso divino
1650
a hacer inmortales vino
tu fama y nombre dichoso.
ALEJANDRO
¿No he de llorar?
Por más que Aquiles hiciera,
si Homero no lo escribiera,
1655
ya se empezará a olvidar.
Redondilla
Y de aquí a un siglo presumo
que no hubiera de él memoria,
porque tanta fama y gloria
debe su espada a su pluma.
Redondilla
1660
Dadme esas flores, que quiero
cubrir el sepulcro adonde
el tiempo veloz esconde
tan gallardo caballero.
Redondilla
Coronad con esos ramos,
1665
soldado, al grande Aquiles;
que no son envidias viles
éstas con que aquí lloramos.
Redondilla
Sino de grandeza llenas,
con que la virtud nos llama,
1670
si hay pluma que nos dé fama;
que en un siglo hay una apenas.
VITELO
Redondilla
No digas eso, señor;
que por muchas que hay en Grecia,
en tu campo hay quien se precia
1675
de coronista mayor:
Redondilla
y no éste sólo, que hay mil.
ALEJANDRO
Vitelo, escribir a todos
se concede de mil modos;
pero es un cansancio, vil
Redondilla
1680
cuando no es con perfección:
el poeta ha de nacer.
VITELO
¿En qué se han de conocer
los que verdaderos son?
ALEJANDRO
Redondilla
En el arte y natural
1685
que hacen las obras perfetas,
y que todos los poetas
de aquél sólo digan mal;
Redondilla
porque es más claro que Apolo
que no le iguala ninguno,
1690
cuando todos se hacen uno
para perseguir a un solo.
VITELO
Redondilla
Si quieres ver al poeta
que tus hazañas escribe,
yo le traeré.
ALEJANDRO
¡Marte vive,
1695
que me huelgue!
VITELO
Redondilla
señor, su buena intención.
(Vase por él.)
ALEJANDRO
Cuando yo se lo mandara,
con la intención me pagara.
(Salen VITELO y el poeta con un libro.)
ALEJANDRO
¿Eres, di,
el que escribe mis victorias?
DEMOFÓN
Yo intento cantar tus glorias.
DEMOFÓN
(Lea.)
Redondilla
«Canto del hijo divino
1705
de Júpiter y de Marte
las armas.»
ALEJANDRO
Ya en esa parte
has dicho un gran desatino.
DEMOFÓN
Hablo yo de los planetas
1710
a quien nacieron sujetas
tus inclinaciones; mas
Redondilla
Júpiter te dio el reinar;
y Marte te dio el vencer.
DEMOFÓN
1715
Sólo procuro imitar.
ALEJANDRO
A escribir de mí,
¿qué te movió?
ALEJANDRO
Redondilla
1720
Prosigue, y venme a leer
lo que escribes cada día;
que aún sospecho que podría
valerte mi parecer. ¿Peleas?
DEMOFÓN
Redondilla
Cuando no escribo,
1725
y escribo si no peleo.
ALEJANDRO
Tengo de honrarte deseo,
y lo pienso hacer si vivo.
Redondilla
Hazle dar para papel
veinte mil ducados luego.
DEMOFÓN
1730
Indigno a tus plantas llego.
ALEJANDRO
La tinta se me olvidó;
denle otros diez mil.
DEMOFÓN
Si yo
1735
tengo de escribir quién eres,
Redondilla
muy poco papel me has dado,
y poca tinta, señor.
ALEJANDRO
Redondilla
1740
yo, para cualquiera suma,
puedo darle lo que él llama
tinta y papel; mas la fama
es quien le ha de dar la pluma.
ALEJANDRO
Esperad;
1745
cajas son éstas.
LEÓNIDES
Señor,
apercibe tu valor,
pide a Júpiter deidad:
Redondilla
LEÓNIDES
Pues el paso, que es forzoso,
1750
te defiende el valeroso
Menón.
ALEJANDRO
Imitando mi valor,
1755
porque yo os quiero guiar.
AMINTA
Redondilla
Tente, Alejandro, y advierte
que es un hecho temerario.
ALEJANDRO
No quiero que piense Darío
que acá se teme la muerte.
AMINTA
Redondilla
1760
Él dice que viene luego
para ayudar a Menón.
ALEJANDRO
Entrad, que estas aguas son
pequeñas para mi fuego.
AMINTA
Redondilla
¿No veis que da al mar tributo
1765
por aquí?
ALEJANDRO
No hay que temer;
yo me las sabré beber,
y pasaréis a pie enjuto.
(Saque la espada, y síganle, y éntrense, y después de haber fingido un poco de guerra, salen DARÍO y ARIOBARZANO, su hijo.)
ARIOBARZANO
Es de importancia
que te retires, gran señor, conmigo.
DARÍO
1770
Del campo no ha de ser larga distancia,
que está cerca el ejército enemigo.
ARIOBARZANO
¡Cielos! Aunque es cruel exorbitancia,
y que obliga a temer vuestro castigo,
matar un hijo a un padre yo no creo
1775
que nace de mí mismo mi deseo;
Octava real
secreta fuerza vuestra he sospechado
que me ha forzado a que le dé la muerte;
salid, daga, y pasad.
ARIOBARZANO
Túrbame, padre, una ocasión tan fuerte;
1780
miro tan cerca al enemigo airado,
con ánimo y con fuerza de ofenderte...
Agora es tiempo.
DARÍO
Déjale blasone,
para que de sus triunfos me corone.
ARIOBARZANO
Octava real
¿Qué aguardo? ¿Qué me turbo?
DARÍO
Ya sospecho,
1785
que le tendrá mi capitán vencido;
del río el paso es por extremo estrecho;
ya de su sangre correrá teñido.
(Sale ARSACES, capitán.)
ARSACES
Al gran valor de tu invencible pecho,
de ese Alejandro, macedón temido,
1790
un capitán, que quiere hablarte, pide
licencia.
DARÍO
Llegue luego; ¿quién le impide?
Octava real
¿qué me querrá Alejandro, Ariobarzano?
ARIOBARZANO
Estará de pasar arrepentido
al Asia viendo tu invencible mano,
1795
y por volverse pedirá partido.
(Entra LISÍMACO.)
LISÍMACO
Este papel es de Alejandro Magno.
LISÍMACO
No vengo apercibido
de otra oración.
LISÍMACO
Y ¿tú sabes qué soy de tu contrario?
DARÍO
Octava real
1800
Si son los capitanes macedones
de esta manera fieros y arrogantes,
¿qué será vuestro rey?
LISÍMACO
No son razones
en tiempo de las armas, importantes.
LISÍMACO
Las naciones
1805
del Asia espero que, a sus pies triunfantes,
le pedirán antes que pase el año.
LISÍMACO
(Lee Darío.)
Redondilla
«Para que veas que quiero
vencerte con mi valor,
1810
y no porque algún traidor
bañe en tu sangre su acero,
Redondilla
guárdate de Ariobarzano,
que te quiere dar la muerte,
quitándole de vencerte
1815
la gloria Alejandro Magno.»
Redondilla
¡Válgame Júpiter santo!
No estimo tanto el saber
que hombre a quien he dado el ser
se atreva conmigo a tanto,
Redondilla
1820
como el ver que mi enemigo
diga que me guarda así,
sólo por vencerme a mí,
y él solo honrarse conmigo.
Redondilla
Ya le comienzo a temer;
1825
sin duda es cierta su fama.
¡Arsaces!
DARÍO
Llama
a quien me dé de beber.
DARÍO
Dile, embajador,
a Alejandro, que agradezco
1830
su intención, y que me ofrezco,
al premio de este favor,
Redondilla
en que, cuando esté a mis pies,
le pienso dar libertad;
y a ti, por esta amistad,
1835
pues en efecto lo es,
Redondilla
te quiero, ofrecer un don
como a enemigo.
LISÍMACO
No tengo
licencia; a esto sólo vengo.
DARÍO
Redondilla
1840
darte mi espada quería
de un hijo. ¿Es igual favor,
Ariobarzano?
DARÍO
La tuya es la propia mía.
Redondilla
LISÍMACO
1845
Por ser arma, la recibo;
que a volverla me apercibo
a vuestros pechos mañana.
(Toma la espada, y vase.)
ARIOBARZANO
Con los fieros
nos quieren hacer temer:
1850
cuando los he menester,
me quita el Rey los aceros.
DARÍO
Un gran dolor que me ha dado
en los pies.
ARIOBARZANO
Andas cansado,
1855
vas al ejército y vienes.
DARÍO
Redondilla
Ponme sobre ellos las manos.
Llega.
(Póngase de rodillas a asirle los pies, y él le da con la daga.)
DARÍO
¡Hoy me libraré de ti,
por los cielos soberanos!
ARIOBARZANO
Redondilla
1860
¡Ay, padre! ¿Por qué me has muerto?
DARÍO
La daga quiero esconder.
¡Gente! ¡Ah, gente! ¿Puede ser
tan notable desconcierto?
(Salen ARSACES y gente.)
DARÍO
¡Ay de mí!
1865
Que el embajador villano,
porque dijo Ariobarzano
que hablase compuesto aquí,
Redondilla
le sacó su misma espada,
y pasándole se huyó
1870
con ella.
ARSACES
¡Que le vi yo,
y no reparase en nada!
Redondilla
DARÍO
Camina:
llevad mi hijo de aquí.
(Llévenle.)
Instrumento he sido así
1875
de la justicia divina.
(Sale MENÓN.)
MENÓN
Romance (tirada)
Tras este suceso triste,
¡oh famoso Rey del Asia!,
hecho el ánimo tendrás
para menores desgracias.
1880
Bien te aconsejé que fuera
a Macedonia una armada,
que divirtiera a Alejandro
la temeraria arrogancia.
¿Qué sirvió guardar el río?
1885
Que con la desnuda espada
pasó delante de todos,
haciendo senda en las aguas.
No va con el viento en popa,
todas las velas echadas,
1890
la nave con más furor
rompiendo las ondas canas,
que el temerario mancebo,
a cuya furia se apartan,
dando lugar a su gente
1895
que acometa mis escuadras.
Mató Alejandro a Dirceo,
a Dulindo y a Pirasta,
fuertes capitanes tuyos,
con que los demás desmayan.
1900
A ejemplo del macedón,
entran, rompen, desbaratan;
catorce mil quedan muertos,
treinta capitanes faltan.
Con mil despojos y escudos
1905
a Grecia envió su armada
con nuevas de la victoria;
daránla de nuestra infamia.
Otros dicen que no ha sido
esta arrogancia la causa,
1910
sino porque los soldados
y nobles que le acompañan,
vean que, pues ya no hay naves,
no les queda confianza
de que han de volver a Europa
1915
menos que ganando el Asia.
DARÍO
No digas más; que bien veo
que mi fortuna contraria
trajo este rayo del cielo.
MENÓN
Ya ganó a Lidia y a Caria,
1920
donde estaba el mausoleo
de Artemisia, celebrada
por maravilla del mundo;
ya el reino de Frigia pasa
sin que ciudad se lo estorbe.
DARÍO
1925
Yo muero de envidia y rabia;
mas ¿cómo, siendo quien soy,
tan vil cosa me desmaya?
¿Cómo perder diez mil hombres?
Mañana mi gente salga
1930
para estorbarle que pase
de Cilicia y Caramania.
¡Ánimo, Menón!
MENÓN
Señor,
los que juegan, cuando ganan
al principio, después pierden.
(Vanse, y sale ALEJANDRO y su gente.)
ALEJANDRO
Redondilla
Ésta es la ciudad de Midas:
¿dónde está el yugo encantado?
EFESTIÓN
Aquí está aquel lazo atado
con las coyundas torcidas.
LEÓNIDES
Redondilla
1940
Quien desatare aquel nudo
del hado, es precisa ley
que sea del Asia rey;
pero hasta aquí nadie pudo.
VITELO
1945
Yo, que he sido labrador,
supe la historia, señor.
VITELO
Redondilla
Gordio, un labrador, un día
iba en su carro de bueyes,
1950
cuando el ave de los reyes,
símbolo de monarquía,
Redondilla
que es el águila real,
sobre el yugo se sentó.
Él la causa preguntó
1955
a una serrana su igual,
Redondilla
y le dijo que sería
rey, por cuya majestad
entonces en la ciudad
la nobleza competía.
Redondilla
1960
El oráculo de Apolo
les dijo que al que topasen
en un carro, coronasen
por rey, en el campo y solo.
Redondilla
Salieron, y haciendo rey
1965
al que humilde el campo aró,
a Júpiter consagró
las coyundas de aquel buey:
Redondilla
pero atadas de manera
que el reino después gozase
1970
quien el lazo desatase;
pero es imposible.
AMINTA
Aquí está,
del templo en la puerta asido.
AMINTA
No han podido
1975
mil que lo han probado ya.
(Véase el yugo con los lazos colgados, dados sus nudos como se pintan en las armas del rey don Fernando; pero las cuerdas han de estar plateadas.)
ALEJANDRO
Redondilla
¡Válgame Júpiter santo,
qué intrincado y qué confuso!
AMINTA
No dudes de que se puso
para confusión y espanto.
ALEJANDRO
Redondilla
1980
Pues ¿cómo a Alejandro ¡oh nudo!
te resistes?
ALEJANDRO
¿Tú te defiendes no más
de quien el Asia no pudo?
Redondilla
Pues no te pienses quedar
1985
con esos lazos atados;
que tanto monta, soldados,
cortar como desatar.
(Saque la espada y córtele, y cantan dentro.)
Romance (tirada)
Rey serás gran Alejandro,
del Asia por esta hazaña,
1990
que más hace en lo imposible
quien corta que quien desata.
Este yugo y sus coyundas
tendrán los reyes de España
por empresa de tus hechos,
1995
y por letra tus palabras.
EFESTIÓN
Los reyes de España dicen
que el yugo tendrán por armas,
y por letra el «Tanto Monta».
ALEJANDRO
Mi valor al cielo agrada.
2000
Oid: ¿qué gente es aquésta?
LEÓNIDES
Tres amazonas bizarras
que te vienen a buscar.
(Salen ROJANE, LISANDRA y TAMIRA.)
ROJANE
Dame esos pies, rey del Asia.
ROJANE
2005
De tus grandezas la fama,
Alejandro valeroso,
me trae rendida a tus plantas:
yo soy la reina Rojane;
decirle mi nombre basta
2010
para que sepas quién soy.
ALEJANDRO
Hoy por la mano me ganan
tus deseos, Reina bella;
que en extremo deseaba
verte y servirte.
ROJANE
Yo soy,
2015
divino Aquiles, tu esclava;
tus hechos y tus virtudes
hasta las aves los cantan
por los campos del Oriente,
donde como rayo pasas;
2020
esto me obligó a buscarte,
pero agora a darte el alma
el resplandor, la hermosura
de tu persona gallarda;
honra con tu sucesión
2025
las mujeres de mi patria,
¡así te guarden los cielos!
ALEJANDRO
Si para tuyo me guardan,
no menos contento estoy
de tu belleza.
VITELO
¡Oh, qué gracia!
2030
¡viven los cielos, Aminta,
que vienen estas guitarras
a que les pongan bordones!
hijos quieren las borrachas.
AMINTA
Muriéndome estoy de celos.
VITELO
2035
¿Qué importa aquésta, entre tantas
como Alejandro persiguen?
AMINTA
Bien dices, como se vayan
luego que los hijos tengan.
VITELO
A las dos que la acompañan
2040
lleguemos a hablar los dos.
AMINTA
Un soldado que ha sabido
que en su tierra no se casan,
sino que buscan varones
2045
cuando les viene la brama;
si le agrada, suyo soy.
VITELO
Si yo merezco agradarla,
no soy malo para padre.
LISANDRA
2050
¿No lo echas de ver?
VITELO
Yo soy
hombre que en esta campaña
presté treinta mil ducados
a Alejandro.
LISANDRA
Menos basta
como él lo diga.
VITELO
Sí hará:
2055
señor, ¿no es cosa muy llana
que te presté treinta mil
escudos, y que me pagas
réditos de ellos?
AMINTA
2060
Yo te daré información
de quién soy.
TAMIRA
Como tú hagas
que yo conozca quién eres,
ya tu persona me agrada.
AMINTA
¡Pese a tal! Soy una perla,
2065
aunque ésta fue la desgracia,
que, como perla nací,
me pueden poner en sartas:
paje de Alejandro soy.
TAMIRA
2070
Pues Tamira es tu mujer.
ALEJANDRO
Vamos, Rojane querida:
verás mis fuertes escuadras,
verás con quién gano el mundo.
ROJANE
2075
Veré, Alejandro, las armas;
que bien he visto, con verte,
con lo que las almas ganas,
porque ganaras mil mundos
si fueran mundos las almas.
(Vanse los dos de las manos.)
VITELO
2080
Toque, y véngase conmigo,
verá mi rancho en seis ramas;
mas para yegua de vientre
cualquiera establo le basta.
(Vanse los dos.)
TAMIRA
2085
Ya estoy de ti enamorada.
AMINTA
Pues sepa que si es traviesa...
Acto III
Salen LEÓNIDES y EFESTIÓN.
LEÓNIDES
Terceto
Tanta felicidad, tantas victorias,
vinieron a tener tan tristes fines
2090
en la mitad del curso de sus glorias.
EFESTIÓN
Terceto
Cuando ya de la tierra los confines
temblaban de Alejandro las hazañas,
y hasta en la mar las focas y delfines,
Terceto
tras mil naciones bárbaras y extrañas,
2095
vencidas tras de haber pasado el Tauro,
admirando sus ásperas montañas;
Terceto
cuando le prometía el verde lauro
del Asia el grande imperio, y pretendía
llegar al Ganges desde el blanco Anauro,
Terceto
2100
llega Alejandro de su muerte el día.
LEÓNIDES
No lo quieran los dioses que en tres años
le ofrecieron tal alta monarquía.
(Sale LISÍMACO.)
LISÍMACO
Terceto
Capitanes, ¿qué llantos tan extraños
son éstos del ejército? ¿Qué es esto?
EFESTIÓN
2105
Éstos son los mortales desengaños:
Terceto
mientras fuerte, Lisímaco, del resto
del bagaje te encargas, descendimos
del Tauro a Tarso, en sus extremos puestos,
Terceto
por quien las cristalinas aguas vimos
2110
del Cidno, un río que en sus faldas gira,
y en cuya amenidad nos detuvimos.
Terceto
El agua apenas Alejandro mira,
cuando, todo sudado y polvoroso,
desciñe el hierro con que el mundo admira,
Terceto
2115
desnuda el blanco arnés, y el luminoso
yelmo, de varias plumas coronado,
sirve de flores en el prado hermoso;
Terceto
el blanco cuerpo, de sudor bañado,
arroja al agua, suenan las riberas,
2120
y rompe con la frente el vidrio helado;
Terceto
las aguas con mil círculos y esferas,
reciben al señor del Asia en brazos;
que son hasta las aguas lisonjeras.
Terceto
Lascivo las regala con abrazos,
2125
y dejando envidiosas las arenas,
labra el cristal de diferentes lazos;
Terceto
pero sus ondas Alejandro apenas
deja, y sale a la margen, cuando helado,
muestra el rigor del agua por las venas,
Terceto
2130
pierde la voz, y en el ameno prado
deja caer el cuerpo; finalmente,
ya queda de su ejército llorado.
(Sale AMINTA.)
AMINTA
¡Oh, médico excelente,
digno de ser, si con la cura sales,
2135
tenido por Apolo en todo oriente!
AMINTA
Los dioses celestiales
al médico Filipo han inspirado
una bebida para casos tales,
Terceto
con que se obliga que al primer estado
2140
volverá la salud de nuestro dueño,
porque a tomarla está determinado.
AMINTA
Y de aquel sueño
mortal que tuvo prometiendo vida.
EFESTIÓN
¡Lo que rinde un mal pequeño!
(Sale ALEJANDRO con los brazos sobre los hombros de los soldados.)
VITELO
Terceto
2145
Filipo fue, señor, por la bebida;
alégrate, que ya la confecciona.
AMINTA
¿No veis al sol con la color perdida?
LISÍMACO
Tu Real persona
guarde el cielo.
(Siéntase.)
LISÍMACO
2150
Parmenión, que tu imperial corona
Terceto
extiende a Capadocia, al indio espanta,
esta carta me envía.
ALEJANDRO
¡Qué alegría
me has dado con su letra en pena tanta!
LISÍMACO
Estimo en esto la ventura mía.
(Lee para sí ALEJANDRO.)
VITELO
Redondilla
2155
Pues, Aminta, ¿cómo fue
con la amazona engañada?
AMINTA
Triste, confusa, turbada
y corrida la dejé,
Redondilla
pues por más que me regale
2160
y me esfuerce, fui a su pena
como puñado de arena
que por los dedos se sale;
Redondilla
como tesoro de duende
que se le volvió carbón,
2165
o como los sueños son
del bien al que le pretende.
Redondilla
Lloró, comenzó a poner
mil culpas a haber venido,
porque pensó hallar marido,
2170
y, en efecto, halló mujer.
Redondilla
Mas como mujer no pudo
ser para más que su ser,
dejóme para mujer
y acogióse.
VITELO
Redondilla
2175
mas ¿no me dirás quién fue
el que el agravio deshizo?
VITELO
Elección hizo
de buen gusto.
AMINTA
Redondilla
¿Cómo te fue con la tuya?
VITELO
2180
Que hoy o mañana se irá.
VITELO
Preñada está,
y es ésta costumbre suya;
Redondilla
que como animales son
aunque están enamoradas,
2185
porque, en estando preñadas,
no admiten conversación.
ALEJANDRO
Redondilla
¡Válgame Júpiter santo!
Cuando para darme vida
quiero tomar la bebida
2190
de un hombre que estimo en tanto,
Redondilla
me escribe Parmenión
que con Darío ha concertado
matarme; mas ha llegado
la carta a buena ocasión.
Redondilla
2195
Aquí dice que le ofrece
una hija por mujer:
¿traidor, veneno a beber
a quien te honra y engrandece?
Redondilla
No la tomaré ¡por Dios!
2200
Mas ¿por qué tengo recelo,
Filipo, de tu buen celo
y del amor de los dos?
Redondilla
Sin duda que han engañado
a Parmenión; yo quiero
2205
tomar la bebida; hoy muero
de amigo y de confiado.
Redondilla
¡Vive Dios! de no temer,
cosa vil de buen amigo,
conciertos con mi enemigo,
2210
¿puede ser? Bien puede ser;
Redondilla
mas ¿cómo temo? ¿No soy
Alejandro? Pues ya tarda.
(Sale FILIPO, médico, con un vaso y toalla.)
ALEJANDRO
Mientras que bebiendo estoy,
Redondilla
2215
lee esa carta, Filipo.
FILIPO
Toma el vaso, cuyo efeto
es tu vida.
ALEJANDRO
¡Qué indiscreto!
¡Cielos, mi muerte anticipo!
(Mientras bebe ALEJANDRO, lee FILIPO así:)
FILIPO
Redondilla
«Una hija le ha ofrecido,
2220
y una ciudad en que viva,
Darío a Filipo, que priva
contigo...»
FILIPO
(Lee.)
Redondilla
«porque en la ocasión primera
te mate: guárdate de él.»
ALEJANDRO
2225
¿Cuál a cuál fue más fiel?
¿Cuál será justo que muera:
Redondilla
yo, que de ti me fié
mientras el veneno hiciste,
o tú, que aquí me le diste
2230
contra la debida fe?
Redondilla
Juzga, Filipo, tu causa;
juzga la mía, y muramos
los dos, pues los dos llegamos
a quien la muerte nos causa.
Redondilla
2235
Yo, fiel amigo a ti,
por tu mano moriré;
tú, enemigo, tú, sin fe,
morirás también por mí.
Redondilla
Que sin tomarle ha de ser
2240
tu veneno el que me has dado:
muero, y moriré vengado;
y aquí podrás conocer
Redondilla
mi rara naturaleza,
pues hoy a morir me obligo
2245
sólo por hacer contigo
esta notable grandeza.
FILIPO
Tened,
capitanes, las espadas,
y a las de Darío, doradas,
2250
sangrientas las ofreced.
Redondilla
Escribe Parmenión
que su hija me ha ofrecido
el persa; verdad ha sido,
pero no lo es mi traición;
Redondilla
2255
porque yo le respondí
como era justo al tirano,
y el testigo está en la mano,
que es el vaso que te di.
Redondilla
ALEJANDRO
Mejor;
2260
los brazos extiendo ya.
FILIPO
Capitanes, bueno está
vuestro divino señor;
Redondilla
dadme luego el galardón
de haberle dado salud.
ALEJANDRO
2265
Yo siento ya la virtud
de mi ardiente corazón.
FILIPO
Decid
que viva Alejandro.
TODOS
¡Viva!
Premio Filipo reciba.
ALEJANDRO
2270
Ya le doy el premio, oid:
Redondilla
en mi asiento y carro de oro
laureado le llevad,
y con el mismo le dad
la mitad de mi tesoro.
Redondilla
2275
Hoy es día de mercedes;
pedid.
SEVERIO
Yo pido, señor,
para una hija favor;
Rey eres, casarla puedes.
ALEJANDRO
Redondilla
Severio, en dote le doy
2280
una ciudad.
SEVERIO
Mira bien,
que es mucho el don.
ALEJANDRO
Yo también
soy mucho, que soy quien soy.
Redondilla
Escribe luego a Lisandro,
de lo mejor de mi imperio;
2285
tú pides como Severio,
y yo doy como Alejandro.
ALEJANDRO
¿Yo a ti,
Aminta? ¿Qué es lo quieres?
AMINTA
Que dejes esas mujeres
2290
y me quieras sola a mí.
ALEJANDRO
Redondilla
¡Qué bien tu intento acomodas!
No las puedo despedir.
ALEJANDRO
Sólo decir
que te quiero más que a todas.
VITELO
Redondilla
2295
Vitelo llega a tus pies.
ALEJANDRO
Pide, honor de mis soldados.
VITELO
Que de treinta mil ducados
me pagues el interés.
ALEJANDRO
Redondilla
Confieso que te los debo;
2300
mas fue concierto pagarte
en Grecia.
VITELO
Pensé obligarte,
y hasme engañado de nuevo;
Redondilla
que, según entrando vas
por Asia, no volveremos
2305
a Grecia.
ALEJANDRO
Pues ya daremos
un medio.
ALEJANDRO
Redondilla
Que te pague ¡oh buen Vitelo!
cuando acabe de ganar
el mundo.
VITELO
Redondilla
Pero ¿cuándo acabarás
de ganarle?
ALEJANDRO
¡Vive Dios!
Antes de un año.
ALEJANDRO
Redondilla
2315
pues éste el concierto sea:
que si yo el mundo ganare,
no te pague; y si llegare
a que le gane y posea,
Redondilla
VITELO
2320
¿Con eso sales ahora?
No estaré en tu campo un hora,
¡por todo Júpiter santo!
Redondilla
Si no me das luego aquí
mi dinero.
VITELO
2325
Porque cuando le fié
y para Grecia le di,
Redondilla
eras Rey de un reino solo;
pero si me has de pagar
cuando vengas a ganar
2330
el mundo de polo a polo,
Redondilla
serás señor, bien lo fundo,
del dinero que te fío,
pues ¿qué pediré por mío
a quien es señor del mundo?
ALEJANDRO
Redondilla
2335
Enséñante los cuidados
¡oh Vitelo! a ser sutil;
mientras doy los treinta mil,
le daréis cien mil ducados.
VITELO
Redondilla
¿Qué dices? ¡Pagar no puedes
2340
treinta mil, y cien mil das!
ALEJANDRO
Treinta de deuda son más
que treinta mil de mercedes.
LEÓNIDES
Redondilla
Ya, ¿qué te queda que dar?
ALEJANDRO
Leónides, siempre me queda.
LEÓNIDES
2345
Tu Majestad me conceda
aquel peto y espaldar
Redondilla
que te envió el Rey de Epiro.
ALEJANDRO
Dadle cien arneses luego.
ALEJANDRO
2350
Con buenos ojos te miro.
LISANDRA
Redondilla
Esos quizá te pidiera
si no fuera atrevimiento.
ALEJANDRO
Como te dieran contento,
los sacara y te los diera.
LISANDRA
Redondilla
2355
Mirar bien, es dar los ojos;
eso pido que me des.
ALEJANDRO
No me ganes por cortés,
que recibo de eso enojos.
Redondilla
No ha de haber hombre nacido
2360
que se me pueda alabar,
que en cortesía y en dar
haya a Alejandro vencido:
Redondilla
dente el collar de Menón,
que era todo de diamantes.
EFESTIÓN
2365
Con dádivas semejantes,
¿qué dejas a Efestión?
ALEJANDRO
Porque eres mi amigo;
que no he de partir contigo
2370
lo que es tuyo.
ALEJANDRO
Redondilla
Por eso nada te di;
cuanto tengo, considera
que es de la misma manera
de mi amigo que de mí.
LISANDRA
Redondilla
2375
Aquí está un embajador
de Darío.
(Sale TEBANDRO, embajador, y criados con una caja.)
TEBANDRO
Un presente
y carta del Rey de Oriente
te traigo, invicto señor.
ALEJANDRO
Redondilla
¿Presente? Muéstrale a ver.
ALEJANDRO
¿Qué razón
le pudo a Darío mover?
EFESTIÓN
Redondilla
Aquí hay más: una pelota
y una bolsa con dinero:
2385
¡presente extraño!
TEBANDRO
(Lee Alejandro.)
Romance (tirada)
«El Rey de los reyes, Darío,
y de los dioses pariente,
a Alejandro, mi criado,
2390
le mando y digo que en breve
a sus deudos, mis esclavos,
se vuelva, y que se recueste
de su madre en el regazo,
donde, para que le enseñen,
2395
a ser hombre, envió esas riendas,
que al cuello aplicarle pueden;
esa pelota, con quien
con otros muchachos juegue;
y ese dinero, que pierda,
2400
y con que pueda volverse;
y si luego que ésta vea
no se fuere, inobediente,
enviaré mis capitanes
que azotado me lo entreguen.»
2405
¿Hay soberbia semejante?
¿Dónde queda este insolente?
ALEJANDRO
¿Y tú, loco,
por embajador te atreves
a decir que yo hablo así?
2410
¿Dónde queda?
TEBANDRO
Donde puedes
vengarte de su arrogancia,
pues ésta te lo parece,
de quien trescientos mil hombres
trae de a pie, que guarnecen
2415
cien mil de a caballo, y todos
mozos robustos y fuertes.
ALEJANDRO
Dile a Darío, embajador,
que Alejandro, Rey de reyes,
se espanta de que así trate
2420
a quien presto servir debe,
y que tomo por agüero
las tres cosas que me ofrece:
las riendas, que pienso echar
a la libertad de Oriente;
2425
la pelota, porque al mundo
que voy a ganar parece;
y el oro, como a señor
de todo el oro que tiene;
veinte mil hombres le he muerto
2430
de a pie, y de a caballo siete;
los demás vi por la espalda,
no sé el número que fuesen;
sí por cuatrocientos mil
que trae arrogante viene,
2435
le aseguro que no aguarde,
que me busque, aunque él lo piense,
porque le pienso alcanzar
tan presto, que apenas llegues
a dar nuevas de que voy.
TEBANDRO
2440
Tu vida el cielo prospere.
(Vase.)
ALEJANDRO
¡Ea, soldados, al arma!
Esta ocasión nos ofrece
todo el imperio del Asia.
¡Muera Darío!
(Vanse, y salen DARÍO y ARSACES.)
ARSACES
Bien haces,
en poner al Macedón
freno.
DARÍO
No pienses, Arsaces,
que después de esta ocasión
haré con los griegos paces.
Quintilla
2450
¡Vive Júpiter! Si pasa
a Tarso y su campo abrasa,
que un freno de oro he de hacer,
donde le vengan a ver
con las fieras de mi casa.
ARSACES
Quintilla
2455
Volveráse a Europa luego
que vea, señor, tu carta.
DARÍO
Eso le mando y le ruego;
que sólo que al mar se parta,
le ha de librar de mi fuego.
ARSACES
Quintilla
2460
Tus hijas vienen aquí.
(Salen DEYANIRA y POLIDORA.)
DARÍO
Dicen que Alejandro ahora
huye del Asia y de mí:
Quintilla
2465
¿quieres que vaya tras él?
POLIDORA
Antes, que te guardes de él;
que lo que dice la fama
es que te provoca y llama
para batalla cruel.
(Sale TEBANDRO.)
TEBANDRO
A decirte no me atrevo
del Macedonio el rigor;
Quintilla
2475
que fuera de su respuesta,
arrogante y descompuesta,
marcha tras mí con su gente
tan veloz, que queda enfrente
de tus ejércitos puesta.
Quintilla
2480
En las riendas, significa
yugo a tu gente remota;
el oro, tu hacienda rica
que conquista; y la pelota,
la bola que al mundo aplica;
Quintilla
2485
tomólo por buen agüero,
y en un caballo ligero
con una lanza corrió,
con que su campo animó,
y viene.
DARÍO
Quintilla
2490
Arsaces, no hay más que hacer;
los carros de oro te encargo,
de mis hijas y mujer.
¿Para qué, Alejandro, alargo
la gloria que he de tener,
Quintilla
2495
y el castigo que he de darte?
¡Ea, valientes persianos,
que os está aguardando Marte
con el laurel en las manos!
ARSACES
Quintilla
2500
que hoy le has de quitar la gloria,
y a la fama aquella pluma
con que comienza su historia.
DARÍO
Hoy haré que se consuma
su nombre con mi victoria.
(Vanse.)
POLIDORA
Quintilla
2505
¡Ay, Deyanira! ¿Qué pecho
no se turba con el nombre
de Alejandro?
DEYANIRA
Yo sospecho
que es algún dios, y si es hombre,
de los mismos dioses hecho:
Quintilla
2510
¿qué suceso, qué fortuna,
te prometen sus hazañas?
POLIDORA
Que, pues fácil o importuna,
de tantas tierras extrañas
no se le escapa ninguna,
Quintilla
2515
debe de querer el cielo
a este mancebo famoso
dar el imperio del suelo.
(Tocan una caja y alguna guerra.)
DEYANIRA
Ya suena el son belicoso.
POLIDORA
Toda me ha cubierto un hielo;
Quintilla
2520
aquí, en tanto, Deyanira,
que pasa la guerra fiera,
su estrago sangriento mira.
DEYANIRA
Ya con la primer bandera
el griego al persa retira.
Quintilla
2525
¿Es, por dicha, aquel mancebo
este Alejandro?
POLIDORA
Sí, es él.
Héctor, Paris y Deifebo
no se comparen con él.
(Vanse, suena la guerra, sale ALEJANDRO.)
ALEJANDRO
Romance (tirada)
2530
Ea, valientes soldados,
honor y gloria de Europa;
darme el imperio del Asia
está en vuestra mano sola.
Ea, fuertes capitanes;
2535
que fuera de tanta gloria,
de Darío y del mundo, aquí
están las riquezas todas;
yo no las quiero, soldados,
sólo quiero la victoria;
2540
para vosotros serán
el oro, plata y las joyas;
hijo de Júpiter soy,
no temáis; que basta y sobra
para cuatrocientos mil
2545
esta espada o esta sombra.
(Suena la caja, salen TEBANDRO y ROJANE, amazona, acuchillándose.)
ALEJANDRO
¡Oh, valerosa amazona,
los fuertes hombres te imitan!
TEBANDRO
Rendirme es cosa afrentosa;
2550
pero si es a tu hermosura,
sólo con los ojos corta,
tira rayos de la vista.
ROJANE
¿Requiebros, persiano, agora?
¡Aquí dejarás la vida!
ALEJANDRO
2555
O peleas, o enamoras:
dale las manos atadas.
TEBANDRO
¡Cielos, el huir me importa;
que éste es el mismo Alejandro!
(Vase.)
ALEJANDRO
Déjale, hermosa señora,
2560
y sígueme, porque veas
cómo se rinden y postran
a esta espada estos cobardes.
ROJANE
Al lado de tu persona
no temo al mundo.
ALEJANDRO
Camina,
2565
que eres mujer valerosa.
(Vanse, y suena guerra, y sale DARÍO huyendo.)
DARÍO
¡Volved, fuertes capitanes!
¿Dónde vais huyendo en tropa?
¿Éstas fueron las promesas
vanas, soberbias y locas?
2570
¡Cobardes persas, volved,
que me quitáis la corona
del Asia! ¿Mas qué me canso?
Ninguno a escucharme torna.
¡Oh, cuán lejos siempre están
2575
las palabras de las obras!
Temerario estrago han hecho
las espadas macedonias;
ya van llegando a los carros
de mis hijas y mi esposa:
2580
si aguardo pierdo el imperio,
pero moriré con honra;
mas quiero guardar la vida
para ocasión más dichosa.
Quien muere, todo lo pierde;
2585
quien vive, todo lo cobra.
Yo te buscaré otra vez;
triunfa, griego, triunfa agora.
(Vase, y suena más guerra, y salen AMINTA, SEVERIO, LEÓNIDES, LISÍRNACO y las hijas de DARÍO persas.)
SEVERIO
Aminta, cuando te pongas
2590
en quitarme lo que es mío,
medirémonos las hojas.
AMINTA
Capitán, con menos cólera.
LEÓNIDES
Pues ¿tú te pones conmigo?
AMINTA
2595
Y con Marte si me enoja,
porque, de Alejandro abajo,
no temo al mundo.
LEÓNIDES
¿Estás loca?
(Dentro.)
¡Victoria por Alejandro!
(Sale ALEJANDRO solo.)
ALEJANDRO
Redondilla
2600
Gracias te doy, padre inmenso,
por la gloria que me has dado;
yo prometo a tu sagrado
altar cien libras de incienso,
Redondilla
mil toros, dos mil corderos
2605
que tiñan tus blancas aras.
¿Qué es esto?
LISÍMACO
Si no reparas,
señor, tus soldados fieros
Redondilla
harán algún desatino;
las hijas de Darío son.
LEÓNIDES
2610
Vuelve a ver su perfección
y su donaire divino.
ALEJANDRO
Redondilla
¿Aquí las hijas están
de Darío?
ALEJANDRO
Tengo temor
2615
de mirarlas, capitán.
Redondilla
¿No son hijas de vencido?
ALEJANDRO
Pues ¿qué me quieres?
Que podrán, siendo mujeres,
lo que Darío no ha podido;
Redondilla
2620
no dudes, verlas deseo;
pero no las quiero ver,
porque no sabe vencer
quien no vence su deseo.
(Vase.)
LEÓNIDES
Redondilla
No ha hecho mayor grandeza.
LISÍMACO
2625
Que aún no las quiso mirar.
SEVERIO
No ha querido sujetar
su victoria a su belleza.
LEÓNIDES
Redondilla
Aminta, el premio tendrás
de esta hazaña, y tú, Severio,
2630
tu parte.
AMINTA
Goce este imperio
mi Rey, que no quiero más.
LEÓNIDES
Redondilla
Alzad los ojos del suelo:
no tengáis a disfavor
que Alejandro, mi señor,
2635
use de tan justo celo.
DEYANIRA
Redondilla
Para usar de su crueldad
no se quiso enternecer;
que quien no nos quiso ver,
no quiso tener piedad.
LEÓNIDES
Redondilla
2640
Antes piedad nunca oída,
por no usar con loco amor
la fuerza de vencedor
en la hermosura vencida;
Redondilla
ejemplo a todos ha dado
2645
de no forzar las cautivas.
POLIDORA
Así del cielo recibas
premio de habernos guardado,
Redondilla
que alcances dél que nos vea
porque se mueve a piedad.
LÉONIDES
2650
No sé que la libertad
mayor que el no veros sea;
Redondilla
porque fue hazaña que asombre,
si estaba al daño en el ver,
el no veros, por no hacer
2655
cosa indigna de su nombre.
(Vanse; salen LIRANO y TIRRENO, villanos.)
LIRANO
Redondilla
Echa la ribera abajo
todas las cabras, Tirreno.
TIRRENO
Golosas del prado ameno,
vienen por su verde atajo.
Redondilla
2660
¡Por Dios! En tiempo de guerra
no me agrada ser pastor:
lo uno, por el furor
con que destruyen la tierra;
Redondilla
lo otro, por el cuidado
2665
en que me pone el pensar
que fuera mejor trocar
mi soldada a ser soldado.
TIRRENO
¿Por qué no?
Las armas me satisfacen;
2670
también los soldados se hacen
de otros hombres como yo.
LIRANO
Redondilla
Si en la primera ocasión,
que en esto sólo me fundo,
te despacha al otro mundo
2675
un soldado macedón,
Redondilla
¿qué dirías de la vida
de los soldados allá?
LIRANO
Verá:
de una y otra fiera herida.
TIRRENO
Redondilla
2680
Pues, Lirano, más me quiero,
que acá la vida se pase,
por más que julio me abrase,
por más que me hiele enero.
Redondilla
Amanézcame en los ojos
2685
el sol por el suelo echado;
de la noche el carro helado
me cubra entre estos abrojos.
Redondilla
Déme esta fuente agua pura,
y aquella encina bellotas,
2690
antes que gentes remotas
muerte incierta y sepultura.
Redondilla
¡Rita acá, ganado mío,
que no soy soldado ya!
Verá por dónde se va,
2695
mas que no para hasta el río.
(Sale DARÍO huyendo.)
DARÍO
Redondilla
Si acaso tenéis, pastores,
dónde me pueda albergar,
y dan a un triste lugar
árboles, fuentes y flores,
Redondilla
2700
hacedme este bien; que vengo
poco menos que expirando;
y advertir que, en descansando,
volved al camino tengo;
Redondilla
que no os daré pesadumbre.
LIRANO
Pues ¿cómo subido habéis
por esa difícil cumbre?
Redondilla
LIRANO
Según eso, mal le ha ido
2710
a Darío.
DARÍO
Queda vencido,
y aun muerto pienso que estoy.
TIRRENO
Redondilla
¡Vencido! Pues ¿puede ser
que al mayor rey del Oriente,
con tantas armas y gente,
2715
le pueda otro rey vencer?
DARÍO
Redondilla
Sí, porque es ley en el suelo
que estén sujetas y llanas
todas las cosas humanas
a la voluntad del cielo.
Redondilla
2720
Darío, a quien el sol, apenas
nacido, a dorar venía;
Darío, a quien Persia ofrecía
oro y plata a manos llenas;
Redondilla
Darío, que un campo juntó
2725
de cuatrocientos mil hombres,
la fama de cuyos nombres
el polo opuesto tembló;
Redondilla
Darío, que cuando salía
dos mil criados llevaba,
2730
hoy muestra que el tiempo acaba
toda esta gloria en un día.
Redondilla
Que de Alejandro vencido,
mozo de buena fortuna,
sin honra, sin gente alguna,
2735
va caminando perdido;
Redondilla
y por dicha puede ser
que, sin caballo y sin gente,
el que ayer mandó el Oriente,
hoy no tenga qué comer.
LIRANO
Endecasílabos sueltos (tirada)
2740
¿Sois vos, acaso, señor?
DARÍO
¡Cielo! ¿Qué es esto?
¿Tantos agüeros, tantas desventuras?
¡Oh, villanos correos de mi muerte!
¡Vive Júpiter santo, que esta espada
os dé el hallazgo de la tabla de oro!
LIRANO
2745
¡Señor, mira que estamos inocentes!
TIRRENO
¡Huye, Lirano, que se ha vuelto loco!
DARÍO
¡Hasta perder la vida todo es poco!
(Vanse, y salen ALEJANDRO y su gente.)
ALEJANDRO
Terceto
Rindióse, en fin, Sidón; rindióse Tiro.
LEÓNIDES
Todo se rinde a tu valor supremo.
ALEJANDRO
2750
A ser solo señor del mundo, aspiro.
LEÓNIDES
Terceto
Que es poco el mundo a tu esperanza, temo.
ALEJANDRO
Rey quiero dar a esta ciudad famosa.
LISÍMACO
Aquí viene tu huésped Tepolemo.
(Sale TEPOLEMO.)
TEPOLEMO
Terceto
¡Guarde el cielo tu vida generosa!
ALEJANDRO
2755
Huésped, famosamente me has tratado.
TEPOLEMO
Mi casa honraste, humilde, aunque dichosa,
Terceto
hago cuenta que a Júpiter sagrado,
cual otra Filemón, en su pobreza
tuve, puesto que indigno, aposentado.
ALEJANDRO
Terceto
2760
Huésped, pagarte quiero.
TEPOLEMO
¿Qué riqueza
mayor que haberte en ella merecido?
ALEJANDRO
Conozco, Tepolemo, tu nobleza:
Terceto
TEPOLEMO
No ha tenido
tu igual el mundo: ¿a un huésped de dos días
2765
haces rey de su patria obedecido?
ALEJANDRO
Terceto
¿Qué menos paga, huésped, merecías?
TEPOLEMO
Señor, yo te suplico no lo mandes;
no son para reinar las fuerzas mías.
ALEJANDRO
Terceto
Venciste en eso mis hazañas grandes;
2770
mas nombra un rey, y el que quisieres sea,
como ajustado a tus virtudes andes.
TEPOLEMO
Terceto
Si he de nombrar un hombre que posea
por su virtud el reino, por mi mano,
no habrá, señor, alguno que me crea.
ALEJANDRO
Terceto
2775
Di presto el que te agrada.
TEPOLEMO
Es hombre llano.
¿Es virtuoso?
ALEJANDRO
Terceto
Pues tú dejas el reino, siendo dino
por tu virtud del cetro, y otro nombras,
2780
sin duda es hombre de valor divino.
Terceto
TEPOLEMO
Yo voy; que entre las sombras
de esta huerta, señor, está cavando.
(Vase.)
ALEJANDRO
Camina, Tepolemo, que me asombras.
LEÓNIDES
Aqueste labrador te anda buscando.
(Sale TIRRENO.)
TIRRENO
El ver un hombre
tan divino, que se nombre
dios del mundo y rey del mar.
TIRRENO
¿Darásme licencia
2790
que te toque?
ALEJANDRO
No es razón
si las imágenes son
tratadas con más decencia;
Redondilla
pues si nadie, por respeto,
las llega, ¿qué harán al dios?
ALEJANDRO
Mira en los dos
el diferente sujeto.
TIRRENO
Redondilla
Señor del mundo, aquel día
que en Asia tu campo entró,
un potrillo me parió
2800
una yegua que tenía.
Redondilla
Era tan bella, que luego
me di a pensar que era justo
crialle para tu gusto.
TIRRENO
Redondilla
2805
porque soñé que serías
rey del Asia, y presumí
que, en presentártele a ti,
algún premio me darías:
Redondilla
Crióse el potro, y salió
2810
de suerte, en estos tres años
que por hechos tan extraños
Asia tu nombre temió,
Redondilla
que era bien digno de ti;
mas cuando ya le traía,
2815
en aquella casería
que casi ves desde aquí,
Redondilla
dos viejas y un labrador
me le miraron de suerte
que me le llevó la muerte
2820
como el arado a la flor.
Redondilla
Lloré triste, y en desollando
el potro, que en carnes dejo,
te traigo sólo el pellejo,
que es aquel que estás mirando.
ALEJANDRO
Redondilla
2825
Yo te agradezco, buen hombre,
el intento que has tenido;
y pues que criado ha sido
ese caballo, en mi nombre,
Redondilla
quiero estimar el pellejo.
2830
¡Hola! Guardadle muy bien,
y haced que luego le den,
por la intención y el consejo,
Redondilla
dos caballos de los míos
y seis mil escudos de oro.
TIRRENO
2835
Besen esos pies que adoro,
indios negros, scitas fríos.
(Vase TIRRENO, y salen TEPOLEMO y DOLOMINO.)
TEPOLEMO
Redondilla
Aquí está aquel hortelano
que has hecho rey.
DOLOMINO
No tendrán mayor testigo
2840
las grandezas de tu mano:
Redondilla
de una pobre humilde huerta
a un reino altivo me pasas,
y de estas deshechas casas
a un aula de oro cubierta;
Redondilla
2845
de un suelo, a tantas riquezas,
y al cetro, de un azadón;
conozca el mundo que son
de Alejandro las grandezas.
ALEJANDRO
Redondilla
No son mías, de que estoy
2850
confuso, amigo, en extremo;
el grande fue Tepolemo,
pues te da lo que te doy;
Redondilla
que si rey te constituyo,
rey me quedo, mas él no,
2855
pues el reino que te dio
era solamente suyo.
LISÍMACO
Redondilla
Ya ha llegado Efestión
de la gran Jerusalén.
(Sale EFESTIÓN.)
ALEJANDRO
¡Vengas mil veces con bien!
2860
¿Qué hay, tenemos provisión?
EFESTIÓN
Endecasílabos sueltos (tirada)
No quisiera decirte la locura,
invicto Rey del mundo, hijo de Júpiter,
con que estiman a Darío los hebreos
por no causarte enojo.
EFESTIÓN
2865
Di tu embajada, Rey, al duque Hircano,
y de Jerusalén al gran Pontífice,
mandándolos que luego te obedezcan
y que te envíen gente y provisiones
con los tributos que pagar solían;
2870
y responden que hicieron homenaje
a Darío, a quien por rey y señor tienen,
y que no te conocen, ni era justo
dejar al propio Rey por el extraño.
ALEJANDRO
¡Blasfemo de los dioses, que es palabra
2875
que no dije en mi vida al nombre mío!
¿Jerusalén responde de esa suerte?
Pues ¡cómo! Voy de paz, siendo yo el rayo
que envía Dios para abrasar el mundo,
¿y atrevida me niega la obediencia?
2880
Soldados, desde el día que salimos
de Europa, no he tenido tal respuesta,
ni me parece que nos han quitado
nuestro debido honor, pesar de Júpiter,
aunque perdone el ser mi soberano
2885
padre en la tierra. ¡Vamos; marcha, toca!
No ha de quedar, Jerusalén, si puedo,
piedra en tus muros. ¿Piensas, por ventura,
loco Israel, que tienes capitanes
a quien se pare el sol como otro tiempo,
2890
que con trompetas y con luz vencías?
LISÍMACO
¡Vivas mil años, guárdente los dioses!
Jerusalén es rica en todo Oriente;
no hay ciudad que nos pueda hinchir las manos
con tal satisfacción.
ALEJANDRO
Yo os doy licencia
2895
para un sangriento saco. ¡Vive Júpiter,
que no ha de quedar hombre vivo en ella!
Los niños degollad, y las mujeres
colgad de los cabellos por los árboles.
¡Muero, rabio, deshágome! ¿Qué es esto?
2900
¡Jerusalén a mí! ¡Camina, toca!
EFESTIÓN
Justa razón a enojo le provoca.
(Vanse, y salen HIRCANO, Duque de Jerusalén, y JADO, sumo sacerdote.)
HIRCANO
Quintilla
En esta gran confusión,
¿qué es lo que piensas hacer?
JADO
Acudir a la oración,
2905
que Dios tiene más poder
que el soberbio Macedón.
Quintilla
Retírate, Duque, allí;
que si el gran Dios de Israel
no da remedio por mí
2910
contra Alejandro cruel,
¡ay, Jerusalén, de ti!
HIRCANO
Quintilla
Llega, sacerdote santo,
y misericordia pide
al gran Dios que puede tanto;
2915
di que su pueblo no olvide,
dile que escuche su llanto.
(Salgan las mujeres de Jerusalén.)
MUJER 1.ª
Quintilla
Generoso duque Hircano,
y tú, Jado, soberano
sacerdote, ¿qué respuesta
2920
tan airada y descompuesta
disteis a Alejandro Magno?
Quintilla
¿Qué es esto, que ya furioso
a Jerusalén camina?
MUJER 2.ª
Duque ilustre y generoso,
2925
mira el llanto y la rüina
de este tu pueblo piadoso;
Quintilla
mira con qué confusión
al alcázar de Sión
suben mujeres cargadas
2930
de sus hijos, las espadas
temiendo del Macedón.
Quintilla
¿Por qué el tributo negáis,
pues no era tanto tesoro?
Si acaso pobres estáis,
2935
tomar nuestras joyas de oro,
pues nuestra sangre le dais.
Quintilla
¿No veis que siempre en el saco
es la furia más sangrienta,
en dándose un pueblo a saco?
JADO
2940
Mientras su venida intenta,
quiero ver si al cielo aplaco.
(De rodillas.)
Quintilla
¡Divino Dios de Israel,
que del cuchillo cruel
de Faraón nos libraste,
2945
que abriste el mar y mandaste
que se cerrase con él!
Quintilla
de Alejandro nos defiende,
libra tu Jerusalén;
detén el rayo que enciende
2950
el Asia, pues hoy también
tu templo arruinar pretende.
Quintilla
(Un ÁNGEL en lo alto.)
JADO
Furioso Alejandro viene:
2955
¿qué haré?, que desnuda tiene
la espada de su rigor.
ÁNGEL
Quintilla
A toda Jerusalén
harás vestir, y prevén
palmas, ramos e instrumentos,
2960
y a recibirle contentos
salga la ciudad también.
(Desaparece.)
JADO
Quintilla
¿A un hombre sangriento y fuerte,
que blasfemó por vengarse,
recibir de esa suerte?
2965
¿De qué servirá enramarse
ni el ir cantando a la muerte?
Quintilla
Ahora bien, Dios lo ha mandado:
no hay que replicar a Dios.
JADO
He pensado
2970
que faltarnos fe a los dos
fuera soberbio pecado.
Quintilla
Venid, que Jerusalén
se ha de vestir, y con ramos
irle a recibir también.
HIRCANO
2975
¿Dios no lo manda? Pues vamos:
música y palmas prevén.
(Salga toda la gente de ALEJANDRO, delante, en orden, y él detrás, armado.)
ALEJANDRO
Romance (tirada)
¡Soberbia Jerusalén,
sumo sacerdote Jado,
cobarde Duque, vil gente,
2980
alcázar de David santo;
gran templo de Salomón,
fuertes puertas, muros altos,
mirad que llega a vosotros
de Dios el ardiente rayo,
2985
la espada de su justicia
y azote de su mano!
Alejandro soy, hebreos;
agora veréis si paso
vuestro arroyuelo Cedrón,
2990
yo que pasé mares tantos.
A Darío decís que dais
tributo, a mi esclavo Darío,
cuyas hijas y mujeres
traigo presas en mi campo;
2995
a Darío, que en Babilonia,
entre mujeres hilando,
está escondido de mí!
¿Qué es lo que aguardáis, soldados?
¡Fuego, armas, sangre, guerra:
3000
Jerusalén ha de quedar por tierra!
(Salen los músicos, una danza de mujeres, el Duque, el sacerdote, y los que pudieren coronados de laurel, con palmas y ramos.)
(Cantan.)
Copla (estructura abierta)
Venga norabuena,
con sus soldados
a Jerusalén
su rey Alejandro.
(Apéase ALEJANDRO en viendo al sacerdote, y échase a sus pies.)
ALEJANDRO
Romance (tirada)
3005
¡Oh, soberano señor!
Dame esos pies sacrosantos.
EFESTIÓN
¿Qué es esto, señor del mundo?
¿Tú adoras pies de hombre humano?
LISÍMACO
¿Tú eras aquel que decías
3010
que hasta los niños de un año
no perdonase el cuchillo?
ALEJANDRO
¿De qué os admiráis, soldados?
Sabed que cuando salí
de Europa desconfiado,
3015
y confuso de emprender
un pensamiento tan alto,
Dios me apareció en la forma
que este sacerdote santo,
con este mismo vestido,
3020
y así me dijo: «Alejandro,
parte al Asia; que aquí estoy
de tu parte, y con mi amparo
serás su rey.» Pues si yo
veo aquí la forma y hábito,
3025
de Dios, que esto me promete,
no os cause, amigos, espanto
que le adore y reverencie.
JADO
Yo te mostraré, señor,
3030
cómo está profetizado
del profeta Danïel
el fin del reino persiano,
y la griega monarquía
que en ti comienza, Alejandro
3035
ven a nuestro santo templo,
sacrifica a Dios.
ALEJANDRO
¡Hircano,
dame esos brazos!
HIRCANO
El año, séptimo, Rey,
3040
no cogemos ni sembramos;
de este tributo nos libra.
ALEJANDRO
Yo os hago exentos y francos:
vamos al templo en que a Dios
incienso y mirra ofrezcamos.
3045
Ésta es la primera parte;
para la segunda guardo
el fin, aunque son sin fin
Las Grandezas de Alejandro.