Félix Lope de Vega y Carpio

LA FIRMEZA EN LA DESDICHA




Texto utilizado para esta edición digital:
La firmeza en la desdicha. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2000. Edición digital a partir de: Docena parte de las comedias de Lope de Vega Carpio. Madrid, viuda de Alonso Martin, 1619 [en Base de Datos Teatro Español del Siglo de Oro (TESO)].
Marcación digital para Artelope:
  • Soler Sasera, Eva (Artelope)

Hablan en ella las personas siguientes

EL REY DE SICILIA
LEONARDO, General
EL CONDE OTAVIO
TEODORA, hermana del General
ROSELA, criada
FABIO, labrador
BATO
DOS NIÑOS, hijos del Conde
RICARDO
EVANDRO
CAPITÁN DE LA GUARDA
DOS CIUDADANOS
UN CRIADO
FLORO
RISELO
TIBURCIO
UN SOLDADO
CARDENIO
FULGENCIO
FLORA, Duquesa de Calabria
PRUDENCIO
FENICIO
SILVIO
ALBANO
VILLANOS
LUDOVICO
LIDORO

Acto I

Salen el REY , OTAVIO y LEONARDO .

REY
Quintilla
  Hoy partirás de Mecina
con esta armada, Leonardo.

LEONARDO
Sola tu licencia aguardo.

REY
A la conquista camina
5
del libre y rebelde Sardo,
Décima
  que mi palabra te doy
de premiarte como es justo.

LEONARDO
Premiado, señor, estoy,
pues de honrarme tienes gusto,
10
donde el más humilde soy;
tanto que a Sicilia espanta
ver que tu amor me adelanta
a tantos nobles, a quien
generosa envidia den
15
tanto honor y merced tanta,
Quintilla
  que no habiendo preferido
los servicios que ellos tienen,
hazaña de amor ha sido.

REY
Si ellos a servirme vienen,
20
tú me has, Leonardo, servido.
Décima
  Que si del antecesor
heredan los sucesores
los servicios y el valor,
la virtud de tus mayores
25
me ha obligado a hacerte honor.
Lleva mi bastón real,
con nombre de General,
tan bien empleado en ti,
que pues hoy te igualo a mí,
30
ninguno ha sido tu igual.

LEONARDO
Quintilla
  Mil veces pongo la boca
en el suelo, que esas plantas
tocan.

REY
Alzarte me toca.

LEONARDO
Si a ti mismo me levantas,
35
tu mismo ser me provoca.
Quintilla
  Seré en la conquista griego,
seré en Troya Agamenón.

REY
Que mires mi honor te ruego.

OTAVIO
La venta desta ocasión
40
mira mi gloria y sosiego.
Quintilla
  Es Leonardo a quien ha dado
el Rey su bastón real,
sin saberlo mi cuñado,
que amor, con secreto igual,
45
con su hermana me ha casado.
(En tanto, habla el REY y LEONARDO , en secreto.)
Quintilla
  Mas, como por tantos años
ha durado nuestro amor,
y el tiempo es descubridor
de los mayores engaños,
50
y más en cosas de honor,
Quintilla
  anda Leonardo advertido,
quiero decir sospechoso,
de que está de mí ofendido,
estorbando, receloso,
55
el bien que tengo adquirido.
Quintilla
  Fue mi error, también, traer
dos hijos, que deste amor
tuve a su casa, que ayer
los miró con tal rigor
60
que sus celos dio a entender.
Décima
  Díjole su hermana que eran
expósitos, mas tenían
tales señas que pudieran
descubrir lo que encubrían
65
a cuantos su rostro vieran.
Ello fue notable error,
pero pintan ciego a amor.
Mas ya el Rey lo ha remediado
con haberle levantado
70
a tantos grados de honor.
Quintilla
  Partirase a la conquista
de Cerdeña, revelada,
y perdiéndonos de vista,
no habrá temor, no habrá espada
75
que nuestra gloria resista.
Décima
  Gozaré en paz de mi esposa
y de mis hijos queridos,
hasta la sazón dichosa,
que truequen los ofendidos
80
la guerra en paz amorosa.
Que los bandos sicilianos,
que nuestros padres y hermanos
han tenido, causa ha sido
de no habérsela pedido
85
y dádole en paz las manos.

REY
Quintilla
  No tengo más que advertir
que, a quien tan bien sabe hacer,
cánsale el largo decir.

LEONARDO
Es, del buen obedecer,
90
mucho obrar y poco oír.
Quintilla
  Desde aquí, con tu licencia,
me voy, señor, a embarcar.

REY
Cuidado me da tu ausencia.

LEONARDO
Tú verás, en tierra y mar,
95
mi amor y mi diligencia.

(Toquen cajas y vase LEONARDO .)

OTAVIO
Décima
  Pensé, del notable amor
que hoy a Leonardo has mostrado,
que hubieras acompañado
su persona al mar, señor,
100
y hasta dejarle embarcado.
Nuevo a tu corte parece,
puesto que mucho merece,
Leonardo, el ver de qué modo,
a vista del Reino todo,
105
en el tu amor resplandece.

REY
Lira
  ¡Ay, Conde! no te espantes,
que todas estas cosas, por momentos
suceden entre amantes.
Amando están en paz los elementos,
110
y aquel su peso grave
sostiene amor para que no se acabe.
Lira
  La celeste armonía,
con amor se conserva y corresponde,
el sol engendra y cría,
115
la tierra el grano, el mar la perla esconde,
ama la piedra al centro,
que no sé qué de amor se tiene dentro.
Lira
  Amor halló las artes,
amor es la mayor filosofía,
120
es Dios que en todas partes
tiene su altar, su cetro y monarquía.
Las industrias nacieron
de amor, que antes de amor nunca se vieron.
Lira
  Industria, Conde, ha sido,
125
y nacida de amor haberle dado,
sin haber preferido
serviciosa Leonardo el cargo honrado
con que mi armada lleva,
y ya para embarcarse toca a leva.
Lira
130
  Amo, y amor me enseña
a quitar los estorbos del deseo.

OTAVIO
No es la fuerza pequeña,
pues que te pone en el rigor que veo,
mas, ¿es posible que ama
135
dama Leonardo de tan alta fama?
Lira
  ¿Puedo saber el nombre,
ya que tu pensamiento me declaras?

REY
Puedes, porque te asombre
la gentileza de sus partes raras,
140
mas no es su dama, Otavio,
que, a ser su dama, no se hiciera agravio.

OTAVIO
Lira
  Mísero yo, ¿qué escucho?
cosa que amase el Rey mi dulce esposa.

REY
Conde, si obliga mucho
145
la fe jurada y la lealtad forzosa,
tenme secreto y mira
que has de ayudar tu Rey.

OTAVIO
Tu amor me admira.

REY
Lira
  Amo a Teodora, hermana
de Leonardo, ausentele de la corte
150
para dejar más llana
la puerta de su casa a cuanto importe.
A mi amoroso intento,
Otavio, ayuda tú mi pensamiento.
Lira
  Entra en su casa, Otavio.
155
Conde, dile mi amor, di que no tema
de mi grandeza agravio,
rinde a sus pies la majestad suprema,
ofrece montes de oro,
di que las puertas de su casa adoro.
Lira
160
  Mas, ¿qué te persuado?,
eres mancebo y querrás bien, pues quieres
de tu mismo cuidado,
cuando a tu dama, Otavio, le refieres,
saca el cuidado mío
165
y mira que mi honor de ti confío.

OTAVIO
Lira
  ¿Dónde a Teodora viste?
¿O qué ocasión para quererla tanto
como dices tuviste?

REY
Que me preguntes la ocasión me espanto,
170
amor es rayo y pasa,
desde la vista el corazón abrasa.

OTAVIO
Lira
  A fe que ella sería
quien te diese la causa.

REY
No lo creas,
yo vi a Teodora el día,
175
mas no preguntes, ni molesto seas,
vamos donde Teodora.
Sepa, Otavio, de ti, que el Rey la adora.
Lira
  Que sirvas, solo quiero,
de sumiller de la cortina roja
180
a mi temor primero,
del velo vergonzoso me despoja,
que descubierto luego,
también le sabré yo decir mi fuego.

OTAVIO
Lira
  ¿A quién ha sucedido
185
desdicha semejante?

REY
Aquí me aguarda,
y mudaré vestido.

OTAVIO
Qué miedo, qué vergüenza me acobarda,
de decirle que es mía
la hermosa prenda que gozar confía.
Lira
190
  Pero, ¿quién ha quitado,
por estorbo, a su hermano de su gusto?,
si le digo el cuidado
con que su pretensión me da disgusto,
¿quién duda que me envíe
195
adonde para siempre me desvíe?
Lira
  Pues sufrille que intente
una violencia es daño irreparable;
que Teodora se ausente
o que se esconda es medio saludable,
200
pero salir no puedo,
todo es confusa noche y todo es miedo.
Lira
  El Rey se habrá mudado,
pluguiera a Dios, de pensamiento fuera,
quiero entrar sosegado,
205
pero cuando el dolor el alma altera,
quién hallará sosiego,
que della por los ojos sale el fuego.
Lira
  Ánimo, pecho mío,
hasta ver el suceso no perdamos
210
el generoso brío
que de nuestros pasados heredamos.
Mas, ojalá los cielos
me mataran de amor y no de celos.

(Vanse y sale TEODORA , dama, ROSELA , criada, FABIO , labrador con dos niños.)

TEODORA
Redondilla
  Pues el hábito han mudado
215
mis ojos, también es justo
que mudes tú por mi gusto,
Fabio, el hábito heredado.
Redondilla
  Pues no se han de hacer sin ti,
ni has de volver al aldea,
220
bien es que el hábito sea
como de quien vive aquí.
Redondilla
  Ya se fue Fabio, mi hermano,
de la manera que ves.
El Conde gusta que estés
225
en hábito cortesano,
Redondilla
  porque para acompañar
mis hijos, no es bien que sea
como de monte y aldea.

FABIO
Los dos lo podéis mandar
Redondilla
230
  más dificultosamente.
A obedeceros me atrevo,
tanto por el traje nuevo,
como por la nueva gente.
Redondilla
  Yo no estoy dohecho a las galas
235
de corte, ni a su estrecheza,
la propria naturaleza
las juzga y tiene por malas.
Redondilla
  Si ha de bajar el sustento
por la boca a la garganta,
240
la dificultad es tanta,
que antes le causa tormento,
Redondilla
  porque con cuello apretado
de lechuguilla o jubón,
baja con mala sazón
245
al estómago el bocado.
Redondilla
  Y aun se lo estorba en el pecho
la pretina, que prosiga
la entrada de la barriga,
porque le entre en mal provecho.
Redondilla
250
  Hizo la naturaleza
pies y manos con primor,
para espeler el humor,
y aun por la misma cabeza.
Redondilla
  Y apretando el cortesano,
255
como en sus galas se vee
con zapato estrecho el pie
y con el guante en la mano,
Redondilla
  todo en el cuerpo se encierra,
o bien haya el labrador
260
que de la tierra el sudor
le vuelve a la misma tierra.
Redondilla
  El jubón desabrochado
deja pasar el sustento,
el ancho cinto a contento,
265
a la barriga el bocado.
Redondilla
  La mano suelta sin freno
el pie en abarca o en zapato,
tan ancho que puede un pato
criar en cualquiera seno.
Redondilla
270
  No le calientan colchones
la sangre, ni la comida
varia le acaba la vida
con tantas indigestiones.
Redondilla
  ¿Cuándo se ha visto villano
275
que muera de apoplejía,
ni por la empanada fría,
ni cantimplora en verano?
Redondilla
  ¡Ay dulces sombras adonde
es el pan seco maná!,
280
donde más gustos me da,
que tiene en su mesa el Conde.
Redondilla
  Pues en llegando a dormir,
sin cuidado y pretensión,
sin envidia y ambición,
285
sin rogar y sin servir,
Redondilla
  qué cama de seda y oro
tiene el Rey más regalada

TEODORA
¿Esa vileza te agrada?

FABIO
Esta quiero y esta adoro,
Redondilla
290
  pues en llegando a tratar
con aquesta buena gente,
allí es ello que serpiente
como la que oí contar,
Redondilla
  que era de siete cabezas,
295
les hará comparación.
Sierpes de soberbia son,
vestidas de vanas piezas.
Redondilla
  Ya pasa el otro arrogante,
ya el otro avaro y crüel,
300
ya el otro humano Luzbel,
en la ambición semejante.
Redondilla
  Ya veréis uno preciado
de divino entendimiento,
fondo en raso de jumento,
305
y por de fuera brocado.
Redondilla
  Ya veréis un sacristán
metido a ser Cicerón,
y otro en calzas y jubón,
a Rodamonte y Roldán.
Redondilla
310
  Todos caminan, en fin,
a opiniones singulares,
pues en llegando a pesares,
no ha dado tantos Pasquín.
Redondilla
  Ahora bien, mucho he de hacer
315
en mudar naturaleza.
Quien vida tan nueva empieza,
de nuevo vuelve a nacer.
Redondilla
  Mas, ¿de que podré servir
en tu casa, tosco y rudo,
320
ignorante, ciego y mudo?

TEODORA
De callar, Fabio, y de oír.

FABIO
Redondilla
  Echarme quiero a tus pies,
por la cosa más bien dicha
que está escrita, que desdicha
325
de los cortesanos es
Redondilla
  no guardar esa sentencia
del oír y del callar.
Ahora bien, quiero mudar
el traje y tener paciencia.
Redondilla
330
  Voy a ponerme galán,
al vaso destos divinos,
con calzas de desatinos
y capa de charlatán.
Redondilla
  Hareme luego hablador,
335
mentiroso y lisonjero,
con humos de caballero
y desprecio de señor.
Redondilla
  Cercenaré cortesías
y seré muy miserable,
340
y hablaré mal cuando hable,
hasta de las cosas mías.

(Vase.)

TEODORA
Redondilla
  ¿Qué te parece, Rosela,
del humor del labrador?

ROSELA
Que será el aya mejor
345
y la más discreta escuela
Redondilla
  que a tus hijos puedas dar.

TEODORA
Si costumbres es saber,
o tienen más que aprender,
que este les pueda enseñar.
Redondilla
350
  ¿Hoy qué hicistes Ludovico?

LUDOVICO
Señora, un rato jugué
las armas.

TEODORA
¿Vós para qué?

LUDOVICO
Más a las armas me aplico.

TEODORA
Redondilla
  ¿Y vós?

LIDORO
Un rato he leído.

TEODORA
355
Pacífico parecéis.

LIDORO
Tengo lo que vós queréis,
que es el vivir recogido.

(Sale un ESCUDERO .)

ESCUDERO
Redondilla
  Aquí ha llegado Ricardo
de parte del Rey a hablarte.

TEODORA
360
Y bastaba de su parte.

ESCUDERO
¿Qué le diré?

TEODORA
Que le aguardo.
Redondilla
  Lleva Rosela de aquí
estos muchachos.

ROSELA
Yo voy.

TEODORA
Ricardo, confusa estoy,
365
pero trazáralo ansí,
Redondilla
  para hablarme en su locura,
porque ignorante, que a Otavio
adoro, intenta su agravio.

(Sale RICARDO .)

RICARDO
Pienso que estarás segura
Redondilla
370
  de mi embajada.

TEODORA
Sí estoy.

RICARDO
Pensarás que a hablarte vengo
en los intentos que tengo,
después que tan suyo soy.

TEODORA
Redondilla
  No pienso tal.

RICARDO
Haces bien,
375
el Rey está aquí y el Conde
Otavio.

TEODORA
Que entren, responde.

RICARDO
¿Y Otavio?

TEODORA
Otavio también.
Redondilla
  Como se partió mi hermano,
quiere el Rey hacerme honor.

(Salen el REY y OTAVIO .)

OTAVIO
380
Aquí está el Rey, mi señor,
bien dijera: mi tirano.

TEODORA
Redondilla
  ¿Que tristeza Conde es esa?

OTAVIO
No te puedo responder.

TEODORA
Vuestra alteza viene a ver
385
su esclava. Mucho me pesa
Redondilla
  de no estar muy prevenida.

REY
Alzaos del suelo, Teodora.

TEODORA
Yo estoy bien.

REY
Alzaos, señora,
bien está si sois servida.

TEODORA
Redondilla
390
  No digo que os asentéis,
que el Rey, donde quiera, es dueño.

OTAVIO
Cielos parece que sueño,
el daño en que me ponéis.

REY
Redondilla
  Vós os sentad junto a mí.

TEODORA
395
No lo mandéis.

REY
Es mi gusto

TEODORA
Señor.

REY
¿Si es mi gusto, es justo?

TEODORA
Sí, señor.

REY
Qué dulce sí.
Redondilla
  ¡Ay, si a mi amor lo dijeras!

RICARDO
¿A qué viene el Rey, Otavio?

OTAVIO
400
No lo sé, si tú eres sabio,
con poca paciencia esperas.

REY
Romance (tirada)
  Teodora, tu hermano es ido
a conquistar a Cerdeña,
enviele porque tengo
405
de su virtud esperiencia,
acordeme que mi padre,
para la paz y la guerra
se valió siempre del suyo.

TEODORA
Leonardo, señor, hereda
410
los deseos de servirte,
que es la más perfeta herencia
en hijos de nobles padres,
a Reyes que tan bien premian.

REY
A la partida me dijo
415
que, por ser tu madre muerta,
sola te dejaba, y yo
conocí luego las señas,
vi que me obligaba a ser
tu amparo y quiero que sepas
420
que en mí te queda tu hermano,
que mal un amante acierta
a decir su pretensión,
que turbado amor comienza.
En esto veo que es vicio,
425
amor, tu fin cuando llega
a deleite, pues en fin
se ha de perder la vergüenza.

TEODORA
Señor, para que mi hermano,
como es razón, te sirviera,
430
bastaba la obligación
de nuestra naturaleza,
sin que le añadieras tantas
con venir desta manera,
humillando a estas paredes
435
los pasos de tu grandeza.
Beso los pies en su nombre
y, pues tu amparo me queda,
conviértase en alegría
la tristeza de su ausencia.

REY
440
Levántate a hablar al Conde,
que, de ciertas cosas nuevas
que quiero tratar contigo,
tiene cartas de creencia.

(Levántese TEODORA .)

TEODORA
Pues con tu licencia voy.

REY
445
Oye bien lo que te ruega
Ricardo.

RICARDO
Señor.

REY
Escucha,
mientras que los dos conciertan
cierta cosa de mi gusto.

(Hablan en secreto el REY , y RICARDO .)

RICARDO
Si es tuyo, para bien sea.

TEODORA
450
El Rey manda que te hable,
Conde, que pienso que piensa
casarme, porque mi hermano
premio desde luego tenga.
Si es contigo, dime aprisa
455
como fue cosa tan nueva,
si se lo dijiste tú
o si el nuestro amor sospecha.
De aquí se fueron tus hijos.
¡Oh!, quiera Dios que ya puedan
460
llamarte en público padre.
Mucho tardas, mucho esperas,
no es posible que el silencio
me prometa cosa buena,
que callar tanto quien ama
465
es señal de malas nuevas.
¿De qué te has descolorido?
¿Qué me miras? ¿Cómo tiemblas?
Mira que lo advierte el Rey,
mueve los labios si quiera,
470
haz que hablas y no hables,
señor mío, hasta que puedas,
que si vee que yo te hablo
aumentará su sospecha.

OTAVIO
¡Ay, Teodora!

TEODORA
¿No prosigues?
475
¿Con mi nombre te contentas?

OTAVIO
¿Ay, no dije?

TEODORA
Sí.

OTAVIO
Pues ay,
dice que hay terribles penas,
de suerte que en ¡ay, Teodora!,
he dicho cuanto me ruegas,
480
pues hay penas, y tu nombre
es que eres la causa dellas.

TEODORA
Es que Ricardo me pide
al Rey, y que el Rey concierta
que nos conciertes y cases.

OTAVIO
485
De que Ricardo te quiera,
de que te pida Ricardo,
nunca, mi bien, tuve pena,
mas de que te quiera el Rey,
es muy forzoso tenella.

TEODORA
490
¿El Rey me quiere?

OTAVIO
Esto pasa.

TEODORA
¿Pues qué quiere?

OTAVIO
Que le quieras
y que te lo ruegue yo,
que esto no sé como sea.

TEODORA
¿No pudieras avisarme?

OTAVIO
495
No, que en fortuna deshecha,
primero matan los rayos
que sepa un hombre que truena.

TEODORA
¿Qué piensas hacer?

OTAVIO
No sé.

TEODORA
Bien me animas.

OTAVIO
Bien quisiera.

TEODORA
500
Algún medio has de elegir,
que a los estremos es fuerza
el caminar por un medio.

OTAVIO
Ojalá que le supiera.

TEODORA
Quieres que llame a mi hermano
505
y que desto le dé cuenta.

OTAVIO
Cuando violencia te hiciere,
es la mejor resistencia,
mas, qué le diré de ti,
que como sabes espera,
510
y cuando espera el poder
quiere muy breve la vuelta.

TEODORA
Dile que estamos casados.

OTAVIO
Al principio, bueno fuera.

TEODORA
¿Por qué no se lo dijiste?

OTAVIO
515
Porque si tu hermano ausenta
para que nadie le estorbe
la conquista de tus puertas,
yo que estoy en las del alma,
si por mi causa no entra,
520
¿qué seguridad tendré?

TEODORA
Pues este el remedio sea:
que yo le diga que estoy
casada, estraña quimera,
con Ricardo, que él dirá,
525
como tanto lo desea,
que es verdad, y mientras pasan
las forzosas diligencias,
vendrá mi hermano, y entonces,
o me llevará a otra tierra,
530
o dirá al Rey la verdad,
que entonces no habrá violencia,
porque mi honor si la hubiere
ha de correr por su cuenta.

OTAVIO
Despacha luego un crïado,
535
y el viento le favorezca
para que diga a tu hermano
en el peligro que quedas.

TEODORA
Dile al Rey que quiero hablarle,
pero mejor es que sea
540
en presencia de Ricardo.

OTAVIO
Bien dices, ánimo y llega.

TEODORA
Terceto
  Señor, al Conde, atentamente he oído
tu voluntad resuelta.

REY
Habla secreto.

TEODORA
Así conviene hablar, si eres servido,
Terceto
545
  el Conde sabe tu amoroso efeto,
Ricardo ha de saberle que le importa,
por ser destos agravios el sujeto.

REY
Terceto
  Espera un poco, y el hablar reporta.

TEODORA
No puede ser, porque es señor Ricardo
550
mi esposo, en fin, y su opinión me exhorta,
Terceto
  él me ha solicitado, y de Leonardo
tengo yo el sí, que sola tu licencia,
para la ejecución debida aguardo.

REY
Terceto
  Ricardo, ¿es esto ansí?

RICARDO
La diligencia
555
de mi amor te confieso, aunque ignoraba,
por ver a tanto amor tal resistencia
Terceto
  que Teodora me amaba y estimaba
para su esposo, y pues a lo forzoso
confiesa aquello que encubierto estaba,
Terceto
560
  digo que soy mil veces venturoso,
y que te pido que padrino seas
de nuestras bodas, aunque estés celoso.

REY
Conde.

OTAVIO
Señor.

REY
¿Qué dices?

OTAVIO
Que lo creas,
Terceto
  y que mudes de intento, y que los cases,
565
que entonces amas cuando bien deseas.

REY
Querría que con ella concertases,
Terceto
  ya que se ha de casar.

OTAVIO
No lo prosigas,
ni a tal bajeza el pensamiento pases.

REY
Pues esto quiero, Conde, que le digas.

OTAVIO
Terceto
570
  Yo lo diré, mas déjame con ella.

REY
Si lo alcanzas, Otavio, un Rey obligas.

OTAVIO
Lleva a Ricardo allá, que lejos della
Terceto
  no te dará los celos, que es forzoso
que tengas dél y de Teodora bella.

REY
575
Ricardo, ven conmigo.

RICARDO
¿Estás quejoso
Terceto
  deste mi amor?, que si lo estás no quiero
ser de Teodora, aunque ella quiere esposo.

REY
Yo gusto que en tan noble caballero
Terceto
  se emplee dama de valor tan grave.
580
Ricardo, honrarte quiero.

RICARDO
Así lo espero,
pues tu grandeza mis servicios sabe.

(Vanse los dos.)

OTAVIO
Décima
  Ya me pesa de lo hecho.

TEODORA
¿Por qué?

OTAVIO
Por haber tratado
engaño al Rey, que engañado
585
tiene al castigo derecho,
¿qué haremos?

TEODORA
Hacer buen pecho,
y si fuere necesario
morir.

OTAVIO
Suceso tan vario,
¿qué remedio ha de tener?,
590
que el amor en el poder
es el más fuerte contrario.

TEODORA
Décima
  ¿Ha de ser este Tarquino?

OTAVIO
Podrá ser.

TEODORA
Pues ser Lucrecia,
que una firmeza desprecia
595
el más fuerte desatino.

OTAVIO
Cuando a declararse vino,
Quintilla
  ya vino determinado.
¿Sabes lo que ha concertado?

TEODORA
Di qué.

OTAVIO
Que en siendo casada,
600
la fe a Ricardo jurada
rompas.

TEODORA
Qué injusto cuidado.

OTAVIO
Quintilla
  ¿Por qué?

TEODORA
Porque no ha de ser
mi esposo,

OTAVIO
Será forzoso
que a quien ha de ser tu esposo
605
eso venga a suceder.
Si lo soy, bien es temer,
Quintilla
  no de ti, mas de su fuerza.

TEODORA
No hallas miedo que me tuerza,
ni su poder, ni su furia,
610
que nunca el amor injuria
si la causa no le esfuerza.

OTAVIO
Décima
  A decírtelo quedé,
por eso advertida vive.

TEODORA
En el agua, Otavio, escribe
615
todo lo que no es tu fe.

OTAVIO
Teodora, ¿qué le diré?

TEODORA
Que me case, pues es gala
que me entregue a quien me iguala
y luego hablaré en su pena,
620
porque aun antes de ser buena
no he de prometer ser mala.
Décima
  Dile que si me desea
es cosa muy escusada
servirme como a casada,
625
antes que casada sea,
que deje que me posea
a quien me quiere quitar.

OTAVIO
Mi bien, yo le voy a hablar,
Quintilla
  aunque este engaño y estilo
630
pienso que es piedra del filo
del cuchillo de mi muerte,
que es laberinto de suerte
que no ha de valernos hilo.

(Vase OTAVIO .)

TEODORA
Soneto
  Desdicha estraña amar, pues aunque sea
635
la mayor voluntad correspondida
de la vida, o del tiempo resistida,
toda la vida, sin cesar pelea.
Cuando en amar un alto bien se emplea,
mayor ventura goza aborrecida,
640
que no le cansa el mal, ni el bien la olvida,
a quien jamas gozó lo que desea.
Amé, pagome amor, fui prenda cara
del alma de mi dueño, mejor fuera
para perder el bien que no le hallara,
645
que a no le tener yo, no le perdiera,
y solo el esperalle me bastara,
que más se goza el bien cuando se espera.

(Sale RICARDO .)

RICARDO
Redondilla
  A darte mil gracias vengo,
luego que el Rey me dejó,
650
de que te merezca yo,
pues ya tan cerca te tengo.
Redondilla
  ¿Es posible que llegada
la ocasión de amor, forzosa
te confesaste mi esposa,
655
y de mi amor obligada?
Redondilla
  ¿Es posible que dijiste
al Rey que estamos casados,
y que entre tantos llamados
al más humilde escogiste?
Redondilla
660
  Hablen mis cinco sentidos
en tu alabanza, Teodora,
digan que el alma te adora
los ojos y los oídos.
Redondilla
  También lo digan las manos,
665
tocándote, pues ya puedo,
que a donde amor quita el miedo,
ya son los respetos vanos.
Redondilla
  ¿Puedo besarte las tuyas?
¿Puedo abrazarte?

TEODORA
Desvía.

RICARDO
670
¿Pues qué es esto, esposa mía?
Pensó el alma que eran suyas.
Redondilla
  Perdona, que a ti lo oí,
tuyo fue el atrevimiento,
y mío el consentimiento
675
de tu regalado sí.
Redondilla
  O soy tuyo, o no lo soy.
¿Por qué hablas deste modo?

TEODORA
Porque fue violencia todo
y libre del Rey estoy.
Redondilla
680
  No entendiste que lo hice
para defender mi honor,
pues del Rey al loco amor
con tu opinión satisfice.
Redondilla
  Ay Ricardo, está contento
685
de que como noble hiciste,
pues que mi honor defendiste
a voz de tu casamiento.
Redondilla
  Ponme en tanta obligación,
así te dé Dios ventura,
690
viva a tu sombra segura
la fama de mi opinión.
Redondilla
  Mira que eres caballero,
cuya profesión mayor
es defender nuestro honor
695
como de tu amor lo espero.
Redondilla
  En esto le mostrarás,
finge, di al Rey que soy tuya,
aunque ni tuya, ni suya
me verá el mundo jamás,
Redondilla
700
  basta declararme ansí
y que cuando ser pudiera,
mas que del Rey, tuya fuera,
y no sepas más de mí.

(Vase.)

RICARDO
Redondilla
  Menos quisiera saber.
705
Fuese, cayó por el suelo
el edificio que al cielo
soberbio quiso oponer.
Redondilla
  Qué poco duró mi engaño,
mas bien fue que fuese poco,
710
porque no me vuelva loco
la pena del desengaño.
Redondilla
  Altamente me burló,
ingenio en fin de mujer,
pero en lo que da a entender
715
el dueño conozco yo.
Redondilla
  Sin duda que el Conde y ella
esta disculpa trazaron,
con que del Rey se libraron,
que es fuerte, y adora en ella.
Redondilla
720
  Por capa me ha echado al toro,
con que de la muerte escapa,
basta que serví de capa,
confiada en que la adoro.
Redondilla
  Pues no gozará sus brazos,
725
y impórtame a toda ley,
porque siendo el toro un Rey
hará la capa pedazos.
Redondilla
  Arrójame libremente,
y el cuerpo que adora esconde,
730
bueno es que se escape el Conde,
y que yo muera inocente.
Redondilla
  Oh, qué engaño se me ofrece
para prueba deste engaño,
que un daño con otro daño
735
la satisfación merece.
Redondilla
  El hombre que viene aquí
es desta casa criado,
quien ama, desengañado,
bien es que proceda ansí.

(Sale FABIO , villano, ya vestido de escudero gracioso.)

FABIO
Endecasílabos sueltos (tirada)
740
  A penas creo que soy yo aquel mismo
que en traje tan diverso del que traigo,
llevé mis vacas por las verdes selvas,
y mis ovejas por los altos montes,
adonde está mi sayo descansado,
745
que a mi medida la inocencia hizo,
adonde mis abarcas enseñadas
tan lejos de azulejos y de alfombras,
calzas me han dicho que se llaman estas,
estraña, y prodigiosa arquitectura,
750
aun en estos se vee que son enredos,
cuantos fabrican los que aquestas traen,
o hele allí de los que al Rey trajeron,
el no menos gallardo cortesano,
pardiez a penas comencé a ponerme
755
estas que llaman calzas, cuando escucho
que viene el Rey y, de temor, corriendo
con ellas en las piernas, como grillos,
me escondí en un pajar. Si este me ha visto,
yo me caigo difunto. Ya me mira,
760
pienso que quiere hablarme.

RICARDO
¿Sois, a caso,
gentilhombre, escudero de Teodora?

FABIO
A caso, y bien a caso gentilhombre,
soy de Teodora un escudero nuevo,
tan nuevo, que aun lo soy en los vestidos.

RICARDO
765
La fortuna le ofrece a mi propósito.
¿Sabéis a lo que el Rey vino a su casa?

FABIO
No me puse en lugar que lo supiese,
que soy tan nuevo en cosas del palacio,
que aún no supe acechar, ni estar atento
770
a lo que se trataba, codicioso
de llevallo por nuevas a otra parte.

RICARDO
Teodora se ha casado con el Conde
y el Rey vino a tratarlo.

FABIO
Bien ha hecho,
en tanto que su hermano ausente vive,
775
que por antiguos bandos de sus casas,
o viniera su hermano en los conciertos.
Agora sí descansarán entrambos
y gozarán sus hijos, que era lástima
verlos andar a sombras de la noche
780
para poderse hablar.

RICARDO
¿Pues tienen hijos?

FABIO
¿Luego vós no sabéis que los tenían?

RICARDO
Hijas, pensaba yo.

FABIO
Que no son hijas,
sino dos zagalejos como un oro,
que yo, puesto que en traje de palacio
785
soy labrador enjerto en escudero,
y los crié en la falda de ese monte,
altivo padre de una pobre aldea,
que le besa los pies agradecida.

RICARDO
Así tenéis razón que el Rey me dijo
790
que eran hijos los dos, y se llamaban...
Celio pienso que el uno.

FABIO
Erráis el nombre,
Lidoro el uno, el otro Ludovico,
muchachos que a la fe que en estos montes
mataron algún oso a pura piedra,
795
trájolos a la corte el Conde Otavio,
y a la fe que su hermano lo sospecha.
Mas, ya que el Rey los casa no habrá celos.

RICARDO
Oh, cómo han sido en mi favor los cielos,
sabralo todo el Rey, venid conmigo
800
traeréis para la boda ciertas cosas.

FABIO
Perdonadme, señor, si sois servido,
que no sé andar en calzas atacadas,
y hasta enseñarme no podré seguiros.

RICARDO
Pues proceded en esto cuerdamente,
805
porque se ha de tratar con gran secreto.

(Vase RICARDO .)

FABIO
Vós echaréis de ver si soy discreto.
Soneto
  Pasa el invierno perezoso y frío,
y el labrador que con el corvo arado
rompió los verdes céspedes al prado,
810
mira la parva en el dorado estío.
Corta las hondas del salado río
el diestro navegante, y olvidado
de las tormentas, y el rigor pasado,
vuelve a la nave con valiente brío.
815
No de otra suerte al Conde Otavio veo,
la guerra de su historia reducida
a las paces del yugo de Himeneo.
Ya no hay memoria que su gusto impida,
que amor si llega al puerto del deseo,
820
de cuanta pena le costó se olvida.

(Vase, y salen el REY y FULGENCIO , viejo, su Gobernador.)

FULGENCIO
Décima
  Algunos están quejosos
de que le hayas preferido
a mil hombres belicosos,
que dicen que te han servido
825
en cargos de Marte honrosos.
Y que Leonardo es mancebo,
y en su diciplina nuevo,
y que eligieras más bien
algún capitán, a quien
830
corona el árbol de Febo.
Décima
  Y he sido de parecer
que has hecho buena elección.
Roma quiso deponer,
por mancebo, a Cipión
835
y le vio después vencer.
Sicilia verá que ha sido
Leonardo bien eregido.

REY
Mucho me pesa de oír
que no pueda al Rey servir,
840
sino quien le haya servido.
Quintilla
  Cuando el Rey, Gobernador,
conoce el valor de un hombre,
cual esperiencia mayor,
luego bien es que le nombre
845
para probar su valor.
Quintilla
  Leonardo es valiente y sabio.

(Sale RICARDO .)

RICARDO
Yo vengo a mala ocasión,
que con el padre de Otavio
habla el Rey.

FULGENCIO
Envidias son.

REY
850
Nunca de envidias me agravio.

RICARDO
Décima
  Hacer quiero algún rüido.

REY
¿Qué hay, Ricardo?

RICARDO
Hablarte quiero
a solas, si eres servido.

FULGENCIO
Aparte, señor, espero.

REY
855
Ricardo, seas bien venido,
quiérole lisonjear,
que le deseo agradar
para engañarle.

RICARDO
¿Qué aguardo?
Hablar quiero.

REY
Pues Ricardo,
860
¿cuándo te quieres casar?
Quintilla
  ¿Estás muy enamorado?
¿Quieres a Teodora mucho?

RICARDO
Antes estoy tan cansado
que la aborrezco.

REY
¿Qué escucho?,
865
¿cansado, a penas casado?

RICARDO
Quintilla
  Señor, no soy yo el marido,
que, a serlo, no me cansara.

REY
¿Cómo ansí?

RICARDO
La sombra he sido
con que Teodora repara
870
tu amor y mi injusto olvido.
Quintilla
  Aquello que dijo allí
fue por concierto de Otavio.

REY
¿Pues Otavio contra mí?

RICARDO
Habla bajo, y como sabio,
875
que aún está su padre aquí.
Quintilla
  Ya no es tiempo de cansarte
con rodeos, él la adora
y ella pretende engañarte.

REY
Luego, ¿quiérele Teodora?

RICARDO
880
Claramente quiero hablarte.
Décima
  Cuando en palacio vivía,
este amor se concertó,
salió, y aquel mismo día,
por venganza ejecutó
885
Otavio su alevosía,
que sin duda fue venganza
de su hermano, pues le alcanza
de los bandos tanta parte.

REY
¿He de creerte o matarte?

RICARDO
890
¿Aún te engaña la esperanza?
Quintilla
  Pues no la tengas, señor,
que está su amor confirmado
con altas prendas de amor.

REY
¿Si al fin de amor ha llegado,
895
cual otra prenda mayor?

RICARDO
Quintilla
  Tener dos hijos.

REY
¿Qué dices?

RICARDO
Lo que escuchas.

REY
Vive Dios.

RICARDO
Quedo, no te escandalices.

REY
Que hoy han de dar sin los dos
900
a sus años infelices.
Quintilla
  Pues, ¿cómo en esa ficción
el Conde mi engaño funda
y su loca pretensión?
Más estimo la segunda
905
que la primera traición.
Quintilla
  Vete y llama al capitán
de la guarda y diez soldados,
de los que hoy de guarda están.

RICARDO
Favores mal empleados.
910
Todos la culpa te dan.
Quintilla
  A lo menos bien has visto
mi lealtad.

REY
Ve presto.

RICARDO
Voy.

(Vase RICARDO .)

REY
¿Cómo el enojo resisto?
No más amor desde hoy,
915
de mi esperanza desisto.
Endecasílabos sueltos (tirada)
  Fulgencio.

FULGENCIO
¿En qué te sirvo?

REY
Hame contado
Ricardo una traición de un hombre injusto,
con que estoy enojado sumamente.

FULGENCIO
Si puedes castigar, y en el castigo
920
poner ejemplo y escarmiento a otros,
castiga y no te aflijas.

REY
Bien has dicho,
no en balde yo te he puesto en el gobierno
del reino, por cabeza y presidente,
mas quiero tu consejo.

FULGENCIO
Di el delito.

REY
925
¿Qué merecería un hombre que a un vasallo
de los más nobles que en Sicilia tengo
ofendiera el honor, y de su hermana
tuviera ya dos hijos de secreto,
y que queriendo el Rey la mujer misma,
930
fingiera por libralla de sus manos
que estaba desposada con otro hombre,
aborrecido della con estremo,
y prometiendo al Rey que el casamiento
sería puerta de su honor y gusto
935
de su vida y salud en grave daño,
y entre los dos hiciesen este engaño?

FULGENCIO
Por cualquiera delito, siendo cierto,
es reo de la muerte y, aunque fuera
mi hijo Otavio, que en estremo adoro,
940
lo mismo te dijera que te digo.

REY
Luego, ¿puedo prenderle y castigarle?

FULGENCIO
Préndele y, si le pruebas el delito,
si no es que con la parte se concierte,
seguro puedes condenalle a muerte.

REY
945
Haz una provisión y vuelve luego.

FULGENCIO
¿Qué nombre?

REY
El nombre en blanco.

FULGENCIO
¿El nombre es título?

REY
Pues que, con provisión, mando prenderle,
sin duda que es lo bueno de Sicilia.

FULGENCIO
Yo voy.

(Vase FULGENCIO .)

REY
Vuelve al instante. Estraño engaño
950
a un Rey, ¡a mí!, pues, ¿cómo así me paga
Otavio las mercedes recebidas?,
haber puesto a su padre en el supremo
lugar de mi justicia, ¡ah, mozo ingrato!,
¡cómo castiga el Cielo tu malicia!,
955
pues de tu mano hiciste la justicia.

(Salen RICARDO y el CAPITÁN de la guarda y soldados.)

RICARDO
Quintilla
  Aquí viene el Capitán.

CAPITÁN
Ya los soldados están
puestos a la ejecución.
¿Dónde ha de ser la prisión?

REY
960
Los papeles lo dirán.
Quintilla
  ¡Oh, Ricardo!, quién creyera
que el Conde, con este engaño,
burla de mi amor hiciera.

RICARDO
A no ser yo desengaño,
965
notable tu daño fuera.
Décima
  Ah, señor, ¡cuán pocos son
los que viven con lealtad!

REY
Qué bien paga mi afición
el Conde.

RICARDO
Ya no hay verdad,
970
todo es mentira y ficción.

REY
Quintilla
  No se habrá visto venganza
como se ha de ver en él.

RICARDO
Amor te pondrá templanza.

REY
Antes me ha de hacer crüel
975
la burla de mi esperanza.

RICARDO
Quintilla
  La mayor culpa que tiene
es el haberte burlado.
Pienso que a tu honor conviene,
y a la razón de tu estado,
980
vengarte.

REY
Su padre viene.

(Sale FULGENCIO con un papel escrito y un paje con pluma, y el tintero.)

FULGENCIO
Quintilla
  Aquí está la provisión,
y el nombre en blanco dejé.

REY
El autor de la traición
escribe.

FULGENCIO
Dime quién fue
985
y irán a hacer la prisión.

REY
Quintilla
  Pon el nombre.

FULGENCIO
Ya le espero.

REY
Di el Conde Otavio.

FULGENCIO
¿Qué Otavio?

REY
Tu hijo.

FULGENCIO
Señor.

REY
No quiero
disculpas.

FULGENCIO
Tan grande agravio
990
a su Rey, un caballero.

REY
Quintilla
  Escribe.

FULGENCIO
Yo escribiré.

REY
¿De qué te tiembla la mano?,
tuya la sentencia fue.

FULGENCIO
Es verdad, que no pensé
995
que le engendraba villano.
Quintilla
  Cuando la sentencia di,
lejos de mi sangre estaba,
porque nunca presumí
que con mi sangre engendraba
1000
lo que te ofendiese a ti,
Quintilla
  mas agora no te espantes
que tiemblen mis manos frías
de hacer letras semejantes,
porque las entrañas mías
1005
no son moldes de diamantes.
Quintilla
  Si lo ha hecho, firmaré
su muerte, que su prisión
no es mucho, pero tendré
por dudosa información
1010
la que de enemigos fue.
Décima
  Pongo a Otavio, aunque crüel,
pues por más que me refieras
que ponga el cuchillo en él,
pluguiera a Dios que quisieras
1015
que me pusiera por él.

(Arroja la pluma.)

REY
¡Cómo!, ¿delante de mí
la pluma arrojas así?

FULGENCIO
Perdona la mano airada,
que no puedo ver la espada
1020
con que la muerte le di.

(Vase FULGENCIO .)

REY
Décima
  ¿Puso Otavio?

RICARDO
Sí, señor,
Otavio en lo blanco puso.

REY
Pues prendelde con rigor.

RICARDO
Vamos, Celio.

CELIO
Estoy confuso.
1025
¿El Conde ha sido traidor?

RICARDO
Quintilla
  ¿No lo estás mirando agora?

REY
Teodora, en Otavio, adora.
Mas, para vengar mi agravio,
bastará matar a Otavio,
1030
que eso es matar a Teodora.

(Vanse, y salen el CONDE OTAVIO , TEODORA y RISELA .)

OTAVIO
Romance (tirada)
  Prevéngase en el jardín,
si te parece, la cena.

TEODORA
Lo que quisieres, mis ojos,
es la ley de mi obediencia.

OTAVIO
1035
Parece que en verdes plantas
el tierno amor se deleita,
flores, amantes y campos
son lienzos de primavera,
amor enseñan las vides
1040
cuando a los olmos se enredan,
amor enseñan las aguas
cuando las flores refrescan,
amor enseñan las aves
cuando sus quejas lamentan,
1045
las zarzas, cuando se abrazan
y por los árboles trepan,
el aire con dulces silbos,
entre las flores se queja,
que es el que más se enamora,
1050
porque todo lo penetra.
No vengan, Teodora mía,
mis pajes, ni tus doncellas,
que amor en las soledades
tiene mayores licencias.
1055
Estoy con gusto de ver
que ya tu hermano nos deja
aquestas paredes libres,
que por muchos años sea.
Ve por nuestros hijos luego,
1060
díselo a Fabio, Rosela,
que no hay mesa sin los hijos,
ni bocado que bien sepa.
Paréceme que te ríes.

TEODORA
Es, Otavio, que celebra
1065
el alma tus alegrías,
de tus contentos, contenta,
no cabe en el corazón
la risa de ver que llegas
a decir que no hay, sin hijos,
1070
mi bien, regalada mesa.
¿Nunca has visto aquellos quicios
en que se mueven las puertas?
Así se mueven las almas
de los dos que las engendran.
1075
Ya no temo tiempo ingrato,
ya no temo suerte adversa,
durmiendo está la fortuna,
húrtale el amor la rueda.
Ya no te puedo perder,
1080
todos mis temores cesan,
pero escucha, por mi vida,
Conde, ¿qué voces son estas?

(Sale RICARDO , CAPITÁN , y soldados.)

RICARDO
¿Tú, las puertas me resistes?

OTAVIO
Hola, ¿quién abre las puertas?

RICARDO
1085
Yo soy, ¿de qué te alborotas?
Ten, Conde, la espada queda.

OTAVIO
¿Tú con gente en esta casa?

CAPITÁN
El Rey manda que te prenda
con aquesta provisión.

OTAVIO
1090
¿A mí?

CAPITÁN
¿Que lo dudas?

OTAVIO
Muestra.

CAPITÁN
¿Conoces aquesta firma?

OTAVIO
Letra de mi padre es esta.

TEODORA
Caballeros, ¿por qué prende
a Otavio el Rey?

CAPITÁN
Cuando llegan
1095
a tales puntos las cosas,
que falta razón no creas.

TEODORA
Ricardo, ¿eres tú el autor?

RICARDO
Si te consta tu inocencia
y la del Conde, Teodora,
1100
¿qué temes?, ¿de qué te quejas?

OTAVIO
Esta espada, Capitán,
me guarda, para que sea
castigo de algún traidor.

RICARDO
Habla bien, porque no mientas.

OTAVIO
1105
Vuélveme, Celio, la espada.

CAPITÁN
Ea, que es mucha soberbia.

TEODORA
¿Quieres tú, Ricardo infame,
que yo el mentís te defienda?

RICARDO
Vete, Teodora, con Dios,
1110
que eres mujer, y no buena.

TEODORA
Mientes.

RICARDO
De mujer, no importa.

OTAVIO
Tú has dado justa sentencia
desmentísteme Ricardo,
pero como tú aconsejas,
1115
no importa que eres mujer.

RICARDO
¿Esto sufres?

CAPITÁN
No te ofendas
de soberbias de hombres presos.

OTAVIO
Yo te cortaré la lengua.

CAPITÁN
Camina.

TEODORA
A sombras del bien
1120
está la fortuna adversa.


Acto II

Salen cajas, soldados, bandera, LEONARDO , General.

LEONARDO
Décima
  Para haber desembarcado
nuestra vitoriosa armada,
poco nos han celebrado.

(Sale un CAPITÁN .)

CAPITÁN
Está la ciudad turbada
1125
y todo el vulgo alterado.

LEONARDO
¿Qué puede haber sucedido?

CAPITÁN
Si, por ventura, han venido,
como a corte, falsas nuevas,
o ya las envidias pruebas
1130
de haber Leonardo vencido.

LEONARDO
Quintilla
  Cuando vencido volviera,
roto, perdido y deshecho,
menos alboroto hubiera,
mayor mal, Cintio, sospecho
1135
alguna traición me espera.
Quintilla
  No sé si paséis de aquí.

CAPITÁN
Luego, ¿no quieres que entremos
en la ciudad?

LEONARDO
Siempre fui
de parecer que esperemos,
1140
cuando el mal se viene ansí.

(Salen dos ciudadanos.)

CIUDADANO 1.º
Quintilla
  Llega, y tomemos lugar
donde todos lo veamos.

LEONARDO
Haz esos hombres parar,
Cintio, para que sepamos
1145
la ocasión antes de entrar.

CAPITÁN
Quintilla
  Hidalgos tened.

CIUDADANO 2.º
¿Quién llama?

CAPITÁN
Desta armada el general,
si no os le ha dicho la fama.

CIUDADANO 1.º
Tu nombre y bastón real
1150
toda esta ciudad aclama.
Quintilla
  Pero, si valiente y sabio
te celebra el mar remoto,
muéstralo en aqueste agravio.

LEONARDO
¿Pues de qué es el alboroto?

CIUDADANO 2.º
1155
Degüellan al Conde Otavio.

LEONARDO
Quintilla
  Válgame el Cielo.

CIUDADANO 1.º
Esto pasa.

LEONARDO
Dime presto la ocasión.

CIUDADANO 1.º
Por deshonor de tu casa.

LEONARDO
¿Pues el conde a mi traición?

CIUDADANO 1.º
1160
Ya con tu hermana se casa,
Quintilla
  pero el Rey no da lugar,
antes la mandó prender
y la quiere castigar.

LEONARDO
¡Oh, como el fin del placer
1165
es principio del pesar!

CIUDADANO 1.º
Quintilla
  Sus hijos tiene en prisión,
con ser niños y ignorantes,
desto que llama traición.

LEONARDO
¿Hay sucesos semejantes,
1170
pues los niños cuyos son?

CIUDADANO 1.º
Décima
  Del Conde Otavio y tu hermana.

LEONARDO
No fue vana mi sospecha,
pero la guarda fue vana,
que ningún muro aprovecha
1175
cuando es la mujer liviana.
Id con Dios.

CIUDADANO 1.º
Guárdete el Cielo.

LEONARDO
No en balde tuve recelo
de que algún mal me aguardaba,
o en balde el alma temblaba
1180
de pisar el patrio suelo.
Quintilla
  Pero si conoce un ave
del tiempo la variedad,
y un delfín muestra que sabe
de la mar la tempestad,
1185
y está avisando a la nave,
Quintilla
  qué mucho que pronostique
el alma de un hombre el daño,
y por potencias aplique
al temor el desengaño,
1190
y por venir le publique.
Quintilla
  ¡Ay de mi ventura corta!,
qué me importa haber vencido,
ni volver vivo, ¿qué importa?,
cuando soy tan mal venido
1195
que el deshonor me reporta.
Quintilla
  ¡Ah, falsa hermana Teodora!,
con mi enemigo, no más,
no más gente vencedora,
volved las cajas atrás,
1200
cese la trompa sonora,
Quintilla
  vuelva a tragarnos la mar,
no salgamos a la tierra,
el bastón quiero arrojar,
si una mujer infamar
1205
puede el honor de la guerra.
Quintilla
  Tan larga infamia y secreta,
hijos de Otavio en mi casa,
la suya a mi sangre aceta,
aún no creo lo que pasa,
1210
tanto el dolor me sujeta.
Quintilla
  Bien muestra el Rey compasión
de mi honor y calidad
en castigar su traición.

(Sale FULGENCIO , padre de OTAVIO .)

FULGENCIO
Cuando sepa la verdad
1215
ayudará mi razón.
Romance (tirada)
  ¡Oh, generoso Leonardo!,
que la noble frente adornas
del árbol de las batallas,
que tiene inmortales hojas.
1220
Nuevo, generoso Aquiles,
que a tu patria ingrata y loca
ilustras con más trofeos
que el Griego sacó de Troya.
No te asombre mi presencia,
1225
si la fama te alborota,
que del hombre más airado
merecen las canas honra.
Habrante dicho que el Rey
a mi hijo Otavio corta
1230
la cabeza por tu agravio,
y justa venganza toma.
Tendrás enojo y es bien,
que el agravio presto enoja,
pero nunca los prudentes
1235
juzgan primero que oigan.
Oye, pues, aunque no sea
porque a tu remedio importa,
mas porque te habla un viejo,
que tienen verdad de historia.
1240
El Rey de Sicilia, el Rey,
mozo al fin, que la edad moza
admite mozos consejos,
y a los deleites se arroja,
puso en tu hermana los ojos,
1245
y porque tu honor le estorba,
a la conquista te envía
de la gente sarda y corza,
de suerte que fue el bastón
coluna de tu deshonra,
1250
basa de su amor injusto,
nube del sol de tus glorias.
Con esto, al Conde mi hijo,
luego que tu armada azota
la blanca espuma del mar
1255
y le obedecen las olas,
manda que a Teodora diga
sus amorosas congojas.
Otavio, al fin su marido,
aunque enemigo le nombras,
1260
con lágrimas y palabras
dice el peligro a su esposa,
ella concierta decirle,
hablando a Ricardo a solas,
que con Ricardo se casa,
1265
por ver si el Rey se reporta,
pero queriendo Ricardo
con deslealtad afrentosa
hacer de las burlas veras,
y atreverse a su persona.
1270
Ella le desprecia y dice
que a Otavio, su esposo, adora.
Ricardo lo cuenta al Rey,
El Rey a Otavio aprisiona,
haciéndome a mí firmar
1275
la sentencia rigurosa.
Leonardo, Otavio es mi hijo,
no te espantes que me ponga
delante del filo airado,
padre soy, el nombre sobra.
1280
Por vuestros bandos, Otavio
no te ha dicho que interpongas
tu autoridad con el Rey,
y que le des a Teodora.
Mal hizo, yo lo confieso,
1285
ya es hecho, aquí no perdonas
a Otavio, sino a tu hermana,
y cuando con ella rompas,
con tus dos sobrinos debes
mostrar entrañas piadosas,
1290
pues la culpa de sus padres
en su inocencia se abona.
¿Qué fiero León de Albania,
qué tigre, Hircana furiosa,
no perdona la inocencia,
1295
cuando a sus pies se la arrojan?
Leonardo, cuando tu patria
fuera la frígida zona,
cuando en los montes nacieras,
por donde sale el aurora,
1300
¿no es posible que prefieras
esas manos generosas
en dos niños inculpables,
vasos de tu sangre propia?
Por ellos mis blancas canas,
1305
a tus nobles pies se postran,
no por Teodora y Otavio,
si el agravio te apasiona.
Mas mira que el mejor padre,
cuando el hijo humilde torna,
1310
hace fiestas al perdido,
alegre de que le cobra.
Tus hermanos y mis hijos
están en peligro agora,
pide al Rey, pues eres parte,
1315
que su castigo interrompa.
Que Otavio será su esposo,
y en haciéndose las bodas
quedas con honra y sobrinos
que celebren tus vitorias.
1320
Si Otavio fuera culpado,
no diera a Torcato Roma
la gloria que a mí Sicilia,
pero la verdad me consta.
Volvamos los dos al Rey,
1325
que si el decreto deroga
será paz de nuestros bandos,
y fin de nuestra discordia.

LEONARDO
Décima
  Bien creerás que habrá crecido
mi agravio en tu relación,
1330
y que está, por el oído,
Fulgencio, tu información
dando tormento al sentido.
Bien creerás cuánto dolor
dará mi perdido honor
1335
a quien como yo le adora,
y bien creerás que Teodora
me habrá incitado a rigor.
Décima
  Bien creerás que se ha movido
mi sangre a justa venganza,
1340
pues créeme que no ha sido
como el dolor que me alcanza
de ver que el Rey me ha ofendido.
De aquí más pena me viene
y satisfación conviene,
1345
que la ofensa del señor
tiene todo aquel valor
que la confianza tiene.
Quintilla
  A mí el bastón y el oficio
de General, porque diese
1350
lugar a tan torpe vicio,
que por mí no mereciese
deste cargo el ejercicio.
Quintilla
  Que voy en cuenta de aquellos
que por mujeres o hermanas
1355
cubren diamantes sus cuellos,
y entre oficios y honras vanas,
el vulgo murmura dellos.
Quintilla
  Tenedme, lengua, en los labios,
que es la lealtad santa ley,
1360
y por consejo de sabios
no se han de atrever al Rey
las quejas, ni los agravios.
Quintilla
  Si lo ha hecho, está en razón
sufrirlo por justas leyes.
1365
Es mozo, los años son,
y el amor y la ambición
dan mal consejo a los reyes.
Quintilla
  Vamos, amigo Fulgencio.

FULGENCIO
De ningún fuerte romano
1370
tu prudencia diferencio.

LEONARDO
Pon en la boca la mano,
que el mal se rinde al silencio.

(Salen el REY , y TEODORA , y RICARDO .)

REY
Redondilla
  ¿Para qué quieres entrar
a malograr tu prudencia?

TEODORA
1375
Dame si quiera licencia
para que le pueda hablar.

REY
Redondilla
  En tu mano está, Teodora,
que muera Otavio o que viva,
tú de loca, tú de altiva
1380
le darás la muerte agora.
Redondilla
  ¿Pierdes algo en que yo sea
primer dueño de tu honor?

TEODORA
Pues, ¿puedo yo hacer, señor,
cosa más injusta y fea?
Redondilla
1385
  Soy casada, como ves,
¿no es ofensa de mi estado?

REY
Otavio no se ha casado,
la ofensa fuera después,
Redondilla
  cuando casado se vea,
1390
habrá pasado el agravio,
que no está a cuenta de Otavio,
hasta que tu esposo sea.
Redondilla
  ¿Ves como es tema, Teodora,
y no el honor que defiendes?

TEODORA
1395
En fin, ¿matarle pretendes?

REY
Tú lo verás.

TEODORA
¿Cuándo?

REY
Agora.

TEODORA
Redondilla
  ¿Agora?

REY
Sí.

TEODORA
¿Qué razón
das para matarle?

REY
Es llano
el agravio de tu hermano.

TEODORA
1400
¿Los casamientos lo son?

REY
Redondilla
  No lo fuera si supiera
Leonardo vuestra amistad,
y diera su voluntad,
porque entonces justo fuera.
Redondilla
1405
  Esta es fuerza que te ha hecho,
Otavio.

OTAVIO
No ha sido tal,
que no fuerza, ni hace mal
a quien dan puertas y pecho.
Redondilla
  Cuando una mujer rendida
1410
da lugar a un hombre, aquello
no es fuerza.

REY
No puede hacello
si hay término que lo impida.

TEODORA
Redondilla
  No lo ha impedido el tercero.

REY
Fue porque no lo sabía
1415
y así, a la justicia mía
toca el agravio primero.

TEODORA
Redondilla
  No es justicia la que es parte.

REY
¿Yo soy parte?

TEODORA
¿Pues quién más?,
y aun el todo, pues que das
1420
en que de Otavio me aparte.

REY
Redondilla
  Yo soy Rey y soy juez.

TEODORA
Con pasión, ninguno es bueno.

REY
Por su padre le condeno,
que él lo ha firmado esta vez.

TEODORA
Redondilla
1425
  La prisión, no la sentencia,
y si sentencia firmó,
sería porque pensó
que obligaba tu clemencia.

REY
Redondilla
  Muy cansada estás, Teodora,
1430
y más libre que casada.

TEODORA
De sufrirte estoy cansada.

REY
Pensarás que me enamora
Redondilla
  ese ignorante desdén.

TEODORA
Mal sabes mi pensamiento,
1435
porque tu aborrecimiento
voy conquistando también.

(Sale FULGENCIO .)

FULGENCIO
Endecasílabos sueltos (tirada)
  Bien puede entrar un padre sin licencia,
alegre de la vida de su hijo,
a pedirte las manos.

REY
¿Qué es aquesto?

FULGENCIO
1440
¿No me conoces ya?

REY
Bien te conozco,
que solo las razones desconozco.

FULGENCIO
¿Por qué das muerte a Otavio?

REY
Por la fuerza
que ha hecho Otavio en casa de Leonardo,
porque al partirse a sosegar las islas
1445
me encomendó su casa, y pues me sirve
su honor, Fulgencio, por mi cuenta corre.

FULGENCIO
Dices muy bien, y como justo Príncipe;
pero si el agraviado perdonase,
¿es bien que el ofensor le castigase?

REY
1450
Aunque perdone el ofendido, queda
del Rey la ofensa.

FULGENCIO
Siempre el Rey perdona.
Que la parte ofendida esté contenta.

REY
¿Y dónde está el perdón?

FULGENCIO
Si yo le traigo,
¿perdonarás a Otavio y a Teodora?

REY
1455
Digo que los perdono desde agora.

(Sale LEONARDO .)

FULGENCIO
Entra, Leonardo.

LEONARDO
Aquí, señor, me tienes
a tu servicio.

REY
¡Válganme los cielos!,
¿cómo dejaste la conquista? ¿Cómo
la armada y el ejército?

LEONARDO
Volviendo
1460
con vitoria, con honra y con tu armada,
y esforzando en las islas los presidios.

REY
¿Tú has vencido?

LEONARDO
Señor, tus pensamientos,
en cosas diferentes ocupados,
no miran en el tiempo, que ligero
1465
lleva su curso por los verdes años,
mezclado en blando sueño y dulce olvido.
Y como me enviaste sin propósito
de verme vitorioso en tu servicio,
ayudome corrida la fortuna,
1470
que huye de quien ruega e importuna.

REY
¿Sabes lo que ha pasado?

LEONARDO
Y te suplico
me des a Otavio libre, que es mi hermano.

REY
¡Tu hermano!

LEONARDO
Al que es marido de Teodora,
así puedo llamarle desde agora.

REY
1475
¿No está casado Otavio?

LEONARDO
Yo le quiero
casar con tu licencia, y le perdono
cualquier agravio de mi sangre y casa,
porque no queda agravio si se casa.

REY
Ricardo.

RICARDO
Gran señor.

REY
Saquen a Otavio
1480
de la prisión, pero no doy licencia
que se case en la corte.

LEONARDO
¿Dónde mandas?

REY
Sea en cualquiera aldea de la costa,
y advertid que no vuelvan a la corte,
Leonardo, Otavio ni Fulgencia.

LEONARDO
Creo
1485
que te ha causado enojo mi vitoria,
pues la quieres premiar con tal destierro.

REY
No estéis aquí.

LEONARDO
Perdona.

REY
Buen soldado,
ponelde por bastón la rueca al lado.

RICARDO
La infamia que perdona.

FULGENCIO
Vamos, hijos,
1490
que siempre agradeciendo los agravios
logran su pretensión los hombres sabios.

LEONARDO
Ricardo.

RICARDO
¿Qué me quieres?

LEONARDO
No perdono
infamias yo de Otavio, sino tuyas,
pues por tener respeto al Rey

TEODORA
¿Qué haces?
1495
¿No ves que estos son lobos?

LEONARDO
Y qué fieros.

TEODORA
Pleito quieren buscar con los corderos.

(Vanse los tres.)

RICARDO
Redondilla
  Tu prudencia y discreción
pasó la humana medida.

REY
No tuve en toda mi vida
1500
mayor desesperación.

RICARDO
Redondilla
  A notable tiempo vino,
ya se la dio por mujer.

REY
Para poderme tener
de hacer algún desatino
Redondilla
1505
  y sosegar mi persona,
tomé el cetro por bordón
y para ver mi razón,
por espejo la corona.

RICARDO
Redondilla
  ¿Quiéreste destos vengar?

REY
1510
Si estos que ves se van fuera
de mi tierra, en la estranjera,
me han de hacer algún pesar.

RICARDO
Redondilla
  No digo que los destierres,
ni que ensangrientes la espada.

REY
1515
Hazlo sin decirme nada,
yerra por ti cuando yerres.

(Vase el REY .)

RICARDO
Soneto
  Hermosa ingrata, yo juré que había,
aunque te defendiesen tus desdenes
y más rigor a más amor previenes,
1520
de vencer tu desdén con mi porfía.
Sobre las aras del amor, un día,
viendo que con mis daños te entretienes,
juré a mis males de seguir tus bienes,
y ver el fin de la esperanza mía.
1525
Juré, ya voy cumpliendo el juramento,
mas de tus celos, que mi amor vencido
y loco en tu desprecio el sufrimiento.
Tú verás lo que puedo aborrecido,
que obliga a un descortés atrevimiento,
1530
pagar tan largo amor con tanto olvido.

(Salen el CAPITÁN CINTIO y GUARDA .)

CAPITÁN
Redondilla
  Dos cosas, cuando salió,
mandó el Rey, señor Ricardo.

RICARDO
La que a mí me toca aguardo.

CAPITÁN
Al alcaide le mandó
Redondilla
1535
  diese a Otavio libertad,
que ya de la fortaleza
sale a templar la tristeza
de la confusa ciudad.
Redondilla
  El vulgo que le esperaba
1540
muerto le da el parabién
de la vida.

RICARDO
Hicieron bien,
gran príncipe les faltaba.

CAPITÁN
Redondilla
  A mí luego me mandó
lo que mandáis venga a ver
1545
con mi gente.

RICARDO
Hoy has de hacer,
Cintio, lo que hiciere yo,
Redondilla
  que cuanto el Rey te ha mandado,
solo se resuelve en esto.

CAPITÁN
A servirle estoy dispuesto,
1550
vós conocéis mi cuidado,

RICARDO
Redondilla
  Cincuenta soldados junta
con jacos y con pistolas.

CAPITÁN
¿No más armas?

RICARDO
Éstas solas.

CAPITÁN
¿Fuera curiosa pregunta
Redondilla
1555
  querer saber para quién?

RICARDO
Allá, Cintio, lo sabrás,
y no quieras saber más
de que son para un desdén.

(Salen el CONDE OTAVIO , y FULGENCIO , su padre, y caballeros de acompañamiento.)

OTAVIO
Redondilla
  Vuélvanse todos, señores,
1560
ninguno pase de aquí,
no se queje el Rey de mí,
si me hacéis tantos favores.
Redondilla
  No quiero darle sospecha.

CABALLERO 1.º
Conde, a vuestra libertad
1565
hace fiesta la ciudad
de la verdad satisfecha.
Redondilla
  Y como nos ha pesado
agora nos da placer,
con justa razón, el ver
1570
la libertad que os han dado.

OTAVIO
Redondilla
  Libertad con tal destierro,
que hoy salgo de la ciudad,
es esclava libertad,
pues al fin lleva este yerro.
Redondilla
1575
  Plega a Dios que no lo sea
esta sinrazón del Rey.

FULGENCIO
Hijo, ya sabéis la ley,
sin que de nuevo os la lea,
Redondilla
  a que nacéis obligado.
1580
Vuélvanse estos caballeros.

CABALLERO 2.º
A todos nos pesa el veros,
Conde, en tan humilde estado.
Redondilla
  Plega al Cielo que os veamos,
presto, al vuestro reducido.

(Váyanse todos los que acompañaban, con reverencias.)

OTAVIO
1585
Fortuna deshecha ha sido.

FULGENCIO
Llorando van.

OTAVIO
¿Qué esperamos?
Redondilla
  Que me dicen que Teodora
va caminando hacia el mar.

FULGENCIO
Yo la hice adelantar
1590
con Rosela y con Leonora,
Redondilla
  para que estemos seguros
si el Rey de intento mudase.

OTAVIO
Justo fue que se alejase,
padre y señor destos muros,
Redondilla
1595
  porque no hay seguridad
en fe de ningún amante,
que amor es tan inconstante,
que hace sol con tempestad.
Redondilla
  ¿Leonardo dónde quedó?

FULGENCIO
1600
Fue a dar cuenta de la armada,
para que quede entregada
a quien el Rey se la dio.

OTAVIO
Redondilla
  Como caballero ha hecho.
Mucho le estoy obligado,

FULGENCIO
1605
Siempre estuve confiado
del gran valor de su pecho.

OTAVIO
Redondilla
  Qué buen premio del servicio
que ha hecho en esta ocasión,
pero fundose en traición,
1610
que es el más falso edificio.
Redondilla
  Buenos vamos, desterrados
a montes y a labradores,
buenos quedan los traidores,
agradecidos y honrados.
Redondilla
1615
  Por decir estoy.

FULGENCIO
No digas,
hijo, cosa en deshonor
de tu natural señor,
que al Cielo a venganza obligas.

OTAVIO
Redondilla
  ¿Qué importa, pues está ausente,
1620
y todo mi bien me quita?

FULGENCIO
El Rey, como a Dios imita,
donde quiera está presente.
Redondilla
  No se puede murmurar
del que es supremo en valor,
1625
que el respeto del señor
asiste en todo lugar.
Redondilla
  Nunca me vi tan perdido
que a la suprema cabeza
se atreviese mi tristeza.

OTAVIO
1630
¿Quién pondrá, padre, en olvido
Redondilla
  tan notables sinrazones?

FULGENCIO
El freno de la razón.

OTAVIO
Quiero seguir tu opinión
en tantas contradiciones.
Redondilla
1635
  Quiero esforzarme a sufrir
y venerar la corona,
que el callar y obrar abona,
y infama solo el decir.
Redondilla
  Vamos, señor, desterrados,
1640
que donde te llevo a ti,
no es destierro para mí,
tú consuelas mis cuidados,
Redondilla
  tú enriqueces mi pobreza,
y entre fieras y montañas,
1645
mi soledad acompañas
de prudencia y fortaleza.
Redondilla
  Mis bienes llevo conmigo,
como aquel sabio decía,
pues los libros que traía
1650
no se han de igualar contigo.
Redondilla
  Contigo llevo a Platón,
y a Aristóteles también,
pues tú aconsejas más bien,
cuanto diferentes son
Redondilla
1655
  las letras o la voz viva,
y fuera de ti, mi esposa,
es compañía dichosa,
y que en paz del alma estriba.
Redondilla
  Adiós, soberbios palacios
1660
del alto Rey de Sicilia,
dura ambiciosa familia
que le ocupáis los espacios,
Redondilla
  tan parecidos a abejas,
en los que tiene el panal,
1665
pues vivís de trato igual,
susurrando a las orejas.
Redondilla
  ¡Oh!, ¿cómo vivir podéis,
pagando dulce tributo?,
pero siempre dais el fruto,
1670
como las flores coméis.
Redondilla
  Adiós, confusa ciudad,
que yo voy a donde sea
mi corte una tosca aldea,
mi trato la soledad.
Redondilla
1675
  Para siempre me despido
de vuestros altos lugares,
vuestros gustos son pesares
y vuestra memoria olvido.
Redondilla
  No más, para no ser menos,
1680
ni menos que sufrir más,
por no salir del compás
en que se encierran los buenos.

(Váyanse y salgan TEODORA , con capotillo y sombrero, ROSELA y FABIO .)

TEODORA
Redondilla
  Tarda el Conde, estoy con pena,
no he de pasar adelante.

ROSELA
1685
El salir, fuera importante,
de aquesta mojada arena,
Redondilla
  que al fin es playa del mar,
vuelve al coche, por tu vida.

FABIO
No hay cosa que más impida
1690
que el pararse al esperar.

TEODORA
Redondilla
  Antes al revés sucede,
que el que camina se aleja
del bien que espera y que deja,
pues alcanzalle no puede.
Redondilla
1695
  Mejor fue parar aquí
para que me alcance Otavio,
que el que desea no es sabio,
si del bien se aleja ansí.

FABIO
Redondilla
  Que llegaras al aldea
1700
tuviera por acertado,
que ya el sol verse bañado
en el ancho mar desea,
Redondilla
  y es la orilla peligrosa.

TEODORA
¿Si de una y otra atalaya
1705
está cubierta la playa,
de qué he de estar recelosa?
Redondilla
  ¡Ay!, si viniese mi bien...

ROSELA
Dos hombres bajan allí.

TEODORA
¿Buen traje?

ROSELA
Señora, sí.

TEODORA
1710
¿Buenos caballos?

ROSELA
También.

FABIO
Redondilla
  Ya se apean, por llegar
donde estás.

TEODORA
Qué mejor seña.

FABIO
No los deja aquesta peña
con los caballos entrar.

(Salen OTAVIO y FULGENCIO .)

OTAVIO
Redondilla
1715
  Esposa mía.

TEODORA
Mi bien.

OTAVIO
¿Cómo habéis aquí parado?

TEODORA
Por no os dar tanto cuidado
y perderle yo también.
Redondilla
  Con esto más presto os vi.

FULGENCIO
1720
Hija, dadme vuestros brazos,
si es que os han quedado abrazos
destas vistas para mí.

TEODORA
Redondilla
  No he dado tantos a Otavio
que no tenga para vós
1725
reservados estos dos.

FULGENCIO
¿Dos no más? mucho me agravio.

TEODORA
Redondilla
  El uno es de obligación
y el otro de amor, mas quedo
cierta, que añadirles puedo
1730
mil ceros de mi afición,
Redondilla
  con que destos dos se harán
dos mil, y dos mil millones.

FULGENCIO
Todos son de obligaciones.

OTAVIO
¿Y mis hijos dónde están?

TEODORA
Redondilla
1735
  Luego, ¿vós no los traéis?

OTAVIO
Yo no, pensando que vós.

TEODORA
Y yo, por vós.

OTAVIO
Bien, por Dios,
gran pesar dado me habéis.

FULGENCIO
Redondilla
  No os aflijáis, hijos míos,
1740
que yo volveré por ellos.
Para dos ángeles bellos,
bien tendrán mis brazos bríos.

OTAVIO
Redondilla
  No señor, que os cansaréis.

FULGENCIO
Hijo, queda con tu esposa.

(Vase.)

OTAVIO
1745
No es ya, cielos, justa cosa,
que en mi venganza paréis.
Redondilla
  ¡Oh patria!, que mal salí
del fuego en que ya te veas,
no fui en la piedad Eneas,
1750
en las desdichas lo fui.
Redondilla
  Mi padre anciano saqué,
aunque no en hombros piadosos
de los muros generosos
que en otro incendio dejé.
Redondilla
1755
  Saqué mi esposa querida
de entre la furia de Marte,
mas dejé la mayor parte
de mi sangre y de mi vida.
Redondilla
  Hijos de mi corazón,
1760
no culpéis la piedad mía,
que pensé yo que os traía
vuestra mayor afición.
Redondilla
  Mi padre os vuelve a buscar,
hijos, con amor de abuelo,
1765
pero no permite el Cielo
que en duda os pueda esperar.
Redondilla
  Voy tras él, que ser podría
que se los negase el Rey.

(Vase OTAVIO .)

TEODORA
Otavio, Otavio, esa ley
1770
ni es amor, ni es cortesía.
Redondilla
  Pues yo los dejé por vós,
dejaldos, mi bien, por mí,
no me dejéis sola aquí.

ROSELA
Ya se van juntos los dos,
Redondilla
1775
  no te canses en dar voces.

TEODORA
Fabio, corre tras Otavio.

FABIO
Yo voy.

TEODORA
Y tú sigue a Fabio,
(Vase FABIO .)
si su ignorancia conoces.
Redondilla
  ¡Dile a mi bien que se vuelva!

ROSELA
1780
Voy, aunque temo que amor
a buscarlos con rigor
su pensamiento resuelva.

(Vase ROSELA .)

TEODORA
Soneto
  Peñascos altos [por] la mar batidos,
de nubes coronadas las cabezas,
1785
donde se rompen en diversas piezas,
cristales espumosos resistidos.
Constantes a sus rígidos bramidos,
como mi corazón a sus tristezas,
por lo que parecí a vuestras firmezas,
1790
prestad a mi dolor tiernos oídos.
Cual pena, si le cansa el resistirse,
quiere trocar conmigo el ser que tiene,
y de su fundamento desasirse.
Mas ninguna querrá, ni le conviene,
1795
que no podrá sufrirle sin rendirse
el mar de llanto que a mis ojos viene.

(Salen RICARDO y el CAPITÁN CINTIO , y soldados, todos de Turcos, con pistolas y rebozos.

RICARDO
Octava real
  Cercalda, y si atrevido alguno llega
a su defensa, muera.

TEODORA
¿Qué es aquesto?

CAPITÁN
Las manos al cordel, cristiana, entrega.

TEODORA
1800
No en balde mi temor pensaba en esto.

RICARDO
Los pies, las manos y la voz sosiega.

TEODORA
En lo postrero del rigor, me ha puesto
la mísera fortuna; ya ninguna
puede ser para mí mayor fortuna.

CAPITÁN
Octava real
1805
  ¿Cómo veniste sola a la ribera
del mar, tan sospechoso de cosarios?

TEODORA
Acompañada vine, aunque no fuera
defensa en tanta copia de contrarios.

RICARDO
¿A nadie aguardas? ¿Nadie a ti te espera?

TEODORA
1810
No pienso que serán tan temerarios
los que pueden venir, llevadme a solas,
o en mi pecho probad vuestras pistolas.

RICARDO
Octava real
  Hola, subid por ese monte arriba.

TEODORA
¿No me lleváis al mar?

RICARDO
Entra en el monte,
1815
que luego irás al mar, si quedas viva.
tú apercibe una lancha Floramonte.

TEODORA
Otavio, Otavio, ya que voy cautiva,
ponte a mirar desde esas peñas, ponte
desde esos riscos a mirar mi muerte.

RICARDO
1820
¡Oh, qué bien sucedió!

CAPITÁN
Famosa suerte.

(Llévanla y salgan el REY y EVANDRO , caballero.

REY
Endecasílabos sueltos (tirada)
  No he visto yo mayor atrevimiento,
nunca mayor maldad.

EVANDRO
Traición ha sido
que excede las industrias de los griegos.
Yo fui, señor, con el traidor Leonardo,
1825
como mandaste a recebir la gente,
tomó una lancha, que a la orilla estaba,
y déjandome en ella, entró en la nave,
donde después de poco tiempo, vimos
arrojar las banderas de tus armas
1830
a las saladas aguas, y en los árboles
alzar pendones de color de guerra,
tocaron cajas y trompetas luego,
y alargándose al mar dos o tres veces,
las piezas principales dispararon,
1835
en fin se declaró por enemigo,
y con tu armada y con la misma gente
que le cobró afición desta jornada,
o será Coriolano desta Roma,
o pirata del mar o, por ventura,
1840
querrá servir a príncipe estranjero.

REY
Con mis armas, Evandro, y con mi gente,
con mis naves y fuerte artillería.

EVANDRO
Venganza dicen que es, aunque es injusto
de haber querido tú, que no lo creo,
1845
forzar su hermana y alejarle della,
para poder mejor.

REY
Diralo el vulgo,
no prosigas en eso, que me ofendo.
Leonardo fue traidor, no tiene escusa.

(Sale un CRIADO .)

CRIADO
Aquí viene, señor, el Conde Otavio
1850
y Fulgencio, su padre.

REY
Diles que entren.

OTAVIO
Antes de mi destierro, invicto Príncipe,
quise besar tus manos con mi padre,
por la merced que dellos recebimos,
y suplicarte que cumplida sea.
1855
Mis hijos, dicen, que en prisiones tienes.
¿Qué libertad me das, si me los quitas?
no tengo libertad si no los llevo,
pedilos al alcaide, y el responde
que no me los dará sin tu licencia
1860
y, así, señor, los pido a tu clemencia.

REY
Décima
  ¿Sabéis cómo, con mi armada,
Leonardo se levantó,
y al ancho mar se volvió?
¿Sabéis que la infame espada
1865
contra su señor volvió?
¿Sabéis que tendré razón
detenellos en prisión,
mientras que Leonardo huye,
y a su Reino restituye
1870
las naves que suyas son?
Quintilla
  Yo no quiero ser crüel,
sino asegurarme dél.
Los hijos os quiero dar,
¿pero quién ha de quedar
1875
o por ellos o por él?

FULGENCIO
Quintilla
  ¿Qué prenda, señor, querrás?

REY
Uno de vosotros dos.

FULGENCIO
Bien dices, piadoso estás
hijo, volvereisos vós,
1880
que importáis a todos más.
Décima
  Yo no puedo ser marido
de vuestra esposa, ni padre
de vuestros hijos, ya he sido
vuestro, no hay medio que os cuadre,
1885
sino el que os tengo ofrecido.
Yo quedaré por resguardo,
mientras que vuelve Leonardo,
id vós con vuestra mujer,
que todo será saber
1890
Leonardo, que yo le aguardo.
Quintilla
  Él vendrá, que no querrá
que pague un anciano viejo
su cólera y mal consejo,
que aunque está lejos, está
1895
su honor mirando en mi espejo.
Quintilla
  A vuestros hijos llevad
con mi buena bendición,
y a vuestra esposa gozad,
si es el bien la sucesión,
1900
la vuestra importa a mi edad.
Quintilla
  ¡Ea!, ¿qué miráis ansí?

OTAVIO
¿No queréis que me enternezca,
que esto me digáis a mí,
y que tan piedra os parezca,
1905
como algunas que hay aquí?
Décima
  No padre, no quiera Dios,
ya que mis desdichas pueden
dividirnos a los dos,
que mis hijos libres queden,
1910
y quedéis en prisión vós.
Id con mis hijos a ser
su padre, y de mi mujer
marido, que la mejora
de esposo y padre a Teodora,
1915
y a ellos dará placer.
Quintilla
  Yo quedaré, que es razón,
mientras que vuelve Leonardo,
que no es Alfonso el León,
Rogerio, ni yo Bernardo,
1920
que lloro vuestra prisión.
Décima
  Si la romana mujer
los pechos daba a su padre,
y por piedad vino a ser
de su mismo padre madre,
1925
dándole preso a comer,
mejor su prisión tomara
y a su padre libertara.
Luego no será razón
que vós quedéis en prisión,
1930
y yo en infamia tan clara.
Quintilla
  Señor, a mi padre dad
sus nietos, que desde aquí
os rindo mi voluntad.

REY
Si no hubiera sangre en mí,
1935
fuera notable amistad.
Quintilla
  Más grande fuera el amor,
aunque licencia le prestes,
fama antigua a su valor,
que de Pílades y Orestes,
1940
que de Polus y Castor.
Décima
  Yo viendo tanta amistad,
por no ser tercero aquí
retiro la majestad,
porque si lo juzgo ansí
1945
es contra mí la piedad.
Prender a un viejo no fuera
lícito en parte que hubiera
un mozo, ni un padre adonde
un hijo, ni dar al Conde
1950
libres los hijos que espera.
Quintilla
  Que el camino de cobrar
un rebelde, que intentar
pudo iguales desatinos,
es tener a sus sobrinos
1955
en tan seguro lugar.
Quintilla
  Tú con esto, desde agora
serás solícito padre,
y como madre Teodora,
pues llorará como madre,
1960
presos los hijos que adora.
Quintilla
  Sea pues resolución
que hasta que Leonardo venga
a darme satisfación
tus hijos Evandro tenga,
1965
para resguardo, en prisión.
Quintilla
  No quiero que con mi gente
y naves sirva estranjero,
que contra mí guerra intente.

OTAVIO
Señor, escucha.

REY
Esto quiero,
1970
y esto mando expresamente.

FULGENCIO
Quintilla
  ¡Evandro, Evandro!

EVANDRO
No puedo
replicar a sus enojos,
que a más daño tengo miedo.

(Vanse el REY y EVANDRO .)

OTAVIO
Bien pueden llorar mis ojos
1975
en las desdichas que quedo.
Quintilla
  ¡Ay, hijos del alma mía!,
cual tigre tras cazador,
corrí con tanta porfía,
que pudiera hacer mi amor
1980
mayor estrago este día.
Quintilla
  Mas débeme de tener
respeto, a mi Rey debido,
triste que tengo de hacer,
pues por los hijos he sido
1985
tan tirano a mi mujer.
Décima
  Serelo agora con ellos
por ella, y iré a buscalla,
que quedo sin mí y sin ellos,
¿o podrá el amor dejalla
1990
de pura lástima dellos?
Quintilla
  No podrá, que no es razón
que ellos en esta prisión
están seguros de daño,
y ella no de algún engaño
1995
nacido desta traición.
Quintilla
  Padre, la fortuna corre
sin rienda, tus caros nietos
están en aquesta torre,
de tu causa son efetos,
2000
tú los anima, y socorre.
Quintilla
  No te me quites de aquí
mientras que voy por mi esposa.

FULGENCIO
¿Volveré a hablar al Rey?

OTAVIO
Sí.

FULGENCIO
Tú en viéndola te desposa,
2005
mira que te importa ansí.
Quintilla
  No ponga por objeción
el Rey que no estás casado,
ni piense que es dilación
el no hacerlo tu cuñado,
2010
para tratarte traición.
Quintilla
  Yo voy al Rey y seré
piedra de la torre, Otavio,
que a su puerta firme esté.

OTAVIO
Represéntale mi agravio,
2015
di que mis hijos te dé.

FULGENCIO
Quintilla
  Él lo hará, que es generoso,
viendo mis canas y viendo
mi llanto, que riguroso
irá por ellos corriendo,
2020
hasta su pecho piadoso.
Quintilla
  Ve tú, que importa que estéis
juntos.

OTAVIO
Adiós, noble padre.

FULGENCIO
¡Qué lágrimas me debéis!

OTAVIO
¡Ay, hijos!, no os espantéis
2025
que os deje por vuestra madre.

(Váyanse, y salgan cinco o seis villanos, BATO , FLORO , RISELO , TIBURCIO .)

BATO
Quintilla
  Pues que digo que los vi,
non tenéis que replicar.

FLORO
¿Y tan cerca del lugar
has vido los moros?

BATO
Sí.
Quintilla
2030
  No están lejos deste valle,
dar quieren sobre el aldea.

RISELO
Non quiera Dios que tal sea,
ponerle fuego y quemalle.

TIBURCIO
Quintilla
  ¿Eran muchos?

BATO
Muchos son,
2035
pero como el puebro acuda,
a pura piedra menuda
se irán con la maldición.

FLORO
Redondilla
  Vamos a tomar lanzones.

BATO
Son armas de cerca y solas,
2040
y para contra pistolas,
a gran peligro nos pones.
Redondilla
  No ha hecho el hombre defensa
como la piedra en la honda.

RISELO
El gigante te responda,
2045
a cuya estatura inmensa
Redondilla
  el pastorcillo David
dio con un canto en el suelo.
Coged piedras, que recelo
que no están lejos.

TIBURCIO
Oíd.

BATO
Redondilla
2050
  Voto a mí, que son aquellos
que bajan del encinar.

TIBURCIO
¿Si se vuelven a la mar?

FLORO
Si vuelven, demos sobre ellos.

RISELO
Redondilla
  Dadme arroyo, piedras vós.

BATO
2055
Esta cojo la primera.

TIBURCIO
¡Oh!, quien con esta le diera,
que buenas son estas dos.

FLORO
Redondilla
  Esta si que es bien redonda.

RISELO
Calaos entre aquestos cerros.

BATO
2060
No hay cosa que teman perros
como estallidos de honda.

(Escóndanse y salgan el CAPITÁN y RICARDO , de moros, y otros criados y TEODORA .)

CAPITÁN
Redondilla
  ¿Qué es lo que piensas hacer?

RICARDO
Llevarla al Rey con engaño,
pero aqueste desengaño
2065
con más secreto ha de ser.
Redondilla
  Prevén el coche aquí cerca,
mientras le digo quién soy.

CAPITÁN
Con los soldados me voy,
hacia el camino te acerca.

RICARDO
Redondilla
2070
  No te alejes, porque estés
a la mira del suceso.

CAPITÁN
Aunque es este monte espeso,
hasta una voz que me des.

(Vase el CAPITÁN , con la gente.)

RICARDO
Redondilla
  ¡Ea, cristiana!, ya estás
2075
sola.

TEODORA
Pues moro, ¿qué quieres?

RICARDO
¿No me conoces?

TEODORA
No esperes
que te conozca jamás.

RICARDO
Redondilla
  Ricardo soy.

TEODORA
¿Quién?

RICARDO
Ricardo.

TEODORA
¿No eres moro?

RICARDO
¿No lo ves?

TEODORA
2080
Pésame.

RICARDO
Que aun aquí estés
tan libre.

TEODORA
Más daño aguardo.
Redondilla
  Ya pensé que la fortuna
no tenía más caudal,
y veo, que aun en el mal
2085
no tiene firmeza alguna.
Redondilla
  De un mal en otro me lleva
siempre al mayor.

RICARDO
Cuanto ves
del Rey es industria, y es
de mi amor eterna prueba.
Redondilla
2090
  ¿Cuál quieres más, ir a ser
Lucrecia suya, o aquí
tener lástima de mí,
y dejarete volver?

TEODORA
Redondilla
  ¡Oh, infame!, ¿tales razones
2095
salen de tu boca fiera?

RICARDO
Deja esa vana quimera,
que en más peligro te pones.

TEODORA
Redondilla
  Daré voces a los cielos.

RICARDO
Ya es en vano.

TEODORA
Cielos santos,
2100
que habéis socorrido a tantos
en menores desconsuelos,
Redondilla
  ¿cómo os olvidáis de mí?

RICARDO
Calla, que te he de matar.

TEODORA
Cielos, venidme a ayudar.

(Sale el CAPITÁN y gente.)

CAPITÁN
2105
¿Que le ayuden dijo?

SOLDADO
Sí.

CAPITÁN
Redondilla
  ¿Qué es esto?

RICARDO
Yo no os llamaba.

CAPITÁN
¿Pues quién dio voces?

RICARDO
Teodora.

(Salen los pastores.)

BATO
Salgamos todos agora.

TEODORA
¿Nunca mi dolor se acaba?

FLORO
Redondilla
2110
  Estallen las hondas bien,
¡ea, perros!, que un lugar
entero os viene a matar.

CAPITÁN
¿Qué es esto?

BATO
Ya no lo ven.

CAPITÁN
Redondilla
  Pues villanos.

RICARDO
¿No tenéis
2115
pistola alguna cargada?

(Todo esto sea con las hondas y mucho estallido.)

CAPITÁN
A estos basta una espada.

TIBURCIO
¿Espada?, ya lo veréis.

SOLDADO
Redondilla
  ¡Ay, que me han muerto!

TEODORA
Entre tanto,
quiero buscar una cueva
2120
donde me esconda.

CAPITÁN
Qué nueva
(Vase TEODORA .)
guerra.

RICARDO
Del furor me espanto.

CAPITÁN
Redondilla
  Soldados, a retirar,
que piedras es arma fuerte.

(Hasga BATO a RICARDO .)

BATO
Date, o darete la muerte.

RICARDO
2125
¿A ti me tengo [que] dar?

FLORO
Redondilla
  Ya los demás han hüido,
ten ese perro muy bien.

BATO
Tente, o haré que te den
mil palos.

RICARDO
Yo soy perdido.

TIBURCIO
Redondilla
2130
  No hay para qué los seguir,
bien descalabrados van.

RISELO
¿Eres Zaide o Solimán?
¿Eres alcaide o visir?

RICARDO
Redondilla
  Hermanos, yo soy cristiano,
2135
no me atéis.

BATO
¡Oh, perro infiel!,
da vueltas a ese cordel
hasta quebralle la mano,
Redondilla
  que estos renegados perros
son los que nos hacen mal.

RICARDO
2140
Mirad que soy principal.

FLORO
Cepos, cadenas y hierros
Redondilla
  os han de echar a los pies.
Dadnos luego la cautiva.

RICARDO
Ya sube ese monte arriba.

BATO
2145
¿Y la cautiva quién es?

TIBURCIO
Redondilla
  Llevémosle a tu cabaña
y ande esta noche moxinga,
mas que el mayoral le pringa.

RICARDO
No me subáis la montaña,
Redondilla
2150
  sino bajadme al aldea,
y allí el cura me llamad.

BATO
¿Está agora en la ciudad?

RICARDO
Que tal mi desdicha sea,
Redondilla
  pues decir quien soy, ¿es yerro?

BATO
2155
Camine.

RICARDO
Escúchame.

FLORO
Vamos.

BATO
Esta noche le quemamos
por renegado y por perro.

(Vanse, y salgan FABIO y OTAVIO .)

OTAVIO
Romance (tirada)
  ¿Qué dice Fabio?

FABIO
¿Qué quieres,
triste señor, que te diga?
2160
Moros llevan a Teodora.

OTAVIO
¿Teodora, Fabio, cautiva?

FABIO
Teodora cautiva, Otavio,
que al tiempo que yo volvía
vi que del monte bajaban
2165
retumbando sus encinas.
El eco de las pistolas
que disparando venían,
su favor les dio la mar,
porque con las aguas vivas
2170
en alguna casa entraron
las fragatas que traían.
Confieso que me escondí
de la confusa morisma,
pues mi muerte no pudiera
2175
dar a Teodora la vida.
Ya por el golfo del mar
la llevarán donde sirva
a un fiero moro.

OTAVIO
¡Ay de mí!,
tente Fabio, no prosigas,
2180
no prosigas, que me matas.
¡Oh, mar soberbia y altiva,
cómo aplacaste las hondas
con que a los cielos te empinas!
¿Cómo fieros montes de agua
2185
pudo pasar por encima
de vuestras saladas peñas
tanta fragata enemiga?
Maldígate el Cielo, amén,
y plega a Dios que te embistan
2190
fiero cosario los vientos,
que los dos Polos desquician.
Vayas por rumbo contrario
de la derrota que sigas,
a parar donde no piensas,
2195
mas qué locura la mía.
Llévasme el alma misma
y maldígote yo, ¡qué gran desdicha!

FABIO
Romance (tirada)
  Señor, no des ocasión,
con la furia de las voces,
2200
a que tus cuerdos sentidos
se confundan y alboroten.

OTAVIO
¡Oh, Fabio!, ¿pues no es mejor
que a quien la fortuna pone
en semejante desdicha
2205
ningún sentido le informe?
¿Para qué quiero sentir?,
pues ha de crecer al doble
el sentimiento, la pena,
que hace las cosas mayores,
2210
Fabio, ya no tengo seso,
ven acá, di al Rey que el Conde
aquí dejó los sentidos,
que más venganza no tome
en mis inocentes hijos,
2215
que le llamarán Herodes,
y vive Dios si no vas
a decir estas razones,
que ha de quitarte la vida.

FABIO
¡Oh, qué bien!, mal me conoces,
2220
iré y le diré palabras
que le confundan y asombren,
esto va todo perdido.

OTAVIO
Entra, Fabio, por la corte
y di que le desafío
2225
a pie, a caballo, en coche,
en tierra, en mar, aire y fuego,
desnudo y con armas dobles.
Di que le espero en la China,
en África, en los Japones,
2230
entre valientes franceses,
y entre fuertes españoles.
De cuerpo a cuerpo, si quiere,
o con fuertes escuadrones,
en las Indias o en Noruega,
2235
donde hay seis meses de noche.

FABIO
Yo voy.

OTAVIO
No vayas a pie,
lleva un caballo que trote
a quince leguas por hora.
Pica, ¿qué aguardas?, ¿no corres?

FABIO
2240
Si le dejo, ha de matarse.

OTAVIO
¿Hay mayores sinrazones?,
¡mis hijos entre cristianos,
y entre moros mis amores!
¿Cómo pudistes sufrirlo,
2245
altos y soberbios montes,
pudiendo tan fácilmente
matar ese moro entonces?
Nunca lleguéis a ser canos,
ni blanca nieve os adorne,
2250
mal pastor, con cierzo abraso
vuestras sabinas y robles.
Esos limpios arroyuelos,
que al mar tributarios corren,
jamás bajen a los prados.
2255
Mas, ¿cómo doy maldiciones,
a quien ni vee, ni oye?
El Conde soy, ¿ninguno me responde,
  quién está aquí?

FABIO
Yo, señor.

OTAVIO
¿Ya de la corte volviste?

FABIO
2260
Sí, señor.

OTAVIO
¿Qué dijo el Rey?

FABIO
Que saldrá cómo tú dices.

OTAVIO
¿A pie o a caballo?

FABIO
A pie.

OTAVIO
¿Qué días de plazo?

FABIO
Quince.

OTAVIO
Muchos son, bastan catorce.

FABIO
2265
En uno, no más, no mires.

OTAVIO
Alto, prevenirme quiero.

FABIO
¿Cómo quieres prevenirte?

OTAVIO
Armarme contra ese Rey,
que dos ángeles persigue,
2270
haz cuenta que tú lo eres.
¡Ea!, la espada te ciñe,
que habemos de pelear.

FABIO
El diablo se le reviste,
pues yo no pienso esperarle.

OTAVIO
2275
Desa suerte te apercibes,
aguarda, espera villano.
¡Vitoria!, ya quedan libres
mis hijos, ¡oh!, dulces prendas
que de mis entrañas fuistes.
2280
¿A cuál besaré primero?,
al mayor, sí, muy bien dices.
Venga Ludovico agora,
¡qué mozo!, parece un cisne.
¿Es nave aquella, por dicha?
2285
Que es nave y quiere partirse.
Las velas izan y el viento
refresca. ¡Esperadme, oíme,
hola pilotos!, echadme
por lastre y por piedra firme,
2290
que no se hundirá la nave,
porque nunca muera un triste,
mar en ti me recibe,
y muera en agua quien en fuego vive.


Acto III

FLORA
Décima
  ¿Luego no podré embarcarme?

PRUDENCIO
2295
Ya te he dicho la ocasión
y que acabo de informarme.

FLORA
¿Tan breve navegación
puede un pirata estorbarme?

FENICIO
De Calabria, gran Duquesa,
2300
a Sicilia se atraviesa
solo un pedazo de mar,
ya fácil de navegar,
y ya difícil empresa.
Quintilla
  Era tierra, y el mar fiero
2305
la dividió, que primero
Sicilia y Calabria estaban
juntas.

FLORA
La paz que gozaban,
que la tendrán, presto espero.
Quintilla
  Para vernos en la mar
2310
el Rey de Sicilia y yo,
he dado, amigos, lugar,
así el concierto quedó,
pero no puedo pasar,
Décima
  que ese Leonardo, o quien es,
2315
dicen que no pasa nave
que no prenda, o dé al través.
Este es noble, es hombre grave,
que le aborrezco después
Quintilla
  que me impide mi viaje.

FENICIO
2320
Hoy ha llegado un pataje
que se escapó de sus manos.

FLORA
¿Y son todos sicilianos?

FENICIO
El de más honesto traje,
Quintilla
  y éste informarte podría.

FLORA
2325
¿Dónde está?

FENICIO
A hablarte venía.

(Sale el CONDE OTAVIO y criados.)

FLORA
Llamalde.

OTAVIO
Dame tus pies.

FLORA
¿Sabes, amigo, quien es
este que mi bien desvía?
Quintilla
  Este cosario crüel
2330
que a Sicilia el paso impide,
pues que no pasa por él
este marque nos divide,
si vienes huyendo dél.
Quintilla
  Que estoy, cual ves, en la playa,
2335
detenida a causa suya,
que aunque el Rey quiere que vaya
donde aquesto se concluya,
justo temor me desmaya.
Quintilla
  Y aun pienso que no podrá
2340
venir el Rey al concierto.

OTAVIO
Sin gente y naves está,
y sospecho que del puerto
de ningún modo saldrá.
Quintilla
  Bien puedes, mientras que tiene
2345
Leonardo este justo enojo
volverte.

FLORA
Así me conviene,
no quiero ser su despojo,
deténgase el Rey si viene.
Quintilla
  Mas, ¿quién es este Leonardo,
2350
que a su propio Rey se atreve?

OTAVIO
Un caballero gallardo.

FLORA
¿La causa?

OTAVIO
Direla en breve.

FLORA
Ya con atención te aguardo.

OTAVIO
Romance (tirada)
  Sabe, ilustrísima Flora,
2355
gran Duquesa de Calabria,
que yo soy el Conde Otavio,
tan conocido por fama.
Fui un tiempo el alma del Rey,
el Rey que casarse trata
2360
contigo, no sé si aciertas,
diralo el tiempo, esto basta.
Que un noble padre que tengo,
que a Sicilia gobernaba,
me enseñó a hablar de los reyes,
2365
con veneración tan alta,
que su ausencia y su presencia
a un mismo respeto iguala.
Porque dice que los reyes,
de Dios imágenes sacras,
2370
todos son pecho, señora,
y que no tienen espaldas,
y así tienen, aunque ausentes,
en cualquier lugar la cara.
El Rey Siciliano, en fin,
2375
a este Leonardo que infamas,
que es el mejor caballero
que en el mundo ciñe espada,
a sujetar envió
ciertas islas rebeladas,
2380
con nombre de general,
dile yo por ellas gracias,
y díjome que no había
dado a Leonardo su armada
porque le tuviese amor,
2385
ni en su valor confianza,
mas porque en ausencia suya
pudiese gozar su hermana.
No era Leonardo mi amigo,
por bandos que en nuestra patria
2390
tuvieron nuestros mayores,
que no fue por otra causa.
Y con esto de secreto
conmigo estaba casada,
confirmando aqueste amor
2395
dos hijos, prendas del alma.
Sentimos esto los dos,
y con invenciones varias
resistimos sus violencias,
mas no fueron de importancia.
2400
Que desengañado el Rey
de que Teodora me amaba,
a los dos puso en prisión,
y haciéndome a mí probanza
de traidor a un noble, y dando
2405
por razón que él le amparaba,
hizo a mi padre firmar
mi muerte, ¡crueldad estraña!
Quiso Dios que el mismo día
que me aguardaba en la plaza
2410
el cadahalso y cuchillo,
la felicísima armada
de Leonardo entró en el puerto,
con mil banderas contrarias.
Perdonome y dijo al Rey
2415
que me entregase a su hermana,
no pudiendo castigarme,
desterrarnos de su patria.
Quitó a mi padre el gobierno,
quitó a Leonardo las armas,
2420
salimos mi padre y yo,
porque Teodora aguardaba.
No hallé mis hijos con ella,
volví, dejela en la playa,
cautivola un fiero moro.
2425
Y como Leonardo estaba
tan agraviado del Rey
cuando dio vuelta a la armada,
alargose al mar con ella,
quitó sus banderas blancas,
2430
y puso las suyas rojas,
con doce lises de Francia.
Yo volví, no hallé mi esposa,
perdí el seso y, por buscarla,
tomé el pataje en que vine,
2435
y entre Sicilia y Calabria
salió su armada a nosotros,
y aunque mil voces le daba
que amainasen, no quisieron
dar crédito a mis palabras.
2440
Trajéronme aquí por fuerza,
que si yo en su armada entrara,
yo le dijera el estado
en que mis hijos quedaban,
para que por sus sobrinos
2445
restituyera el armada
al Rey, que siendo inocentes
toma en su prisión venganza.
Yo triste, en estas desdichas,
si vuelvo a mi esposa amada,
2450
veo que mis hijos dejo,
que las entrañas me rasgan.
Y si a ellos volver quiero,
veo que en el mar se alargan
las fragatas que me llevan
2455
mi esposa y su madre cara.
Esto te he dicho, señora,
porque sepas mi desgracia,
no por decir mal del Rey,
a quien loco amor engaña.
2460
Y porque a Leandro estimes,
que en la dicha de las armas
es un Héctor de Sicilia
y un Alejandro de Italia.
Es un mozo generoso,
2465
que ojalá tus esperanzas
pusieras en su virtud
para amparo de tu patria.
Tú das a un Rey esta tierra,
y de ti la desamparas,
2470
cuanto es mejor hacer Duque
a un hombre de prendas tantas.
Serás Duquesa en tu tierra,
serás señora en tu casa
haciendo un hombre, que en ella
2475
te sirva sin arrogancia.
A lo menos, si le quieres,
con su gente y con su armada,
para que ampare tu tierra
entre tanto que te casas,
2480
y ningún rey con violencia
quiera usurparte a Calabria.
Dame el pataje en que vine,
y verás que no te engañan
mis palabras, ni su rostro,
2485
ejecutoria del alma.

FLORA
Quintilla
  Admirada, y justamente,
me tiene tu relación,
Otavio noble y valiente,
o como del Cielo son
2490
consejos de hombre prudente.
Quintilla
  Que el Rey, amando tu esposa,
mi casamiento trataba,
siempre tuve, sospechosa,
de que al interés miraba
2495
su voluntad codiciosa.
Décima
  Por Calabria me quería,
que no por el grande amor
que en sus cartas me fingía.
¡Ay, Conde!, con qué valor
2500
diste a la ignorancia mía
luz con que pueda tener
dueño esta tierra, sin ser
sujeto el que es natural
de quien para tanto mal
2505
viniera a ser su mujer.
Quintilla
  Prudencio, Fenicio amigo,
¿quién me mete a mí en casarme
con poderoso enemigo?,
que mi tierra ha de quitarme,
2510
y aborrecerme en castigo.
Quintilla
  Cuánto es mejor que tengáis,
Duque, en vuestra propia tierra,
a quien habléis y sirváis,
y de la estranjera guerra,
2515
con su amparo os defendáis.
Décima
  Que un Rey crüel en la estraña,
que ciego de sus antojos
las manos de sangre baña,
en inocentes despojos,
2520
que no en la marcial campaña.
¿Qué me decís?, ¿no es mejor
que tengáis aquí señor,
que no yo tirano allá,
y que vosotros acá
2525
un crüel gobernador?
Quintilla
  ¿Será bien, mientras yo intento
acertado casamiento,
ampararme de Leonardo?

FENICIO
Cuánto en hablar me acobardo
2530
por saber tu pensamiento.
Quintilla
  Agora, con osadía,
digo que aciertas señora.

PRUDENCIO
Nadie te contradecía,
mas viendo que llega agora
2535
de tu desengaño el día,
Quintilla
  no habrá quien de aquel engaño
no te diga el ciego error,
pues nos das en reino estraño
señor estraño y señor
2540
en tu ofensa y nuestro daño.

FLORA
Quintilla
  Pues digo, que desde aquí
soy de Rogerio enemiga,
pues me despreciaba ansí,
y que Leonardo prosiga
2545
esta venganza por mí.
Décima
  Darele gente y favor
para que sus hijos cobre
Otavio, y porque el valor
juntamente diga y obre,
2550
que es el verdadero amor.
Con él al armada iré
y a Mecina cercaré
con la suya y con mi gente.

OTAVIO
¡Oh, Teuca!, fuerte y valiente,
2555
digna de poner el pie
Décima
  sobre cuantas han tenido,
aunque entren Lesbia y Camila,
fama que vence el olvido.

FLORA
La espada, el agravio afila
2560
de la venganza que pido.
Ven conmigo y contra él,
y verás al Rey crüel,
como a tus plantas le tienes,
y de Leonardo las sienes
2565
llenas de palma y laurel.

(Vanse, y salgan dos villanos, SILVANO y CARDENIO .)

SILVANO
Quintilla
  ¿Que desa manera estás?

CARDENIO
Que me tenga en pie me espanto.

SILVANO
¿Que la quieres tanto?

CARDENIO
Tanto.

SILVANO
¿Y lloras?

CARDENIO
Non puedo más.

SILVANO
Redondilla
2570
  Válate por amorío,
y qué modorra que causa.

CARDENIO
Si tú supieses la causa,
dirías que es groria el mío.

SILVANO
Redondilla
  Pues si es groria, como pena,
2575
¿que es contrario desigual?

CARDENIO
Porque es agrio y dulce el mal
que a tanto mal me condena.
Redondilla
  ¿No has visto los cortesanos
comer membrillos en miel?,
2580
tal pintan a amor crüel,
lo dulce y agrio en las manos.

SILVANO
Redondilla
  ¿Cómo fue tu perdición?

CARDENIO
Halló Darinto, mi amo,
buscando un nido en un ramo
2585
la causa de mi afición,
Redondilla
  que fue una bella mujer
en una cueva escondida,
de aquellos moros hüida,
que en la cárcel viste ayer.
Redondilla
2590
  Llevola a nuestra cabaña,
donde el vestido dejó
y el de villana tomó
para abrasar la montaña.
Redondilla
  Mientras tenía el vestido
2595
de señora, no la amé,
que a la seda, en fin, guardé,
Silvio, el respeuto debido.
Redondilla
  Pero a penas de villana,
Carrillo, la vi vestida,
2600
cuando con lengua atrevida
y osadía cortesana,
Redondilla
  la dije un pensado amor,
desto que llaman resquiebro,
que aún le tengo en el celebro.

SILVERIO
2605
A verle.

CARDENIO
Escucha el primor:
Soneto
  No sale de las puntas del cogollo,
antes que el sol, la manutisa fresca,
ni su pálida rosa gigantesca,
ni con más laberintos el repollo.
2610
No parece más bien por Pascua el bollo
con mil huevos, por una y otra muesca,
ni por carnestolendas soldadesca,
para matar los gallos con rey pollo.
No juegan por la tarde los cabritos,
2615
ni es tan blanco un lechón cuando se pela,
ni los peces de plata en los garitos,
como tú me pareces, dulce Estela,
con esos ojos como huevos fritos
y bien guisados hongos en cazuela.

SILVERIO
Redondilla
2620
  Pardiez, Cardenio, no hubiera
Vergillos, ni Salmerón,
ni el romano Cencerrón,
que tal resquiebro dijera.
Redondilla
  ¡Hideputa!, y qué bien puesto.
2625
¿Quedó enternecida?

CARDENIO
Mucho.

SILVERIO
¿Y respondió?

CARDENIO
Sí.

SILVERIO
Ya escucho

CARDENIO
Oye.

SILVERIO
Dilo.

CARDENIO
Lindo cesto.

SILVERIO
Redondilla
  Quedo, que vienen aquí,
ella y Albania.

CARDENIO
¿La hija
2630
de nuesamo?

SILVERIO
No te aflija,
que yo la hablaré por ti.

(Salen ALBANIA y TEODORA , ya de labradora.)

TEODORA
Redondilla
  Esta merced me has de hacer.

ALBANIA
¿A la ciudad quieres ir?

CARDENIO
Quien se atreviera a decir
2635
lo que se atreve a querer.

TEODORA
Redondilla
  Impórtame, Albania mía,
ir contigo a la ciudad,
si me tienes voluntad
llévame en tu compañía,
Redondilla
2640
  que también sabré ayudarte
a vender el pan que llevas.

ALBANIA
Tienes las manos muy nuevas,
y pienso que has de enfadarte
Redondilla
  de dar y tomar dineros,
2645
y pones en ocasión
brazos que tan buenos son
en dedos de majaderos.
Redondilla
  Quédate, mi Estela, aquí,
que está cargado el pollino.

TEODORA
2650
No has de hacer este camino,
Albania amiga, sin mí.

ALBANIA
Redondilla
  Ahora bien, por algo vas,
no te quiero detener.

TEODORA
Tengo allí prendas que ver,
2655
no puedo decirte más.
Redondilla
  ¡Ay, hijos del alma mía!,
si os viese en este disfraz,
para que tuviesen paz
mi esperanza y mi porfía.

CARDENIO
Redondilla
2660
  ¿Llegaré?

SILVENIO
Llega, cobarde.

CARDENIO
Dios te guarde, Estela bella.

ALBANIA
¿Qué quiere el asno con ella?
Que la guarde, o no la guarde,
Redondilla
  váyase a guardar sus bueyes.

CARDENIO
2665
Albania, ya estoy cansado
de guardarlos en el prado,
ya guardo de amor las leyes.
Redondilla
  No me seas enemiga.
que estoy enfermo de amor.

ALBANIA
2670
Pues vaya y busque un dotor
que el mal que tiene le diga.

TEODORA
Redondilla
  Anda acá, Albania.

CARDENIO
Mi Estela,
oye tres cosas no más.

TEODORA
¿Tres no más?

CARDENIO
Tres, y verás
2675
algo que mi mal te duela.
Redondilla
  Yo tengo de ser la una,
tú la otra, y el amor
la otra, mas en rigor,
ya las dije, dime alguna.

TEODORA
Redondilla
2680
  ¿Tres?, ¿yo, tú y el amor?

CARDENIO
Sí,
yo te amo. ¿No son tres
yo, tú y amor?

TEODORA
Ansí es,
óyeme otras tres a mí:
Redondilla
  Seremos los dos, tú y yo
2685
y otra que no es amor.

CARDENIO
Di.

TEODORA
¿Dijisteyo te amo?

CARDENIO
Sí.

TEODORA
Pues respondo: yo a ti no.

CARDENIO
Redondilla
  Eso es crueldad.

SILVENIO
Ya se fueron.

CARDENIO
Tras ellas tengo de ir,
2690
y aquel dulce no seguir,
que aquellos labios dijeron.

SILVENIO
Redondilla
  ¿Diciendo no?

CARDENIO
Sí, que ansí,
de las mujeres se yo
que empiezan todas por no
2695
y acaban todas en sí.

(Vanse y salgan el REY y EVANDRO , y acompañamiento.)

REY
Octava real
  ¿Cómo podré embarcarme, si Leonardo
tiene ocupado el paso?

EVANDRO
¿Luego temes
que te fuese traidor, siendo tan noble?

REY
Sí, con mi armada y con mi propia gente,
2700
roba las naves de su misma patria
y se muestra rebelde y enemigo,
¿por qué no lo será también conmigo?
Endecasílabos sueltos (tirada)
  Temo que la Duquesa de Calabria.
si no sabe del pirata el suceso,
2705
ha de embarcarse a los conciertos nuestros
y dar en manos de Leonardo.

EVANDRO
Entonces
bien mostrara Leonardo el ser nacido
de padres tan ilustres.

REY
Mucho vuelves
por un traidor, Evandro.

EVANDRO
Mi deseo
2710
habla por tu consuelo, y no en su abono.

(Sale un CRIADO .)

CRIADO
Si quiere vuestra Alteza, invicto Príncipe,
en tanto que se embarca, entretenerse,
sepa que los villanos deste monte
rendieron un arráez de Biserta
2715
entre los moros que a robar salieron
de unas fragatas, y le llevan juntos
a ahorcar destas encinas, que en su aldea
le han sentenciado a muerte sus alcaldes.

REY
Gracioso caso, y digno de ser visto.

CRIADO
2720
Ya llegan cerca.

REY
Válganle las leyes
de los que ven el rostro de los reyes.

(Salen los villanos con RICARDO , atada una soga al cuello y tirándole della.)

BATO
Señor Mahoma pues que a voces dice,
que fue cristiano, arrepentido muera.

FLORA
Mirad que está aquí el Rey, echad a un lado.

TIBURCIO
2725
Antes será mejor que el Rey lo vea,
porque entienda que somos gente honrada,
y nos haga merced.

BATO
Muy bien ha dicho.

RICARDO
Gente hay aquí del Rey, ¡oh, gran ventura!,
llevadme, amigos, a que el Rey me vea,
2730
porque tengo que darle cierto aviso
que le importa la vida.

BATO
Vaya luego.

FLORO
Sopremo Rey, aqueste moro estaba
en las espesas faldas deste monte,
cautivando la gente que pasaba.
2735
Salimos los villanos desta aldea,
y con hondas herimos muchos dellos,
haciéndolos volver a las fregatas,
y este prendimos, que a colgar llevamos
de una sabina destas, porque el cura
2740
y todos los demás le han sentenciado
a muerte, por cristiano renegado.

RICARDO
Dame licencia para hablarte aparte.
¿No me conoces?

REY
¿Ricardo?

RICARDO
El mismo.

REY
Ricardo, ¿qué es aquesto, oh gente infame,
2745
a Ricardo matáis desta manera?

BATO
Señor, mire su Alteza que es un moro,
y le quiere engañar como a nosotros.

REY
Vive el Cielo, villanos, que si un punto
estáis en mi presencia, que estos árboles
2750
por fruta os lleven de sus altas ramas.

BATO
¡Oste puto!

TIBURCIO
Huye, Bato.

FLORO
Huye, Tiburcio.

BATO
El moro era cristiano.

REY
¿Hay tal locura?

BATO
Perdón señor, la culpa tiene el cura.

REY
¿Qué es esto?, di Ricardo.

RICARDO
Los deseos
2755
de tu servicio.

REY
¿Cómo?

RICARDO
En este traje,
Cintio, su escuadra y yo a robar salimos
a Teodora, con ánimo de dártela,
sin que jamás el robo se supiera,
y cuando ya robada la teníamos,
2760
salieron con sus hondas, de manera
que a Cintio hirieron, dos o tres mataron,
y a mí me asieron, donde aunque mil veces
les dije que era lo que soy, no pude
persuadir sus villanos pensamientos.

REY
2765
Villanos en efeto.

(Sale un SOLDADO .)

SOLDADO
Ya no puedes
embarcarte, señor, de ningún modo,
antes tienes aquí grande peligro.

REY
¿Cómo?

SOLDADO
Leonardo, con el Conde Otavio
y la Duquesa de Calabria, juntos
2770
entran de guerra en el vecino puerto
a cercar la ciudad y a destruirla.

REY
¿La Duquesa con ellos, de qué suerte?

SOLDADO
No viene por cautiva la Duquesa,
pues que vienen banderas de sus armas,
2775
en penoles y gavias tremolando,
y muchos calabreses libremente
desembarcan las armas, y formando
con los demás un escuadrón famoso,
ayudan al ejército rebelde.

REY
2780
La Duquesa, que ayer me llamó esposo,
hoy vuelve contra mí las fieras armas.

EVANDRO
Señor, por eso pintan la fortuna
en forma de mujer, no te detengas,
que importa defender la ciudad.

REY
Vamos,
2785
porque deste rigor la defendamos,
y mal aya quien pone su esperanza
en la imagen del tiempo y su mudanza.

(Váyanse, y salgan LEONARDO y OTAVIO , y la DUQUESA de corto, con bastón y espada.)

LEONARDO
Redondilla
  ¿No resistieron el puerto?

FLORA
¿Qué resistencia ha de hacer
2790
un príncipe sin poder?

OTAVIO
La ciudad se ha descubierto,
Redondilla
  no pase el campo de aquí,
hagan alto en este puesto.

FLORA
Tomaré venganza presto,
2795
y toda Otavio por ti
Redondilla
  No dudes de que te vuelva
tus hijos el Rey crüel.

OTAVIO
No quiero venganza dél,
ni que tu amor se resuelva
Redondilla
2800
  a cosa que a sangre llegue,
que en fin es mi Rey y soy
su vasallo.

LEONARDO
(Aparte.)
Ciego estoy,
mas no es mucho que me ciegue
Redondilla
  el valor de tal mujer,
2805
pues que ninguna la iguala
en donaire, gracia y gala.

FLORA
(Aparte.)
Hoy me comienzo a perder,
Redondilla
  gracia y talle de Leonardo
me han puesto en obligación
2810
de rendille el corazón.

LEONARDO
(Aparte.)
Que sin razón me acobardo,
Redondilla
  viendo en los ojos de Flora
a mi amor la puerta abierta.

OTAVIO
(Aparte.)
En tanto que amor concierta
2815
a la Duquesa, que adora
Redondilla
  si no lo he mirado mal,
a Leonardo, mi cuñado,
quiero aliviar mi cuidado,
si puede un dolor mortal.
Redondilla
2820
  Ya que no sé de mi esposa,
de mis hijos será bien,
que son las prendas en quien
asiste el alma quejosa.
Redondilla
  Y si no supiere dellos,
2825
sabré de mi padre amado
más que a mí propio estimado,
pues le estimo en más que a ellos.
Redondilla
  ¿A cuál hombre le faltaron
juntos padre, hijos y esposa,
2830
que en pena tan rigurosa
vida y seso le dejaron?
Redondilla
  El seso cerca le vi
de perdido, y si la vida
no quedó también perdida,
2835
al dolor lo agradecí,
Redondilla
  que cuando es tan grande y trata,
mata de golpe al que ofende,
de tal manera suspende,
que ni da vida, ni mata.
Redondilla
2840
  En hábito disfrazado
quiero en la ciudad entrar,
con ánimo de buscar
mis hijos y padre amado.
Redondilla
  Que Flora y Leonardo aquí
2845
de mí se olvidan también,
porque los que quieren bien
aun no se acuerdan de sí.

(Vase OTAVIO .)

LEONARDO
Décima
  Mi cobarde pensamiento
no se atreve, hermosa Flora,
2850
puesto que el alma os adora,
a deciros lo que siento.
Mil veces hablar intento,
tantas la voz me detiene,
pero si en los ojos viene
2855
del alma la mayor parte,
que ellos hablen es el arte
más noble que el amor tiene.
Décima
  Hablen ellos y la lengua
enmudezca cuando os mire,
2860
el pecho solo suspire,
si piensa que el fuego amengua.
Si de hablar resulta mengua,
y habla quien calla y mira,
y enmudeciendo suspira,
2865
ya te constan mis enojos,
porque son lenguas los ojos,
que nunca dicen mentira.

FLORA
Décima
  Leonardo, ya no quisiera,
viendo que te has declarado,
2870
que te hubieran alentado
mis ojos desta manera,
que sin ellos no se viera
tan declarado el rigor
de mi amor contra mi honor,
2875
o te hubieras atrevido,
¿mas cuándo cuerdos han sido
ojos que enloquece amor?
Décima
  Yo te admití por amparo
de mi tierra, honor y gente,
2880
contra todo pretendiente,
mas ya que tu amor es claro
y yo también me declaro,
digo que seré.

LEONARDO
Prosigue.

FLORA
Mas no es razón que me obligue
2885
una ocasión poderosa
a decir que a ser tu esposa,
y que el honor me castigue.

LEONARDO
Décima
  Con qué gracia y discreción
me dices lo que me encubres,
2890
qué bien mi bien me descubres
tu amorosa pretensión.
Ya no sabe mi afición
qué agradecimientos dar,
la tierra quiero besar
2895
adonde estampas los pies.

FLORA
Detente, porque no des
ocasión de murmurar.
Décima
  El campo todo nos mira,
cóbrese el honor del Conde,
2900
que si tu amor corresponde
y no es, como el Rey, mentira,
aunque su desprecio admira,
mi dueño solo serás.

LEONARDO
¿Cumpliraslo?

FLORA
Necio estás,
2905
ven, que el ejército espera,
que para la vez primera
no es justo apretarme más.

(Vanse, y salen soldados y EVANDRO , y el REY detrás, con bastón.)

REY
Redondilla
  De lucida gente has hecho,
Evandro, vistoso alarde.

EVANDRO
2910
Llegar el aviso tarde
y darles paso el estrecho,
Redondilla
  nos ha puesto en confusión,
pero en fin puedo decir
que hay gente para salir
2915
y para hacer escuadrón.

REY
Redondilla
  En tanto que vuelvo a ver
la gente que he puesto al muro
con que pienso estar seguro
de todo humano poder,
Redondilla
2920
  forma, Evandro, con la tuya
un escuadrón, porque creo
que hoy se ha de ver mi deseo
en la resistencia suya.
Redondilla
  Yo saldré como quien soy
2925
a dar castigo a traidores.

(Vase el REY .)

EVANDRO
Dios te guarde, ¡ea, señores!,
¡el valor mostremos hoy!
Redondilla
  Esta es gallarda ocasión
de obligar a nuestro Rey,
2930
fuera de ser justa ley
y precisa obligación.
Redondilla
  Pienso que se os hace agravio
en animaros, mirad
que contra vuestra ciudad
2935
vienen Leonardo y Otavio.

(Salen TEODORA , de villana, y ALBANIA .)

TEODORA
Redondilla
  Tomados están los pasos,
no hallo modo para ver
lo que busco.

ALBANIA
Una mujer,
en más difíciles casos,
Redondilla
2940
  halla camino a su intento.

TEODORA
Aquí las guardas están.

ALBANIA
Llega y vendamos el pan.

TEODORA
Dios libre mi atrevimiento.

SOLDADO 1.º
Redondilla
  Vuesa merced no se enoje,
2945
así la dé Dios placer
de que me atreva a escoger.

TEODORA
Mire bien como descoge,
Redondilla
  que por eso traigo aquí
la vara de mi pollino.

(Sale el CONDE OTAVIO , con un gabán, destos de botones por delante, un leño y un sombrero de villano.)

OTAVIO
2950
Entre enemigos camino,
y llevo el mayor en mí.
Redondilla
  ¿Cómo podré preguntar
por mis hijos y mi padre,
ya que de su triste madre
2955
no me da el tiempo lugar?
Redondilla
  Evandro forma escuadrón,
el ser conocido temo.

SOLDADO 2.º
La labradora es estremo.

TEODORA
Estremo de necios son.

ALBANIA
Redondilla
2960
  No saben lo que han de hacer,
hablar desde afuera, o crean
que haré que corteses sean.

SOLDADO 1.º
¿Quereisme hacer un placer?

TEODORA
Redondilla
  Diga, y sin jugar de mano.

OTAVIO
2965
Labradoras hay aquí,
mas seguro puedo allí
buscar a mi padre anciano,
Redondilla
  y de mis hijos saber.

SOLDADO 2.º
Hola, Ergasto, la gallarda
2970
villana viene con guarda.

SOLDADO 1.º
Su cuyo debe de ser.

OTAVIO
Redondilla
  Miren señores soldados,
que traten como es razón
esas villanas, que son
2975
de dueños nobles y honrados.
Redondilla
  A lo que les digo aquí,
la necesidad me obliga,
porque cuando verdad diga,
ni aun en mi vida las vi.

SOLDADO 2.º
Redondilla
2980
  ¿Quién le mete en defender
las labradoras, soldado?

OTAVIO
Aunque no he sido quebrado,
soldado pudiera ser.
Redondilla
  Mas oblígame a defensa
2985
desta gente el mismo traje,
que no es bien hacer ultraje
a quien nunca os hizo ofensa.

ALBANIA
Redondilla
  Huye Teodora, que quieren
por nuestra ocasión reñir.

TEODORA
2990
Por no poder resistir,
no digo a mis pies que esperen.
Redondilla
  Que del labrador el talle
parece tanto a mi esposo,
que va el corazón quejoso
2995
de no esperalle y guardalle.

(Vanse TEODORA y ALBANIA .)

OTAVIO
Redondilla
  Si lo que agora miré
antes hubiera mirado,
mejor hablara, soldado,
en lo que primero hablé.
Redondilla
3000
  Pero dejadme seguir.
Esta mujer, que sospecho
que tiene más de mi pecho
de lo que os puedo decir.

SOLDADO 1.º
Redondilla
  Antes no se ha de mover
3005
del lugar adonde está,
porque sospechamos ya
que espía debe de ser.
Redondilla
  Dese a prisión.

OTAVIO
Caballeros,
yo soy pobre labrador.
3010
Para defensas de honor
hay en los troncos aceros.
Redondilla
  Esa pienso que es mi esposa,
déjame pasar.

SOLDADO 2.º
Detente

OTAVIO
El mundo no tiene gente
3015
para una fuerza amorosa.
Redondilla
  Dejadme pasar a ver
si es mi esposa.

SOLDADO 1.º
Date preso.

OTAVIO
Quien amando pierde el seso,
¿qué tiene ya que perder?
Redondilla
3020
  ¿Estáis ya determinados
a no me dejar pasar?

SOLDADO 2.º
Ríndete.

OTAVIO
No hay que esperar,
caballero soy, soldados.

(Quite al gabán los botones y échele en el suelo, y quede con un peto espaldar y tonelete sobre sus calzas de color, y bastón.)

SOLDADO 1.º
Redondilla
  ¡Aquí del real, aquí!

FULGENCIO
3025
¿Qué alboroto es este?

OTAVIO
A fuera.

SOLDADO 2.º
¡Muera el villano!

EVANDRO
¡No muera!

SOLDADO 1.º
¿Pues tú le defiendes?

EVANDRO
Sí,
Redondilla
  que más importa saber
la ocasión con que ha venido.

(Sale el REY .)

REY
3030
El campo en arma, ¿qué ha sido?

OTAVIO
¿Quién si no yo puede ser?

REY
Redondilla
  ¿Quién eres?

EVANDRO
Con tosco traje
era espía disfrazada.

REY
¿Quién eres?

OTAVIO
Ya no soy nada,
3035
pues no hay puesto a que me abaje
Redondilla
  más miserable la suerte.

REY
¿Es Otavio?

OTAVIO
El mismo soy.

REY
¿Dónde vas?

OTAVIO
A buscar voy
a mis hijos, o mi muerte.

REY
Redondilla
3040
  ¿Pues no te basta villano
venir contra tu señor,
confiado en el favor
de una mujer y un hermano,
Redondilla
  sino que entres de secreto
3045
a rebelarme la gente,
que está a mi imperio obediente,
traidora sangre en efeto?

OTAVIO
Redondilla
  Engaño notable ha sido
el que imaginas, señor,
3050
que en mi vida fui traidor,
ni de traidores nacido.
Redondilla
  No he venido a rebelar
tu gente, ni puede ser,
a mis hijos vengo a ver,
3055
a mi padre vengo a hablar.
Redondilla
  Estas prendas tengo aquí,
por estas vengo, señor.

REY
Porque entiendas el valor,
villano, que vive en mí,
Redondilla
3060
  y que ni temo a Leonardo,
ni a la mudable Duquesa
que ayuda tu loca empresa,
y a quien castigar aguardo.
Redondilla
  No quiero vengarme en ti,
3065
libre has de volver, villano,
que en el campo, y por mi mano,
los tres le tendréis de mí.
Redondilla
  Pero quiero castigarte
en parte más dolorosa,
3070
pues su pena rigurosa
podrá, sin matar, matarte.
Redondilla
  Tus hijos y padre tengo,
escoge a quien de los dos
quieres que dé muerte.

OTAVIO
¡Adiós,
3075
a cuantas miserias vengo!
Redondilla
  Cuando pienso que no pueden
pasar del punto en que están,
a las penas que se van,
otras que vienen exceden.
Redondilla
3080
  ¡Mísero de mí!, ¿qué haré
señor?

REY
Escoge, villano.

OTAVIO
¿Qué debe mi padre anciano,
Rey, a lo que yo pequé,
Redondilla
  o mis hijos inocentes?
3085
¡Ay, Dios!, ¿qué puedo decir?
Mas, ¿por qué me dejas ir,
Rey, sin que matarme intentes?
Redondilla
  Mátame, que allá podría
cuando aquí matar los mandes,
3090
hacer crueldades tan grandes
que te pesase algún día.

REY
Redondilla
  Pues eso quiero yo ver,
escoge y vete, traidor.

OTAVIO
Grande es del padre el amor,
3095
ya me siento enternecer.
Redondilla
  Mas, con hijos, semejante;
el de los hijos es más,
porque en padre vuelve atrás,
y en hijos pasa adelante.
Redondilla
3100
  Mas, ¿quién ha de permitir
que maten a quien le dio
el ser que tiene? Eso no,
mi buen padre ha de vivir.
Redondilla
  Mas mis hijos guardar debo.
3105
¡Ay, ángeles!, ¿tal castigo?
Muera mi padre, esto digo,
¿cómo a sus canas me atrevo?
Redondilla
  Dura sentencia, inhumanas
leyes cortarán los cielos
3110
de aquellos rubios cabellos
o de aquellas blancas canas.
Redondilla
  ¡No sé que diga, ay de mí!

REY
Acaba de resolverte.

OTAVIO
Den a mi padre la muerte,
3115
bien me quedaba en a mí.

REY
Redondilla
  ¿A tu padre?

OTAVIO
No señor,
a mis hijos.

REY
Mira bien
a quien quieres que la den.

OTAVIO
Duda en la sentencia amor.
Redondilla
3120
  Mas en rigor tan terrible
yo me vengo a resolver
que hijos podré tener,
pero padre es imposible.
Redondilla
  Degüéllalos a los dos,
3125
y viva mi padre viejo,
pues dos ángeles te dejo
que pidan su muerte a Dios.

REY
Redondilla
  Vamos, Evandro, de aquí,
y entienda el traidor Otavio,
3130
que no he temido el agravio
que puede hacer contra mí,
Redondilla
  pues que le doy libertad.

EVANDRO
Nunca replico a tu gusto.

REY
Él me pagará el disgusto,
3135
y Flora su liviandad.

(Váyanse el REY y EVANDRO , y gente.)

OTAVIO
Romance (tirada)
  Si me queda en tantos males
alguna luz de consuelo,
pues que ya mi confusión
compite con el infierno,
3140
es ver que ni la fortuna,
ni las desgracias, ni el tiempo
pueden darme, aunque se junten
mayor mal del que padezco.
Piedad, airados cielos,
3145
pues os pido la muerte por consuelos.
Lo que sustenta mi vida
es ser tantos los tormentos
que se encuentran en el alma,
y el dolor tienen suspenso.
3150
Paréceme que me han dado
todos juntos mil venenos,
que peleando entre sí
no ponen fin al sujeto.
Piedad, airados cielos,
3155
pues os pido la muerte por consuelos.

(Sale FULGENCIO , viejo, su padre.)

FULGENCIO
¿Eres tú el hijo crüel
que por dar vida a este viejo
has mandado degollar
a tus hijos y a mis nietos?
3160
¿Eres tú aquel que ochenta años
que están de morir, un dedo
truecas por doce y por trece?
¿O eres algún indio fiero?
¿Eres algún bracamano?
3165
¿Eres algún monstruo horrendo?
Tus hijos das al cuchillo
porque viva un hombre muerto.
Mañana me he de morir,
y aun cuando lo estoy diciendo,
3170
¿cómo me estimas, crüel?
¿Quién te dio tan mal consejo?
Mas viviera, si estas canas
ensangrentara el acero,
porque teñidas de rojo
3175
era volverme mancebo.
Revoca, revoca, digo
la dura sentencia presto,
vivan tus hijos.

OTAVIO
Ya, padre,
habrán pasado sus cuellos.
3180
Yo hice lo que debía,
más que a mis hijos os debo,
que ellos me deben a mí,
y así os lo pago con ellos.
Dirán que soy crüel, padre,
3185
mas no dirán, a lo menos,
que no soy piadoso hijo.

FULGENCIO
Espera, espera.

OTAVIO
No puedo,
que voy a hablar a Leonardo
para que levante luego
3190
el cerco desta ciudad.
Vós me habéis dado el consejo,
y así sufro, y a mi Rey,
cuando más agravios tengo,
le sirvo, pues decís vós
3195
que así lo han de hacer los buenos.

(Vase.)

FULGENCIO
¿Para qué guardo la vida
en tantos trabajos puesto?

(Sale TEODORA .)

TEODORA
Como ciega mariposa,
voy dando vueltas al fuego.
3200
Aquí está un viejo que dudo
aunque me conozcan llego.
¿Sabéis por dicha, señor,
si tienen a Otavio preso?,
que se dice en la ciudad.

FULGENCIO
3205
¡Ay, Dios! ¿Qué miro, qué veo,
es Teodora?

TEODORA
Y vós, señor,
¿sois Fulgencio?

FULGENCIO
Soy Fulgencio.

TEODORA
¿Qué hay del Conde, vuestro hijo?

FULGENCIO
Que va a matarse dispuesto,
3210
porque el Rey mata tus hijos.

TEODORA
¡Mis hijos, airados cielos!
Pero no se pierda todo,
id tras él, seguidle os ruego.

FULGENCIO
¡Oh, cuánto quisiera hablarte!,
3215
mas por seguirle te dejo.

(Vase FULGENCIO .)

TEODORA
Ya se vengó la fortuna,
ya dio con todo en el suelo,
muerta soy, que este dolor
dará fin al sufrimiento.
3220
Este parece Ricardo.

(Salen RICARDO y el CAPITÁN CINTIO .)

RICARDO
Ya digo, que indicios llevo
de que es una labradora.

CAPITÁN
¿Si es esta?

RICARDO
Lo mismo pienso.
Ya no tienes que guardarte
3225
del sol de tus ojos bellos.
Quita el rebozo, Teodora,
aparta el nublado negro.

TEODORA
¿Qué aun vienes para mi muerte?
¿Que la muerte no te dieron
3230
los pastores de aquel monte?

RICARDO
No se cumplió tu deseo,
que he quedado para ser,
Teodora, cuchillo fiero
de tus hijos, pues el Rey
3235
me manda cortar sus cuellos.

TEODORA
¿Que tú los tienes?

RICARDO
Yo soy,
pero hagamos un concierto
que te rindas a mi gusto,
pues sabes que lo merezco,
3240
y que yo te los entregue.

TEODORA
Villano, de infamias lleno,
porque veas que mi honor
estimo por mayor premio,
que los hijos y la sangre,
3245
si no tienes instrumento
con que quitarles las vidas,
toma y córtales los cuellos
con esa daga y tendré
honra viva y hijos muertos.

(Arrójele una daga y váyase.)

RICARDO
3250
Estraña fuerza de honor,
que Evadnea Capaneo,
que Penélope a Ulises,
que Julia al Magno Pompeyo,
mostraron tan grande amor.

CAPITÁN
3255
Pudiera servir de ejemplo
para los siglos futuros,
y de milagro a los nuestros.

(Salen el REY y EVANDRO .)

RICARDO
Terceto
  El Rey viene.

REY
Yo haré que se suspenda
la ejecución.

EVANDRO
Aquí a Ricardo tienes.

REY
3260
Pues bien será que la ocasión entienda.
Terceto
  Ricardo.

RICARDO
Gran señor.

REY
Si ya previenes
la muerte de los hijos de Teodora...

RICARDO
Apostaré que arrepentido vienes.

REY
Terceto
  Del puerto escribe la Duquesa Flora,
3265
que viene a verme y a tratar de paces,
tan brevemente, que la espero agora.

RICARDO
Terceto
  Señor, en perdonar ofensas haces
el acto más real, y a Dios imitas,
como es el castigar los pertinaces.
Terceto
3270
  Fama por todo el mundo solicitas,
con el nombre de príncipe piadoso,
si de sus cuellos el cuchillo quitas.

REY
Terceto
  Ejecutar el golpe riguroso
nunca fue mi intención, mas poner miedo,
3275
por llegar a concierto provechoso.

EVANDRO
Terceto
  La Duquesa se acerca.

REY
Salir puedo,
aunque estoy enojado, a recebilla,
por no mostrar que de su fe lo quedo.

(Sale la DUQUESA , y detrás como criados con capas de rebozo, LEONARDO , OTAVIO , FULGENCIO , TEODORA y ALBANIA .)

FLORA
Terceto
  Supuesto que te cause maravilla,
3280
dejando nuestras naves en el puerto,
y tanta gente en la confusa orilla,
Terceto
  venir sola a tratar deste concierto.
Yo espero más de tu real nobleza,
que tú de mis deseos estás cierto.

REY
Terceto
3285
  A no saber que la naturaleza
a la mujer formó de la mudanza
y al hombre trasladó de la firmeza,
Terceto
  pudiera mi engañada confianza
quejarse de la tuya, mas dejemos
3290
de hablar de amor, ya muerta la esperanza,
Terceto
  sois en amar y aborrecer estremos,
ya trataste que fuese tu marido
y ya enemigos sin razón nos vemos.
Terceto
  Mas dime a qué has venido.

FLORA
Yo he venido
3295
a entregarte las naves y la gente.

REY
Dareles el castigo merecido.

FLORA
Terceto
  Cuando castigo tu rigor intente,
solo con que no sea en cosa mía
te volveré las naves llanamente,
Terceto
3300
  pero si no es haciéndome este día
desta verdad solene juramento,
volvereme a la mar, y a quien me envía.

REY
No es mucho lo que pides, soy contento.

FLORA
Romance (tirada)
  Pues hazme pleito homenaje,
3305
que ni a mí, ni a cosa mía
harás para siempre agravio.

REY
Antes en eso me obligas,
que yo pensé que pidieras
por los traidores que hacían
3310
guerra a su propio señor,
y cuando tú no me pidas,
que ni a ti, ni a cosa tuya
ofenda, es tanta justicia,
que por mi gusto lo hiciera.
3315
Y así juro que en mi vida
a cosa tuya, ni a ti,
como de ti no reciba
nuevo agravio, los perdono,
pena de que el mundo diga
3320
que fui traidor y villano,
y ruego al Cielo que el día
que esta palabra quebrare,
muera a manos de la envidia.

FLORA
Esto basta, llegad todos
3325
a los pies del Rey.

LEONARDO
Sí obligan
(Échense todos a sus pies y descúbranse.)
juramentos en los reyes,
tú, de ti mismo, nos libra.

REY
¿Qué es esto, Flora, no son
los que el perdón solicitan
3330
mis enemigos mayores?

FLORA
¿Leonardo es este que miras?

REY
Pues bien, ¿qué mayor le quieres?

FLORA
¿No dices que a cosa mía
no harás mal?

REY
Eso es verdad.

FLORA
3335
¿Pues qué mayor le querías
que mi marido, ya Duque
de Calabria?

REY
No prosigas,
que haré.

FLORA
¿Qué puedes hacer,
si a mi marido me quitas?

REY
3340
Con industria me engañaste.

FLORA
Soy mujer.

REY
Pues cuando digas
que es tu marido Leonardo,
¿qué disculpa a Otavio aplicas?

FLORA
Ser cuñado de mi esposo,
3345
que también es cosa mía.

REY
¿Y a Teodora?

FLORA
Que es su hermana.

FULGENCIO
Brava industria.

FLORA
Peregrina.

REY
¿Y a Fulgencio?

FLORA
Que es su padre.

REY
No prosigas, pero mira
3350
que tengo de castigar
la gente que le seguía,
pues fue rebelde a su Rey.

FLORA
Antes esa gente misma
es cosa mía también,
3355
pues por mi cuenta se alista,
que yo les he dado sueldo
y ellos todos te suplican
que castigues a Ricardo,
que amando a Teodora hacía
3360
todas estas invenciones,
solicitando tus iras.
Que de todos cuantos hombres
te han ofendido en Sicilia
y en el mundo, solamente
3365
Ricardo no es cosa mía.

REY
¿Tú amaste a Teodora?

RICARDO
Yo.

TEODORA
Tú villano, que fingías
para forzarme que el Rey
mandaba cosas indignas,
3370
como era el hacerte moro,
para robarme a la orilla
del mar, cuando los pastores
me libraron.

REY
Pues tenías
amor, Ricardo, a Teodora,
3375
y con palabras fingidas
mi gusto solicitabas.

OTAVIO
¿Quieres, gran Rey de Sicilia,
darme licencia?

REY
Detente,
salte luego de la isla,
3380
Ricardo infame, y no vengas
a tierra suya en tu vida.

RICARDO
Yo tengo mi justo pago.

LEONARDO
Flora, las pasadas iras
trueco en paz. Goza a Leonardo,
3385
que Rogerio te apadrina,
y Otavio a Teodora.

LEONARDO
Aquí
tendrás quien siempre te sirva.

REY
Abrazadme vós, Fulgencio.

FULGENCIO
Ya mi larga edad codicia
3390
la muerte tras tanto bien.
Tú, señor, mil años vivas.

REY
Y tú de tus nietos goces,
dando fin nuestra alegría
al agraviado leal,
3395
y firmeza en la desdicha.

Fin de la comedia de La firmeza en la desdicha.