Félix Lope de Vega y Carpio Lope de Vega y Carpio, Félix

LA ESCLAVA DE SU GALÁN




Autoría: Probable
Texto utilizado para esta edición digital:
La esclava de su galán. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002. Edición digital a partir de: Parte veinticinco perfecta y verdadera de las comedias de Lope de Vega Carpio. Zaragoza, viuda de Pedro Verges, 1647 [en Base de Datos Teatro Español del Siglo de Oro (TESO)].
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Souto, Luz Celestina (Artelope)

Hablan en ella las personas siguientes

DON JUAN, estudiante.
DON FERNANDO, padre de don Juan.
ANTONIO, criado.
LEONARDO, caballero.
PEDRO, de gorrón.
ALBERTO, de soldado.
ELENA, dama.
SERAFINA, dama.
RICARDO.
FINEA, esclava.
INÉS, criada.
FABIO, lacayo.
FLORENCIO.
NOTARIO.

Acto I

Salen DOÑA ELENA, dama, y DON JUAN, estudiante.

DOÑA ELENA
Redondilla
Esto se acabó, don Juan.

DON JUAN
No es ese lenguaje tuyo,
y de ese término arguyo
que mal consejo te dan.

DOÑA ELENA
Redondilla
5
Eso de argüir es bueno
para escuelas.

DON JUAN
Novedad.
Elena, tu voluntad
sin argumentos condeno.

DOÑA ELENA
Redondilla
Confieso que la he tenido.

DON JUAN
10
Qué mala suposición.

DOÑA ELENA
Pues yo, don Juan, ¿qué lición,
qué facultad he leído?

DON JUAN
Redondilla
Aguardo la consecuencia.

DOÑA ELENA
Habla como para mí.

DON JUAN
15
¿Qué puedo hablar para ti
con tan cansada licencia?

DOÑA ELENA
Redondilla
¿Quieres que la tome yo
y te diga lo que siento?

DON JUAN
Prosigue, que estoy atento.

DOÑA ELENA
20
¿Pues has de enojarte?

DON JUAN
No.

DOÑA ELENA
Octava real
Yo soy hija, don Juan, de un hombre indiano,
hidalgo montañés, muy bien nacido;
diome su luz el cielo mexicano,
que fue para nacer mi patrio nido.
25
Mas la fortuna, resistida en vano
por sucesos que ya los cubre olvido,
le trujo a España con alguna hacienda,
o persuadido de su amada prenda.
Octava real
Divídese Sevilla, como sabes,
30
por este ilustre y caudaloso río;
senda de plata, por quien tantas naves
le reconocen feudo y señorío.
Es esta puente de maderos graves,
sin pies que toquen a su centro frío,
35
mano que las dos partes, divididas
por una y otra orilla, tiene asidas.
Octava real
Hizo elección mi padre de Triana,
patria de algún emperador romano,
para vivir, la causa fue una hermana,
40
o por no se meter a ciudadano.
Finalmente, pagó la deuda humana
con su mujer, el venerable anciano,
dejándome, ni rica ni tan pobre,
que el sustento me falte ni me sobre.
Octava real
45
Aquí he vivido con tan gran recato
que se puede escribir por maravilla;
pues que de Triana, verdad trato,
pasé dos veces solas a Sevilla.
Pienso que ansí mi condición retrato,
50
pues habiendo de aquesta a aquella orilla
paso tan breve a dividir sus olas,
a Sevilla pasé dos veces solas,
Octava real
una con gran razón a ver la cara
del sol de España, que nos guarde el cielo,
55
porque estando en Sevilla se agraviara,
si no la viera la lealtad y el celo.
Otra, por ver la máquina tan rara
del monumento a la mayor del suelo;
de suerte que fui a ver cuanto se encierra
60
de grandeza en el cielo y en la tierra.
Octava real
Mas, como siempre en los mayores días
las desventuras suelen ser mayores,
tú, que tan libre como yo venías,
viste en mí la ocasión de tus errores.
65
Seguísteme a Triana, y las porfías
de tus paseos escribiendo amores,
aunque rasgué con justo enojo algunos,
mostraron lo que vencen importunos.
Octava real
Yo te escribí para decirlo en breve,
70
y yo también te amé, porque entendía
que al casamiento que al honor se debe,
tu amor el pensamiento dirigía.
Con esto el necio mío ya se atreve
a darte entrada como a prenda mía,
75
entras con libertad y en este medio
hallo que es imposible mi remedio.
Octava real
Dicen que vale cinco mil ducados
la prebenda eclesiástica que tienes,
y que ya de tu padre los cuidados,
80
no se entienden a más de que te ordenes.
Si tú pensaste que sin ser casados,
porque a Triana de Sevilla vienes,
tengo yo de perder el honor mío,
mal consejo te dio tu desvarío.
Octava real
85
Ayer lo supe, y ese mesmo día
vino mi tío de Jerez, que estimo
por padre, el cual dispensación traía
para casarme luego con mi primo.
Y como yo tu ingratitud sabía,
90
a darle el sí, con lágrimas me animo,
y hoy parte por su hijo y por mi esposo,
porque dentro de un mes será forzoso.
Octava real
¿Cuál hombre noble hubiera entretenido
una mujer de prendas con engaños,
95
habiendo de ordenarse, aunque hoy han sido
claros de tu maldad los desengaños?
Pensásteme burlar mi honor vencido,
pues si gastaras infinitos años
en locuras de amor, no me vencieras
100
si Ulises fueras, si Narciso fueras.
Octava real
Yo estoy, don Juan, resuelta, y es más justo,
como estado tan alto, que te ordenes,
porque es razón, y es de tu padre gusto.
De renta, cinco mil ducados tienes.
105
Yo perdono el engaño, aunque fue injusto,
[-nes]
que un pecho de traiciones ofendido
volando pasa desde amor a olvido.

DON JUAN
Décima
Elena, a tantas verdades,
110
¿qué respuesta darte puedo,
pues que todas las concedo
sin poner dificultades?
Mas, ¿por qué te persüades
que mi verdad te engañó,
115
pues cuando te quise yo
ni la prebenda tenía,
ni más que amarte sabía,
que es lo que amor me enseñó?
Décima
Mi padre alcanzó después
120
la renta de que yo estaba
seguro, cuando buscaba
más bien ni más interés
que merecer esos pies;
Dios sabe si lo sentí;
125
y si parte no te di
fue porque no quise, Elena,
que partiéramos la pena
que era sola para mí.
Décima
Pasó adelante mi amor
130
encubriendo mi desdicha,
no empeñándote a más dicha
que algún honesto favor;
pero si por ser traidor
tomas venganza en casarte,
135
bien puedes desengañarte
de que amor me ha permitido
que me hubiese sucedido
con que poder obligarte.
Décima
¿Ves la renta y ves también
140
de mi padre el justo enojo?,
pues de todo me despojo
aunque mil muertes me den.
¿Será entonces querer bien,
o mentira si me obligo,
145
para cumplir lo que digo?
Mira si es prueba de fe,
pues todo lo dejaré
y me casaré contigo.
Décima
¿Puede hacer mayor fineza
150
un hombre por lo que adora?
¿Creerás entonces, señora,
lo que estimo tu belleza?
Dirás tú que es más riqueza
ser, Elena, mi mujer,
155
y sabré yo responder
que aun el propio ser perdiera,
si no siendo, ser pudiera,
que fuera tuyo, sin ser.
Décima
Pues quien dijera por ti
160
el propio ser en que vive,
no hará mucho en que se prive
de lo que es fuera de sí.
Yo voy a hablar desde aquí
a quien licencia nos dé.

DOÑA ELENA
165
Detente.

DON JUAN
Ya no podré.

DOÑA ELENA
¿Qué intentas?

DON JUAN
Tú lo verás.

DOÑA ELENA
¿Loco estás?

DON JUAN
No puedo más.

DOÑA ELENA
Mira tu honor,

DON JUAN
¿Para qué?

DOÑA ELENA
Décima
¿Tanta renta no es error?

DON JUAN
170
¿No has visto un niño que viene
a dar un doblón que tiene
porque le den una flor?
Pues haz cuenta que mi amor,
que amor en nada repara,
175
como el ejemplo declara
si lo que ve le contenta,
es niño y deja la renta
por el clavel de tu cara.

(Vase.)

DOÑA ELENA
Soneto
Aunque es verdad que también deseo,
180
quiero tanto a don Juan, que me ha pesado
de que quiera entrar precipitado,
esta locura por mi humilde empleo.
Pero el grande peligro en que me veo,
amando amada sin tomar estado,
185
animando el temor, templa el cuidado,
y me parece que mi bien poseo.
Gran fineza de amor, pero cumplida,
tantas desdichas pueden ofrecerse,
que en dejar a don Juan me va la vida,
190
mejor es apartarse, que ofenderse.
Que una mujer que quiere y es querida,
¿en qué puede parar sino en perderse?

(Vase, y salen DON FERNANDO, padre de DON JUAN, y ANTONIO.)

ANTONIO
Silva (tirada)
Como si fuera mía, me ha pesado.

DON FERNANDO
Pues a mí no me da mucho cuidado;
195
hacienda tengo, gracias a los cielos.

ANTONIO
Que no puedan armadas, ni desvelos,
contra aquestos rebeldes holandeses.

DON FERNANDO
Ayudan los ingleses,
mas no siempre suceden sus fortunas
200
con tal prosperidad, que si hay algunas
en su favor, nuestro descuido ha sido.

ANTONIO
El Draque muerto ya, quien es vencido
basta que agora a la memoria aplique.

DON FERNANDO
Más cerca, en Puerto Rico, el Conde Enríquez,
205
sin otras mil vitorias.

ANTONIO
En Cádiz y el Brasil, ¿qué os han tomado?

DON FERNANDO
Diez mil pesos serían, y han quedado,
gracias a Dios, cien mil; y solamente
para don Juan, mi hijo.

ANTONIO
Nadie siente
210
bien de vuestra elección, siendo tan rico.

DON FERNANDO
A la Iglesia le aplico,
y trato de ordenalle brevemente,
por causas que me obligan,
que no a todos es bien que se las diga.
215
Tiene de renta cinco mil ducados
que vale la prebenda, y mis cuidados
le llegarán a diez, a lo que creo.

ANTONIO
El estado es tan alto que su empleo
no puede ser mayor, pero quisiera
220
que vuestra casa subcesión tuviera,
dilatada a los nietos.

DON FERNANDO
Este intento
nace de aborrecer el casamiento.

ANTONIO
¿Por qué razón no es cosa justa?

DON FERNANDO
Y tanto,
que es sacramento santo.
225
Pero, pues sois mi amigo, estad atento,
que quiero, y es razón, satisfaceros.

ANTONIO
Y yo escucharos más que reprehenderos.

DON FERNANDO
Octava real
Pasé a las Indias, mozo y con hacienda.
Casé con una dama y, aun hermosa,
230
cansome, Antonio, como propia prenda,
que en conquistar mi amor no fue dichosa.
Llevando, pues, la edad suelta rienda,
me enamoré de una criolla airosa
y no muy linda, así en el mundo pasa,
235
por lo feo, dejar lo hermoso en casa.
Octava real
Esto de los conjuros que sabía,
aunque es necia disculpa de casados,
de suerte enloqueció mi fantasía,
que el depósito fue de mis cuidados.
240
Tuve en ella a don Juan, que no tenía
hijos de mi mujer; con que elevados
quedaron mis sentidos, qué locura,
que quien todo lo acaba, no lo cura.

ANTONIO
Redondilla
Admiración me ha causado
245
que bastardo sea don Juan.

DON FERNANDO
¿Qué pierde, rico y galán,
si el Rey le ha legitimado?

ANTONIO
Redondilla
¿Qué hace agora?

DON FERNANDO
Pasando
está en mi huerta.

ANTONIO
Estudioso
250
mancebo.

DON FERNANDO
Es tan virtuoso,
que siempre le estoy rogando
Redondilla
deje el estudio, y porfía,
y agora debe de ser,
porque presto ha de tener
255
un acto de teología.
Redondilla
Caso estraño, maravilla
rara que este mozo sea
tan honesto, que no vea
una mujer en Sevilla,
Redondilla
260
habiendo tanta hermosura.
En esto no me parece.

(Sale LEONARDO, caballero.)

LEONARDO
Justo parabién merece,
y ha sido mucha cordura.
Redondilla
Estoy, señor don Fernando,
265
enojado con razón,
¿cómo en tan grande ocasión
os olvidáis, despreciando
Redondilla
la amistad y vecindad?

DON FERNANDO
De la plata que he perdido,
270
daros cuenta hubiera sido
pesadumbre, y no amistad.

[LEONARDO]
Redondilla
De la plata no sé nada,
pésame si os alcanzó
parte, lo que digo yo
275
es cosa en razón fundada,
Redondilla
pues que casando a don Juan,
lo hacéis con tanto secreto.

DON FERNANDO
Si es burla, ¿para qué efeto?

LEONARDO
Burla si él y Pedro están
Redondilla
280
pidiendo que, por temor,
vuestra licencia le den
sin que se amoneste.

DON FERNANDO
Bien,
gracioso engaño.

LEONARDO
Y mayor
Redondilla
el no lo creer ansí,
285
pues a el juez han informado
que le mataréis airado
si lo sabéis.

DON FERNANDO
¿Don Juan?

LEONARDO
Sí.

DON FERNANDO
Redondilla
¿Vístelo?

LEONARDO
Si no lo viera,
¿os lo viniera a decir?

(Salen DON JUAN y PEDRO de gorrón.)

DON JUAN
290
En fin, ¿mandó recibir
nuestra información?

PEDRO
Espera,
Redondilla
que está mi señor aquí,
no entienda lo que tratamos,
que en grande peligro estamos,
295
que si lo sabe, ¡ay de ti!

DON FERNANDO
Romance (tirada)
Don Juan.

DON JUAN
Señor.

DON FERNANDO
Yo pensé,
hijo, que pasando estabas
en la huerta.

DON JUAN
De allá vengo,
tanto deseo que salga
300
este acto de teología,
para tu honor y mi fama.

DON FERNANDO
Bien dices, bien se confirma
con el cuidado que andas
de casarte, pues que ya
305
secreta licencia sacas.

PEDRO
¡Zape!

DON JUAN
¿Yo, señor, qué dices?

PEDRO
Viuit Dominus que estaba,
quando intrabimus per portam
soplauerunt en la sala.

DON FERNANDO
310
Hijo, no recibas pena,
ni las colores te salgan
al rostro, que en dar estado
mucho los padres se engañan
contra el gusto de los hijos.
315
Dime, por Dios, si te casas;
que cien mil ducados tengo,
tu padre soy, ¿por qué causa
fías tu secreto a un mozo,
y de tu padre te guardas?
320
¿Hay otra luz en mis ojos,
ni otros ojos en mi cara?

DON JUAN
Señor.

DON FERNANDO
No te turbes, di.

PEDRO
Confiesa, señor, ¿qué aguardas?
advierte que decir que eres
325
oculorum de su cara.

DON JUAN
Señor, si verdad te digo,
por tu gusto me ordenaba.
Yo no soy para la iglesia,
cásome con una dama
330
virtuosa y bien nacida,
aunque pobre.

DON FERNANDO
Esas palabras
han salido de tu boca
sin que yo te saque el alma.
Fuera.

(Saca la espada.)

LEONARDO
¿Estáis en vuestro seso?
335
¿para vuestro hijo espada?

DON JUAN
Señor don Fernando.

DON FERNANDO
Fuera.

PEDRO
Cogebitur en la trampa.

LEONARDO
Teneos.

DON FERNANDO
¿Qué he de tenerme?
¡vil bastardo!, ¿ansí se hallan
340
cinco mil ducados?, ¡fuera!

PEDRO
¿Bastardos los padres llaman
lo que ellos hacen?, que estotro,
como él le hiciera en su casa,
¿qué le costaba salir
345
más por mujer que por dama?

DON JUAN
Señor, pues quisiste bien,
cuando sin disculpa andabas
con la madre que me diste,
¿por qué mis años infamas?
350
¿Tengo yo culpa de ser
bastardo?

PEDRO
Veritas clara.

DON FERNANDO
Ahora bien, por los presentes,
con la infame vida escapas,
vete de Sevilla luego,
355
que la hacienda que pensaba
dejarte, al primer convento
la dejaré, por mi alma.
Hola, echadle esos vestidos
y libros por la ventana,
360
Idos, pícaro.

PEDRO
Señor,
yo no me caso.

DON FERNANDO
Si a casa
volvéis, yo os haré colgar
de una reja.

PEDRO
¿Qua de causa?
¿soy yo pierna de carnero?

DON FERNANDO
365
Ea, los bastardos vayan
al Rollo de Écija.

PEDRO
¿Yo?
Mas, que también me levanta
que nos hizo a los dos juntos.

LEONARDO
Mirad señor que se para
370
gente a escuchar vuestras voces.

ANTONIO
Entraos señor, que ya basta.

(Éntranse y quedan DON JUAN y PEDRO.)

PEDRO
¡Buenos quedamos!

DON JUAN
¿Qué quieres?
como eso los hombres pasan
por amor.

PEDRO
Si fuera amor
375
persona, como es fantasma,
¡que de veces me le hubiera
dado dos mil cuchilladas!
Al Rollo de Écija a un hombre
que mañana se ordenaba
380
de vísperas ¡Vivit Dominus,
que ha de ir a Roma! ¿eso pasa?
¿qué habemos de hacer?

DON JUAN
Morir.

PEDRO
Las puertas cierran.

DON JUAN
Cerradas
debe de tener también,
385
quien las cierra, las entrañas.

PEDRO
Qué cerca estás de llorar.

DON JUAN
¿Pues de eso, Pedro, te espantas?
Ayer un coche y criados,
casa, hacienda, padre y galas,
390
y hoy cerradas estas puertas.

PEDRO
Presto se abrirán, si llamas,
con decir que te arrepientes,
y que te ordenen mañana.

DON JUAN
Aunque mil muertes me den,
395
de proseguir no dejara
el casamiento de Elena.

PEDRO
Desde la Elena troyana,
ha quedado por herencia
quemar Troyas, perder casas.
400
Mas quiero darte un consejo.

DON JUAN
Cómo.

PEDRO
Deja la sotana,
y viste galas y plumas,
finge que te vas a Italia
y entra a pedirle la mano,
405
que es padre y hará en el alma
cosquillas de ausencia.

DON JUAN
He visto
gran crueldad en sus palabras.

PEDRO
No creas en esas furias,
pídele la mano y saca
410
por fuerza una lagrimilla,
que se la moje al tomalla,
que tú le verás más tierno
que una cocida patata,

DON JUAN
¿Y si no puedo llorar?

PEDRO
415
Lleva la valona untada
de la mano con cebolla,
y haz que te limpias, que basta
para que llores seis días.

DON JUAN
¡Oh, Elena!, ¡oh, bien empleada
420
pena! Ayude tu hermosura
el ánimo que desmaya,
ver lo que pierdo por ti.

PEDRO
Ya arrojan por las ventanas
tus vestidos.

(Arrojan los vestidos y libros, y otras cosas.)

DON JUAN
Bravo enojo.

PEDRO
425
Anda la mar alterada
y aligeran el navío.
Voy a buscar mi sotana,

DON JUAN
Ay, Dios, si se han de perder
de doña Elena las cartas,
430
y una cinta de cabellos.

PEDRO
¿Qué joyas?

DON JUAN
Joyas del alma.

PEDRO
Cierto que hay almas buhuneras,
pues andan siempre cargadas
de cintas y de papeles.

DON JUAN
435
¡Ay, mi Elena!

PEDRO
¡Ay, mi sotana!

DON JUAN
¡Ay, papeles!

PEDRO
¡Ay, greguescos!

DON JUAN
¡Ay, mis cintas!

PEDRO
¡Ay, mi cama!

DON JUAN
Quien supiere que es amor,
apruebe mis esperanzas;
440
quien no, diga que estoy loco,
pues quedo con sola el alma.

(Vanse.)
(Salen SERAFINA, dama, y RICARDO, y FINEA con manto.)

SERAFINA
Décima
¿No me habéis de acompañar?

RICARDO
La vida, señora mía,
podéis, no la cortesía,
445
aborreciendo quitar.

SERAFINA
No son las calles lugar
para tratar casamientos.

RICARDO
Si se han de dar a los vientos
por vuestro injusto rigor,
450
¿desde dónde irán mejor
a sus propios elementos?

SERAFINA
Décima
Dejadme pasar.

RICARDO
Teneos,
y no recibáis enojos,
que por vida de esos ojos
455
de no hablar en mis deseos.

SERAFINA
¿Pues en qué?

RICARDO
Vuestros empleos,
¿eran materia sin mí?

SERAFINA
¿Y que me diréis ansí?

RICARDO
Que estáis muy mal empleada.

SERAFINA
460
¿Y estuviera mejorada
en vos?

RICARDO
Presumo que sí,
Décima
no porque haya en don Juan
muy grandes merecimientos,
vuestros altos pensamientos,
465
mirad vos que fin tendrán,
[-an]
con quien mañana se ordena,
pues, ¿qué loco amor condena
una mujer principal
470
a que se quede tan mal
que se quede con su pena?
Décima
Toda acción se comprehende
del fin falso o verdadero;
todo discreto, primero,
475
mira el fin de lo que emprende,
que lo que espera no entiende,
disculpa tiene del daño,
porque espero con engaño,
donde en fin oculto está,
480
mas, ¿qué disculpa tendrá
quien ama con desengaño?

SERAFINA
Décima
Yo, Ricardo, ya que os veo
conmigo tan declarado,
que en vez de vuestro cuidado
485
me decís mi propio empleo,
satisfaceros deseo.
Don Juan se crió conmigo,
fue su padre gran amigo
del mío y lo es de Leonardo,
490
mi hermano.

RICARDO
Más causa aguardo.

SERAFINA
¿Qué mayor de la que digo?
Décima
Creció el amor con la edad;
porque, ¿quién imaginara
que tan presto comenzara
495
su oficio la voluntad?
Al principio fue amistad,
simple, honesta ignorancia,
pero la perseverancia
juntó las cosas distantes,
500
y desde amigos a amantes
no hay un paso de distancia.
Décima
Queríame bien don Juan,
pagábale yo también,
pero en medio de este bien,
505
que bienes presto se van,
o fue, como era galán,
admitido de otra dama,
cuyas perfecciones ama,
o yo le desagradé;
510
que aunque él lo niega, lo sé
que me aborrece y desama.
Décima
Hágole seguir de día
y de noche, caso estraño
que no tome el desengaño
515
quien tanto hallarle porfía,
ni en casa de amiga mía
largas visitas dilata,
ni con sus amigos trata,
ni le han visto hablar, ni ver,
520
en calle o campo mujer,
y con tibiezas me matas.
Décima
Muerta entre tantos desvelos,
sin saber qué puede ser,
soy la primera mujer
525
que tiene celos sin celos.
Asegura mis recelos
con regalarme y jurar,
en oyéndome quejar;
pero en materias penosas
530
no hay cosas más sospechosas
que el jurar y el regalar.
Décima
Aquí viene la elección
de su padre, y aquí viene
pensar que el amor no tiene
535
amistad con la razón.
Bien sé que mi pretensión
ningún fin puede tener,
pero, ¿quién ha de poder,
amando, dejar de amar,
540
si hay tantas leguas que andar
desde amar a aborrecer?
Décima
Esta, pues habéis querido
saberla, fue la ocasión.
Pude amar por la razón,
545
Ricardo, que habéis oído,
pero no dar al olvido
tantos años de amistad,
que hay mucha dificultad
en mudar el pensamiento,
550
cuando está el entendimiento
sujeto a la voluntad.

RICARDO
Décima
Habeisme favorecido,
que un discreto desengaño
nunca hizo tanto daño,
555
como un engaño fingido.
Yo voy muy agradecido,
al bien que en esto me ofreceN
X
Nota del editor

En el original “ofrezco” en vez de “ofrece”. Hartz escribió “el daño me ofrece”.

,
mirad qué premio merece
quien le tiene por favor.
560
Y así, agradeciera amor
quien desengaño agradece.
Décima
Con esto, palabra os doy
no de no amaros, pues veo
ejemplo en vuestro deseo
565
y desengañado estoy.
Mas, no hablaros desde hoy,
en mi necia voluntad,
ni estorbar vuestra amistad,
quered a don Juan, que es justo,
570
porque no es amar con gusto,
donde no hay dificultad.
Décima
Que si venganza quisiera,
qué mayor que ver que amáis
donde el amor que empleáis
575
ni fin, ni remedio espera.
Rogaré al tiempo que quiera
templar esta ardiente llama,
no obligando a quien os ama,
los méritos que tenéis,
580
aunque licencia me deis
para querer a otra dama.

(Vase.)

SERAFINA
Redondilla
Cortés caballero.

FINEA
Tanto,
que lástima le he tenido.
Fuerte desengaño ha sido.

SERAFINA
585
Toma, Finea, este manto,
Redondilla
que no es tiempo de mirar
en lo que no puede ser.

FINEA
Notable cosa es querer.

SERAFINA
Más notable es olvidar.

(Sale LEONARDO.)

LEONARDO
Romance (tirada)
590
Serafina.

SERAFINA
Hermano mío,
¿de dónde?

LEONARDO
Vengo admirado
de dos cosas, con razón.
En casa de don Fernando,
la primera, que se casa
595
don Juan.

SERAFINA
¿Qué don Juan?

LEONARDO
No ha sido
sin causa el dudar el nombre.

SERAFINA
Decir que se casa, es caso
tan estraño, que no es mucho
dudar qué don Juan, Leonardo.

LEONARDO
600
¿Don Juan, su hijo?

SERAFINA
¿Es posible?

LEONARDO
Debajo de hábitos largos
suele haber poco juicio.
Qué bien su padre ha empleado
lo que le cuesta el ponerle
605
a un estado tan alto.
Loquillo, ignorante, en fin,
un mozuelo enamorado
que arroja hacienda y honor
y estudio de tantos años,
610
por lo que mañana creo,
y aun hoy estará olvidado,
si lo tuviese esta noche,
como en el alma los brazos.
Lo segundo que me admira
615
no es el ver el padre airado,
porque es grande la ocasión,
pero el ver que llegue a tanto,
que después de haber querido
matarle, desesperado,
620
ha hecho con grande nota,
por las ventanas abajo,
echar su ropa y vestidos,
sus libros y cuanto hallaron
ser del pobre caballero.
625
Parece que te ha pesado.

SERAFINA
¿Pues a quién no ha de pesar,
y con más razón que a entrambos,
que nos criamos con él?

LEONARDO
Entra, que quiero que vamos
630
a hablarle esta tarde juntos,
si vive, porque ha quedado
de cólera casi muerto.

SERAFINA
Hasta agora fue mi daño
un imposible de amor,
635
ya es mayor, pues es agravio.
Porque, ¿quién podrá sufrir
los celos, desengañado?
Que el amar un imposible,
no ha menester desengaño.

(Vanse.)
(Salen DON JUAN y PEDRO, de soldados, con bandas y plumas.)

DON JUAN
Redondilla
640
Ya vengo como tu quieres,

PEDRO
Y como el tiempo lo manda,
esto de plumas y banda,
es hechizo de mujeres.
Redondilla
Mucho se ha de holgar Elena.

DON JUAN
645
Mi padre quisiera yo.
¡Ay, mi casa!, quién te vio
de tantas riquezas llena
Redondilla
solamente para mí,
y agora te ve cerrada.

PEDRO
650
Que la cólera pasada,
todo ha de ser para ti.

DON JUAN
Redondilla
No me des a conocer,
Pedro, un hombre tan airado
que mató, mal informado,
655
la desdichada mujer.

PEDRO
Redondilla
¿Mal informado?

DON JUAN
¿Pues no?

PEDRO
¡Bien haya, amén, pues lo eres,
quien sabe honrar las mujeres!

DON JUAN
¿Nací de las piedras yo?

PEDRO
Redondilla
660
¡Oh, sabrosos animales!,
no es hombre el que os tiene en poco.

DON JUAN
Yo, a lo menos, estoy loco.

PEDRO
No todas nacen iguales,
Redondilla
pero como no sean brujas,
665
destas que andan a chupar,
que es menester preguntar
si son de pierna y de agujas;
Redondilla
y consuélate, don Juan,
de cuanto puedes perder,
670
que más perdió por mujer
no habiendo más de una, Adán.
Redondilla
¿Qué virtuosas, qué santas
disculpan aquella culpa?
Por Dios, que tiene disculpa
675
quien se pierde donde hay tantas.

DON JUAN
Redondilla
¡Ea!, acaba de llamar.

PEDRO
A mí echaranme, señor;
yo tomaría, que olor,
aunque no fuese de azar;
Redondilla
680
pero temo algún cascote.

DON JUAN
¿Pues para qué me he vestido?

PEDRO
El cuento viejo ha venido
aquí a pedir de cogote.
Redondilla
Juntáronse los ratones
685
para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones,
Redondilla
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
690
que andando el gato con él,
guardarse mejor podían.
Redondilla
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo,
y encrespando el grueso lomo,
695
dijo al senado romano,
Redondilla
después de hablar culto un rato:
«¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?»

DON JUAN
Redondilla
700
Ya entiendo, que haber venido
ha sido, Pedro, invención,
y el llamar, la ejecución.

PEDRO
¿No tienes apercebido
Redondilla
el llanto para la mano
705
cuando te la ha de besar?

DON JUAN
Por eso no ha de quedar,
si mi padre es hombre humano.

PEDRO
Redondilla
Di que su esclavo serás.

DON JUAN
Póngame un clavo, una argolla.

PEDRO
710
Si no tiene hasta cebolla
la valona, pondré más.

DON JUAN
Redondilla
¡Ha de casa!, ¡qué ocasión
hoy en la calle perdimos!

PEDRO
Muy emplumados venimos
715
para pródigo y lechón.
Redondilla
Tú, ni en vestido ni en cara,
tu papel puedes hacer;
que yo bien puedo tener
plaza en cualquiera piara.

(Sale DON FERNANDO.)

DON FERNANDO
Redondilla
720
¿Quién es?

DON JUAN
Un hombre, señor,
que ya no merece nombre
de tu hijo, pues es hombre
que no mereció tu amor.
Redondilla
Voy a Flandes a morir
725
entre fieros enemigos,
pues que no supe entre amigos
y en tu obediencia vivir;
Redondilla
y aun ojalá que en Triana
me matara una pistola.

DON FERNANDO
730
No es tu desvergüenza sola
la que hiciste con sotana;
Redondilla
[-as]
[...]
[...]
735
y que de plumas presumas
Redondilla
con éstas puedes volar,
porque ya quedas de suerte
que solo pueden valerte
por la tierra o la mar.
Redondilla
740
Vete, y en tu vida creas
que me has de volver a ver.

DON JUAN
¡Oh, qué presto has de saber
la muerte que me deseas!
Redondilla
Pero siquiera, señor,
745
porque me has criado, mira
que no es nobleza la ira
y el perdonar es valor.
Redondilla
Solo te pido la mano
merezca tu bendición.

DON FERNANDO
750
Donde no se da perdón,
es la bendición en vano.

DON JUAN
Redondilla
¿Pues es posible, señor,
que me dejas ir así?

DON FERNANDO
¿Y tú, parécete a ti
755
que me has dejado mejor?

DON JUAN
Redondilla
No era yo para el estado
que tú me querías dar.

DON FERNANDO
Ni yo para transformar
un sacerdote en soldado,
Redondilla
760
que si de ti no me vengo
es porque aunque no lo fuiste,
basta que serlo quisiste
para el respeto que tengo.
Redondilla
Clérigo te imaginé,
765
y de haberlo imaginado,
ya tienes algo sagrado
con que luego te dejé.
Redondilla
Vete, y no pares aquí,
ni sepan tus desvaríos.

DON JUAN
770
Ojos, no parecéis míos,
pues no me vengáis de mí.

PEDRO
Redondilla
Dale cebolla, que ya
parece que se enternece.

DON FERNANDO
¡Qué poco el llanto merece
775
con quien ofendido está!

DON JUAN
Redondilla
En fin, ¿me dejas ansí?

DON FERNANDO
Esto es hecho.

DON JUAN
¡Qué rigor!

PEDRO
Dale cebolla, señor.

DON FERNANDO
Vete, pródigo.

PEDRO
¿Y a mí
Redondilla
780
no me oirás por su cochino
hablando con reverencia?

DON FERNANDO
Más que incitas mi paciencia
para hacer un desatino.

DON JUAN
Redondilla
Cuán de otra suerte aquel padre
785
de familias recibió
su hijo.

DON FERNANDO
Y lo hiciera yo,
mas no es posible que cuadre
Redondilla
aquí la comparación,
que aquel vino arrepentido.

PEDRO
790
Sí, mas no le has parecido
en la debida porción.

DON FERNANDO
Redondilla
Tenía parte en su hacienda,
y esa no tiene don Juan.

PEDRO
¿Señor?

DON FERNANDO
Quedo, ganapán.

PEDRO
795
Dale cebolla.

DON FERNANDO
No entienda
Redondilla
que ha de ver más esta casa.

DON JUAN
Fuese.

(Vanse.)

PEDRO
Nada aprovechó,
mas señas le he visto yo,
y todo en efecto pasa.
Redondilla
800
Otros hijos se han casado.

DON JUAN
Sí, pero la bendición
del padre, aunque haya perdón,
es desgracia haber faltado.
Redondilla
Ello ha de ser con su gusto,
805
porque ansí lo manda Dios.

PEDRO
Pues volvámonos los dos,
que yo sé también que es justo.

DON JUAN
Romance (tirada)
¿Y Elena?

PEDRO
En Triana está,
labrando una verde manga,
810
para el venturoso día
que casados juguéis cañas.

DON JUAN
Camina, Pedro, a la puente,
y pasemos a Triana,
que grandes resoluciones
815
no quieren grandes tardanzas.

PEDRO
¿En fin, te casas?

DON JUAN
¿Qué quieres?,
tengo la palabra dada.

PEDRO
Otros tienen dadas obras,
y no cumplen las palabras.

DON JUAN
820
Qué villano estuvo, ¡ay, cielo!

PEDRO
Antes no, pues que le dabas
cebolla y nunca la quiso.

DON JUAN
Camina, Pedro, a Triana.

(Vanse.)
(Salen ELENA y INÉS, criada.)

ELENA
Las sombras de mi temor
825
no me dejan alegrarme
con cuanto dices que viste.

INÉS
Propia condición de amantes,
quítase el crédito al bien,
con que dejas de gozarte,
830
mientras le admites dudoso.

ELENA
¿Que viste Inés esta tarde,
para tanta dicha mía,
a don Juan mudado el traje?

INÉS
Digo que le vi con plumas,
835
mira si puede mudarse
en más diferente forma
quien era ayer estudiante.

ELENA
¡Ay, Dios!, si ya mi fortuna
se mostrase favorable
840
a mis deseos, mas temo
que al mejor tiempo me falte,
porque como no son justos,
no dejan asegurarme
en esperanzas que duren,
845
sino en penas que me maten.
¿Quién ha de pedir al cielo
que deje, para casarse,
un hombre tan alto estado,
tanta renta, honor tan grande?
850
¡Oh, amor!, que solo reparas
en tu gusto, porque haces
cosas injustas, dirás
que fue disculpa bastante
el haber nacido ciego.

(Salen DON JUAN y PEDRO.)

INÉS
855
¿Llamaron?

DON JUAN
Entra y no llames.

PEDRO
¿Tomas ya la posesión?

DON JUAN
Vengo, mi señora, a darte
satisfación de la fe
con que supiste obligarme.
860
Veisme aquí, si por ventura
asegurar deseaste
la esperanza de ser tuyo,
para que ya no se alaben
cuantos hicieron finezas,
865
que fueron con esta iguales.
¿Qué importa que desde Abido,
Leandro, el estrecho pase?
¿Qué mal se iguala al enojo
de un noble y airado padre?
870
Sacando yo la licencia,
Elena, para casarme,
probando que no tendría
efecto con publicarse,
no faltó quien se lo dijo,
875
aquí no es justo casarte.
Con pintar tigres, leones
y otras fieras semejantes,
sacó la espada, no pudo
por los presentes matarme.
880
Y porque llevaba yo
dos ángeles que me guarden,
cerró las puertas, en fin,
y mandó que me arrojasen
por las ventanas mi ropa.
885
Yo, pretendiendo probarle,
tomé el traje en que me ves,
y para partirme a Flandes
le pedí la bendición;
mas fue tan inexorable,
890
que no la pude alcanzar;
mas déjame que le alabe
de una cosa que en sus iras
me ha parecido notable.
No me ha echado maldiciones,
895
como muchos padres hacen
neciamente, porque a muchos
quiere Dios que los alcancen.
Esto me ha dado consuelo
y esperanza de gozarte
900
en paz dulce, prenda mía,
que algún día haremos paces.
Es justo acuerdo y es fuerza
por algún tiempo ausentarme
de Sevilla y dar lugar
905
a que este suceso pase.
Porque el mayor dura un mes,
al fin del cual a casarme
volveré a Sevilla alegre;
tú, en tanto, mira que pagues
910
esta fe, este amor; no puedo
pasar mi bien adelante.

PEDRO
¿Andamos con la cebolla
tan tiernos que, en todas partes,
lloramos sin ocasión?

ELENA
915
Pensé, don Juan, alegrarme
con verte, y estoy más triste
habiéndote visto que antes.
Todo el discurso fue alegre
hasta llegar a ausentarte.
920
Porque, ¿dónde habrá paciencia
que para tu ausencia baste,
siendo perderte de vista,
no presumiendo que engañes
una mujer que te adora?
925
Porque para no casarte
no era menester dejar
la riqueza de tu padre,
la dignidad de tu oficio,
dando lugar a que hable
930
toda esta ciudad de ti;
pero si es fuerza dejarme,
dime donde vas, mi bien.

DON JUAN
El amor, Elena, es grande
que mi padre me ha tenido,
935
y aunque éste puede templarse
con el agravio, es muy cierto
que en mi ausencia ha de obligarle
a notable sentimiento
con que piadoso me llame.
940
Iré a la corte, y allí
escribiré por instantes
al mayor amigo suyo,
para que el perdón me alcance.
Vuelvo a firmar la palabra
945
de ser tuyo y, porque es tarde
para pasar atrevido
con las postas por su calle,
solo te pido...

ELENA
Detente,
mi señor, que es agraviarme
950
pedirme fe, ni memoria,
porque primero que falte
a tantas obligaciones,
se verán las altas naves
deste río en las estrellas.
955
Y que las estrellas bajen
a ser de sus aguas peces
y, rompidos los cristales,
del cielo caerán sus polos,
dividido el sol en partes.
960
¿Qué mujer debe en el mundo
amar tanto, aunque llegase
a perder por ti mil vidas?

PEDRO
En fin, Inés, hoy se parten
soldados los que ayer fueron
965
pacíficos estudiantes.
Así va el mundo.

INÉS
¿A qué mano
picaron?, ¿pensarás darte
en aquel Madrid con plumas?

PEDRO
¿Con plumas?, ¡qué disparate!
970
Mal conoces sopalandas.
Gorrón, echaba yo lances
famosos, que donde quiera
se cuelan los deste traje.
A dos veces de ver plumas,
975
lo que no pasa se sabe;
échanse mucho de ver,
mas ya mi amo se parte,
has de tener fe en ausencia.

INÉS
Antes, Pedro, que me falte,
980
estará el sol donde suele,
porque, ¿quién podrá quitarle
de dónde le puso Dios?

PEDRO
Estas sí que son verdades.

DON JUAN
Mi bien, yo me voy, adiós,
985
que partirme apriesa nace
de que este tiempo que pierdo
para la vuelta se alargue.

ELENA
El cielo vaya contigo,
Pedro, mira qué regales
990
a don Juan.

PEDRO
Sin ti, señora,
no habrá regalo que baste.
¿Qué mandas para Madrid?

ELENA
Que acuerdes, si me olvidare,
a don Juan.

PEDRO
No me lo digas,
995
ni tanta firmeza agravies.

ELENA
Abrázame, Pedro.

PEDRO
Tente.
que harás que don Juan me abrase,
para quitarme el abrazo.

ELENA
Celosa quedo y cobarde.

PEDRO
1000
¿De qué?

ELENA
De ver que se pone
el sol que en mis ojos sale
que un Madrid y aquellos años,
¿qué lealtad quieres que guarden?


Acto II

Salen LEONARDO, PEDRO y DON JUAN.

LEONARDO
Redondilla
Antes fuera maravilla
1005
venir con menos cuidado.

DON JUAN
Enojos de un padre airado
me sacaron de Sevilla,
Redondilla
y vuélvenme los deseos
de la ocasión a saber
1010
qué fin puedo prometer
a mis dudosos empleos,
Redondilla
para que vos, a quien tiene
respeto por amistad,
rompáis la dificultad
1015
que a mis desdichas previene.
Redondilla
[-ado]

LEONARDO
Yo no sé cómo ha de ser,
don Juan, que podáis volver
eternamente a su agrado,
Redondilla
1020
porque después que a la corte
os fuisteis, se ha procurado;
pero con su pecho airado,
no hay medio humano que importe,
Redondilla
antes hablando le jura
1025
que un esclavo ha de buscar
a quién le piensa dejar
su hacienda.

DON JUAN
Estraña locura;
Redondilla
hágame su esclavo a mí.

PEDRO
No sino a mí, que podrá
1030
con más propiedad.

DON JUAN
¿Que está
tan airado?

LEONARDO
Ayer le vi
Redondilla
con tal determinación;
mas cómo fue, me decid,
en Madrid.

DON JUAN
Llegué a Madrid,
1035
Leonardo, en buena ocasión,
Redondilla
para entretener los ojos,
que el alma no era posible,
mientras airado y terrible
ejecuta sus enojos.

PEDRO
Redondilla
1040
Tu padre, señor.

DON JUAN
¡Ay, triste
Leonardo!, adiós, no me vea.

(Salen DON FERNANDO, y FABIO.)

DON FERNANDO
No te espantes, que no crea
lo que dices, ¿tú le viste?

FABIO
Redondilla
Digo, señor, que le vi.

DON FERNANDO
1045
Basta, Leonardo, que Fabio
dice que para mi agravio
está aquel villano aquí.

LEONARDO
Redondilla
Aquí está, que le han traído
pobreza y enfermedad,
1050
no cerréis a la piedad,
como el áspid, el oído,
Redondilla
que ya toca en vuestro honor
favorecer a don Juan.

DON FERNANDO
Gentil favor le darán
1055
su maldad y mi valor,
Redondilla
id con Dios, porque en llegando
a hablarme, por él me pierdo.

LEONARDO
Vos, como prudente y cuerdo,
veréis, señor don Fernando,
Redondilla
1060
lo que en esto habéis de hacer;
yo, entre tanto, y perdonad,
cumpliré con mi amistad
en no dejarle perder.
Redondilla
A mi casa le he traído,
1065
allí le pienso curar.

DON FERNANDO
Haréisme un grande pesar,
y que no lo hagáis os pido,
Redondilla
que estáis muy cerca de mí,
o mudareme, por Dios.

FABIO
1070
La vecindad de los dos,
¿qué ofensa te hace a ti?

DON FERNANDO
Redondilla
¿No podrá ser que le vea
alguna vez?

FABIO
Ya, señor,
es ese mucho rigor.

(Sale ALBERTO, criado de ELENA, de soldado.)

ALBERTO
1075
No habrá en el mundo quien crea
Redondilla
esta determinación,
mas es fuerza aventurarme.

DON FERNANDO
Mira quién viene a buscarme.

FABIO
Soldados pienso que son.

ALBERTO
Redondilla
1080
Soy, señor, un capitán
de un navío.

DON FERNANDO
Mas, ¿qué viene
a decir, que me conviene
favorecer a don Juan?

ALBERTO
Romance (tirada)
Habiendo sabido que
1085
andáis buscando un esclavo
de tantas partes, que pueda
la tristeza consolaros
de un hijo que habéis perdido
o que ha dado en ser soldado,
1090
traigo una esclava, que creo
(no siendo fuerza obligaros
a ser esclavo) que tiene
prendas que no las ha dado
el cielo a mujer ninguna.

DON FERNANDO
1095
Amor siempre ha sido engaño,
esclavo buscaba yo,
pero tan poco reparo,
siendo ella tal, en que sea
esclava.

ALBERTO
Es tal, que no hallo
1100
a qué poder compararla
si no es al precio, que es tanto
que dije bien su valor.

DON FERNANDO
¿Es negra?

ALBERTO
Por ningún caso
tratara yo en esa hacienda.

DON FERNANDO
1105
¿Mulata?

ALBERTO
Tampoco.

DON FERNANDO
Aguardo
qué sea.

ALBERTO
Es india oriental,
a quien los moros han dado
su seta en aquellas tierras,
que ahora van conquistando
1110
valerosos portugueses.
En Malaca la trocaron
a perlas, y un capitán
la trujo a España del cabo
de buena esperanza, y yo
1115
la compré, siendo soldado
del castillo de Lisboa.
Entra, Bárbara.

(Sale ELENA, de esclava, con clavo en la barba.)

DON FERNANDO
Es retrato
de aquella reina de Persia.

ELENA
Dadme, señor, vuestras manos.

DON FERNANDO
1120
Hija, no estéis en la tierra,
la fortuna os hizo agravio.
Notable mujer.

FABIO
Famosa.

DON FERNANDO
Adoptaban sus esclavos
los romanos, como a hijos,
1125
sus apellidos dejando
y su casa en ellos; yo
pensaba hacer otro tanto,
por cierto enojo que tengo,
pero, puesto que me agrado
1130
de la esclava, haré lo mismo.
¿Es el precio?

ALBERTO
Mil ducados.

DON FERNANDO
Bien dijistes que en el precio
se vería, y se ve claro
su valor.

ALBERTO
No os espantéis,
1135
que donde son más baratos
me los han dado por ella.
Tiene entendimiento raro.
Por comenzar por el alma,
el cuerpo estaisle mirando,
1140
no tengo que encarecerle,
los ojos son desengaño.
Por virtuosa la vendo,
que haber sido lo contrario
no era precio para ella,
1145
el tesoro veneciano.
Canta, baila, cuenta, escribe,
y es, con notable regalo,
milagrosa conservera,
esto podéis ver despacio,
1150
si queréis que aquí la deje.

DON FERNANDO
¿Cómo os llamáis?

ELENA
Yo me llamo
Bárbara, y no por gentil,
porque este nombre cristiano,
en la nave que venía,
1155
con el bautismo sagrado,
me dio mi primero dueño,
temeroso de los rayos
de una tempestad que tuvo
la nave en peligro tanto,
1160
que haber librado las vidas
fue del bautismo milagro.
Sin esto, junto a los Zafres,
dimos en unos peñascos,
que sirvieron de rodelas
1165
a las flechas de sus arcos.
Como echó su hacienda al mar
aquel mercader indiano,
guardome para la tierra,
donde le fue necesario
1170
remedialla con venderme.

DON FERNANDO
¿Cómo, Bárbara, ese clavo
os puso en la barba?

ELENA
Fue
presumir, amenazando
rendir mi pecho a su gusto,
1175
y como sé que le traigo
en defensa de mi honor,
lunar de mi honor le llamo;
que como ponen blasones
los que empresas acabaron,
1180
puso por armas mi honor
hierro negro en campo blanco.

DON FERNANDO
¡Qué bien dicho!, yo lo creo.
Ahora bien, cuando me agrado
de una cosa, pocas veces
1185
en el dinero reparo,
que no vos, señor; ¿en cuánto
os las vendió el capitán?

ELENA
Señor, mientras es mi amo,
no puedo contradecirle;
1190
después que me hayáis comprado,
os lo diré, como a dueño.

DON FERNANDO
¡Qué discreción!

ALBERTO
Si llegamos
cuando os agrade el concierto,
sean quinientos ducados,
1195
que me costó cuatrocientos.

DON FERNANDO
Esos daré yo.

ALBERTO
Subamos
a contarlos, todo en plata.

DON FERNANDO
Y en oro podéis contarlos,
porque es dar oro, por oro.

ALBERTO
1200
Ya es vuestro suceso estraño.

DON FERNANDO
Bárbara, no a ser mi esclava
quedáis, que con vos aguardo
cobrar el amor de un hijo,
inobediente e ingrato.

ELENA
1205
Pues señor, haré yo cuenta
que por él traigo este clavo,
que sirviendo en su lugar,
esclava seré de entrambos.
(Vase FERNANDO.)
Quintilla
Esta amorosa pasión,
1210
con que se me abrasa el pecho,
pues hierros dorados son,
por una fineza ha hecho
esclavo mi corazón.
Quintilla
Con darle a don Juan no huyo
1215
de confesarle por suyo,
mas puede decir después
que de dos dueños lo es,
esclavo soy, ¿pero cuyo?
Quintilla
Aunque si dadas están
1220
cuyo ha de ser preguntando,
mi fe y lealtad las dirán,
que no soy de don Fernando,
sino esclava de don Juan.
Quintilla
Verdad es que él me compró
1225
y que el amor me vendió,
pero cuando en mí reparen
si cuya soy preguntaren,
eso no lo diré yo.
Quintilla
Porque de concierto están
1230
la fe y el amor en mí,
que si tormento me dan,
solo he de decir que fui
la esclava de su galán.
Quintilla
Que mi corazón quebró
1235
lo que don Juan le obligó,
le dijo al alma, prometo
de guardar siempre el secreto,
que cuyo soy, me mandó.
Quintilla
Soy tan leal, corazón,
1240
que sabiendo que ha perdido
por mí, hacienda y opinión,
secretamente he querido
pagarle tanta afición.
Quintilla
Porque cómo restituyó
1245
la deuda el amor, arguyo,
mas cómo se encubrirá
porque nadie me verá
que no diga que soy suyo.

(FABIO sale.)

FABIO
Quintilla
Haciendo está la escritura;
1250
entre Bárbara, que quiere
verte el escribano.

ELENA
Hoy muere
mi libertad, y asegura
la eterna fama que adquiere.
Quintilla
Informarme he menester
1255
de algo, si en casa quedo,
de la familia, y saber
porque errar términos puedo;
¿con quién le debo tener?
Quintilla
¿Hay señora?

FABIO
No hay señora.

ELENA
1260
¿Hijos?

FABIO
Uno.

ELENA
¿Edad?

FABIO
Mancebo.

ELENA
¿Qué estado?

FABIO
Estado de nuevo,
porque cierta pecadora
le ha puesto en los ojos cebo.
Quintilla
Cerca de clérigo estaba,
1265
y que quiere casarse.

ELENA
¿El nombre?

FABIO
Don Juan.

ELENA
Ya lo imaginaba.
¿Es galán?

FABIO
Es gentilhombre,

ELENA
Peligro corre la esclava.

FABIO
Quintilla
No corre, que no está en casa.

ELENA
1270
¿Cómo?

FABIO
Su padre le echó,
no más de porque se casa.

ELENA
Por eso.

FABIO
¿Es poco?

ELENA
¿Pues no?
como eso en el mundo pasa,
Quintilla
¿quién hay más?

FABIO
La cocinera,
1275
y un ama que la crió.

ELENA
¿Es muy vieja?

FABIO
Es hechicera.

ELENA
¿Vos quién sois?

FABIO
Aquí entro yo.
Soy señor de la cochera.

ELENA
Quintilla
Sois hombre muy importante.

FABIO
1280
Y otras veces voy mejor.

ELENA
¿Cómo?

FABIO
Con plaza de infante,
soy víspera de señor,
porque estoy siempre delante.
Quintilla
Desde que os vi con deseo,
1285
estoy por vida de entrambos
de ministrar himeneo.

ELENA
Mírasme con ojos zambos.

FABIO
Son señas de eregodeo.

ELENA
Quintilla
Entrad, y tened la mano,
1290
porque os daré.

(Dale.)

FABIO
Ya es después.

ELENA
Yo no aviso más temprano.

FABIO
Así me trataba Inés.

ELENA
Pues tened respeto, hermano,
Quintilla
porque yo respondo así.

FABIO
1295
Yo me despido de ti.

ELENA
Buenas mis locuras van,
yo me vendo por don Juan,
amor, ¿qué quieres de mí?

(Vanse.)
(Salen PEDRO, SERAFINA y DON JUAN.)

SERAFINA
Redondilla
Pensarás que te agradezco
1300
que a mi casa hayas venido,
si necesidad ha sido.

DON JUAN
Eso y mucho más merezco.

SERAFINA
Redondilla
¿Tú casarte, y no conmigo?

DON JUAN
Cuando venir presumí,
1305
bien imaginé que en ti
tuviera un grande enemigo,
Redondilla
mas para desengañarte,
no hallé camino mejor.

SERAFINA
Responde mi necio amor
1310
que ninguna cosa es parte,
Redondilla
pues tú me engañas a mí,
y quieres otra mujer.
Tanto que te obliga a ser
lo que estoy mirando en ti.
Redondilla
1315
Pedro, aunque tú me has vendido,
también como tú, señor,
¿qué me dices de un traidor
que hasta el honor ha perdido?
Redondilla
¿Pero que puedes decirme?

PEDRO
1320
Amaina señora, amaina;
vuelve la espada a la vaina,
no mates hombre tan firme,
Redondilla
que siendo tú la mujer
con quien se quiere casar,
1325
¿cómo te puedes quejar?

SERAFINA
¿Yo soy?

PEDRO
¿Pues quién ha de ser?
Redondilla
¿Hate dicho a ti tu hermano
quién es la mujer o hombre
que sepa si quiera el nombre?

SERAFINA
1330
Luego, ¿yo me quejo en vano?

PEDRO
Redondilla
¿Pues no está claro que ha sido
la jornada y la invención
solo por esta ocasión?

SERAFINA
Amor la culpa ha tenido
Redondilla
1335
del enojo que ha causado.
Mi desconfianza fue
la causa, que no pensé
de verle tan descuidado,
Redondilla
que era por mí la fineza;
1340
don Juan, mi desconfianza
no dio por tanta mudanza
créditos a la firmeza,
Redondilla
perdonad el recebiros
con tan injusto desdén

DON JUAN
1345
Cuéstame el quereros bien,
no deseos y suspiros,
Redondilla
como suele suceder,
sino hacienda, honor y vida.

SERAFINA
Vós veréis qué agradecida
1350
soy, si soy vuestra mujer.

DON JUAN
Redondilla
¿pues por quién pudiera yo
hacer fineza tan rara?

SERAFINA
De mis dichas lo dudara,
de mis pensamientos no.
Redondilla
1355
Mi hermano pienso que viene,
no puedo agora decir
lo que habré de remitir
al alma, que dentro os tiene.
Redondilla
En ella y el corazón,
1360
como en secreto lugar,
los dos podremos hablar
desta peregrinación
Redondilla
con que me habéis obligado,
vuestra eternamente soy.

(Vase.)

DON JUAN
1365
Necio, ¿qué has hecho?, ya estoy
metido en mayor cuidado,
Redondilla
con decir a Serafina
que es ella con quien me caso.

PEDRO
Si esta mujer es el paso
1370
por donde tu amor camina
Redondilla
al fin de su pretensión,
no fue engañarla locura,
que pudiera por ventura
hacer en esta ocasión,
Redondilla
1375
que su hermano, por quien ya
corren estas amistades,
pusiera dificultades
en lo que tratando está,
Redondilla
ni se pudiera vivir
1380
aquí con este enemigo.

DON JUAN
Y si hablándola me obliga
a lo que no he de cumplir,
Redondilla
parécete que son cosas
que poco después fatigan.

PEDRO
1385
¿Pues a qué escritura obligan
dos palabras amorosas?

DON JUAN
Redondilla
Bien dices, que desde aquí
habemos de negociar;
mas, ¿cuándo piensa llegar
1390
esta noche para mí?
Redondilla
Muero por ir a Triana,
muero por ver a mi Elena.

PEDRO
Basta un mes de injusta pena,
dejemos para mañana
Redondilla
1395
ir a Triana, señor;
porque si esta noche vas,
a Serafina darás
sospechas de ajeno amor.

DON JUAN
Redondilla
Eso dices, si pensara
1400
no vella, estando en Sevilla,
tuviera por maravilla
que la vida me durara
Redondilla
hasta que el alba saliera.
¡Ay, noche, ven!, porque el sol,
1405
dejando el polo español,
cubra la antártica esfera.
Redondilla
Deja, sol, que el negro manto
pueda tu rostro eclipsar,
que aunque temieras la mar,
1410
no te detuvieras tanto.
Redondilla
Embarca tu resplandor,
que en ver la noche me niega;
con mis lágrimas navega,
que soy todo un mar de amor.
Redondilla
1415
Vete, que no he menester
celajes de tu mañana,
que está mi aurora en Triana,
y ella me ha de amanecer.
Redondilla
Vamos, Pedro.

PEDRO
Tente un poco.

DON JUAN
1420
¿No es de noche?

PEDRO
En tu sentido,
tanta es la luz que ha perdido
quien está de amores loco.

DON JUAN
Redondilla
Pues di, ¿no tengo razón,
no es hermosa y virtuosa?

PEDRO
1425
Virtud, sobre ser hermosa,
es la mayor perfección,
Redondilla
y así será justo empleo,
pero con mucho juicio.

DON JUAN
Pues es para su servicio,
1430
ayude Dios mi deseo.

(Vanse, y sale DON FERNANDO y ELENA.)

DON FERNANDO
Redondilla
Tan contento estoy de ti,
Bárbara, que desde hoy
eres lo mismo que yo.

ELENA
Cuanto ha sido contra mí
Redondilla
1435
hasta agora la fortuna,
le perdono justamente,
si no es que de nuevo intente
deste bien mudanza alguna;
Redondilla
pues, piadosa, me ha traído
1440
a servir a un caballero,
de quien mi remedio espero.

DON FERNANDO
Bárbara, mi dicha ha sido,
Redondilla
y pues que lo siento así,
se ve lo que te he fiado.
1445
Todas las llaves te he dado,
rige y gobierna por mí
Redondilla
criados, casa y hacienda,
tanto de tu entendimiento
y virtud estoy contento;
1450
y porque tu pecho entienda
Redondilla
qué es lo menos que te fío.
Óyeme atenta y sabrás
lo que a mí me importa más,
todo el pensamiento mío,
Redondilla
1455
yo tengo un hijo.

ELENA
Ya sé
todo el suceso, señor,
que me lo dijo Leonor
el día que en tu casa entré.

DON FERNANDO
Redondilla
Ese, pues, inobediente,
1460
estando para ordenarse,
dio en que había de casarse,
y ausentose cuerdamente,
Redondilla
que pienso que le matara.
Ha vuelto a Sevilla,
1465
y en casa un vecino está,
que a mi disgusto le ampara.
Redondilla
Entre todos los enojos,
que me ha dado este rapaz,
anda amor metiendo paz,
1470
porque es la luz de mis ojos.
Redondilla
Yo finjo que le aborrezco,
y nadie sabe de mí
lo que he fiado de ti.

ELENA
Dios sabe que lo merezco.

DON FERNANDO
Redondilla
1475
Quiero, porque me han contado
que viene enfermo y perdido,
que tú, como que has querido,
viéndome con él airado,
Redondilla
cuidar de su enfermedad,
1480
como tu propio señor
le veas, y de mi amor
sustituyas la piedad.
Redondilla
Las llaves tienes, y tienes
discreción en regalarle;
1485
te ocupa, sin declararle,
que por mí, Bárbara, vienes,
Redondilla
sino por tu obligación;
que sé que en viendo a don Juan,
tan entendido y galán,
1490
dirás que tengo razón.
Redondilla
No hay mozo en toda Sevilla,
no lo digo como padre,
más gallarda fue su madre,
en México maravilla,
Redondilla
1495
y muy principal mujer,
que a ser legítimo amor,
más tiene de su valor
que de mí puede tener.
Redondilla
Lo primero, has de llevar
1500
esto, sin nombrarme a mí,
unas camisas que aquí
quedaron por acabar.
Redondilla
Y toma en este bolsillo
cincuenta escudos, que está
1505
pobre, y no los hallará
sobre prendas en Sevilla.
Redondilla
Pienso que me has entendido.

ELENA
¡Y cómo señor!, muy bien,
y de camino también,
1510
con el alma agradecido,
Redondilla
la confianza que hacéis
desta humilde esclava vuestra,
en lo demás bien se muestra,
que piadoso procedéis,
Redondilla
1515
como padre, imitación
del verdadero desvelo.

DON FERNANDO
Si tú, con discreto celo,
pues se ofrecerá ocasión,
Redondilla
le pudieses persuadir
1520
que dejase de casarse
y que volviese a ordenarse,
no le dejes de advertir
Redondilla
lo que ganará conmigo.

ELENA
Señor, ¿como podré yo,
1525
sabiendo que no bastó
tu enojo, ni tu castigo?
Redondilla
Pero, en fin, yo te prometo
de hablarle en esto, y muy bien.

DON FERNANDO
Haz, Bárbara, que te den
1530
las camisas en secreto,
Redondilla
que ya acabadas están,
y si en este amor reparas,
yo sé que me disculparas
si hubieres visto a don Juan,
Redondilla
1535
y quiero que se te acuerde
mirándonos a los dos.
Que siente Dios, con ser Dios
un hijo que se le pierde.

ELENA
Décima
¿Ha de ir alguno conmigo?

DON FERNANDO
1540
Fabio, que te enseñará
la casa, que cerca está.

ELENA
Alabo, ensalzo, bendigo
la piedad que usas conmigo.
Cielo, en aquesta ocasión,
1545
parece que el corazón
me miraba, don Fernando,
y que dél fue trasladando
mi propia imaginación;
Décima
que podré ver a don Juan
1550
después de tan larga ausencia.
¡Qué dineros y licencia
de regalarle me dan!
Parece que ya se van
declarando en mi favor
1555
los cielos, pues el rigor
piadoso de un padre airado
da cuidado a mi cuidado,
y añade amor a mi amor.
Décima
Agora os satisfaréis,
1560
ojos, que sin luz estáis,
que a ver vuestra gloria vais
de lo que llorado habéis.
Hoy vuestro dueño veréis,
y siempre licencia os dan,
1565
tercero para don Juan
es hoy quien más me aborrece,
pues me dice y encarece,
que es gentil hombre y galán.
Décima
Con la gracia que me hablaba,
1570
con las que don Juan tenía,
como que yo no sabía,
que me cuestan ser su esclava,
lo mesmo que deseaba,
me ofrecía liberal.
1575
Porque con suceso igual
sea mi ejemplo testigo
de que suele un enemigo
hacer bien, por hacer mal.

(Vase.)
(Sale FLORENCIO y RICARDO.)

FLORENCIO
Silva (tirada)
No siempre puede amor lo que imagina.

RICARDO
1580
Juré, Florencio, no ver a Serafina,
después de ser tan claro desengaño,
y aunque pensé que fuera por mi daño,
un milagro de amor ha sucedido,
que fue con otro amor quedar vencido.

FLORENCIO
1585
Si tiene alguna cura
la locura de amor, es la hermosura
de otra mujer, y ansí dijo un poeta:
aunque es pasión que tanto nos sujeta,
para vencer amor, querer vencelle.

RICARDO
1590
No pienso yo ponelle
remedio tan violento;
pero andando con este pensamiento,
vi una mujer a donde puso el cielo
dos estrellas de fuego en puro hielo,
1595
un talle tan gallardo, honesto y grave,
un mirar tan suave,
un andar tan gracioso,
y en cada parte un todo tan hermoso,
que vivo sin sentido,
1600
mas todo lo que veis, y fue el olvido,
de aquel pasa amor, pues ya me abrasa,
se encierra en una esclava desta casa.

FLORENCIO
¿Esclava?

RICARDO
Sí.

FLORENCIO
Que bajo pensamiento.

RICARDO
Sin verla, no culpéis mi entendimiento.

FLORENCIO
1605
¿Es Africana?

RICARDO
Es India, y justamente,
que siendo sol viniese del Oriente.

FLORENCIO
Mal gusto, y en que el vuestro desatina,
dejar el serafín de Serafina
por una esclava bárbara.

RICARDO
Su nombre,
1610
Florencio, es ese, y porque no os asombre
mi pensamiento justo,
mirad su talle y culparéis mi gusto.

(Salen DOÑA ELENA y FABIO con un azafate.)

FABIO
Esta es la casa.

ELENA
Que tan cerca era.

FABIO
¿Quisieras tú que al alameda fuera?
1615
la devoción de San Trotón te obliga.

ELENA
Nunca salgo de casa.

FABIO
Pues, amiga,
si Señor te hace dama, ten paciencia,
demás que las ventanas, en ausencia
de la calle, no son poco remedio.

ELENA
1620
Nunca por ese medio
remedio yo la soledad que paso.

FABIO
¿Ventana no?

ELENA
¿Soy yo botón, acaso,
que tengo de estar siempre a la ventana?

RICARDO
¿Qué os parece la indiana?

FLORENCIO
1625
Que trujo cuantas perlas y oro Arabia,
en la tierra y la mar que el sol las cría.

ELENA
Entra Fabio, y dirás a lo que vengo.

RICARDO
Luego disculpa de querer la tengo.

FLORENCIO
El lacayo se ha entrado
1630
en casa de Serafina.

RICARDO
¿Traerán de don Fernando algún recado,
pues, Bárbara divina?

ELENA
Vuesamerced, suplícole se tenga.
antes que el hombre con quien vengo venga.

RICARDO
1635
¿Por qué pagas tan mal lo que te quiero?

ELENA
¿Qué obligación me corre, caballero?

RICARDO
Amor no obliga.

ELENA
Obliga con servicios,
y amorosos oficios,
no con palabras y ánimos donceles,
1640
que aun en tiempo de Adán le daban pieles.

RICARDO
¿Quieres tú galas, quieres tú dinero?

ELENA
No puedo yo deciros lo que quiero.

RICARDO
¿Quieres que te rescate?

ELENA
Ni por el pensamiento de eso trate,
1645
todo mi gusto en esta casa tengo;
esclava de mí misma, a verle vengo.

RICARDO
Ya te he entendido, ¿quién es, a Leonardo?

ELENA
¿No es don Juan más gallardo?

RICARDO
¿Pues quieres a don Juan?

ELENA
Como a mi dueño,
1650
que en lo demás ya sé que fuera sueño,
pues quiere una mujer con quien se casa.

RICARDO
Pues, Bárbara, si sabes lo que pasa
quiéreme a mí, que en indio me transformas,
pues ídolo te formas
1655
de marfil y de oro,
y siendo tú mi sol indio, te adoro;
¡ea!, dame una mano, porque en ella
te ponga este diamante,
que aunque es muy bella, quedara más bella.

ELENA
1660
Quedito y salvo el guante,
que soy un poco arisca,
y con las nueve efes de Francisca,
fe, fineza, firmeza y fortaleza,
soy toda junta un monte de aspereza,
1665
y le quiero añadir el ser famosa.

RICARDO
Pues déjame tocar con solo un dedo
el clavo de tu rostro.

ELENA
Lindo enredo,
¿soy cuenta de perdones?,
por sus ojos que mude de estaciones.

RICARDO
1670
Yo he de comprarte a don Fernando.

ELENA
Creo
que aunque busquéis para tan necio empleo
más piedras y oro y perlas que un poeta
para pintar un día,
no os venderán una chinela mía.
1675
El hombre sale a Dios.

FLORENCIO
Mujer discreta,
pero taimada.

RICARDO
Vamos, que yo espero
mi remedio en engaño o en dinero.

(Vase.)
(Sale FABIO.)

FABIO
Romance (tirada)
Don Juan sale a recibirte,
y las camisas di a Pedro.

ELENA
1680
Pues vete, así Dios te guarde,
que tengo cierto secreto
que me dijo mi señor
que dijese a don Juan.

FABIO
Vuelvo
dentro de un hora por ti.

ELENA
1685
Vuelve poco más o menos.

FABIO
¿Quién son aquellos lindones
que te hablaban?

ELENA
Caballeros
que, cansados de faisanes...,
ya entiendes Fabio.

FABIO
Ya entiendo.

ELENA
1690
¿Celitos?, soy yo muy propia
para oír lacaicelosN
X
Nota del editor

Quizás “lacayuelos”.

.

FABIO
Por el agua de la mar
que he de darles, si los veo
otra vez, una mohada,
1695
que llaman acá los diestros,
la de Domingo Gayona.

ELENA
¿Son estos los aposentos
de don Juan?

FABIO
Sí.

ELENA
Vete.

FABIO
Adiós.

(Vase y sale DON JUAN y PEDRO.)

DON JUAN
Mal podré tener contento,
1700
Pedro, con tanta desdicha;
hoy a mis hábitos vuelvo.

PEDRO
No debió de poder más,
que por ventura la hicieron
fuerza su tío y su primo.

DON JUAN
1705
¿Qué fuerza, si fue el concierto,
que a casarme volvería?

PEDRO
Como no lo hiciste luego,
entró la desconfianza,
que no hay cosa que más presto
1710
rinda y mude una mujer.

DON JUAN
En lo que su engaño veo,
es en negar sus criados,
y decir que no supieron
quién le llevó, o dónde fue.

PEDRO
1715
Hablemos, señor, primero
esta esclava de tu padre,
que dicen que es su gobierno,
y no mudemos de ropa,
que será sin grande acuerdo
1720
vender risa a la ciudad.

DON JUAN
Buen talle.

PEDRO
Y gentil aseo.

DON JUAN
No he visto esclava en mi vida
de mejor traza.

PEDRO
El invierno
tenga yo tales frazadas,
1725
y los veranitos frescos
estas colchas de la China.

ELENA
Temblando me está en el pecho
el corazón, señor mío,
hoy a vuestros pies presento
1730
una esclava.

DON JUAN
No prosigas.
Jesús, Jesús, ¿qué es aquesto?,
alza el rostro, no le bajes.
¿Qué es esto, Pedro?

ELENA
Bien puedo,
si las lágrimas me dejan.

PEDRO
1735
Señor, vive Dios que creo
que habemos los dos bebido.

DON JUAN
¡Ay, Pedro!, lágrimas bebo
de un ángel, pero bien dices
que esto es locura, o es sueño,
1740
háblame, señora mía,
háblame, y dime si tengo
mi fantasía en tu sombra
fuera de mi entendimiento.

PEDRO
Señora, dime quién eres,
1745
han hecho algún embeleco
estas moras de Sevilla.
¿Eres tú quien eres? Presto,
que estoy por huir de ti.

ELENA
Yo soy, don Juan; yo soy, Pedro;
1750
que, quién sino yo pudiera
arrojar al mar soberbio
de tu padre, honor y vida.
Que de una amiga, sabiendo
que dar quería a un esclavo
1755
hacienda, este pensamiento
se me puso en la memoria,
y ejecutolo el deseo.
Tuve tal felicidad
que ya de tu padre tengo
1760
hacienda y casa en mi mano.
Hoy me descubrió su pecho,
y me dijo que sabía
que habías venido enfermo,
y que venías a curarte,
1765
siendo yo cierva que vengo
llena de flechas de amor
al agua de mi deseo.
Este dinero me ha dado
tan declarado y tan tierno,
1770
que a los ojos se asomaban
las lágrimas por momentos,
como a ventanas doncellas,
que andan cerrando y abriendo.
Díjome que yo te diese,
1775
en razón del casamiento,
consejos que no te doy,
que son contra mí consejos.
Fingí hierros en mi cara,
porque están los verdaderos
1780
en el alma, señor mío,
donde no los borra el tiempo.
Hierro es este de mi cara,
porque el del alma es acierto,
que solamente por mí
1785
se dijo acertar por hierro.
Hierro parece, y es flecha,
que del arco de sus celos
amor me tira a la boca,
porque le sirva de sello.
1790
Haz que me pongan tu nombre,
porque sepan muchos necios
(que fundan en intereses
todos los amores nuestros)
que hubo una mujer que fue
1795
por solo agradecimiento
esclava de su galán,
por el nombre y por los hechos.

DON JUAN
Décima
Dulce esclava de mi vida,
de mi libertad, señora,
1800
hierro que mi alma adora,
señal por mi bien fingida.
Hoy ha de quedar corrida
la griega y romana historia,
pues en vuestro honor y gloria,
1805
que para siempre ensalzáis,
con esta hazaña dejáis
en olvido su memoria.
Décima
Templado habéis mis enojos,
porque el esclavo recelo,
1810
que es como signo en el cielo,
para el sol de vuestros ojos,
templad también mis antojos,
porque está el alma tan loca,
que a imaginar me provoca,
1815
que es la señal que en vos veo,
porque no yerre el deseo
el camino de la boca.
Décima
Que érades ida pensé,
luego que os busqué en Triana,
1820
allí me hallé de mañana,
¡qué triste noche pasé!
Es posible que os hallé,
y solo el errado fui,
pero siendo el yerro aquí
1825
de vuestra cara fingido,
en siendo vuestro marido
me la pasaréis a mí.
Décima
Que, como suele en la imprenta
pasar la letra el papel,
1830
vendré yo a quedar con él,
y vos de ese yerro esenta,
mirando está el alma atenta
cómo le podrá pasar,
donde en inmortal lugar
1835
le pueda traer por vos;
pero presto querrá Dios
que lo podamos trocar.

(Sale SERAFINA.)

PEDRO
Romance (tirada)
Señor, Serafina.

ELENA
¿Quién?

SERAFINA
A ver vengo vuestra esclava.

DON JUAN
1840
¿Esclava aquesta señora?
Es Serafina, la hermana
de Leonardo, grande amigo
de mi padre.

ELENA
¡Qué gallarda!,
¡qué gentil!, ¡qué bien dispuesta
1845
señora!

SERAFINA
¡Qué bella esclava!

ELENA
No codiciéis en el mundo
otra cosa, ni otra esclava,
si aquesta dama tenéis.

SERAFINA
Pues amiga, ¿cómo os llaman?

ELENA
1850
Bárbara, señora mía.

SERAFINA
Pues Bárbara, no soy dama,
sino mujer de don Juan.

ELENA
¿Que sois vos con quien se casa?

SERAFINA
A lo menos, lo he de ser.

ELENA
1855
Eso solo me faltaba
para dar el parabién,
a cierta loca esperanza.

SERAFINA
¿Quién hizo aquellas camisas?

ELENA
Esas mujeres las labran
1860
que sirven a mi señor.

SERAFINA
Mejores están guardadas
para cuando quiera Dios.

DON JUAN
Vete con Dios, que te tardas,
Bárbara.

ELENA
Sí, mejor es,
1865
pues aquí ya no hago falta,
y en mi casa podrá ser.

(Sale FINEA, esclava de SERAFINA.)

FINEA
Aquí, señora, te aguarda
una visita.

SERAFINA
¿Quién es?

FINEA
Tu grande amiga Lisarda.

SERAFINA
1870
Perdonad, señor don Juan,
luego volveré.

DON JUAN
No salgas,
Bárbara, sin que te lleve
Pedro desde aquí a tu casa.

ELENA
Tú me detienes en tiempo
1875
que está reventando el alma,
por dar voces, si deseas,
que declare cuanto pasa,
bien harás en detenerme.

DON JUAN
Detenla, Pedro.

PEDRO
No vayas
1880
enojada, hermosa Elena,
hasta que sepas la causa,
por que dijo Serafina
aquellas necias palabras.

ELENA
¿Enojada yo, por qué?
1885
¡Ah, perro! quién te sacara
el alma.

PEDRO
Tente señora,
tente, por Dios, que me matas.

DON JUAN
Si engañar esta mujer
ha sido ofensa que agravia
1890
la verdad de nuestro amor,
deja a Pedro, y tu venganza
ejecuta en mí, que soy
desdichado en tu desgracia.

ELENA
En vuestra merced, ¿por qué?
1895
Si los hábitos dejara
por esta dama, que puede
serlo de un grande de España,
¿quién hizo aquellas camisas?,
mejores están guardadas
1900
para cuando quiera Dios.
¡Qué bien, qué buena cristiana!
Dios le cumpla sus deseos,
¡Ay de aquella desdichada,
vendida por un traidor!

DON JUAN
1905
Si no escuchas, nadie basta
a poder satisfacerte.

ELENA
¡Que pusiese yo en mi cara
esta cédula, este hierro
que publicase mi infamia,
1910
para que todos le lean!

PEDRO
Señora, ¿por qué te acabas
y quitas la vida a un hombre,
que solo de verte airada,
no sabe tomar consejo?

ELENA
1915
Hasta agora no fui esclava,
doña Elena fui hasta agora,
ya soy la Elena troyana,
incendio soy de mí misma,
mi propio fuego me abrasa;
1920
quien me ha robado el honor
es quien me vende a mi patria.
Traidor Paris de Sevilla,
firme Elena de Triana,
pero un don Juan me vende,
1925
y el esclavo que maltratan
huye del dueño, perdone
don Fernando, que a Triana
me vuelvo, y de allí a Jerez,
porque esclava por esclava,
1930
quiero serlo de mi primo.

DON JUAN
Oye.

PEDRO
Espera.

DON JUAN
Tente.

PEDRO
Aguarda.

(Huye.)

DON JUAN
Ve tras ella.

PEDRO
Voy.

DON JUAN
Hoy hace fin mi esperanza.


Acto III

Salen FLORENCIO y RICARDO.

FLORENCIO
Redondilla
¿Esos eran los enojos,
1935
recebille y regalalle?

RICARDO
Es padre, no hay que culpalle,
que los hijos y los ojos
Redondilla
tienen poca diferencia,
antes bien la espiración
1940
de aquella pronunciación,
suspiros son de su ausencia.
Redondilla
En efecto, está don Juan,
después de tanta porfía
con la paz que antes tenía,
1945
con hábito de galán.
Redondilla
[-os]
[...] Pensaréis
que ama a Bárbara, y tendréis
desta sospecha testigos,
Redondilla
1950
en que no sale de casa
sin ver, que vergüenza es,
que los amigos después
que supieron que se casa.

RICARDO
Redondilla
Si amor y celos tuviera,
1955
cualquier injusto rigor
fuera como mal de amor,
y como amor le sufriera
Redondilla
celos con una bajeza,
que el valor de amor infama.

FLORENCIO
1960
¿Donde hay tan hermosa dama,
con tanta gracia y belleza,
Redondilla
una esclava os trae perdido?

RICARDO
Amor no tiene elección.

(Sale DON FERNANDO y FABIO.)

DON FERNANDO
Alguna causa y razón
1965
esta mudanza ha tenido.
Redondilla
Bárbara no tiene ya
la alegría que solía.
Muy contenta me servía,
triste por estremo está.

FABIO
Redondilla
1970
Como don Juan, mi señor,
ha venido, y has mostrado
en regalalle cuidado,
y a Bárbara poco amor,
Redondilla
estará con sentimiento.

DON FERNANDO
1975
¿Una esclava ha de querer
y ser como un hijo, y tener
el mismo merecimiento?

FABIO
Redondilla
Culpa al principio tuviste,
como a hija la trataste
1980
y como el amor mudaste,
no te espantes, que ande triste;
Redondilla
si no es que aquel gentilhombre,
que nunca deja esta puerta,
algo con ella concierta.

DON FERNANDO
1985
Con bien diferente nombre
Redondilla
me la vendió el capitán.

FABIO
Pues si no es esto, señor,
serán celos del amor
que le muestras a don Juan.

DON FERNANDO
Redondilla
1990
¿Es aquel el caballero
que dices?

FABIO
El mismo es.

RICARDO
Con lo que veréis después,
remediar mi pena espero,
Redondilla
que sin alguna invención
1995
es imposible mover
el pecho desta mujer.

FLORENCIO
Siempre más fáciles son
Redondilla
con sus iguales, mas fuera
mejor compralla.

RICARDO
Ese intento
2000
fuera loco pensamiento,
por un millón no la diera.
Redondilla
Pienso que repara en mí.

FLORENCIO
Vamos, que os está mirando.

(Vanse FLORENCIO y RICARDO.)

DON FERNANDO
Si la esclava inquietando
2005
anda, Fabio, por aquí,
Redondilla
sabré yo darle a entender
que respeto ha de guardar
a mi casa.

FABIO
Codiciar
la gracia desta mujer
Redondilla
2010
no te espante, que es hermosa,
y su limpieza y aseo
solicitan el deseo
de la juventud ociosa;
Redondilla
todos se prometerán
2015
facilidad, en bajeza,
y yo sé que hay aspereza.

DON FERNANDO
Mucho se tarda don Juan.

FABIO
Redondilla
La caza, señor, divierte.

DON FERNANDO
Desde que hoy amaneció,
2020
está en el campo, aunque yo
lo tengo por buena suerte;
Redondilla
pues con eso entretenido,
pienso que se le ha olvidado
el casamiento tratado.

FABIO
2025
Todo lo ha puesto en olvido.

(Sale DON JUAN, de campo.)

DON JUAN
Redondilla
Mira, Fabio, ese caballo,
que Pedro se queda atrás.
¡Oh, mi Señor!, ¿aquí estas?
Gracias a Dios que te hallo
Redondilla
2030
con la salud que deseo.

DON FERNANDO
Seas, don Juan, bien venido,
¿cómo en el campo te ha ido?,
que ha un siglo que no te veo.

DON JUAN
Redondilla
Vuelvo a besarte la mano
2035
por tal favor, pero quiero
contarte.

DON FERNANDO
Eso no, primero
descansa.

DON JUAN
Escucha.

DON FERNANDO
Es en vano,
Redondilla
tiempo queda en que podrás.
¡Hola!

(Sale DOÑA ELENA.)

ELENA
Señor.

DON FERNANDO
Llega allí;
2040
descalza a don Juan.

DON JUAN
¿A mí?

DON FERNANDO
¿Pues es más que los demás?
Décima
Siéntate.

DON JUAN
Pedro, señor,
vendrá ya.

DON FERNANDO
¿Qué novedad
es aquesta?

DON JUAN
Ea pues, llegad.

DON FERNANDO
2045
Ven luego a comer.

(Vase.)

DON JUAN
Qué error
de mí y que favor
de mi buena dicha ha sido
el no haberte conocido.
Ángel, la mano tened.

ELENA
2050
Deme el pie vuestra merced.

DON JUAN
Miro si mi padre es ido,
Décima
para darte mil abrazos.

ELENA
Deme el pie, vuelvo a decir.

DON JUAN
Ya no es tiempo de reñir,
2055
sino de darme los brazos.

ELENA
Antes los haré pedazos.

DON JUAN
Pues volvereme a enojar,
que no te pensaba hablar
por los celos que me has dado,
2060
que bien sabes que has hablado
con quien me los puede dar.
Décima
De verte me enternecí,
y te he perdonado ya.

ELENA
Tarde pienso que hallara
2065
vuesa merced para mí
satisfación, aunque aquí,
como será, se regale
al sol, puesto que se vale
de la invención que propone,
2070
porque no hay, que me perdone,
y del propósito sale
Décima
que Ricardo me hable a mí,
cuando por la puerta pasa;
qué importa si él en su casa
2075
habla a Serafina así.

DON JUAN
Es fuerza.

ELENA
Es amor.

DON JUAN
¿Y?

ELENA
Él, sí,
que hablarme un hombre, saliendo
algún recaudo, o volviendo
a casa, no es en mi mano,
2080
mas, vuesa merced en vano
se disculpa, conociendo
Décima
el pesar que me hace a mí.

DON JUAN
A tantas vuesas mercedes,
mira que matarme puedes,
2085
dueño de mi alma, ansí
que desde que te la di
aborrecí cuanto amaba.

ELENA
¿Dueño yo, siendo su esclava
de vuestra merced?

DON JUAN
Ya es eso
2090
traición, malicia y exceso,
amor, no, condición brava.
Décima
Ya estoy rendido, ¿qué quieres?
Por Dios, que de tú me nombres,
qué tiernos somos los hombres,
2095
qué fuertes sois las mujeres.

ELENA
Tú dices que tierno eres,
siempre habemos de buscar.

DON JUAN
Siempre habemos de rogar.
¿Quién no se deja morir
2100
para no llegar a oír
tu término de matar?
Décima
¡Ay!, ¡si en el campo me vieras
de pechos sobre una fuente,
aumentando su corriente
2105
con lágrimas verdaderas!

ELENA
¿Por Serafina?

DON JUAN
¿Hay locura
tan grande?, que si procura
su olvido matarme ansí,
yo quiero imitar de ti
2110
la misma descompostura.
Décima
Señor, ¿esta es doña Elena,
con quien pretendí casarme?
ven a matarme.

ELENA
A matarme
vendrá primero tu pena.

DON JUAN
2115
Déjame.

ELENA
La lengua enfrena,
loco de mis ojos.

DON JUAN
¿Qué?

ELENA
De mis ojos dije, erré.

DON JUAN
Ya lo dijiste, ya eres
mi dueño.

ELENA
Sí, pues quieres
2120
que yo te quiera sin fe.

(Entra PEDRO, de caza.)

PEDRO
Redondilla
Gracias al cielo que os veo
en paz.

DON JUAN
Cómo te has tardado.

PEDRO
El pájaro lo ha causado,
que es algún demonio, creo.
Redondilla
2125
Que haya quien cace en el mundo,
que vaya siguiendo en fin
un hombre con un rocín,
que le despeñe al profundo.
Redondilla
Aves que andan por el viento,
2130
solo hallo disculpados
los naipes, porque sentados
es dulce entretenimiento,
Redondilla
que quién puede en trucos sufrir
dos torneadores crueles,
2135
y una mesa sin manteles
con dos varas de medir,
Redondilla
que parecen las casitas
de corral de vecindad,
con mucha curiosidad
2140
tirándose las bolitas.
Redondilla
Cuerpo de tal con la flema,
pues otros que juzgan solos,
toda una tarde a los bolos,
quebrantándose por tema,
Redondilla
2145
de qué salen derrengados
por enderezar la bola,
y otros que con ella sola
tiran por sendas y prados.
Redondilla
Con los mallos o los mazos,
2150
si es ejercicio, y no vicio;
la esgrima es lindo ejercicio
para hacer fuertes los brazos.
Redondilla
Que no ejercitar la espada,
es causa que en la ocasión
2155
falte el aliento, estas son
para juventud honrada.
Redondilla
Las cazas y pajarotes,
allá son para los reyes
que tienen libros y leyes,
2160
porque con dos matalotes,
Redondilla
y un neblí tuerto de un ojo;
¿quién diablos sale a cazar?

DON JUAN
Vete, Pedro, a descansar,
que vienes con mucho enojo,
Redondilla
2165
y vos, mi bien, ya quedáis
en paz conmigo.

ELENA
Primero
quiero que jures.

DON JUAN
Yo quiero;
juro que vos me matáis.

ELENA
Redondilla
De no ver al serafín
2170
que piensa que has de ser suyo.

DON JUAN
Eso juro, y de ser tuyo.

ELENA
¿Y el serafín?

DON JUAN
Serafín,
Redondilla
en mi vida le veré.

PEDRO
Sino a ti que lo eres mía,
2175
¡qué glosa hacerse podía!

ELENA
¿Cómo?

PEDRO
Escucha.

ELENA
Di.

PEDRO
Diré.
Quintilla
Es el ti, deminutivo
del tú y es hijo del mí,
porque regala ansí
2180
con el acento más vivo.
Que el tú es bajo, y el tiple es mí.
Quintilla
Tú mandas, tú desafía,
tú es trompeta, tú es cochero,
ti es clarín, ti es chirimía,
2185
y por eso al tú no quiero,
sino a ti, que lo eres mía.

DON JUAN
Redondilla
Tal te dé Dios la salud.

ELENA
Tu padre llama, y no entienda
que hablamos.

DON JUAN
Adiós, mi prenda.

ELENA
2190
Adiós.

(Vanse los dos.)

DON JUAN
¡Qué dulce inquietud!

ELENA
Décima
Qué poco sabe sufrir
una locura de amor,
pero, quién tendrá valor
para dejarse morir,
2195
o no se había de ir,
o no amar, que no hay porfía
de celosa fantasía,
que estándose defendiendo,
dure sin rendirse oyendo,
2200
sino a ti, que lo eres mía.
Décima
Celos, si estáis satisfechos,
¿qué queréis?, dejadme aquí,
que pues que ya me rendí,
ya debéis de estar deshechos.
2205
Si más daños que provechos
resultan de mi porfía,
crueldad matarme sería,
no tiréis flechas al aire,
que dijo con gran donaire,
2210
sino a ti que lo eres mía.

(Entra FINEA.)

FINEA
Romance (tirada)
Bárbara, es tiempo de verte.

ELENA
¿Qué quieres, Finea amiga?,
después que el señor don Juan
vive en casa, no hay quien viva.
2215
Porque con la ocupación
de valonas y camisas,
ni yo sé cuándo es de noche,
ni menos cuándo es de día.

FINEA
Qué trabajos.

ELENA
¿Cómo está
2220
tu señora Serafina?

FINEA
Dala al diablo, que se ha hecho
un tigre, una sierpe libia,
mejor fuera ya llamarla
demonia que Serafina,
2225
que, como está enamorada,
no hay quien la sufra, ni sirva;
todo es mirarse al espejo,
todo es joyas y sortijas.
Endemoniarse o enmoñarse,
2230
ya se toca, ya se enriza,
todo es mirar, si le ve,
y todo ver, si la mira,
todo acechar por las rejas,
que están ya las celosías
2235
cansadas de darle calle.

ELENA
¿Hácele muchas visitas
mi amo?

FINEA
Siempre está allá.

ELENA
¿Siempre?

FINEA
Es lindo rompe sillas,
al cinco de oros parecen
2240
los dos, que siempre se miran,
el ensillado y mi ama,
como cuadro de Sevilla,
ensalzada y enfrenada.

ELENA
¿Quiérense mucho?

FINEA
Suspiran
2245
como borricos en prado.

ELENA
¿Casaranse?

FINEA
Eso porfían.

ELENA
¿A qué venías?

FINEA
A darle
este papel de mentiras;
y a fe que tiene un secreto.

ELENA
2250
¿Qué secreto?, por tu vida.

FINEA
Bárbara, no lo preguntes,
no es posible que lo digas.

ELENA
¿Esa es la amistad?

FINEA
Perdona.

ELENA
¿Y si jurase?

FINEA
Aún podría
2255
ser que lo dijese.

ELENA
Yo
soy tu verdadera amiga,
dame el papel, que don Juan
vino de caza, que el día
le halló en el campo; y descansa,
2260
que el secreto, pues porfías,
ya no lo quiero saber.

FINEA
Si no juraste.

ELENA
Si obliga
el juramento, yo juro
que nunca vuelva a las Indias,
2265
que es lo que yo deseo
desde que vine de Lima,
si revelare el secreto.

FINEA
Pues sabe que una vecina...
¿Óyenos alguien?

ELENA
No hay nadie.

FINEA
2270
Que es una sabia Felicia,
ha perfumado el papel
con veinte borracherías,
para que don Juan se case,
dásele y no se lo digas,
2275
así Dios nos libre a entrambas.

ELENA
El secreto que me fías,
haré escritorio del alma.

FINEA
Pues adiós, que voy de prisa
a ver aquel pajecillo,
2280
que me viste el otro día
(Vase.)
hablar junto a cal de Francos.

ELENA
¡Qué poco duran las dichas!,
tornasol parece el bien,
que a cualquier parte la vista,
2285
conforme la luz que toma
halla la color distinta.
¡Ay, Dios!, ¿por qué persevero
en tal vida, en tal porfía,
por qué aguardo desengaños,
2290
donde tantos me la quitan?
Cuando en mejor ocasión
a Triana me volvía,
¿por qué me tuviste, amor,
con lágrimas y mentiras?
2295
Qué mujer fui tan mudable,
pues no ha una hora que decía
don Juan, con alma traidora,
que era yo su alma y vida.
Ojala fuera yo, que el mismo día
2300
yo me matara si lo fuera mía.

(Entran PEDRO y DON JUAN.)

DON JUAN
Redondilla
No es posible sosegar.

PEDRO
No es mucho teniendo amor;
mata el desdén y el favor,
suélense siempre hermanar:
Redondilla
2305
y todo, en fin, es perder
el seso por disparates.

DON JUAN
Elena mía.

ELENA
No trates
de hablarme, que no ha de ser
Redondilla
esta vez, como hasta aquí.
2310
Yo no digo que me iré,
sino que aquí me estaré,
a ver lo que haces de mí.
Redondilla
Yo quiero aguardar a ver
tu casamiento, y te ruego,
2315
porque importa a mi sosiego,
que hoy sea, si puede ser,
Redondilla
o por lo menos mañana,
que con dejarte casado,
iré, don Juan, sin cuidado,
2320
iré contenta a Triana.
Redondilla
Allí mi primo y mi tío,
si no han venido, vendrán;
poco me debes, don Juan,
pues solo pasar el río,
Redondilla
2325
por esa puente me debes
con este yerro fingido,
por quien vendida he sufrido
penas y trabajos breves.
Redondilla
Que no fui a Lima por ti,
2330
ni por barcos, horizontes,
pasé mares, subí montes,
ni hacienda, ni honor perdí.
Redondilla
Vuelvo con manos y pies,
¿qué hay perdido?

DON JUAN
¿Qué es aquesto,
2335
Pedro amigo?

PEDRO
Es agua en cesto,
humo, espuma y viento es,
Redondilla
es un puñado de arenas,
es cuando el austro se mueve,
cielo que hace sol y llueve,
2340
y es luna menguante y llena;
Redondilla
desde lo de la costilla,
no tienen segura espalda,
cual eres para giralda
de la torre de Sevilla.

DON JUAN
Redondilla
2345
¿Hay tan estraña mudanza?,
¿aún no aguardarás un hora
para mudarte, señora?

ELENA
¡Ay de mí, loca esperanza!

DON JUAN
Redondilla
Mi bien, yo salí de aquí
2350
y de tus brazos también;
¿quién te ha mudado, mi bien,
en cuanto de aquí salí?

ELENA
Redondilla
Menos mi bien, que no estoy
para ser su bien, y advierta
2355
que es esta verdad tan cierta,
que el testigo no le doy.
Redondilla
En este papel tan tierno,
como de aquel su cuidado,
porque viene perfumado
2360
con pastillas del infierno.
Redondilla
Aquí le trujo la esclava
del serafín que visita,
pues está la retroescrita,
¿para qué me la negaba?
Redondilla
2365
Porque se ha de enamorar
con él, no le ha de leer,
ni yo, para no lo ser,
de quien quisiera matar
Redondilla
con las manos y los dientes.

DON JUAN
2370
Elena, si agora vengo
del campo, ¿qué culpa tengo
de esos locos accidentes?
Redondilla
Tener celos con razón,
no es mucho, pero sin ella,
2375
quien lo quisiere, atropella
con tal determinación.

ELENA
Redondilla
Dice este señor muy bien,
y Pedro dirá que es justo,
y que no le den disgusto,
2380
y yo lo diré también.
Redondilla
¿No es verdad, Pedro?

PEDRO
Señora,
no apruebo esa mansedumbre,
que callar con pesadumbre
arguye traición traidora.
Redondilla
2385
¿Qué importa que Serafina
haya escrito este papel?

ELENA
Ser moreno y moscatel
es un flamenco en la China;
Redondilla
pero porque es necesario
2390
que la historia se declare,
lo que de aquí resultare,
sabrá para otro ordinario.
Redondilla
Y solo por culpa mía
le digo a más no poder,
2395
que mal haya la mujer,
que de palabras se fía.

PEDRO
Redondilla
Espera un poco.

ELENA
No hay poco,
sino mucha rabia y pena.

(Vase.)

DON JUAN
Yo pienso, Pedro, que Elena
2400
pretende volverme loco.

PEDRO
Redondilla
No te espantes, si a sus manos
llegó este negro papel,
ya no blanco, pues lo es él
de celos tan inhumanos
Redondilla
2405
declárate que es morir
andar templando el humor
deste jumento de amor.

(Salen RICARDO y FLORENCIO.)

RICARDO
Esto le vengo a decir.

FLORENCIO
Romance (tirada)
Quedo, que está aquí don Juan.

RICARDO
2410
A vuestro padre buscaba.

DON JUAN
Que es señor lo que mandáis,
que presumo que descansa.

RICARDO
Señor don Juan, he pensado
que notan en esta casa
2415
que hable a esta esclava vuestra,
porque la malicia humana
siempre piensa lo peor,
y que con esto se cansa
de mí el señor don Fernando.
2420
Y es que si con ella hablaba,
era para reducilla
por bien o por amenazas
que ante la justicia diga
los días que ha que me falta.
2425
Porque un día me la hurtó
un soldado, que engañada
con casamiento y amores,
la embarcó y la trujo a España.
Ella porque a caso os mira,
2430
niega, mas no importa nada,
que la verdad siempre vence.

DON JUAN
Y muchas veces se engañan
los ojos, y puede ser
que le parezca esta esclava
2435
a la que os llevó el soldado.

RICARDO
El nombre, el rostro y la habla,
la ha de tener, sin ser ella.
Yo bien pudiera sacarla,
como lo haré, sin dinero,
2440
probando que es prenda hurtada;
pero por estar aquí,
y respetar vuestra casa,
daré el precio que costó.

DON JUAN
Vuestra merced, su probanza
2445
haga por allá, y no crea
que toda la plata indiana
será de Bárbara precio;
y en esto, pocas palabras,
porque siento que me burlen.

RICARDO
2450
Todo lo que aquí se trata
es tan de veras, que presto
os lo dirá la probanza,
remitiendo a la justicia
lo que no es justo a la espada.

(Vase.)

PEDRO
2455
¿Hay semejante maldad?

DON JUAN
Mi paciencia ha sido tanta,
porque he pensado, y es justo,
que como los años pasan,
pensara este caballero
2460
que esta es Bárbara, su esclava,
por el nombre y porque, a caso,
tendrá alguna semejanza
con la que en Indias tenía.

PEDRO
Esa habrá sido la causa
2465
de hablarla y de darte celos.

DON JUAN
Confieso que me los daba,
como Serafina a Elena,
mas dime qué haré.

PEDRO
Quitarla
este necio pensamiento,
2470
de que con ella te casas.

DON JUAN
¿Cómo?

PEDRO
Hablando y regalando,
y jurando que si hablas,
juras y regalas, no es
mar, monte, ni tigre hircana,
2475
sino mujer tierna, sola,
que oye, entiende y ama.

DON JUAN
Que desdichados amores,
cuando esto en Grecia pasara,
no era mucho, pero es mucho
2480
entre Sevilla y Triana,
temo su honor y mi vida.

(Sale FABIO.)

FABIO
Si albricias, señor, me mandas,
sabrás las mejores nuevas
que pudo esperar tu casa.

DON JUAN
2485
Yo te las mando.

FABIO
Han de ser
las que de tu mano aguardan
mi servicio y mi deseo.

DON JUAN
Di, presto.

FABIO
Vino la plata,
¿pudo ser más presto?

DON JUAN
2490
¿No hay cartas?

FABIO
Trujo la carta
Leonardo, y por las albricias
a Serafina, su hermana,
tu padre un diamante envía,
y allá no sé qué se tratan
2495
los dos.

DON JUAN
¿Y quién llevó el diamante?

FABIO
Bárbara.

PEDRO
De toda España
será esta plata el remedio,
suplirá, señor, las faltas
de las pasadas fortunas.

FABIO
2500
Las albricias que me mandas
no te han de costar dinero.

DON JUAN
¿Qué quieres?

FABIO
Yo solo que vayas
y le pidas, a señor.

DON JUAN
Di lo demás, ¿qué te paras?

FABIO
2505
Que con Bárbara me case,
porque es india, aunque es esclava
y de gente principal.

DON JUAN
Pedro, solo esto faltaba.

PEDRO
Si quiere lo que tú quieres,
2510
milagros son de su cara.

DON JUAN
¿Hasla hablado?

FABIO
Ayer la hablé,
y púsose como un nácar.

DON JUAN
Ahora bien, a hablarla voy.

FABIO
Vivas más por merced tanta
2515
que un bando en ciudad pequeña.

DON JUAN
Hoy se juntan mis desgracias,
¿qué habrá que no me persiga?

(Vase.)

PEDRO
Brava mujer, Fabio.

FABIO
Brava.

PEDRO
Tuya pienso que será,
2520
aunque el casamiento amansa.

(Vanse.)
(Sale ELENA, SERAFINA y FINEA.)

SERAFINA
Redondilla
Aquella ropa, Finea,
a Bárbara le darás,
y a tu señor le dirás
que el rico diamante emplea
Redondilla
2525
en sola mi voluntad.

ELENA
Y en vuestro merecimiento,
que aun le juzgo atrevimiento
si valiera una ciudad.

SERAFINA
Redondilla
¿Ya, Bárbara, no me ves?,
2530
solíamos ser amigas.

ELENA
¡Ay, señora, no lo digas,
por tu vida!, que después
Redondilla
que vino a casa don Juan,
mi señor, no tengo un punto
2535
de descanso, porque junto
todo el trabajo me dan.
Redondilla
Piensas que la hacienda es poca,
todo es lavar, jabonar
y almidonar, no hay lugar
2540
para ponerme una toca.

SERAFINA
Redondilla
Pues no se te echa de ver,
envidia tengo a tu aseo.

ELENA
Antes, si os veis, como os veo,
de vós la podéis tener,
Redondilla
2545
que si ya por él no fuera,
veros fuera mi placer.
¿Pero cómo os puedo ver,
si nunca veros quisiera?

SERAFINA
Redondilla
Eso que te cansa a ti,
2550
tuviera yo por regalo.

ELENA
Pues es para mí tan malo
que vivo fuera de mí.

SERAFINA
Redondilla
Yo, como quiero a don Juan,
solo servirle deseo.

ELENA
2555
Yo también, mas siempre veo
que pesadumbre me dan.

SERAFINA
Redondilla
Poca tendrás, que ya está
mi casamiento tratado;
porque se ha desengañado
2560
don Fernando de que ya
Redondilla
es imposible volver
al hábito que solía.

ELENA
Deseando estoy el día
que don Juan tenga mujer,
Redondilla
2565
para pedir libertad.

SERAFINA
Tú la tendrás, si yo puedo.

ELENA
Si vos os casáis, ya quedo
libre, ¡ay, si fuese verdad!

SERAFINA
Redondilla
Ruégalo, Bárbara, a Dios,
2570
y aunque yo no lo merezca,
siempre que ocasión se ofrezca
de que estéis juntos los dos,
Redondilla
dile alabanzas de mí.

ELENA
¡Y cómo si las diré!

SERAFINA
2575
Un vestido te daré.

ELENA
Como eso espero de ti.

SERAFINA
Redondilla
Enamórale, que puede
mucho una buena tercera.

ELENA
Puesto que no lo estuviera,
2580
tengo de hacer que lo quede.

SERAFINA
Redondilla
Pues abrázame, y a Dios.

ELENA
Él os guarde, Reina mía.

(Abrázanse.)

SERAFINA
¡Ay!, llegue Bárbara el día
que estemos así los dos.

(Vase.)

ELENA
Octava real
2585
Cansose la fortuna en perseguirme,
que ya no tiene mayor mal que hacerme,
qué necia he sido yo, por mujer firme,
¿qué puedo ya perder, sino el perderme?
Vamos a donde salga a recibirme
2590
aquel traidor que acaba de venderme,
que fundado en el gusto de engañarme
por matarme no acaba de matarme.
Octava real
Entrando voy por esta casa agora,
como quien sube pasos a la muerte,
2595
y a penas tiene ya de vida un hora,
y en esa voy, dulce enemigo, a verte,
este yerro de amor que el amor dora,
esta crueldad de mi fineza advierte,
esta será blasón para mi nombre,
2600
que ha de informar la ingratitud de un hombre.

(Sale DON JUAN con gabán, como que se levanta, y PEDRO.)

DON JUAN
Redondilla
Muestra ese espejo.

PEDRO
¿A qué efecto,
si está aquí Elena, señor?

DON JUAN
Con la tapa del rigor
no será el cristal perfeto.

PEDRO
Redondilla
2605
Criados hay por aquí,
mirad los dos cómo habláis,
que celosos no miráis
en que os miren.

DON JUAN
Es ansí,
Redondilla
llega y ponme esta valona.

ELENA
2610
No quiero.

DON JUAN
Qué buena esclava.

ELENA
Cuando lo fuera, no estaba
obligada mi persona
Redondilla
a llegaros a la cara,
eso es de propia mujer,
2615
llamadla que lo ha de ser,
que a mí me cuesta muy cara.

DON JUAN
Redondilla
Huélgome de que lo niegues,
pues quedo como es razón,
libre de la obligación.

ELENA
2620
Que la escritura me entregues
Redondilla
aguardo.

DON JUAN
¿Cuál escritura?

ELENA
Esa de tu casamiento,
porque es el apartamiento
que mi libertad procura.

DON JUAN
Redondilla
2625
No, sino lo que Ricardo
dice que tiene de ti.

ELENA
¿Qué Ricardo?

DON JUAN
Vino aquí
ese tu amante gallardo,
Redondilla
y dice que eres su esclava,
2630
y que un soldado te hurtó,
y esto bien lo entiendo yo.

ELENA
Pues no, si tan claro estaba.

DON JUAN
Redondilla
¿Y cómo, si es invención
que entre los dos se ha tratado
2635
para irte sin cuidado
de mi padre y tu opinión?

ELENA
Redondilla
Cuando yo me quiera ir,
¿a dónde me han de buscar?

DON JUAN
Pues yo me quiero vengar,
2640
que sé amar, y no fingir,
Redondilla
llega, llega.

ELENA
Si llegara,
si en cada mano tuviera
cinco puñales.

PEDRO
Hiciera
rallo tu cara.

DON JUAN
Repara
Redondilla
2645
en la crueldad con que vienes.

ELENA
Qué importa que te quitara
la cara, pues te dejara
una de las dos que tienes.

PEDRO
Redondilla
Esta amistad quiere hacer.

ELENA
2650
Con este principio.

PEDRO
Diome.

ELENA
Eso el alcahuete tome
mientras que le vuelvo a ver.

(Sale DON FERNANDO.)

DON FERNANDO
Romance (tirada)
¿Qué es esto, Bárbara?

ELENA
Ha dado
Pedro en requebrarme.

DON FERNANDO
Ha hecho
2655
muy bien.

PEDRO
Estoyme burlando.

ELENA
Conmigo se burla el necio.

DON FERNANDO
Don Juan, pues ya estás vestido,
esta mañana vinieron
Leonardo y el escribano,
2660
entra por tu vida adentro.
Firmaremos la escritura,
que los suyos y mis deudos
han ido por Serafina,
tu mujer, porque en sabiendo
2665
que fue, por quien has dejado
aquel intento primero,
como ella propia me ha dicho,
y que siendo tu deseo,
no tuve que preguntarte.
2670
Hicimos nuestro concierto,
con el secreto que es justo;
en fin, te casas sin suegro
y con veinte mil ducados.

DON JUAN
Agora señor, tan presto,
2675
mirémoslo más despacio.

DON FERNANDO
¡Por Dios, don Juan!, que no entiendo
tu condición, ni casado,
ni clérigo.

DON JUAN
Yo no puedo
dejar de serte obediente,
2680
pero digo que pensemos
si acertamos más despacio.

DON FERNANDO
¿Si acertamos, majadero?,
¿merecéis vós descalzar
a Serafina?, ¿qué es esto?
2685
Dejáis cinco mil ducados
por ella, y agora, necio,
queréis quitarme el juicio.
Entrad dentro.

DON JUAN
Voy. ¡Ay, Pedro!,
quédate aquí con Elena.

PEDRO
2690
Hablando de Elena quedo.

DON FERNANDO
¡Ea!, Bárbara, esta casa
me poned como un espejo,
aderezad ese estrado.
¿Tristeza?, ¿pues qué tenemos?,
2695
¿qué cara es esa?, no habláis,
días ha, perra, que os veo
muy triste y muy entonada.
Vós pensáis que no os entiendo,
érades ya la señora
2700
y, con este casamiento,
os pesa que Serafina
a esta casa venga a serlo,
que desde que se trató,
andáis que es vergüenza veros.
2705
Estábades enseñada
a hombre solo, pues poneos
de lado, que tengo nuera,
que ha de tener el gobierno
y las llaves de mi casa.
2710
¿Pues que te parece, Pedro,
desta esclava?

PEDRO
Señor,
tiene poco entendimiento.
La mejor, cuando se emperra,
tiene estos reveses, creo.

DON FERNANDO
Creo
2715
que la habremos de vender.

(Vase.)

ELENA
¿A dónde habrá sufrimiento
para tan grandes fortunas?
Ya no me bastaba, cielos,
perder honra y opinión,
2720
sino pasar por desprecios
de esclava, como si fuera
verdad que lo soy, mas pienso
que siempre lo fui, y el hombre
que me ha perdido, es mi dueño.
2725
Pedro, ¿sabes tú quién soy?

PEDRO
¿Qué dices?

ELENA
En algún sueño
pensé que era de Triana
una mujer que trujeron
de México, allí, sus padres,
2730
su nombre, si bien me acuerdo,
era doña Elena.

PEDRO
Mira
que este triste pensamiento
te vuelve loca; no eres
esclava, que amor te ha hecho
2735
herrar el rostro.

ELENA
Es verdad;
si bien dices, amor tengo;
pero, ¿sin duda soy yo?,
¿sábeslo Pedro de cierto?

PEDRO
¡Pues no, y como sí lo sé!,
2740
y que el hierro que te han puesto
te agradece mi señor,
porque han mentido los celos
si te dicen que pretende
ese injusto casamiento
2745
de Serafina.

ELENA
¡Ah, traidor,
fementido, infame, perro!,
yo te quitaré la vida,
que, como fuiste el tercero
de sus amores, me engañas.

PEDRO
2750
Señora, envaina los dedos,
que me has deshecho la cara,
que se le antoje el pescuezo
a una preñada, está bien;
muerda, pero no con celos.

(Salen LEONARDO y FINEA, SERAFINA de la mano y deudos.)

LEONARDO
2755
¿Si habrá venido el notario?

FINEA
Aquí están Bárbara y Pedro.

SERAFINA
¿Pero dónde está don Juan?

PEDRO
Pienso que están allá dentro
él, su padre y el notario.

SERAFINA
2760
Bárbara, no me hablas.

ELENA
Vengo
a aderezar los estrados
y componer los asientos
para los jueces, que hoy
han de sentenciar mi pleito.

(Salen DON JUAN, DON FERNANDO, y el NOTARIO.)

NOTARIO
Redondilla
2765
Solo resta que firméis,
pues ya vino esta señora.

DON FERNANDO
Mi Serafina, en buen hora
esta vuestra casa honréis.

ELENA
Redondilla
¡Que pueda yo estar aquí!,
2770
¿qué perdón del Rey espero,
si llega el cordel primero?

SERAFINA
Señor, hoy tenéis de mí
Redondilla
una esclava en vuestra casa.

ELENA
Pues si ya esclava tenéis,
2775
¿para qué a mi me queréis?

PEDRO
Calla hasta ver lo que pasa.

ELENA
Redondilla
¿Cómo puedo yo callar?

PEDRO
Tú lo has de echar a perder.

ELENA
¿Pues qué me falta de hacer,
2780
sino dejarlos casar?

DON FERNANDO
Redondilla
Pedro, ¿qué dice esa esclava?

PEDRO
No sé qué pasión le dio
de tantos berros que cenó
si acaso en ellos estaba,
Redondilla
2785
cual suele algún amapelo.

DON FERNANDO
Pues calle o llévela allá.

NOTARIO
Sabed, señores, que está
la ejecución, quiera el cielo,
Redondilla
hecho por esta escritura,
2790
concierto de voluntad
de entrambos.

ELENA
¿Hay tal maldad?

PEDRO
Calla, sufre, ten cordura,
Redondilla
¿no ves que la están leyendo,
y que la quieren firmar?

ELENA
2795
¿Qué me queda que esperar,
Pedro, si me estoy muriendo?

PEDRO
Redondilla
Desde una reja miraba
un canónigo en Toledo
una mula que sin miedo
2800
de una peña en otra daba.
Redondilla
Para despeñarse, al río,
dábanse prisa al salir,
y él, sin cesar de reír,
daba en aquel desvarío,
Redondilla
2805
hasta verla despeñar,
pero viendo como un rayo
ir tras ella su lacayo,
volvió el placer en pesar,
Redondilla
sabiendo que era la suya.
2810
Y puesto, Elena, que sea
comparación baja, y sea
para la desgracia tuya,
Redondilla
parece que está don Juan
viéndote andar por las peñas,
2815
y que ha visto por las señas
que ya mis ojos le dan,
Redondilla
aunque el dolor disimula,
para dar voces dispuesto,
señores, acudan presto
2820
que se despeña mi mula.

ELENA
Redondilla
Pues ya me ha desconocido,
él me dejará caer.

PEDRO
Ya acabaron de leer.

ELENA
Yo he de perder el sentido.

NOTARIO
Redondilla
2825
Con este podéis firmar.

Quítasela y rómpela.

ELENA
Mas yo firmaré por él,
que con rasgar el papel,
me acabo de despeñar.

DON FERNANDO
Redondilla
Suelta la escritura, loca.

ELENA
2830
Pues suélteme él a mí,
por quien el seso perdí.

DON FERNANDO
¡A qué dolor me provoca!

DON JUAN
Redondilla
Temblando estoy; ¡si diré
quién es!

NOTARIO
Toda la rompió.

DON FERNANDO
2835
Llevadla de aquí.

ELENA
Si yo
soy loca, la culpa fue
Redondilla
este traidor, que me ha dado
la causa porque lo estoy.

(Sale FABIO.)

FABIO
Esperad, que a decir voy,
2840
señores, que habéis entrado.

DON FERNANDO
Romance (tirada)
¿Qué es eso, Fabio?

FABIO
Aquí están,
señor, con un mandamiento,
para que se deposite
esta esclava.

DON FERNANDO
Entre su dueño,
2845
sin los que vienen con él,
que este no es día de pleitos,
y es mucha descortesía.

(Salen RICARDO y FLORENCIO.)

RICARDO
Yo vine aquí, no sabiendo
esta ocupación, señores,
2850
y que perdonéis os ruego,
que yo volveré otro día.

ELENA
Para que, si desde luego
digo que mi dueño sois,
y que como a tal os quiero,
2855
¡ea!, vámonos de aquí,
que cuanto decís, confieso.
Que si negaba ser vuestra,
fue la causa el amor ciego
que en esta casa tenía,
2860
pero ya conozco el vuestro.
¡Ea!, ¿qué hacemos aquí?

RICARDO
Pues para que no entren dentro
los que han venido conmigo,
guardando el justo respeto,
2865
dadme, señores, licencia
para que como su dueño
lleve esta esclava a mi casa.

DON JUAN
No pienso yo, caballero,
que basta para llevarla
2870
que ella con el mucho exceso,
de la locura en que ha dado,
diga que es vuestra.

DON FERNANDO
Sin esto.
son cuatrocientos escudos
los que han de venir, primero
2875
que la saquen desta casa.

RICARDO
Si me la hurtaron, no tengo
obligación de pagarla.
Pésame de haberos puesto
demanda en esta ocasión;
2880
pero esto tiene remedio,
depositándola en tanto
que averiguamos el pleito.

DON JUAN
¿Qué depósito mejor
se le puede dar que el nuestro?

RICARDO
2885
Eso no, mas por los dos,
la tendrá el señor Florencio.

ELENA
¿Para qué?, si yo soy vuestra,
y lo digo y lo confieso,
y si en el dinero topa,
2890
vénganlo luego a contar,
que el mismo en escudos tengo,
como lo dio don Fernando.

DON JUAN
Dejádmela hablar primero.
Oye a parte.

ELENA
¿Que me quieres?

DON JUAN
2895
Elena, aunque estás sin seso,
no igualas a mi locura,
porque entre tantos estremos
de confusión divertido,
solo pensar me detengo,
2900
como guardando tu honor
podemos hallar un medio
para que lleguen al fin
tu esperanza y mi deseo.

ELENA
Oh, que gracioso letrado,
2905
preguntalde el cuento a Pedro
del canónigo y su mula,
que estáis muy despacio viendo
que voy al profundo pico
de la ingratitud que veo
2910
en vuestra crueldad, don Juan,
de peña en peña cayendo.
¡Ea!, vámonos de aquí,
Ricardo ha de ser mi dueño,
yo le daré posesión
2915
de mi alma y de mi pecho.
Y tú, perro fementido,
quedarás trocando el hierro,
por infamia de los hombres,
cobarde, vil caballero,
2920
mal parecido a tu padre,
sino a quien...

DON JUAN
Tente.

ELENA
No quiero.

DON JUAN
Tente, luz de aquestos ojos,
mi bien, tente.

DON FERNANDO
¿Qué es aquello?,
¿ojos y bien a una esclava?

RICARDO
2925
Vamos, Bárbara.

DON JUAN
Teneos,
que os engaña el parecerse
a quien piensas.

RICARDO
Lo que pienso
es que aquella esclava es mía.

DON JUAN
Mirad si el engaño es cierto,
2930
pues es mi mujer.

DON FERNANDO
¿Quién?

ELENA
Yo.

DON FERNANDO
¿Mujer una esclava?, perro,
¡oh, perro!, nunca viniera a mi casa,
llevalda, señor, os ruego,
llevalda, que yo os perdono
2935
los escudos.

ELENA
Paso quedo,
que soy mejor que don Juan,
que por agradecimiento
de que dejase por mí,
dignidad, padres y deudos,
2940
sabiendo que vos, airado,
por venganza o por desprecio,
queríades adoptar
por hijo y por heredero
de vuestra hacienda un esclavo,
2945
desesperado consejo.
Hice que un criado mío
me vendiese, que este hierro
es fingido, como veis,
pues me lo quito tan presto.
(Quítasele.)
2950
Es doña Elena mi nombre,
vivo en Triana, no es tiempo
de cansar con relaciones
disculpas de caballeros,
que me tuvo por su esclava.
2955
Y a esta señora le dejo
a don Juan, porque es muy justo.
Con que a Triana me vuelvo,
contenta de que he tenido
para ser valiente pecho,
2960
esclava de su galán.

SERAFINA
La acción que a casarme tengo,
señora, os doy por hazaña
de tanto valor.

DON FERNANDO
Suspenso
de lo que mirando estoy,
2965
digo que a don Juan le ruego,
la dé la mano y los brazos,
porque tan heroicos hechos
merecen premios mayores.

RICARDO
Señores, oigan a Pedro.

DON JUAN
2970
¿Qué quieres decir?

PEDRO
Que aquí,
senado ilustre y discreto,
la esclava de su galán
da fin a servicio vuestro.