Félix Lope de Vega y Carpio Lope de Vega y Carpio, Félix

CONTRA VALOR NO HAY DESDICHA




Autoría: Probable
Texto utilizado para esta edición digital:
Contra valor no hay desdicha. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999. Edición digital a partir de: Menéndez Pelayo, Marcelino (ed.), Obras de Lope de Vega, XIV: comedias mitológicas y comedias históricas de asunto extranjero. Madrid, Atlas (BAE, CXC), 1966, pp. 288-329.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Souto, Luz Celestina (Artelope)

PERSONAS

CIRO.
ARPAGO.
EL REY ASTIAGES.
EVANDRO.
FINEO.
ALBANO.
FILIS, dama.
FLORA, villana.
BATO, gracioso.
MITRÍDATES.
RISELO.
SILVIO.
UN CAPITÁN.
UN CRIADO.
Villanos.
Músicos.
Soldados.
Acompañamiento.

Acto I

CIRO y MITRÍDATES, los dos en hábito de villanos.

MITRÍDATES
Redondilla
Quitarte tengo la vida.

CIRO
Tened, padre, la cayada;
que la sufro, levantada,
pero no podré caída.

MITRÍDATES
Redondilla
5
¡Tú tienes atrevimiento
para responderme así!

CIRO
Más sufrimiento hay en mí,
que hay en vos entendimiento.

MITRÍDATES
Redondilla
Acabóse: ya perdiste
10
la vergüenza; mas ¿perder,
Ciro, cómo puede ser,
cosa que nunca tuviste?

CIRO
Redondilla
¿Qué causa os he dado yo
para tratarme tan mal,
15
si este valor natural
conmigo mismo nació?
Redondilla
Un honrado pensamiento,
que me habéis de agradecer,
¡viene con vos a perder
20
su justo merecimiento!
Redondilla
Padre, no penséis que vos
solo mi artífice fuistes;
porque si el cuerpo me distes,
las almas infunde Dios.
Redondilla
25
Este pensamiento honrado
nace del alma; y así,
lo que Dios infunde en mí,
¿cómo puede ser culpado?
Redondilla
Corta un escultor un leño
30
y señala una figura,
que acabar después procura
por las líneas del diseño.
Redondilla
Este leño os debo a vos,
figura muda y en calma;
35
que la perfección del alma,
sólo se la debo a Dios.
Redondilla
Si traigo de la ciudad
algunos libros que leo,
decís que mi vida empleo
40
en tan loca vanidad;
Redondilla
si lo que dellos aprendo
escribo, os da tal cuidado
que virtüoso os enfado,
y hombre de bien os ofendo.
Redondilla
45
¿Todo ha de ser cultivar
la tierra y seguir dos bueyes?
¿No tienen los dioses leyes
para saberlos honrar?
Redondilla
¿No es bien saber los secretos
50
naturales de las cosas
a la labranza forzosas
para acertar los efetos?
Redondilla
¿Qué se pierde por saber
el celestial movimiento?

MITRÍDATES
55
Ese desvanecimiento,
Ciro, te ha echado a perder.
Redondilla
Esas guerras que has leído,
y esos amores, te han hecho
caballero a mi despecho,
60
y por tu daño, atrevido.
Redondilla
Todas estas caserías
quieres gobernar; muy necio,
haces de todos desprecio:
tales pensamientos crías.
Redondilla
65
Vive Filis esta aldea,
de Arpago hermana, privado
del Rey, por no dar cuidado
a su madrastra Dantea;
Redondilla
Y siendo tan principal,
70
la sirves, y eres contrario
de nuestro príncipe Dario:
¿puede haber locura igual?

CIRO
Redondilla
Padre, si a Filis serví,
no toda la culpa fue
75
mía; que no la miré
sin que me mirase a mí.
Redondilla
Nace de habernos criado
juntos este noble amor.

MITRÍDATES
Tan grande competidor,
80
Ciro, me pone en cuidado;
Redondilla
que el peligro a que te pones
es el que debo temer.

CIRO
Yo me sabré defender
con excusar ocasiones
Redondilla
85
en que le pueda dar celos.

MITRÍDATES
De tu discreción lo fío.

CIRO
Id seguro, padre mío.

MITRÍDATES
Guarden tu vida los cielos.

(Vase.)

CIRO
Soneto
Las altas luces, despeñado en ellas,
90
para que con sus rayos se confronte,
en el carro del sol pisó Faetonte
con los diamantes de sus ruedas bellas.
Del fulgurante ardor formó querellas
del Erídano claro el horizonte,
95
viendo correr por el celeste monte
extraño sol, atropellando estrellas.
Así, mi dulce pensamiento honrado,
¿quién te podrá negar que al sol subiste,
aunque mueras de Filis abrasado?
100
Con gloria mueres si atrevido fuiste;
pues ya que no eres sol, has confirmado,
muerto en el cielo, que del sol naciste.

(BATO.)

BATO
Redondilla
¡Gracias a Júpiter santo
que vengo a topar contigo!
105
¿Dónde estabas?

CIRO
Bato amigo,
canséme de esperar tanto.

BATO
Redondilla
Los árboles uno a uno
he contado por el prado
buscándote, y no he dejado
110
valle ni pastor ninguno
Redondilla
sin preguntalles por ti.

CIRO
¿Qué hay de Filis?

BATO
Que salía
hoy para alegrar el día,
y el alba en sus ojos vi.
Redondilla
115
Di luego la norabuena
a la selva; y a la fe,
que donde estampaba el pie
quedaba de flores llena.
Redondilla
Cantaban los ruiseñores
120
de árbol en árbol a coros,
y los arroyos sonoros
los bajos entre las flores.
Redondilla
Llegué con mi reverencia,
y la dije: «Venus bella
125
te guarde, aunque de su estrella
le ofenda la competencia.»
Redondilla
Y ella, que apenas con risa,
«Bien vengas», me respondió,
del clavel con que me habló
130
cerró las hojas aprisa;
Redondilla
que, a tardarse, no lo ignores,
tan bellas perlas mostrara,
que el alba se las tomara
para aljófar de las flores.

CIRO
Redondilla
135
Parece que se ha mudado
tu rústico entendimiento.

BATO
¿No has visto, en el aposento
que el príncipe Dario ha entrado,
Redondilla
quedar olor por un rato
140
del guante de ámbar? Así,
en después que a Filis vi,
has de imaginar a Bato;
Redondilla
porque habrá sido ocasión,
si estoy discreto contigo,
145
que traigo, el ámbar conmigo
de su rara discreción.
Redondilla
Mas aunque agora me precio
de discreto embajador,
luego que cese el olor
150
verás que me vuelvo a necio.

CIRO
Redondilla
¡Oh, Bato, mil años goces
la nueva sabiduría;
que aún te dura todavía
el ámbar, pues te conoces!
Redondilla
155
Pocos hombres hallarás
que conozcan lo que son;
pero es esta imperfección
piedad del cielo en los más.
Redondilla
Con esto, cielos, hicistes
160
que no haya tales desprecios;
que a conocerse por necios,
muchos anduvieran tristes.
Redondilla
¿Dístele mis versos?

BATO
Di
tus versos.

CIRO
Y ¿los leyó?

BATO
165
Los leyó y agradeció.

CIRO
Y ¿qué te dijo de mí?

BATO
Redondilla
Que se admiraba de ver
tan honrados pensamientos.

CIRO
El estar tan desatentos,
170
daño nos pudiera hacer.
Romance (tirada)
Ella pasa por el prado:
si en la fuente se detiene,
yo, ¿la hablo?

BATO
Hablaron hombres
mortales diosas: ¿qué temes?

(FILIS.)

CIRO
175
A tu pie, Filis divina,
dice Bato que florecen
las selvas; yo, que las haces
campo de estrellas celestes.
No espera la blanca aurora,
180
en el nido donde duerme
el pájaro, con más ansias
para ver las ramas verdes
que tiñe de horror la noche
y en mudo silencio envuelve,
185
que yo tus hermosos ojos.

FILIS
Ciro discreto y valiente,
Dario vino de la corte:
peligro en hablarme tienes.
Mira que estimo tu vida.

CIRO
190
Si tanto la favoreces,
tendréla en mucho por ti.

FILIS
A tus nobles partes debe
este amor mi obligación.

CIRO
Si desa suerte engrandeces
195
un villano como yo,
no será mucho que piense
que estas selvas, estos montes,
a ver los amores vuelven
de Endimïon y la Luna,
200
permitiendo que contemple
los rayos de tu hermosura,
que el primer cielo enriquecen,
la humilde bajeza mía.
¡Ay, cielos! ¿Qué culpan tienen
205
las almas de que los cuerpos
naciesen humildemente?
El cielo no pudo errar
la infusión del alma: advierte
que en ella están las virtudes,
210
por quien el cuerpo merece.
Mírame todo por alma,
de la manera que suele
mirar las perlas el alba
por el agua transparente,
215
sin reparar en la concha
que les dió, cauta, a los peces,
naturaleza por arma
que las cubre y las defiende.
Alma soy, Filis: el alma,
220
por inmortal, te merece,
y prenda que con los dioses
en la eternidad conviene.

FILIS
Ciro, si mi hermano Arpago
y mi fortuna quisieren
225
disponer de mí, te doy
la palabra... Escucha...

(Hablan bajo.)
(FLORA, sin ser vista de CIRO, BATO ni FILIS.)

FLORA
(Aparte.)
¿Puede
llegar a más mi desdicha?
¿Puede el rigor de mi suerte?
Hablando están... ¿Qué lo dudo?
230
¡Oh Filis, si tú supieses
qué es celos, dudo que amor
te dispusiese a ofenderme!
Celos es enfermedad
que el mismo que la padece,
235
con vergüenza de decirla,
no quiere, que la remedien.
Pero yo, ¿por qué me quejo,
cuando Ciro me aborrece,
cuando de verme se espanta,
240
cuando mi nombre le ofende?
Pero pienso que es la causa
que más en el alma duele,
ver que Ciro quiera a Filis,
que no el ver que no me quiere.
245
Pidiéndola está un favor,
y le dió una cinta verde,
para mis celos azul.
¡Mal fuego la cinta queme!
¡Mal fuego el favor abrase!
250
Y si lo invisible puede,
queme también la esperanza.
Ya se va. ¡Cielos, tenedme!

CIRO
Estaré, Filis divina,
siempre a tu gusto obediente;
255
que en tanta desigualdad,
el alma que favoreces
apenas me da palabras
con que pueda agradecerte
la esperanza desta cinta,
260
dulce prenda, lazo fuerte,
que hará que mi obligación
dure en ella eternamente.
Yo me voy; tú, Bato amigo,
ven conmigo, y no me dejes;
265
que si hay muertes para tristes,
también las hay para alegres.

BATO
¡Oh, Ciro! ¡Plega a los cielos
que este favor no te cueste,
cuando, no la vida, el seso!

(Vanse CIRO y BATO.)

FLORA
270
¿Dasme licencia que llegue
para hablarte dos palabras?

FILIS
¡Oh Flora! ¿En qué te detienes?
Yo soy tu amiga.

FLORA
Y yo soy
tu esclava. Escucha.

FILIS
¿Qué quieres?

FLORA
Décima
275
Filis, hoy hace dos años
que, para tantos enojos,
en Ciro puse los ojos,
como él mí sus engaños.
Referirte aquí los daños
280
que me ha costado llegar
a merecer sujetar
su rigor a mis querellas,
será contar las estrellas
o las arenas del mar.
Décima
285
Finalmente, me quería
por dejarme de querer;
que tanto suele vencer
una amorosa porfía.
En estas selvas hoy día
290
suenan fuentes, viven flores,
testigos destos amores;
pero hay, Filis, voluntades
que no llegan a verdades
y se quedan en favores.
Décima
295
Después, Filis, que viniste
de la corte a nuestra aldea,
celos me mandan que crea
que de mi mal causa fuiste.
Veneno pienso que diste
300
desde tus ojos a Ciro.
Ya se enfada si lo miro:
tanto me pierde el decoro,
que se aburre si le adoro,
y me llego y me retiro.
Décima
305
Está ya tan caballero,
el que era ayer labrador,
que le respeto señor
y cortesano le quiero.
De tu discreción espero
310
que de sus locos intentos
vengarás mis sentimientos;
que pierdes de lo que vales
si a prendas tan desiguales
humillas los pensamientos.

FILIS
Décima
315
Flora, esa misma razón
te ha de obligar a pensar
que yo no le pude dar
para quererme ocasión.
Su buena conversación,
320
mi soledad entretiene;
mas si a darte celos viene,
mira que es necio rigor
pensar que de mi valor
alguna esperanza tiene.
Décima
325
Ciro, entre esta humilde gente,
es un mancebo entendido,
a los demás preferido
por lo discreto, y valiente;
pero no creas que intente
330
en público ni en secreto
perderme, Flora, el respeto;
que ese día, fuera poco
que castigara por loco
a quien escucho discreto.
Décima
335
Pero toma en tus desvelos
un cuerdo consejo agora:
y es, que nunca pidas, Flora,
de tu amor a nadie celos,
porque de aquellos recelos
340
y las penas que refiere,
que lo merece se infiere;
y siéndonos natural
la envidia, por hacer mal
queremos lo que otra quiere.
Décima
345
Así que pedir te asombre
celos, aunque haya razón,
que es dar imaginación
de los méritos de un hombre;
que la de más casto nombre
350
quiere ver lo que no viera
sin la celosa tercera;
y si lo estorban el ver,
por tema querrá querer
lo que le quitan que quiera.

(Vase.)

FLORA
Décima
355
¡Por qué notable camino
castigó mi atrevimiento!
Despertó su pensamiento
mi celoso desatino.
Tarde su consejo vino,
360
y vino mi muerte en él;
mas no piense la cruel
salir con lo que desea,
que he de revolver la aldea
si la vuelvo a ver con él.

(Vase.)
(CIRO, BATO, ALBANO, RISELO, SILVIO y villanos.)

ALBANO
Silva (tirada)
365
Ciro ha ganado a todosN
X
Nota del editor

Tanto en esta tirada de Silvas como en la del segundo acto se encuentran también Liras, se ha considerado marcar todo como Silva porque así lo recogen Morley y Bruerton y porque El Manual de versificación española de R. Baehr nos dice que “las coincidencias con pareados, tercetos, cuartetos, etc., que ocasionalmente se presentan, han de considerarse casuales” (p. 378).

.

BATO
¡Víctor, Ciro!

CIRO
La honra os agradezco:
que bien se que por mí no la merezco.

RISELO
La ligereza, como el salto, admiro.

SILVIO
Valiente ha sido de la barra el tiro.

ALBANO
370
No hay mozo que igual sea
a Ciro en el aldea.

BATO
Si no soy yo, que lo que habéis saltado,
miré sentado en la mitad del prado.

ALBANO
Sólo resta luchar.

CIRO
Pues si hay quien quiera,
375
con los brazos abiertos Ciro espera.

BATO
Yo lucharé contigo.

CIRO
Mira que soy tu amigo.
Pero ven con un brazo.

BATO
Para darte un abrazo.

(Lucha CIRO con BATO.)

SILVIO
380
Con Bato dió en el suelo,
asiéndole del brazo solamente.

BATO
Una costilla me ha quebrado. ¡Ay, cielo!

CIRO
Ea, persiana juventud valiente,
¿quién lucha? ¿Quién me tuerce aqueste brazo?

BATO
385
No yo, que estoy sin mí del batacazo.

CIRO
Bato, dame esa mano si ver quieres
milagros.

BATO
Temo que de hierro eres.

CIRO
Muestra, no temas.

BATO
¡Ay, que me ha quebrado
la mano!

CIRO
¿No hay, mancebos, en el prado
390
quien luche, corra, salte o quien esgrima?

RISELO
A todos desanima
tu fuerza, ligereza y gentileza.
Mas justo es coronarte la cabeza
deste verde laurel,
395
que envidie Apolo,
por siempre vencedor,
único y solo.

ALBANO
Tu digna frente adorne,
(Pónenle una corona de laurel.)
para que cuando del ocaso torne,
400
en sus amadas hojas amanezca.

RISELO
¿Quién hay que, como tú, el laurel merezca?

BATO
Hagamos algún juego
ya que estás coronado, porque luego
celebremos alegre tu victoria.

CIRO
405
Juguemos al reinar con la memoria
deste laurel divino.

ALBANO
Pues ¿quién ha de ser rey?

BATO
Yo.

ALBANO
¡Desatino!

CIRO
Echad suertes, mancebos generosos,
y a quien la suerte caiga obedeciendo,
410
el juego podréis ir entreteniendo.

SILVIO
Si fuera por los hechos valerosos
y por la dignidad de tu persona,
tú solo merecieras la corona.

RISELO
Romance (tirada)
El que dijere tres cosas
415
las más fuertes, que ése salga
por rey.

CIRO
Bien dice Riselo,
y comience Silvio.

SILVIO
Vaya.
La cosa más fuerte digo
que es la fortuna, contraria
420
para todas sus acciones,
en un discreto que calla.
La necesidad es fuerte,
pues obliga a cosas bajas;
y la muerte, pues los reyes
425
son hierba de su guadaña.

CIRO
Diga Albano.

ALBANO
La porfía
la ambición, que nunca para,
y el diamante, pues que sólo
con otro como él se labra.

CIRO
430
Diga Riselo.

RISELO
La mar
con tormenta, o cuando baja
el rayo, rompiendo, el viento,
a dar en sus torres altas;
y sin temor de los dioses,
435
un tirano de su patria.

CIRO
Diga Bato.

BATO
La más fuerte
es la que a los hombres saca
de sentido, que es el vino,
tan poderoso monarca
440
que hace a muchos de su nombre
que en diversas lenguas hablan;
y con dormir siempre en cueros,
entre la nieve y escarcha,
jamás amanece helado;
445
pues si un hombre se desmaya,
con un traguito de gloria
vuelve lo amarillo en grana.
La hambre es cosa muy fuerte;
y porque de veras haya
450
alguna cosa, es la honra,
si la tiene a quien agravian.

ALBANO
Diga Ciro.

CIRO
Lo más fuerte
que en el cielo y tierra se halla,
es la voluntad, divina
455
forma en la materia humana;
el amor, en cuyo triunfo
tantas letras y armas tantas
y tantas coronas rinden
libros, laureles y palmas.
460
La mujer y su hermosura
son fortaleza que basta
a rendir los altos dioses,
de quien en historias tantas
desde el principio del mundo
465
sangrientas memorias hablan.

ALBANO
Ciro venció.

BATO
¡Víctor, Ciro!

SILVIO
El sacro laurel que enlaza
su frente, con verde auspicio
pronosticó su esperanza.
470
Hincad todos la rodilla.

ALBANO
¡Viva el rey!

TODOS
¡Viva!

CIRO
Por tanta
fiesta, vasallos, hoy queda
mi voluntad obligada.
Yo os haré merced a todos.

BATO
475
¡Oigan qué presto nos manda,
con ser rey por madurar!

RISELO
Siéntate sobre estas ramas.

CIRO
Quien ha de velar, vasallos,
una república varia
480
de guerra y paz, no es razón
que se siente.

BATO
¡Buena entrada!
Pues ¿ha de ser grulla un rey?

CIRO
Pues ¿qué labrador trabaja
como un rey? Y yo he leído
485
que un sabio a los reyes llama
de la república esclavos,
y que por eso se pagan
las rentas, que se le deben
por ley divina y humana.

ALBANO
490
Ya somos vasallos tuyos.
¿Qué mandas?

CIRO
Quiero dar traza
en lo que importa al gobierno
de mi reino y de mi casa.
Tener un amigo es fuerza;
495
quien esto niega se engaña,
porque yo no puedo solo
gobernar provincias tantas.
Quiero que éste Albano sea;
que lo que el rey quiere y ama,
500
no lo ha de escoger el pueblo,
sino su gusto y su gracia.

ALBANO
Beso tus manos mil veces.

CIRO
Mi capitán de la guarda
será Silvio.

SILVIO
Soy tu esclavo.

CIRO
505
Mi presidente en la sala
de mis Consejos, Riselo,
pues la falta de las canas
suplirá su entendimiento.

BATO
Luego ¿a mí no me das nada?

CIRO
510
Mi secretario has de ser.
Despachos, decretos, cartas
y audiencias, corran por ti.

(FINEO.)

FINEO
Ciro, tu padre te llama:
deja las fiestas y juegos.

RISELO
515
Con más respeto lo habla.
Hinca la rodilla en tierra:
mira que la mano alarga
porque se la beses.

FINEO
¡Yo!
Un tigre puede besarla.
520
Astiages es mi rey;
que de Ciro la arrogancia
ya debe de ser locura.

BATO
¡Al rey desa suerte tratas!

CIRO
Presidente...

RISELO
Gran señor...

CIRO
525
De pies y de manos ata
este villano a aquel roble,
y hasta que la sangre salga,
dos labradores le azoten.

(A FINEO.)

RISELO
Camina.

FINEO
¿Sabes que hablas
530
con un hijo de un criado
del Rey?

RISELO
¿Para qué te cansas?
Mándalo el rey, y ha de ser.

FINEO
¿Qué rey o qué calabaza?

CIRO
Llevadle de aquí.

RISELO
Camina.

FINEO
535
¿Hay tal insolencia?

RISELO
Calla.

(RISELO y otros villanos se llevan a FINEO.)

CIRO
Vasallos, ya tengo edad
para casarme.

BATO
¿Eso tratas
tan presto?

CIRO
A la sucesión
importa, para que vaya
540
en aumento mi corona,
y porque a la guerra salga
en teniendo quien me herede.
Pero decidme: ¿qué dama
estará mejor al reino?

ALBANO
545
Lucinda es bella zagala.

CIRO
Es necia, y saldrán mis hijos
necios.

ALBANO
Pues ¿salen del alma?

SILVIO
Aunque morena, es hermosa
y discreta Felisarda.

BATO
550
No la quieras, porque tiene
una madre temeraria,
vieja, loca y socarrona.
Mejor me parece Antandra.
sino que es un poco roma.

ALBANO
555
Belisa tiene mil gracias.

BATO
Belisa es flaca.

ALBANO
¿Qué importa?

BATO
¿No importa una reina flaca?
A Semíramis, Camila
y otras, las pintan las caras
560
como un tamboril, a quien
la nariz sirve de flauta.

CIRO
Si os digo verdad, vasallos,
solamente a mí me agrada
la hermana de Arpago, Filis.

BATO
565
¡Oh, qué graciosa arrogancia!
¡Siendo hija de un privado
del Rey!

SILVIO
Flora se olvidaba...
pero ella viene.

(FLORA.)

FLORA
¿Qué es esto,
Ciro? ¿En qué locuras andas?
570
A Fineo, dos pastores,
atado al tronco de una haya,
le han dado tantos azotes
que el suelo de sangre baña.
Dícenme que te haces rey;
575
eso solo te faltaba.
Filis te ha quitado el seso.

BATO
Mira, Flora, cómo hablas,
que te mandará azotar
si le replicas palabra.

CIRO
580
En las cosas de los reyes.
Flora necia o avisada,
ningún discreto se meta.
Yo lo mando, y esto basta.

(Vase.)

FLORA
¿Hay semejante locura?

BATO
585
Flora, mucho te adelantas.
Tres cosas te importan, Flora,
si quieres morir lograda,
que en tres palabras se encierran.

FLORA
¿Y son?

BATO
Oye, mira y calla.

(Vanse.)
(El REY ASTIAGES y ARPAGO.)

REY
Octava real
590
Hoy hace algunos años, noble Arpago,
que vi mi reino libre, con mi vida,
de la desdicha del fatal estrago,
por los sabios de Media prometida.
A Júpiter divino satisfago
595
la sucesión que reparé perdida,
con víctimas, por quien, deshecho en llanto,
mancho las aras de su templo santo.
Octava real
Sueños me atormentaban cada día;
ya, gracias a los dioses, me dejaron
600
sombras que nuestra antigua monarquía
al imperio de Persia trasladaron.
Casé a Mandane, sucesora mía
(tanto los adivinos me obligaron),
con el hombre más bajo que hallar pude,
605
porque a los hados el decreto mude.
Octava real
Y no sólo con esto satisfecho,
a mi primero nieto eché a las fieras,
en cuyos dientes rígidos deshecho,
no salgan mis sospechas verdaderas.
610
(Aparte.)
Los altos cielos inmortal han hecho,
como en su cielo están las once esferas,
mi reino en Darío, pues de aquí se arguye
que eterno en su valor se constituye.

ARPAGO
Octava real
Aplacar a los dioses, sacro Astiages,
615
es inviolable ley contra sus iras:
así corren del mundo los linajes,
que tantos siglos propagados miras.
Con esto, sin mudanzas, sin ultrajes,
de mármoles fabrica eternas piras
620
la sucesión de la imperial corona,
desde la fría a la abrasada zona.
Octava real
Muerto aquel niño, que cumplió a los hados
el decreto cruel contra tu imperio
de quitarte el laurel, y los sagrados
625
cercos romper con tanto vituperio,
pacíficos quedaron tus cuidados
(que fue del cielo singular misterio),
y asegurada la fortuna adversa
de trasladar de Media el reino al persa.

(EVANDRO y FINEO.)

EVANDRO
Redondilla
630
Si no castiga, señor,
tu justicia esta maldad,
ociosa la majestad
tendrá suspenso el valor.
Redondilla
Pues has sido padre, advierte
635
qué sentirán mis enojos
mirando a un hijo a mis ojos
maltratado desta suerte.
Redondilla
Un mozuelo, labrador
del monte en que tus ganados
640
tengo, con bríos soldados
y corazón de traidor,
Redondilla
fingido en un juego rey,
mi hijo mandó azotar
porque no quiso guardar,
645
siendo de burlas, su ley.
Redondilla
¡Vive Júpiter sagrado,
que, como no le castigues,
a poner fuego me obligues
al monte en que se ha criado!
Redondilla
650
De agraviado el seso pierdo,
y con los locos me igualo.
Soy padre, y no hay hijo malo;
es hijo, y no, hay padre cuerdo.
Redondilla
Mas fío de tu piedad
655
que vengarás su malicia;
que en la paz y la justicia
consiste la majestad.

REY
Redondilla
¡Por los dioses soberanos,
que me has causado temor!
660
¡Rey fingido un labrador!
No son pensamientos vanos;
Redondilla
porque no sin fundamento
en hombre tan bajo y vil
cupiera lo varonil
665
de tan alto pensamiento.
Redondilla
Dime, mancebo, su nombre.

FINEO
Ciro se llama, señor.

REY
¿Es fuerte? ¿Tiene valor?
¿Es bien hecho? ¿Es gentil hombre?

FINEO
Redondilla
670
Es tal, que en su compostura
trasladó naturaleza,
de Alcides la fortaleza,
y de Adonis la hermosura.
Redondilla
Ni hay hombre en toda la aldea
675
que no le tema, señor,
ni por fuerza o por amor
moza que suya no sea.
Redondilla
El goza, sin que con él
ruego o justicia aproveche,
680
de las ovejas la leche,
de las colmenas la miel.
Redondilla
El come lo que no ara,
y coge lo que no siembra;
un oso a brazos desmiembra,
685
y una tigre desquijara.
Redondilla
Verdad es que, por lo hablado,
es apacible y discreto.

REY
(Aparte.)
¡Cielos! ¿Si es éste mi nieto,
que habéis, por mi mal, guardado
Redondilla
690
para quitarme el imperio?
mas quiero disimular;
que mandarle yo matar
y vivir, no es sin misterio.
Redondilla
Parte con Evandro, Arpago,
695
y a Ciro me trae. ¿Qué estás
suspenso?

ARPAGO
Ya voy.

REY
Verás,
Evandro, si satisfago
Redondilla
con mi ofensa tu venganza.

EVANDRO
Así lo espero, señor.

REY
700
(Aparte.)
¡Cielos, quitadme el temor,
pues que me dais la esperanza!

(Vanse.)
(CIRO, ALBANO, SILVIO, BATO y villanos, de soldados, con chuzos, espadas y banderas.)

CIRO
Romance (tirada)
Parad, soldados, aquí
para que la reina os vea.

ALBANO
¿Qué reina? ¿Estás en tu seso?

CIRO
705
Pues ¿ha de haber rey sin reina?

SILVIO
Mira que se ha de enojar
de ser reina.

CIRO
No lo creas;
demás de que esto es de burlas,
y Filis es muy discreta.

BATO
710
Yo la dije esta mañana
que querías hacer guerra
a los vecinos mancebos
de la contrapuesta aldea,
no sólo para enseñarte,
715
mas por castigar la afrenta
de entrarse por nuestras viñas
y disfrutar nuestras huertas.
Díjela cómo cazaban
por las vedadas dehesas,
720
con redes nuestros conejos,
nuestras perdices con percha,
y parecióle muy bien.

CIRO
Juega, Albano, esa bandera
con aire y donaire.

ALBANO
¿Cómo?

CIRO
725
Mírame a mí.

ALBANO
Toma.

CIRO
Muestra.
Toca a rebato la caja,
pon el pie desta manera,
(Juega la bandera.)
y vuelve y revuelve.

ALBANO
¿Quién
te enseñó?

CIRO
Naturaleza.

(MITRÍDATES en la calle, FILIS a la ventana.)

MITRÍDATES
730
¿Qué es esto, loco? ¿Qué haces?
Suelta la bandera, suelta.
¿No hay más que quitar de casa,
esta cortina de seda,
que dejó olvidada Evandro?
735
Rómpela, y vendrán por ella,
y será buena disculpa
que en tus locuras la empleas.

CIRO
Padre, temerario andáis
conmigo.

MITRÍDATES
Déjala, deja.

CIRO
740
Por Dios, que creo que habemos
de atropellar la obediencia.

FILIS
Dádsela, Ciro; que yo
daré una cortina nueva,
que en la bandera pongáis.

CIRO
745
En un libro de una guerra
he leído que es deshonra
que la bandera se pierda.
Mi padre se irá en buen hora,
y vos, mi dueño y mi reina,
750
veréis en esta campaña
cómo su ejército ordena
este capitán de amor
que hoy en serviros se emplea.

(ARPAGO, EVANDRO y FINEO.)

ARPAGO
¿Cuál es Ciro?

FINEO
Aquel que tiene
755
en la mano la bandera.

FILIS
(Aparte.)
¡Mi hermano! ¿A qué viene al monte?
Irme quiero, no me vea.

(Quítese de la ventana.)

ARPAGO
¿Eres Ciro?

CIRO
Yo soy Ciro.

ARPAGO
¿Qué gente de guerra es ésta?

CIRO
760
Los mozos deste lugar,
que para tiempos de veras
se ejercitan en las burlas.
Por eso, cuando se ofrezca
en qué sirvamos al Rey,
765
no hayáis miedo que nos vean
bisoños, sino enseñados.

ARPAGO
¿De qué doctrina y escuela
has aprendido a ordenar,
Ciro, ese campo, que llevas,
770
y que tan diestro conduces?

CIRO
Naturaleza me enseña
la inclinación; lo demás
he aprendido de un poeta
que arte militar escribe.

ARPAGO
775
El Rey te llama: no seas
rebelde a su mandamiento.

CIRO
Por dicha le ha dado quejas
de mí el padre dese mozo;
y supuesto que pudiera
780
defenderme con mi gente
de que castigarme pueda,
no quieran los dioses, no,
que a la corona suprema,
aunque aventure la vida,
785
el justo respeto pierda.

MITRÍDATES
Oye, Ciro.

CIRO
¿Qué queréis,
padre?

MITRÍDATES
Escucha.

CIRO
Si es que tema,
perdonadme.

MITRÍDATES
Si allí vas,
hijo, no espero que vuelvas.

CIRO
790
¿Por qué?

MITRÍDATES
Yo sé la ocasión.

CIRO
Si me echasen a las fieras
o me diesen dos mil muertes...

MITRÍDATES
Pues no pienses que me dejas,
que allá tengo de ir contigo.

CIRO
795
Matarán las dos ausencias
a mi madre.

MITRÍDATES
No lo excuso.
deponed todos las armas.
Tú, Bato, avisa a la reina
de que se va el rey de burlas

CIRO
800
Dejad, soldados, la guerra,
porque le llama el de veras.


Acto II

El REY, ARPAGO y acompañamiento.

REY
Redondilla
¿Tan obediente ha llegado,
Arpago, el fingido rey?

ARPAGO
Merece, por justa ley,
805
la muerte si está culpado;
Redondilla
pero cuando a pensar llego
que esta villana invención
no ha sido conspiración,
sino sólo burla y juego,
Redondilla
810
libre le siento de culpa,
y el venir sin resistencia
declara más su inocencia.

REY
(Aparte.)
Mi temor no le disculpa.
Redondilla
No me atrevo a declararme
815
con éste, porque he pensado
que le disculpa culpado
para volver a engañarme.
Redondilla
No ha de penetrar mi intento
hasta que sepa si ha sido
820
cómplice en el rey fingido.

ARPAGO
Algún grave pensamiento
Redondilla
molesta al Rey con temor
de tales fingidos nombres.

REY
(Aparte.)
Fue siempre el alma en los hombres
825
el adivino mejor.
Redondilla
¡Cuántos, por no haber creído
su divina profecía,
lloraron, cual yo la mía,
después de haber sucedido!
Redondilla
830
Que cuando el temor en calma
tiene un pensamiento impreso,
se ve pintado, un suceso
en el espejo del alma.
Redondilla
¿Quién viene con él?

ARPAGO
Su padre,
835
que allá tus ganados guarda.

REY
Y ¿tiene madre?

ARPAGO
Lisarda
se llama, señor, su madre,
Redondilla
labradora como él.

REY
(Aparte.)
Diles que entren.

(Vase ARPAGO.)

REY
(Aparte.)
Vil temor
840
me oprime, porque en rigor
no siento malicia en él,
Redondilla
pues padres tiene en su aldea,
tan rústicos labradores.

(ARPAGO, MITRÍDATES y BATO.)

CIRO
(Aparte a MITRÍDATES.)
Padre, no temas ni llores.
845
Entra, y lo que fuere sea.

MITRÍDATES
Redondilla
(Aparte a él.)
¡Ay, Ciro! Temblando, voy.

ARPAGO
Ya están, señor, a tus pies.

REY
(A CIRO.)
¿Eres tú el rey?

CIRO
¿No me ves?
Rey de los mancebos soy,
Redondilla
850
que se juntan en mi aldea
a jugar y entretener;
porque, ¿cómo puede ser
que de otra manera sea?
Redondilla
Es verdadera en ti solo,
855
gran señor, la majestad;
sólo tu imperio es verdad,
que, como en el cielo Apolo,
Redondilla
eres único monarca,
cuya vida de justicia,
860
come al ave de Fenicia,
siempre respeta la Parca.
Redondilla
Reina entre los animales
el león; el campo alegra
del aire el águila negra
865
con plumas y alas reales;
Redondilla
el sol, en sus luces bellas
reina; la luna en la noche,
que de su argentado coche
son vasallos las estrellas;
Redondilla
870
el delfín, en el rigor
del mar, que asombra a las naves;
y entre domésticas aves
el gallo, madrugador.
Redondilla
De sierpes, naturaleza
875
al basilisco le dió
imperio, y así nació
coronada la cabeza;
Redondilla
y porque las monarquías
del tiempo más claras vieses
880
mayo es el rey de los meses
y el jueves rey de los días;
Redondilla
En las flores, el clavel,
y en las semillas, el trigo,
y el tiempo, de cuanto digo,
885
porque está sujeto a él.
Redondilla
Reinan, con mucha razón,
de los humanos despojos,
en las facciones, los ojos,
y en el cuerpo, el corazón.
Redondilla
890
De las pasiones mayores
rey quieren que el amor sea,
y yo también en mi aldea
soy rey de los labradores.

REY
Redondilla
(Aparte.)
¡Vive Júpiter sagrado,
895
que tanto a Mandane imita,
que tiene en el rostro escrita
la verdad de mi cuidado!
Redondilla
Este sin duda es mi nieto;
que en aquel rudo horizonte
900
no fuera el parto de un monte
tan atrevido, y discreto;
Redondilla
porque son precisas leyes,
de que tengo claras señas,
que peñas engendran peñas,
905
y reyes producen reyes.
Redondilla
No le quisieron matar
traidores que me engañaron,
o los dioses le guardaron
porque les quiso estorbar
Redondilla
910
el intento que tenían
de que me matase a mí:
oráculo que temí,
y adivinos me decían.
Redondilla
Mas no salió muy adversa
915
entonces la astrología,
de que éste trasladaría
mi cerro y corona al persa.
Redondilla
quitándola de mi frente.
Pero ya el cielo, aplacado
920
de sacrificios, me ha dado
remedio piadosamente,
Redondilla
pues que vino a mi poder
cuando en su primera edad
intentó la majestad,
925
reino que pudiera ser
Redondilla
verdadero, aunque fingido,
de los juegos de la aldea,
en que puede ser que sea
el pronóstico cumplido.
Redondilla
930
Por lo menos, con secreto
haré matar al villano:
sin ser abuelo inhumano,
hoy he de matar mi nieto.
Redondilla
Dime tu nombre, mancebo.

CIRO
935
Ciro me llamo, señor.

REY
¡Breve nombre!

CIRO
A mi valor
y virtud pienso que debo
Redondilla
hacerle con obras grande.

REY
Con notable libertad
940
hablas. Ello fue verdad.
(Aparte.)
¡Que lo que su rey le mande
Redondilla
no cumpla un vasallo! ¡Ah, cielo!
mas yo me sabré vengar.
¿Por qué mandaste azotar,
945
bañado de sangre el suelo,
Redondilla
un labrador inocente?

CIRO
Porque no me obedecía,
ni como a rey me tenía
el respeto conveniente.
Redondilla
950
Dos acciones de los reyes
son premiar y castigar.

REY
Y ¿no, se han de moderar
con justa piedad las leyes,
Redondilla
como lo hacemos nosotros?

CIRO
955
Había poco que era rey,
y echéle toda la ley
para ejemplo de los otros.
Redondilla
No tengáis por nueva cosa
mi exceso, si se reprueba,
960
porque la justicia nueva
entra siempre rigurosa.
Redondilla
Después que pase algún mes
de jüez y de señor,
templarán este rigor
965
el amor o el interés.
Redondilla
Tiene el gobierno, pasadas
las horas de la opinión,
del amor la condición,
que es más fuerte en las entradas.
Redondilla
970
Temer y amar ha de ser
la ley del buen gobernar:
con beneficio el amar,
y con castigo el temer;
Redondilla
que aunque el beneficio hallo
975
por la ley más provechosa,
un buen castigo es gran cosa
para que tema un vasallo;
Redondilla
porque si un delito es grave
y éste el rey no le castiga,
980
mucho al cielo desobliga
y al reino, que ya le sabe.

REY
Redondilla
¿Adónde aprendiste, Ciro,
esas razones de Estado?

CIRO
Los libros me han enseñado.

REY
985
Tu virtud e ingenio admiro,
Redondilla
porque cavar y leer
no caben en un sujeto.
(Aparte.)
¿Qué dudo de que es mi nieto,
y de que pudiera ser
Redondilla
990
mi muerte si la piedad
del cielo, no me librara,
y el pronóstico cesara
fingiendo la majestad?
Romance (tirada)
¿Tu padre?

MITRÍDATES
Yo soy, señor.

REY
995
Quedaos aquí tú y Arpago.
Llevad a Ciro vosotros
donde, con mucho regalo,
quiero que tenga aposento
algún tiempo en mi palacio.

CIRO
1000
Beso tus reales pies.
(Aparte a él.)
¿Qué te ha parecido, Bato,
de lo que le he dicho al Rey?

BATO
(Aparte a CIRO.)
No te quisiera tan sabio,
los reyes son como el sol,
1005
que han de deslumbrar sus rayos;
que es tener en poco el cetro
mirarlos de claro en claro.

CIRO
Engañaste, que yo sé
que me queda aficionado.
1010
Así son los hombres hombres;
que, letrados o soldados,
sin favor del Rey, ¿qué importan?

BATO
¡Por azotar un villano
quieres que te dé favor!
1015
Yo me holgaré que volvamos
al monte como venimos.

(Vanse CIRO, BATO y el acompañamiento.)

REY
Solos habemos quedado,
porque me importa el secreto.

MITRÍDATES
(Aparte.)
En el pecho me está dando
1020
mil saltos el corazón.

REY
Dime, labrador honrado,
tu patria y tu nombre.

MITRÍDATES
Soy
tu ganadero, y me llamo
Mitrídates.

REY
Este Ciro,
1025
¿es tu hijo? ¡Por el santo
Júpiter que, si me engañas,
que de Agrigento el tirano
no ha de haber formado toro
que te abrase a fuego manso
1030
como le haré para ti!

MITRÍDATES
En la lealtad de vasallo
pienso que hallaré mejor
la respuesta, que en el daño
que me puede suceder
1035
de no respetarte airado.
Octava real
Arpago está presente, que a mi aldea
trujo un niño, señor, entre mantillas
ricas, en quien naturaleza emplea
pinceles de sus altas maravillas.
1040
Como suele en la copia de Amaltea
azucena entre humildes florecillas,
así, entre los pañales primitivos,
del rostro en el marfil dos soles vivos.
Octava real
Llegó, en efeto, con secreto y prisa,
1045
y me mandó que a fieros animales,
adonde planta de pastor no pisa,
le echase entre peñascos y jarales.
Apenas le tomé, cuando con risa
de su inocencia me mostró señales,
1050
porque fuese testigo en su inocencia
el recibir con risa la sentencia.
Octava real
¡Cruel decreto, dar la muerte a vida
que de la ejecución se está riendo!
Pero como de mí no fue admitida
1055
la apelación, calló, perlas vertiendo.
Fuése Arpago, señor; yo, infanticida,
llevéle al monte, aunque entre mí diciendo:
«¿Qué más fiera que yo?» Pues no pudiera
ninguna de aquel monte ser más fiera.
Octava real
1060
Echéle entre dos peñas, que parece
que piadosas entonces se abrazaban.
Aun agora decillo me enternece,
y entonces ellas pienso que lloraban.
La hierba así que en sus espacios crece,
1065
y las flores, parece que ocultaban
el tierno niño, en ocasión tan fuerte,
porque no le pudiese ver la muerte.
Octava real
Volví a mi casa, que con tierno llanto
la senda apenas de aquel monte vía,
1070
donde hallé mi mujer, ¡oh cielo santo!
que un hijo muerto malparido había.
Contéla el caso, y afligióse tanto,
que me dijo, llorando que tendría
consuelo si aquel niño le trujese,
1075
si Júpiter vivir le permitiese.
Octava real
Al monte parto con ligero paso,
que apenas con los pies tocaba al suelo,
cuando al bordar el sol de oro el ocaso,
hallo mi niño y mi dolor consuelo.
1080
Una perra le daba, ¡extraño caso!,
piadosa el pecho por piedad del cielo,
y de aves y animales defendía,
que en torno dél la muerte conducía.
Octava real
Alzole en brazos de la dura tierra,
1085
imprimiendo en su cara tiernos besos.
Voy por el monte, sígueme la perra
entre las peñas y árboles espesos.
Llego a mi casa, en fin... ¡Oh cuánto yerra
quien piensa que impedir puede sucesos
1090
que tienen ya los cielos decretados,
ni reprimir la fuerza de los hados!
Octava real
Crióle mi mujer, púsole Ciro
por la perra que el pecho le había dado
(que así se llama en nuestra lengua), y miro
1095
el cielo a su favor determinado,
porque cuando fingido rey le admiro,
y saber su valor te da cuidado,
conoces que es el niño que ha vivido
para hacer verdadero el rey fingido.
Octava real
1100
Conocíase bien que era tu nieto
en tanta discreción y valentía,
que no pudiera ser menos efeto
el que tan alta causa producía.
Ya de las cielos se cumplió el decreto
1105
en el reino de burlas que fingía;
si el haberle criado culpa ha sido,
de mi inocente error perdón te pido.

REY
Silva (tirada)
Dame tus brazos, dignos justamente
de un rey; que por piedad ninguno ha sido
1110
castigado en el mundo, ni ha perdido
el premio de librar a un inocente.
¡Oh Arpago! ¿De qué temes, cuando siente
tu pecho que mi amor te ha perdonado
no haber ejecutado
1115
mi necio mandamiento?

ARPAGO
Señor, yo le cumplí; que sólo siento
no verte el alma agora.

REY
Pues ¿puede ser traidora
alma de un rey?

ARPAGO
El pensamiento humano
1120
sólo del cielo se defiende en vano.

REY
Por mi corona, que te debo, Arpago,
la vida, y que te pago
con la verdad que debo,
agradecido a sucesor tan nuevo.
1125
Y porque lo que digo verdad sea,
vuélvase Ciro, vuélvase a la aldea;
váyase libremente
hasta que llegue tiempo conveniente
que pueda declaralle por mi nieto;
1130
pero advirtiendo que ha de estar secreto,
porque, por todo el coro
de los dioses que adoro,
que si le declaráis quién es, que luego
os abrase a los dos en vivo fuego.
1135
¿Daisme aquesta palabra?

ARPAGO
Yo la juro
a Marte, protector del patrio muro.

MITRÍDATES
De mí no tengo yo que asegurarte;
que bien puede obligarte
lo que he tenido tanto tiempo oculto.

REY
1140
Pues ya no dificulto
que con estar secreto
haré jurar por sucesor mi nieto.
Tú parte, Mitrídates,
porque de volver trates
1145
con Ciro al monte donde se ha criado.

MITRÍDATES
¿Diréle alguna cosa?

REY
Que me he holgado
de conocer en rústico sujeto
un mozo tan valiente y tan discreto.

MITRÍDATES
Guarde tu vida el cielo.

(Vase.)

REY
De tu piadoso celo
1150
satisfecho, con justa confianza,
Arpago generoso,
te quiero dar de Ciro la crianza;
que espero harás un rey tan belicoso,
que ponga nuestra media monarquía
1155
en los últimos límites del día.

ARPAGO
Tan justas confianzas
puedes tener de mí como de Ciro,
mancebo de tan altas esperanzas
que al resplandor de tus hazañas miro
1160
águila caudalosa.

REY
Para pagarte la amistad piadosa
que con él has usado,
hoy, Arpago, serás mi convidado;
hoy comerás conmigo, que es muy justo.

ARPAGO
1165
Beso tus reales pies.

REY
Por este gusto
no sé qué honras hacerte,
llámame a Evandro.

ARPAGO
Voy a obedecerte.

(Vase.)

REY
¿Habrá maldad que como aquésta sea?
¡Oh, fementido Arpago!
1170
¿Así mi imperio tu traición desea?
Pero yo te daré tan justo pago
que sea mas dolor que el darte muerte.
Villano, ¿desta suerte
obedeces tu Rey? ¡Viven los cielos,
1175
que la sangre sosiegue mis desvelos
del labrador valiente
que quiere los laureles de mi frente
trasladar a la suya!
Que no es justicia que a maldad se arguya
1180
que, a quien quiere matarme al mediodía,
le mate yo a la aurora.

(EVANDRO.)

EVANDRO
¿Qué manda Vuestra Alteza?

REY
Evandro, agora
mandé partir a Ciro sin castigo.

EVANDRO
¿Así guardas justicia?

REY
Evandro amigo,
1185
no fue sin ocasión, porque no quiero
parecer tan severo
a los ojos del pueblo, aficionado
a ese mancebo loco y alentado.
Hoy se parte, y hoy quiero que le mates.
1190
Sólo va con el viejo Mitrídates:
síguele con soldados de mi guarda,
y de noche le aguarda
al paso más oculto deste monte.
Pero a pensar disponte
1195
que has de traerme su cabeza fiera,
que el frontispicio de mi templo espera,
como del oso o jabalí le adorna
el cazador que torna alegre de la presa.

EVANDRO
De que se tarde el claro sol me pesa,
1200
de partirse al ocaso.

REY
Ya te espero:
por verlo muerto, muero.
(Aparte.)
¡Oh cielos, no os canséis de asegurarme
de un hombre que nació para matarme!

(Vanse.)
(FILIS y BATO.)

FILIS
Romance (tirada)
Como si fuera la ausencia
1205
fácil pena al sentimiento,
añadieron mis desdichas
el peligro a mis deseos.
¿Cómo dejas, Bato, a Ciro?
Que amor, en tales sucesos,
1210
del mal temiendo lo más,
del bien espera lo menos.

BATO
Aunque el Rey le recibió
a los principios severo
por enojo o por costumbre
1215
(que es la majestad en ellos
como un vínculo real),
después, con rostro risueño
templó la deidad; que mueve
mucho al airado el discreto.
1220
Así diez años Ulises,
matador de Polifemo,
aquel gigante de un ojo,
anduvo por varios reinos.
¡Oh, si le vieras hablar
1225
con atrevido despejo,
pensaras que era Sibila
o el oráculo de Delfos!
Finalmente, le mandó
regalar: y así, le dejo
1230
en un cuarto de palacio
tan metido a caballero,
que parece que lo ha sido
toda su vida.

FILIS
El ingenio
lo alcanza todo: y así,
1235
muchos hombres que subieron
en brazos de la fortuna
a ocupar honrosos puestos,
saben presto ser señores.

BATO
Y aún saben serlo tan presto,
1240
que cuanto fueron humildes,
parecen después soberbios.
Finalmente, por quitarte,
Filis, del peligro el miedo,
me ha enviado a que te diga
1245
que no le tengas en esto;
porque aunque lamenta Evandro
los azotes de Fineo,
espera Ciro del Rey
en vez de castigo, premio.

FILIS
1250
¿Qué dice mi hermano Arpago?

BATO
¡Por Júpiter que no entiendo,
Filis, si verdad te digo,
el alma destos enredos!
El y el Rey y Mitrídates
1255
andan hablando en secreto.
Ayer comió con el Rey.

FILIS
¡Con el Rey! ¿Qué dices?

BATO
Puedo
asegurar lo que vi,
y que entré a verlos comiendo.
1260
¡Tanta plata, tantos platos,
de tantos manjares llenos,
tanto servicio y criados,
éste entrando, aquél saliendo,
todos atentos al Rey,
1265
y alguno, por dicha, atento
más al capón que comía
que a la deidad del imperio!
¡Oh, bien haya, dije yo,
debajo de un pobre techo
1270
la olla de un labrador,
los rotos manteles puestos
sobre una tabla de pino,
y aquel ver salir hirviendo
el repollo en el verano,
1275
los nabos en el invierno,
a su lado su mujer
con el hijo tierno al pecho,
el gato por mayordomo,
y por maestresala el perro!
1280
Porque los contentos, Filis,
si hay en el mundo contentos,
no están en las ceremonias,
sino en el gusto y el sueño.

FILIS
¡Bueno vienes de la corte!

BATO
1285
Filis, este poco seso
de acá le llevé; que allá
no venden entendimientos.

FILIS
Y ¿cuándo piensas volver?

BATO
Esta noche volver pienso;
1290
que sólo a verte he venido.

FILIS
Escucha un atrevimiento.

BATO
¿Cómo?

FILIS
Yo he de ver a Ciro;
que secretamente quiero
irme contigo esta noche.

BATO
1295
A no estar el monte en medio,
fuera fácil la jornada
con recato y con silencio.

FILIS
Entra, y despacio en mi casa
la venida trataremos;
1300
que amor no permite espacio
donde le lleva el deseo.

BATO
Míralo, Filis, mejor.

FILIS
No gusta amor de consejos.

BATO
Pues ¿de qué gusta el amor?

FILIS
1305
De ejecutar los remedios.

(Vanse.)
(MITRÍDATES y CIRO con espada.)

CIRO
Redondilla
Apenas de la licencia
del Rey, padre, me informé,
cuando, de la corte fue,
y para siempre, mi ausencia.
Redondilla
1310
¡Bien haya mi pobre aldea,
que me falte o que me sobre,
porque no hay contento pobre,
ni bien que sin él lo sea.

MITRÍDATES
Redondilla
Sólo me causa cuidado,
1315
Ciro, de Evandro la queja,
pues sin venganza le deja,
el Rey, del hijo azotado.
Redondilla
No hay satisfacción que cuadre
a injuria tan afrentosa,
1320
y ya sabes que es la cosa
mas ciega del mundo un padre;
Redondilla
que el amor con que le viene
a estimar su pensamiento,
le quita el entendimiento;
1325
pues ¿qué hará si no le tiene?
Redondilla
Temo, al fin, un padre airado,
Ciro, y aumenta mi pena,
saliendo en noche serena,
haberse el cielo turbado;
Redondilla
1330
Que, aunque no está del aldea
este monte muy distinto,
no hay Creta ni laberinto,
que como su centro sea.
Redondilla
Las nubes, rotos los senos,
1335
las estrellas amenazan,
que el campo desembarazan
del cielo, huyendo los truenos.
Redondilla
Alguna desdicha temo
entre tanta oscuridad.

CIRO
1340
Si vos, de tan larga edad
llegando, padre, al extremo,
Redondilla
teméis, con mayor razón
temiera mi juventud
la muerte, sin la virtud,
1345
que es alma del corazón.
Redondilla
¿Qué monte, que padre airado,
qué cielo tempestuoso,
qué enemigo poderoso
en obscura noche armado;
Redondilla
1350
qué voraz actividad
del fuego, ni qué violencia
de agua o viento, o negra ausencia
de la solar claridad;
Redondilla
qué relámpagos y truenos,
1355
qué rayos ni qué centellas?
Que, si huyeren las estrellas,
estará firme a lo menos
Redondilla
la que nació con mi dicha.
Venga el mundo contra mí;
1360
que si con valor nací,
contra valor no hay desdicha.

MITRÍDATES
Redondilla
¡Ay, hijo! ¿Qué estás diciendo?
Aunque de valor te armas,
con rumor de gente de armas
1365
está el monte estremeciendo.
Redondilla
Pienso que sale verdad,
Ciro, el rigor que temí.

CIRO
Pues padre, escondeos allí,
entre aquella oscuridad;
Redondilla
1370
que si no habéis de ayudarme,
mejor es que viváis vos.

MITRÍDATES
Eso no permita Dios.
Vengan primero a matarme,
Redondilla
y ¡ojalá pudiera ser
1375
que me transformara en ti,
porque, matándome a mí,
te pudiera defender!
Redondilla
Que es mi amor tan excesivo,
que, si por ti me matara,
1380
pienso que resucitara
con saber que estabas vivo.

CIRO
Redondilla
Padre, retiraos allí:
mirad que se acercan ya.

(EVANDRO, FINEO y soldados.)

EVANDRO
Aquí suenan.

CIRO
Y aquí está
1385
quien buscáis.......

EVANDRO
¿Es Ciro?

CIRO
Sí.

EVANDRO
Redondilla
¡Muera!

MITRÍDATES
¡Ay, hijo de mi vida!
(Riñen.)
(Aparte.)
¿Cómo te diré quién eres
antes que mueras, pues mueres?

FINEO
¿Tienes, hombre, revestida
Redondilla
1390
la furia de Flegetonte,
en ese pecho?

CIRO
¡Villanos,
mal conocéis estas manos!

(Mételos a cuchilladas.)

MITRÍDATES
Huyendo van por el monte.
Romance (tirada)
¿Quién pensara tal valor?

(Dentro.)

FINEO
1395
¡Padre, muerto soy!

MITRÍDATES
Fineo
es aquél. No es éste Ciro.
Marte, de su quinto cielo
debió de bajar armado
de diamante. Ya no siento
1400
las voces. ¡Ay de mí, triste?
¿Si por dicha Ciro es muerto?
¡Ciro!... Nadie me responde.
Sólo, de lástima, el eco
repite su amado nombre.
1405
Subir por el monte quiero.
¡Ánimo, caducas fuerzas!

(Súbese por el monte.)
(CIRO, sangriento, con la espada desnuda.)

CIRO
Tres de los villanos dejo
entre las peñas tendidos,
y los demás van huyendo.
1410
Herido estoy; pero poco.
Sólo de mi padre siento
la pena, porque habrá sido
la espada con que le han muerto.
¡Qué terrible obscuridad!
1415
Si ignorar pudiera el cielo
que no habían de matarme,
pensara que lo había hecho
por cubrir su gran teatro
de paños de luto negro.

(Dentro y lejos.)

BATO
1420
¡Ciro!...

CIRO
¿Qué voz es aquella?
Pensara que destos cerros
era pastor si mi nombre
no pronunciara tan presto.

(Dentro.)

MITRÍDATES
¡Ciro!

CIRO
Otra voz diferente:
1425
que es de mi padre sospecho.
Por acá, por acá, padre.
No responde: mi deseo
debió de burlarme.

(Dentro y lejos.)

FILIS
¡Ciro!...

CIRO
¡Júpiter santo! ¿Qué es esto?
1430
Parece voz de mujer,
y si el alma no hace enredos
(porque no es mujer el alma,
si en el nombre, no en los hechos),
Filis es la que me llama.
1435
¡Qué pensamiento tan necio!
¡En un monte... a media noche!

(Dentro.)

FILIS
¡Ciro!...

CIRO
Más cerca la siento.
Décima
Quiero responder. ¿Quién es?
¿Quién llama a Ciro?

(Salen por tres partes a un tiempo, FILIS, MITRÍDATES y BATO.)

FILIS
Yo.

MITRÍDATES
Yo.

BATO
1440
Yo.

CIRO
¡Cielos! ¿Quién respondió?

FILIS
Yo soy.

CIRO
¡Filis!

FILIS
¿No me ves?

MITRÍDATES
Si hay para un padre después
brazos, aquí estoy contigo.

CIRO
¡Padre!...

BATO
Y después un amigo.

CIRO
1445
¡Bato! ¿Es posible que os veo,
o es burla de mi deseo
que los tres estéis conmigo?

FILIS
Décima
¡Ay, mi bien! ¿Herido estás?

CIRO
De tu amor, Filis hermosa.

FILIS
1450
No de balde tu dichosa
presencia, ¡oh Ciro!, me das;
pero pudiendo ser más
entre enemigos tan fieros,
que el eco de sus aceros
1455
llevaba el aire al oído,
dichosa desdicha ha sido.

CIRO
¡Ay, bellísimos luceros!
Décima
Cese el aljófar que os baña;
que más me podréis vencer
1460
que los que pueden volver
con más gente a la montaña.
Aún pienso que amor me engaña;
que cuando tu voz oí,
que era el alma presumí,
1465
que con la imaginación,
hurtando a tu voz el son,
hablaba dentro de mí.
Décima
¿Cómo vienes desta suerte?

FILIS
Llevando a Bato por norte,
1470
me llevaban a la corte,
Ciro, las ansias de verte.
Era el estruendo tan fuerte
de las armas y las voces
de tus contrarios atroces,
1475
que en hielo me transformaron,
y aun pienso que se espantaron
los animales feroces.
Décima
Y si en aquesta ocasión
vives, yo pienso que fue
1480
porque tu vida pasé
desde el campo al corazón;
que entre aquella confusión,
fiero y bárbaro tropel
de tanta gente cruel,
1485
con el alma enternecida,
dije: «Aquí estará su vida,
y me matarán por él.»

CIRO
Décima
Con este favor, mi bien,
que amor trujo a mis oídos,
1490
los que huyeron, van vencidos;
los demás, muertos se ven.
Pero pelear tan bien
no fue mucha valentía
si Filis me defendía;
1495
que si más cerca llegara,
con los ojos los matara,
y yo descansar podía.
Romance (tirada)
Padre, gran pena me distes.

MITRÍDATES
Ninguna a mi pena iguala,
1500
ni pensé volverte a ver,
perdido por la montaña.

CIRO
Bato amigo, mucho debo
a tu amor.

BATO
Si me le pagas,
claro está que no le debes.

FILIS
1505
¡Ay de mí! Gente con armas
discurre el monte.

BATO
Ellos vuelven.
Huyamos, Ciro.

CIRO
Esta espada
no sabe huir. Todos juntos
os poned a mis espaldas.

(ARPAGO y soldados.)

ARPAGO
1510
Pisando voy cuerpos muertos,
que la misma luz del alba
nos enseña por las sendas.

UN SOLDADO
Sangrientas están las ramas.

ARPAGO
¡Ay de mí si es muerto Ciro!

CIRO
1515
(Aparte a FILIS.)
¡Ay, Filis, gran mal me aguarda!
Arpago, tu hermano, es éste.
Detrás destas altas hayas
es fuerza que os escondáis.

FILIS
(Aparte.)
¿No estás, fortuna, cansada
1520
de perseguirme?

BATO
(Aparte.)
Señora,
no temas aunque haya causa;
que quien ha muerto a los otros
se dará tan buena maña
que hará de aquéstos lo mismo.

(Retíranse FILIS, MITRÍDATES y BATO.)

CIRO
1525
Arpago, yo soy. ¿Qué aguardas?

ARPAGO
Esperaba a conocerte;
que tan poco a poco baja
el alba, que se ve apenas
si es la noche o la mañana.

CIRO
1530
Si a matarme vienes, ¿cómo
tienes la espada en la vaina?

ARPAGO
No vengo a matarte, Ciro:
Ciro, en que he sido repara
quien dos veces te dió vida
1535
a costa de sus entrañas.
Retiraos todos.

CIRO
¿Qué dices?

(Retíranse los soldados.)

ARPAGO
Que escuches la historia larga
de tu vida y mi desdicha.

CIRO
Dime, Arpago, si me engañas,
1540
porque no, será valor.

ARPAGO
Antes que del monte salgas
sabrás si te engaño: escucha.

CIRO
Yo escucho en tu confianza,
pero más en mi virtud;
1545
porque, si a traición me matas,
volveré del otro mundo
y sabré tomar venganza.

ARPAGO
Ciro valiente, de quien
pende la corona toda
1550
del Asia, aunque te quitaban
con la vida la corona,
ya no es tiempo de callar;
que cuando la verdad sobra,
aunque rompa mi palabra,
1555
más que me infama, me honra.
No es la causa que yo tengo
para vengarme tan poca;
que no pedirá palabras
quien hace tan malas obras.
1560
El cielo me manda hablarte,
que rompérsela no importa;
antes el cielo se sirve
de que a un tirano la rompa.
El rey Astiages, de Media,
1565
tuvo por hija la hermosa
Mandane, de cuyo vientre
soñó que con verdes hojas,
entre fértiles racimos,
salía una vid frondosa
1570
que toda el Asia cubría,
por cuyo temor se informa
de los sabios que en su reino
guarnecen talares togas.
Todos dicen que su hija,
1575
y unánimes se conforman,
pariría un bello infante,
que con fuerzas belicosas
el reino le quitaría;
y de suerte el Rey se asombra,
1580
que en Persia casa a Mandane
con la más pobre persona,
aunque noble, que halló en Persia,
pensando que al cielo estorba
el poder, a quien están
1585
sujetas todas las cosas.
Pero no hay fuerzas humanas
que a las divinas se opongan:
antes, resistido el cielo,
a más rigor se provoca.
1590
Preñada Mandane, el Rey
la vuelve a su casa, y toma
el niño que della nace,
y a su marido la torna.
Este me entrega, y me manda
1595
¡qué crueldad! que en una sola
selva le deje a las fieras,
que le devoren y coman.
No quise yo ser verdugo
de un ángel; que galardona
1600
la piedad el cielo, tanto
la inocencia le enamora.
Con esto, aquel mismo día
con tierno llanto le arroja
mi ganadero a las fieras;
1605
después le vuelve a su choza,
donde por suyo le cría,
en cuya rústica ropa
aquel ánimo real
no de otra manera brota
1610
(volviendo en coturnos de oro
las que eran abarcas toscas)
que del conducto la fuente,
por la superficie rota,
bullendo las arenillas,
1615
revienta menudo aljófar.
Este fuiste, fuerte Ciro,
que de burlas rey te nombras,
porque te enseñaba el cielo
que a las veras te dispongas.
1620
Astiages, viéndote vivo,
de tal manera se enoja,
que me convida a comer,
¡ay, Dios!, con alma traidora.
Como, y después me pregunta
1625
si fue espléndida y sabrosa
la comida; yo, ignorante,
le agradezco tantas honras.
Enséñame luego... ¡Ay, cielo!
¡Qué lágrimas y congojas
1630
el prólogo quieren ser
de mi tragedia llorosa!
Me enseña, dije... ¡Ay de mí!
¿Cómo diré? ¿De qué forma?
En una sangrienta fuente
1635
vi la cabeza amorosa,
pies y manos de mi hijo.
Tanto mueve y alborota
el alma ver que su cuerpo
su mismo padre le coma.
1640
En mi llanto y en su sangre
mis tiernos ojos se mojan,
por ver si pueden lavar
la misma engañada boca.
Volví el ser que di a mi hijo
1645
a mi ser, como quien cobra
lo que ha dado, y de mi carne
se aumenta mi carne propia.
Así me dijo: «En tu hijo
tomar venganza me toca
1650
de no haberme obedecido,
pues vive mi nieto agora.»
¿Qué león de Albania, qué sierpe
de Libia, qué tigre, qué onza
hiciera tan gran crueldad
1655
cuando los hijos le roban?
Disimulé cuanto pude,
y el Rey, con falsas lisonjas,
te deja volver al monte
para que sus peñas, sordas
1660
y mudas, fuesen testigos
de tu muerte lastimosa.
Apenas lo supe, Ciro,
cuando quiere que socorra
dos veces tu vida el cielo;
1665
pero cuando ya la aurora
abre las puertas al día,
veo en la florida alfombra
del monte tres hombres muertos,
y esa mano vencedora
1670
de la crueldad de tu abuelo.
Vuelve, Ciro, a la memoria
tus agravios; que los cielos
con su mano poderosa
le defienden, y te llaman
1675
al hecho de mayor gloria
que en eterno bronce anima
de la alta fama la trompa.
Honra a tu madre Mandane,
tu imperio heredado cobra
1680
de quien mil veces te ha muerto
con fieras, hierro y ponzoña.
Aunque para no matarte
defenderte el cielo sobra;
que es querer matar en él
1685
del sol la dorada antorcha.
Consagra al templo inmortal
esta verdadera historia;
tu mismo imperio restaura,
tu frente de lauro adorna.
1690
Yo te ayudaré. ¿Qué esperas?
Pelea, mata, despoja,
atropella, venga, rinde,
tala, quema, vence, roba;
rey te llama, gente junta,
1695
las banderas enarbola.
Valor tienes, di quién eres;
que Dios te dará victoria.

CIRO
Décima
¡Notable historia! Y tan llena
de prodigios, que me ha dado
1700
contento como cuidado,
y como esperanza pena.
Lo que Júpiter ordena,
resistir intenta en vano,
la más poderosa mano;
1705
porque es mortal desatino
contra el decreto divino
oponerse intento humano.
Décima
No sin causa me ponía
el alma en el pensamiento
1710
ser rey; que este fingimiento
de aquella verdad nacía.
Esforzándose va el día;
si nos ven, perdido soy.
Palabra de rey te doy,
1715
si me ayudas, de vengarte,
escribiéndote en qué parte
gente levantando estoy.
Décima
Mi padre, aunque no lo ha sido,
y un amigo que venía
1720
conmigo, buscar quería,
que en el monte se han perdido;
que por eso, me despido
de ti con tanto recelo.
Dame tus brazos.

ARPAGO
El cielo
1725
confirme nuestra amistad.

CIRO
Tú verás mi voluntad.

ARPAGO
Tú mi favor.

CIRO
Tú mi celo.

ARPAGO
Décima
Seré tu esclavo.

CIRO
Tu amigo
seré yo.

ARPAGO
Mi rey serás.

CIRO
1730
Arpago, tu amigo es más,
y cumpliré lo que digo.

ARPAGO
Presto me veré contigo.

CIRO
Cielos, escríbase en vos
esta amistad de los dos.

ARPAGO
1735
Ya la guerra me provoca.

CIRO
Toca al arma.

ARPAGO
Al arma toca.

CIRO
Arpago, adiós.

ARPAGO
Ciro, adiós.


Acto III

FLORA y BATO, de soldado gracioso.

BATO
Redondilla
¿No vengo bizarro, Flora?

FLORA
Y galán tan singular,
1740
que te pudiera envidiar
el que lo fue de la aurora.
Redondilla
Bien es que en esta jornada
del más gallardo, presumas,
porque no hay galán sin plumas
1745
ni valiente sin espada.
Redondilla
A lo gallardo he pensado
que has de igualar el valor,
porque del ruin labrador
sale siempre el buen soldado.
Redondilla
1750
Entre cuanta gente viene
por varias partes a Ciro,
sólo te alabo y te admiro
de cuantos soldados tiene.

BATO
Redondilla
Díceslo, Flora, burlando;
1755
mas, pues ya no puede ser
que a Ciro puedas querer,
que me quieres voy pensando.
Redondilla
Ya Ciro es rey, ya gobierna
ejércitos, no ganados;
1760
ya camina entro soldados
a conquistar fama eterna.
Redondilla
Ya, en vez del rudo jumento,
feroz caballo corrige
con duro freno, y le rige
1765
entre la tierra y el viento.
Redondilla
Ya no hay bueyes que administre
la aguijada del arado;
armas viste, y fresno herrado
pasa de la cuja al ristre.
Redondilla
1770
Con esto, de las crueldades
de su abuelo se defiende:
imperios Ciro pretende,
no labranzas ni heredades.
Redondilla
No busca Ciro las tierras
1775
donde los ganados pacen;
que las majestades nacen
enseñadas a las guerras.
Redondilla
Ya, con más altos intentos,
aspira a reinar, no a ti:
1780
quiéreme tú, Flora, a mí,
y juntemos pensamientos.
Redondilla
Llevaréte, si me quieres,
al lado por esas guerras;
verás mares, verás tierras,
1785
que es condición de mujeres.
Redondilla
Ea, ¿qué lo estás pensando?
Que Filis, con ser quien es,
a Ciro sigue después
que ha visto a Ciro reinando.
Redondilla
1790
Y tenemos copia inmensa
contra el viejo Rey cruel,
aunque nos han dicho que él
no se duerme, en la defensa.
Redondilla
Que sabiendo que vivía
1795
su nieto, y que gente armaba,
del Júpiter blasfemaba
y a Arpago matar quería.
Redondilla
Y así, de varias naciones
tan grande campo ha formado,
1800
que cubre el más dilatado
de banderas y escuadrones.
Redondilla
Pero de Ciro el valor
tan animoso le espera,
que no pienso que pudiera
1805
ser el de Marte mayor.

FLORA
Redondilla
Yo, Bato, desengañada
de que era bárbara ley
querer un nieto de un rey,
entre estos montes criada,
Redondilla
1810
de pensamientos mudé;
que era loca fantasía,
y aquel amor que tenía,
como se vino se fue.
Redondilla
Ni de ti ni de otro alguno
1815
de cuantos Dios ha criado,
estimaré su cuidado,
ni le tendré de ninguno.
Redondilla
Hayan los hombres nacido
en buen hora, cuantos fueren,
1820
para quien ellos quisieren;
logren su amor o su olvido;
Redondilla
que yo los doy desde aquí
a las que no los conocen,
y muchos años los gocen
1825
sin darme celos a mí.
Redondilla
Siempre nos causen desvelos
los firmes y los más justos:
¡mal año para sus gustos
si tengo de ver mis celos!

(Vase.)

BATO
Redondilla
1830
Dejarás de ser mujer,
serás piedra, y no persona;
que la más fuerte amazona
hombres hubo menester.
Redondilla
Mas ya nuestro Marte miro,
1835
que con la divina rama
del sol su gente le aclama
por rey.

(Tocan cajas dentro.)
(CIRO, con laurel; FILIS, en hábito corto; MITRÍDATES, SOLDADOS y MÚSICOS.)

SOLDADOS
¡Rey Ciro, rey Ciro!

MÚSICOS
Romance (tirada)
(Cantando.)
Coronad, soldados,
la ilustre cabeza
1840
del valiente Ciro,
nuevo rey de Persia.
¡Al arma, al arma, al arma; guerra, guerra!
Toca la caja, y ríndase la tierra.

(Tocan la caja a rebato.)

CIRO
No desdice a mi laurel
1845
la música, pues se cuenta
de Aquiles que se incitaba
con la música a la guerra.
Por incapaz el caballo
del dulce son de las cuerdas,
1850
al de la caja se anima,
y a la voz de la trompeta.

MÚSICOS
¡Al arma, al arma, al arma; guerra, guerra!
Toca la caja, y ríndase la tierra.

FILIS
Bien pareces laureado;
1855
pero no sé cómo pueda
pensar que me ha estado bien,
Ciro, tu inmensa grandeza.
Alégrame de mirarte
príncipe de Persia y Media,
1860
y de ver que con justicia
tan grande imperio pretendas;
el aplauso que te han dado
las escuadras que gobiernas,
la fama de tus principios,
1865
las armas de tus banderas;
pero no puedo alegrarme
que contra mí te engrandezcas.
Reina me hiciste en las burlas
para no serlo en las veras.

CIRO
1870
Filis, aquel mismo soy
que antes de ser rey; no temas;
que obligaciones honradas
son en las almas eternas.
Bajos pensamientos tiene
1875
quien los amigos desprecia
que tuvo cuando era humilde,
por vanidad y soberbia.
Para mí siempre serás
lo que fuiste.

FILIS
No desea
1880
mi alma tus reinos, Ciro;
tú solo en mi pecho reinas.

CIRO
Mitrídates...

MITRÍDATES
Hijo mío...
Perdona, que no quisiera
perder aquel nombre amado
1885
que trasladaron las fieras
a mis entrañas el día
que pude librarte dellas.

CIRO
Esta carta al Rey, mi abuelo,
escribo para que crea
1890
el ánimo con que estoy.
Tú la has de llevar.

MITRÍDATES
Mis fuerzas
ya no son para embajadas.
A un soldado la encomienda
que tenga tanto valor.

BATO
1895
Aunque locura parezca,
yo se la pondré en las manos.

CIRO
Pues ¿qué dirán si la lleva
hombre como tú?

BATO
Señor,
los avisos de la guerra
1900
no requieren calidades,
sino personas resueltas.
Yo soy loco, y le daré
la carta, cuando el Rey fuera
Júpiter.

CIRO
Pues parte, Bato,
1905
adonde las cajas suenan,
y ten buen ánimo.

BATO
Basta
que a tu valor me parezca.
Hoy no volveré con vida,
o te traeré la respuesta.

(Vase.)

CIRO
1910
Bella Filis, ven conmigo:
verás la gallarda muestra
que hoy he mandado que haga
mi ejército en tu presencia.

FILIS
Los cielos te den victoria.

CIRO
1915
Llevándote por estrella,
es poco ganar un mundo.
¡Hola, capitán! Apresta
un caballo.

CAPITÁN
Ya te aguarda
con paramentos de tela.

CIRO
1920
Mi virtud es mi fortuna;
que la virtud no se hereda.

(Vanse.)
(El REY y ARPAGO.)

REY
Redondilla
¿Qué muestra tanto valor?

ARPAGO
Partí, señor, a la aldea,
patria, si es bien que lo sea,
1925
de aquel monstruo labrador;
Redondilla
y antes, señor, de llegar,
sonaba de la manera
el estruendo, como altera
montes de espumas del mar.
Redondilla
1930
Pregunté a un pastor que hallé,
del estruendo la ocasión,
y díjome: «Este escuadrón
que mal formado se ve,
Redondilla
es la gente del rey Ciro,
1935
que de varias partes viene.»
¿Ciro, respondí, previene
gente? Su locura admiro.
Redondilla
Pues un villano, ¿a qué efeto,
que ayer ovejas guardó?»
1940
«No es villano, replicó;
que es del rey Astiages nieto.»
Redondilla
Su historia le ha referido
un hombre que le ha criado.
Temióse apenas formado;
1945
¿qué hará después de nacido?
Redondilla
Que si antes de ser su ser
le da el ser temor igual,
después de ser, y ser tal,
¿querrá que deje de ser?
Redondilla
1950
De su poder engañado,
piensa que el del cielo excede,
porque aun el cielo no puede
quitar el ser que no ha dado.»
Redondilla
Entro en el lugar, y veo
1955
las flautas vueltas templadas
cajas, lanzas las azadas,
y el cavar, galán paseo.
Redondilla
Hallo a Ciro, finalmente,
entre estas bárbaras sumas,
1960
más coronado de plumas
que de laureles la frente;
Redondilla
y hablándole de tu parte,
le digo cómo desea
tu amor que el reino posea,
1965
dándole a Dario su parte.
Redondilla
Dice con vana arrogancia
dos mil locuras, señor;
y es repetirlas error,
porque no son de importancia.
Redondilla
1970
No le espantas general
desta empresa.

(Un CRIADO.)

CRIADO
Aquí, señor,
un rústico embajador,
a quien le despacha igual,
Redondilla
trae una carta de Ciro.

REY
1975
Dile que entre.

(Yendo a avisar.)

CRIADO
Entrad.

(Sale BATO.)

BATO
(Aparte.)
No sé
si pida silla, que en pie
al Rey con Arpago miro.
Redondilla
Mas no será maravilla
la que el jumento me dió;
1980
que muchos hay como yo,
que pasan de albarda a silla.

REY
Redondilla
¡Buen soldado!

ARPAGO
Desta traza,
deste talle, desta ley
son los demás.

BATO
Señor Rey...

REY
1985
Hablad.

BATO
(Aparte.)
Todo me embaraza.

REY
Redondilla
Dejad la espada, y decid.

BATO
Vueso nieto, que Dios guarde,
me dió esta carta ayer tarde.

REY
En lo demás proseguid.

BATO
Redondilla
1990
Lo demás se me ha olvidado;
pero todo viene ahí.

REY
¿Sois soldado?

BATO
Señor, sí.

REY
Y ¿ha mucho que sois soldado?

BATO
Redondilla
Soldado y embajador
1995
soy desde ayer.

ARPAGO
(Aparte a BATO.)
¿Para mí
traes alguna carta?

BATO
Sí;
luego os la daré, señor.

REY
Redondilla
(Lee.)
«Ciro a su abuelo.» ¡Arrogante
título! «Tu gran crueldad
2000
(que no hay hombre ni deidad
que en cielo y tierra no espante,
Redondilla
Pues antes de tener vida
me la quisiste quitar)
me obliga asolicitar
2005
verla de ti defendida.
Redondilla
Para esto, y no perder
el reino de mis pasados,
hice levas de soldados
contra tu injusto poder.
Redondilla
2010
El dinero que traía
de Persia tu tesorero
tomé, porque es lo primero
que mayor falta me hacía.
Redondilla
Verdad es que le dejé
2015
luego un resguardo firmado
de cómo estaba bien dado,
y que a cuenta lo tomé
Redondilla
de lo que he de haber; que en todo
es bien la cuenta y razón.»

BATO
2020
Y a mí en la misma ocasión
me lo dijo dese modo.
Redondilla
es Ciro muy puntual.

REY
¡Mi tesoro! Hoy le destruyo.

BATO
De lo que no fuere suyo
2025
no ha de tomar un real.

REY
Redondilla
(Lee.)
«Si quieres, como mi abuelo,
Volverme el reino que es mío
(que matarme es desvarío
cuando me defiende el cielo),
Redondilla
2030
yo te prometo de darte,
y como rey lo prometo,
donde vivas con secreto,
de mi reino alguna parte.»
Redondilla
Torres en el viento labra.

BATO
2035
¿Oye, señor?

REY
Hombre, di.

BATO
Todo lo que viene ahí
me lo dijo de palabra.

REY
Redondilla
Si mandarte castigar
mi grandeza permitiera,
2040
villano, tu muerte fuera
la que te hiciera callar.

ARPAGO
Redondilla
Señor, si a tan vil sujeto
humillas la majestad,
la suprema autoridad
2045
padecerá indigno efeto.
Redondilla
¿Qué gentil Héctor, qué Aquiles,
qué rey de los animales
ensangrentó las reales
uñas en las liebres viles?
Redondilla
2050
Demás de ser labrador
y desigual enemigo,
le reservan del castigo
las leyes de embajador.
Redondilla
Cause risa a tu grandeza
2055
ver los soldados que tiene
Ciro, pues éste a dar viene
la muestra de su bajeza.

REY
Redondilla
Arpago, no le imagines
tan vil; que de no temer
2060
los principios, suelen ser
tan desdichados las fines.
Redondilla
Que, aunque no es Aquiles griego
para ponerme desmayo,
de un vapor se engendra un rayo,
2065
y de una centella un fuego.
Redondilla
tú, villano, vete, y di
que yo mismo a verle voy.

BATO
Capitán de Ciro soy
aunque villano nací,
Redondilla
2070
y por allá nos veremos;
que de la hoz a la espada
no es muy larga la jornada,
aunque parezcan extremos.
Redondilla
No os fiéis en escuadrones;
2075
que hay mancebo por allá,
que con la honda os hará
ir trompicando terrones;
Redondilla
Porque si Ciro tuviera
cuatro mozos como yo,
2080
no digo este imperio, no,
mas toda el Asia rindiera.
Redondilla
Que es imposible criar
tantos ejércitos vos
como puede matar Dios,
2085
y yo ayudarle a matar.
Redondilla
Sólo de haberme mirado
Ciro he quedado tan fuerte,
que puedo matar la muerte
si fuese vuestro soldado.
Redondilla
2090
¿Penséis que viene enseñado
este fuerte capitán
al regalado faisán
y al vino aromatizado?
Redondilla
¡Vive Dios, si no le dais
2095
el reino y restituís!...

REY
¡Dioses! ¿Aquesto sufrís?
¿En qué entendéis? ¿Dónde estáis?
Redondilla
Blasfemo de vuestro nombre.
¡A mí un villano!...

ARPAGO
Señor,
2100
que es loco y embajador.

REY
¿Qué importa matar un hombre?

BATO
Redondilla
Téngase allá todo, rey;
que no me envían a mí
para que me mate así.

REY
2105
Válgale, Arpago, la ley,
Redondilla
no de embajador, de loco.
Di, villano, al otro infame
que mi nieto no se llame;
que a más furor me provoco.
Redondilla
2110
Y que me espere: verá
quién es rey y quién traidor.

BATO
Ya no es Ciro labrador;
rey es Ciro, y rey será.

(Vanse.)
(ALBANO, SILVIO, RISELO y CIRO.)
(Dentro.)

ALBANO
Romance (tirada)
¡Válgate Júpiter santo!

(Dentro.)

SILVIO
2115
Tan presto se levantó
que pienso que no ha caído.

(Dentro.)

RISELO
No hay pájaro tan veloz.

(Dentro.)

CIRO
Paso; no es nada, soldados.
Bueno estoy, no hagáis rumor.

(CIRO y FILIS.)

FILIS
2120
¡Mal agüero!

CIRO
Si es agüero
no para mí.

FILIS
¿Cómo no?
Caer, corriendo un caballo,
cuando con tanta atención
te aplauden y aclaman rey
2125
tus soldados a una voz,
¿No es agüero de caer
del puesto a que te subió
tu fortuna?

CIRO
Espera, Filis;
que a ver si es agüero voy.

(Vase.)
(ALBANO, RISELO, SILVIO y soldados.)

ALBANO
2130
Donde al furioso caballo
le detuvo el resplandor
de las espadas (que, huyendo,
tan velozmente corrió
que no se quejaba el prado
2135
que le lastimase flor
(tanto pueda aún en un bruto
librarse de la prisión),
bañado en sudor el cuerpo
de aquella furiosa acción,
2140
y el freno de espuma y sangre),
el fuerte Ciro llegó.

RISELO
La espada saca.

FILIS
¿A qué efeto?

SILVIO
Las dos piernas le cortó,
con aire y airada mano,
2145
de un revés.

ALBANO
¡Bravo rigor!

RISELO
Sentóse en tierra sin ellas
el que las puso mejor
al parar en la carrera.

SILVIO
Y el animal que formó
2150
Naturaleza más bello
para dar envidia al sol;
porque, a tenerle su carro,
no despeñara a Faetón.

(CIRO y MITRÍDATES.)

CIRO
Ya, vasallos, el agüero
2155
en mi caballo cayó:
tal es el temor y engaño
de la humana condición.
Él es muerto y yo soy vivo:
conque el agüero cesó;
2160
que no hay fortuna contraria
que no la venza el valor.

MITRÍDATES
Conozco y todos conocen
tu valiente corazón;
pero cuando avisa el cielo,
2165
¿quien no ha de tener temor?
¿Qué rey murió sin cometa?
¿A qué fatal destrucción
no precedieron presagios?
¿Qué infante en el pecho habló
2170
que no sucediesen guerras?

CIRO
Pues, padre, en la guerra estoy.

(BATO.)

BATO
Dame tus Reales pies,
Capitán, cuyo blasón
ya le temen los dos polos.

CIRO
2175
¡Oh, Bato, mi embajador!
¿Diste la carta al tirano
de mi vida?

BATO
Y respondió,
con injuria de los dioses,
que dará satisfacción
2180
presto a tu loca arrogancia.
Pero ¡mira cómo Dios,
cuando los hombres castiga
por algún notable error,
les ciega el entendimiento!
2185
Pues la memoria perdió
del hijo muerto de Arpago,
y vienen juntos los dos,
fiándole la más parte
del ejército, que yo
2190
vi formar en escuadrones,
que pudiera dar temor
a los feroces gigantes
de la torre de Nembrot.

FILIS
¡Oh, fuerte Ciro! No esperes
2195
este primero furor.
Retira tu gente adonde
puedas con la dilación
hace mayor tu defensa
y su peligro menor.

CIRO
2200
Por mirar a un caballero
que de un caballo feroz
se apea, no te respondo.
De paz las señales son.

FILIS
¡Ay, Ciro! Mi hermano es éste.
2205
Escóndete.

(Retírase FILIS.)
(ARPAGO.)

CIRO
¿Qué ocasión
te la ha dado, noble Arpago,
para hacerme este favor?

ARPAGO
Octava real
El Rey tu abuelo, Ciro valeroso,
no sólo airado de que no eres muerto,
2210
mas de entender que intentas animoso
de dalle la batalla a campo abierto;
con saber que del tuyo numeroso
el dilatado monte está cubierto,
por ser bisoña gente, determina
2215
ver a qué parte Júpiter se inclina.
Octava real
Y ardiendo en ira de que tú dijeses
que una parte del reino le darías
en que viviese luego que rey fueses
pues el justo respeto le perdías,
2220
como de espigas las doradas mieses
de Julio miran los postreros días,
cubrió los campos de la gente propia,
conducida a la gente de Etiopía.
Octava real
Treinta mil hombre tuvo en breve plazo,
2225
de a caballo los diez, de a pie los veinte,
de alfanje al lado y arco persa al brazo,
o el fresno al ristre del arnés luciente.
Las varias plumas en diverso lazo
compiten a la fénix del Oriente;
2230
de suerte que, confusas las colores,
parecen campos de diversas flores.
Octava real
Como primero que a la blanca aurora
enrubie el sol las cándidas guedejas,
de sus vivientes átomos colora
2235
los blandos aires escuadrón de abejas,
así a la voz del atambor sonora
y a la trompa marcial marchan parejas
las armadas hileras, y el sol mira
en cada morrïón un sol mentira.
Octava real
2240
De fogosos alígeros bridones,
que la máquina elevan corpulenta,
encintan lazos, crines y cordones;
que al más bruto animal la gala alienta:
y tan iguales van los escuadrones,
2245
que donde aquél levanta el pie, le siente
el que le sigue con destreza tanta,
que no cubre más tierra que la planta.
Octava real
En medio, las banderas son el alma
deste cuerpo que digo, donde el viento,
2250
cuando respeta las divisas, calma,
y luego las convierte en su elemento.
El Rey detrás, como al verde palma
resiste al tiempo, de su ley exento;
que la venganza, si en los años crece,
2255
la más caduca edad rejuvenece.
Octava real
Por no cansarte, digo que pudiera
el Rey de Media conquistar a Troya,
si con Agamenón a recia fuera
por la venganza de la hurtada joya.
2260
No es inconstancia la que el alma altera;
que la mitad del corazón apoya
nuestra amistad, sino saber que es cierto
que no te has de librar de preso o muerto.
Octava real
Esto será, si esperas enemigo
2265
tan poderoso con tan flaca gente;
que yo sólo podré morir contigo
cuando tu pecho intrépido lo intente.
Será la fe de verdadero amigo
polo en que estribe amor eternamente,
2270
si en competencia del que sufre Atlante,
donde fuere cristal, seré diamante.
Octava real
Y porque en un estrago tan notable,
dicen que no ha de haber viva persona,
quiero llevar mi hermana donde entable
2275
justa defensa a lo que el Rey blasona;
porque es la guerra parca inexorable,
que a ninguno respeta ni perdona;
que si la pongo con defensa fuerte,
luego contigo abrazaré la muerte.

(Vase.)

BATO
Octava real
2280
Huye, señor; ¿qué esperas?

CIRO
No he sentido,
Bato, que venga el Rey tan poderoso;
siento la ausencia con temor de olvido
de aquel amor que conquisté dichoso.

ALBANO
¡Agora, Ciro, amor!

RISELO
¿Tienes sentido?

SILVIO
2285
Mira, señor, que es el huir forzoso.

CIRO
Dejadme solo aquí, porque recelo
que de vuestro temor se ofende el cielo.

(Vanse todos menos CIRO.)

CIRO
Romance (tirada)
Cuando la nave en el mar
con fiera tormenta surca
2290
los ondas, que con el viento
arenas y estrellas juntan,
¡Qué de varios pensamientos
en la bitácora turban
al piloto, que contempla
2295
tocada de imán la aguja!
¡Qué cuidadosa que sirve,
y por todas partes cruza,
más turbada que obediente,
la mal prevenida chusma!
2300
Cuál dice «amaina», cuál «vira»,
para que de presto acudan
a la troza, al chafaldete,
a la triza y a la amura,
entre los cables y amarras
2305
no hay cosa que no confunda
el temor, y no, aprovechan
filácigas ni ataduras.
Con remolinos pretende
el mar que la nave suba,
2310
a la que argentan estrellas,
por escalas de agua turbia;
hasta que, tranquilo el mar,
quiere el cielo que descubra
aquel brillador diamante
2315
que paz en la gavia anuncia;
y aquel celestial topacio
tiende la melena rubia,
formando círculos de oro
entre las nubes purpúreas.
2320
Así corre mi esperanza
con desesperada furia,
tormenta de pensamientos
en el mar de mis fortunas.
Sentémonos, pues, cuidados,
2325
porque no deis en la dura
tierra con el grave peso,
aunque hay valor que le sufra.
Hable el alma, que preside
a las potencias, e infunda
2330
su luz al entendimiento,
que oprimen sombras oscuras.
Apenas sueños despiertos
la imaginación confusa
fabrica por divertirme,
2335
cuando el temor me deslumbra.
(Suenan toques de cajas en el aire.)
¡Cajas de guerra! ¿Qué es esto,
que por la región segunda
tocan del aire, y los ecos
a los dos polos resultan?
2340
Las negras nubes se apartan
dando lugar que discurran
tropas de armados persianos,
que vanas sombras figuran.
Ya con lanzas, ya con rayos,
2345
ya con espadas desnudas,
unos con otros pelean.
Ya se esparcen..., ya se ocultan.
Allí suenan instrumentos,
en cuyos ecos pronuncian
2350
victoria los claros aires.
¡Qué confusiones, qué dudas!

(LA VOZ de una sombra.)

LA VOZ
Ciro, no esperes al Rey,
huye, que es mejor que huyas
que no que la vida pierdas.

CIRO
2355
Mucho mi valor injurias.
¿Quién eres?

LA VOZ
Tu padre soy.

CIRO
Con tu bajeza deslustras
la majestad de mi madre,
pues mi empresa dificultas.
2360
¡Mal haya el tirano abuelo,
que por temer, pues me escuchas,
le dio a tan bajo caballo
yegua de tanta hermosura!
que si me diera un Aquiles,
2365
¡viven las deidades sumas,
que aun ellas mismas no estaban
de mis hazañas seguras!
Si tuviera al sol por padre,
como por madre la luna,
2370
su fénix me viera el cielo
sin abrasarme la pluma.
¡Mal haya el tirano abuelo,
mal haya una vez y muchas
que un sátiro y una ninfa
2375
puso a una misma coyunda!
Naciera yo todo sol,
sin faltarme parte alguna,
con que, sin mojar los rayos,
bebiera del mar la espuma.
2380
Vete, sombra, a tu descanso,
vive la fúnebre tumba
de hombre vil, pues no mereces
como rey doradas urnas.

LA VOZ
Grandes desdichas te aguardan.

CIRO
2385
Mientras que la vida dura,
contra valor no hay desdicha.
Déjame, sombra importuna.
(Pasa un cometa por el teatro.)
¡Qué fiero cometa pasa!
todo parece que acusa
2390
mi temerario valor,
y es lo que más me disculpa,
parece que allí me nombra,
entre sangrientas angustias,
el hijo de Arpago muerto.
2395
¿Qué cosa, cielos, más justa
que vengar un inocente?
Pues, valor, o muere o triunfa.
Dios penetra pensamientos,
Dios los corazones juzga,
2400
y a quien las vidas quitare,
Dios le quitará la suya.

(FILIS, en corto, con espada, botas y espuelas, y soldados.)

FILIS
Décima
Ciro, de mi hermano huyendo
porque no me hallase, fui
alejándo de ti
2405
y acercándome volviendo.
Él se fue ya, presumiendo
que me volví de temor
a la corte, y no era error
si yo la vida estimara:
2410
pero no hay cosa tan cara
que no la desprecie amor.

CIRO
Décima
Filis, de tanta firmeza
no sé yo qué gracias darte.
Yo soy en la guerra Marte,
2415
tú Venus en la belleza.
Coronaré tu cabeza
si la victoria me dan
los cielos.

FILIS
Pienso que están
contrarios a tu fortuna,
2420
si puede temer alguna
tan ilustre capitán.
Décima
El Rey viene poderoso,
cajas y trompetas suenan;
todos el valor condenan
2425
con que esperas animoso.
El retirarte es forzoso
hasta prevenir mejor
quien esfuerce tu valor.

CIRO
Filis, agravio me hicieras
2430
si tal consejo me dieras
menos que con tanto amor.
Décima
Las cajas se acercan ya:
yo voy a ordenar mi gente.

FILIS
Oye.

CIRO
Déjame.

FILIS
Detente:
2435
tu vida en peligro está.

CIRO
El cielo la guardará.

FILIS
Muévate, Ciro, mi amor.

CIRO
No puedo más.

FILIS
¡Qué rigor!

CIRO
Filis, morir o vencer;
2440
porque es imposible haber
desdicha contra el valor.

FILIS
Décima
¡Oh amor! ¿Cómo temes tanto
siendo todo corazón?

CIRO
Suspende, que no es razón,
2445
Filis, amorosa, el llanto.

FILIS
No puedo decirte cuánto
tengo en los ojos impresos
tus atrevidos excesos.

CIRO
Quejaréme ¡oh luces bellas!
2450
que quieran vuestras estrellas
pronosticar mis sucesos.

FILIS
Décima
Si fueras, señor, tan mío
como yo tu esclava soy,
ya sé que dejaras hoy
2455
ese loco desvarío.

CIRO
Con justa razón confío.

FILIS
Sin ella, muerte me das.

CIRO
¿Puedo ya volver atrás
en hechos malos o buenos?
2460
Déjame intentar lo menos,
que el cielo hará lo demás.
Décima
Soldados, hoy quiero ver.
(Saca la espada.)
Lo que me habéis prometido.
No os espanto que haya sido
2465
del Rey mayor el poder.
Yo he de morir o vencer:
llevad siempre en la memoria
la fama, el triunfo, la gloria
de la alta empresa que sigo;
2470
que un poderoso enemigo
hace mayor la victoria.

(Tocan y dase la batalla, huyendo los soldados de CIRO de los del REY, y éntranse.)
(FILIS y BATO.)
(Dentro.)

CIRO
Romance (tirada)
¡Así dejáis vuestro rey
y vuestro amigo, traidores!
¿Así cumplís la palabra?
2475
¿Falta amor, la fe se rompe?
¡Cobardes, huyendo vais!

FILIS
¡Ay, Júpiter, que del monte,
cubierto de flechas, baja
Ciro entre peñas y robles!

BATO
2480
Su gente cobarde huye,
y él la sigue dando voces.
Cayó en tierra. ¿Si está herido?

(Sale CIRO con algunas flechas clavadas en la rodela.)

CIRO
Persas, ¿dónde vais sin orden?
Mataré...

FILIS
Detén la espada.
2485
Filis soy, ¿no me conoces?

CIRO
¡Oh Filis! Mi gente infame,
las espaldas vueltas, corre;
que nunca fueron las obras
a las palabras conformes.

FILIS
2490
¿Estás herido?

CIRO
No siento
heridas, sino traiciones.
Capitanes, yo soy Ciro;
cese la infame desorden:
soldados, yo soy el rey,
2495
vivo estoy: ¿qué os descompone?
Las mujeres os infaman
con afrentosas razones;
¿quién hay que oiga sus afrentas
y a la batalla no torne?

(ARPAGO y soldados.)

ARPAGO
2500
Ánimo, valiente Ciro,
que ya Arpago, te socorre;
mi gente paso a la tuya:
los escuadrones recoge;
que, aunque publica victoria
2505
el Rey, si al paso te pones
del monte, harás por lo menos
que no los rinda y despoje.

CIRO
¡Oh Arpago amigo, cumpliste
la palabra como noble!
2510
Aunque parezco vencido,
no lo estoy mientras informe
el alma esta vida. Tengo
justa esperanza en los dioses.
Dellos soy hijo; estas flechas
2515
te dirán que no soy hombre.
Diamantes tengo por alma
en pecho y manos de bronce,
ninguna dellas me ha herido,
Marte detuvo sus golpes;
2520
no pasan mortales flechas
a divinos corazones.
Mi gente vuelve; que, en fin,
no hay cosa que los provoque
como ver que las mujeres
2525
los afrenten y deshonren.
¡Ea, soldados, al arma!
¡Ah, cómo vuelven feroces!

ARPAGO
León capitán de liebres,
hará las liebres leones.

(Entranse. Tocan y vuélvese a dar la batalla, saliendo y entrando como suelen.)
(CIRO, el REY, ARPAGO, FILIS, con el rostro cubierto, MITRÍDATES, BATO y soldados.)

REY
Décima
2530
Midió mi soberbia el suelo.
La espada, Ciro, detén,
que no puede estarte bien
matar a tu mismo abuelo.
En vano se opone al cielo
2535
poder mortal; no me des
la muerte, pues ya no es
venganza, sino bajeza,
pues siendo yo tu cabeza,
me estás mirando a tus pies.

CIRO
Décima
2540
Levántate.

REY
Para estar
de rodillas.

CIRO
Eso no;
que ningún hombre venció
si no supo perdonar.

REY
Aun no me dejan hablar
2545
las lágrimas para darte
las gracias.

CIRO
Fuera olvidarte
de que antes me has obligado
rendido, porque me has dado
ocasión de perdonarte;
Décima
2550
porque es tan alta la gloria
de perdonarte vencido,
que hasta este punto no ha sido
verdadera la victoria.
Que puesto que la memoria
2555
de tus crueldades pedía
la pena que merecía,
¿cómo quitarte podré
aquella vida que fue
el principio de la mía?
Décima
2560
Casaste con hombre vil
mi madre porque lo fuera
el que della procediera,
que fue prevención sutil;
mas yo en su pecho gentil,
2565
como el alma lo sabía,
viendo que hombre vil nacía,
dejé la del padre aparte,
y sólo saqué la parte
que de mi madre tenía.
Décima
2570
Que aunque es en la formación
el padre primera forma,
Dios, que las almas informa,
trocó la primera acción
en su vientre. Tu intención
2575
tanto al cielo se declara,
que desde entonces me ampara;
porque, a no nacer a ley
de todo príncipe o rey,
allá dentro me quedara.
Décima
2580
De suerte que haberme dado
padre humilde entonces, es
más agravio que después
mi muerte solicitado.
En fin, lo que no me has dado,
2585
que es vida, abuelo, te doy;
vive, pues que vivo estoy;
no dejes de ser por mí,
pues finalmente por ti
soy todo aquello que soy.
Décima
2590
Para que pases la vida
una ciudad te daré
de mi reino, donde esté
tu persona bien servida,
y la mía defendida
2595
de algún loco desvarío;
que ya de ti no me fío,
porque estás a toda ley
más enseñado a ser Rey
que no a ser abuelo mío.
Décima
2600
¿Qué nombre a tus hechos das?
¿Qué historia, qué fama esperas,
pues hallé piedad en fieras,
y en tus entrañas jamás?
Pero con esto no más,
2605
por no ofender la esperanza
que te da mi confianza;
que, aunque el cuerpo no lo sienta,
el que de palabra afrenta,
toma del alma venganza.

REY
Romance (tirada)
2610
Yo daré con humildad
a tu imperio la obediencia
que verá el mundo.

CIRO
Ya, Arpago,
llegó ocasión a tus quejas,
pues no he vengado a tu hijo.

ARPAGO
2615
Antes agravio me hicieras
en no darme parte a mí
de la piedad y grandeza
con que has perdonado al Rey;
y te suplico que seas
2620
tan piadoso, que me des
de aquesta piedad la media
para que perdone al Rey.

CIRO
¡Palabras de tu nobleza!
¿Dónde está Filis?

BATO
Aquí,
2625
con esta banda cubierta.

FILIS
Yo soy tu esclava.

CIRO
Soldados,
la hermana de Arpago es reina.

FILIS
Pagaste mi amor.

ARPAGO
Y el mío.

CIRO
Y aquí dio fin el poeta,
2630
que aun vive para serviros,
a su historia verdadera
fiado en vuestro valor,
por que llamarse pudiera
Contra valor no hay desdicha,
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y el primero Rey de Persia.