Texto utilizado para esta edición digital:
Lope de Vega, Con su pan se lo coma, Emilio Cotarelo (ed.), Obras de Lope de Vega, IV: obras dramáticas. Madrid, RAE, 1917, pp. 295-334
Adaptación digital para EMOTHE:
- Durá Celma, Rosa (Artelope)
DIRIGIDA A LA ILUSTRÍSIMA SEÑORA DOÑA FRANCISCA SALVADOR
Como en la armas se conocen los dueños de las casas, y en las imágines de las puertas
los títulos de los templos, así conocerán en este principio los que vieren el nombre
de Vuestra Señoría Ilustrísima, cuyo soy todo: y con más propiedad, que en el divino
sagrado de su entendimiento me defendí de la detracción de aquellos a quien también
llamó Séneca vulgo. Confieso el atrevimiento, pero en alguna manera da licencia el
peligro para que, el que viene huyendo, pueda asirse del altar con el debido respeto.
No es esta la ocasión en que se ha de escribir y celebrar las excelentes partes de
tan único sujeto ni osar con tan humilde ofrecimiento tratar del ilustrísimo señor
don Andrés Roig, vicecanceller de Aragón, cuyo gobierno, con tanta satisfacción de
aquel reino y de toda España, es tan insigne, que, para mayor lugar, los remiten las
Musas a la cultura heroica de más alto estilo; pues, como los que deben, solo pretendo
con tan pequeño servicio entretener la paga. Dios guarde a Vuestra Señora Ilustrísima
muchos años, como sus criados deseamos.
Lope de Vega Carpio
FIGURAS DE LA COMEDIA
| FILARDO, viejo |
| FABIO, labrador |
| CELIO, labrador |
| INARDA, labradora |
| RAMIRO, rey de León |
| NUÑO, caballero |
| SANCHO, lacayo |
| ELVIRA, dama |
| CAZADOR DEL REY 1 |
| CAZADOR DEL REY 2 |
| CAZADOR DEL REY 3 |
| LAURETA, criada |
| TOMÉ, criado |
| SILVERIO, labrador |
| BELARDO, labrador |
| RISELO, labrador |
| FIDELIO, labrador |
| DAMÓN, labrador |
| [RICARDO] |
| MúSICOS, villanos |
| SOLDADO 1 |
| SOLDADO 2 |
| SOLDADO 3 |
| SOLDADO 4 |
| POR |
| PONCIANO, MAESTRESALA |
| CAMARERO |
| CABALLEROS |
| MANTENEDOR |
| PADRINOS |
| FLORO |
| AVENTURERO 1 |
| AVENTURERO 2 |
Acto I
Salen Filardo, viejo labrador, y Fabio y Celio, sus hijos
Filardo
Octava real
Queridos hijos, cuando un hombre trata
partirse de la tierra donde vive,
mientras que la partida se dilata,
las cosas necesarias apercibe.
5
Esta partida la vejez retrata,
adonde ya la anciana edad recibe
nuevas del fin que por la posta viene,
que el necio olvida y el sagaz previene.
Octava real
Yo os he criado en este monte, cerca
10
de la insigne León, honor de España,
en una quinta que, sin estar cerca,
humilde arroyo la defiende y baña.
Aquí, donde jamás la vida alterca
de la ambición, que tanto al hombre daña,
15
habéis de mis consejos aprendido
cuanto a la vuestra necesario ha sido.
Octava real
Yo me retiro a prevenir la muerte,
último fin de cuanto vive; en tanto,
oíd al blanco cisne, que os advierte
20
vuestro remedio en el postrero canto.
Ya fue ser labradores vuestra suerte,
y pues para vivir no os pone espanto
la esteva, el azadón, la hoz, los bueyes,
no envidiéis los palacios de los reyes.
Octava real
25
Por ningún caso ni suceso humano
mudéis el traje, el trato ni el oficio,
que en esta humilde, sosegado y llano
quiero que conservéis vuestro ejercicio.
Sus galas traiga el noble cortesano
30
entre el vulgar estrépito y bullicio;
vosotros el sayal con que os he dado
tan quieta vida entre un arroyo y prado.
Octava real
Si fuérades tan pobres que os hiciera
un vil jornal la costa de la vida,
35
justa disculpa el desterraros fuera
del nido y de la patria conocida;
pero si desde el campo hasta la era,
y desde el monte al valle, no hay que pida
vuestro deseo que no goce y tenga,
40
¿qué es menester que a las ciudades venga?
Octava real
Tendréis los dos cuarenta mil ducados;
partidos, bien podéis vivir con veinte;
lavaderos de lana hacéis los prados,
bajando las ovejas a la fuente.
45
De las mayores reses y ganados
ese monte, a los otros eminente,
parece que cubrís a manchas de oro,
desde la roja vaca al rubio toro.
Octava real
Son tantos por dehesas y por valles
50
vuestros criados, que no va más gente
por la ciudad en las pobladas calles
el día de fiesta, del trabajo ausente.
Buenos rostros tenéis y buenos talles,
buenos ingenios y ocasión presente
55
para vivir en paz. Esta os encargo;
vivid en breve patria tiempo largo.
Fabio
Octava real
Padre y señor, después que al sentimiento
de tu patria nos moviste a llanto,
si bien es prevención y pensamiento,
60
y más que ejecución discreto espanto,
ningún humano bien, desde el sustento,
hasta el oro, que el hombre estima en tanto,
nos puede dar contento, que a tu vida
como a principio nuestro estaba asida.
Octava real
65
Mi hermano y yo prestamos obediencia
a tu gusto, que es ley tan inviolable,
que, aunque llegase tu perpetua ausencia,
ha de guardar[se] con valor notable.
Ya tiene de nosotros experiencia
70
tu larga edad, un siglo venerable;
a descansar contento te retira,
y en nuestra condición tu imagen mira.
Celio
Octava real
Donde Fabio, señor, te ha prometido
justa obediencia, si excusarme puedo,
75
¿qué tengo de decir sino que he sido
quien de los dos más obligado quedo?
Con él a un mismo tiempo fui nacido;
ni me excede en edad ni yo le excedo;
esta igualdad nos hace hacer iguales.
Filardo
80
Esa gocéis por siglos inmortales.
Octava real
Dame los brazos, que ya el tiempo quiere
que me sirva de báculo la cama,
aunque lo sois los dos mientras difiere
la muerte el soplo de esta inútil llama.
Fabio
85
Tu vida el cielo, padre mío, prospere.
Filardo
Ya el seco tronco aquel humor derrama,
que le destila del amor el fuego.
Dios os dé paz; que la tengáis os ruego.
Váyase Filardo
Fabio
¿Ay, cielo, cuál me deja!
Celio
90
Y a mí rompida el alma, hermano Fabio,
Tú agora lo que importa me aconseja.
Fabio
Tú a mí mejor, que eres prudente y sabio.
Celio De cumplimientos nuestro amor aleja,
que será hacer a nuestra sangre agravio,
95
y pues no le ha de haber de nuestra hacienda
ninguno, hermano, partición pretenda.
Fabio
Octava real
Mientras que no te casas, ni me caso,
así se puede estar, pues vive el viejo.
Celio
De cuanta hacienda tengo no hago caso;
100
toda a tu gusto desde aquí la dejo.
Fabio
Yo, hermano Celio, a tu gobierno paso,
a tu ley, a tu imperio, a tu consejo.
Sale Inarda, villana, prima de estos
Inarda
Quintilla
105
Parece que aún os estáis
en el vientre de Constanza,
pues que nunca os apartáis.
Haced una hora mudanza,
pues que dos almas gozáis;
Quintilla
110
más una debe de ser
en dos cuerpos.
Fabio
Puede ser,
prima Inarda, pues la mía
en mí apenas viviría
por pesar ni por placer,
Quintilla
115
a no le ver en mi hermano.
Celio
Y si yo a Fabio no viese
alegre o triste, es muy llano
que ni del mal cuenta hiciese
ni de todo el bien humano.
Quintilla
120
¿Dónde vas dando a las flores
nueva olor, nuevas colores?
Inarda
Eso de rosa y jazmines
a cortesanos chapines
les dirás cuando enamores.
Fabio
Quintilla
125
Antes no, que allá, pisando
alfombras, nacer no pueden,
o el lodo y las piedras, cuando
en las ciudades exceden
lloviendo, Inarda, o nevando.
Quintilla
130
Aquí, que se pisan prados
de diferentes colores,
por esta margen bordados,
le harán alquimia de flores
tus pies, del alba envidiados.
Quintilla
135
¿No has visto los que hacen oro?
Celio
A la fe que dice bien
Fabio; y si no hacer tesoro
consiste en que no le den
oro del mismo decoro,
Quintilla
140
aquí, que ves tantas flores,
¿qué mucho que aumento des
a sus hojas y colores
si son del alba tus pies?
Inarda
¿Los dos me decís amores?
Fabio
Quintilla
145
Yo te los digo por mí.
Celio
Y yo por mí, prima mía,
que también adoro en ti.
Inarda
Pues yo del uno querría
solo escucharlos aquí.
Quintilla
150
Celia Antes que digas de quién,
me voy al monte y te dejo
por no escuchar tu desdén.
Vase Celio
Inarda
Yo, Fabio, de ti también.
Fabio
¡Oh, cuál eras para ser
o jüez o consejero,
porque el despachar y el ver
no sé cuál fuera primero!
Quintilla
160
Pésame, pero el amor
que a Celio tengo me obliga
a no ser competidor,
si bien queda en la fatiga
que me ha puesto tu rigor.
Quintilla
165
Ya que no soy principal,
servir quiero de tercero.
Inarda
¿Quién ha visto amor igual?
Pues dile lo que le quiero.
Fabio
Pues ¿cómo me quieres mal?
Inarda
Quintilla
170
Eso no, y es imposible
que no te quiera también.
Inarda
Sí, que es convenible,
pues quieres a Celio bien,
quererte bien.
Inarda
Quintilla
175
Bien me lo puedes creer.
Fabio
Como golpe viene a ser
tu amor, que, dando en mi hermano,
resulta en mí.
Inarda
Quintilla
180
Querer todo lo que quiere
el sujeto a quien yo quiero.
Sale Tomé, villano
Tomé
Así tu vida prospere
el cielo, como lo espero,
y de su piedad se infiere.
Quintilla
185
Que atiendas, mi buen señor,
a ver de tus labradores,
que vienen de su labor,
la traza de las mejores
fiestas que ha inventado Amor.
Quintilla
190
Ya sabéis como es mañana
de mayo el primero día,
pues verás la tierra cana
que se traslada a porfía
a la vega verde y llana.
Quintilla
195
Esta noche encerrarán
los vaqueros diez novillos,
que mañana correrán,
que a los arados y trillos
salir de mansos podrán.
Quintilla
200
Con haber entre ellos tres
hijos del toro chapado,
que por estas sierras es
como en Roma celebrado
el fuerte cartaginés.
Quintilla
205
Hay novillo negro y hosco
que, si antiyer no me embosco
y me subo en un Tatay,
le pareciera cambray
mi paño grosero y tosco.
Quintilla
210
Ayer al pobre Ginés
le dio dos vueltas o tres,
porque tiene el cerviguillo
con más rayas que un ovillo
y el mismo viento en los pies.
Quintilla
215
Así el rejón desmenuza,
que hecho de puntas espín;
en el río se chapuza
veloz, que quitó a Crespín
de un salto la caperuza.
Quintilla
220
Brota de los ojos ira,
por la boca fuego espira
y llámanle el mal casado
porque anda siempre enojado
y le enfada cuanto mira.
Quintilla
225
Tienen, sin esto, sortija
que han de correr en sus yeguas,
que alguna del viento es hija,
porque solo el tragar leguas
la sustenta y regocija,
Quintilla
230
A su castaña Pascual
hizo labrar en la villa
del más famoso oficial,
caparazón de palmilla
y de venado el pretal.
Quintilla
235
Hay vestidos, yo los vi,
de frisa y de bocací,
con capellares y mantos
que, por costuras y cantos,
guarnece guadamecí.
Quintilla
240
Comedia tienen también,
lindo rato de dos horas;
si el auditorio oye bien,
gaitas y flautas sonoras.
Fabio
Pues haz, Tomé, que te den
Quintilla
245
mi overo para salir
en albricias de la fiesta.
Fabio
Tú, Inarda, galas apresta,
que sin ellas no hay lucir
Quintilla
250
la más perfecta hermosura.
Inarda
Adonde hay tales zagalas
de vencida estoy segura;
pero suplirán las galas,
como tu gusto procura.
Tomé
Quintilla
255
Dejando a Marte dormido
dicen que Venus tomó
sus armas, hecho atrevido,
y que Palas se burló
de verla el arnés vestido.
Quintilla
260
Mas por no poner en duda
la hermosura confirmada,
dijo Cupido en su ayuda:
“¿Veisla como vence armada?
Pues mejor vence desnuda.”
Fabio
Quintilla
265
La overa sola te di,
y agora, para que salgas,
un vestido.
Tomé
Beso esas manos hidalgas.
Fabio
Quintilla
270
que yo seré buen tercero
con Celio, aunque más te quiero.
Tomé
Ni compra ni amor confíes
de interesado, ni fíes
de rocín ni de escudero.
Váyase, y sale doña Elvira, dama, y Nuño, caballero
Elvira
Redondilla
275
¿Quién tuvo la culpa?
Nuño
Este les doy,
285
porque cuando no lo estoy
llamo a los favores dichas.
Elvira
Redondilla
¡Ay, Nuño, el no confesallos
es la señal de tenellos!
Nuño
Celos, Elvira, tan bellos,
290
bien puede Amor envidiallos.
Elvira
Redondilla
Sí, porque celos de un rey
más que ofenden dan honor.
Nuño
No es rey, Elvira, el amor
que se sujeta a otra ley.
Redondilla
295
Y de mis justos recelos
crece el rigor que se causa,
pues mientras mayor la causa
mayores serán los celos.
Elvira
Redondilla
¿Tú no mostraste, Nuño,
300
al Rey?
Nuño
Por eso me quejo
de mí y de mi mal consejo;
y por la señal que empuño
Redondilla
que he estado más de una vez
por arrojarme sobre ella.
Elvira
305
Haríaste mal en ella.
Nuño
Pues yo muera esclavo en Fez
Redondilla
si hay cosa que más me ofenda
que verte libre, y que creo
que ha sido causa el deseo
310
del Rey.
Elvira
Redondilla
que me ha dado su afición
aquesta arrogancia a mí,
que no es burlarme de ti
tener del Rey presunción.
Elvira
Pues ¿no,
si al Rey me enseñaste?
Nuño
Había
favorecídome un día
tanto, que le dije yo
Redondilla
que amaba cierta señora
320
principal, porque trataba
de amor, y aun pienso que amaba
algo que aborrece agora.
Redondilla
Preguntome si era hermosa;
díjele que eras retrato
325
de un ángel, y, sin recato
de una afición poderosa,
Redondilla
tus gracias, tu entendimiento
de tal suerte encarecí,
que causa y principio fui
330
a su nuevo pensamiento.
Redondilla
“Llévame, Nuño, a su casa
–me dijo–, que quiero ver
tan peregrina mujer”.
Sale Sancho
Nuño
Redondilla
335
¡Qué bien anda Amor conmigo!
Sancho
Y porque ya de lacayo
me transformo en papagayo,
el Rey que va a caza, digo.
Elvira
340
Ya dirás que por mí viene.
Nuño
¿A esotra parte no tiene
el monte?
Sancho
Redondilla
pero no me maravillo,
que estas calles montes son;
345
pues siendo Amor el halcón
aquí hay perdiz del pinillo.
Elvira
Redondilla
Gente suena en la escalera.
Nuño
¡Vive Dios, que sube acá!
Sancho
¿Cómo sube, y dentro está?
Sale el Rey de caza y criados
Elvira
Gran señor,
¿tanto honor a tan humilde
casa?
Rey
Señora, decilde
esas quejas al Amor,
Redondilla
355
que el gran señor solo es él,
pues a los reyes oprime.
Elvira
Luego es razón que lo estime
si vos lo venís por él.
Rey
Redondilla
También quiero yo que a mí
360
el venir me agradezcáis.
Elvira
En el traje, al monte vais;
¿cómo venís por aquí?
Rey
Redondilla
¿Pareceos mucho rodeo?
Pues os prometo, señora,
365
que a veces corre en una hora
toda la tierra un deseo.
Elvira
Redondilla
No, sino que a fieras vais
y comenzastes por mí.
Rey
Que lo habéis de ser temí,
370
y agora lo confesáis.–
Redondilla
Rey
Excusa el estar acá,
porque en esta casa ya
ha de haber dueño mayor.
Rey
No pienses nada,
que no queda qué pensar
cuando se ha de ejecutar
una ley determinada.–
Redondilla
Quedad, señora, con Dios;
380
cuando vuelva nos veremos.
Elvira
Es mi pecho
pobre aposento, señor,
385
y a un alma de tal valor
vendrale por fuerza estrecho.
Vase el Rey
Elvira
¿Dirás
que soy en esto culpada?
Nuño
Si aún no puedo pensar nada,
390
¿para qué he de hablarte más?
Redondilla
“Nuño, ¿acá estás?” ¿Hay tal cosa?
Y muy enfadado ya:
“Excusa el estar acá.”
Elvira
Esa obediencia es forzosa.
Redondilla
Nuño
Ya quieres
que en obedecer lo sea.
Pero ¿quién hay que no crea
que sois cristal las mujeres?
Redondilla
Mientras mirar me dejaste
400
fui tu viva imagen yo;
luego que el Rey se mudó
la figura retrataste.
Redondilla
Estarás desvanecida
de que el alma te dejó.
Elvira
405
No me desvanezco yo
por cosas de la otra vida.
Nuño
Redondilla
Ahora bien, estos enojos
me has de quitar con tus brazos,
que se está haciendo pedazos
410
Amor por verse en tus ojos.
Elvira
Redondilla
Tu amor a darlos me obliga;
mas como el Rey me dejó
su alma, no quiero yo
que lo vea y se lo diga.
Redondilla
415
Quédate con Dios, y advierte
que el Rey diciendo te está
que excuses venir acá.
Vase Elvira
Nuño
Pues vuelve a darme la muerte.
Soneto
Con nombre y forma de mujer pintaron
420
el vicio y la virtud antiguamente;
a firmeza y mudanza juntamente
estatuas de mujeres fabricaron.
La inclinación al bien y al mal hallaron
en su ingenio sujeta un accidente;
425
de la luna menguante y la creciente,
de su inconstancia el símbolo sacaron.
Pero como se quejan tantos buenos
despreciados por viles, ya te alejas
de ser mujer en esto por lo menos.
430
Que si de las mujeres son las quejas,
que dejan lo que es más por lo que es menos,
no lo eres tú, pues por lo más lo dejas.
Vase. Sale Celio en el monte, con sus pastores Belardo y Silverio; Riselo, cabrero;
Fidelio, vaquero; Damón, porquero
Celio
Endecasílabos sueltos (tirada)
¿Hay, pastores, belleza semejante
como la de estos prados, que parece
435
que en sus lazos, labores y realces
Naturaleza el arte desafía,
ni en ser menos riqueza que la mía?
¿Hay cosa como ver aquestas fuentes,
de su velo de plata revistiendo
440
las moradas pizarras en que caen
de estos pelados riscos despeñadas,
y el ver cómo se paran sosegadas
en el remanso de ese verde prado,
que las tiene un estanque fabricado
445
de tanta variedad de hermosas flores
que se pierde de vista en sus colores?
Y ¿hay cosa como ver tantos ganados
subir los montes y cubrir los prados,
agotando las aguas a los ríos,
450
y que digan las aves que son míos
desde que al alba gorjeando salen
hasta la negra noche que se valen
del lúgubre ciprés de hojas espesas
contra las uñas y voraces presas
455
del gavilán solícito y ligero,
que duerme con el pardo y el silguero
toda la noche entre ellas, y al aurora
le suelta libre? ¿Hay cosa como agora
tomaros cuenta a todos del ganado
460
y que a un silbo bajéis del monte al prado?
Allá se viva el cortesano y goce.
Levántese a las dos, cene a las doce,
que más quiero la oveja y la colmena
que todo su regalo, pues la pena
465
nunca viene a buscar las soledades,
ni sale la traición de las ciudades.–
¿Qué hay, pues, Belardo? ¿Cómo están las yeguas?
Belardo
¡Pardiez, amo y señor, que están famosas,
sino que hemos tenido una pendencia!
Belardo
Decía yo que pues se llaman
potros los nuevos machos, será justo
que llamásemos potras a las hembras;
y que hay tantos bachilleres de vocablos,
que ellos de las sentencias saben poco,
475
que me quieren a voces volver loco.
Celio
Belardo, cosa hay que el uso tiene
recibidas y cosas que no. Advierte:
pobre decimos, no decimos pobra;
que si es común a entrambos, uno sobra.–
480
Los caballos, en fin, ¿están famosos?
Belardo
Buenos están, señor, pero Dios sabe
que siento a veces el tratar con bestias;
mas yo debo de ser de aquella gente
que mataba a Sansón.
Belardo
Porque me matan,
hablando con perdón, quijadas de asno.
Celio
La mala condición causan los años.–
¿Qué hay, buen Riselo? ¿Cómo van las cabras?
Riselo
¡Pardiez, señor, direlo en dos palabras!
490
Tienen la condición de las mujeres,
que lo que está más lejos apetecen;
lo que tienen en casa es como hierba
de vega llana; lo que fuera miran
es como los cogollos de los árboles,
495
que por cogerlos por los riscos trepan.
Parécenlas, al fin, en bulliciosas,
y más…
Celio
Y vos, Fidelio, ¿cómo estáis callando?
¿Qué hay de las vacas?
Fidelio
Pareados endecasílabos
500
de Asturias de tal suerte encarnizados,
que de día las quieren en los prados
quitar las crías.
Fidelio
Conocen ya las huellas, las estampas.
Con todo eso, habemos estos días
505
quitado a cuatro las pequeñas crías.
Celio
Endecasílabos sueltos (tirada)
Pues, amigo Damón, ¿qué hay de los puercos?
Damón
Luego vide que a mí me preguntabas.
A su servicio están. ¡Dios los bendiga!
Celio
¿Aprovechan el pasto? ¿Engordan? ¿Medran?
Damón
510
Así cual su mercé; tal más, tal menos.
Celio
¡Linda vida se tienen! Ni dan lana,
Pareados endecasílabos
Damón
En un librillo
leía esotra noche mi carillo,
pienso que eran las trápulas de Isopo,
515
que un asno, viendo a un puerco como un topo,
siempre echado a pacer en la pocilga
con envidia que el ánima pecilga,
decía: “¡Que este engorde y no trabaje;
que el mozo el pan y el amo a veces baje
520
cáscaras de melón y otros regalos,
y a mí con agua y leña me den palos!”
Endecasílabos sueltos (tirada)
Pero llegado el día de San Lucas
agarraron al puerco, y al pescuezo
pusieron el cuchillo; y cuando el asno
525
oyó los gritos, dijo: “Hermano puerco,
Pareados endecasílabos
si para eso os engordaba el amo,
igual es trabajar; asno me llamo.”
Celio
Aún se tiene las mañas el porquero.
Ahora bien, aquí quiero quedar solo.
530
Dad una vuelta, amigos, al ganado.
Belardo
De un corrimiento di, de un testimonio,
que hay hombres con salario del demonio
que andan a desquiciar vidas ajenas.
Vanse todos y queda Celio
Celio
Soneto
¡Oh, santas soledades, cómo vemos
que solo es sabio quien vivir os sabe
sin envidiar el oro de la nave
que besa de la tierra los extremos!
540
¡Oh, cuánto al cielo aquellos le debemos,
que en parte de vivir un monte cabe,
si la muerte ha de abrir con igual llave
las puertas de las vidas que tenemos!
Aquí son estos prados los amigos;
545
las selvas, el palacio y la carroza,
y el silencio y verdad, los enemigos.
Dichoso el que descansa en pobre choza;
que no se logra el bien donde hay testigos,
ni en las ciudades la quietud se goza.
Sale el Rey con una ballesta
Rey
Quintilla
550
(Espantole este villano.
Estoy por tirarle a él.)
Celio
(Aquí viene un cortesano.
Bien será que huyendo de él
baje del monte a lo llano,
Quintilla
555
que aun su vista me es odiosa.)
Rey
Quien esta selva espaciosa
contó de una en otra rama,
tanto es la caza sabrosa.
Quintilla
560
Y ya que hallando un venado,
que al arroyo de este prado
bajaba, puse al coral
la mira, y él en cristal
tuvo el hocico bañado.
Quintilla
565
Dándole el aire al pasar
ha medido con tal prisa
las sendas, si no es volar,
que las flores donde pisa
se vuelven a enderezar.
Celio
Quintilla
570
Pésame, hidalgo señor,
de haberos quitado el gusto;
pero, si a buscarle salgo,
veréis que estimar es justo
lo que en este momento valgo.
Rey
Quintilla
575
No os vais; que, según el talle
y buen modo que en vos veo,
me espanto que en este valle
se ocupe vuestro deseo
y vuestra esperanza calle.
Quintilla
Rey
De este monte el rey,
como Ramiro en León,
aunque él da a vasallos ley,
y acá mi jurisdicción
se extiende a una cabra y buey.
Quintilla
585
Pero en razón del mandar
tengo bien, gracias a Dios,
quien me desea agradar;
y con ser reino entre dos,
pensamos que ha de durar.
Rey
Quintilla
590
Eso tened por muy llano
que no podrá ser.
Celio
Ya sé
que del pecho soberano
son esas palabras fe;
pero es el otro mi hermano.
Quintilla
595
De un parto habemos nacido,
con que quedáis advertido
que es un alma en cuerpo dos,
pues si es uno, ya veis vos
que no será dividido.
Rey
Quintilla
600
¿Con tanta conformidad
vivís los dos?
Celio
Es, en fin,
más que el deudo la amistad.
Rey
En el reino de Caín
tuviera Abel la mitad
Quintilla
Celio
Ese fue un hombre cruel,
que abrió a la muerte la puerta,
y acá no hay lumbre tan muerta
como las espigas de él.
Quintilla
610
Somos, como veis, hermanos,
y por profesión cristianos,
cuyo sacrificio sube
en pan de Dios, que no en nube,
a los cielos soberanos.
Rey
Quintilla
615
¿Sabe tanto como vos
vuestro hermano?
Rey
¿Qué cría en los montes Dios?
¿Qué labradores jamás
se vieron como los dos?
Quintilla
Celio
Muy bien,
y aun pienso que de cenar,
y para darlo también.
Rey
¡Buen modo de convidar!
Como en el monte me ven…
Celio
Quintilla
625
Huélgome que me entendáis,
que desde el punto que os vi
con el talle me alegráis.
Posada y cena hay aquí
si acaso perdido vais.
Rey
Quintilla
630
Ya por haberos hallado
huelgo de haberme perdido,
que si yo os he contentado,
del alma, por el oído,
posesión habéis tomado;
Quintilla
635
y estimaldo, amigo, en algo,
que soy un honrado hidalgo
muy deudo del Rey.
Celio
Bien creo,
por las señas que en vos veo,
que sois noble e hijodalgo.
Quintilla
640
Un filósofo decía
que en nuestros cuerpos vivía
otra alma después de muertos.
Y aunque estos son desconciertos
para vuestra fe y la mía,
Quintilla
645
digo que si ser pudiera
fueran de algunos amigos
nuestras almas.
Rey
(¡Quién dijera
que entre robles y quejigos
tal entendimiento hubiera!)
Quintilla
Celio
Y escribir,
y aun tengo algunos librillos
que me enseñan a vivir,
que son mudos para oíllos
y dan voces al sentir.
Celio
Algunos
filósofos en romance.
Celio
Ningunos,
que en amor, en cualquier trance
son, batallando, importunos.
Rey
¿Y vos
los poetas entendéis?
Celio
¿Difíciles son, por Dios?
Celio
Quintilla
665
Lo que entiendo es para mí
cosa de grande placer;
y si algo no entiendo, allí
digo: “¡Oh, cuál debe de ser
aquello que no entendí!”
Celio
Estos combates
con la verdad se defienden;
pero hay hombres tan orates,
que las cosas que no entienden
las juzgan por disparates.
Quintilla
675
Y es que no quieren creer
que lo que no han entendido
lo pueda nadie entender.
Rey
Por eso en el mundo ha sido
tan estimado el saber.
Celio
Quintilla
680
¡Pardiez con este galán!
Más precio un libro discreto
que cuanto esquilmo me dan
estos montes, que en efeto
por mis vasallos están.
Rey
Quintilla
685
Notablemente me agradas.
Celio
En guardadas
servilletas, como amigo,
cuatro perdices asadas,
Quintilla
690
y no todas para vos,
que habemos menester dos
yo y mi hermano, y otra Inarda,
mi prima, mujer gallarda.
Celio
Quintilla
695
Pero si hiela o si abrasa
no lo habéis vos de juzgar,
que al huésped noble que pasa
no le está bien preguntar
por las mujeres de casa.
Rey
Quintilla
700
Ahora bien, yo voy allá,
aunque esperándome está
alguna gente en el monte.
Celio
Ya en el último horizonte
el sol a la mar se va.
Quintilla
705
Mejor es que descanséis
y nuestra casa veáis,
que aun en plata cenaréis,
no toda, si acá pensáis
que es de la que allá tenéis.
Quintilla
710
Barro os traerán una vez
y otra vez de plata un jarro,
y cosas de este jaez,
que anda la plata y el barro
como piezas de ajedrez.
Quintilla
715
También sabréis que mañana
hay una fiesta villana
que pareceros podría
mejor que la cortesana
en vuestra casa y la mía.
Quintilla
720
Ea, pues, venid tras mí,
veréis encerrar diez toros.
Celio
Eso sí,
que los seguros tesoros
no están allá, sino aquí.
Rey
Quintilla
725
Bien lo ha mostrado el efeto.
Digo que envidioso estoy.
Celio
Que lo estaréis os prometo.
Rey
Pagado en extremo voy
de labrador tan discreto.
Vanse, y sale Fabio, Inarda, Laureta, villanos
Inarda
Redondilla
730
Prevenida está la cena.
Fabio
Admirome de que tarda;
mas con tu cuidado, Inarda,
¿qué puede causarme pena?
Inarda
Redondilla
Como ha de venir cansado,
735
he doblado la ración.
Fabio
Justas prevenciones son
de amor tan bien empleado.
Inarda
Redondilla
¡Qué muerto, Fabio, que andas
por encajar tus celillos!
Fabio
740
Tenellos y no decillos
es ley de amor, si tú mandas,
Redondilla
y decillos sin tenellos
corre por lisonja ya.
Fabio
745
Como lo dijeran ellos.
Redondilla
Si mis palabras te suenan
a celos, eso serán.
Sale Tomé y los Villanos músicos
Fabio
Redondilla
¿Quién duda que cansaréis
755
esta noche todo el monte?
Tomé
Sobre ese repecho ponte,
verasnos cantar a seis.
Fabio
Redondilla
Tomé, ¿en saliendo verasnos?
La música lo será.
Tomé
760
¿Qué quieres? Yo voy allá.
Tomé
Redondilla
¡Asnos, y dalle a la fe!
Pues en verdad que os casamos
y hay almagre y lindos ramos.
Inarda
Redondilla
¿Luego tales mozas casas?
Tomé
Todo está por pluma y tinta,
y Tirse los ramos pinta
a las puertas de las casas.
Redondilla
770
Hay romances de arroyuelos,
esmeraldas, perlas, flores,
y lloran ríos, pastores,
más de hambre que de celos.
Redondilla
No hay mozo estos alcaceres
775
que no haya poetizado.
Inarda
Dame después un traslado.
Tomé
Redondilla
Fabio te ha escrito una letra
muy en secreto
Tomé
780
Muy mala y larga de pies.
Inarda
Pues él piensa que penetra
Redondilla
por la esfera de cristal.
Tomé
Puede ser que esté muy bien;
mas soy poeta también
785
y es fuerza que diga mal.
Tomé
Adocenado
de estos que por gruesas van.
Sale el Rey y Celio
Fabio
¡Oh, hermano, bien seas llegado!
Celio
Redondilla
790
Saludad un huésped noble
que honra esta noche esta casa.
Fabio
La fiesta a ser doble pasa,
porque con él será al doble.–
Redondilla
Seáis, señor, bien venido
795
a esta pobre casería.
Rey
Rica de tanta alegría,
podrá poner en olvido
Redondilla
las casas de Creso y Midas.
Fabio
Que ella lo quisiera ser
800
para serviros y hacer
paredes de oro vestidas,
Redondilla
Rey
No lo dudo.–
Señoras damas, perdón,
que el huésped, y con razón,
805
me manda miraros mudo.
Inarda
Redondilla
Un día que un cortesano
de milagro llega aquí,
no es justo que venga así,
que será precepto en vano;
Redondilla
810
que en verdad que hemos de hablar
hasta reventar con vos.
Rey
Hareisme merced ¡por Dios!,
que deseo transformar
Redondilla
un ciudadano deseo
815
en un gusto labrador.
Celio
Para que dure mejor
la conversación que veo,
Redondilla
cene el huésped, que después
podréis hablar sobre apuesta
820
y verá a placer la fiesta.
Fabio
Algún postre nos darás
825
de tu mano.
Rey
Redondilla
que me tratéis con llaneza.
Fabio
En la mesa lo veréis,
que en un monte no hallaréis
sino aspereza y pobreza.–
Redondilla
830
(Prevenid cama famosa,
así Dios os haga bien,
que parece hombre de bien.
Celio
Redondilla
que es de la casa del Rey.)
Fabio
835
Los músicos entren. ¿Hola?
Quédanse Inarda y Laureta
Laureta
Redondilla
del estilo labrador
en habiendo cortesanos.
Inarda
840
Muertos estos dos hermanos
por vivir a lo señor,
Redondilla
yo te aseguro que están
más anchos con el hidalgo,
pensando que adquieren algo,
845
porque su mesa le dan,
Redondilla
de aquello que es señoría
y silla vuelta al dosel;
que si estuviesen en él,
imágenes todo el día.
Laureta
Redondilla
850
Ea, que bien te parece
el traje, el habla y la gala.
Inarda
Alguna cosa que es mala
por novedad se apetece.
Redondilla
Cuando veo un infanzón
855
con su calcita y cadena,
y los bigotes en pena,
más torcidos que un cordón;
Redondilla
lleno de vocablos nuevos
despejar aquí y allí,
860
enamorado de sí
y pisando sobre huevos,
Redondilla
tórnome a ver mi sayal
y a un Celio que, a lo villano,
tiene un pecho cortesano,
865
limpio, honesto y liberal.
Laureta
Redondilla
Ya esperaba que parases
en Celio.
Sale Tomé
Inarda
¿Qué hay, buen Tomé?
¿Cenan bien?
Tomé
Bien, a la fe;
y espantome que no entrases
Redondilla
870
a ver siquiera cenar
este ilustre caballero.
Inarda
Tendrá muy bajo el sombrero
para más grave mirar.
Redondilla
El pan en la servilleta,
875
el cuchillo sobre el plato,
la punta con gran recato
que un átomo no se menta
Redondilla
de la margen del trincheo.
En la vianda hará pausas
880
si dan las preguntas causas,
respondiendo de rodeo,
Redondilla
y, sacando entre dos aires,
dirá muy falso y pagado
lisonjas a lo criado
885
y a lo príncipe donaires.
Redondilla
Limpiarase muy aprisa
la boca, y para tapalla
levantará la toalla
disimulando la risa.
Redondilla
890
Dirá que la nieve es fuego
y que si hay tazas penadas.
Tomé
Cosas tan bien retratadas
que las escribas te ruego.
Redondilla
Pero advierte que te pide
895
Celio que en estos tricheos
me des…
Tomé
No hayas miedo que me olvide
Redondilla
de esa palabra jamás,
porque postres me pidió,
900
y otra cosa no sé yo
que se le parezca más,
Redondilla
que si es lo mismo que fines,
eso es postres que deseos.
Inarda
Él merece otros empleos.
905
Tomé, sirve y no adivines.
Redondilla
Esta llave te dará
caja, alcorzas y bocados.
Inarda
De los honrados.
Cierra, y vuelve luego acá.
Vase Tomé
Laureta
Romance (tirada)
910
Que se la dieses me pesa.
Inarda
Escucha ¡por vida mía!,
que están cantando a la mesa.
Cantan dentro
“Por las sierras de Altamira
915
huyendo va el rey Marsilio
un domingo de mañana,
si entre moros hay domingo.
Siguiéndole va don Sancho
en un caballo morcillo,
920
que a quien hizo este romance
lo dijo el caballo mismo.”
Inarda
Agora, Laura, se ríe
el cortesano muy tibio.
Laureta
Estos romances, señora,
925
nacen al sembrar los trigos.
Vuelven a cantar
“Llamaba el moro a Mahoma,
pero no le daba oídos,
que estaba haciendo buñuelos
con tres o cuatro moriscos.”
Dan voces dentro
930
¡Linda suerte! ¡Dios te valga!
¡Huye, hombre!
Inarda
Ya han venido
con los novillos los mozos.
Inarda
935
Con este alegre ruido
todo el mundo se alborota,
desde la monja al novicio.
Sale Fabio, Celio y el Rey
Fabio
¿Para qué los han traído
940
hasta que hubieran cenado?
Celio
La culpa ha tenido Tirso.
Digan dentro
¡Guarda al toro! ¡Guarda al toro!
Salga Tomé con dos platos, y tropiece y los eche a rodar
Tomé
El diablo es este novillo.
Tomé
945
Bien lo sé, pues he caído.
Celio
¿Aquí turbado y perdido
y los toros en la plaza?
Tomé
Casi en sus cuernos me he visto,
950
porque en saliendo al balcón,
apenas al hosco miro,
cuando de un brinco que dio
me zumba por los oídos.
Tomé
955
Pues ¿qué pensó que era el brinco?
¿De estos de diamantes y oro?
Celio
Pues ¿por qué los han traído
con tanta prisa, Tomé?
Tomé
Porque al pasar de ese río
960
unos negros cazadores
que acudieron a los gritos,
los han seguido y picado,
y, sin poder resistillos,
los rejonean y acosan;
965
pero el gacho y el hosquillo
han hecho tal triza entre ellos,
que por el olor me han dicho
que algunos calzones verdes
se les han vuelto amarillos.
Celio
970
Haré que los prendan luego.
Salen seis Cazadores bien puestos
Celio
En estos riscos
tengo yo jurisdicción,
mis leyes, horca y cuchillo.
Cazador 1
Decid que a cenar nos den,
975
o poned fuego a esos pinos.
Fabio
Con menos bríos, soldados.
Celio
Soldados, con menos bríos.
Basta, aunque seáis del Rey,
que hayáis los toros corrido,
980
sin poner fuego a las casas.
Cazador 3
¿Aquí estaba vuestra alteza?
Celio
(¡Yo soy perdido!
¿Este es el Rey?
Celio
985
Señor, esos pies pedimos
mi hermano y yo y mi familia.
Fabio
Señor, a haberlo sabido,
¡qué sabido!, sospechado,
nadie se hubiera atrevido
990
a ponerse al lado vuestro.
Rey
De ningún modo me sirvo
con tanto gusto en mi casa;
y porque veáis que digo
lo que siento y que el ingenio
995
y valor de Celio estimo,
le he de llevar a la corte
y allá tenerle conmigo;
que en lo que he hablado con él
méritos he conocido
1000
para que reyes le tengan
por consejero y amigo.
Celio
Bésoos mil veces los pies.
Fabio
Escucha. Digo
que te acuerdes que Filardo,
1005
nuestro padre, ayer nos dijo
que procuremos vivir
sin salir de nuestro nido
y conservar llanamente
el estado en que nacimos.
1010
Guárdate, Celio, y advierte,
sin pensar que yo te envidio,
que profetizan los padres.
¿Qué te falta en este sitio?
Para habitación, ciudad;
1015
para huerta, paraíso,
donde eres señor de todos
y ellos y yo te servimos.
¿Qué sabes tú de las cortes,
donde es verdad que los grillos
1020
son de oro; pero, en fin,
aprisionan los sentidos?
Goza de tu libertad.
Celio
Si hubieras, Fabio, leído
historias de tantos hombres
1025
humildemente nacidos
que llegaron a ser reyes,
pontífices y arzobispos
por dejar sus pobres patrias,
y en hombros de reales pinos
1030
como hiedras levantaron
los pimpollos de sus hijos,
no me impedirías el bien
que la suerte me ha traído
hasta el umbral de mi casa
1035
sin ruegos y sacrificios.
Sin rey ninguno medró.
Tan bestias como al principio
del mundo fueran los hombres
a no haber armas y libros,
1040
y naves que al arrogante
mar hiciesen dar bramidos.
Fabio
Vete con Dios, que algún día…
Celio
Señor, aquí me tenéis
1045
humilde a vuestro servicio.
Laureta
(¿No escuchas cómo se lleva
el Rey a Celio?
Inarda
He tenido
por sueño lo que aquí pasa;
pero esta noche me obligo,
1050
con dos lágrimas, hacerle
desdecir de lo que ha dicho.)
Sale Silverio
Silverio
¿Qué hacéis aquí de esta suerte,
señores, que el regocijo
mayor dejáis de gozar
1055
que se ha visto ni se ha oído?
Al novillejo bragado
tiró un reguilero Timbrio,
y con el dolor de verse
las plumas en los hocicos
1060
y en las ternillas el hierro,
corrió tras él, y de un brinco
se ha entrado por la bodega,
donde, por trepar a asirlo,
ha reventado una cuba;
1065
y por remediar el vino
han entrado dentro Bras,
Pascual, Giraldo, Jacinto,
Riselo y otros, y todos,
entre el vino y el novillo,
1070
hacen mil graciosas suertes.
Rey
A la fiesta me convido.
Hoy quiero ser labrador.
Inarda
En fin, ¿te vas, Celio mío?
Celio
Yo no lo sé, bella Inarda.
1075
Si me voy, tú irás conmigo.
Acto II
Salen Laureta e Inarda
Inarda
No es posible,
que es el dolor insufrible
de una ausencia irreparable.
Laureta
No hay mal de amor tan notable
1080
que tenga el fin imposible.
Inarda
Quintilla
Pues a un Celio labrador
cerca del Rey cortesano,
que tuve y que tengo amor,
¿podré volver a villano
1085
ya transformado en señor?
Quintilla
La mudanza del vestido,
que al estilo corresponde
adonde el Rey le ha subido,
¿volverá algún tiempo adonde
1090
fue tan vilmente nacido?
Quintilla
¡Ay, Laureta! ¿No es mejor
ponerme en desconfianza
que acrecentar mi dolor?
¿No sabes que es la esperanza
1095
la que sustenta al amor?
Quintilla
Mejor es desconfiarme
de que no he de verle más,
si pretende remediarme.
Laureta
¿Luego a la corte no irás
1100
a verle?
Laureta
Quintilla
Vamos, señora, a León,
que no faltará ocasión
de comprar y de vender.
Inarda
Iré a comprar mi placer
1105
y vender mi corazón.
Sale Fabio
Fabio
Quintilla
Ociosa de tus amores,
lejos de tus pensamientos,
dando perlas a las flores,
esperanzas a los vientos
1110
y venganza a mis dolores,
Quintilla
Inarda bella, te veo.
¿Cómo te va de deseo
de aquel nuevo cortesano?
¿Hay cortesía a lo llano,
1115
o mercedes de rodeo?
Quintilla
¿Qué te dice en esta ausencia?
¿Acuérdase ya de ti?
¿Mírate con diferencia?
Inarda
Que te vengases de mí
1120
me ha quitado la paciencia.
Fabio
Quintilla
Engáñaste, y es rigor
juzgarme tan labrador,
que, en pudiéndose vengar,
no vengarse y perdonar
1125
es condición de señor.
Quintilla
Que me he holgado no te niego
que Celio se haya partido,
por ver si hallase mi ruego
para tu memoria olvido
1130
y para mi amor sosiego.
Quintilla
Que siendo imposible ya
volverle a ver en tu aldea,
posible, Inarda, será
que menos tu desdén sea.
1135
Si desengañado está
Quintilla
un bien puedes desealle,
mientras que piensas gozalle
y está en potencia el deseo.
Pero, perdido, yo creo
1140
que es el remedio olvidalle.
Quintilla
Olvida, Inarda, así vivas
imágenes fugitivas
del entendimiento ya,
que luego el amor hará
1145
que en tu memoria me escribas.
Quintilla
Celio a las cortes se atreve;
ya toda su hacienda es mía,
y toda a ti se te debe,
hasta aquella sierra fría
1150
donde eres alma de nieve.
Quintilla
Aquí tendrás el enero
ardiendo en conversación
cada noche un pino entero,
y en el esparto el melón
1155
hasta los fines de hebrero;
Quintilla
comerás por marzo olivas,
frescos quesos en abril,
en mayo las primitivas
frutas que al junio gentil
1160
ciñen las sienes estivas;
Quintilla
en el julio sazonado
esos blancos pies pondrás,
Inarda, al trillo empedrado,
y a Venus parecerás
1165
llevando mi amor al lado;
Quintilla
agosto te dará trojes
y nogales que despojes,
y avellanas al septiembre,
uvas octubre, y noviembre
1170
cubas en que el vino alojes;
Quintilla
ya, por el diciembre cano,
secas frutas, dulces vinos,
y aquel día soberano
que los ángeles divinos
1175
celebran a Dios humano,
Quintilla
de todo aquel horizonte
a su aguinaldo disponte,
cabritos, corderos, bueyes;
y la noche de los Reyes
1180
te haré reina de este monte.
Quintilla
Inarda
Que en cortesía,
Fabio, te quise escuchar,
y que la desdicha mía
no me da tanto lugar
1185
como a tu amor se debía.
Quintilla
Yo soy agora ocupada.
Después te responderé.
Fabio
Amas, y estás disculpada.
Inarda
¿Adónde iré,
1190
que tengo el alma engañada?
Vase. Queda Fabio
Fabio
Soneto
De la prisión del Etna se desata
hinchado Bóreas; Euro, Noto y Coro
desnudan la sabina; el verde loro,
al limbo el sol, la tierra al mar retrata.
1195
La nieve por los campos se dilata,
que el año labrador llama tesoro,
y las eras que vieron parvas de oro
se quejan de sufrir montes de plata.
Perdiose el color verde; el conejuelo
1200
cristales lame en vez de hierba, y muerde
el venado carámbanos de hielo.
Todo se trueca, se deshace y pierde;
está la tierra blanca y pardo el cielo,
y sola mi esperanza se está verde.
Sale Tomé en hábito de lacayo
Tomé
Redondilla
1205
Basta, que en aquesta casa
no hay quien conozca a Tomé.
Fabio
Quien de extremo a extremo pasa
Redondilla
no se espante de no ser
1210
en su casa conocido.
Fabio
El vestido
te pudo desconocer.
Redondilla
¿Cómo estás? ¿Cómo te va?
¿Qué hay de Celio? ¿Es buena vida
1215
la de la corte?
Tomé
¡Pues no;
es la privanza del Rey!
Fabio
¡No fuera mal tras el buey
1220
por el campo en que nació!
Tomé
Redondilla
Quiérele de tal manera
Ramiro, rey de León,
que, cerca de su afición,
es la persona primera.
Redondilla
1225
Las galas de su persona,
las libreas de sus pajes,
los cintillos, los plumajes
en que el aire se aprisiona,
Redondilla
la casa y tapicería,
1230
las camas, la rica mesa…
–de que lo diga me pesa
la tosca ignorancia mía–
Redondilla
no se negocia sin él:
él es la puerta de todo.
Fabio
1235
¿Que se ha hecho de ese modo?
Tomé
Redondilla
Pero a fe que lo merece
su entendimiento y valor,
y el ver el modo señor
1240
con que a todos favorece.
Redondilla
Todos le echan bendiciones;
a todos hace mil bienes.
Fabio
Al bien y al mal libre tienes,
Fortuna, las ocasiones.
Redondilla
1245
Pero di, Tomé querido:
¿a qué hora come y duerme?
Tomé
Eso es lástima, y ponerme
en borrar lo referido.
Redondilla
Él con el alba se acuesta
1250
y con el sol se levanta;
que el sueño apenas quebranta
cuando a levantar se apresta.
Redondilla
Él come entre cinco y seis,
y cena, si le importunan,
1255
cuando otros se desayunan.
Tomé
No hay lugar
para cortar una flor
a un jardín.
Fabio
Frío y calor
1260
¿cómo se suele pasar?
Tomé
Redondilla
Pásale el calor y el frío
escribiendo y negociando,
y a mil necios escuchando.
Fabio
¡Oh, santo descanso el mío!
Tomé
Redondilla
1265
Y si no van despachados
y su gusto, las orejas
cubren los cielos de quejas.
Fabio
¡Oh, bien hayan estos prados!
Tomé
Redondilla
Pues ¿qué diré de envidiosos,
1270
que, con lenguas de serpientes,
son lisonjeros presentes,
y ausentes son venenosos?
Redondilla
Ello, en efecto, fatiga;
pues mientras más bien hacemos,
1275
más enemigos tenemos.
Fabio
¡Ay, fuentes; Dios os bendiga!
Tomé
Redondilla
Apenas ha dado un bien
al que otro mayor aguarda,
cuando se queja.
Fabio
¡Ay, Inarda;
1280
más quiero yo tu desdén!
Tomé
Redondilla
Si agrada a unos; a otros
desagrada.
Fabio
¿Que, en efeto,
le murmuran?
Fabio
1285
¡Montes, tenedme en vosotros!
Redondilla
Si no duerme trabajando,
y si no come escribiendo,
y si a tantos bien haciendo
todos le están murmurando;
Redondilla
1290
si no puede levantarse
a las nueve, por lo menos,
gozar los días serenos,
y entre diez y once acostarse;
Redondilla
si no puede una semana
1295
estar sin oír y ver
un pretensor bachiller
con su retórica vana;
Redondilla
si no puede, sin testigo,
entretenerse y reírse;
1300
si no puede divertirse
con un libro o un amigo;
Redondilla
si ningún descanso toma,
y si a eso a la Corte fue,
dile a mi hermano, Tomé,
1305
que con su pan se lo coma.
Redondilla
Más precio, después del sol,
salir a ver estos prados,
ya verdes y ya dorados,
a manchas de su arrebol;
Redondilla
1310
más precio ver retozando
el bien harto corderillo
de la leche y del tomillo,
y a su pastor aserrando
Redondilla
las tres cuerdas de un rabel,
1315
o ver cómo mis vaqueros
hierran sus novillos fieros
detrás de un olmo o laurel;
Redondilla
más precio sobre esta alfombra
de narcisos y claveles
1320
tender rústicos manteles
de ese peñasco a la sombra;
Redondilla
más precio tirar a un gamo,
a una liebre o a un conejo,
y echar al galgo el pellejo
1325
cuando le espeto en un ramo;
Redondilla
más precio unas fiestas, digo,
el baile de mis zagalas,
que con sayuelos y galas
son amapolas en trigo;
Redondilla
1330
y más precio en el verano
dormir sobre el heno tierno,
y a la lumbre en el invierno
oír un cuento villano,
Redondilla
que cuantas grandezas tiene;
1335
que si es la vida tan corta,
pasalla en descanso importa,
mientras que la muerte viene.
Redondilla
Que al fin del año el señor
y el labrador han comido,
1340
y por ventura dormido
con más gusto el labrador.
Tomé
Redondilla
¡Ay, Fabio! ¡Gran cosa es
el mandar y el gobernar!
Fabio
No te quiero replicar;
1345
dígalo el tiempo después.
Redondilla
Ven, porque Inarda te vea.
Fabio
No, por Dios.
Montes, el que vive en vos
¿qué más descanso desea?
Vanse. Sale Laureta e Inarda
Laureta
Redondilla
1350
¿Temor tienes?
Inarda ¿No es razón
que una humilde labradora
entre por Palacio ahora
con temor y confusión?
Redondilla
1355
¿Con los pies de pisar cardos
quieres que mármoles pise?
Volverme, en viéndolos, quise,
Laura, a mis sayales pardos.
Redondilla
¡Mira qué hermosas colunas,
1360
algunas con chapiteles
de oro y hojas de laureles
y de un rico jaspe algunas!
Redondilla
¡Mira en estas escaleras
qué labrados artesones,
1365
y cubrir estos balcones
cristalinas y vidrieras!
Redondilla
¡Mira qué de varia gente
entra y sale a negociar!
Laureta
¡Qué debe, Inarda, de entrar
1370
de ambicioso pretendiente!
Redondilla
¡Qué de arbitrios y quimeras!
¡Qué de pleitos mal fundados!
Inarda
Bien haya, Laura, los prados
y aquellas solas riberas;
Redondilla
1375
cuando mucho, un ruiseñor,
divinamente cantando,
estará el cielo informando
de los pleitos de su amor;
Redondilla
cuando mucho, un verde pino
1380
será columna por quien,
a pesar de su desdén,
halle una piedra camino!
Redondilla
¿Qué hará Celio en la grandeza
de estas cosas?
Laureta
Olvidar
1385
su monte, casa y lugar
y su primera bajeza.
Redondilla
Pero escucha, por tu vida.
¿No es este?
Inarda
Parece a él.
¡Que esto pueda el traje en él!
1390
¡Naturaleza se olvida!
Sale Celio muy galán de caballero, algunas personas dándole memoriales
Soldado 1
Endecasílabos sueltos (tirada)
Este has de ver con tus piadosos ojos.
Soldado 2
En este advertirás tantos servicios,
que te fuercen a hablar al Rey sobre ello.
Soldado 3
No quiero yo favor para contigo
1395
como tu mismo claro entendimiento.
Soldado 4
Más que este memorial tiene renglones
moros me han dado en este pecho heridas.
Celio
Yo los veré, soldados, muy despacio,
y a su alteza hablaré, sin que me canse
1400
de pedirle una vez y muchas veces
la remuneración de estos servicios.
Soldado 2
Que es tan llano,
comedido y de grande entendimiento,
que ya, sin ir pagado, voy contento.
Vanse los soldados
Inarda
Redondilla
1405
¿Has visto cuántos soldados
le hablan y dan papeles?
Laureta
Háblale y no te desveles
en pensamientos pasados.
Inarda
Redondilla
¿Entre tantos memoriales
1410
podrá una mujer que aguarda
hallar memoria?
Inarda
¡Con lindos descuidos sales!
Redondilla
Vuelve bien el rostro acá;
no te esperes, Celio, así,
1415
que la misma soy que fui
y como me hablaste allá.
Redondilla
¡Válate Dios y qué grave!
Los ojos no se te ven;
levanta el sombrero bien.
1420
¿Tienes la vista con llave?
Redondilla
Haz cuenta que soy soldado
y que pretendo contigo
guerra. Es Amor tu enemigo,
y yo quien ha peleado.
Redondilla
1425
Heridas tengo de ti.
¿Qué premio me das?
Celio
Si fueras,
Inarda, la que debieras,
no hubieras entrado aquí.
Redondilla
No son aquestos los tiempos
1430
en que allá por verdes prados
pastamos blancos ganados
con bailes y pasatiempos.
Redondilla
No es el tiempo en que solías,
al espejo de una fuente,
1435
dar al aire libremente
tu cabello algunos días.
Redondilla
Y yo, que detrás estaba
de algún saúco o verde oliva,
a hurtar por reliquia iba
1440
lo que al peine le sobraba.
Redondilla
Como los tiempos se mudan
se han de mudar las acciones;
no igualan las ocasiones,
sino solamente ayudan.
Redondilla
1445
Ayudaré donde estoy,
pero no me igualaré.
Vete con Dios.
Inarda
Yo me iré
si tanto enfado te doy;
Redondilla
y tú aquí me ayudarás,
1450
que desde hoy pretender quiero
algún gobierno.
Inarda
¡Jesús, que endiosado estás!
Redondilla
Que es verte hablar con helada
voz, que a lo débil desmedra,
1455
por boca de azúcar piedra,
palabras de agua rosada.
Redondilla
Tan presto de los terrones
pasaste a la adoración.
¡Extraña transformación!
Celio
1460
¿Cómo, Inarda, aquí te pones
Redondilla
a gracejar con criados
de su alteza?
Inarda
Celio, no,
que cuando gracejo yo
es a criados en prados.
Redondilla
1465
Así Dios me dé ventura;
que me enfadas de manera,
que no pienso en la ribera
de tu sombra estar segura.
Redondilla
Pedazos tengo de hacer
1470
mi propia imaginación.
¡Qué graciosa elevación!
Arrobos deben de ser.–
Redondilla
Ven, Laureta; por aquí
dará el aire a este señor.
Laureta
1475
¿Que aqueste fue labrador?
Inarda
Oye, amigo, vuelva en sí,
Redondilla
y con hierbas de San Juan
acuéstese perfumado,
que le habremos aojado
1480
por lo lindo y lo galán.–
Redondilla
Vanse las dos
Celio
¡Qué mal
habla a la seda el sayal!
¡Qué mal un villano adula!
Redondilla
1485
No me pueden ofender
estos necios labradores
más que en venir de colores
y quererme hablar y ver.
Redondilla
En el campo, como allá,
1490
que aquí no es bien que me afrenten
ni que dar ayuda intenten
a las envidias de acá.
Sale el Rey
Celio
Vengo
cargado de memoriales
1495
de soldados principales,
cuyas protecciones tengo.
Rey
Redondilla
Hoy quiero hacerte un favor.
Celio
¿Cuándo no lo estoy de ti?
Rey
1500
Celio, yo muero de amor.
Celio
Redondilla
Habrá poco que el sujeto
que allá en mi aldea tenía
a buscarme aquí venía.
Rey
Y ¿qué te paso, en efeto?
Celio
Redondilla
1505
Que como por ti olvidé
la patria y naturaleza,
de su rústica belleza
también el alma aparté.
Rey
Redondilla
Pues ¿eso estuvo en tu mano?
Celio
1510
El olvidar es querer.
Rey
Hoy verás una mujer
fin del pensamiento humano.
Redondilla
Echaremos las cortinas
a una carroza, y verás
1515
que no hay en tierra más.
Celio
Serán sus partes divinas.
Rey
Redondilla
Mientras firmo unos papeles
haz que la pongan.
Vase el Rey y sale Tomé
Tomé
1520
Si tanto esconderte sueles,
Redondilla
no te espantes que me atreva.
Tomé
Hase burlado
de tu vida y tu recado
como de cosa tan nueva.
Celio
Redondilla
1525
Villano, en fin, aunque hermano,
de poco talento y honra.
Tomé
Sospecho que se deshonra
de que seas cortesano.
Redondilla
Si le vieras con la risa
1530
que tus galas celebró,
y lo que el campo alabó
y los céspedes que pisa,
Redondilla
sospecho que te corrieras.
Celio
Si él supiera las historias
1535
que nos dejaron memorias
tan altas y verdaderas
Redondilla
de los hombres que han subido
desde las cabras y bueyes
a ser príncipes y reyes,
1540
poco se hubiera reído.
Redondilla
Mauricio, esclavo ordinario,
fue emperador del Oriente;
nacido de escura gente,
siete veces cónsul Mario;
Redondilla
1545
Narses, se cartero a cónsul
subió con muchos vasallos,
y de mozo de caballos
llegó Ventidio a procónsul.
Redondilla
De Galerio y Tolomeo
1550
fueron los padres pastores;
los de Proto, agricultores,
y pobres los de Perseo;
Redondilla
pero es proceso infinito.
Dile a Fabio que me vea,
1555
aunque ya sé que en su aldea
tiene las ollas de Egipto.
Redondilla
Dile que le quiero hablar.
Tomé
Pienso que no ha de venir.
Celio
Sí hará, y puédesle decir
1560
que tengo aquí que le dar.
Tomé
Redondilla
Por interés vendrá menos.
Celio
Pues alzarse de la tierra
ánimo y valor encierra
en los hijos de los buenos.
Redondilla
1565
Quédese para villano
si tanto el verme le enfada
que ponga pluma y espada
y no al arado la mano.
Redondilla
Que yo soy hijo, Tomé,
1570
de mis propios pensamientos;
nací en mis altos intentos,
y en mi valor me crie.
Celio
Quien no sale de quien es,
1575
¿qué puede dejar después
para memoria de sí?
Tomé
Redondilla
Todas aquestas grandezas
juzga Fabio a desatinos,
respeto de aquellos pinos.
Celio
1580
¿Esas tiene por riquezas?
Tomé
Redondilla
Alaba las claras fuentes;
y tus entoldadas salas,
mesas, camas, pajes, galas,
memoriales, pretendientes,
Redondilla
1585
papeles que a cargo tomas
y el reino a tus pies sujeto
dice…
Tomé
Que con tu pan te lo comas.
Celio
Redondilla
Pues dile que sus pradillos,
1590
ovejuelas, fuentecillas,
villanejos, pastorcillas,
cabras, puercos y novillos,
Redondilla
pues que pensamientos bajos
no son para hombres de bien,
1595
que se los coma también
con cebollas y con ajos;
Redondilla
que con mi pan y mi polla,
o mi perdiz regalada,
comeré en plata dorada
1600
lo que él con pan y cebolla;
Redondilla
y que, al fin, no me dirán,
cuando canten “el villano”,
que me dan, como a mi hermano,
“la cebolla con el pan”.
Sale don Nuño y doña Elvira
Nuño
Endecasílabos sueltos (tirada)
1605
Este lugar le ha dado el Rey.
Elvira
Don Nuño,
espántome que Celio lo merezca
si ayer guardaba cabras en el monte;
pero en las voluntades de los reyes
a la disposición del cielo mira.
Nuño
1610
Con el cielo tuvieron valor siempre
méritos y servicios de los hombres.
Elvira
Hablo, Nuño, de solas influencias,
donde se engendra el rayo y viene a la tierra
por donde más la nube se enrarece,
1615
sin respetar palacios ni pirámides.
Las figuras celestes nos imprimen
las calidades por primeras causas;
levanta los vapores el sol claro;
de unos se engendra fuego y de otros hielo,
1620
y en estos son los reyes como el cielo.
Tal vez un monte cubre de mil flores,
y roba a un verde llano las colores.
Crían los altos príncipes los hombres
como a las plantas débiles la tierra,
1625
con grandes hojas y terribles frutos,
para que duren solamente un año,
y tarda ciento en una verde palma.
Nuño
Con tu discurso se consuela el alma.
Quisiérale escribir con letras de oro,
1630
pero si me han quitado mi tesoro,
¿cómo puedo dejar de tener queja?
Ya mis servicios y nobleza deja,
sin ver, Elvira, el bien que en ti me quita,
y quiere bien un labrador, un monstro,
1635
que ayer bañó en sudor, cavando, el rostro.
Sale Sancho, lacayo
Sancho
Desdicha tengo en esperarte.
Nuño
¿Cómo?
¿Viene por dicha el Rey?
Sancho
Apenas queda
ocupando los poyos de la puerta,
cuando conozco una carroza, echadas
1640
las dos cubiertas a los dos estribos.
Llegó, paró, quitaron los botones
y sale el Rey.
Sancho
Con Celio sale, y suben los dos.
Elvira
Corre,
y escóndete detrás de aquellos paños.
Nuño
1645
¿Celio también aquí?
Nuño
Él debe de ser sombra que me sigue.
Elvira
Si el rey te encuentra aquí, cuéntate muerto.
Nuño
Que lo debo de estar es lo más cierto.
Sale el Rey y Celio
Rey
¿Con quién, hermosa Elvira, te entretienes?
Elvira
1650
Sola, señor, estaba, aunque segura
de esta merced, acompañaba el alma
de mil memorias tuyas.
Rey
¿Ha venido
Nuño por esta calle algunas veces?
Elvira
Desde el día, señor, que le mandaste
1655
que no volviese aquí, no he visto a Nuño.
Rey
No suele Amor obedecer al dueño.
Elvira
Quien sirve bien, quien ama lo que sirve,
antes se precia más de la obediencia,
porque de aquello solo tiene gusto.
Rey
1660
Bien puede ser que Nuño me obedezca;
mas no me agrada a mí que le disculpes.
Elvira
El decir la verdad no es disculparle.
¿Quién es este criado de buen talle
que trae vuestra alteza siempre al lado,
1665
que nunca tanto en él he reparado?
Rey
Este es Celio, el mayor entendimiento
que en estos tiempos ha formado el cielo.
Pudiera honrar como Catón a Roma,
y como otro Demóstenes de Grecia.
Elvira
1670
Ya sé que vuestra alteza [le] ama y precia.
Rey
Y enseñar a los padres del Senado
un arte nuevo de razón de Estado.
Escucha, un hombre a quien estimo y quiero.
Elvira
En eso cifras cuanto Celio vale.
Rey
1675
Téngole puesto en el lugar primero.
Trata verdad, a mis intentos sale;
gran bien al reino de su ingenio espero.
Elvira
No habrá, si tú le abonas, quien le iguale.
Rey
Un príncipe no puede por sí solo
1680
ser de la carga del Imperio el polo.
Como el cielo se mueve en dos, conviene
que tenga quien le ayude. Mas dejando
partes de Celio, que conmigo viene,
y en las que tiene tu belleza hablando,
1685
¿qué es lo que agora, Elvira, te entretiene?
Nunca me pides nada, imaginando
que Amor es obras y que hacerlas puedo.
Elvira
Si yo te tengo, a tu poder excedo.
Elvira
Por eso no te pido,
1690
que tú me has de pedir si yo te tengo.
Rey
¿Hay tal donaire?– Celio, ¿no has oído
esta razón?
Rey
Cuando yo vengo
adonde tengo el alma y el sentido,
¿qué puedo dar?
Celio
En la razón detengo,
1695
todo mi ingenio es un profundo abismo.
Rey
Pedirla quiero que me dé a mí mismo.
Octava real
¿No es muy perfecta en todo?
Celio
Ingenio y talle
me parecen rarísimos.
Celio
Que cuanto pudo el cielo quiso dalle.
Rey
1700
Celio, ¿no tiene partes excelentes?
Celio
(Pienso que al Rey le pesa de que calle;
seguir su gusto en todos accidentes
es la ley del servir.) Señor, yo veo
altamente empleado tu deseo.
Octava real
1705
Es esta dama aquella imagen bella
que de cinco doncellas hizo el griego,
de todas la mejor, poniendo en ella
segunda causa del troyano fuego,
cual suele, antes del sol, la blanca estrella,
1710
que pone las tinieblas en sosiego.
Ansí parece en tu presencia agora,
siendo yo el campo que corona y dora.
Octava real
Vila y temblé, que a tal respeto mueve,
que me dejó, mirándola, suspenso.
1715
No la enseñes a nadie, ni que apruebe
su belleza le pidas con tal censo,
que bien será, señor, de helada nieve
el que no la tuviere amor inmenso.
El alma lleva de la vista asida.
Rey
1720
¿Que te has enamorado, por tu vida?
Celio
Octava real
Sí, señor, que enamora esta señora
las piedras como yo.
Rey
Pues ¡vive el cielo!
que he de ser Alejandro desde agora,
y tú mi Apeles con el mismo celo.
Celio
1725
Decir, señor, que agrada y enamora
por encarecimiento un monte, un hielo,
no es decir que estoy muerto, que era justo
hablar así por abonar tu gusto.
Octava real
Yo estoy vivo, y tan lejos de tu ofensa
1730
como verás, pues con licencia suya
me voy.
Rey
Yo te conozco, Celio. Piensa
en que de hoy más esta mujer es tuya.
Si calidad te falta, en recompensa
te quiero dar…
Celio
Señor, no se concluya
1735
tan presto un pensamiento tan extraño.
Mira que no la quiero, y que es engaño.
Rey
Octava real
Celio, de hombre de bien me dices eso.
Yo te vi sin color luego que entraste,
y agora estás turbado.
Celio
Yo confieso
1740
que con lo que dijiste me turbaste.
Rey
Yo quiero hacer de Amor tan grande exceso.
Celio
¿Qué exceso, si en mirarme te engañaste?
¡Vive Dios, gran señor, que no la quiero,
y que tu amor me hace lisonjero!
Octava real
1745
No te quites el gusto que tenías
para darle a quien no te lo agradece.
Rey
Aquí no valen ya filosofías.–
¿Elvira?
Rey
¿No tendrías
1750
por dichosa, pues ves lo que merece,
la mujer que llegase a ser su esposa?
Elvira
(Lisonjearle es acertada cosa.
Octava real
Quiero decirle bien de lo que ama.)
Señor, Celio es galán y gentil hombre,
1755
y a no preciarme yo de ser su dama,
no hay que dudar, apeteciera el hombre.
Es Celio como el nombre que se llama,
porque el cielo le ha dado hasta su nombre.
Si visitares damas no le lleves,
1760
que podrá ser que a ser celoso pruebes.
Rey
Octava real
Celio, Elvira, es hidalgo caballero
de mi mano, y desde hoy es tu marido.
Ser liberal y no celoso quiero.
Tu mano para dársela te pido.–
1765
Desde hoy, Celio, serás mi tesorero.
Celio
(¡Cuánto de hablar estoy arrepentido!)
Rey
Octava real
¿Sabes quién te lo manda?
Elvira
¡Fuerte cosa!
1770
No creyera de ti…
Rey
Ya está acabado.–
Tú eres su esposo y ella es ya tu esposa.
Ve a apercibir el coche.
Rey
Adiós, Elvira hermosa.
A la noche vendrá tu desposado
1775
por ti, que quiero que en palacio sean
bodas y fiestas.
Vase el Rey. Sale Nuño
Nuño
Bien lo he visto,
pero no lo he creído.
Elvira
Yo tampoco.
1780
¡Casome el Rey con este su bienquisto!
Nuño
No trata más que de volverme loco.
¿Cómo la furia y el dolor resisto?
Elvira
¿Y yo no te parece que provoco
las piedras a volverse lenguas vivas?
Nuño
1785
Su muerte he de trazar.
Elvira
Octava real
Vete, Nuño, con Dios, que soy esposa
del señor tesorero, de un villano,
de un montañés, de un monstro.
Nuño
¡Extraña cosa!
No quiero consolarte.
Nuño
1790
Ya estás casada. Goza en paz dichosa
un hombre tan dichoso que la mano
de un rey tiene en la suya, pues es tuya.
Elvira
Primero seré muerta que ser suya.
Vase Nuño
Soneto
Suben las aguas de las fuentes claras
1795
por la misma medida que descienden;
si de los altos montes se desprenden,
vuelve segunda vez a ver sus caras.
Por el conducto ocultamente avaras
desde su origen los arroyos tienden;
1800
pero después en ancha copa extienden
las puras linfas de sus venas raras.
Bajé de Nuño aprisa, y, como fuente,
subí de un rey hasta los cercos de oro,
sirviéndole de perlas a su frente.
1805
Mas diome a Celio; y, convertida en lloro,
derramo el agua en el dolor presente.
Huyó mi fin, y mi principio adoro.
Vase. Sale Fabio y Belardo
Belardo
¡Bravas columnas y puertas!
1810
¿Que en estas vive tu hermano?
Belardo
¡Que un hombre enseñado, pueda
a vivir techos pajizos
1815
mudar la naturaleza!
Fabio
¿A ti más te agrada el campo
y una cabaña cubierta
de ciprés, pino y taray?
Belardo
Fabio, yo vivo en aquellas
1820
como el cortesano grave
en esta pompa y riqueza.
Sale un Portero
Fabio
¿Podremos hablar
1825
al señor Celio?
Portero
Están llenas
estas cuadras de mil hombres
que hablarle al salir esperan,
¿y tenéis vos presunción
de entrar donde solo entran
1830
príncipes?
Fabio
Si erré, os suplico
que perdonéis mi rudeza.
Soy un villano, ya veis.
Belardo
¡Pardiez, Fabio, si te agrada,
1835
volvámonos a la aldea!
Fabio
No, Belardo, que en palacio
importa tener paciencia.
Sale Ponciano, maestresala
Fabio
¿Ah, caballero? Aunque sea
1840
atrevimiento, os suplico
me digáis de qué manera
podré hablar al señor Celio.
Ponciano
Agora Celio despierta.
Vestirase muy despacio.
Fabio
1845
Pues cuando otros duermen siesta
¿de la cama se levanta?
Ponciano
Pensáis que es esta la sierra,
adonde al alba salís
de entre cuatro pardas peñas?
1850
Acá hacemos el día noche
y noche el día.
Fabio
¿Y concierta
bien con la orden que Dios
tiene en el gobierno puesta
de la vida de los hombres?–
1855
Vamos, Belardo, y no creas
que yo le despierte más.
Belardo
Vámonos, Fabio, y no vuelvas,
que a la fe que por los campos
no pacen todas las bestias.
Ponciano
1860
Volved, volved, labradores,
que en la cuadra de estas rejas
quiero que esperéis un rato,
por vuestra pura inocencia.
Ea, arrimaos por aquí.
Fabio
1865
Aunque es bien que os lo agradezca,
más me quisiera volver.
Sale Celio, con ropa de levantar, lavándose; un Criado con el cuello en una salva,
sombrero y capa y espada en una fuente, y toalla, y Camarero
Celio
1870
Pienso que he dormido un poco.
Fabio
(¿Hay locura como aquesta?)
Camarero
Julio y Mendo están aquí.
Celio
¡Hola! Cantad una letra.–
Y tú llégame ese espejo.
Belardo
1875
(¿Qué es aqueso que le llegan?
Fabio
El espejo, en que se pone
aquella flamenca rueda
con que es pavón del pescuezo.
¿Ves toda aquesta grandeza
1880
de este que ayer fue mi hermano
y ya se imagina estrella?
Pues con su pan se lo coma.
Músicos
“Pensativo está Rodrigo…”
Celio
1885
No me digáis lo que piensa.
Cantadme una cosa alegre.
Músicos
“Melisendra está en Sañuela…”
Celio
¿Qué os parece que me importa
que esté agora Melisendra
1890
en Sañuela o en París?
Músicos
“En un arroyo de perlas…”
Celio
Como hay pastor que llorando
con sus lágrimas le aumenta,
de puro cristal las aguas
1895
y de esmeralda las hierbas.
Músicos
Señor, los términos son
de la poesía nueva
con que escribimos agora.
Celio
Apartaos. –¿Qué gente es esa?
Ponciano
1900
Unos labradores son.
Fabio
Tu hermano soy, que no acierta
a hablarte ni aun a mirarte.
Dos horas [ha] que me hubiera
vuelto a mi casa cansado
1905
de porteros y de puertas,
de guardas, de gentilhombres
y de otras impertinencias.
Mándame dar una silla.
Celio
¿Quién, sino tú, me pudiera
1910
hacer en esta ocasión,
Fabio, tan notable afrenta?
¿Tú vienes a verme así?
¿No fuera bien que vinieras
en traje de hermano mío?
Fabio
1915
De esas locuras te deja.
Manda traer una silla.
Celio
Cuando el Rey me casa y premia
con un oficio tan alto,
¿tú vienes a que yo pierda
1920
lo que mi ingenio me ha dado?
Di, si mi esposa te viera,
¿en qué me tuviera?
Fabio
Acaba,
Celio, no te desvanezcas.
O me siento o me voy.
Celio
Vete,
1925
que en mi casa no se sientan
unos sayales tan bajos
en respaldares de tela;
no quiero que las ensucies.
Vuélvete, necio, a tu sierra,
1930
y si hubieres de volver
a mi desposorio, sea
en hábito de hombre honrado.
Vase Celio, y los Criados tras él
Fabio
Abridle bien las puertas,
que es gigante de arrogancia
1935
y no ha de caber por ellas.–
¿Tomé? ¿Tomé?
Fabio
¿Qué boda y qué novia es esta?
Tomé
No sé. Pienso que una dama
que era del Rey.
Fabio
¿Del rey era?–
1940
Echa por aquí, Belardo.
Belardo
¿Dama del Rey? ¿Qué me cuentas?
Fabio
Vamos al campo a dar voces,
que esto es bueno para piedras.
Vanse, y sale Inarda y Laureta
Inarda
1945
No más corte ni ciudad.
Inarda
Llévome, Laura, mi engaño.
Redondilla
Pensé que Celio me hablara.
Laureta
¡Bonitos los hombres son!
1950
En cesando la afición
todo el buen respeto para.
Inarda
Redondilla
¡Bendígaos Dios, prados míos!
En vosotros me crie,
que no en la ciudad.
Laureta
Yo sé
1955
que le ha de bajar los bríos
Redondilla
Inarda
Eso creo,
que lo violento no dura.
Laureta
Con la venganza segura
puedes templar el deseo.
Salen la música y todos los Pastores bailando
Copla (estructura abierta)
1960
“A los verdes prados
baja la niña,
ríanse las fuentes,
las aves silban.
A los verdes prados
1965
la niña baja,
las fuentes se ríen,
las aves cantan.”
Silverio
Redondilla
Tu ausencia, a la fe, señora,
lloraban las verdes selvas.
Fidelio
1970
Muy en hora buena vuelvas
a ser de estos campos Flora.
Riselo
Redondilla
¿Cómo fue por la ciudad?
¿Sobra allá tanta alegría?
Inarda
Noche me parece el día,
1975
confusión su variedad;
Redondilla
esto es natural en mí.
Más precio veros cantando,
las puras almas mostrando,
que cuantas grandezas vi.
Laureta
Redondilla
1980
¿No parece Fabio aquel
que baja por el pinar?
Inarda
Recibidle con cantar,
que ya me alegro con él.
Cantan los Músicos y sale Fabio y Belardo
Copla (estructura abierta)
“Con el alto pino
1985
calle la oliva,
y a la gala de Fabio
todos se rindan.
Con las azucenas
callen las rosas,
1990
y a la gala de Fabio
se rindan todas.”
Fabio
Redondilla
Pareciérame muy bien
la fiesta si no trajera
nueva que a Inarda le diera
1995
pesadumbre.
Fabio
Redondilla
De Celio, a quien ha casado
el Rey.
Inarda
Pues bien, ¿a qué efeto
presumes, Fabio discreto,
que me puede haber pesado?
Fabio
Redondilla
2000
Eso, Inarda, ¿quién mejor
que tú lo puede saber?
Inarda
En ti, que mereces
mucho más.
Fabio
Hoy me enloqueces.
Los pies te quiero besar.
Inarda
Redondilla
Tente, que dirán los brazos
mal de mi propio deseo.
Fabio
2010
Si en esta gloria me veo,
haga su rueda pedazos
Redondilla
la fortuna, que levanta
Celios y Fabios humilla,
si la tela de su silla
2015
de mis sayales se espanta.
Redondilla
Ea, zagales, que hoy
es día de gran placer.
Mercedes os quiero hacer;
yo he ganado, rico estoy.
Redondilla
2020
Den a Fidelio seis cabras,
cuatro ovejas a Damón.
Y tú, que en esta ocasión,
Silverio, tu casa labras,
Redondilla
corta diez pinos valientes.
2025
Tú, Riselo, escoge un toro
de dos años. Y tú, Floro,
seis cabritillos recientes.
Redondilla
Tú, Belardo, los librillos
que eran de mi hermano hereda.
2030
Tú, Laura, cofia de seda
y de plata los zarcillos
Redondilla
tendrás el primer mercado.
Belardo
Y yo por todos, señor,
2035
te ofrezco un baile en el prado
Redondilla
y una comedia famosa
para el día de tu boda.
Fabio Pues, Belardo, hacelda toda
de esta mi pena amorosa.
Belardo
Redondilla
2040
Yo no sé cómo han de ser,
que me sucede, señor,
como al otro labrador
que llevó el asno a vender
Redondilla
que él y un hijo que tenía
2045
iban a pie tras la bestia,
y la gente, con molestia,
ver libre al asno sufría.
Redondilla
Subió el viejo, y no faltó
quien dijo: “El mozo lleváis
2050
a pie y caballero vais.”
Luego el viejo se bajó
Redondilla
y subió el mozo. Mas luego
hubo quien dijo: “El anciano
va a pie, y el mozo, villano,
2055
va caballero. ¡Oh, mal fuego!”
Redondilla
El viejo entones subió
con el mozo, y un lugar
entero empezó a gritar:
“¿Dos en un asno? Eso no.”
Redondilla
2060
Viendo tal desasosiego
los pies le ató, y, en un pino,
llevaba al hombro el pollino
de él y del hijo; mas luego
Redondilla
se burlaron de los dos
2065
diciendo; “¿De esa manera
lleváis, necios, quien pudiera
mejor llevaros a vos?”
Redondilla
El viejo entonces, tomando
el sano, le despeñó
2070
a un río. Y sospecho yo
que en estas vísperas ando,
Redondilla
que viendo el ingenio mío
que no puede contentar
a todos, habrá de dar
2075
con todo el asno en el río.
Sale Tomé
Tomé
Redondilla
Después que Mercurio soy,
alas me he puesto en los pies.
Tomé
Redondilla
2080
que me he de venir acá.
Tu hermano te ruega…
Fabio
Di
que no soy yo para allá.
Tomé
Redondilla
Ruégate que en traje honrado
2085
vayas a honrarle, y que veas
una sortija, o que seas
juez, que se ha concertado
Redondilla
Fabio
Dile, Tomé, que no quiero,
2090
aunque pienso aventurero
ir a lo que a mí me importe.–
Redondilla
Belardo, mi yegua saca,
que tú serás mi padrino.
Fabio
2095
Inarda, el rigor aplaca,
Redondilla
y yo quiero andar galán.–
Tañed y cantad, pastores.
Inarda
Venganzas hacen favores;
a do las toman las dan.
Váyanse, y toquen atabales y salgan los Caballeros, y el Rey, y Celio y doña Elvira
de las manos
Rey
Endecasílabos sueltos (tirada)
2100
No
N
X
Nota del editorEn esta tirada de endecasílabos sueltos alternan una serie de pareados, como indican
Morley y Bruerton (1968, p.303)
es bien que dilate la sortija,
y así he querido que hoy se corra.
Celio
En todo
se ha seguido tu gusto.
Nuño
(¿Ya que espero?
¿Qué miro? ¿Qué deseo? Ya es Elvira
de un villano, y lo saben mis sentidos
2105
y no quieren perderse. Pues si es poco,
seguro vivo de volverme loco.)
Rey
No estás con mucho gusto, hermosa Elvira.
Elvira
Teniendo yo marido de tu mano
¿cómo puedo dejar de tener gusto?
Nuño
2110
(Ya solo para mí se hizo el disgusto.)
Elvira
¡Qué gallardo
entra el mantenedor!
Cajas, y vayan pasando el Mantenedor y Aventureros, con su lanza cada uno, y su letra
y su padrino
Celio
Le letra dice:
“A buen árbol se arrimó,
que, como en monte vivía,
2115
los árboles conocía.”
Celio
Un alto pino
que una hiedra a su sombra se levanta.
Querrá decir que mi ventura es tanta.
Toquen, y sale otro Aventurero
Celio
La letra de este de esta suerte dice:
2120
“Dondequiera llueve el cielo.”
Celio
Algunos cardos
muy verdes y altos y de flores llenos.
Dirá que soy villano, por lo menos.
[Aventurero 1]
La de este aventurero así comienza:
2125
“La de Alejandro y Apeles,
probó cetros y pinceles.”
Celio
Una tablilla de colores
y debajo, señor, una corona.
Mi dicha grande y tu valor pregona.
[Aventurero 2]
2130
Esta, señor, de esta manera dice:
Pareados octosílabos
“Ícaro, guarda las alas,
que hay mucho sol si resbalas.”
Rey
Endecasílabos sueltos (tirada)
Celio
Es la fábula pintada.
Dirá que Ícaro soy y que el sol eres,
2135
que me derretirás cuando quisieres.
Sale Fabio, muy galán, de aventurero, con Belardo de padrino
Celio
La de este aventurero no me agrada.
Trae pintado un hombre que, sentado
en una mesa, tiene muchas joyas
2140
y debajo los pies en unos grillos
hechos de unas culebras retorcidas.
Celio
Ya la leo:
“Con su pan se lo coma.”
Rey
Necios vienen.
No corran hoy, que no me siento bueno.
Celio
2145
Entra, Elvira, a saber lo que el Rey lleva.
Elvira
Pienso que debe de llevar enfado.
Queda solo Celio
Celio
Con su pan se lo coma, enojado
el rey de oír la letra. ¡Vive el cielo,
que no he casado bien y que hay engaño!–
2150
Ponciano, escucha.
Ponciano
No hay de qué te aflijas,
que este sin duda es Nuño. Que este Nuño
se pretendió casar con doña Elvira.
Enamorose el rey, y como agora
te la da el Rey, por solo hacerte afrenta
2155
dice la letra…
Celio
Calla, que con llanto
y no con pan podrá ser que esta boda
la coma alguno.
Sale Tomé
Tomé
Ya la fiesta toda
es acabada.
Tomé
Que dice
tu hermano que no viene a ver tus fiestas
2160
por estar en las suyas ocupado.
Tomé
Que con Inarda se ha casado,
y te suplica, corto es el camino,
que a honrarle vayas y serás padrino.
Celio
Que le envidio
2165
la mujer, el sosiego y el aldea,
no te puedo negar. Para bien sea,
y tan mal para mí mi casamiento,
que ya el veneno en las entrañas siento.
“¡Con su pan se lo coma!” ¡Extraño caso!
2170
Engaño fue. ¡Yo muero! ¡Yo me abraso!
¡Oh, padre! ¿Cuán mejor me hubiera sido
obedecerte y no dejar mi nido!
Acto III
Salen música y los Pastores, Inarda y Fabio, de novios
Fabio
Lira
A mi ventura, Inarda,
no se puede igualar otra ventura.
2175
Que esposa tan gallarda,
de tal entendimiento y hermosura,
quererla dar a Fabio,
parece que es del mismo cielo agravio.
Lira
Pastores de esta sierra,
2180
envidiad mi fortuna y celebralda.
De mi amorosa guerra
la paz me dio pacífica guirnalda,
la paz del matrimonio,
de fe y lealtad eterno testimonio.
Lira
2185
Bajen de las montañas
los rústicos vaqueros a hacer juegos;
por todas las cabañas
en torno enciendan los pastores fuegos
de correosas teas;
2190
adórnenlas de junco y verdes neas.
Lira
No quede en todo el soto
novillo que no alegre nuestra aldea
con rústico alboroto;
mátense tantos, que teñir se vea
2195
su sangre estas atochas;
licencia doy a dardos y a garrochas.–
Lira
Ea, mi dulce esposa,
alegra el día de mi bien, haciendo
una danza amorosa.
Inarda
2200
Ya la estaba trazando y componiendo.–
Tañan Feniso y Floro.
Floro Las hierbas volverás tapetes de oro.
Dancen así
Romance (tirada)
“Al casamiento de Fabio,
mayoral del monte nuestro,
2205
previenen fiestas y bailes
los pastores y vaqueros.
A danzar sale gallarda
la bella Inarda y Fineo,
y aunque fuera diferente
2210
fuera la gallarda en vellos.
Con una y otra mudanza
dan vueltas y trocan puestos,
ya de guerra, ya de paz,
siguiendo los instrumentos.
2215
¡Al arma! ¡Al arma!
¡Al arma, pensamientos,
que quieren defenderse los deseos!
En alto me veo,
capillo de oro tengo.
2220
Moros veo venir;
no puedo huir,
y aunque pudiera no quiero.
Ten, Amor, el arco quedo,
que soy niña y tengo miedo.
2225
Érame yo niña,
y niña en cabello,
guardaba ganado,
no guardaba el pecho.
Andando cazando
2230
viome el caballero;
palabras me dijo
que me enternecieron.
Ten, Amor, el arco quedo,
que soy niña y tengo miedo.
2235
¡Al arma! ¡Al arma!
¡Al arma, pensamientos,
que quieren defenderse los deseos!
En alto me veo,
capillo de oro tengo.
2240
Moros veo venir;
no puedo huir,
y aunque pudiera no quiero.
Ten, Amor, el arco quedo,
que soy niña y tengo miedo.”
Sale Celio con Tomé
Celio
No seré
ya de las bodas padrino.
Fabio
¡Oh, Tomé!
¿Mi hermano a mis bodas vino?
Fabio
¿Justo? Engañado te han,
como en nuestro estilo ves.
Quintilla
2255
Aquí todos son vaqueros,
pastores y ganaderos,
y viven como villanos;
allá para cortesanos
los padrinos caballeros.
Quintilla
2260
Si entendimiento tuvieras,
a bodas de labradores
como labrador vinieras,
que no han de estar los señores
entre pajas y las eras.
Quintilla
2265
Aquí con todos me igualo;
no tengo asiento que pueda
hacerte tan vil regalo,
ni es bien ensuciar tu seda
entre mis sillas de palo.
Quintilla
2270
Y puedes considerar
que si allá, por ser grosero,
aun no me quisiste hablar,
aquí a ti, por caballero,
no puedo darte lugar.
Quintilla
2275
Allá en tus grandezas pasa
esa ambición que te abrasa,
y permite que te diga
que la más pequeña hormiga
halla respeto en su casa.
Quintilla
2280
Yo fui a la tuya en el traje
y paños en que nací,
principios de tu linaje,
no pensando que de ti
recibiera tanto ultraje.
Redondilla
2285
¿Qué culpa tuve en nacer,
como ninguno la tiene?
Y si lo fue el irte a ver,
la misma tiene el que viene
adonde no es menester.
Quintilla
2290
Pienso que somos hermanos
de un parto, crianza y cuna;
mas no todos los villanos
hallan luego la fortuna
para que les dé las manos.
Quintilla
2295
Vete con Dios, que me enojo,
porque estoy muy enfadado,
que en este campo y rastrojo
como mi pan sin cuidado,
como yo le siembro y cojo.
Redondilla
2300
Allá tú, que del ajeno
comiendo con pena estás;
aunque lo tienes por bueno,
no sé si le comerás
sin sospecha de veneno.
Celio
Romance (tirada)
2305
Fabio, Fabio, Fabio mío,
oye a tu mísero hermano.
Oye, que es muy diferente
esta venida a tu campo.
No te vengues, que con esto
2310
te confirmas por villano,
que en lo demás eres noble.
Fabio
¿Tienes algún fuerte caso
a que yo pueda ayudarte?
Porque entonces de los brazos
2315
y del alma, si hay en ella
sangre, haz cuenta que la saco.
Celio
Sí, hermano; sí, Fabio mío.
Yo llego muerto y turbado,
perdido, a pedir consejo
2320
a tu entendimiento claro.
Manda que nos dejen solos.
Fabio
Inarda, Laura, Belardo,
Riselo, Fidelio y todos,
despejad las eras.
Inarda
Vamos,
2325
que en viendo tan solo a Celio
vi que del estar en alto,
como no lo tiene en uso,
algún vaguido le ha dado.
Vanse todos, y quedan Fabio y Celio
Celio
Escucha.
2330
¡Cuánto los hombres erramos
en no creer los mayores!
Aquí mi padre Filardo
me dijo que no dejase
las pajas del nido patrio;
2335
y yo, con grandes ejemplos
de las historias de tantos
que a la sombra de los reyes
a sus coronas llegaron,
sin mirar que son mil mares
2340
las cortes y los palacios
donde mil naves se anegan,
si alguna se pone en salvo,
seguí el cuerpo de mis gustos.
Llegué, de humilde villano,
2345
al gobierno de estos reinos,
donde el cielo, hermano Fabio,
me quitó luego la vida.
Si he dormido con descanso,
si he dormido con sosiego,
2350
ni perdonado trabajo
por remediar y hacer bien
a pretendientes soldados,
a hombres de letras, a todos,
a extranjeros y vasallos,
2355
no hice agravio jamás,
ni fui en mi vida ingrato
por interés, por amor,
ni por accidente extraño.
Mas la envidia, que la envidia
2360
de donde levanta el paso
la virtud allí le pone
de aqueste dichoso estado,
me ha puesto en tanta desgracia
del Rey, que vengo rodando
2365
con más furia que subí.
Celio
Que si le hablo,
tuerce el rostro, que solía
mirarme benigno y manso.
Y Elvira, mi esposa Elvira,
2370
que recibí de su mano,
nunca yo la recibiera
y para tiempo tan largo,
pues en las pasadas fiestas
hubo quien trajo en mi daño
2375
una letra en que me dicen,
para que sienta mi agravio,
que “con mi pan me lo coma”;
conocidos desengaños,
de que su fama sería
2380
con circunstancias que callo,
viendo que ya desvalido,
osa llamarme villano
a cualquiera pesadumbre
de las que hay entre casados.
2385
Ya se me atreve la gente,
que, cuando resbala el alto,
no hay piedra de testimonio
que no apresure sus pasos.
¡Sabe el cielo cuántas veces
2390
a mis solas he llorado
de mi padre los consejos
y tus avisos, hermano!
¿Qué haré? ¿Por dónde saldré
de este laberinto? ¿Cuándo
2395
pondré el hilo de Teseo?
Fabio
Quedo, no des voces; paso.
Secreto veniste aquí;
con ese mismo te encargo
que al Rey vuelvas y le pidas
2400
licencia.
Fabio
Para venirte a tu monte
con tu mujer, que en llegando
te diré lo que has de hacer.
Celio
¡Ah! ¡Pluguiera al cielo santo
2405
que yo pudiera volverme
a mi primero descanso!
Fabio
Si te aborrece, no dudes
la licencia.
Fabio
Volverte a tu natural,
2410
pues muda consejo el sabio;
trocando la espada y pluma
por el azadón y arado,
y haciendo cuenta que estabas
todo este tiempo soñando,
2415
y que despertaste, Celio,
en las flores de este prado.
No hagas rostro a la fortuna;
ríndete, que en comenzando
a declinar de su extremo,
2420
no para hasta lo más bajo.
Celio
La culpa soy de mi daño,
pues que con alas de cera,
desde un monte, desde un árbol,
2425
quise subir hasta el sol,
donde, el calor de sus rayos,
cuando más cerca le tuve,
me arroja al mar de mi llanto.
Sale Nuño y Ricardo
Nuño
Terceto
Seas otras mil veces bien venido.
Ricardo
2430
Si en ti fidelidad hallo, serelo,
si no, vendré tan mal como he temido.
Nuño
Terceto
Antes, Ricardo, la Etiopía en hielo
y la Escitia en calor verás bañada,
mudándose los climas de aquel cielo,
Terceto
2435
que falte Nuño a la amistad jurada.
¿Qué hay del rey de Navarra?
Ricardo
Que, agraviado
jura mostrarle del León la espada.
Terceto
Mas su sobrino Alfonso, desterrado
del reino que le quita injustamente,
2440
más que en la guerra en el ardid fiado,
Terceto
tanto la vida de Ramiro siente,
que porque se le mate con veneno,
o por otro camino diferente,
Terceto
me da del reino la mitad, y es bueno
2445
que se le diera todo siendo mío,
por solo un bien de mil riquezas lleno.
Terceto
Amo a Leonor con tanto desvarío,
que por ella no habrá difícil cosa,
si por remedios a Tesalia envío.
Terceto
2450
Es, Nuño, mi Leonor su prima hermosa,
cuyo amor y codicia me ha traído
una empresa tan alta y peligrosa.
Terceto
Si me ayudas habré restituido
a Alfonso en este reino, que la parte
2455
que él me promete para ti la pido.
Terceto
Nuño
Para ayudarte
también me ayuda amor.
Nuño
Naturaleza, transformada en arte,
Terceto
pintó una dama que vencer pudiera
2460
la bella Elena, la española Cava.
Mostrela al Rey. ¿Ay, nunca el Rey la viera!
Terceto
No porque, enamorado, la gozaba,
mas porque a Celio se la dio, a un villano
que ayer el campo con la reja araba.
Terceto
2465
La envidia de este bien, Ricardo hermano,
no habrá cosa por ti que no la intente.
Ricardo
Pues, Nuño, muera el bárbaro tirano
Terceto
y goza de tu bien, que yo…
Nuño
Detente,
que viene el Rey.
Sale el Rey
Nuño
Agora
2470
supe que estaba de León ausente.
Nuño
El campo, en que hoy adora,
debe divertirle.
Rey
Acude al centro,
lugar que a cuantos viven enamora.
Nuño
Terceto
No pudieras ponerle más adentro
2475
de donde le has tenido, y, levantado,
le salieron sus montes al encuentro.
Rey
Ricardo amigo, seas bien llegado.
Terceto
Ricardo
Tiene por oficio
seguir al oso y al ligero gamo.
Rey
Es imagen del bélico ejercicio.
Terceto
Ricardo
Si te amo
sábelo el Rey navarro y su sobrino.
Rey
2485
Sé tu lealtad, y su codicia infamo.
Ricardo
Terceto
Ofreciose ocasión en un camino
de hablar de ti; llamote el Rey tirano,
y respondí con este desatino:
Terceto
“Dejando aparte, Rey, el soberano
2490
título y majestad, quien lo dijere
miente y le haré entender que es un villano.”
Terceto
Alteráronse todos. “No se altere
ninguno –dije– aquí, sino en la raya,
donde voy a esperarle, o él me espere.”
Terceto
2495
Pero ni de Navarra ni de Vizcaya
salió ninguno al puesto, y yo con esto
volví a León, volví a tus pies.
Ricardo
Si saliera al puesto
alguno de sus nobles, admiraras
2500
mi heroico brazo a mi lealtad dispuesto.
Rey
Terceto
Como si en la campaña le mataras
te lo agradezco, y premio te prometo.
Ricardo
Tus manos beso, en el premiar tan raras,
Terceto
como muestran ejemplos, que en efeto
2505
allá cuentan de un Celio grandes cosas,
aunque ya tienes de él menor concepto.
Rey
Terceto
Hícele con mis manos generosas
y podré deshacerle cuando quiera,
que ya me son sus gracias enojosas.
Terceto
2510
No hay ocasión de culpa, que si hubiera
lugar, adonde entrara mi castigo
a mi real piedad perdón pidiera.
Ricardo
Y ¿cuál mayor que desprivar contigo?
Sale Celio
Celio
Quintilla
Habiendo, invicto señor,
2515
considerado que fui
un humilde labrador,
que por tu mano subí
a tantos grados de honor;
Quintilla
y viendo mi insuficiencia,
2520
para mi correspondencia,
de lo que en palacio pasa,
para volverme a mi casa
te vengo a pedir licencia.
Quintilla
Cuando un rey a un caballero
2525
tan noble y tan principal
como el agrado primero
levanta y hace su igual,
corto su poder infiero;
Quintilla
pero cuando al que vivía
2530
cual hierba vil que no crece
levanta a gran monarquía,
que le vuelve a hacer parece
y que de nuevo le cría.
Quintilla
En esto sí que se encierra
2535
más poder que en hacer guerra
a un mundo entero ni a dos,
porque es condición de Dios
hacer hombres de la tierra.
Quintilla
En el teatro del mundo
2540
representando un villano
el acto primero fundo,
y el papel de un cortesano
luego en el acto segundo.
Quintilla
Acabele, y al tercero
2545
vuelve a hablar el labrador;
y así desnudarme quiero,
que represento mejor
mi nacimiento primero.
Quintilla
Dadme licencia si erré
2550
lo que esa mano me dio,
que el villano acertaré,
porque es figura que yo
desde que nací la sé.
Quintilla
Entré [en] lo que no sabía;
2555
dad licencia, y perdonad;
volveré a la patria mía,
que en aquella soledad
me aguarda mi compañía.
Rey
Quintilla
Cuando yo, Celio, te vi,
2560
otra cosa imaginé
de lo que ya miro en ti.
Celio
Yo, señor, no te engañé.
Mina de hierro nací;
Quintilla
si de oro imaginaste,
2565
tuyo fue el engaño.
Rey
Baste,
Celio, el arrepentimiento.
Parte a tu campo contento
del estado en que llegaste.–
Quintilla
A ti, Ricardo, te doy
2570
su oficio.
Rey
No dirás que ingrato soy.
Si me serviste, ya ves
el premio.
Rey
2575
La que en Navarra tuviste
obligó mi voluntad.
Nuño
(Bien la fábula fingiste.
Nuño
Quintilla
Pero pues ya le divierte
2580
de Celio, podrás hacerte
igual suyo en su desgracia.
Ricardo
Déjame entrar por su gracia,
que yo saldré por su muerte.)
Celio
Soneto
A jugar me senté con la fortuna
2585
el bajo cobre de mis verdes prados
contra el oro que vi de sus ducados,
de dos caras, en fin, como la luna.
Eché una suerte sin pedir ninguna,
y con solo un encuentro de tres dados
2590
un rey me dio su pecho y sus estados,
que a veces con los bienes importuna.
Pensé que de esta mano me vendría
la ganancia mayor que fue pensada;
pero, echando un azar la suerte mía,
2595
tirose el oro la fortuna airada;
mas si me deja el cobre que tenía,
aunque he perdido, no he perdido nada.
Vanse, y salga Inarda y Laureta
Laureta
Pues ¿es posible, señora,
2600
que a nuestros campos agora
Celio se vuelva a vivir?
Inarda
Redondilla
Él viene con su rigor,
mas no sé yo si a quedarse.
Laureta
No querrá tanto humillarse
2605
mujer de tanto valor.
Inarda
Redondilla
Yo pienso, por la tristeza
de Fabio, que hay en la corte
mudanza.
Laureta
Si ha errado el norte,
condénale a su bajeza.
Inarda
Redondilla
2610
Los aposentos he puesto
lo mejor que yo he podido.
Camas no, que no he querido
parecer villana en esto.
Redondilla
Ellos las traerán doradas,
2615
con ricas colchas de seda.
Laureta
Algo que pensar te queda.
Inarda
Con la malicia me agradas.
Redondilla
¿Pensarás que envidiaré
a doña Elvira a su lado?
Laureta
2620
Si no es el amor pasado,
no es mucho que te la dé.
Salen los pastores, Belardo, Fabio y Silverio
Belardo
Redondilla
Digo que contento estoy
de que lo juzgue nuesa ama.
Silverio
Redondilla
Contra un cabrito y un cinto
pongo un vaso de taray,
que en el monte no le hay
mejor, labrole Jacinto,
Redondilla
2630
sobre cuál pena es mayor
de tres penas.
Silverio
Los celos dice Belardo,
Fidelio dice el amor
Redondilla
y yo digo que el agravio.
Belardo
2635
Los celos son desatino
del alma, son descamino
de la razón del más sabio,
Redondilla
son tinieblas del sentido,
limbo de los ojos son.
Fidelio
2640
¿Y el deseo no es pasión
que mil veces le ha perdido?
Redondilla
¿Qué diferencia hay de un loco
a un amante? Amor es ciego,
es furia, es tormento, es fuego.
Silverio
Redondilla
con el agravio cruel,
en quien están esas penas
de otras infinitas llenas
y todo el infierno en él.
Redondilla
2650
El agravio a amor ofende,
y, aunque los celos sosiega,
a quitar la vida llega,
porque hasta el honor se extiende.
Redondilla
Inarda
2655
Dadme de término un día.
Salen los Villanos músicos, Celio, Fabio, doña Elvira y Tomé
Músicos
Silva (tirada)
“Al cabo de los años mil,
vuelven las aguas por do solían ir.”
Celio
2660
Nunca vino la canción
más a propósito, hermano,
que agora.
Inarda
Bendígaos Dios. ¡Qué hermosura!
Elvira
2665
A vos os está mejor
ese requiebro y favor.
Inarda
De envidiosa estoy segura.
Elvira
Quedo, señora cuñada,
mirad que me correré.
Celio
2670
Parte a mi gente, Tomé,
pues toda queda pagada,
y di que solo un instante
ninguno quede en la aldea.
Celio
No hay quien sea
2675
para este monte importante.–
¿Hola? Vuélvase el cochero,
que carro ha de ser desde hoy.–
Labrador, señora, soy,
que ya no soy caballero.–
2680
Ea, Fabio, ¿qué te ríes?
Fabio
Den a mi hermano un gabán.
Celio
Y a Elvira ¿qué le darán?
Inarda
Esas perlas y rubíes
no las cubra tosco traje.
Celio
2685
Pues, prima, ¿qué pareciera
que yo a labrador volviera,
como lo es todo linaje,
y Elvira fuera muy dama
al estilo de la corte?
Elvira
2690
Si importare que se corte
de la más silvestre rama,
siendo gusto de mi esposo
le tengo de obedecer.
Celio
No mudas, Elvira, el ser
2695
de tu nacimiento honroso;
solo mudas el vestido.
Elvira
Y aunque el propio ser mudara,
el amor me sustentara
al gusto de mi marido.
2700
Celio, yo he echado de ver
que vienes determinado;
no te dé nada cuidado,
Celio, yo soy tu mujer;
cuando necesario sea
2705
sabré con mucho contento
tomar un rudo instrumento.
Celio
No te traigo yo al aldea,
Elvira, a tratarte mal;
y, cuando así te trajera,
2710
esa humildad mereciera
reconocimiento igual.
Antes pienso que has de ser
la mujer más regalada,
más servida y estimada
2715
que se haya visto mujer.
No habrá en el campo nacido
fruta, cabritillo ni ave,
haste el perdigón süave
sobre su caliente nido;
2720
no habrá producido el cielo
cosa que este campo esmalte
que de tu regalo falte.
Fabio
Y yo de tan justo celo
salgo, Elvira, por fiador.
2725
Bien hay con qué regalaros.
Inarda
Todos habemos de amaros
y estimar vuestro valor.
Reina seréis de este prado,
de este monte y de esta sierra.
Celio
2730
Pastores, a vuestra tierra
hoy vuelve un desengañado.
No más corte. Aquí nací,
y aquí a morir me resuelvo.
Este es mi centro, a él me vuelvo;
2735
vamos, y decid por mí…
Músicos
“Al cabo de los años mil,
vuelven las aguas por do solían ir.”
Vanse. Sale el Rey, Nuño y Ricardo de casa
Ricardo
A toda prisa el sol, señor, deciende
2740
y viene haciendo alarde
de las estrellas que en su manto extiende
la noche, siempre fría,
a las espaldas de la luz del día.
Lira
Paréceme que puedes
2745
quedarte aquesta noche en esta aldea,
pues cuando aquí te quedes,
no ha de haber cosa que importante sea
que en ella no te sobre,
aunque a la vista nos parece pobre.
Rey
Lira
2750
¿Qué dice Nuño de esto?
Nuño
Que para que mejor al alba puedas
salir, señor, dispuesto
a tomar de este monte las veredas,
es bien que aquí repares
2755
que todas estas casas son lugares.
Lira
León está muy lejos
y viene ya la noche a grandes pasos
mostrando mil espejos
entre la sombra de sus negros rasos.
Rey
2760
Quedo, que he visto un gamo.
Ricardo
Acercarte podrás de ramo en ramo.
Rey
Lira
Entrad en esa casa
a decir que esta noche quedo en ella.
Vase el Rey
Nuño
No da con mano escasa
2765
la suerte, el tiempo y nuestra buena estrella
favor a nuestro intento.
Ricardo
Todo nos va saliendo al pensamiento.
Sale Celio en hábito de villano
Celio
Romance (tirada)
(Al alzar de mi labor,
que en pago de mi arrogancia
2770
adonde hay tantos criados
huelgo de tomar la azada,
he visto gente que viene
por estos montes a caza,
y puede ser que el Rey sea.)
Ricardo
2775
Si él cena en estas cabañas,
cuéntale, Nuño, por muerto.
Celio
(Nuño dice, y del Rey habla.
Dos hombres son. ¡Santo cielo,
si fuese Nuño de Lara,
2780
que de todas mis fortunas
su envidia ha sido la causa!
Entre estas ramas me escondo.)
Ricardo
Para que todo se haga
más a lo seguro, Nuño,
2785
y pueda en rey de Navarra
meter a Alfonso en León,
no hay más segura jornada
que matar a don Ramiro.
Nuño
El monte ofrece mil trazas;
2790
pero no ha de ser de suerte
que quedemos en España
con nombre que nos afrente.
Ricardo
La que se me ofrece aguarda.
Entre estas casas está
2795
la de Celio, y es la casa
donde mejor puede el Rey
aposentarse.
Nuño
Repara
en que Elvira vive en ella.
¿Si fuese mi dicha tanta
2800
que desde aquí la llevase!
Ricardo
No lo dudes. Oye y calla.
Servirele al Rey la copa
de esta hierba preparada,
con que morirá esta noche;
2805
y, en viéndole con las ansias,
habemos de echar la culpa
a Celio.
Nuño
Y será muy clara,
porque, con odio del Rey,
creerán todos la venganza.
2810
Vámosle a buscar.
Nuño
Por esas encinas baja,
que en ese valle la tiene.
Ricardo
Como se cerró la noche,
2815
no le vi.
Ricardo
Espera.–
¿Ah, buen hombre, el de la azada?
¿Sois de la casa de Celio?
Celio
Al pie de aquesta montaña
2820
hay algunos jabalíes
que suelen bajar al agua.
Nuño
No es eso lo que os decimos,
sino que cuál es la casa…
Ricardo
2825
No os preguntan por la caza.
Celio
¿Si tengo vino? ¡Pardiez,
que como el hombre trabaja,
que no le ha quedado gota!
Hueca está la calabaza.
Celio
Ya lo entiendo.
Entre esas verdes retamas
va el camino de León.
Ricardo
¿Hay tan extraña ignorancia?
Ricardo
¡Ojalá!–
2835
¿Sois sordo, hermano?
Celio
A media legua
toparán una cruz blanca
con las de los dos ladrones.
Ricardo
¿No ves que trabaja y canta?
Canta Celio
Celio
“Quien madruga, Dios le ayuda.”
“Quien mal anda, en mal acaba.”
Nuño
¿Has visto gente del Rey?
Celio
2845
¿Que me quede en hora mala?
¿Pues pullas? Oigan, esperen.
Celio
2850
Mala Pascua,
mal San Juan, mal corrimiento,
mala coz de buey de arada,
mala peladilla venga
sobre sus cejas y barbas,
2855
mal suceso en cuanto emprenda,
mal fin y mala pedrada.
Nuño
Déjale, que es loco y sordo.
Vanse. Queda Celio
Celio
¡Ah, cielo, juez piadoso,
2860
cómo se ve que te cansa
la envidia y traición del mundo!
¡Ved lo que en el mundo pasa!
Los leales se destierran
y los traidores se ensalzan.
2865
Pero gente viene aquí.
Sale el Rey
Rey
Ya no pensé que acertara
a tomar aquesta senda.
¿Ah de mi gente?
Celio
No,
2870
sino un labrador que cava
pensamientos de su Rey
y de su vida asechanzas.
Celio
(El Rey es este, que anda
2875
entre la vida y la muerte.)
Rey
(No quiero decirle nada,
para ver lo que me dice.)
Di, buen hombre, que bien hayas,
siendo un rudo labrador,
2880
¿en los pensamientos hablas
del Rey?
Celio
Porque hoy os busca
y os despedirá mañana;
2885
que yo sirvo a Celio aquí,
un labrador que llamaba
su amigo, y de quien fue sol
que los vapores levanta
para subirlos al cielo
2890
y deshacerlos en agua.
Celio
Ninguna, que su inconstancia,
por escuchar lisonjeros
en tantos peligros anda,
2895
que apenas tiene dos horas
de vida si no se guarda.
Celio
Nuño y Ricardo trataban
entre estos robles agora,
2900
y así pienso que se llaman;
Ricardo porque a León
vuelva Alfonso de Navarra,
y Nuño porque dio a Celio
el Rey a Elvira, su dama.
2905
Que cene esta noche aquí
por darle hierbas que matan
cuando la copa le sirvan;
y, entre las mortales ansias,
decir que Celio le ha muerto,
2910
como le ha visto en su casa,
por vengarse del agravio.
Rey
Yo sospecho que te engañas,
porque por Celio, a quien sirves,
debes de tomar venganza.
Celio
2915
Cuando le sirvan su copa
verá la experiencia clara
haciendo prueba del vino.
Rey
La verdad de tus palabras
pienso que confirma el cielo
2920
con alborotarme en alma.
Celio
Yo ni Celio no tenemos,
después de ver en qué para,
voluntades de señores,
pretensiones ni venganzas;
2925
que si el Rey me diese a mí
su reino, no le trocara
por un hora de este monte.
Rey
Los reyes también se llaman
jueces; lo escrito juzgaran.
Celio
2930
Bien pienso que los engañan.
Pero ¿qué disculpa tiene
si estando Celio en su gracia
se casó mal?
Rey
Quien lo ha dicho
miente; y antes que el Rey salga
2935
de aquestas casas de Celio,
sabrá que si fue su dama
lo fue siempre honestamente.
Celio
Pues ¿cómo le haréis la salva,
a un con su pan se lo coma,
2940
en la sortija pasada?
Rey
Porque la envidia procura
quitar con mentiras falsas
a los hombres el honor
a las mujeres la fama.
2945
Hazme placer de ir delante,
que yo no sé bien la casa.
Celio
Y aunque a las espaldas fuera,
van seguras las espaldas.
Vanse. Sale Nuño y Fabio
Fabio
2950
Mal con las cenas nos va;
pero obedecer es ya
fuerza, voluntad y ley.
Redondilla
Casas y almas no podemos
negarle como a señor.
2955
Pésame que solo amor
para servirle tenemos
Redondilla
Sale doña Elvira e Inarda y Laureta
Elvira
¿Qué es, señor, lo que mandáis?
Nuño
(Ojos, ¿qué es lo que miráis?)
Fabio
2960
Elvira, vos sois discreta.
Redondilla
Lo que sospechado había
de que el Rey os quiere bien,
hoy nuestros ojos lo ven,
para más desdicha mía.
Redondilla
2965
Él viene a cenar aquí,
que es invención que ha buscado,
porque le dará cuidado
veros tan lejos de sí.
Redondilla
Mirad que Celio, mi hermano,
2970
no merece deshonor.
Elvira
Sois hasta aquí labrador,
y desde aquí sois villano.
Redondilla
Mirad que soy mujer, Fabio,
que en otros paños nací.
Fabio
2975
Perdonad si os ofendí,
temeroso de mi agravio,
Redondilla
que bien estoy satisfecho
de vuestro raro valor.
Elvira
Si no lo estáis de mi amor,
2980
hoy lo estaréis de mi pecho.
Fabio
Redondilla
Yo me voy a prevenir
la cena al Rey.
Nuño
En fin ¿nos vamos los dos?
Nuño
Redondilla
2985
¿Cómo en este traje estás?
Elvira
Porque quiere el que es mi dueño.
Nuño
Pues mi palabra te empeño
que no lo ha de ser jamás.
Elvira
Redondilla
Pues ¿cómo lo has de impedir?
Elvira
No creas
que tan poderoso seas.
Nuño
Redondilla
Elvira, a una gran mudanza,
para prendas de la cual
2995
me da una mano en señal.
Elvira
Pierde esa loca esperanza.
Redondilla
De Celio soy y he de ser.
Elvira
Sí;
que para Celio nací,
3000
pues que nací su mujer.
Salen Celio, Ricardo, el Rey y Fabio
Rey
Redondilla
No es esta la vez primera
que ceno en esta posada.
Celio
Y de ser de vos honrada
aún no ha de ser la postrera.
Redondilla
3005
Fabio, mi hermano, está aquí.
Rey
Dícenme que Inarda es
vuestra esposa.
Fabio
Redondilla
aunque faltan bendiciones
3010
de la Iglesia.
Rey
De este camino
soy huésped y soy padrino,
por justas obligaciones.
Celio
Redondilla
También está Elvira aquí.
Rey
¡Oh, Elvira, dadme la mano!
Elvira
3015
No podré, aunque tanto gano,
daros lo que nunca os di;
Redondilla
esa mano sola es
de Celio.
Rey
Yo la pedía
como a Rey, que no caía
3020
en que era mejor los pies.
Redondilla
Vos la distes a quien solo
en el mundo os mereció.
Elvira
No le hallara mejor yo,
gran señor, de polo a polo.
Celio
Redondilla
3025
Muchas honras nos hacéis.
¿Quién habrá que os satisfaga?
Rey
Por muchas, Celio, que os haga,
mayores las merecéis.
Redondilla
¿Dónde vuestro padre está?
Celio
3030
Días ha que está impedido
en una cama tullido.
Fabio
Redondilla
Compondrase el aposento.
Cenad primero, señor.
Rey
3035
¿Vuestra gente de labor?
Fabio
Vendrá si os causa contento,
Redondilla
que no los deja atrever
la natural rustiqueza
para ver vuestra grandeza.
Rey
3040
Entren, que los quiero ver.
Salen todos los Villanos de casa
Rey
Alzaos, amigos, del suelo.
Fabio
Redondilla
3045
de estos montes, sus vasallos.
Belardo
Soy quien guarda sus caballos.
Redondilla
Si de andar, que ansí lo siento,
3050
a caballo se llamó,
caballero, mejor yo,
que los guardo y los sustento.
Fidelio
Bella;
3055
volvió la hierba por ella,
que de antaño andaban flacas.
Riselo
Cabras llevo
por esos riscos arriba.
Si queréis alguna chiva
3060
o algún cabrito mancebo,
Redondilla
aún hay bien que os presentar.
Damón
(Que topó conmigo.)
Soy de Mahoma enemigo.
Damón
Redondilla
3065
Pues sepa que puercos guardo,
como su merced se informe.
Rey
Fabio, vuestra esposa aguardo.
Fabio
Redondilla
Anda ocupada en la cena
3070
y la mesa. Viene ya.
Nuño
Hasta el fin estoy con pena.)
Saquen la mesa, manteles, y toalla y principios, lleguen una silla, y salen los Músicos
e Inarda, Laureta y Tomé
Inarda
Romance (tirada)
Perdonad, invicto Rey,
que, aunque rústica pastora,
3075
he querido que esta noche
cenéis de mi mano sola.
Rey
Inarda, yo os lo agradezco,
y seáis de Fabio esposa
por muchos años.
Inarda
Señor,
3080
¿quién puede dar tanta honra
sino un Rey tan generoso?
Rey
Celio la merece toda.–
Ea, venga de cenar
y cantadme, que no hay cosa
3085
para mí como canciones
de esta sierra.
Cantan los Músicos, y el Rey comiendo su cena, sirviendo Nuño
Músicos
“El que vive libremente
vida estragada y ociosa
y muere como ha vivido,
3090
que con su pan se lo coma.
Quien enriquece del juego,
o el arcaduz de su esposa
otro conduce en su casa,
que con su pan se lo coma.
3095
El que por ser descortés
a nadie quitó la gorra
y vive y muere malquisto,
que con su pan se lo coma.
El que por solo alabarse
3100
no hay mujer buena en su boca,
si no lo fuere la suya,
que con su pan se lo coma.
El que no teniendo hacienda
de ser gastador blasona,
3105
si en el hospital muriere,
que con su pan se lo coma.
El que hiciere a su señor
una traición alevosa,
si le cogieren en ella,
3110
que con su pan se lo coma.
Rey
Esperad ¡por vida mía!,
que es esta letra graciosa.
¿Quién la hizo?
Fabio
Yo, señor;
porque de Celio en las bodas
3115
yo fui quien llevé la letra,
que él tuvo por afrentosa,
pensando que doña Elvira
no era tan grande señora,
y por eso dije a Celio
3120
que con su pan se lo coma.
Fabio
Yo fui;
si fue necedad, perdona.
Celio
3125
(¿Acordaisos, gran señor,
del villano de la historia
que os contó de los azores
que mataban la paloma?
Rey
Sí, Celio, que no me olvido.
Sale Ricardo con toalla, salva y copa
Celio
3130
Pienso que es el punto agora.
Rey
Esperad, Ricardo, un poco.
Rey
No importa.)
Sabed, amigos, que hoy
me han venido por la posta
3135
nuevas del rey de Aragón.
Por mujer me da a Leonora,
de que es tanto mi contento,
que pues esta casa es sola
y la gravedad depuesta
3140
no le ofende mi persona,
quiero brindar a los nobles
por la salud de mi esposa;
digo a Nuño y a Ricardo.
Tú, Celio, sirve la copa,
3145
que la que Ricardo tiene
quiero que reparta en otra
y que beban él y Nuño.
Celio
Aquí, señor, están todas.
Rey
Tomo la que Celio trae.
3150
Tú, Nuño, la mitad toma
del vino, y bebed los dos,
que os brinda el Rey por Leonora.
Rey
3155
Quitad la mesa de aquí,
que ya la comida sobra;
el beber es lo que falta.
Celio
¡Qué turbación enfadosa
es esta, si el Rey os brinda!
Ricardo
3160
Son nuestras fuerzas muy pocas
para tan grande merced.
Ricardo
(La culpa propia
a la muerte nos condena;
la mejor es la más corta.
Nuño
3165
A fe que el sordo villano
nos ha engañado a la sorda.)
Rey
Llevaldos luego de aquí
y de esa sierra fragosa
los despeñad.
Celio
Bien has visto
3170
mi lealtad.
Rey
Mi vida toda
ha estado, Celio, en tus manos.
Menester es que dispongas
el volver a mi servicio,
donde mil títulos y honras,
3175
mil gobiernos, mil mercedes
son corto premio a tus obras.
Celio
Señor, yo he probado ya
las ciudades populosas,
la vida de los palacios,
3180
las cansadas ceremonias,
la comida, el sueño, en fin.
Perdona que te responda
que no he de volver allá
si me dieses tu corona.
3185
Yo he vuelto a mi propio sitio,
estoy en mi esfera propia,
gozo descansada vida,
sé qué es noche y qué es aurora,
sé qué es comida y qué es sueño
3190
y si es la vida una sombra,
y el alma es sol, aquí quiero
esperar a que se ponga.
Celio
¿Quién duda?
Mas si tú por darme honra
3195
me quitas años de vida,
¿cuál de esto quieres que escoja?
Fabio
Señor,
antes, si él tiene memoria
de mis consejos, no irá
3200
donde viven por la posta.
Elvira
Después que soy labradora,
a las de esa corte digo
que aquellas galas costosas,
3205
músicas, saraos, fïestas
llenas de invenciones locas,
no trocaré por sayales
y por estas pobres ropas,
llenas de contento y paz,
3210
centro en que vive la honra.
Rey
Basta, Celio; bueno está.
Pues, alto; si no os provoca
mi poder, hareos mercedes
que a lo que sois correspondan.
3215
Doy privilegio a esta casa,
por esta hazaña notoria,
para solar de un linaje
que tanta nobleza adorna.
En él, desde aqueste día,
3220
pondréis por armas tres copas
con tres coronas encima,
y por toda la redonda
de este monte os doy diez villas.
Fabio
Vivas con eterna gloria
3225
de tu nombre largos años.
Tomé
Y a mí, que de la pelota
de tu fortuna fui choza,
¿no hay un rincón en Zamora?
Laureta
Yo en serlo tuya dichosa.
Fabio
Pues dad a la historia fin
cantando por los que tornan
3235
al mar en que se perdieron,
que con su pan se lo coman.