Félix Lope de Vega y Carpio

LA ARCADIA




Texto utilizado para esta edición digital:
De Vega, Lope, “La Arcadia”, “Obras de Lope de Vega, XIII”, Marcelino Menéndez Pelayo (ed.), Madrid, Atlas (BAE, CLXXXVIII), 1965, pp. 117-183.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Durá Celma, Rosa (Artelope)

COMEDIA DE LOPE DE VEGA CARPIO DIRIGIDA AL DOCTOR GREGORIO LÓPEZ MADERA DEL CONSEJO SUPREMO DE SU MAJESTAD

COMEDIA DE LOPE DE VEGA CARPIO
DIRIGIDA
AL DOCTOR GREGORIO LÓPEZ MADERA
DEL CONSEJO SUPREMO DE SU MAJESTAD

De haber llegado vuestra merced por tan justos méritos al lugar que tiene en el Supremo Consejo, le dan el parabién, entre infinito número de aficionados a sus virtudes y letras, todos los naturales de su patria, que tanto ha honrado con los singulares frutos de sus estudios; y a los que escriben el arte de la poesía de las comedias, pueden asimismo dársele que de que vuestra merced haya sucedido en la protección y amparo de las que para serlo de los pobres, y honesto entretenimiento de esta corte, se representan en ella y en otras ciudades de España. De estas he escrito muchas, que con ingenio particular me dediqué a este género de letras desde mis tiernos años, aunque para dar satisfacción de otras mayores en diversos libros, llamé las musas a más sublime estilo, puesto que en la Antigüedad no fuera necesario, pues ni el heroico era lírico, ni el epigramático trágico. Así los describe Crinito, y dieron a los cómicos notables honras Italia y Grecia, tanto, que nunca parecen que acaban de alabar graves autores las fábulas y comedias de Sexto Turpilio, mayormente la Lindia, donde celebran aquellos senarios, de que hoy se hicieran tan pocos advertimiento en los teatros de España. De las que he escrito, si bien inferiores a las de tantos ingenios, que las escriben con suma facilidad y elegancia, he dado a luz algunas, para remediar, si pudiese, que las impriman como lo han hecho, tan desfiguradas de sus principios, que tales agravios no se han recibido en el mundo de autor vivo, ni tales testimonios levantado a entendimiento muerto, porque más parecen sueños que versos, y más locuras que sentencias. De las que he dado a luz en esta la quinta parte, y en orden a las demás, la decimatercia. Debíase su dirección justamente a vuestra merced, como primitivo don del nuevo cargo, que ya estos campos son suyos, y pues en algunas se trata tanta variedad de letras humanas y divinas, ¿a quién mejor que al príncipe de todas como son evidente ejemplo “Las Animadversiones al derecho”, “Las Excelencias del Bautista”, “Los Santos de Granada” y “Las Grandezas de España”, que a escribirlas otra pluma, la de vuestra merced fuera la mayor suya? Espero, entre otras cosas, que quien ha escrito e impreso (si bien en tan distintas y altas materias) se dolerá de los que escriben, y que ahora tendrá remedio lo que tantas veces se ha intentado, desterrando de los teatros unos hombres que viven, se sustentan y visten de hurtar a los autores de comedia, diciendo que las toman de memoria de solo oírlas, y que este no es hurto, respecto de que el representante las vende al pueblo, y que se pueden valer de su memoria, que es lo mismo que decir que un ladrón no lo es porque se vale de su entendimiento, dando trazas, haciendo llaves, rompiendo rejas, fingiendo personas, cartas, firmas y diferentes hábitos. Esto no solo es en daño de los autores, porque andan perdidos y empeñados, pero, lo que es más de sentir, de los ingenios que las escriben, porque yo he hecho diligencia para saber de uno de estos, llamado el de la gran memoria, si era verdad que la tenía; y he hallado, leyendo sus traslados, que para un verso mío hay infinitos suyos, llenos de locuras, disparates e ignorancias, bastantes a quitar la honra y opinión al mayor ingenio en nuestra nación y las extranjeras, donde ya se leen con tanto gusto. Pues si aquel antiguo poeta quebró al ollero los vasos con el báculo, porque cantaba mal sus versos, ¿qué harán los que ven contrahacer los suyos de oro en barro? La memoria llamó Aristóteles habitus phantasmatis, y en otra parte, figurationis; en oradores y jurisperitos, famosa joya adquirida y aumentada con la cultura, como Cicerón lo dijo, pero si el filósofo siente que magis memoria vigent, qui obtuso, hebetique ingenio sunt, claro está que no pudiendo esta adquirir, de oír representar, una comedia toda, ha de suplir sus defectos con sus versos, y que siendo de tan corto ingenio, ha de ser disparates lo añadido, porque no es posible que en tanta copia de figuras y diversidad de acciones pueda percibir a la letra más de lo que permite la brevedad del tiempo en que las oye, y que desde allí al que las escribe ha de pasar distancia. Y así llamó San Agustín a la memoria infida custos, y en su Ciudad de Dios: Qui enim debitet multo esse melius habere bonam mentem, quam memoriam quantumlibet ingentem? En sus Tusculanas la llamó Tulio rerun signatarum in mente vistigium; pero no para las mismas palabras, dicciones y versos, donde sería tan notable defecto saltar una sílaba, cuanto más una cadencia. Al Ilustrísimo Arzobispo de Toledo don Bernardo de Rojas, oí un sermón entre los dos coros, y se le envié el día siguiente escrito en verso, como anda impreso en mis Rimas sacras. Esto es posible, porque no se obliga la memoria a las mismas palabras, sino a las mismas sentencias, y es más fuerza del ingenio que suya, pero percibir rigurosamente una fábula toda, de solo oírla las veces que se representa, fuera cosa rara, mas no la habemos visto. Confieso que es una excelente potencia, que non modo philosophiam, sed omnis vitae usum, omnesque artes una maxime continet, y así lo estimo; pero con invención y mentira la desalabo. Hombres ha habido de gran memoria. Plinio y Gelio escriben de Mitríades que sabía las lenguas de veintidós naciones sujetas a su imperio; dos mil nombres recitaba Séneca, y esto mismo hacía el ilustrísimo señor don Íñigo de Mendoza, catedrático en la Universidad de Alcalá, cuando yo estudiaba en ella. Scipión sabía los nombres de sus soldados, y en las divinas letras supo Esdras de memoria toda la ley y doctrina de los hebreos. Porcio Romanos escribía, y lo mismo estudiaba sin volverlo a leer, pero estos son hombres raros y excepciones de la regla general de Aristóteles, como es ejemplo el insigne jurisconsulto don Francisco de la Cueva y Silva; pero estos que en un acto de comedia ponen innumerables desatinos, ¿qué memoria tienen? Vuestra merced, pues, pondrá remedio, por buen principio de su protección, a este abuso, y recibirá en su amparo la primera comedia de este libro, que, puesto que es de pastores de la Arcadia, no carece de la imitación antigua, si bien el uso de España no admite las rústicas Bucólicas de Teócrito, antiguamente imitadas del famoso poeta Lope de Rueda. Esto entretanto que se le dirigen mayores obras y se celebra su clarísimo nombre, digno de eternos mármoles, aunque ningunos lo serán más que sus mismos escritos, donde la envidia está suspensa, y ella misma alaba lo que admira, que es la mayor victoria.

Capellán de vuestra merced,
Lope de Vega Carpio.


Elenco

PERSONAS BELIS BELISARDAANFRI ANFRISOSILV SILVIOERGAS ERGASTOSALIC SALICIOANARD ANARDABATO BATOFLOR FLORACARDEN CARDENIOFRONDO FRONDOSOOLIMP OLIMPOMUSIC MÚSICOSPAST PASTORESCUPI [CUPIDO]VENUS [VENUS]LIDIO [lLIDIO], [pastor]VIREN [VIRENO], [pastor]

BELISARDA
ANFRISO
SILVIO
ERGASTO
SALICIO
ANARDA
BATO
FLORA
CARDENIO
FRONDOSO
OLIMPO
MÚSICOS
PASTORES
[CUPIDO]
[VENUS]
[lLIDIO], [pastor]
[VIRENO], [pastor]

Acto I

La escena es en Arcadia.

Belisarda
Décima
Hermosas luces del cielo
que influís en los mortales,
ya los bienes, ya los males,
ya las mudanzas del suelo;
5
supuesto que vuestro celo
es seguir vuestro camino,
¿qué inclinación, qué destino
es este, con que mi amor
va conduciendo mi honor
10
al último desatino?
Décima
¿A qué más puede llegar
la fuerza de un pensamiento,
que a no tener sentimiento
de morir y porfiar?
15
La razón no halla lugar,
porque amor, amor no fuera
cuando a la razón le diera,
puesto que amar altamente
ya es razón; mas fácilmente
20
no ama bien quien mal espera,
Décima
¿qué esperanza queda en mí
cuando a un tirano me dan,
y dividiéndome van
del primero bien que vi?
25
De Anfriso dicen que fui
estos prados y estas fuentes,
cuyas flores y corrientes
son los testigos mayores
de mis presentes favores
30
y de mis penas ausentes.
Décima
¡Ay, sitio ameno y florido!
¡Cuáles horas tuve en vos!
Tan grande amor de los dos,
¿se ha de trocar en olvido?
35
¿Un bien, seis años, querido,
padre ingrato, dejar puedo?
¡Casarme yo!

ANARDA y BELISARDA.

Anarda
No hayas miedo.

Belisarda
¡Oh, qué bien me respondió!

Dentro.

Anarda
No hayas miedo, porque yo
40
a Dafne en rigor excedo.

Sale ANARDA.

Belisarda
Décima
¿Eres tú la que dijiste:
“No hayas miedo?”

Anarda
A una celosa
dije, Belisarda hermosa,
el “no hayas miedo” que oíste.

Belisarda
45
¡Qué estado de amor tan triste!

Anarda
Pidiome que si me hablase
su pastor, no le escuchase,
y respondí: “No hayas miedo”.

Belisarda
Si hacerte mi Apolo puedo,
50
tu voz por respuesta pase.
Décima
¡Ay, Anarda! El padre mío
ha resuelto de casarme
con Salicio, y yo a quejarme
salí al prado de este río,
55
y como en amar porfío
a Anfriso, “¡casarme yo!”
dije, y tu voz respondió
a este tiempo: “No hayas miedo”;
de que ya con menos quedo,
60
tomando a mi intento el “no.”

Anarda
Décima
Pues no hayas miedo que sea,
que, fuera de que es injusto
casarte contra tu gusto,
ya el cielo tu bien desea,
65
pues en tus miedos emplea
mi voz para darte aviso.
¿Sabe estas nuevas Anfriso?

Belisarda
Ya las debe de saber,
que en el alma desde ayer
70
de mis sucesos le aviso.

Anarda
Décima
No entiendo.

Belisarda
Amor le estampó
del alma en el mismo centro,
y así, cuanto pasa dentro,
lo ve tan bien como yo.
75
Cuando mi padre me habló,
Anfriso oyéndolo estaba,
que a los ojos se asomaba
para oír lo que decía,
por donde también salía
80
cuando yo a veces lloraba,
Décima
porque en tan fuerte ocasión,
mis lágrimas de improviso
eran pedazos de Anfriso
que lloraba el corazón,
85
que si en el verano son
hielos las aguas del cielo
cuando graniza, recelo
que no es en mi amor espanto
que del calor y del llanto
90
se engendran almas de hielo.

Anarda
Décima
Pésame de tu desdicha,
pero al fin, es cierta cosa
que no fueras tan hermosa
si tuvieras mejor dicha.

Belisarda
95
En una palabra dicha
toda mi desdicha, Anarda,
es que la muerte me aguarda
en los brazos de Salicio.

Anarda
Bien dan tus ojos indicio
100
de tu dolor, Belisarda.
Décima
Mas mira qué puede hacer
en tu servicio una amiga.

Belisarda
Porque yo no se lo diga
(que sé que no he de poder),
105
si le ves, hazme placer
de decirle que me casan.

Anarda
El valle sus cabras pasan.
Yo le diré tu suceso.

Belisarda
Dile cómo estoy sin seso,
110
y que sus ojos me abrasan.

Vase.

Anarda
Décima
Haced fiestas, pensamientos,
haced nuevas alegrías;
vanas esperanzas mías,
bajad, no andéis por los vientos;
115
árboles, que siempre atentos
estuvisteis a mis penas;
aguas puras y serenas,
donde mirándome estoy,
oíd las nuevas que os doy,
120
de nueva esperanza llenas.
Décima
A Belisarda ha casado
su padre, por cuyo efeto
saldrá de mi amor secreto
en público mi cuidado.
125
De mi alma ha sido amado
Anfriso sin esperanza,
pero en aquesta mudanza
confío que ha de ser mío,
que en las del tiempo confío,
130
que el tiempo todo lo alcanza.
Décima
Cuando este mi amor nació,
aquestos sauces nacían;
cuando ramas altas crían,
verdes esperanzas yo.
135
Belisarda las perdió,
yo las hallé, ya son mías;
juntas son mis alegrías.
¡Oh, lo que los tiempos saben,
pues no hay cosa que no acaben
140
las mudanzas de los días!

ANFRISO, SILVIO y ANARDA.

Anfriso
Redondilla
Seguro estoy, Silvio amigo,
de que me pidas albricias.

Silvio
Ni tú dármelas codicias,
ni yo las nuevas te digo,
Redondilla
145
para que albricias me des
de que tu dueño se casa.

Anfriso
Anarda el arroyo pasa.

Silvio
Haranle cristal sus pies.

Anarda
Redondilla
En el color alterado,
150
Anfriso, he visto que ya
de mi cuidado será
excusado tu cuidado.
Redondilla
Belisarda me pidió,
de casarse consolada,
155
que te diese la embajada;
pésame de serlo yo,
Redondilla
que a los amigos procuro
excusar cualquiera pena.

Anfriso
Que está de infinitas llena
160
tal nueva, Anarda, te juro.
Redondilla
Pero no digas que ha sido
quien la pena me ha excusado,
porque mayor me la has dado
con lo que viene añadido.
Redondilla
165
Solo de Silvio entendí
ser Belisarda casada,
mas que estaba consolada,
solo lo entiendo de ti.
Redondilla
¿Cómo sabes que lo está?

Anarda
170
Porque en las demostraciones
se miran los corazones,
que no se penetra allá.
Redondilla
Es como espejo la cara,
adonde el alma se mira:
175
la pena, el amor, la ira,
en su cristal se declara;
Redondilla
y si ella en ella tuviera
dolor de perderte, Anfriso,
el espejo diera aviso
180
y en la cara se le viera.

Anfriso
Redondilla
Por dicha, como no piensa
obedecer a su injusto
padre, no muestra disgusto
de la suya y de mi ofensa,
Redondilla
185
que tantos años de amor
no se desprecian ansí.

Anarda
Yo digo lo que entendí;
perdona, Anfriso, mi error.
Redondilla
Pero cuando consolada,
190
o por consolarse esté,
tú eres hombre, que yo sé
que se te dé poco o nada.
Redondilla
Fácilmente os consoláis,
fuera de que eres pastor
195
digno de tenerte amor.

Anfriso
Y vosotras, ¿cuándo amáis?

Anarda
Redondilla
¿Cuándo?

Anfriso
Sí.

Anarda
¿Quieres saber
la verdad?

Anfriso
Eso deseo,
que ninguna o pocas veo
200
firmes, Anarda, en querer.

Anarda
Redondilla
Dejando las que se precian
de invenciones y de extremos,
nunca de veras queremos,
sino cuando nos desprecian.

Anfriso
Redondilla
205
De esa suerte, ¿nunca he sido
de Belisarda estimado?

Anarda
Lo que he dicho no he sacado
de experiencia que he tenido;
Redondilla
que aunque os confieso que quiero,
210
por este cielo, pastores,
que no sabe mis amores
la causa por quien yo muero.

Anfriso
Redondilla
Pues ¿de qué saben que adquieren
amor, siendo despreciadas?

Anarda
215
Porque viven descuidadas
en sabiendo que las quieren.

Silvio
Redondilla
Anarda, de ti me espanto
cómo quieres sin decillo
porque querer y encubrillo,
220
no es amor, y si es, no tanto.
Redondilla
Amor es fuego, y el fuego,
aunque le encubran, presumo
que ha de decir por el humo:
“Aquí estoy”, y verse luego.

Anarda
Redondilla
225
¿Qué sabes tú, Silvio amigo,
si mi dueño está empleado
en otro mayor cuidado,
por quien a callar me obligo?
Redondilla
Que era término grosero
230
y ocasión para perderme,
que, no pudiendo quererme,
le dijese que le quiero.

Silvio
Redondilla
Tienes, Anarda, razón,
mas quiero un consejo darte.

Anarda
235
¿Es mudar en otra parte
esta mi loca afición?

Silvio
Redondilla
¿Parécete mal?

Anarda
Muy mal.
Más quiero mis pensamientos
que cuantos merecimientos
240
tiene el mejor mayoral.

Silvio
Redondilla
¿Cuánto va que te adivino
a quién amas?

Anarda
Ya sé yo
que en Arcadia os enseñó
245
carios hechizos Clarino,
Redondilla
pero yo os diré su nombre.

Silvio
¿Su nombre?

Anarda
Sí.

Silvio
¿De qué modo?

Anarda
Siete letras tienen en todo.

Silvio
¿Siete letras?

Anarda
No te asombre.

Silvio
Redondilla
250
Seis, Anarda, tiene el mío.
¡Qué desdichado soy yo!
En una que me faltó,
salió mi suerte en vacío.

Anarda
Redondilla
En siete partes están
255
esas letras repartidas.
Una tiene amor.

Anfriso
No pidas
más señas, que hartas te dan.

Anarda
Redondilla
Otra la noche.

Silvio
No son
enigmas sin causa alguna.

Anarda
260
La tercera la fortuna,
y la cuarta la razón;
Redondilla
la injuria tiene la quinta,
la sabiduría la sexta,
la séptima el oro; en esta
265
cesa esa cifra sucinta.
Redondilla
Y aunque en enigmas la fundo,
no hay una hora que no pudiera
decirla, ni me atreviera
por los tesoros del mundo.

Vase. ANFRISO y SILVIO.

Anfriso
Redondilla
270
¿Entiendes esto?

Silvio
Yo no.
Consultemos a Clarino,
a Benalcio, al sabio Alcino.

Anfriso
Lo que puedo entender yo
Redondilla
con alguna diligencia,
275
nunca a nadie lo pregunto.
Y si todo el nombre junto
no tiene más alta ciencia
Redondilla
que sacarle de esas partes,
verás cómo en las primeras
280
letras consiste.

Silvio
Aunque fueras
un Apolo en estas artes,
Redondilla
no adivinaras mejor.

Anfriso
¿Quién en el principio está?

Silvio
Amor.

Anfriso
Su letra será
285
‘A’, que en ‘A’ comienza ‘amor’.

Silvio
Redondilla
Luego la noche.

Anfriso
Una ‘N’
tiene la ‘noche’, enemiga
del sol.

Silvio
La fortuna amiga
viene tras ella.

Anfriso
Esa tiene
Redondilla
290
una ‘F’.

Silvio
No por firme,
que de mudable y ligera,
por falsa, fingida y fiera,
la letra se le confirme.
Redondilla
Luego viene la razón.

Anfriso
295
Una ‘R’. Di adelante.

Silvio
La injuria.

Anfriso
Una ‘I’, bastante
para cualquiera traición.

Silvio
Redondilla
Luego la sabiduría.

Anfriso
Esa letra tienen pocos;
300
mas vuélvenla ‘B’ mil locos.

Silvio
¿Cómo ‘B’?

Anfriso
Bachillería.
Redondilla
Y de eso sin duda nace
el engaño que se ve,
pues se quedan en la ‘B’,
305
que es cuanto sabe quien pace.

Silvio
Redondilla
Luego el oro.

Anfriso
El oro es letra
que, quien la alcanza a tener,
le basta para saber,
porque todo lo penetra.
Redondilla
310
En fin, es oro, y es la ‘O’,
en que todo el mundo fundo.
Quien le tiene, manda el mundo,
y quien no le tiene, no.

Silvio
Redondilla
Pues en efecto, ¿qué quiso
315
decir?

Anfriso
Ya las junto.

Silvio
Di.

Anfriso
‘A’, ‘N’, ‘F’, ‘R’, ‘I’,
‘S’ y ‘O’, dicen Anfriso.

Silvio
Redondilla
¡Por Apolo, que es verdad,
y que se declara Anarda,
320
como ve que Belisarda
se casa!

Anfriso
Fue libertad,
Redondilla
aunque disfrazada así,
que no es Belisarda acaso
pastora de a cada paso,
325
para olvidarse de mí;
Redondilla
ni yo, Silvio, tan grosero,
que así la puedo olvidar.
Ella me sabrá pagar
lo que yo la estimo y quiero,
Redondilla
330
que no hayas miedo que pueda
casarla el padre cruel.

Silvio
Él viene, y viene con él
el novio.

Anfriso
Ya no me queda
Redondilla
color ni habla.

ERGASTO y SALICIO. –Dichos.

Salicio
Para mí
335
no hay dote de más valor
que su hermosura.

Ergasto
El amor,
Salicio, lo dice así,
Redondilla
mas los hombres, en efeto,
y llegados a casar,
340
siempre os queréis aumentar.

Salicio
Ergasto, si eres discreto,
Redondilla
¿por qué en interés te pones
con quien ama?

Ergasto
Porque es bien
aumentar la hacienda en quien
345
se aumentan obligaciones.

Anfriso
Redondilla
Ellos su concierto tratan.
Aparte a SILVIO.
No los puedo oír ni ver,
que aunque sé que no ha de ser,
con que lo traten me matan.
Redondilla
350
Echa, Silvio, por aquí.

Silvio
A Belisarda me atengo.

Anfriso
Es mujer, y temor tengo
de la brevedad de un ‘sí’.

Silvio
Redondilla
Pues eso, ¿qué contradice?

Anfriso
355
Que es tan breve el responder,
que lo dice una mujer
sin saber lo que se dice.
Redondilla
¡Ay, Dios, si tan largo fuera
que más la lengua tardara!
360
Pues más se considerara
mientras más letras tuviera.

Silvio
Redondilla
Necio temor te engañó.

Anfriso
¿Necio temor? ¿Cómo así?

Silvio
Porque si es tan breve un ‘si’,
365
eso mismo tiene un ‘no’.

Anfriso
Redondilla
¡Ay, Silvio, cómo estás ciego!
Que el ‘no’ no es importunado,
y el “sí” sí; que el “sí” es rogado,
y todo lo vence el ruego.

Vanse ANFRISO y SILVIO.
ERGASTO y SALICIO.

Ergasto
Lira
370
Tendrás, Salicio amigo,
como heredero de mis breves días
que desde aquí te obligo,
sobre estas siempre verdes praderías
esta hermosa cabaña,
375
que parece un pedazo de montaña;
Lira
grande, y labrada toda
de valientes sabinas y altos pinos,
que el sitio la acomoda
contra los cierzos frígidos, vecinos
380
de aquella eterna nieve
que en estas cumbres el deciembre llueve.
Lira
Famosas chimeneas
que pueden albergar cien labradores,
con encendidas teas,
385
en poyos de madera y de labores,
que acaso en las ciudades
sillas pudieran ser de majestades.
Lira
Tiene buenas calderas
en cadenas de hierro sostenidas,
390
grandes, nuevas y enteras;
trébedes bien forjadas y fornidas,
con un resplandor luego
de duro bronce que defiende el fuego.
Lira
El vasar, bien colgado,
395
parece una curiosa librería
de algún rico letrado;
con tal orden, concierto y policía,
verás el plato, el jarro,
donde el oro y cristal envidia el barro.
Lira
400
Dos camas hay famosas
de cedro incorruptible, y para ellas
sábanas tan dichosas,
que jamás el cuidado durmió en ellas,
con ricas almohadas,
405
de Belisarda en su niñez labradas.
Lira
Los colchones de pluma
son propios de pastor, porque, Salicio,
si para tanta suma
la tienen las ciudades por oficio,
410
y a tantos atropella,
¿qué mayor dicha que dormir sobre ella?
Lira
Sillas y mesas tienes,
con arcas de cipreses olorosos,
y otros iguales bienes,
415
como carros y arados provechosos,
y trillos ya cercanos,
donde triunfan los Césares villanos.
Lira
Lo que es de mis ganados,
ya has visto los corderos, las ovejas
420
nevar los verdes prados
con vellones de cándidas guedejas,
y ver los toros sueles
dorar los montes con sus rojas pieles.

Salicio
Lira
Cesa, por Dios, Ergasto,
425
de pintarme tu hacienda, que parece
que yo a entender no basto
lo que la prenda que me das merece.
Allá, para las feas,
camas puedes pintar y chimeneas;
Lira
430
la hermosa Belisarda
es la mayor hacienda que tú tienes.
Esta riqueza aguarda
mi amor, que no tus bienes, que estos bienes
son mayores tesoros
435
que en prados cabras y en montañas toros.
Lira
Vamos, si te parece,
como es costumbre de la Arcadia, al templo
de venus, en que ofrece
la paz de los casados justo ejemplo,
440
y allí quede jurada
la boda entre nosotros concertada.

Ergasto
Redondilla
¡Bato!

BATO. –Dichos.

Bato
¿Qué mandas?

Ergasto
Que luego
a Belisarda le digas
que, juntando sus amigas,
445
y más bizarra a mi ruego,
Redondilla
al templo de Venus vaya
a jurar nuestro concierto.

Bato
Luego, ¿es ya cierto?

Ergasto
Ya es cierto.

Bato
Pues aquesta noche haya
Redondilla
450
luminarias de tal modo,
que parezca la cabaña
Troya, ardiendo en la montaña
robles, peñas, nieve, todo.
Redondilla
¡Oh, qué ha de haber que comer!

Vanse ERGASTO y SALICIO.
CARDENIO y BATO.

Cardenio
455
¿Qué hay, Bato?

Bato
¡Oh, Rústico amigo!

Cardenio
¿Qué tienes?

Bato
Ya ¿no lo digo
con reventar de placer?

Cardenio
Redondilla
De comer fuera mejor.

Bato
Casado se ha Belisarda.

Cardenio
460
¡Qué es lo que dices! Aguarda.
¿Es con Anfriso?

Bato
El amor
Redondilla
no tuvo, a la fe, poder
esta vez; ya es de Salicio.

Cardenio
¡De Salicio!

Bato
A tu servicio.

Cardenio
465
Y ¿de eso tienes placer?
Redondilla
¿No era Anfriso mejor dueño?

Bato
Dalo a Dios, que es muy erguido,
muy entonado y sabido.
Salicio es manso, es risueño,
Redondilla
470
es fácil.

Cardenio
Para casado,
manso es linda condición.

Bato
Siendo tú el más socarrón
pastor que guardó ganado,
Redondilla
¿por qué te llaman, Cardenio,
475
Rústico?

Cardenio
¡Yo! ¿Qué dices?

Bato
Que a ese nombre contradices
con sutil y agudo ingenio.

Cardenio
Redondilla
Pues si tú dices que es manso
el novio, o el que no vio,
480
¿qué culpa le tengo yo?

Bato
Manso es fácil.

Cardenio
Manso o ganso,
Redondilla
él se ha pescado la moza,
que estaba para el mejor
pastor de Arcadia.

Bato
El pastor
485
que hoy la merece y la goza,
Redondilla
es el mejor, y yo voy
a decirle a Belisarda
que se ponga...

Cardenio
Di una albarda.

Bato
Gallarda a las fiestas hoy,
Redondilla
490
que van al templo a jurar
el concierto, como es uso
del Arcadia.

Vase.

Cardenio
La que él puso,
puede a la novia prestar,
Redondilla
y puede prestar paciencia,
495
que quien casa con pastora
que a otro desea y adora,
no tiene mucha prudencia,
Redondilla
porque viene a ser, en fin,
para quien la treta sabe,
500
como quien aguarda llave
para entrar en un jardín.
Redondilla
Ahora bien, puesto que soy
el más rústico villano
de Arcadia, no será en vano
505
turbar estas bodas hoy,
Redondilla
que me ha enternecido Anfriso,
y le tengo obligación,
pues diera pasto a un león
un día en Val de Narciso,
Redondilla
510
si él con su honda y cayado
no le aventara de allí.
Agradecido nací,
a Anfriso estoy obligado.
Redondilla
Arcadia, entre estos pellejos,
515
me tiene por hombre astuto;
hoy quiero coger el fruto
de mis sutiles consejos.
Redondilla
Yo sé por dónde podré
detrás del altar meterme,
520
y pues que la Diosa duerme,
yo por la Diosa hablaré,
Redondilla
que si lo que yo dijere
creen que dice la Diosa,
será Belisarda hermosa
525
para quien yo se la diere.

FLORA y CARDENIO.

Flora
Redondilla
¡Oh, Rústico!

Cardenio
Hermosa Flora,
¿vas al templo?

Flora
Al templo voy.

Cardenio
A fe que pudieras hoy
jurar tú con tu señora.

Flora
Redondilla
530
¿Con quién?

Cardenio
Aquí cerca está.

Flora
¿Quién, Cardenio?

Cardenio
Yo le veo.

Flora
Adónde saber deseo.

Cardenio
¿Adónde? Una vuelta da.

Flora
Redondilla
Ya la he dado, y no le vi.

Cardenio
Pues dé otra.

Flora
Ya la doy.

Cardenio
¿No me ve?

Flora
Sí.

Cardenio
Pues yo soy.

Flora
535
¡Linda bestia!

Cardenio
¿Bestia?

Flora
Sí.

Cardenio
Redondilla
Y ¿es malo para marido?

Flora
Y ¿en qué una bestia has hallado
buena?

Flora
En que ha de andar cargado
y en que ha de ser muy sufrido.
Redondilla
540
Pero quédese con Dios,
pues no me quiere.

Flora
Adiós.

Cardenio
Ea,
¿que no me quiere?

Flora
No sea
pesado.

Cardenio
Peso por dos.
Redondilla
En efecto, ¿que es verdad
545
que no me quiere?

Flora
En efeto,
que no le quiero, y prometo
no le tener voluntad.

Cardenio
Redondilla
Y ¿lo promete?

Flora
También.

Cardenio
Pues voyme.

Flora
¿Adónde?

Cardenio
A morirme.

Flora
550
Muérase.

Cardenio
¿Sin despedirme?

Flora
¡El socarrón!

Cardenio
Hago bien.

Flora
Redondilla
No sé quién puede sufrir
una bestia tan pesada.

Cardenio
En fin, ¿no se le da nada
555
de que me vaya a morir?

Flora
Redondilla
¿No lo ve?

Cardenio
Pues ¡vive Dios,
que he de vivir y comer,
aunque os pese!

Flora
¿Eso es querer?
560
¡Malos años!

Cardenio
Para vos.

Vase. BELISARDA, BATO y FLORA.

Belisarda
Romance (tirada)
¿Qué dices?

Bato
Que esto me manda,
y que no te lo dijera,
a saber tu sentimiento.

Belisarda
¡Yo a jurar con tanta priesa!
565
¡Yo al templo de Venus! ¡Yo
con Salicio!

Bato
Ya te espera
con tus amigas Ergasto.

Belisarda
Flora ¿sabes estas nuevas?

Flora
Ya, señora, las sabía,
570
pero por no darte pena,
no te las quise decir.

Belisarda
Antes yo mil veces muera
que dé la mano a Salicio.

ANFRISO y SILVIO. –Dichos.

Silvio
No es mala palabra aquella.

Anfriso
575
¿De qué sirve, Belisarda,
que agora, que ya te esperan
para jurar el concierto
que tus mudanzas concierta,
digas que antes morirás?
580
¡Ay, ingrata! ¿Cómo dejas
los años de mis suspiros
y los siglos de mis penas
por una sola palabra,
y esa, por ventura, necia,
585
que oíste a un hombre, extranjero
de tu gusto y de esta tierra?
¡Mal hayan mis confianzas,
si ya puede ser que tengan
mayor mal, pues que te casas,
590
y te burlas de mí y de ellas!
¡Cuántas veces me dijiste:
“Esa montaña soberbia
pondrá primero sus pinos
entre las mismas estrellas,
595
y ellas servirán de flores
por las faldas de esas sierras,
donde los pastores hagan
ramilletes de planetas;
primero verás trepar
600
contra su curso a la sierra,
de unas pizarras en otras,
las fuentes que bajan de ellas;
primero verás las almas
que el Aqueronte navegan,
605
volver a los cuerpos fríos
que en las sepulturas dejan;
y verás que los pintados
tigres juntos se apacientan
con los corderos humildes
610
y las paridas ovejas,
que te olvide, Anfriso mío,
ni que otros amores puedan
mudar de mis pensamientos
esta inviolable firmeza!”
615
Testigos hay, dulce ingrata,
de estas fingidas promesas;
aquí hay flores que lo saben,
árboles, fuentes y peñas.
¿No es verdad, árboles? Dicen
620
que sí; las altas cabezas
bajan. Fuentes, ¿no lo dijo?
Murmurando lo confiesan.
Peñas, esto ¿no es verdad?
Enternecidas lo muestran.
625
Todos serán contra ti,
que hoy te casas y hoy lo niegas;
pues presto pienso vengarme.

Belisarda
¡Qué desatinado llegas
a ofender a una mujer
630
que tanta lealtad profesa!
¿En qué has visto mi mudanza?
¿De qué sabes que me llevan
gustos de un nuevo pastor
a lo que Ergasto concierta?

Anfriso
635
Pues ¿no se ve claramente?
Dime tú, si tú quisieras,
¿quién pudiera, Belisarda,
hacer a tu gusto fuerza?
A la fe, pastora mía...
640
¿Mía dije? ¡Ah, necia lengua!
Vos sola habéis ignorado
que ya es Belisarda ajena.
A la fe, pues, que Salicio,
o tosco o gallardo sea,
645
para marido te agrada,
que basta que el nombre tenga.
¡Plega a Dios que muchos años
le goces y le aborrezcas,
aunque aborrecerle hará
650
que pocos te lo parezcan!
Mira a quién quieres que dé
estas amorosas prendas,
que amor, cuando muda casa,
todas las alhajas lleva.
655
papeles hay y retratos,
cintas hay; cosas son estas
que, amando, tienen valor
de inestimable riqueza,
y olvidando, son lo mismo
660
que los ceros en la cuenta,
que a los números de amor
añaden sumas inmensas.
¿Quieres que las traiga Silvio?

Belisarda
¡Con qué sinrazón te quejas,
665
Anfriso, de mis desdichas,
por ensalzar tus firmezas!
¿Traje yo con ocasiones
este pastor a la aldea?
¿Hícele jamás favor?
670
Pero ¿cómo soy tan necia
que te doy satisfacciones?
Las que son en mi amor ciertas
es que llevo en este pomo,
asido de aquestas perlas
675
con aquesta negra cinta,
una ponzoña tan fiera,
que, en obedeciendo a Ergasto,
(que es bien prestar obediencia
a un padre a quien debo tanto),
680
pienso matarme con ella.

Anfriso
Mi bien, mi bien, ¡en tu pecho
cupo tal crueldad! No tengas
tan poca piedad de ti,
que no quiero yo que mueras,
685
para que el alma me mates,
que esa vida hermosa y tierna
es el alma de la mía.

Silvio
Belisarda, más ofensa
harás a Anfriso en matarte.

Belisarda
690
Pues ¿tú, Silvio, me aconsejas
que no me mate? ¿Tú eres
su amigo? Traición es esta.

Anfriso
¡Ay, Belisarda! En dos males
tan grandes, tu vida venza
695
el menor, que es el perderte,
pues es mejor que te pierda
que no me pierdas la vida.

Belisarda
Anfriso, tarde me ruegas.

Anfriso
Deja el veneno, por Dios;
700
no eclipses las luces bellas,
armas de amor, donde están
dos niñas haciendo flechas.
Vive tú, goce Salicio
tu hermosura, porque sea
705
Anfriso el muerto.

Belisarda
Desvía,
que si tú a mí me quisieras,
más que de otro hombre gozada,
estimaras verme muerta.
No tienes, Anfriso, amor,
710
que están las historias llenas
de mil que han muerto a quien aman,
porque otros no lo posean.

Anfriso
Deja, mi bien, la ponzoña;
dámela a mí, que si es prueba
715
de tu valor, esta basta.

Yéndose.

Belisarda
Anfriso, déjame, deja
que me quiten cien mil vidas.

A BATO.

Flora
Ella se va. Adiós te queda.

Bato
Anfriso, adiós, que nos vamos
720
a morir. No te hago fuerza,
Belisarda, por matarme
luego que tu muerte vea.

Vanse BELISARDA, FLORA y BATO. ANFRISO y SILVIO.

Anfriso
¡Ay, Silvio! ¿Qué puedo hacer?
¡Qué lastimosa tragedia
725
verá Arcadia de los dos!

Silvio
Pues ¿qué harás?

Anfriso
Morir con ella.

Silvio
No sé qué consejo darte
en causa de tanta pena.

Anfriso
Si ella muere, no hay consejo.

Silvio
730
Podrá ser que la detengan
las canas del viejo padre.

Anfriso
Silvio, Belisarda lleva
veneno, y acero yo,
aunque excusarle pudiera,
735
que basta el dolor de ver
muerta la mayor belleza.
¡Ay, dulce amor, castigo de la tierra!
Añade esta victoria a tus banderas.

Vanse.
BELISARDA, muy triste; ANARDA y FLORA bailando; ERGASTO, SALICIO, OLIMPO, FRONDOSO, BATO, MÚSICOS y PASTORES.
[MÚSICOS] cantando.

Músicos
Copla (estructura abierta)
Los dos bellos novios
740
para en uno sean,
y por muchos años
a este templo vengan.
Las verdes guirnaldas
al altar ofrezcan
745
de la diosa Venus,
que este amor concierta.
Séales propicia,
sus palomas bellas
ejemplo les pongan
750
de paz y firmeza,
que paz en casados,
no hay cosa en la tierra
que dé más descanso
ni contento sea.

ANFRISO y SILVIO. –Dichos.

Silvio
Redondilla
755
Aparte a Anfriso.
(Llega, que quieren abrir.)

Anfriso
¡Con qué profunda tristeza
viene la rara belleza
que ha de matarme y morir!
Redondilla
¿Quién es aquel extranjero?
760
Por mi vida, que es galán.

Silvio
Este es Olimpo, a quien dan
el nombre y lugar primero
Redondilla
las montañas de Cilene;
es de Salicio vecino,
765
y vendrá a ser su padrino.

Anfriso
Buen talle y presencia tiene.

Olimpo
Redondilla
Bien puedes, si eres servido,
abrir el templo.

Abren el templo, en el cual se descubre la diosa Venus, cubierto el rostro, y a sus pies Cupido.

Salicio
Ya está
770
abierto, en que se ven ya
la bella Diosa y Cupido.

Ergasto
Redondilla
Ea, pastores de Arcadia,
las guirnaldas y los ramos
hoy a la Diosa ofrezcamos
775
que a la Minerva y Paladia
Redondilla
ganó el laurel que la dio
Paris en el monte Ida.

Olimpo
No vi, Frondoso, en mi vida
tanta belleza.

Frondoso
Ni yo.
Redondilla
780
Mas, ¿cómo viene tan triste?

Olimpo
No se debe de casar
con su gusto.

Ergasto
Si en jurar
nuestro concierto consiste
Redondilla
la fe de este matrimonio,
785
pon en el arco la mano,
Salicio.

Anfriso
Aparte.
(¡Ay, cielo inhumano!
¿Qué más claro testimonio
Redondilla
de que se quiere matar
Belisarda? Ya desata
790
la cinta... ¡Ay, Dios! Ya me mata.)

Silvio
Calla.

Anfriso
No puedo callar.

Ergasto
Redondilla
Pon la mano de esa suerte,
Belisarda, al arco.

Anfriso
Ya
con una jurando está,
795
y con otra se da muerte.

Ergasto
Redondilla
Venus bella, Belisarda
y Salicio...

CARDENIO, que oculto habla por detrás de la Diosa. –Dichos.

Cardenio
Oíd, pastores.

Olimpo
¡La Diosa de los amores
habló!

Ergasto
No jures, aguarda.

Cardenio
Romance (tirada)
800
¿Para qué quieres casarte,
Salicio? Porque cualquiera
que con Belisarda case,
Júpiter divino ordena
que a tres días desde el día
805
que esté casado con ella,
muera por justo castigo
de la locura y soberbia
que contra la diosa Venus
tuvo su madre Laurencia,
Redondilla
810
haciéndose más hermosa.

Ergasto
¿Hay desdicha como aquesta?

Olimpo
Paró en tragedia la fiesta.

Ergasto
Cerrad el templo a la Diosa.

Sálense del templo y cierran o entornan las puertas.

Salicio
Redondilla
Ergasto, nuestro concierto
815
no es bien que pase adelante,
no porque el morir me espante,
siendo por tal causa muerto,
Redondilla
pero porque no se enojen
los dioses.

Ergasto
Ni era razón,
820
porque con la indignación,
rayos puede ser que arrojen.
Redondilla
Belisarda desdichada,
que basta ser hija mía,
ya de tu loca porfía
825
queda mi intención vengada.
Redondilla
Ahora te casarás
a tu gusto.

Belisarda
Padre mío,
si obedece mi albedrío
las que por leyes me das,
Redondilla
830
¿qué me pones culpa a mí
de las soberbias ajenas?

Ergasto
Hija, sintiendo tus penas,
habla tu dolor en mí.
Redondilla
¿Adónde hallarás esposo
835
para tres días de vida?

Belisarda
A la deidad ofendida
de Júpiter poderoso,
Redondilla
moverá mi desventura
primero que en paz reposes,
840
que no son hombres los dioses,
en quien la venganza dura.
Redondilla
Y cuando los sacrificios
no los muevan, ninfas tiene
Diana.

Ergasto
De que ya viene
845
mi muerte me dais indicios.

Vase.

Belisarda
Redondilla
Ven, Anarda, por aquí.

Anarda
Mucho tu desdicha siento.

Belisarda
Deshecho este casamiento,
no hay desdicha para mí.

Vanse las pastoras.
ANFRISO, SILVIO, SALICIO, OLIMPO, FRONDOSO, BATO, MÚSICOS y PASTORES.

Silvio
Redondilla
850
Aparte a Anfriso.
(Pues, Anfriso, ¿qué tenemos?)

Anfriso
No sé, Silvio, estoy de suerte,
que aún no es remedio la muerte
para el mal que padecemos.

Silvio
Redondilla
Pues ¿no te alegras de ver
855
que esté libre Belisarda?

Anfriso
Quien tanto pesar aguarda,
¿cómo ha de tener placer?
Redondilla
¡Ojalá que se casara
Salicio, porque muriera!

Silvio
860
¿Quién ha de haber que la quiera
con una pensión tan cara?

Anfriso
Redondilla
¡Ay, Silvio! Yo la querré.

Silvio
¿Para tres días?

Anfriso
Amor
me esfuerza, porque, en rigor,
865
a más peligros, más fe.

Silvio
Redondilla
Así pudiera ser ella
Elena o la reina Dido...

Anfriso
¡Ay, Silvio! A los cielos pido
que muera Anfriso por ella.

Vanse ANFRISO y SILVIO.
SALICIO, OLIMPO, FRONDOSO, BATO, MÚSICOS y PASTORES.

Olimpo
Redondilla
870
En fin, Salicio, ¿no piensas
casarte con Belisarda?

Salicio
La muerte a amor acobarda,
con ser sus fuerzas inmensas.
Redondilla
Yo te agradezco el venir,
875
Olimpo, a ser mi padrino,
pero vivir imagino,
que más me importa el vivir.
Redondilla
En mi cabaña te espero;
mi huésped quiero que seas.

Vanse SALICIO, BATO, los MÚSICOS y PASTORES.
OLIMPO y FRONDOSO.

Olimpo
880
Frondoso, hoy quiero que veas
si es amor tirano fiero.
Redondilla
De envidia me deshacía
de ver el bien que esperaba
Salicio, cuando miraba
885
la hermosura que tenía
Redondilla
la divina Belisarda.

Frondoso
¿Que nunca la viste?

Olimpo
No,
si bien no ignoraba yo
que era en extremo gallarda.
Redondilla
890
He tenido a buen suceso
que no se casen los dos.

Frondoso
Pues ¿qué pretendes?

Olimpo
¡Por Dios,
que puede quitarme el seso!
Redondilla
No dudes que la pidiera
895
a Ergasto, a no estar airado
el cielo.

Frondoso
Menos cuidado
esa pretensión me diera,
Redondilla
si me enamorara a mí,
pues no hay mejor pretender
900
que para no ser mujer.

Olimpo
Pues ¿podré servirla?

Frondoso
Sí,
Redondilla
que ella no se ha de casar
ni ser ninfa de Diana,
aunque lo dice.

Olimpo
Mañana
905
la comienzo a conquistar.
Redondilla
Yo soy, como tú bien sabes,
el más rico mayoral
de Arcadia, y en sangre igual
a los más nobles y graves.
Redondilla
910
Apenas el alba hermosa
baja las gradas del cielo,
corriendo a la noche el velo
fugitiva y vergonzosa,
Redondilla
cuando mis blancos ganados,
915
escuadrón que un río se bebe,
formaran montañas de nieve
sobre esos húmedos prados.
Redondilla
Las chozas de mis pastores
a la noche dan cien fuegos,
920
que alumbran sus ojos ciegos
en las tinieblas mayores.
Redondilla
Fáltame tierra en que siembre,
porque a la coyunda atados,
salen veinticinco arados
925
de mi casa en el noviembre.
Redondilla
Fieras por mis manos muertas,
que por esos montes nacen,
con diversas armas hacen
arquitectura a mis puertas.
Redondilla
930
Mis abejas, que prefiero,
a las de Abidis conforman;
doscientos panales forman,
todos de flor de romero.
Redondilla
Frutas cien huertas me dan,
935
y pescados claros ríos,
y aunque estos bienes son míos,
de Belisarda serán.
Redondilla
Pondrelo todo a sus pies.

Frondoso
Pero tú saldrás vencedor,
940
porque son los pies de amor
las manos del interés.

Vanse.
CARDENIO, que sale del templo.

[Cardenio]
Romance (tirada)
Ya no ha quedado pastor,
y seguramente puedo,
pues que ninguno me ha visto,
945
dejar el templo de Venus.
¡Qué bravo miedo he tenido!
Así por ver que su templo
con este engaño ofendía
y el religioso respeto,
950
como por ver que podían
conocer mi atrevimiento;
y por Diosa Venus macho
(que también suele tenerlos),
mondarme sobre la espalda
955
cuatro varas de cerezo.
¡Oh, religión de los hombres!
¡Cuánto puedes, pues han hecho
que esta mi voz jumentil
pase por tiple del cielo!
960
Ahora bien, con este engaño
toda la Arcadia he revuelto,
pues no hay decir que yo he sido,
sino tenerlo en silencio,
porque si saben que fui
965
Venus falsa, por lo menos
el novio a quien engañé
me ha de poner como nuevo.
Este es Bato.

BATO y CARDENIO.

Cardenio
¿Qué hay, buen Bato?

Bato
¡Pardiez, Rústico, no pienso
970
que hay hombre más desdichado!

Cardenio
Dime, por Dios, tu suceso.
¿Hásete acaso perdido
algún becerro, algún puerco?
¿Hate hecho algún desdén
975
tu Flora?

Bato
Eso sí, Cárdenio,
revuelve puercos y Floras.

Cardenio
Tanto más estimo y precio
un puerco de diez arrobas,
recién pelado y abierto,
980
con aquel unto, más blanco
que la nieve de esos cerros,
que la mujer más hermosa
con afeites y embelecos,
cuanto va de cuerdo a loco.
985
Mas dime el caso, te ruego.

Bato
Qué, ¿no sabes cómo habló
la Diosa de aqueste templo?

Cardenio
¿Qué Diosa?

Bato
La diosa Viernes.

Cardenio
¡La Diosa!

Bato
Tenlo por cierto.

Cardenio
990
¿Por dónde habló?

Bato
Por detrás.

Cardenio
¿Por detrás? ¡Bravo elemento!

Bato
Cuando la miré a la boca,
los labios no se movieron.

Cardenio
Y ella, ¿tiene buena voz?

Bato
995
Como aquí se queda al hielo,
debe de estar resfriada,
porque habló como un becerro.

Cardenio
¿Qué dijo?

Bato
Que moriría
en después del casamiento
1000
de Belisarda, Salicio.

Cardenio
Y ¿casose?

Bato
No es tan necio.
Todos van desesperados,
y estalo de suerte el viejo,
que le ha costar la vida.

Cardenio
1005
¡Par Dios, Bato, que yo tiemblo!
¡Las cosas que hay en Arcadia!
Todos son encantamientos,
todos son dioses y diosas,
faunos, drías, semideos,
1010
sátiros, medio cabritos,
circes, gazmios, Polifemos,
centauros y semicapros.

Bato
Sí, que el dios Pan y el dios Queso
dicen que de una cabaña,
1015
arrebató como un viento
una moza de quince años.

Cardenio
Y ¿volviola?

Bato
No muy luego,
pero a nueve meses justos,
dicen (que yo no lo creo)
1020
que parió un gazapo.

Cardenio
¡Zape!
Sin duda el padre es conejo.
No se puede aquí vivir.

Bato
Sabe Dios lo que deseo
irme a otro monte.

Cardenio
A la fe,
1025
que a no estar el mar en medio,
que yo me pasara a Italia,
que andan por estos enebros
unos medios ninfos trasgos,
que, en viendo un pastor durmiendo,
1030
le vuelven en cabra, en mona,
en lechuza o en jumento.
¿No has oído que en Tesalia
era jumento Apuleyo?

Bato
¡Pardiez, si a mí me transforman,
1035
la mitad se tienen hecho!

Cardenio
Pues ¡mal año, si es hermosa
la mujer de algún vaquero!
A manadas no se quitan
de su cabaña un momento.

Bato
1040
No me caso yo en Arcadia.

Cardenio
Bato, no te lo aconsejo.

Bato
Temblando de miedo estoy.

Cardenio
Conmigo no tengas miedo,
que yo sé bravos conjuros.

Bato
1045
Solo que me vuelvas temo
jumento, que es animal
cuitado y de poco precio.
Ya si yo fuera caballo...

Cardenio
Para rocín eras bueno.

Bato
1050
Pudiera llevar a tres
desde la cola al pescuezo.

Cardenio
Ahora bien, ¿qué me darás,
y en este bolsillo nuevo
te daré ciertas palabras
1055
que me dio el sabio Fileno,
que con solo que las traigas
o dentro o fuera del pecho,
aunque sátiros y gazmios
te den con mano de hierro,
1060
no sentirás golpe alguno?

Bato
¡Ay, mi querido Cardenio!
Dámele, que aquesta noche
te ofrezco un par de corderos
cuyas pieles te parezcan
1065
descortezados almendros.

Cardenio
Toma, que yo fío en ti.

Bato
Quiero ponérmela al cuello.

Cardenio
Bien haces; mas será bien
probar la gracia primero.

Bato
1070
¿Tienes tú con qué me dar?

Cardenio
El cinto.

Bato
Pues prueba quedo.
¡Basta, basta!

Cardenio
¿Sientes algo?

Bato
No me des más, que me has muerto.

Cardenio
Es como es nueva la gracia,
1075
cuando traigas los corderos,
volveremos a probar.

Bato
Bien dices; probarla tengo.

Cardenio
Aparte.
(Labradores de la Arcadia,
guardaos de mí, que os prometo
1080
que he de hacer, pues me tenéis
por hombre de rudo ingenio,
que tiemblen selvas y montes
de mis famosos enredos.)


Acto II

ANARDA y OLIMPO.

Anarda
Redondilla
Haré, generoso Olimpo,
1085
tan nuevo oficio por ti.

Olimpo
Si no pareciera en mí
este amor honesto y limpio,
Redondilla
por no se poder casar
la divina Belisarda,
1090
dile que quien ama aguarda,
y que yo quiero aguardar.
Redondilla
Que me contento de ser
admitido en las estrellas
de sus ojos, pues en ellas
1095
quiero esperar, quiero arder.
Redondilla
Los dioses se aplacarán,
no lo dudéis.

Anarda
Ya te aviso
que adora a Anfriso, y que Anfriso
es generoso y galán.

Olimpo
Redondilla
1100
Anarda, las novedades
son propias en las mujeres.
¿Cómo pones, pues lo eres,
en su amor dificultades?
Redondilla
Dile tú de parte mía
1105
todo lo que te he contado.
Que, como Anfriso fue amado,
ser olvidado podría.
Redondilla
No son sus pechos diamantes,
ni tan cortos suelen ser,
1110
que no les puedan caber
las almas de dos amantes.
Redondilla
Partes concurren en mí
de nobleza y de riqueza,
que igualan con su belleza.

Anarda
1115
Vete, que ella viene aquí.

Olimpo
Redondilla
Los dioses te den, Anarda,
buena dicha en mi suceso.

Anarda
Por Anfriso pierdo el seso,
como este por Belisarda.
Redondilla
1120
Bien sé que no ha de querer
a Olimpo, pero es el modo
para que se pierda todo,
y yo le venga a tener
Redondilla
sosegando mis sentidos,
1125
que son en estos desvelos
ríos revueltos de celos,
ganancia de aborrecidos.
Redondilla
Yo haré tales invenciones,
si está Olimpo de por medio,
1130
que tengan algún remedio
estas mis locas pasiones.
Redondilla
Este papel que me dio
ha de ser el fundamento
de todo mi pensamiento.

BELISARDA y ANARDA.

Belisarda
1135
Desde lejos te vi yo
Redondilla
hablar con Olimpo, Anarda,
y por eso no llegué.

Anarda
En daño de Olimpo fue,
que tus favores aguarda,
Redondilla
1140
y me ha dado este papel,
contándome en este prado
pensamientos que ha soñado
para volverte laurel.
Redondilla
Por cierto que él es galán
1145
y por extremo discreto,
mas cansarase en efeto,
que tus deseos te dan
Redondilla
más justamente cuidados
por Anfriso, en quien el cielo
1150
cubrió un ángel con el velo
de un cuerpo tan bien formado.
Redondilla
De suerte me ha persuadido,
que, en fin, el papel tomé,
y de tu amistad en fe,
1155
respuesta le he prometido.
Redondilla
No fue poco atrevimiento
pero soy de parecer
que te importa responder,
y templar su pensamiento.
Redondilla
1160
Que, como así cortésmente
le despidas, cesará
de esa locura en que está,
que es el primero accidente,
Redondilla
que con este desengaño
1165
pondrá los ojos en mí
o en otra.

Belisarda
¿Agrádate a ti?

Anarda
Alguna esperanza engaño.

Belisarda
Redondilla
Pues si el responderle yo
importa a tu pensamiento,
1170
haré tanto atrevimiento,
mas si no te importa, no.

Anarda
Redondilla
Pues yo te vengo a pedir
esta merced, Belisarda.
Bien creerás...

Belisarda
Espera, aguarda,
1175
que ya le voy a escribir.

Vase.

Anarda
Redondilla
¡Oh, qué bien se va trazando
dar estos celos a Anfriso!

CARDENIO, con un paño, y ANARDA.

Cardenio
Aparte.
(Yo voy con aqueste aviso
toda la Arcadia engañando.
Redondilla
1180
No puede la sutileza
de un hombre llegar a más.)

Anarda
¡Oh, Rústico! ¿Dónde vas?

Cardenio
¡Oh, peregrina belleza!
Redondilla
A la fe, que vienes hoy
1185
para guardarte de Apolo.

Anarda
¿Qué llevas?

Cardenio
Un paño solo,
en que a coger flores voy.

Anarda
Redondilla
Mientes.

Cardenio
Encubrirte a ti
ninguna cosa, es traición.
1190
Mudas para el rostro son.

Anarda
¿Mudas para el rostro?

Cardenio
Sí,
Redondilla
que me las ha encomendado
cierta pastora.

Anarda
¿Que de esto
se te entiende?

Cardenio
Quien se ha puesto
1195
mis mudas, me ha celebrado.
Redondilla
Parecen nieve fingida
en el luciente color.

Anarda
Hazme una muda, pastor,
que Dios alargue tu vida.
Redondilla
1200
Pero ha de ser de mudanza
de un pensamiento muy necio.

Cardenio
No tienen mis mudas precio.
La que a ponérsela alcanza,
Redondilla
queda hermosa por mil años.

Anarda
1205
¡Ay, Cardenio. Séalo yo
por ti!

Cardenio
La que me enseñó,
aplicó medios extraños,
Redondilla
y estos son cosa forzosa.

Anarda
Di lo que te he de enviar,
1210
que no es justo reparar
en nada, por ser hermosa.
Redondilla
¿Entran raíces de lirios,
almendras, aceites, huevos?

Cardenio
Mis remedios son más nuevos,
1215
no causan tantos martirios.
Redondilla
Yo no me meto en limones,
en solimanes ni en hieles,
ni en otras mudas crueles,
untos, sebos ni jabones.
Redondilla
1220
Envíame seis gallinas,
que las pechugas quitadas,
con dos yerbas destiladas
que conozco peregrinas,
Redondilla
y para quitar el sebo,
1225
dos cabritos, que yo haré
que adonde tu mano esté
se afrente el rostro de Febo.
Redondilla
Tu cara será en blancura
tal, que hará la nieve pez,
1230
y advierte bien que es la tez
gran parte de la hermosura.
Redondilla
Cuando dicen: “Bella viene
hoy Anarda”, estas razones
no son porque las facciones
1235
diferentes de ayer tiene,
Redondilla
sino por que trae mejor
la tez, que hace el rostro claro
y limpio.

Anarda
¡Ay, Cardenio caro!
Paga mi afición y amor
Redondilla
1240
en hacerme aquesta muda.

Cardenio
Envía las aves luego.

Anarda
Yo voy.

Vase.

Cardenio
Que es ingenio ciego
el de la mujer, no hay duda.
Redondilla
Si dicen a la más cuerda
1245
que ha de parecer mejor,
dará en el mayor error,
haranla que el seso pierda.
Redondilla
Pues si por astrología
dicen que la harán saber
1250
si el otro la ha de querer,
o ausente vendrá tal día,
Redondilla
o con quién se ha de casar,
acabose; no hay discreta
que no sea necia, y es treta
1255
que muchos suelen usar.
Redondilla
Yo he dado en esto de hacer
mudas, y tan bien se toma,
que no hay perdiz que no coma.
Mas hice una muda ayer
Redondilla
1260
para Clorida, en que había,
por decillo en dos palabras,
polvos de estiércol de cabras,
tártalo, adelfa y lejía,
Redondilla
con que se le ha de poner
1265
la cara como un pandero,
pero de otro enredo espero
lindamente enriquecer.
Redondilla
En esta jaula metí
estos pájaros dorilos,
1270
que por sus nuevos estilos
Arcadia los llama ansí.
Redondilla
Su naturaleza extraña
es nuestra lengua aprender.
Yo, para opinión tener
1275
en toda aquesta montaña,
Redondilla
a que digan enseñelos
“Cardenio es sabio”, que oída
esta voz, será tenida
por milagro de los cielos.
Redondilla
1280
Todos vendrán a saber
sus dudas, y me han de dar
cuando tengan.

ANFRISO, SILVIO y CARDENIO.

Anfriso
¡Qué pesar
tan grande en tanto placer!

Silvio
Redondilla
Mira, Anfriso, que te aviso
1285
como amigo, que este intento
te lleva a tu perdimiento.

Cardenio
(Estos son Silvio y Anfriso.
Redondilla
Mis pájaros enseñados,
por los montes soltar quiero,
1290
cubran con vuelo ligero
los sotos, valles y prados.
Redondilla
“Cardenio es sabio”, dirán.
¡Oh, qué han de hacer los pastores!)

Vase.
ANFRISO y SILVIO.

Anfriso
Si remedios para amores,
1295
Silvio, en las yerbas no están,
Redondilla
aunque los busque Medea
en el monte de la luna;
si olvidar no es ciencia alguna,
ni hay libros en que se lea,
Redondilla
1300
¿cómo puedo yo olvidar?

Silvio
Pues ¿qué pretendes hacer,
si no ha de ser tu mujer?

Anfriso
La Diosa quiero aplacar.
Redondilla
Visitar quiero su templo,
1305
bañando en sangre sus aras,
pues con historias tan claras
nos ha dado Grecia ejemplo.

ANARDA. –Dichos.

Anarda
Redondilla
Aparte.
(Aquí mi enemigo está.)
¡Oh, Anfriso!

Anfriso
¡Oh, serrana bella,
1310
más que la amorosa estrella
que con el sol viene y va!

Anarda
Redondilla
Si yo contigo viniera,
¡Oh, nuevo ingrato Narciso!,
fueras tú mi sol, Anfriso,
1315
y entonces tu estrella fuera.
Redondilla
Pero ¿cómo os va de nombre?
¿Habéislo entendido?

Silvio
Sí,
y que me quieras a mí
estimo, aunque a Arcadia asombre.

Anarda
Redondilla
1320
¡Yo a ti, Silvio!

Silvio
Así lo siento.

Anarda
¿Cómo, si tu nombre tiene
seis letras, que no conviene
con seis a mi pensamiento,
Redondilla
que en siete letras está?

Silvio
1325
Sí, mas viniendo a querer
a “Silvio”, se ha de entender;
con que se le añade el “A”.

Anfriso
Redondilla
Bien dice, que siete son.

Silvio
“Amor”, principio de todo,
1330
dio el “A”.

Anarda
Querrás de ese modo
negar mi clara afición.
Redondilla
Si de la letra segunda
la “noche” no empieza en “S.”
1335
Silvio, claro error es ese.

Silvio
Muy bien la cifra se funda.
Redondilla
Dos “eses” la noche tiene,
“sola” y “secreta”, y también
la “S” del sueño.

Anfriso
Bien.

Anarda
1340
Si en tercero lugar viene
Redondilla
la “fortuna”, ¿dónde está
la “F” en Silvio, que es “I”
tras la “S”?

Silvio
Escucha.

Anarda
Di.

Silvio
A la fortuna se da
Redondilla
1345
el nombre y ser de “inconstante”.
Mira si tiene la “I”.

Anarda
Y la razón, ¿es aquí
con la “L” semejante?

Silvio
Redondilla
Sí, que la razón es alma
1350
de la ley; la “ley” es “L”.

Anarda
¿La “V” que falta?

Silvio
No suele
la injuria llevar la palma
Redondilla
menos que con la venganza.
“Venganza” comienza con “V”.

Anarda
1355
Harto bien te vengas tú
de mi necia confianza.

Silvio
Redondilla
En dos que faltan está
la inteligencia y el oro.
Siete son.

Anarda
La junta ignoro.

Silvio
1360
Pues juntas dicen: el “A”,
Redondilla
la “S”, la “I” y la “L”,
la “V”, La “I” y “O”,
“A Silvio”.

Anfriso
Y él las juntó
con el ingenio que suele.

Anarda
Redondilla
1365
Silvio, bien sé que el ingrato
pastor a quien he querido
no se da por entendido,
y que entre los dos fue trato.
Redondilla
No importa, que de él yo quedo
1370
vengada en que no ha de ser
la que él quiere su mujer,
y que ser su mujer puedo.
Redondilla
Por la agudeza te doy
estas castañuelas mías,
1375
que de oro y seda estos días
guarnecí.

Silvio
Pagado estoy,
Redondilla
aunque no soy el querido,
con el premio que me has dado.

Anfriso
Todo esto, Silvio, es enfado
1380
y tiempo al aire perdido.
Redondilla
Ven por aquí.

Silvio
Queda adiós.

[Anarda]
¿Hay mayor descortesía?
Pero yo sé que algún día
me vengaré de los dos.

Anfriso
Redondilla
1385
¿Tú de mí?

Anarda
Sí.

Anfriso
¿Cómo?

Anarda
Ahora
te dará Olimpo que hacer.

Anfriso
¿Puede hacer más de querer
neciamente a mi pastora?

Anarda
Redondilla
Y ella, ¿no puede dejarte
1390
por él?

Anfriso
No.

Anarda
¡Qué necio y vano
amor!

Anfriso
El ejemplo es llano.

Anarda
¿De qué suerte?

Anfriso
Escucha aparte.
Redondilla
Si te precias de gallarda,
y no la dejo por ti,
1395
¿cómo ha de dejarme a mí
por Olimpo Belisarda?
Redondilla
Que si yo, de ti querido,
no la olvido, claro está
que ella por él no pondrá
1400
tanto amor en tanto olvido.

Vanse ANFRISO y SILVIO.

Anarda
Soneto
Acaben hoy mis locas esperanzas
de darme con inútiles intentos
plumas para las alas de los vientos,
que alguna vez son cuerdas las mudanzas.
1405
No quiero yo tan necias confianzas,
que entretengan mis locos pensamientos,
que para castigar atrevimientos
da licencia el amor a las venganzas.
Parécense los celos al infierno
1410
en que castigan con eternos daños
al mismo que es su rey y su gobierno.
Hijos sois de mi amor, no sois extraños,
celos, porque tenéis en fuego eterno
la verde primavera de mis años.

BELISARDA y ANARDA.

Belisarda
Redondilla
1415
Huélgome de haberte hallado,
que solo por ti escribiera
este papel.

Anarda
No pudiera,
Belisarda, haber llegado
Redondilla
1420
a más feliz ocasión.

Belisarda
Tú misma se le has de dar.

Anarda
Un presto desengañar
es muerte de una afición.

Belisarda
Redondilla
¿Quieres otra cosa, Anarda?

Anarda
1425
Solo que el cielo te guarde.

Belisarda
¿Irás al prado esta tarde?

Anarda
Si fueres, allá me aguarda.

Belisarda
Redondilla
A la fuente del laurel
me hallarás.

Anarda
Iré por ti.

Vase BELISARDA.

Anarda
1430
¡Ay! Mi papel dice así,
que abierto viene el papel.
Lee.
Soneto
“No hay que esperar, Olimpo, de mi vida
otro gusto mayor que aborrecerte
mi alma, es imposible ya quererte.
1435
La firme voluntad está rendida.
Estoy del grande amor reconocida
de Anfriso, no hay que hablar hasta la muerte;
extraño amor, que quiero y soy querida.
Necio será si intenta perseguirme
1440
(que en conocer el bien no soy tan ruda)
quien quiere de sus lazos dividirme.
Yo quiero a Anfriso, no mi amor se muda
en ti; no hay que esperar de fe tan firme.
Esto confieso, en lo demás soy muda.”
Redondilla
1445
¡Bravamente le desprecia!
Pero el ingenio ha de ser
sutil como de mujer,
que amando, ninguna hay necia.
Redondilla
Con estas mismas razones
1450
que es Olimpo aborrecido,
le tengo de hacer querido.

BATO, con unas alforjas al cuello y una bota de vino. Ergasto, dándole y de palos, y Anarda.

Ergasto
Pues ¡tú conmigo te pones!

Bato
Redondilla
Basta, señor, basta ya.

Ergasto
Villano, lo que yo mando
1455
se ha de hacer.

Bato
No dices cuándo
que en eso el descuido está.

Anarda
Redondilla
Aparte
(Quiero como que es acaso
buscar a Anfriso. Este día,
celos, halló mi porfía
1460
a mis esperanzas paso.
Redondilla
Este papel ha de ser
mi remedio o mi venganza.)

Vase.
ERGASTO y BATO.

Bato
Siempre tu enojo me alcanza,
siempre yo vengo a tener,
Redondilla
1465
para que me desgobiernes,
la culpa de tus cuidados.
Si responde en los sagrados
laureles la diosa Viernes
Redondilla
que el novio se ha de morir
1470
porque Laurencia pecó,
¿qué culpa le tengo yo?

Ergasto
De aquí se puede inferir
Redondilla
mi desdicha, pues se atreve
una bestia a mi dolor.

Bato
1475
Aparte.
(Este, ¿es bolsillo o traidor?
Tempestad de palos llueve
Redondilla
después que al cuello le puse.)

Ergasto
Ahora bien, en tanto agravio
quiero buscar algún sabio
1480
que con la Diosa me excuse.
Redondilla
¿Sabes tú quién tenga ciencia
de adivinar?

Bato
Sí, señor.
Cardenio.

Ergasto
Y es un pastor
1485
rústico por excelencia.
Redondilla
¡Mirad con quien me aconsejo!

Vase.

Bato
Contra palos sabe hacer
bolsillos, que desde ayer,
aunque me dan, no me quejo.
Redondilla
1490
Mas tal tenga la salud.

CARDENIO y BATO.

Cardenio
¿Qué hay, mi buen amigo Bato?

Bato
Que tu amistad y tu trato
me causan mucha inquietud.
Redondilla
Vete con Dios, que me han dado
1495
mil palos.

Cardenio
¿Hante dolido?

Bato
Que me han muerto.

Cardenio
Pues no ha sido
sin causa.

Bato
¿Qué lo ha causado?

Cardenio
Romance (tirada)
No sé cómo te lo diga,
que estoy de temor perdido.

Bato
1500
¿De temor?

Cardenio
Pues ¿no me ves
el rostro todo amarillo?

Bato
Las barbas tienes medrosas,
que nunca te las he visto
tan amarillas.

Cardenio
¡Ay, Bato!
1505
¡Tristes de los que nacimos
en Arcadia!

Bato
¿Hay algún trasgo?
¿Algún fauno? ¿Hay algún jimio?

Cardenio
¿No me prometiste dar
1510
dos corderos?

Bato
¡Oh, qué lindo!
¿Dos cabritos no te di?

Cardenio
Y ¿quién te dio los cabritos?

Bato
Yo los hurté del ganado.

Cardenio
1515
Apenas puse el cuchillo
para degollar el uno,
cuando estas palabras dijo:
“No me mates, que no soy
cabrito, porque soy hijo
1520
de la pastora Macania
y del sátiro Cantinios.”
Soltele, Bato, y al punto
se fue al campo dando gritos.
Pues si tú niños me das,
1525
¿qué ha de servirte el bolsillo?
¿Cómo no te han de doler
los palos?

Bato
Cosa me has dicho
que me ha de matar de miedo.
Aunque me le den cocido,
1530
no he de comer en mi vida
cabrito ni corderillo.
Está de suerte el Arcadia
con estas ninfas y ninfos,
sátiros, faunos y trasgos,
1535
cinoprosopios, esfincos,
que no saben los pastores
cuál es cabrito o cuál niño.
¡Ay del pastor que en Arcadia
es desde niño cabrito!
1540
¡Triste de mí, si mataras
ese disfrazado hijo
de la pastora Macania
y del sátiro Cantinios!

Cardenio
No dudes que te matara.
1545
Mas ¿dónde vas?

Bato
Este vino
llevo al que había de ser
yerno de Ergasto.

Cardenio
¿A Salicio?
Pues ¡bota de vino a un hombre
1550
tan poderoso y tan rico!

Bato
Cuando nació Belisarda
se cogió, y Ergasto dijo
que hasta el día de su boda
no se tocase este vino.
1555
Hablaron de esto en el prado,
y a la fe Salicio quiso
proballo, por medio yerno.

Cardenio
¡Bravo olor!

Bato
Es ámbar fino.

Cardenio
Yo llevo mejor presente.

Bato
1560
¿Qué llevas?

Cardenio
Llévole a Silvio
este paño de la sabia
prestiquitolia.

Bato
¿Es de hechizos?

Cardenio
Si en los ojos se le pone
un hombre, mira edificios
1565
llenos de balcones de oro,
diamantes, perlas, jacintos;
árboles que en vez de frutas
llevan jamones cocidos,
bellas perdices asadas
1570
y empanados palominos.
Son las hojas de la parra
hojaldres, y los racimos
buñuelos, la flor almíbar,
y los sarmientos pestiños.
1575
Vense unas fuentes de leche
con bizcochos, y de vino
otras, y por margen tienen
mil tazas de oro y de vidrio.
Vense frescas alamedas,
1580
y mil ninfas en los sitios
más ocultos.

Bato
Tente, espera,
que me tienes sin sentido.
Y eso que dices, ¿se puede
1585
comer?

Cardenio
¡Pues no!

Bato
¡Lindo vicio!

Cardenio
Y más, que no te hará mal
aunque estés comiendo un siglo.

Bato
Por el de tu padre y madre,
¡oh, Cardenio!, te suplico
1590
que me lo dejes poner.

Cardenio
Voy deprisa.

Bato
Espera.

Cardenio
Digo
que me está Silvio esperando.

Bato
Pues ponédmelo un poquito.

Cardenio
Ahora bien, por darte gusto,
1595
por los ojos te le ciño.

Bato
No aprietes tanto.

Cardenio
Esto importa.

Bato
Ya me parece que miro
mil fuentes de vino y leche.

Cardenio
(No lo beberá Salicio.)

Quítale la bota y vase.
ANFRISO y SILVIO; BATO, con los ojos vendados.

Anfriso
Redondilla
1600
Pues si lo dicen las aves,
¿qué mayor milagro quieres?

Silvio
Bien es que remedio esperes,
pues en sus voces suaves
Redondilla
dicen que es Cardenio sabio.

Bato
1605
Yo no veo cosa alguna.

Anfriso
Sospecho que la fortuna
quiere deshacer mi agravio.

Bato
Redondilla
Cardenio, ¿cómo no veo
dónde están las empanadas?

Llega a abrazarse con los recién venidos.

Anfriso
1610
¡Quita, bestia!

Bato
¿Y las tortadas?
Que probar una deseo.

Anfriso
Redondilla
¿Estás en ti?

Bato
¿No es Cardenio?

Silvio
¿Juegas, por dicha?

Bato
¿Quién es?

Anfriso
Anfriso soy. ¿No me ves?

Bato
1615
¿Y Cardenio?

Anfriso
El grande ingenio
Redondilla
de Cardenio ando buscando.
¿Hasle visto, Bato?

Bato
Aquí
me dio este paño, que así
había de andar mirando
Redondilla
1620
mil edificios de oro,
mas nada he visto, y se fue.

Anfriso
Vele a buscar.

Bato
No podré
que voy a Montemedoro
Redondilla
a llevar aqueste vino...
1625
¡Ay!

Silvio
¿Qué hay?

Bato
Que no le hay,
y bien puedo decir ¡ay!,
pues ha de haber palo fino.
Redondilla
¿Estos eran los jamones?
Mil palos me han de costar.

OLIMPO y FRONDOSO. –Dichos.

Olimpo
1630
Digo que los oigo hablar
y decir tales razones.

Frondoso
Redondilla
¿Que los dorilos cantando
dicen que es sabio Cardenio,
siendo el más rústico ingenio?

Olimpo
1635
A Cardenio regalando,
Redondilla
pienso hacer que ablande el pecho
de Belisarda.

Frondoso
Sí hará,
pues las aves dicen ya
que es sabio.

Olimpo
Mi amor lo ha hecho.

Anfriso
Redondilla
1640
Aparte a él.
(Retírate, Silvio, aquí,
que, de este Olimpo celoso,
quiero ver si él o Frondoso
hablan a Bato.

Silvio
Es ansí.)

Retíranse ANFRISO y SILVIO.

Olimpo
Redondilla
1645
¿Qué hay, Bato?

Anfriso
Aparte.
(¿Díjelo yo?)

Bato
¡Oh, valiente mayoral,
digno de fama inmortal!
¿Cuándo el prado mereció
Redondilla
que tú le honrases así?

Olimpo
1650
En él honrado viviera,
si de Ergasto mereciera
la hermosa prenda que vi.
Redondilla
Muero, Bato, amigo mío,
por Belisarda, tu dueño.
1655
Ya pierdo el gusto y el sueño,
ya del placer me desvío,
Redondilla
ya, de mi patria olvidado,
como el cautivo en la ajena,
canto al son de la cadena.

Bato
1660
Ya, Olimpo, estoy informado
Redondilla
de tu amor, mas no es posible
casarse para tres días
de vida.

Olimpo
A las ansias mías
no tiene el mundo imposible.
Redondilla
1665
Entretanto que se aplaca
Venus, conquistar deseo
su amor.

Bato
Que te querrá creo,
si por dicha los pies saca
Redondilla
del laberinto de Anfriso.

Olimpo
1670
¿Quiéresme hacer un placer?

Bato
Servicio.

Olimpo
Amor no ha de ser
en los regalos remiso.
Redondilla
Alejandro ganó el mundo
con dar, no con pelear.
1675
Estas perlas le has de dar,
que amor en el dar le fundo.

Bato
Redondilla
¿Pues, podreme atrever?

Olimpo
Sí,
porque cuando no las quiera,
¿qué ha perdido?

Bato
Aquí me espera.

Olimpo
1680
Antes iremos tras ti,
Redondilla
para mirar desde lejos
con qué semblante y color
las toma.

Bato
Vamos, señor,
que no son malos consejos,
Redondilla
1685
pues Júpiter gozó en oro
la bella Dánae, que el dar,
las piedras suele ablandar.

Olimpo
Darele, Bato, un tesoro,
Redondilla
darele firmes diamantes,
1690
y menos firmes que yo,
telas que Persia tejió
de mil lustrosos cambiantes.
Redondilla
Darele el rojo coral,
verde en el agua, y darele
1695
sangre del pez que dar suele
vida al color natural.
Redondilla
Darele con mil trofeos
nácares de varia hechura,
y darele un alma pura,
1700
llena de castos deseos.

Vanse OLIMPO, FRONDOSO y BATO.
ANFRISO y SILVIO.

Anfriso
Redondilla
¡Ay, Silvio! Todo o lo más
de lo que dijo entendí;
perlas le dio, fuego a mí.

Silvio
Sin razón airado estás,
Redondilla
1705
si bien con causa celoso,
que es Olimpo muy galán.
Mas las cosas que se dan
a un terreno cauteloso,
Redondilla
no siempre son con el gusto
1710
del dueño para quien son.

Anfriso
Disculpa tú la traición,
mas no culpes el disgusto.
Redondilla
Desde que casarse quiso
Belisarda, andan revueltos
1715
los valles, los celos sueltos.

Silvio
Seis años de amor, Anfriso,
Redondilla
¿quieres tú que un extranjero
acabe así?

Anfriso
¿Por qué no?
Lo extranjero temo yo,
1720
y que lo prefiera espero.
Redondilla
Si un extranjero compone
un libro, es más estimado;
la tela, el oro, el brocado,
con mayor gusto se pone.
Redondilla
1725
Si un artífice se llama,
escogen al extranjero;
el propio siempre es postrero,
la envidia eclipsa su fama.
Redondilla
¡Ay, Dios! Tú verás querido
1730
a Olimpo de Belisarda.

ANARDA. –Dichos.

Anarda
Aparte.
(Aquí están.)

Silvio
Esta es Anarda.

Anarda
Aparte.
(Hoy me vengo de su olvido.)

Anfriso
Redondilla
¿Dónde tan sola?

Anarda
A buscar
a Olimpo.

Anfriso
Aquí estaba ahora.

Anarda
1735
Tengo de cierta pastora
este papel que le dar.

Anfriso
Redondilla
¿Con risa o burla? ¡Oh, qué bien!
Darasme a entender, Anarda,
que es papel de Belisarda.

Anarda
1740
Y que ella es tuya también.

Anfriso
Redondilla
¿Estás en ti?

Anarda
¿No conoces
esta letra?

Anfriso
Suya es.
Anarda, no se le des,
así tu hermosura goces.
Redondilla
1745
¡Ay de mí, Silvio! Cuán ciertos
han salido mis temores.

Silvio
¿Papel a Olimpo de amores
y tú en aquestos conciertos?
Redondilla
¡Por Apolo...!

Anfriso
¿Podré ver
1750
lo que escribe?

Anarda
Como sea
que yo le tenga y le lea.

Anfriso
Sí, sí; comienza a leer.

Lee ANARDA, partiendo los versos, con que le da otro sentido.

[Anarda]
Soneto
“No hay que esperar, Olimpo de mi vida,
otro gusto mayor; que aborrecerte
1755
mi alma es imposible, y a quererte
la firme voluntad está rendida.
Estoy del grande amor reconocida
de Anfriso no hay que hablar hasta la muerte;
primero la veré, que se concierte
1760
extraño amor, que quiero y soy querida.
Necio será si intenta perseguirme
que en conocer el bien no soy tan ruda
quien quiere de sus brazos dividirme.
Yo quiero; a Anfriso no; mi amor se muda
1765
en ti, ¿no hay que esperar de fe tan firme?
Esto confieso, en lo demás soy muda.

Anfriso
Octava real
Y muda ¡plegue a Dios! eternamente
quede la lengua que escribió mudanza
que muda mi esperanza, y no quien siente
1770
que es el mudarse la mayor venganza.
Déjamele leer.

Anarda
Si eres prudente,
dejarete el papel, en confianza
que me le has de volver.

Anfriso
Prudente he sido,
pues no me he muerto mientras le has leído.

[Silvio] léele para sí.

Silvio
Octava real
1775
¿Es posible que escribe, hermosa Anarda,
este papel a Olimpo, que ayer vino
a este monte, la ingrata Belisarda?
Castigue amor su injusto desatino.

Anarda
Hacéisla tan divina y tan gallarda,
1780
que, como el sol, su resplandor divino
quiere que gocen todos, y que a todos
se comunique por extraños modos.
Octava real
Aconséjale, Silvio, que la olvide,
que tú verás que ella le quiere luego.

Silvio
1785
Si a la razón esa venganza mide,
tú, Anarda, de su hielo serás fuego.

Anfriso
Ello, Anarda, es verdad. Dos cosas pide
esta traición. Que me le des te ruego,
que por el alto Júpiter te juro
1790
de no dársele, pena de perjuro.

Anarda
Octava real
Pues con esa palabra, tuyo sea.
Mas ¿qué dos cosas son las que decías?

Anfriso
Volverme loco y abrasar la aldea,
o que remedies tú las ansias mías.

Anarda
1795
Si es porque Belisarda hablar te vea
conmigo tiernamente algunos días,
por el amor, Anfriso, que te tengo,
contra mi honor en el concierto vengo.

Anfriso
Octava real
No, sino porque yo quiero quererte,
1800
que bien mereces tú que yo te quiera;
y el tiempo, amor y el trato harán de suerte
que te adore y olvide aquella fiera.

Anarda
Yo quiero, aunque es traición, obedecerte,
que puesto que a una amiga, no pudiera
1805
serlo nadie de mí como yo propia.

Anfriso
Amando, Anarda, no hay disculpa impropia.

Anarda
Quintilla
Belisarda, ¿no es aquella?

Anfriso
Para mí no hay Belisarda,
que solo hay Anarda bella.

Belisarda, que baja de un monte. –Dichos.

Belisarda
1810
Aparte.
(¡Juntos Anfriso y Anarda!)

Silvio
Habla a lo tierno con ella,
Quintilla
que ya os ha visto.

Anfriso
No sé,
mi Anarda, cómo podré
decirte mi sentimiento.

Belisarda
1815
Aparte.
(¿Si es acaso, pensamiento,
ilusión que el alma ve?
Quintilla
¿Son cosas ciertas o enredos?
Pasos libres, estad quedos,
que en la noche del temor
1820
suele mil veces amor
hacer personas los miedos.
Quintilla
Hablando de amor están.
¿Qué lo dudo, pues favores
el uno al otro se dan?
1825
Cintas truecan de colores...
Saliendo el rostro me van.
Quintilla
¿Este es Anfriso? Sí, él es,
que es hombre.)

Anfriso
Verde esperanza
quiero, Anarda, que me des,
1830
no pajizo, que es mudanza.

Anarda
¿Mudanza?

Anfriso
Pues ¿no le ves?
Quintilla
Un árbol que verde hizo
abril, y octubre deshizo,
¿no muda el verde que alcanza
1835
en pajizo? Pues mudanza
se ha de llamar lo pajizo.

Anarda
Quintilla
Ho hayas miedo que me mude
todo el mundo de este intento.

Silvio
Aparte a Anfriso.
(¡Con qué sentimiento acude!

Anfriso
1840
Pague así mi sentimiento.

Silvio
Llore.

Anfriso
Rabie.

Silvio
Tiemble.

Anfriso
Sude.)

Belisarda
Quintilla
Aparte.
(¿Esto han llegado mis ojos
a ver? ¿Qué hay más que decir?
Pero porque da en los ojos
1845
este amor, este sufrir
debe de llamarse enojos.
Quintilla
Mas los ojos que tal ven,
ojos no, que enojos son,
tal nombre es bien que les den.)

Anfriso
1850
En fin, ¿tú me quieres bien?

Anarda
Pregúntalo al corazón.

Anfriso
Quintilla
Aparte a Anarda.
(Ya parecen estas veras)

Anarda
(¡Ay Dios, si me las dijeras
con gusto!)

Anfriso
(El tiempo lo hará.)

Silvio
1855
Aparte a Anfriso.
(Muerta Belisarda está
¿Qué mayor venganza esperas?

Anfriso
Quintilla
Mayor será vernos ir.)
Sígueme, Anarda.

Anarda
¿Qué puedo
hacer mejor que seguir
1860
mi sol?

Vanse ANFRISO, ANARDA y SILVIO.

Belisarda
Ofendida quedo.
No es mayor mal el morir.
Soneto
¡Qué bien un sabio, celos, os pintaba
en la forma de un hombre que corría
sobre llamas de fuego, en quien ponía
1865
los pies como quien fuego al fin pisaba!
Y que luego que a un campo se acercaba,
todo de nieve rigurosa y fría,
las llamas de aquel fuego sacudía
y entre la blanca nieve descansaba.
1870
Ansí me siento yo para que pruebe
este rigor, castigo de los cielos,
con forzoso dolor, con paso breve.
Terceto
Yo voy pasando el fuego de los celos.
¡Oh, si llegase al campo de la nieve,
1875
templando tanto amor en tantos hielos!

CARDENIO y BELISARDA.

Cardenio
Redondilla
Aparte.
(Famosamente sucede
Los pajarillos dorilos
cantan con dulces estilos
lo que ya mi ciencia puede.
Redondilla
1880
“Cardenio es sabio”, repiten
con sus piquillos de amores;
con que todos los pastores
para buscarme compiten,
Redondilla
porque viendo que las aves
1885
cantan mi sabiduría,
buscan de noche y de día
mi cabaña los más graves.
Redondilla
¡Belisarda estaba aquí!
Guarden tu vida los cielos.)

Belisarda
1890
Rústico, a quien matan celos
no vive.

Cardenio
¿Celos a ti?

Belisarda
Redondilla
Celos, y crueles celos
que de la mayor amiga
es con lo que más castiga
1895
la indignación de los cielos.

Cardenio
Redondilla
¿Son, por ventura, de Anarda?

Belisarda
¿Quién te lo ha dicho?

Cardenio
¿No sabes
que van cantando las aves
que soy sabio, Belisarda?

Belisarda
Redondilla
1900
¡Ay, si lo fueras de suerte
que de ese mal me curaras!

Cardenio
Si ya en curarte reparas,
oye.

Belisarda
Aún no podrá la muerte.

Cardenio
Redondilla
Ríete de eso.

Belisarda
¡Ay de mí!

Cardenio
1905
Quiere otro pastor; verás
que tan presto olvidarás.

Belisarda
¿Podré?

Cardenio
Siendo mujer, sí.

Belisarda
Redondilla
Y ¡qué tal se me ofrecía!

Cardenio
¿Olimpo?

Belisarda
Todo lo sabes.

Cardenio
1910
¿No ves que cantan las aves
la extremada ciencia mía?

Belisarda
Redondilla
Haz de manera que olvide.

Cardenio
¿Qué me darás?

Belisarda
Veinte ovejas
que con sus blancas guedejas
1915
la nieve estos campos mide.

Cardenio
Redondilla
Pues vete, y déjame aquí
hacer un círculo.

Belisarda
¡Ay, cielos!
Por lo menos, de sus celos
me libra.

Cardenio
Fía de mí.

Belisarda
Redondilla
1920
No quiero yo aborrecer.

Cardenio
Pues ¿qué?

Belisarda
Solo no sentir.

Cardenio
Tú harás a Anfriso morir.

Belisarda
Voy muerta.

Cardenio
Déjame hacer.

Vase BELISARDA. BATO y CARDENIO.

Bato
Redondilla
Aguadaba a que se fuese
1925
mi ama.

Cardenio
Bato, ¿qué ha habido?

Bato
Ladrón vinoso, hoy ha sido
tu muerte.

Cardenio
¿Qué engaño es ese?
Redondilla
¿Sabes tú que hablas conmigo?

Bato
Daca el vino, socarrón.
1930
Tu paño es este.

Cardenio
Quistión,
es bajeza, con amigo.
Redondilla
Si la bota me llevé,
fue porque quien ha bebido,
no ve con el paño.

Bato
Ha sido
1935
engaño.

Cardenio
¿Engaño esto fue?
Redondilla
Yo sé que bebido habías.

Bato
Probado no más, ¡por Dios!

Cardenio
¿Cuántos tragos?

Bato
Uno o dos.

Cardenio
Con eso, Bato, no vías.
Redondilla
1940
Amargo estaba de ver.

Bato
¡Que siempre me has de engañar!

Cardenio
¡Guarda el fauno!

Bato
Hazme temblar,
que, ¡por Dios!, que eche a correr.
Redondilla
Mas pues eres hombre sabio,
1945
te perdono lo del vino,
y pues eres adivino,
dime si merced o agravio
Redondilla
puedo recibir en dar
estas perlas a mi ama.

Cardenio
1950
¡Perlas! A ver.

Bato
Son de fama.
Pero no me has de engañar.

Cardenio
Redondilla
Que, ¿ya te haces alcahuete,
y más de perlas?

Bato
Pues bien,
¿qué tienen perlas?

Cardenio
Si a quien
1955
sueña perlas le promete,
Redondilla
Bato, lágrimas el sueño,
quien las lleva para ser
tercero de otra mujer,
¿qué ha de esperar de su sueño?
Redondilla
1960
¡Oh, qué palos han de darte!

Bato
¡Ay, Rústico! De amor
no las he dado.

Cardenio
Mi amor
siempre me obliga a ayudarte.
Redondilla
Dácalas, que quiero hacer
1965
un conjuro de tal modo
que lo pongan en paz todo.

Bato
No las pensarás volver.

Cardenio
Redondilla
Si no las devuelvo, digo
que me degüelles.

Bato
Pues eso
1970
no lo dudes.

Cardenio
Tu suceso
ha sido topar conmigo.

Bato
Redondilla
Mira, Rústico, que son
de Olimpo.

Cardenio
¡Vágame el cielo!

Bato
Siempre vivo con recelo
1975
de tu mala condición.

Cardenio
Redondilla
Que me quiten dos mil vidas
si no las volviere tales.

Bato
Haré las perlas corales.

Cardenio
¿Cómo?

Bato
En tu sangre teñidas.
Romance (tirada)
1980
Pero di, pues sabes tanto,
¿cómo no me das remedio
para que me quiera Flora,
Flora, que me tiene muerto?
Dicen todos los zagales
1985
que eres tan sabio, Cardenio,
que hasta las aves lo dicen.

Cardenio
Soy monstruo, Bato, en el suelo.
Y porque claro lo creas,
que goces a Flora quiero
1990
esta misma noche.

Bato
¡Ay, Dios,
si fuese tanto tu ingenio!
¿Tú no ves que ya anochece?

Cardenio
El asnochece estoy viendo,
1995
pero no importa, que yo
haré luego con mi ingenio
que te transformes en lobo.

Bato
¿En lobo?

Cardenio
Con ciertos versos.
Irás, pues, a tu cabaña,
2000
y los pastores huyendo,
si se desmayare Flora...
Harto te he dicho.

Bato
Pues quedo,
que ánimo no ha de faltarme.

Cardenio
2005
Aunque de erizados pelos
te veas cubrir el rostro,
no te dé pena, que luego,
lavándote en una fuente,
quedarás como primero.

Bato
2010
Y ¿he de tener cola?

Cardenio
Sí.

Bato
Eso de la cola temo.

Cardenio
¿No fuera mucho peor
que te transformara en ciervo?
Pero si no quieres cola,
2015
yo te haré mona, mas quiero
que sepas que está la honra
en la cola, y que por eso
estiman tanto un caballo;
y que mirando el asiento
2020
de una mona, no hay pastor
tan sabio, discreto y cuerdo,
que no se caiga de risa.

Bato
No era menester tu ingenio
si yo quisiera ser mona,
2025
que con ponerme a los viejos,
hiciera gestos tres días.

Vanse. OLIMPO y FRONDOSO.

Olimpo
Hablarla, Frondoso, intento
esta noche, si me ayudan
las estrellas y el silencio,
2030
que puesto que a mi papel
no ha respondido, estoy cierto
de que ha tomado las perlas.

Frondoso
Si amor te ayuda, yo creo
que no ha de ser imposible
2035
el temido casamiento.
Cardenio me ha dicho a mí
que ha de estudiar tu remedio.

Olimpo
Hoy te envío dos novillos
que fueran signo del cielo,
2040
a haber géminis de toros
como le hay de niños tiernos.
Escrito de manchas blancas
tiene el uno el lomo negro,
y el otro se baña en oro,
2045
tostado a partes y crespo.
Hoy, cerca de estos laureles,
vi con Anarda riendo
a Anfriso y Silvio, y no sé,
Frondoso, qué sienta de esto.
2050
Si la quieres, ¿qué más dicha
que amar un hombre sin celos?
Que aunque son salsa de amor,
yo sabré comer sin ellos.
Pero arrímate, Frondoso,
2055
a esos pungentes enebros,
que siento gente.

Frondoso
Es verdad,
aunque con pies soñolientos,
baja la noche a estos prados
desde esos montes soberbios.

Apártanse a un lado. ANFRISO y SILVIO. –Dichos.

Anfriso
2060
Ahora que Belisarda,
Silvio, no sabe que tengo
esta memoria en su olvido
ni este cuidado en sus celos,
vengo a adorar su cabaña.

Silvio
2065
Lástima te tengo.

Anfriso
Creo
que Anarda crece mi amor,
como suele el agua al fuego
cuando para que arda más
mojan el sonoro brezo.
2070
Amada pastora mía,
de tu sinrazón me quejo,
tus desdenes me fatigan,
tus sinrazones me han muerto.
Las paredes de tu choza
2075
ya de diamantes las veo,
y entre ellas y mi esperanza
un mar de quejas y celos.
Hoy me querías, ingrata,
y hoy me aborreces. ¿Qué es esto?

Olimpo
2080
Aparte a Frondoso.
(El que se queja es Anfriso.
¿Qué haré?

Frondoso
Vivir contento
de que se queje.

Olimpo
Mi amor
me da más fácil remedio.

Frondoso
¿Cómo?

Olimpo
En quitarle la vida.)

Anfriso
2085
Aparte a Silvio.
(Gente, Silvio, ocupa el puesto.

Silvio
Este es Olimpo, sin duda.

Anfriso
Temo algún triste suceso,
si habla con él Belisarda.)

CARDENIO, SALICIO, Lidio y otros PASTORES, con hondas y cayados. –Dichos.

Cardenio
Id todos con gran silencio.

Salicio
2090
Pues ¿adónde viste el lobo?

Cardenio
Ha olido ciertos corderos
en la cabaña de Flora,
y piensa cebarse en ellos.

Salicio
No hayas miedo que él se vaya.

OLIMPO a FRONDOSO.

[Olimpo]
2095
Tras un lobo vienen estos.
A la fuente te retira.

Vanse él y FRONDOSO.
ANFRISO a SILVIO

[Anfriso]
Olimpo nos deja el puesto.
Mis celos se van tras él.

Vanse él y SILVIO.

Salicio
Famosas hondas tenemos.
2100
Si él viene, Rústico, él muere.

Cardenio
Él quedaba entre unos tejos.
Yo voy a hacerle salir.

Óyense dentro voces de “¡guarda el lobo!” y sale BATO, vestido de lobo, y van los PASTORES tras de él palos y con hondas; éntranse por un lado y salen por el otro.

Lidio
Pastores, paso, teneos,
que parece que habla el lobo.

Vireno
2105
¿Cómo que habla?

Lidio
Estad atentos.

Vireno
¿Si desde el tiempo de Isopo,
que hablaban con los corderos,
se quedó este lobo aquí?

Bato
Pastores, oídme os ruego.

Vireno
2110
Huye, Lidio, que habla el lobo.

Lidio
Echa por aquí, Vireno.

Bato
No me matéis, que soy Bato.

Vireno
Otra vez. Huye, Riselo.

Vanse.

Bato
¡Bueno he quedado, a la fe!
2115
Todo mordido de perros,
y de las hondas y palos
roto en mil partes el cuerpo.
¡Oh! Mal hubiese el pastor
que se cree de hechiceros,
2120
soberbios con ciencia humana
en los divinos secretos.
Pero yo tuve la culpa
en querer ser hombre enjerto
en lobo.

CARDENIO y BATO.

Cardenio
¿Qué hay, Bato amigo?
2125
¿Gozaste a Flora?

Bato
No puedo
mirarte de pesadumbre.

Cardenio
¿Díjote muchos requiebros?
¿Es discreta? ¿Es amorosa?

Bato
Desespérasme, Cardenio,
2130
con tus malicias, de suerte
que estoy...

Cardenio
Pues bien, ¿qué tenemos?
¿Hate dado licantropia?

Bato
Toma allá tus arrapiezos,
que aún temo, si más los traigo,
2135
otro más triste suceso.

Cardenio
Yo apostaré que has tenido
la culpa.

Bato
¿Cómo?

Cardenio
Di luego,
¿cómo entraste en la cabaña?

Bato
Púseme desde los fresnos
2140
a gatas, y dije “buf”.

Cardenio
¿No lo dije yo? ¿En qué pueblo
en qué valle, selva o monte,
has oído, pastor necio,
que los lobos digan “buf”?

Bato
2145
Como yo era lobo nuevo,
y no hay en toda la Arcadia
vocabulario lobesco,
¿era mucho que buscase
de mi capricho, Cardenio,
2150
este “buf”, que me ha costado
bufar por montes y cerros?

Cardenio
Todo lo echaste a perder,
mas no me espanto, pues veo
que los más de los pastores
2155
también se pierden por eso.
Verás que quieren hablar
la lengua que no aprendieron,
y por “alfa” dicen “buf”,
presumidos de hablar griego.
2160
Yo te enseñaré la lengua
lobuna, y mañana quiero
que vuelvas a ver a Flora.

Bato
¡Malos años! Yo no pienso
verme más en tal peligro.

Cardenio
2165
Júpiter, Mercurio y Febo,
¿no se transformaron?

Bato
Sí,
en toros, cisnes y ciervos,
pero, ¿en lobos?

Cardenio
Ahora bien,
ven a curarte.

Bato
Recelo...
2170
Mírame, Cardenio, bien,
que llevo roto el pellejo.


Acto III

ERGASTO y SALICIO.

Ergasto
Terceto
Hice a la Diosa airada sacrificios,
Salicio amigo, que a parar bastaran
del alto cielo los dorados quicios;
Terceto
2175
y con saber que eternamente paran
las ruedas en que viven sus planetas,
pienso que detenidos me escucharan.
Terceto
Y como son las víctimas perfectas
para los dioses lágrimas, mis canas,
2180
en esta edad a tanto mal sujetas,
Terceto
regalaron sus aras soberanas,
y respondió, después de tantos días,
que eran mis ruegos y esperanzas vanas,
Terceto
que en tanto que por fin de mis porfías,
2185
de Arcadia algún pastor no le ofreciese
su sangre en vez de las ofensas mías,
Terceto
y las aras del templo enrojeciese,
no podía casarse Belisarda,
sin que su esposo, ¡ay, mísero!, muriese.

Salicio
Terceto
2190
Pues de esa suerte, vanamente aguarda
que se mueva a piedad el amor mío.

Ergasto
Todo me da temor y me acobarda.
Terceto
Ya de todo remedio desconfío,
pues no ha de haber pastor que morir quiera.

Salicio
2195
Y fuera, Ergasto, loco desvarío.
Terceto
Si la Diosa, por dicha, respondiera
que un esclavo extranjero se matara,
Grecia por el dinero nos le diera,
Terceto
mas morir por su gusto sobre el ara
2200
pastor de Arcadia por tu yerno, Ergasto,
en los mayores imposibles para.
Terceto
El labrador más vil, que lleva al pasto
dos pobres cabras, no dará su vida
por todo el mundo.

Ergasto
En vano el tiempo gasto.
Terceto
2205
Ya tengo a Belisarda prevenida
para ser cazadora de Diana,
y a sus sagrados bosques ofrecida.
Terceto
Apenas al balcón de la mañana
el sol asomará su rubia frente,
2210
tirando sobre azul líneas de grana,
Terceto
cuando calce su planta diligente
argentado coturno, de listones
ceñido en torno, y el carcax pendiente,
Terceto
con la hebillas de oro y los tachones;
2215
tahalí de tigre llevará en el cuello,
con flechas para fieros corazones.
Terceto
No matará con las del rostro bello
al mozo libre ya que la requiebra,
opreso con la red de su cabello.
Terceto
2220
Tímido ciervo y pavorosa liebre
matará Belisarda con Diana,
donde este monte los arroyos quiebre.
Terceto
En vez de nietos que mi barba anciana
con tierna mano y lengua balbuciente
2225
regalaran la noche y la mañana,
Terceto
y colgados del cuello tiernamente
me llamaran abuelo, en esas puertas
cuelgue el oso feroz y el león valiente.
Terceto
Sus linteles y jambas, encubiertas
2230
estén de los clavados jabalíes,
las colmilludas bocas siempre abiertas.

Salicio
Terceto
Conozco que es razón que desconfíes
del remedio que pide tu desgracia.
El cielo te consuele.

Vase.

Ergasto
Aunque porfíes,
Terceto
2235
Salicio, como el músico de Tracia,
no sacarás mi Eurídice llorando,
pues no tienen los ruegos eficacia.

BELISARDA y ERGASTO.

Belisarda
Terceto
¿Qué estaba aqueste bárbaro tratando
agora contigo? ¿Qué pretende y quiere?

Ergasto
2240
Estaba vuestro amor desconcertando.
Terceto
Si Venus respondió que si no muere
un pastor de la Arcadia por tu esposo,
¿será justo que Salicio espere?
Terceto
¿Adónde habrá pastor tan valeroso
2245
o tan desesperado, que se deje
quitar la vida?

Belisarda
Júpiter piadoso,
Terceto
remedio en tantos males te aconseje.

Ergasto
Ya he tomado consejo, Belisarda,
y aunque tus ojos de mi vista aleje,
Terceto
2250
la trina Diosa entre su casta guarda
albergará tu vida. Ponte luego
de cazadora en hábito gallarda.
Terceto
Deja las armas del muchacho ciego,
y toma el arco de Diana hermosa,
2255
trocando en casto amor lascivo fuego.
Terceto
Velo de plata y de color celosa,
con mil lazadas encarnadas viste,
por quien a medio abril parezcas rosa;
Terceto
y con el girasol y el amatiste
2260
cubre de laberintos el trenzado,
si ya no es que el cabello lo resiste,
Terceto
que mejor a los vientos dilatado,
el mar revolverá con ondas de oro.
Tú vivirás las selvas sin cuidado,
2265
y yo en tu ausencia con eterno lloro.

Vase.

Belisarda
Décima
Creed, creed, ansias mías,
y acabadme de matar,
pues ya no pueden durar
con tanta pena mis días.
2270
Dieron fin mis alegrías,
que ser mías les bastó,
pues nunca el amor me dio
contento para tenelle,
que solo para perdelle,
2275
pudiera tenerle yo.
Décima
Adiós, mi antigua cabaña,
donde vi la luz primera;
adiós, hermosa ribera
del Erimanto, que os baña;
2280
adiós, nevada montaña;
prados, adió; adiós, flores,
testigos de mis dolores;
que de Venus la porfía,
a extrañas selvas me envía,
2285
donde no tratan de amores.
Décima
Y tú, mi querido Anfriso,
tan querido como ingrato,
y como ingrato, retrato
de la beldad de Narciso,
2290
quédate, adiós, pues que quiso
tu crueldad que en tus engaños
parasen de amor seis años,
no en mí, que vivos están;
que los años no podrán,
2295
pues no pueden desengaños.

ANFRISO y SILVIO, sin ser vistos de BELISARDA.

Silvio
Redondilla
Digo que su voz oí.

Anfriso
Y dices bien, ella es.

Ocúltanse.

Belisarda
Amor, que mis males ves,
¿por qué te vengas de mí?
2300
¿Quieres que muera así?

Anfriso
Sí.

Belisarda
¡Ay, cielo! ¿Quién respondió
a lo que dije yo?

Anfriso
Yo.

Belisarda
El eco engañarme quiso,
que como Anfriso es Narciso,
2305
en eco me transformó.
Décima
Mas ¡ay, cielo!, ¿no es aquel?
Huiré de él.

Anfriso
Detente, fiera,
Circe de aquesta ribera,
mas que Medea cruel;
2310
toma ejemplo del laurel,
que fue de Apolo castigo.

Belisarda
¿Qué me quieres, enemigo?
¿Piensas que yo soy Anarda?

Anfriso
Bien conozco, Belisarda,
2315
que estoy hablando contigo.

Belisarda
Décima
Pues ¿qué me quieres a mí?
¿No tienes tu gusto allá?

Anfriso
Mi gusto contigo está,
que no está en ella ni en mí.
2320
Pésame de hablar ansí,
pero ya no puedo más,
que los celos que me das
me traen de los cabellos
a dar a tus ojos bellos
2325
venganzas que viendo estás.

Belisarda
Décima
¿Los que me das, enemigo,
me dices que yo te doy?
¿Sabes, por dicha, quién soy?
¿Conoces que hablas conmigo?

Anfriso
2330
Silvio, señora, es testigo
que no te quise ofender.
Tú sí, con querer querer
a Olimpo, mas tu mudanza
solo por disculpa alcanza
2335
que en fin naciste mujer.

Belisarda
Décima
¡Por mujer culparme quieres!
¡Merece el hombre mil palmas!
Bien sabes tú que las almas
no son hombres ni mujeres.
2340
Si al ser de mujer refieres
las mudanzas del querer,
y el alma da al cuerpo ser,
decir es yerro notable:
“Si es mujer, será mudable”,
2345
no siendo el alma mujer.

Anfriso
Décima
A tanta bachillería
también diré yo mejor,
que pega el vaso al licor
el sabor que antes tenía.
2350
Y si de tenerle un día
le suceden estos daños,
alma que está tantos años
en un cuerpo de mujer,
tomar tiene de su ser
2355
el sabor de hacer engaños.
Décima
Si a Olimpo quieres y escribes,
¿fue milagro, Belisarda,
que hablase yo con Anarda?

Belisarda
Anfriso, engañado vives.

Anfriso
2360
Pues ¿disculpas apercibes?
¿Es tuya esta letra?

Belisarda
Sí.

Anfriso
Pues oye.

Belisarda
Déjame a mí
que la lea.

Anfriso
Si yo veo
lo que lees.

Belisarda
Ansí leo.

Anfriso
2365
Pues comienza.

Belisarda
Dice ansí:
Lee.
Cuarteto
“No hay que esperar, Olimpo, de mi vida
otro gusto mayor que aborrecerte
mi alma; es imposible ya quererte.
La firme voluntad está rendida.”

Anfriso
Redondilla
2370
Espera.

Belisarda
¿Qué he de esperar?

Anfriso
Con esto no se divida,
dice: “Olimpo de mi vida.”

Belisarda
Eso es queriendo engañar.

Anfriso
Redondilla
¡Cosa que me haya engañado
2375
quien este papel me dio!

Silvio
Ya llevo pensando yo
que a los dos nos han burlado.

[BELISARDA lee.]

Belisarda
Cuarteto
“Estoy del grande amor reconocida
de Anfriso. No hay que hablar hasta la muerte;
2380
primero la veré, que se concierte
extraño amor, que quiero y soy querida.”

Silvio
Redondilla
Anfriso, el papel despide,
que antes es en tu favor,
y a Olimpo muestra rigor.

Anfriso
2385
Como las partes divide,
Redondilla
tiene contrario sentido.

Silvio
Quien primero lo leyó,
a los dos nos engañó,
todo el papel dividido.
Redondilla
2390
¡Bravo ingenio de mujer!

Anfriso
Corrido estoy.

Silvio
Y lo estás
con causa.

Anfriso
Di lo demás.

Silvio
Acábale de leer.

Lee.

Belisarda
Terceto
“Necio será si intenta perseguirme
2395
(que en conocer el bien no soy tan ruda)
quien quiere de sus brazos dividirme.
Terceto
Yo quiero a Anfriso, no mi amor se muda
en ti. No hay que esperar de fe tan firme.
Esto confieso, en lo demás soy muda.”

Anfriso
Redondilla
2400
Este papel, ¿no decía:
“Yo quiero”, y aquí paró
la razón?

Silvio
Y “a Anfriso no”,
adelante proseguía.

Belisarda
Redondilla
2405
El “no”, Anfriso, va en la parte
que prosigue, y dice así:
“No mi amor se muda en ti.”

Anfriso
¡Que pueda de amor el arte
Redondilla
mudar el sentido todo!

Belisarda
2410
¿Quién te ha dado ese papel?

Anfriso
Anarda, y cuanto hay en él
me lo leyó de otro modo.

Belisarda
Redondilla
¡Ay, Anfriso! Lo que es cierto
es que pensó tu mudanza
2415
en Anarda hallar templanza
al fuego antiguo encubierto,
Redondilla
con el temor que tenías
que si conmigo casabas
a la muerte caminabas
2420
por jornada de tres días.
Redondilla
Mas como al fuego escondido,
adonde lo estaba yo,
el mismo tiempo quitó,
las cenizas del olvido,
Redondilla
2425
vienes con tal fingimiento
a que hagamos amistad;
mas quien no trata verdad
no merece acogimiento.
Redondilla
Vuélvete a Anarda, mi vida,
2430
que pues tú tienes creído
que por Olimpo te olvido,
quiero ver cómo se olvida,
Redondilla
que hombre de quien tú creíste
que me obligaba su talle,
2435
bueno será para amalle.
Celos, mis ojos, me diste,
Redondilla
déjame que te dé celos,
sufre como yo sufrí,
que también me han hecho a mí
2440
con alma, Anfriso, los cielos.
Redondilla
Lo que te aviso, mi bien,
es que mi puerta no veas,
porque si verme deseas,
verás a Olimpo también.
Redondilla
2445
Y como obligan enojos
a hacer algún disparate,
no quiero yo que te mate,
no, por vida de tus ojos.

Anfriso
Redondilla
Belisarda, espera, aguarda.
2450
¡Ah, mi bien! Oye.

Belisarda
¿Qué quieres?

Silvio
Terribles sois las mujeres.
Oye a Anfriso, Belisarda.

Belisarda
Redondilla
¿Qué quieres, Silvio?

Silvio
¿Es posible
que tomes esta venganza?

Anfriso
2455
Mi luz, mi amor, mi esperanza,
ese es castigo terrible.
Redondilla
Oye la disculpa mía,
mátame si te ofendí,
y no te vayas ansí,
2460
que es matarme con sangría.
Redondilla
¡Plega a Dios si a Anarda quiero...!

Belisarda
Ya no podéis ser creídos,
que andáis trocando sentidos,
y que me engañéis espero.
Redondilla
2465
Jurarás, y entenderás,
cuando mudes pensamiento,
de otra suerte el juramento.

Anfriso
¡Si yo hablare a Anarda más...!

Belisarda
Redondilla
No te canses en cantar,
2470
pájaro, en jaula enemiga,
que estoy mirando la liga
en que me quieres cazar.
Redondilla
Aves con menos cordura
engaña con tal reclamo,
2475
que yo me voy a otro ramo,
adonde te oiga segura.

Vase. ANFRISO y SILVIO.

Silvio
Redondilla
¡Belisarda, Belisarda!

Anfriso
Déjala, Silvio, que es ya
bajeza. Vamos, que está
2480
esperándonos Anarda.
Redondilla
¿No vuelve?

Silvio
No, me parece.

Anfriso
¿Ni la cabeza?

Silvio
Tampoco.

Anfriso
Pues haz cuenta que estoy loco,
y mi humildad lo merece.
Redondilla
2485
Dice que si voy a vella,
veré a Olimpo.

Silvio
Hase vengado.
No parece en todo el prado.

Anfriso
Solía ser, Silvio, estrella,
Redondilla
2490
y ya la desdicha mía
en cometa la volvió
que apenas rastró dejó
del resplandor que tenía.
Redondilla
¡Que por venganzas y enojos
2495
dijese tal disparate!
“No quiero yo que te mate,
no, por vida de tus ojos.”
Redondilla
Muerto soy; si ella me ha muerto,
mal puede Olimpo matarme.
BATO. –Dichos.
2500
Bato
Para sí.
(Hoy acabo de curarme,
apenas a andar acierto.
Redondilla
Pedradas y mordeduras
me han puesto... Pero aquí están
Anfriso y su sombra.)

Anfriso
Hoy dan
2505
fin a mi amor mis locuras.
Redondilla
Bato, ¿has visto a Belisarda?
¿Está en su cabaña?

Bato
No,
que ahora al prado bajó,
más que la aurora gallarda.

Anfriso
Redondilla
2510
¿Qué hay de Olimpo?

Bato
Yo, ¿qué sé?
Sé que anoche me llamó
Belisarda, y me pidió
una luz.

Anfriso
¡Luz! ¿Para qué?

Bato
Redondilla
Tus papeles pienso que eran
2515
ciertas cosas que quemó,
y aun un retrato vi yo.

Anfriso
Ya mis engaños, ¿qué esperan?

Bato
Redondilla
“Arded, ¡par diez!, les decía
cuando los ojos quemaba;
2520
arded, pues en vos estaba
alma tan helada y fría.”
Redondilla
Pero ansí, a medio quemar,
más de una vez le besó,
y aun presumo que lloró,
2525
queriendo el fuego apagar.
Redondilla
No quedó cinta ni joya
que no pereciese allí.
Caballo de Grecia fui.

Anfriso
Y ella, Elena; Anfriso, Troya.

Bato
Redondilla
2530
Pues no debió de quedar
con gusto el papel quemado,
que andaba después juntando
lo que estaba por quemar,
Redondilla
pues una cinta leonada
2535
medio quemada vi yo,
que a la muñeca la ató,
y aún faltó para lazada.
Redondilla
Si os queréis bien, ¿en qué andáis?

Anfriso
A buscarla, Silvio, vamos.
2540
Sombra ofrecen estos ramos.

Vanse él y SILVIO.

Bato
Tarde buscándola vais,
Redondilla
que mi amo me ha contado
que de la diosa Aduana
ha de ser ninfa mañana.

CARDENIO, sin ver a BATO.

Cardenio
2545
¡Lindamente se ha trazado!
Romance (tirada)
Puesto detrás del altar,
a Ergasto le respondí,
y a mil pastores que allí
le fueron a acompañar,
Redondilla
2550
que si de Arcadia un pastor
por Belisarda moría,
su marido viviría,
con que creciendo el temor,
Redondilla
todos van a consultarme.
2555
¡Dichoso el que ofrece más!

[BATO] coge a CARDENIO los brazos por detrás.

Bato
¡Ahora no te me irás!

Cardenio
¿Quién es?

Bato
Yo. No hay engañarme.
Redondilla
Vengan mis perlas.

Cardenio
Quedito
con ellas vengo a buscarte.

Bato
2560
Rústico, engaños aparte,
que aquí no hay vino o cabrito.

[CARDENIO] sácalas en un tafetán colorado, y enseña la sarta.

Cardenio
Redondilla
Veslas aquí, mentecato,
y advierte bien que las ves,
porque no digas después
2565
que quiero engañarte, Bato.
Redondilla
¿No son estas?

Bato
Ellas son.

Cardenio
Pues déjame, haré un conjuro.

Bato
Aqueso no.

Cardenio
Yo te juro
que no hay engaño o traición.
Redondilla
2570
Sopla.

Bato
Soplo.

Cardenio
¡Linda cosa!
Dale otro tafetán colorado, y guarda el de las perlas.
Ya no te puede venir
mal por ellas. Quiero ir
en busca de Anarda hermosa.
Redondilla
A más ver.

Vase.

Bato
Gran cosa es
2575
fingirse un hombre valiente;
es el temor diligente,
alas le puso en los pies.
Redondilla
Si él me muestra algún valor,
las perlas pierdo, a la fe.
2580
¡Lindamente las cobré!

OLIMPO y BATO.

Olimpo
Dulces engaños de amor,
Redondilla
¿por qué me dais a entender
que puede haber esperanza
donde no ha de haber mudanza
2585
de tan antiguo querer?
Redondilla
¡Bato!

Bato
Galán mayoral...

Olimpo
¿Qué hay de aquella bella ingrata
que me da vida y me mata
como deidad celestial?
Redondilla
2590
Mi vida así se resuelve,
hacha en su mano encendida,
que si alta me da la vida,
me mata cuando me vuelve.

Bato
Redondilla
Olimpo, por darte gusto,
2595
a Belisarda le di
las perlas.

Olimpo
¿Tomolas?

Bato
Sí,
pero con tanto disgusto,
Redondilla
que a Ergasto, su padre, quiso
darlas, y me amenazó,
2600
mas después me las volvió.

Olimpo
Todos son miedo de Anfriso.

Bato
Redondilla
Díjome que te las diese,
tu atrevimiento culpando;
salí temblando y rogando
2605
que a Ergasto no lo dijese.
Redondilla
Estas son. Quédate a Dios,
no me vea hablar contigo.

Olimpo
Oye.

Bato
Temo su castigo,
si ve que hablamos los dos.

Dale el tafetán y vase.

Olimpo
Redondilla
2610
¿Hay pastor de menos dicha,
en toda Arcadia que yo?
¿Que las perlas me volvió
para firmar mi desdicha?
Redondilla
En fin, ¡significan llanto!
2615
Pues, ¡vive Dios!, que he de hacerlas
mil pedazos. Salid, perlas.
Desenvuelve el tafetán y halla un cordel en lugar de las perlas.
¿Qué es esto, Júpiter santo?
Redondilla
Esto es cordel. ¡Que un cordel
en vez de perlas me envía
2620
Belisarda! ¡Ay, suerte mía!
Colgad mi esperanza en él.
Redondilla
Cuentan que un desdén fue parte
cuando de un balcón se ahorcó
Ifis, mas no que le dio
2625
la misma cuerda Anajarte.
Redondilla
Mas ¿qué me lamento aquí?
Ella de la fuente viene.

BELISARDA y OLIMPO.

Belisarda
Para sí.
(Así muera y así pene
quien pudo matarme ansí.
Redondilla
2630
Sea o no sea mudanza,
él tiene de padecer,
que esto tengo de mujer,
que es el desear venganza.)

Olimpo
Redondilla
¿Conoces, pastora bella,
2635
este tafetán?

Belisarda
Yo no.

Olimpo
¿Y este cordel?

Belisarda
Nunca yo,
aunque es tan cruel mi estrella,
Redondilla
me vi tan desesperada.

Olimpo
Unas perlas que te di,
2640
¿vuelves, Belisarda, ansí,
siendo tú la celebrada
Redondilla
de discreta y de cortés?

Belisarda
¡Tú perlas, Olimpo, a mí!

Olimpo
A Bato una sarta di,
2645
pero no es bien que me des
Redondilla
tan infame galardón.

Belisarda
Tenme, Olimpo, por más cuerda,
que en mi vida se me acuerda
haber hecho sinrazón.

Olimpo
Redondilla
2650
Luego ¿Bato me ha engañado?

Belisarda
Son burlas entre pastores...

ANFRISO y SILVIO. –Dichos. BELISARDA, viendo venir a ANFRISO y SILVIO.

Belisarda
Y porque de mis rigores
no estés tan mal informado,
Redondilla
quiero trocarte el cordel
2655
a esta banda.

Olimpo
El cordel no,
que quiero guardarle yo
para hacer un lazo de él
Redondilla
en que de este sauce verde
cuelgue mi desconfianza,
2660
pues en esta banda alcanza
lo que por desdicha pierde.
Redondilla
Y quiero darte la mía,
aunque azul, que no son celos,
sino color de los cielos.

Anfriso
2665
Aparte a Silvio
(¡Ay, Silvio! Verdad decía.
Redondilla
Ya la vine a ver, y vi
a Olimpo.

Silvio
¡Estoy admirado!
Su verde banda le ha dado.

Anfriso
¡Y él la azul! ¿Qué aguardo aquí?)

Belisarda
Redondilla
2670
Aparte
(Agradezca los favores
Olimpo, a que he visto a Anfriso.
Padezca, pues él lo quiso,
que a un desleal, dos traidores.)

Olimpo
Décima
De tanto merecimientos,
2675
señora, como en vos miro,
algunas veces retiro
mis cobardes pensamientos;
mas, a vuestra luz atentos,
responde vuestra hermosura
2680
que amándoos con fe tan pura,
no os tendréis por deservida
de ser dueño de una vida
que morir por vos procura.
Décima
Paso las noches y días
2685
solo imaginando en vos,
y en pensar que os hizo Dios
para mis melancolías.
No aumenta las ansias mías
que me despreciéis, pues cuanto
2690
me humilláis, yo me levanto;
solo me causa disgusto
que el aborrecer sea justo
a un hombre que os quiere tanto.
Décima
Pero en tal cruel estado,
2695
más estimo, de perdido,
ser de vos aborrecido,
que de todo el mundo amado.
Gusto de ser desdichado,
y me pesara, por Dios,
2700
que me quieran esas dos
estrellas de gloria llenas,
porque no me falten penas
que pueda sufrir por vos.
Décima
Aborrecido, he querido
2705
obligado con amaros,
porque más viene a obligaros
amaros aborrecido.
Y no hayáis temor de olvido,
que antes que sea posible
2710
faltar mi amor invencible
de obligación tan forzosa,
dejaréis de ser hermosa,
que es el mayor imposible.

Belisarda
Décima
Por el gusto que me ha dado
2715
esa humildad, daros quiero
de mi rostro un verdadero
retrato, harto bien pintado.
Con este listón leonado
en mi nombre le traeréis.

Olimpo
2720
Si tanta merced me hacéis,
¿quién podrá seros ingrato?

Anfriso
Aparte a Silvio.
(¿Qué le ha dado?

Silvio
¡Su retrato!

Anfriso
Ojos, ¿qué miráis, qué veis?)

Olimpo
Décima
Dos quiero por este daros,
2725
y aún son pequeños despojos,
que en las niñas de estos ojos
os retraté con miraros.

Belisarda
De ellos quiero trasladaros
al alma.

Olimpo
Celos de dos
2730
me dais.

Belisarda
Yo me voy.

Olimpo
Adiós.
Pero acompañaros quiero.

Belisarda
Seguidme.

Olimpo
Si por vos muero,
preguntaldo...

Belisarda
¿A quién?

Olimpo
A vos.

Vanse asidos de las manos OLIMPO y BELISARDA.
ANFRISO y SILVIO.

Anfriso
Lira
¿Fuéronse juntos?

Silvio
Mira
2735
qué se puede fiar en tal sujeto.
Su libertad me admira.

Anfriso
De celos, Silvio, es el postrero efeto
volver a un hombre loco,
con que el alma y la vida tienen en poco.
Lira
2740
Pues no más alma y vida;
piérdanse vida y alma juntamente,
la libertad perdida.
Prado, montañas, selva y monte y fuente,
llorar al pastor vuestro,
2745
si os mueve aquel amor antiguo nuestro.
Lira
Ya se murió, pastores,
aquel pastor que tanto habéis amado.
Llorad, silvestres flores,
selva, montañas, bosque, fuente y prado.
2750
Belisarda, os aviso
que adora a Olimpo y aborrece a Anfriso.
Lira
Aves, que aquí la vistes,
ya no esperéis que a ver un muerto vuelva;
cantad endechas tristes,
2755
bosque, fuente, montaña, prado y selva;
decilda que es ingrata.

Silvio
Aparte.
(Si ella no vuelve, mi pastor se mata.
Lira
Aunque Olimpo me vea,
quiero llamarla.)

Vase.

Anfriso
¡Que con él se embosque!
2760
¿Quién habrá que tal crea,
prado, montaña, selva, fuente y bosque?
Murmurad, arroyuelos,
que Belisarda me mató de celos.

CARDENIO, BATO y ANFRISO.

Cardenio
Lira
Tengo el libro que digo
2765
de secretos famosos.

Bato
Y ¿no puedo
verle, Rústico amigo?

Cardenio
Que lo digas a nadie tengo miedo.
Contiene cosas graves.

Bato
Tu ciencia cantan las parleras aves.

Anfriso
Lira
2770
¡Hola! ¿Quién va?

Bato
¿Qué es esto?

Anfriso
¿De quién sois, almas? Respondedme, sombras.

Cardenio
¿No es este Anfriso?

Anfriso
Presto.

Bato
¿Cómo o por qué razón sombra me nombras?

Cardenio
¿Adónde vas? ¿Qué tienes?

Anfriso
2775
Voy a mis males y perdí mis bienes.
Lira
¿Qué nuevas hay del mundo,
tú, que vienes de allá?

Bato
Loco se ha vuelto
Anfriso. ¡Amor profundo!

Cardenio
Señor, el mundo todo está revuelto,
2780
los grandes y los chicos,
los pobres y los ricos.

Anfriso
Pues ¿hay ricos?

Cardenio
Lira
Los que tienen dinero.

Anfriso
¿Riqueza puede haber adonde hay muerte?
¿Qué nuevas hay, grosero?

Cardenio
2785
Señor, que vence al flaco el que es más fuerte,
hasta tragarle vivo;
que está libre el pedir, y el dar cautivo;
Lira
que mueren avarientos,
y pródigos heredan sus haciendas;
2790
que hay muy pocos contentos,
y que los desengaños ponen tiendas
de espejos a los años,
y que ninguno compra desengaños;
que cuanto un hombre adquiere,
2795
le gasta su mujer en locas galas,
que la ignorancia quiere
entronizarse con pesadas alas,
y que el ingenio y ciencia
piden limosna y pierden la paciencia.
Lira
2800
La envidia hace su oficio;
la soberbia desprecia, como suele;
la virtud huye al vicio,
el vicio a la virtud; el tiempo muele,
y llegan de mil modos
2805
con sus costales a la muerte todos.

Anfriso
Lira
¿Hay pleitos?

Cardenio
¿Cuándo faltan?

Anfriso
Lástima tengo a quien los averigua,
no a quien los trata.

Cardenio
Saltan
de entre los pies, que es su costumbre antigua.

Anfriso
2810
¿Hay celos?

Cardenio
¿Qué son celos?

Anfriso
Un infierno de amor, color de cielos.

Cardenio
Lira
Que tú los tienes creo,
según estás. Mal hace Belisarda
en este ajeno empleo.
2815
Aparte a él.
(Bato, temblando estoy.)

Anfriso
Cardenio, aguarda.
¿Sabes alguna cosa?

Cardenio
Que estima a Olimpo Belisarda hermosa.

Anfriso
Lira
¡Oh, perro! ¿Eso sabías?
Morir tienes.

Cardenio
Ayúdame aquí, Bato.

Bato
2820
¿Para qué le decías
que amaba a Olimpo?

Anfriso
Pagarás, ingrato,
la nueva de esta suerte.

Cardenio
Bato, que me degüella.

Bato
Tente fuerte.
Lira
Suéltale, Anfriso amigo,
2825
suéltale.

Anfriso
¿Quién lo manda?

Bato
Belisarda.

Anfriso
¿Adónde está?

Bato
Contigo.

Anfriso
¡Oh, pastora bellísima y gallarda!

Bato
Esto faltaba agora.
¿Yo tengo cara, ¡ay, triste!, de pastora?

Anfriso
Lira
2830
Vuelve esos bellos ojos.

Cardenio
Aparte.
(Por este sauce treparé ligero.)

Súbese a un árbol.

Anfriso
¿Por qué me das enojos,
pues yo te adoro?

Bato
Aparte.
(Aquí perezco y muero.
Lira
Rústico, dame ayuda.
2835
¿No hay un pastor que a socorrerme acuda?
Lira
¡Ah, Cardenio! Desciende.

Cardenio
No bajaré, si el mundo me lo manda.

Bato
Pastor, ¡que me pretende...!)

Anfriso
¿Cómo a Olimpo dejó llevar mi banda?
2840
Pues ¿dónde está?

Bato
Allí viene.
Valedme, pies.

Vase. ANFRISO, CARDENIO, en el árbol.

Cardenio
Ciprose.

Anfriso
Banda tiene.
Lira
¿Si es este que subido
está en aqueste sauce? ¡Hola! ¿Quién eres?

Cardenio
¿No lo ves en el nido?
2845
Un pajarote soy.

Anfriso
Baja si quieres.

Cardenio
Estoy sobre los huevos.

Anfriso
Pues yo suelo coger pájaros nuevos.
Lira
Piedras harán que bajes.

Cardenio
Espera, espera.

Anfriso
Pájaros he visto,
2850
mas no de estos linajes.

Cardenio
Soy un urraco y hombre, que conquisto
el monte y la ribera.

Anfriso
La banda me has de dar, Olimpo.

Cardenio
Espera.
Lira
Ya bajo, pero advierte
2855
que yo no soy Olimpo.

Anfriso
Belisarda
lo dijo.

Cardenio
De esta suerte
pienso escaparme.

Anfriso
¡Oh, perro ingrato! Aguarda.

Cardenio
¡Extraño desvarío!

Anfriso
2860
Así pienso arrojarte en este río.

Arrójale.

Cardenio
Lira
¡Ay, cielos, que me has muerto!

BELISARDA, SILVIO y ANFRISO.

Anfriso
Por las ondas del agua va nadando.

Belisarda
¡Extraño desconcierto!

Silvio
¿No le ves con los árboles hablando?

Belisarda
2865
Anfriso, ¿qué es aquesto?

Anfriso
Que he muerto a Olimpo.

Belisarda
¡Tal furor tan presto!

Anfriso
Lira
¿Presto te ha parecido,
Belisarda cruel?

Belisarda
Saben los cielos
que todo fue fingido
2870
por darte celos, que me diste celos,
y si me das amores,
amores te daré con mil favores.

Anfriso
Lira
Pues ¿dónde Olimpo queda?

Belisarda
Ya le he dicho que deje sus engaños.

Anfriso
2875
No habrá cosa que pueda,
dulce enemiga, reparar mis daños.
Tarde remedio espero.

Belisarda
Calla, por Dios.

Anfriso
Déjame hablar, pues muero.

Belisarda
Lira
¿No basta que yo diga
2880
que todo fue fingido?

Silvio
Calla un poco,
pues la razón te obliga.

Anfriso
¿Cómo puedo callar, de celos locos?
¡Oh, terribles agravios!
¡Mátasme el alma y ciérrasme los labios!

Belisarda
Lira
2885
Advierte, vida mía,
que estoy arrepentida de tu pena.

Silvio
Anfriso, ya es porfía
injusta.

Anfriso
Tengo el alma de amor llena.
Aumentas mis agravios.
2890
¡Mátasme el alma y ciérrasme los labios!

Belisarda
Lira
¿Con qué tendrás sosiego?

Anfriso
Con que te cases hoy, mi bien, conmigo.

Belisarda
¿Y si has de morir luego?

Silvio
No hará, que Silvio es verdadero amigo.
2895
Yo moriré en las aras
porque os gocéis los dos. ¿En qué reparas?

Anfriso
Lira
Pues yo, ¿sufrir tenía
que murieses por mí?

Silvio
Cuando no quieras,
sabré yo aqueste día
2900
pedir el sacrificio.

Anfriso
¿Hablas de veras?

Silvio
Ejemplo eres de amores,
y yo de amigos. Aprended, pastores.

Vase.

Anfriso
Lira
Belisarda, mi amigo
va a morir por los dos. Aquí me aguarda.

Vase.

Belisarda
2905
Vaya Apolo contigo.
¡Cielos! ¿Que tanto mal me hiciese Anarda?

ANARDA y BELISARDA.

Anarda
¿Qué murmurabas mi nombre?

Belisarda
Tu nombre, Anarda, toda Arcadia asombre.

Anarda
Romance (tirada)
Pues ¿de qué puedes culparme?

Belisarda
2910
De la traición que me has hecho,
mas no se te ha de lucir,
que ya queda descubierto
el engaño de la carta.
Hoy los dos nos casaremos,
2915
que Silvio quiere morir,
como amigo verdadero,
por Anfriso, y van los dos
junto al templo de Venus.
¡Este sí que es buen amigo,
2920
y no tú, pues de su pecho
ofrece la propia sangre,
y tú envidiosos enredos!
Aunque te pese, ha de ser
Anfriso mío.

Vase.

Anarda
¿Hay suceso
2925
más lastimoso y extraño?
¡Triste! ¿Qué remedio tengo?
Ya la verdad se ha sabido,
mi engaño se ha descubierto.
¿Cómo podré, muerto Silvio,
2930
estorbar el casamiento?
Pero no será difícil,
dando voces a los cielos
que no consientan que muera
pastor tan noble y discreto
2935
por solo el gusto de Anfriso.

CARDENIO, arropado, como que sale del río. BATO. –ANARDA.

Bato
¿Que te arrojó?

Cardenio
Por el viento
no va pelota veloz