Félix Lope de Vega y Carpio Lope de Vega y Carpio, Félix

EL ACERO DE MADRID




Texto utilizado para esta edición digital:
Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española. Madrid, RAE, 1930, Vol. XI. pp. 171-209.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Durá Celma, Rosa (Artelope)

Elenco

Hablan en ella las personas siguientes

LISARDO, caballero
RISELO, caballero
OCTAVIO, caballero
GERARDO, caballero
FLORENCIO, caballero
SALUCIO, criado
LEONOR, esclava
PRUDENCIO, viejo
BELISA, su hija
TEODORA, tía de BELISA
MARCELA, dama
MÚSICOS
BELTRÁN, criado

El texto no individualiza a los músicos. Aparece en singular como si de uno solo se tratase.


Acto I

Salen LISARDO y RISELO

Lisardo
Romance (tirada)
Desde aquí la podéis ver.

Riselo
Notable ha estado la iglesia.

Lisardo
Este día de la Cruz
ponen cuidado en la fiesta.

Riselo
5
Si viérades a Sevilla,
lo dijérades de veras.

Lisardo
Ya he sabido que ese día
celebran por excelencia.
Ya sale, y sale el aurora,
10
que esta grada, en que pasean,
es la prisión de la noche
en columnas y cadenas.
Cantad, lisonjeras aves,
de las jaulas de esas rejas;
15
calles de Madrid, volveos
prados y alfombras de seda;
caballos de aquestos coches,
como animales y fieras,
haced regocijo al alba,
20
que sale vertiendo perlas.

Riselo
¡Qué bien pintada mañana!

Lisardo
Es todo amante, poeta.

Riselo
Pues, por Dios, que son las doce,
que a más de las once y media
25
acabaron el sermón,
y si vuestra dama bella
viene a ser alba a las doce,
harto más parece siesta.
Y si porque sale es alba,
30
ya, por lo menos, no es fresca,
que a las doce, y tres de mayo,
antes secara las hierbas.

Lisardo
Quedo, por Dios. Esta es.

Salen BELISA y TEODORA, con mantos. La TEODORA es tía de BELISA, y ha de traer un hábito de beata, manga en punta, con una imagen de la Concepción en el escapulario.

Teodora
Lleva cordura y modestia:
35
cordura, en andar despacio;
modestia, en que solo veas
la misma tierra que pisas.

Belisa
Yo hago lo que me enseñas.

Teodora
¿Cómo miraste aquel hombre?

Belisa
40
¿No me dijiste que viera
solo la tierra? Pues dime,
aquel hombre, ¿no es de tierra?

Teodora
Yo, la que pisas, te digo.

Belisa
La que piso va cubierta
45
de la saya y los chapines.

Teodora
¡Qué palabras de doncella!
Por el siglo de tu madre,
que yo te quite esas tretas.
¿Otra vez le miras?

Belisa
¿Yo?

Teodora
50
¿Luego no le hiciste señas?

Belisa
Fui a caer, como me turbas
con demandas y respuestas,
y miré quien me tuviese.

Riselo
Cayó, llegad a tenerla.

Lisardo
55
Perdone vuestra merced:
el guante.

Teodora
¿Hay cosa como esta?

Belisa
Besoos las manos, señor,
que, si no es por vos, cayera.

Lisardo
cayera un ángel, señora,
60
y cayeran las estrellas,
a quien da más lumbre el Sol.

Teodora
Y yo callera en la cuenta;
id, caballero, con Dios.

Lisardo
Él os guarde, y me defienda
65
de condición tan extraña.

Teodora
Ya caíste, irás contenta
de que te dieron la mano.

Belisa
Y tú lo irás de que tengas
con qué pudrirme seis días.

Teodora
70
¿A qué vuelves la cabeza?

Belisa
¿Pues no te parece que es
advertencia muy discreta
mirar adonde caí,
para que otra vez no vuelva
75
a tropezar en lo mismo?

Teodora
¡Ay, mala pascua te venga!
¡Y cómo entiendo tus mañas!
Otra vez, ¿y dirás que está
no miraste al mancebito?

Belisa
80
Es verdad.

Teodora
¿Y lo confiesas?

Belisa
Si me dio la mano allí,
¿no quieres que lo agradezca?

Teodora
Anda, que entrarás en casa.

Belisa
¡Oh, lo que harás de quimera!

Vanse

Riselo
Ya transpusieron la calle.

Lisardo
85
¡Ay de mí!

Riselo
¿Quién es aquella
arpía que la convierte?

Lisardo
Una tía, que pudiera
ser abuela de la envidia,
porque es entre fraila y dueña;
90
águila, de medio arriba;
de medio abajo, culebra.
Todos mis intentos muda;
ni hablarla, ni verla deja;
escribir es imposible;
95
con más ojos que Argos, vela.

Sale BELTRÁN, criado de LISARDO

Beltrán
Redondilla
Aguardé que te apartases
de aquella Circe cruel,
para que cierto papel
y diamantes me feriases;
Redondilla
100
y es de balde, aunque me dieras
por cada letra un diamante.

Lisardo
¿Es burla, Beltrán?

Beltrán
¿Delante
de Riselo burla esperas?
Redondilla
Lo menos he referido;
105
tal favor viene con él,
que la funda del papel
se vale lo que te pido.
Muéstrale un guante
Redondilla
Al salir me vio Belisa,
hízome con unas estrella
110
señas, tan linda, que en ella
vieras del alba la risa.
Redondilla
Llegó a la pila del agua,
fingió quererle tomar,
y, volviéndome a mirar
115
(mira el enredo que fragua),
Redondilla
metió un papel en un guante
y de la Cruz le colgó,
como perdido, a quien yo
luego me puse delante:
Redondilla
120
“Mío es”, dije a la gente
que a tomar agua llegaba,
y el sol, que ya caminaba,
volvió la luz a su Oriente.
Redondilla
Riose de la presteza
125
y gracia con que tomé
el guante.

Lisardo
Muestra y diré
que ha igualado a su belleza
Redondilla
su divina discreción.

Beltrán
Pues ¿no lo agradeces más?

Lisardo
130
A este guante deberás
calzas, ropilla y jubón.

Beltrán
Redondilla
¡Oh, milagro soberano
y de ningún hombre oído,
que un guante hiciese un vestido
135
siendo oficio de la mano!
Redondilla
Y papel, ¿qué das por él?

Lisardo
Camisas por él tendrás.

Beltrán
¡Oh papel, que has hecho más
que un molino de papel!
Redondilla
140
Y tan semejante fuiste,
que os quedáis los dos parejos,
pues todos mis lienzos viejos,
limpios y nuevos hiciste.

Lisardo
Redondilla
Guante, si con vos no hago
145
locuras, es porque quiero
ver este papel primero.
Perdonadme, si no os pago
Redondilla
el ser cubierta importante
de este precioso favor,
150
pobre estatua, pues Amor
pidió limosna a tal guante.
Redondilla
Pero ¿qué mucho que en él
venga el papel que me envía,
pues allá también cubría
155
una mano de papel?
Redondilla
Y pues por ella le gano,
y de mano tanta fe,
con justa causa diré
que es pliego de aquella mano.

Beltrán
Redondilla
160
Encareces, con razón,
la mano por su hermosura
y su fe, pues te asegura
que es papel del corazón.
Redondilla
Lee, señor, por tu vida.

Lisardo
165
Leo, poniendo en mis ojos
de tanto amor los antojos,
pues hay alma que los pida.
Lea el papel
Terceto
“Mientras duerme la envidia de esta tía,
y la esclavilla, si despierta, vela,
170
te escribo a media noche, lumbre mía;
y pues vivir no puedo sin cautela,
oye dos cosas que al amor piadoso,
para nuestro remedio, me revela.
Yo voy fingiendo, mi querido esposo,
175
que estoy descolorida y opilada,
para engañar un padre tan celoso
y una tía tan mal intencionada.
Busca un médico amigo que me vea,
y avísale de todo, si te agrada.
180
Este dirá que solo quien pasea,
con el acero, aqueste mes de mayo,
sana de aqueste mal; porque lo crea,
yo fingiré también algún desmayo;
darame los jarabes de livianas
185
cosas, aunque mi amor no teme un rayo.
Saldré, con este achaque, las mañanas,
tal vez a Atocha, al Prado, y tal al Soto,
que por ti juzgaré las cuestas llanas.
Y por si aqueste velador piloto
190
de mi nave, medrosa, va conmigo,
no te espantes del hábito devoto;
llévate al lado algún discreto amigo,
y dile que con ella finja amores.
Quizá me dejará que hable contigo.
195
Esto me enseña Amor, que mis temores
vence con su poder, que amar aprisa
no sufre espacio; si los hay mejores,
dime tú los remedios. – Tu Belisa.”

Lisardo
Redondilla
¿Qué te parece?

Riselo
Que creo
200
que su amor y discreción
no tienen comparación,
si no es su mismo deseo.
Redondilla
Lindo remedio.

Lisardo
Extremado;
pero ¿dónde habrá doctor
205
que ayude a mi justo amor?

Riselo
Justamente habéis dudado.
Redondilla
Aunque más amigo sea,
ninguno lo querrá hacer,
aunque le conste el saber
210
el buen fin que se desea.
Redondilla
Es el médico el oficio
de más confianza.

Beltrán
Amor
dio el medio, y dará el doctor.

Lisardo
¿Tienes perdido el juicio?

Beltrán
Redondilla
215
Ponedme a mí, si queréis,
un hábito doctoral,
que yo sé que no haré mal
lo que los dos pretendéis.
Redondilla
Un poco sé de latín
220
de los récipes, y haré,
con esto poco que sé,
que tenga salud.

Lisardo
En fin,
Redondilla
has de encajar tus locuras,
Beltrán, en toda ocasión.

Riselo
225
¡Por Dios, que tiene razón!:
Amor es todo aventuras.
Redondilla
Entre estos encantamientos
ejecuta un disparate.

Lisardo
¿No ves que es este un orate?
230
Destruirá mis pensamientos.

Riselo
Redondilla
¿Cómo?

Lisardo
En medio de tener
puesta en su punto la cura,
hará la cura locura
con que me echase a perder.

Beltrán
Redondilla
235
¿Yo? Pues ¿tiene Dios criado
disimulo como el mío?

Lisardo
Dijeras mulo, y yo fío
que lo hubieras acertado.

Beltrán
Redondilla
Prueba, intenta.

Riselo
No temáis,
240
que Beltrán tendrá más seso
viendo que importa el suceso.

Lisardo
Ahora bien, los dos estáis
Redondilla
de este parecer; yo digo
que sea, vente a vestir,
245
pero ¿quién ha de decir
que le envía?

Riselo
Algún amigo.

Lisardo
Redondilla
¿De quién?

Riselo
Del padre.

Lisardo
Eso no,
sino amiga de Belisa,
a quien hoy la misma, en misa,
250
su enfermedad le contó.

Riselo
Redondilla
Vamos.

Lisardo
Todas las razones
te pienso hacer estudiar.

Beltrán
Mas que me vengo a quedar
con doctor de opilaciones.

Vanse, y salgan PRUDENCIO, viejo, y OCTAVIO, de camino, y SALUCIO, criado, con fieltro y maleta.

Prudencio
Endecasílabos sueltos (tirada)
255
Dadme otra vez los brazos como deudo,
que la primera vez fue como amigo.

Octavio
Una y mil veces, mi señor Prudencio,
que miro en vos el rostro de mi padre.

Prudencio
¿Con salud queda, en fin?

Octavio
Para serviros.
260
Lleva tú la maleta a la posada,
Salucio.

Prudencio
¿Qué posada? ¿Tal agravio
queréis hacer a nuestra casa, Octavio?
¡Hola! Leonor, ¿no hay un criado en casa?

Sale LEONOR, esclava.

Leonor
¿Qué mandas?

Prudencio
Toma luego aquesa ropa,
265
y llama a esa muchacha y a su tía;
di que está aquí su primo.

Leonor
Muestre, amigo.

Salucio
Quien a vuestra merced da la maleta,
le diera...

Leonor
Diga.

Salucio
Toda la estafeta.

Octavio
Bien me parece este lugar.

Prudencio
Es cifra
270
de todo lo mejor que tiene España.
Danle gran majestad aquestas calles,
y el aire saludable que las baña
es el más importante cortesano.

Octavio
Notables edificios.

Prudencio
Vanse haciendo.

Salen TEODORA y BELISA

Teodora
275
Dadme, señor, las manos.

Octavio
¡Oh!, señora...

Prudencio
Vuestro sobrino regalad, Teodora.
Tu primo abraza tú.

Belisa
Seáis bienvenido.

Octavio
Vos, mi señora, con el mismo hallada;
280
por vuestro esclavo me tened, que es justo.

Belisa
Por mi señor os tengo.

Prudencio
Tan buen huésped
ha de honrar esta casa muchos días.

Octavio
Según la voluntad con que entró en ella
285
y la merced tan grande que recibo,
ya no me pesa del temor que todos
me pusieron en esto del despacho,
que dicen que en la corte, los que vienen
por un mes, a negocios, si salieron
290
de su casa mancebos y lozanos,
o se quedan en ella, o vuelven canos.

Sale LEONOR

Leonor
Redondilla
A la puerta está un doctor
que me dice que te diga
que le envía cierta amiga
295
de mi señora, señor.

Prudencio
Redondilla
Di que venga enhorabuena.

Octavio
¡Doctor! ¿Hay enfermo en casa?

Prudencio
No es nada, pero si pasa
adelante dará pena.
Redondilla
300
Belisa, de haber comido
de este barro portugués.

Belisa
[Aparte]
(Bien dice, que amor lo es,
que mi opilación ha sido.)

Prudencio
Redondilla
Sospecho que está opilada.

Octavio
305
¡Qué lástima y compasión!

Prudencio
Agora es buena ocasión
de curarla.

Teodora
Que no es nada.
Redondilla
Pienso que será peor
ponerla en cura.

Belisa
Si acaso
310
tuvieras a cada paso
este desmayo y dolor,
Redondilla
a fe que no lo dijeras.

Leonor
El doctor entra, señor.

Prudencio
Llega otra silla, Leonor.

Sale BELTRÁN, de médico: gorra y capa, y guantes en la mano, y unas sortijas en ella, y con él, LISARDO, de acompañante.

Lisardo
315
Mira que has de hablar de veras.

Beltrán
Redondilla
Dios guarde a vuestras mercedes.
¿Quién es la enferma?

Teodora
Aquí está.

Lisardo
[Aparte]
(¿Por dónde Amor no entrará,
lince de tantas paredes?)

Beltrán
Redondilla
Doña, Inés, cierta señora
320
a quien en misa contó
su mal Belisa, me habló,
entrando en su casa agora,
Redondilla
que tiene del mismo mal
una niña. El pulso venga.

Belisa
325
Yo le aseguro que tenga
en él bastante señal,
Redondilla
porque se me alborotó,
después que entró, mucho más.

Lisardo
[Aparte]
(Si tú de esa suerte estás,
330
gloria mía, ¿qué haré yo?
Redondilla
A fe que si me tomara
el pulso a mí, que él me viera
con calentura tan fiera,
que los dedos se abrasara.)

Beltrán
Redondilla
335
Venga ese otro pulso, que este
ya nos dijo la verdad.

Prudencio
¿Si tendrá necesidad,
señor doctor, que se acueste?

Beltrán
Redondilla
Sospecho que fuera bien,
mas no es agora razón;
340
presto llegará ocasión
en que el jarabe le den.
Redondilla
Cuéntame agora, ¿qué siente?
Y dígame la verdad.

Belisa
Siento una gran soledad
345
de hablar y tratar con gente.
Redondilla
Allégome a la ventana,
y aunque mucha gente veo,
no está allí lo que deseo,
y quítaseme la gana.
Redondilla
350
Aquí, sobre el corazón,
se me ponen unas cosas
que me quitan, enfadosas,
la vital respiración.
Redondilla
Cuando algo quiero gozar,
355
se pone en la vista mía
una cosa como tía,
que no me deja mirar.
Redondilla
Digo como tía grande
y como viva persona,
360
que me cansa y apasiona
de que no mirar me mande.
Redondilla
Que, no siendo con intento
de ofender a Dios, jamás,
de esto de no mirarás,
365
no sé que haya mandamiento.
Redondilla
Tras esto, la opilación
que esto me suele causar,
tampoco me deja hablar,
y apriétame el corazón.
Redondilla
370
Querría hablar, y no puedo;
mas agora espero en Dios
que tengo de hablar por Dios,
si desopilada quedo.

Beltrán
Redondilla
Aquí hay mucho que decir,
375
mas no da el tiempo lugar;
yo haré que podáis hablar
y honestamente reír.
Redondilla
Al subir cuesta, escalera
u otra cosa, ¿qué sentís?

Belisa
380
Siento ahogarme.

Beltrán
¿No subís
ligera?

Belisa
¿Cómo ligera?

Beltrán
Redondilla
Ahora bien, pues vos podréis
muy presto. Y tan solo quiero
que, por agora, el acero
385
cuatro mañanas toméis,
Redondilla
y os salgáis a pasear
al Soto, Atocha o al Prado,
pero con mucho cuidado
de que el sol no os ha de dar,
Redondilla
390
porque, allá, Galeno dice
que cuando acero tometur,
sol in capite non detur,
que a la cura contradice.

Lisardo
Redondilla
[Aparte]
(¡Maldígate Dios, amén!
395
Si estos supiesen latín,
yo soy perdido.)

Beltrán
Y, en fin,
mañana comienza bien,
Redondilla
porque ayer fue oposición,
y dice el doctor Laguna
400
que por opósita luna
non fiat ulla emisión.

Lisardo
Redondilla
[Aparte]
(Otra locura, ¡ay de mí!)

Beltrán
Sin esto, desde este día
no habrá la melancolía
405
de que lo mentáis aquí.
Redondilla
Porque yo os quiero enviar
músicos, y por agora
esta sortija, señora,
de grande virtud, prestar.
Redondilla
410
Pero también advertid
que sin prenda no la doy,
porque es, a fe de quien soy,
ajena.

Prudencio
¡Jesús!, decid
Redondilla
¿qué prenda queréis por ella?

Beltrán
415
Basta esta vuestra, Belisa.

Prudencio
¡Quítatela, niña, aprisa!

Belisa
¿Qué hay tanta virtud en ella?

Octavio
Redondilla
¿Es uña de la gran bestia,
doctor?

Beltrán
No, señor,
420
que otra halláramos mayor,
sin dar buscarla molestia.
Redondilla
Esta es de cierto animal
que a las mujeres adora,
y esta es la causa que agora
425
resulta en efecto igual.

Lisardo
Redondilla
[Aparte]
(En esto anduvo discreto,
bien mi sortija le dio,
bien la suya le tomó.)

Beltrán
Mañana salga, en efeto,
Redondilla
430
después que tome hasta media
escudilla, reposada,
del agua bien acerada,
que desopila y remedia,
Redondilla
con el ir a pasear,
435
todas las opilaciones;
que a la tarde, bendiciones
pienso que me habéis de echar.
Redondilla
Señor licenciado, mire
este pulso de esta dama.
Llegue LISARDO y tome el pulso.
440
Es estudiante de fama.
Llegue, pues, no se retire.
Redondilla
Está un poco vergonzoso,
como es agora pasante.

Lisardo
Algo está febricitante,
445
intercadente y dudoso.
Redondilla
[Aparte]
(¿Hay tan gran atrevimiento
como decir bernardinas?)

Beltrán
A ciertas damas vecinas
voy a ver.

Lisardo
[Aparte]
(¡Qué gloria siento!)

Prudencio
Redondilla
450
Sírvase vuestra merced,
Váyale a dar dinero.
y perdone.

Beltrán
No haré tal.

Rehuse. Tómelo.

Lisardo
¿Tomástelo?

Beltrán
¡Pesia tal!
Dios guarde a vuesa merced.

Vanse los dos.

Prudencio
Redondilla
¿Quedas algo consolada?

Belisa
455
Hame dado gran consuelo,
que parece que del cielo
trajo la ciencia estudiada.

Prudencio
Redondilla
Hágase esta noche el agua,
Teodora, ¡por vida mía!,
460
porque antes que salga el día...

Belisa
(Qué bien mi engaño se fragua)

Prudencio
Redondilla
...salga esta niña hacia el Prado,
con Leonor, que bastará.

Teodora
¿Sola con Leonor irá?
465
Vaya con ella un criado,
Redondilla
y yo iré también con ella.

Belisa
(¡Perdida soy!)

Octavio
Si queréis
que la acompañe, tendréis
un escudero.
Prudencia No es ella,
Redondilla
470
Octavio, tan gran señora
que este escudero merezca.
Vamos adonde os ofrezca
esta humilde casa agora.
Redondilla
No el aposento que os debe,
475
pero el de su voluntad.

Éntrese el padre, y ellas delante.

Octavio
Para darme calidad,
vuestra misma sangre os mueve.
Redondilla
¡Ay, Salucio, qué mujer
para propia!

Salucio
Si la estima
480
tu amor, ponla para prima,
que no es difícil de hacer
Redondilla
al instrumento deseo,
que una prima es consonancia
notable.

Octavio
Si es de importancia
485
ser, para sacarla, Orfeo,
Redondilla
haré, Salucio, lo mismo.

Salucio
Poco espanto me dará,
que cualquier amante está
a las puertas del abismo.

Octavio
Redondilla
490
De penas pierde el recelo,
aunque en su fuego me abraso,
que si con ella me caso,
pienso estar a las del cielo.

Vanse, y salen MARCELA y FLORENCIO

Florencio
Redondilla
Que guardes esa lealtad
495
es muy conforme a quien eres,
que es honra de las mujeres
cuando tienen voluntad.
Redondilla
Pero es menester que el hombre
pague en la misma moneda,
500
que si no, muy necia queda,
y no merece otro nombre.
Redondilla
Porque ser leal a quien
no la ha guardado en su vida,
es necedad conocida,
505
y no vengarse, también.
Redondilla
Riselo sigue su gusto;
sigue el tuyo, y no seas loca.

Marcela
No pienso mover la boca,
aun para darle disgusto.
Redondilla
510
Del hombre la libertad
no se sujeta a opinión,
y en la mujer es blasón
de su honra la lealtad.
Redondilla
Por sí misma la mujer
515
está a ser buena obligada,
porque ser casta forzada
no se debe agradecer.
Redondilla
Cuando, por vengarme ansí,
venganza en mi honor hiciese,
520
¿quién duda, si le perdiese,
que la tomaba de mí?
Redondilla
Demás que no eres testigo,
Florencio, tan abonado,
que crea yo que haya usado
525
tan mal término conmigo.
Redondilla
Si tú, de tu voluntad,
movido de un noble celo,
me dijeras que Riselo
no me guardaba lealtad,
Redondilla
530
algún crédito te diera;
mas si tú me solicitas,
bien es razón que permitas
no darte crédito.

Florencio
Espera.

Marcela
Redondilla
¿Qué me puedes tú decir
535
que no sea todo en razón
de tu loca pretensión?

Florencio
¿Qué has de perder por oír?

Marcela
Redondilla
Mas ¿qué no podré perder?
Todas las que se han perdido
540
fue solo de haber oído,
porque a nacer la mujer
Redondilla
sin oídos, más segura
por vuestro mar caminara.

Florencio
Esto fuera si te hablara
545
en tu ingenio y hermosura.
Redondilla
Quiérote hablar solamente
en abono de mi honor;
sabrás a quién tiene amor
Riselo distintamente.
Redondilla
550
Después que tiene amistad
tan estrecha con Lisardo,
un caballero gallardo
de su traza y de su edad,
Redondilla
traen requiebros los dos
555
cerca de San Sebastián,
que allí las flechas les dan,
aunque ninguna por Dios.
Redondilla
Allí, o a la Trinidad,
van dos señoras a misa:
560
una que llaman Belisa,
cuya hacienda y calidad
Redondilla
hace, por dicha, temer
a Lisardo, en esta villa,
aunque es hidalgo, el pedilla
565
a su padre por mujer.
Redondilla
Es moza cuyo despejo,
rostro, galas y tocado
no viene mal consultado
cada día con su espejo.
Redondilla
570
Sale de la iglesia haciendo
mil caireles con el manto;
pisa firme, esgrime, y cuanto
va mirando, va rindiendo.
Redondilla
La otra dicen que es [su] tía,
575
mujer de mejor asiento,
no de aquel entendimiento
que parece argentería.
Redondilla
Hay fondo y conformidad
de su prudencia y buen trato,
580
con un hábito beato
que le causa autoridad.
Redondilla
Mas no sé si la anasaya,
que no sé si es estameña,
tiene de esta noble dueña
585
los pensamientos a raya;
Redondilla
porque la veo mirar
de Riselo atentamente,
como a hurto de la gente,
ya al salir, y ya al entrar.
Redondilla
590
Ayer, al salir de misa,
las dos pasaron delante,
y puso en la pila un guante,
no sé a qué efecto, Belisa;
Redondilla
pero sé que un picarón,
595
lacayo injerto en truhan,
que sirve al dicho galán,
ya de ventor, ya de halcón,
Redondilla
le tomó, disimulado,
y a los dos se le llevó.

Marcela
600
Aún no imaginaba yo
que era tanto mi cuidado.
Redondilla
¿En eso entiende Riselo,
y el amistad de Lisardo
vino a parar? Ya, ¿qué aguardo?
605
Castigue su engaño el cielo.
Redondilla
Al principio imaginé
que era tu aviso ficción,
que una olvidada afición
es sospechosa en la fe,
Redondilla
610
y es el camino ordinario
de quien ama con desdén,
el decir que quiere bien
a otra mujer su contrario.
Redondilla
Mas agora que los cielos
615
me declaran la verdad,
no es ofender mi lealtad
tener de la suya celos.
Redondilla
¡Oh, traidor! ¡Que por el gusto
de un amigo que acompaña,
620
pague mi amorosa hazaña
con este indigno disgusto!
Redondilla
Pues no ha de pasar así.
¿Sabes la casa?

Florencio
¿Pues no?

Marcela
Ven conmigo.

Florencio
Bien sé yo
625
que le hallarás por allí.

Marcela
Redondilla
Si mujer de confianza
ha de hacer algún error,
no será interés ni amor.
Dios nos libre de venganza.

Salen con capas de color, bizarros, LISARDO, RISELO y BELTRÁN.

Lisardo
Redondilla
630
¡Oh, cómo tardan! Riselo,
¿qué he de hacer?

Riselo
Amor te valga.

Lisardo
Temo que de envidia salga
de este mi sol el del cielo.

Riselo
Redondilla
Antes no saldrá, si sabe
635
que es sol y que fuera está.

Beltrán
Las aves le cantan ya
a Belisa, en voz suave:
Copla (estructura abierta)
“Mañanicas floridas
del mes de mayo,
640
recordad a mi niña
no duerma tanto.”

Lisardo
Romance (tirada)
Campos de Madrid, dichosos
si sois de sus pies pisados;
fuentes que por la huerta
645
de Duque subís tan alto
el cristal de vuestros ojos,
que asomáis los blancos rayos
por las verdes celosías,
muros de sus verdes cuadros.
650
Hermosa alfombra de flores,
donde tejiendo y pintando
está la Naturaleza
más ha de cinco mil años.
Arroyuelos cristalinos,
655
ruido sonoro y manso,
que parece que corréis
tonos de Juan Blas, cantando.
Porque, ya corriendo aprisa,
y ya en las guijas despacio,
660
parece que entráis con fugas
y que sois tiples y bajos:
“Recordad a mi niña
no duerma tanto.”

Riselo
Aves que vais por el viento,
665
ya del sol clarificado,
sobre sus plumas tendiendo
vuestros vistosos penachos.
Las que asomáis por los nidos
las cabezas, gorjeando,
670
y las que ya en altas ramas
dais buenos días al prado.
Trigos que con amapolas
y mil amarillos lazos,
sois un tapiz de verduras
675
sembrado de papagayos.
Álamos verdes, a quien
con tantas hojas y ramos
vistió de alegre librea,
a pesar de octubre, mayo,
680
para que la niña venga
que está esperando Lisardo:
recordad a su tía
que no duerma tanto.

Beltrán
Tabernas de san Martín,
685
generoso y puro santo,
que ya podéis reposteros
como acémilas de Baco.
Cajones que ya os cubría
con el pan de leche blanco;
690
franceses que pregonáis
aguardiente y letuario;
carretones de basura
que vais las calles limpiando;
roperos que amanecéis
695
con solícito cuidado,
sin ser procesión del Corpus,
las tiendas entapizando.
Y vosotros, aires fríos,
que dais tos y resfriado,
700
romadizo y otras cosas,
a los que salen sudando,
porque despierte a la tía,
y ella a Belisa, si acaso
duerme descuidada agora
705
de que la aguarda Lisardo:
recordad mi fregona
no duerma tanto.

Riselo
Redondilla
No me parece que tiene
de tu cuidado pesar.

Lisardo
710
Terrible cosa es mirar
aquel si viene o no viene.

Riselo
Redondilla
Mientras penas, como sueles,
y ella el levantarse traza,
vaya Beltrán a la plaza
715
de Antón Martín por pasteles.
Redondilla
Que mientras que se regale
nuestro estómago, almorzando,
estarás tú contemplando
aquel si sale o no sale.

Lisardo
Redondilla
720
Bárbaro estás.

Riselo
Libre estoy.

Lisardo
Es para el entendimiento,
amor divino sustento.

Riselo
Pues yo al cuerpo se lo doy,
Redondilla
que es lo que aprovecha y vale.

Lisardo
725
Yo no, porque en mis deseos,
a un favor, tras mil empleos
no hay manjar que se le iguale.

Beltrán
Redondilla
Allí vienen tres mujeres.

Lisardo
¿Tres?, ¿adónde?

Beltrán
En la Carrera.

Lisardo
730
¿Son ellas?

Beltrán
Aquí me espera.

Lisardo
Lince, en mis cuidados, eres;
Redondilla
mas detente, que ella viene.

Beltrán
Ella es, sin duda, señor.

Lisardo
¿Puede haber mayor favor
735
de cuantos el amor tiene?

Salgan en zapatillas, con sombreros de plumas, y las ropas levantadas, al uso de Madrid, TEODORA, y BELISA y LEONOR, en chinelillas con listones.

Teodora
Redondilla
Mientras más te voy diciendo
que a los hombres no te allegues,
que mires y no te ciegues,
porque ciega el amor viendo,
Redondilla
740
más te acercas y te allegas;
y si en allegarte das,
mariposilla serás:
quemaraste, si te ciegas.

Belisa
Redondilla
¡Válgame Dios, y qué extraña
745
condición que se te ha hecho!
No me ha de ser de provecho,
si tu rigor me acompaña,
Redondilla
ni el acero ni el paseo.
Ves que el doctor me mandó
750
que viese gente, y que yo
cumpliese cualquier deseo.
Redondilla
Ves que a mi melancolía
es aquesto conveniente,
y apártasme de la gente.

Lisardo
755
Agora sí que es de día,
Redondilla
agora sí que salió
a estos campos el aurora.

Teodora
¿Luego dejarete agora
hablar con los hombres yo?

Belisa
Redondilla
760
Pues ¿con quién tengo de hablar?
¿Con las bestias, discreción?

Teodora
Para aquesta opilación
te mandó el doctor andar.

Belisa
Redondilla
Y ver gente, y hablar gente,
765
y andar con gente, mejor;
¿no es esto verdad, Leonor?

Leonor
¡Y cómo si es conveniente!
Redondilla
¡Y cómo si es de importancia
a tanta melancolía!

Teodora
770
¡Qué buen testigo esta fría
fuente, cuya consonancia
Redondilla
basta para desechar
del alma toda tristeza!
Mira, y con cuánta belleza
775
sube, hasta querer entrar
Redondilla
por este verde aposento
del jardín del Duque; y mira
las blancas perlas que tira,
rota en pedazos, al viento.
Redondilla
780
Mira estos árboles verdes
que le hacen toldo y dosel
para que, debajo de él,
de ningún dolor te acuerdes.
Redondilla
Habla con ellos, que ansí
785
la soledad perderás.

Belisa
Lindos consejos me das;
y ¿responderanme?

Teodora
Sí.

Belisa
Redondilla
Señores árboles, yo
muy buena intención traía
790
de decir la pena mía
a quien la causa me dio.
Redondilla
Para aqueste desafío
del campo, donde ya espero,
el pecho armé con acero
795
para dar un filo al mío.
Redondilla
Mas para la impertinencia
de quien no me deja hablar,
desde hoy más, le pienso armar
de esta forzosa paciencia.
Redondilla
800
Toda la noche pasé
esperando la mañana,
pero fue esperanza vana,
pues sin hablar me quedé.
Redondilla
Suplícoos, árboles verdes,
805
que me tengáis por fiel,
y a ti, mi verde laurel,
que de mis males te acuerdes.

Lisardo
Redondilla
Harelo, sin duda, ansí;
lo mismo te pido yo.

Teodora
810
¿Qué es esto?

Belisa
El árbol habló.

Teodora
¿El árbol?

Belisa
Señora sí.

Teodora
Redondilla
¿Hay tan noble insolencia?

Belisa
¿Esto te enfada también?
Los cielos, tía, me den
815
con tus enfados paciencia.

Teodora
Redondilla
¿Pues piensas que no entendí
con los árboles que hablaste?

Belisa
Pues malicia sospechaste.

Teodora
¿Pues dónde hay laurel aquí?

Belisa
Redondilla
820
En San Gerónimo hay tantos,
que puedo hablarlos ansí...

Teodora
¿Y veslos tú desde aquí?
Cubríos luego los mantos
Redondilla
y demos la vuelta a casa,
825
que ya entiendo tus maldades,
ya sé tus enfermedades,
ya sé todo lo que pasa.
Redondilla
Ya sé tus opilaciones,
ya sé el agua de tu acero;
830
decirlos a tu padre quiero:
todas fueron invenciones.
Redondilla
Cúbrete presto.

Belisa
Eso sí,
riñe, riñe, no repares
en que me das mil pesares.
835
Yo me moriré por ti.
Redondilla
Enciérrame con mi mal,
máteme melancolía;
para mí no salga el día,
sea todo tiempo igual.
Redondilla
840
¡Pliega a Dios que antes de un mes
en otro hábito me vea
llevar donde me desea
tu rigor, para que estés
Redondilla
contenta de ver mi vida
845
donde a Dios pidiendo estás;
que enterrada, aún no dirás
que estaré bien recogida!
Redondilla
¡Plega a Dios que crezca el mal
y reviente el corazón,
850
y que en aquesta ocasión
me dé una gota coral!
Redondilla
¡Plega a Dios...!

Leonor
Esto has querido;
¡mírala ya desmayada!

Lisardo
¿Cayó Belisa?

Riselo
Alterada
855
está su tía; ¿qué ha sido?

Leonor
Redondilla
¿Ves aquí lo que has causado
con tu mala condición?

Teodora
¿Qué le he dicho?

Leonor
Que es ficción;
bastante ocasión le has dado.
Redondilla
860
¿Fingido debe de ser
mal que encarece un doctor
tan grave? ¡Ah, Señor, Señor!

Teodora
¿Qué es lo que quieres hacer?

Leonor
Redondilla
¡Ah, señores!, ¿tiene alguno
865
sortija en el corazón?

Teodora
Esta es mejor invención.

Lleguen.

Lisardo
[Aparte]
(No más temor importuno.)
Redondilla
¿Qué es esto, señoras mías?

Leonor
Desmayose esta señora.

Lisardo
870
¿Aquí, en este punto?

Leonor
Agora,
tocad sus manos.

Lisardo
¡Qué frías!

Teodora
Redondilla
¿Por qué las ha de tocar?

Leonor
Porque con la alteración
leN
X
Nota del editor

En la edición utilizada aparece “te”. Enmendamos.

sosiegue el corazón.

Lisardo
875
(¿Hay más bien que desear?
Redondilla
Pondrele aquesta sortija
al dedo.

Beltrán
Basta, que en paz
Amor, con este disfraz,
viene a jugar la sortija.)

Lisardo
Redondilla
880
¿Hay en qué poder traer
agua de la fuente?

Leonor
Sí,
que un búcaro trae aquí.

Sáquele de la manga, un barro.

Riselo
De eso debe nacer
Redondilla
todo el mal que la atormenta:
885
parte a la fuente, Beltrán.

Lisardo
Mientras por el agua van,
para que el dolor no sienta,
Redondilla
quiero decirle al oído
unas palabras notables.

Háblela LISARDO al oído.

Teodora
890
Sí, sí, como tú las hables,
ella cobrará el sentido.

Riselo
Redondilla
Puso Dios virtud, señora,
en las piedras, cuanto más
en las palabras.

Teodora
Jamás
895
pensó ver esto Teodora.
Redondilla
¿Hay insolencia fundada
en tanta fuerza y razón?

Despierte

Belisa
¡Qué dulce consolación!

Riselo
¿Habló?

Teodora
Sí, después de hablada.

Belisa
Redondilla
900
Parece que una abejita,
cuyo tierno pico adoro,
con un susurro sonoro,
que todos mis males quita,
Redondilla
un panal de miel sabrosa
905
en el oído me hacía.

Teodora
¡Abeja! Alano sería,
traidora, en tu oreja ociosa.
Redondilla
¿Hay desvergüenza como esta?

Lisardo
Sentaos con ella, señora,
910
que no es bien que suba agora
ese pedazo de cuesta.
Redondilla
Sentaos vos, señor Riselo,
junto a ella y yo estaré
junto a esta dama, porque
915
(¡que no lo permita el cielo!)
Redondilla
si se desmayare, pueda
volverla a hablar al oído.

Siéntense los cuatro.

Teodora
Esto, Belisa, has querido;
¡qué buena tu honra queda!

Belisa
Redondilla
920
Calle, tía de mis ojos,
que el doctor manda que vea
gente.

Teodora
¿Y manda que esta sea?

Comienza RISELO a entretener la tía, y LISARDO y BELISA hablen de oído.

Riselo
No reciba de eso enojos
Redondilla
vuestra merced. Oiga acá.

Belisa
925
¿Qué quieres vuestra merced?

Riselo
Quiero que me haga merced
de escucharme.

Teodora
Acabe ya.

Riselo
Redondilla
Este monjil de estameña,
hábito beato y grave;
930
ese donaire suave,
que hará manteca una peña;
Redondilla
esta dulce gravedad,
ese claro entendimiento,
ese honroso fundamento
935
de virtud y honestidad.
Redondilla
Esos ojos regalados,
tan estrellas de mi empleo,
que cuando ayuna el deseo,
se los da Amor estrellados.
Redondilla
940
Esa boca ilustre y bella,
coral, sangre y pura rosa,
que jamás ha hablado cosa
que no la echase por ella.
Redondilla
Esa nariz rubicunda,
945
que, por única nariz,
merece hacerle un telliz
que le sirviese de funda.
Redondilla
Esa bien puesta garganta,
donde de esa toca el punto
950
tiene al Amor, todo junto,
con la argolla a la garganta.
Redondilla
Esos pechos, a quien paga
pecho Amor, cuando juega
del vocablo, y con que ciega,
955
tira, prende, mata y llaga.
Redondilla
me tiene muerto de amor.

Teodora
¡Jesús! No pase adelante.
¿Cómo a mujer semejante
habla en amores, señor?
Redondilla
960
Levantareme. ¡Ay Dios mío!,
¿es esto lo que hoy recé?

Riselo
Deténgase, y la diré
que tiene un gallardo brío.

Teodora
Redondilla
¿El hábito no le espanta?
965
¿No mira que está bendito?

Riselo
Terrible es el sobrescrito,
mas siempre el amor levanta
Redondilla
de las cartas la cubierta
donde está la cortesía;
970
yo la adoro, fraila mía,
por la parte descubierta.

Teodora
Redondilla
¡Qué notable tentación!
¡Ay, qué mal hombre que está!
Dios le alumbre. Hágase allá.

Riselo
975
Los de amor, preñados son.
Redondilla
Bien dice: con bien me alumbre;
sepa que me da un antojo.

Teodora
Por su vida, que me enojo.

Riselo
¿Esto le da pesadumbre?

BELTRÁN, con el agua.

Beltrán
Redondilla
980
Aquí viene el agua.

Leonor
Calla,
y siéntate junto a mí.

Diéntese BELTRÁN.

Beltrán
Luego, ¿derrámola?

Leonor
Sí,
que ya se dan la batalla
Redondilla
dos a dos.

Beltrán
¿Y la braveza
985
de la tía?

Leonor
Ya cesó.

Beltrán
¿Y cómo estamos tú y yo?

Leonor
A fe que es él buena pieza.
Redondilla
¿Parécele diga bien,
como habló con Catalina?

Beltrán
990
Hablela por tu vecina,
y por tu amiga también.

Leonor
Redondilla
Que no quiero esa amistad.

Vuelva la tía la cabeza y vea abrazarse LISARDO y BELISA.

Teodora
¿Qué es eso?, ¡Oh, qué lindo ensayo!

Lisardo
Apuntábale el desmayo
995
y túvela.

Teodora
¡Qué piedad!

Riselo
Redondilla
Dejaldos hablar, que son
mozos, y bien podría ser
fuesen marido y mujer.

Teodora
Ya entiendo la opilación.

Leonor
Redondilla
1000
¡Maldito seas! ¡Qué bien
ser doctor fingiste allí!

Beltrán
¿Parécete bien ansí?

Leonor
Y de esta suerte también.

Beltrán
Redondilla
Sábete que sé curar.

Leonor
1005
¿Cómo?

Beltrán
He curado un cuartago
que después del de Santiago,
con que le suelen pintar,
Redondilla
no tiene bestia Madrid,
aunque no las tiene malas,
1010
como él; fáltanle unas alas.

Teodora
Si sois libre, me decid.

Riselo
Redondilla
¿Tan encogido os parezco?

Teodora
No digo, sino si acaso
no sois casado.

Riselo
Aunque caso,
1015
jamás casarme merezco.
Redondilla
Si yo hallase una mujer
de gobierno, como vos...

Teodora
Eso, encomendaldo a Dios,
porque Dios lo puede hacer.

Riselo
Redondilla
1020
Sal quiere este huevo.

Beltrán
El sol
entra furioso, mi bien,
y porque dure también
y no haya algún arrebol,
Redondilla
es menester dar lugar
1025
a la razón. Vete agora
y habla primero a Teodora.

Lisardo
Bien le ha sabido el hablar.
Redondilla
Riselo, vamos de aquí,
que es muy tarde.

Riselo
Adiós mi gloria.

Levántese.

Teodora
1030
¿Y tendrá de mí memoria?

Riselo
Hasta olvidarme de mí.

Teodora
Redondilla
No habrá salido del Prado
cuando todo se le olvide.

Riselo
Mal vuestro descuido mide
1035
lo lejos de mi cuidado.

Teodora
Redondilla
Véngame siguiendo agora,
y nuestra casa sabrá.

Lisardo
¿Qué hay de Teodora?

Riselo
Que está
como un mazapán Teodora.

Teodora
Redondilla
1040
Ven, muchacha, por aquí.

Belisa
¿Vas enfadada?

Teodora
¿De qué?

Riselo
Lindamente la engañé.

Lisardo
¡Amor, victoria! ¡Vencí!


Acto II

Salen OCTAVIO y SALUCIO

Octavio
Redondilla
Un hombre determinado
1045
es incapaz de consejo.

Salucio
Yo, señor, no te aconsejo.

Octavio
Ni es oficio de criado.
Redondilla
Eso ha de hacer el amigo,
el superior y el que es viejo.

Salucio
1050
No es querer darte consejo
hablar de tu bien contigo.
Redondilla
Tu prima es bella mujer
y, en sangre, la misma tuya.

Octavio
Si la diferencia es suya,
1055
¿qué puede Octavio perder?

Salucio
Redondilla
No me ha parecido a mí
que vive en la honestidad
de mujer de calidad,
y que nació para ti.

Octavio
Redondilla
1060
¿Cuánto va que has de obligarme
a hacer algún desatino?

Salucio
Ya del tuyo lo imagino;
quiero dejarte y guardarme.

Octavio
Redondilla
¿Pues cuál hombre hablar osara
1065
en un ángel?

Salucio
Tiene pies,
en que descubre lo que es.

Octavio
En lo que dice repara.

Salucio
Redondilla
Digo que aqueste salir
cada mañana, me enfada.

Octavio
1070
A mí, Salucio, me agrada
verla del campo venir.
Redondilla
Cual rosa de Alejandría
tales colores sacó,
luego que el alba rompió
1075
la prisión en que vivía.
Redondilla
O ¿cuál lirio aljofarado
puede el rocío dejar
como ella suele mostrar
el rostro, en sudor bañado?
Redondilla
1080
¿Hay cosa como el despejo
del sombrerillo y el manto?

Salucio
Nunca la he mirado tanto.

Octavio
Yo sé, que el alma le dejo
Redondilla
cada vez, y a tener mil
1085
en los cabellos revueltos,
que ya atados, y ya sueltos
adorna un velo sutil.
Redondilla
Pues en viendo la chinela
de listones enlazada,
1090
de su pie, reja dorada
donde estando preso vuela,
Redondilla
no hay tan cuerdo entendimiento
que no trajese después
todo el seso en tales pies.

Salucio
1095
Ya por el tuyo lo siento.
Redondilla
Mas si tanta bizarría,
y ese volver desde el Prado,
cual lirio en perlas bañado
y rosa de Alejandría,
Redondilla
1100
no vienen con ocasión
de la enfermedad que dice,
¿qué importa que la matice
el pincel de tu afición?

Octavio
Redondilla
Necio, en volviendo de andar,
1105
¿no ha de venir encendida?

Salucio
Nunca está descolorida,
ni la veo desmayar,
Redondilla
sino es cuando hablar la quieres;
que pienso que tu afición
1110
es toda su opilación.

Octavio
Maliciosa bestia eres.

Salucio
Redondilla
Si yo veo la beata,
la de la manga y rosario,
la del pardo escapulario
1115
y la Concepción de plata,
Redondilla
que la culpaba y reñía,
después que sale contenta,
¿qué quieres, señor, que sienta?

Octavio
¿Cómo, Salucio, en su tía
Redondilla
1120
osas tú poner la boca?
¡En una santa!

Salucio
No sé
si es santa.

Octavio
Cuán bien se ve
que el demonio te provoca.
Redondilla
Dolíame el otro día
1125
la cabeza, y solamente
bendecirme, de repente
me quitó el mal que tenía.
Redondilla
¿Y osas hablar?

Salucio
Pues a mí
la otra noche me bendijo,
1130
y ciertas cosas me dijo
rezando, que no entendí.
Redondilla
Y doliéndome de vicio
una muela, tal anduve
de todas juntas, que estuve
1135
para perder el juicio.

Octavio
Redondilla
Este es milagro.

Salucio
Sin duda
de los que Mahoma hacía,
pues lo que en una dolía
a todas juntas lo muda.

Octavio
Redondilla
1140
Antes porque te faltó
la fe, quiso castigarte,
y aquel dolor aumentarte,
que de una en todas te dio.
Redondilla
Y toma resolución
1145
de no hablar en esto mal,
que es mujer muy principal,
y, en fin, mis parientes son.
Redondilla
Fuera de que por mujer
quiero pedir a Belisa.

Salucio
1150
¿Tan aprisa?

Octavio
Tan aprisa.

Salucio
No te quiero responder.

Sale BELTRÁN, vestido de médico.

Beltrán
Redondilla
Dios sea en aquesta casa.

Octavio
El doctor.

Salucio
El bellacón.

Octavio
¿Qué dices?

Salucio
Que todos son
1155
de una pasta y de una masa.

Beltrán
Redondilla
¿No está, señor, levantada
esa niña?

Octavio
Poco habrá
que vino del campo.

Beltrán
Ya
andará más descansada.

Octavio
Redondilla
1160
Provecho le van haciendo
los jarabes.

Beltrán
Es gran cosa;
aquella hinchazón acuosa
va gastando y deshaciendo.
Redondilla
Dale la vida ver gente.

Octavio
1165
Yo, mi señor, no he dormido
esta noche.

Beltrán
¿Qué ha tenido?

Octavio
Cierto enfadoso accidente.

Beltrán
Redondilla
El pulso, ¡por vida mía!,
que no está muy sosegado;
1170
mas esto más se ha causado
de pura melancolía
Redondilla
del alma y el pensamiento
que de corporal pasión;
algo parece afición.

Octavio
1175
¡Qué divino entendimiento!

Beltrán
Redondilla
[Aparte]
(Este majadero muere
por Belisa, y nos persigue;
quien algún deseo sigue,
más poco a poco le espere,
Redondilla
1180
que del alma las pasiones
se suelen comunicar,
y de ellas causas tomar
las exteriores acciones.
Redondilla
Así lo dijo Avicena:
1185
quando anima contristatur
corpus maxime gravatur,
y importa dejar la pena.)

Octavio
Redondilla
¡Tiene un ingenio divino!

Beltrán
Haga que cuezan romero,
1190
ruda y tomillo salsero
en media azumbre de vino,
Redondilla
y aténselo en un tobillo,
que podrá dormir mejor.

Salucio
También yo tengo, señor,
1195
cierto mal, ¿podré decillo?

Beltrán
Redondilla
Podéis.

Salucio
Siento aquestos días,
después que en Madrid estoy,
un descontento, que doy
en grandes melancolías.
Redondilla
1200
Nada me parece bien;
todos me son importunos.

Beltrán
¿Tenéis dineros?

Salucio
Ningunos.

Beltrán
Pues procurad que os los den.
Redondilla
Vos sois hombre mal contento,
1205
y aun algo murmurador.

Octavio
¿Este es demonio o doctor?

Salen TEODORA y BELISA, como que se levanta.

Belisa
Más aliviada me siento.

Teodora
Redondilla
Aquí está el doctor.

Belisa
Señor.

Beltrán
¡Jesús, niña, y cómo estás
1210
hoy a mi gusto! No hay más
famoso talle y color.
Redondilla
Dame ese pulso. Excelente.
Muestra esa mano.

Belisa
¿Qué haces?

Hágale una higa con la mano de BELISA.

Beltrán
Una higa, y que me abraces.
1215
Aún no hay señal de accidente.

Belisa
Redondilla
¿A quién la tengo de dar?

Beltrán
Dásela al señor Octavio.

Belisa
¿De gentilhombre?

Octavio
Es agravio
que os hacéis. Haced sacar
Redondilla
1220
un espejo, y esa cara
mirad, y dádsela a ella,
porque a una cosa tan bella
su mismo amor la matara.

Beltrán
Redondilla
Hoy, ¿dónde has andado?

Belisa
Fui
1225
hasta la Casa de Campo,
en cuyas flores me espanto,
y una hora me duermo allí.
Redondilla
Pareciome que soñaba
al son de una fuente pura;
1230
que un ángel en hermosura,
talle y discreción me hablaba;
Redondilla
que mil cosas me decía
jurando tenerme amor,
y, por Dios, señor doctor,
1235
que el alma me enternecía.
Redondilla
Quiso abrazarme también,
y desperté.

Beltrán
Aquel jarabe,
como es tan blando y suave,
alegra la sangre bien.

Belisa
Redondilla
1240
Después que tomo el acero
y me salgo a pasearN
X
Nota del editor

En la edición empleada, figura “pasar”. Enmendamos

,
no siento ya aquel pesar
de no gozar lo que quiero.
Redondilla
Hállome muy aliviada
1245
de aquella melancolía,
que ya mi señora tía
no es mal acondicionada.
Redondilla
Ya no riñe su merced.

Teodora
¿Y yo cuándo te reñí?

Belisa
1250
En otro tiempo la vi
hacerme menos merced.

Teodora
Redondilla
Tú, sobrina, ya has dejado,
andando, tu opilación,
y yo, en la misma razón,
1255
la tengo de haber andado.
Redondilla
Debióseme de pegar,
y como opilada estoy,
a nadie, a fe de quien soy,
pienso reñir ni culpar.

Beltrán
Redondilla
1260
¡Qué buena cosa sería
que tu mal se le pegase!

Belisa
Dios quiera que el mal se pase
a vusted, señora tía,
Redondilla
porque sepa lo que son
1265
aquestas opilaciones.

Beltrán
Yo le haré, en breves razones,
que pierda la opilación.

Sale SALUCIO.

Beltrán
Redondilla
¿Hay un criado?

Salucio
Aquí estoy.

Beltrán
Vaya a la botiga luego
1270
por un manojo de espliego.

Salucio
Digo que volando voy.

Vase.

Teodora
Redondilla
¿Pues qué es lo que quiere hacer?

Beltrán
El efecto lo dirá;
vuestra merced nos dará
1275
lugar, y podrá volver
Redondilla
dentro de un instante aquí.

Octavio
¡Jesús, señor, yo me voy!

Vase.

Beltrán
¿Fuese?

Teodora
Sí.

Beltrán
¿Sabes quién soy?

Teodora
Desde ayer te conocí.
Redondilla
1280
Ya sé quién eres, Beltrán;
ya sé todo el fingimiento
y que eres el instrumento
del amor de este galán.
Redondilla
Y, pues ha querido el cielo
1285
castigar mi gravedad
y aquella severidad,
con adorar a Riselo,
Redondilla
haz buen oficio con él.
Dile que mire que soy
1290
mujer noble, y que le doy
palabra de ser fiel.
Redondilla
Aunque no sientas de mí
los méritos que él merece,
mi persona le encarece.

Beltrán
1295
Harelo, Teodora, ansí.
Redondilla
Arrima la hipocresía
y la parda beatitud,
porque en tanta juventud
más fuerte sangre se cría.
Redondilla
1300
Traza que estos dos pichones
hagan su nido en tu casa,
que si su padre los casa,
tu vida en remedio pones.
Redondilla
Gozarás de un caballero
1305
como Riselo, tan grave,
tan dulce, honesto y suave.

Teodora
Sabe Dios lo que le quiero.

Belisa
Redondilla
Tía, como ella solía
reñirme, puedo yo agora
1310
reñirla. ¿No ve, señora,
que es alma también la mía,
Redondilla
y que tengo yo que hablar
con Beltrán?

Teodora
Tienes razón,
es nueva mi opilación,
1315
y tengo más que curar.

Belisa
Redondilla
Dile, Beltrán, a Lisardo...

Teodora
Calla, que tu padre viene.

Salen PRUDENCIO y OCTAVIO.

Prudencio
¿La misma enfermedad tiene?
Otra pesadumbre aguardo.

Octavio
Redondilla
1320
Así lo dijo el doctor.

Beltrán
Muestra el pulso.

Prudencio
¿Qué tenemos?

Beltrán
Anda este mal por extremos.

Prudencio
Por Dios, que temo, señor,
Redondilla
que ha de darme a mí también.

Beltrán
1325
Estará muy pronto buena,
no hay que tener de esto pena;
esto digo que le den.
Redondilla
Y adiós, que tengo una junta.

Vase.

Prudencio
¿Con lo que se quita el mal,
1330
te ha dado a ti?

Teodora
Si es igual
la sangre, hermano, y se junta,
Redondilla
¿qué mucho que me haya dado
de andar con ella?

Sale LEONOR.

Leonor
Aquí están
los músicos.

Teodora
¿Entrarán?

Prudencio
1335
A muy buen tiempo han llegado.

Salen, con sus instrumentos.

Músicos
Redondilla
Hoy el doctor nos mandó
alegrar esta señora.

Prudencio
Más lo ha menester Teodora.

Músicos
¿Cómo?

Prudencio
El mal se le pegó.
Redondilla
1340
[Aparte]
(Enfadado, y con razón,
estoy de mi hermana; hoy quedo
sospechoso; esto es enredo.)

Músicos
Escuchad esta canción.

Canten.

Músicos
Romance (tirada)
Niña del color quebrado,
1345
o tienes amor, o comes barro.
Niña que al salir el alba
dorando los verdes prados,
esmaltan el de Madrid
de jazmines tus pies blancos;
1350
tú, que vives sin color,
y no vives sin cuidado,
o tienes amor, o comes barro.
Que salgas tan de mañana
con tal cuidado, me espanto;
1355
estoy por decir, por ti:
eso que comes no es barro,
pues madrugas y no duermes,
y andas por mayo en el campo;
o tienes amor, o comes barro.

Prudencio
Endecasílabos sueltos (tirada)
1360
¡Oh, cuando a un hombre avisan y aconsejan
las canciones suaves y poesías,
para enseñar los hombres inventadas!
No en balde se inventaron las comedias,
primero en Grecia, que en Italia y Roma:
1365
allí se ven ejemplos y consejos,
porque son de la vida los espejos.
Ya puede ser que esta muchacha mía
estuviese opilada de deseos,
que no están ya los tiempos de manera
1370
que puedan descuidarse con las hijas
los padres que profesan honra y fama.
Ya fue otro tiempo, que con años treinta
llamaban niña una mujer, y andaba
jugando con los mozos en cabello.
1375
Mas hoy, por los pecados de los hombres,
cierta señal de que se acaba el mundo,
de diez años aspira a casamiento,
a trece es madre, y a veinte y uno abuela.
Yo quiero, con ejemplo de estos músicos,
1380
casar mi hija, que es el mejor medio
para desopilarla; y, a fe mía,
que no ha venido Octavio, si él la quiere,
a mal tiempo.

Octavio
¿Que estás contigo hablando?

Prudencio
Decía, Octavio, yo que los poetas
1385
nos están avisando por momentos
el modo de vivir a lo seguro,
que entre aquella dulzura de la música
nos dan mil aforismos y sentencias.
Danme deseos de casar mi hija.

Octavio
1390
¡Ojalá que tuvieras tan propósito!,
que una dispensación poco costara.

Prudencio
¿Hablas de veras?

Octavio
Tan de veras hablo,
que después de la vida...

Prudencio
Basta, no digas
otra palabra; ya Belisa es tuya.
1395
Tu padre soy, bien puedo yo casarte.

Octavio
No lo es tanto, señor, tu hermano.

Prudencio
Mira,
¿cuándo quieres que hablemos más despacio?,
que están aquestos músicos presentes
y ella, también; no quiero que lo entienda.

Octavio
1400
Esta tarde podemos hablar solos.

Prudencio
A Atocha nos iremos paseando.
Vete agora, que quiero que Teodora
sepa su voluntad.

Octavio
Llevarme quiero
los músicos. ¡Señores, yo querría
1405
oírlos, con espacio, en mi aposento!

Músicos
Vamos donde mandáredes. Señora,
adiós.

Belisa
El cielo os guarde.

Octavio
Adiós, Teodora.

Vanse.

Teodora
¿Por qué se va vuestro sobrino?

Prudencio
Creo
que se le pegan ya vuestras tristezas;
1410
es toda aquesta casa opilaciones.
Mas oye, hermana, ansí te guarde el cielo.

Teodora
¿Es, por ventura, que casar intentas
esta muchacha?

Prudencio
¿Lo que dije oíste?

Teodora
En verte hablar a solas con Octavio,
1415
presumí que tratabas de casarla.

Prudencio
No quiero más de que su intento sepas.

Teodora
¿No teniendo salud, quieres casarla?
Pregúntale al doctor, sabe primero
si será bien.

Prudencio
Casarla es buen acero.
1420
Dile que yo la caso con Octavio.

Teodora
Yo lo haré así.

Prudencio
Yo sé que no la agravio.

Vase.

Teodora
Redondilla
¡Grande mal, gran desventura!

Belisa
¿Casarme mi padre?

Teodora
Sí.

Belisa
Todo lo que dijo oí;
1425
tía, mi muerte procura.
Redondilla
Tía, dareme la muerte,
tía, si me tiene amor,
si sabe que este dolor
es tan penetrable y fuerte;
Redondilla
1430
si ya ha visto de experiencia
lo que saber no solía,
mire que he de perder, tía,
la vida con la paciencia.
Redondilla
Mire que Lisardo es ya
1435
mi honor, mi vida, mi ser.

Teodora
Belisa, no es menester,
cuando de por medio está
Redondilla
todo mi bien en Riselo;
mas de mi propio interés,
1440
antes que a Octavio le des
la mano, permita el cielo...

Belisa
Redondilla
No lo jures, no se enoje,
y nos venga un mal suceso.

Teodora
Perderé, sobrina, el seso;
1445
haz que luego se te antoje
Redondilla
ir al campo, al Prado, al Soto;
finge mil melancolías;
pasa las noches y días
en temerario alboroto.
Redondilla
1450
Yo me declaro, sobrina;
¡vivan Lisardo y Riselo!
¡Leonor!

Leonor
Señora.

Teodora
¿Direlo?

Belisa
Traza, ordena y imagina
Redondilla
lo que quisieres de mí.

Teodora
1455
Quiero escribir un papel
a Riselo, porque en él
sepa cuanto pasa aquí.
Redondilla
Por esto y porque mañana
con Lisardo esté en el Prado,
1460
donde quede concertado
dar con la esperanza vana
Redondilla
de aqueste Octavio en el suelo,
aunque tenga más poder;
que tú serás su mujer
1465
como me quiera Riselo.

Belisa
Redondilla
¡Y cómo si te querrá!
Déjame besar tus pies.

Teodora
Este es mi propio interés.
Leonor a llevarle irá,
Redondilla
1470
que, so no lo entiendo mal,
no quiere mal al doctor.

Belisa
También es mujer Leonor,
y Leonor quiere a su igual.
Redondilla
Ven, y escribe, por tu vida;
1475
mi desdicha le encarece.

Teodora
Voy.

Vase.

Belisa
Leonor, ¿qué te parece
de esta hipócrita fingida?

Leonor
Redondilla
Que aunque te dio pesadumbres
mientras no supo querer,
1480
has de tener bien que hacer
en enmendar sus costumbres.

Belisa
Redondilla
Tuvo al principio templanza;
pero, en fin, vino a caer,
que al son de amor, no hay mujer
1485
que no haga una mudanza.

Vanse.

Riselo
Octava real
Anda desesperada, y justamente,
con estos celos que le doy, Marcela.

Lisardo
¿De quién lo sabes?

Riselo
De la misma gente.
La fama es ave, y por los aires vuela.

Lisardo
1490
Desdicha ha sido.

Riselo
Y grande inconveniente
para seguir la empresa que os desvela,
porque por vos cualquiera cosa haría,
hasta perder la misma sangre mía.
Octava real
Mas a Marcela, vive Dios, Lisardo,
1495
que aunque quiera no puedo, no es posible;
ando con vos de visitarla lardo,
y por venganza, que es mujer terrible,
a un marquesote, a un mocetón gallardo
ha dado franca entrada, su imposible,
1500
en casa, donde al sol que la pasea,
puso el honor dragones de Medea.
Octava real
Mandadme acometer cien escuadrones;
mandadme detener los altos vuelos
de las aves que tocan los balcones
1505
de la luna y se estrellan en los cielos,
y no sufrir, en estas ocasiones,
de Marcela rigor, de un hombre celos,
que servir a Teodora, sin mi gusto,
por el vuestro, Lisardo, fuera justo;
Octava real
1510
pero verme olvidado de Marcela,
celoso de Florencio, y desdeñado,
no lo puedo sufrir.

Lisardo
Ya se rebela
tu cielo amor, contrario a mi cuidado;
celos os da Marcela, con cautela,
1515
por lo que de Teodora le han contado;
vos lo tomáis de veras, y de modo,
que si vos lo dejáis, lo pierdo todo.
Octava real
Pluguiera a Dios, Riselo, que yo hubiera
otro amigo llevado.

Riselo
Yo me holgara,
1520
o que para serviros, libre fuera.
¿Abrieron?

Lisardo
Sí.

Riselo
Mi muerte se declara.

Salen FLORENCIO y GERARDO.

Riselo
¿Florencio es este?

Lisardo
De allá sale.

Riselo
Espera.

Lisardo
¿No le has de hablar?

Riselo
Mi desventura es clara.N
X
Nota del editor

En la edición empleada este parlamento se atribuye a Lisardo. Enmendamos.

Lisardo
El hombre no es culpado, ¿no es tu amigo?

Riselo
1525
¡Cuánto mal me ha venido de ir contigo!

Florencio
Octava real
Parece que se ablanda.

Gerardo
¡Quién lo duda!
Asiste, que asistiendo, estoy seguro
que has de rendirla.

Florencio
La porfía muda
el áspero rigor de un monte duro;
1530
como Riselo a verla un mes no acuda,
no dudes que tendré lo que procuro.

Gerardo
Riselo quiere bien a su beata;
ya es mercader, que en estameñas trata.
Octava real
Tratar solía en telas y diamantes;
1535
o se ha perdido, o quiere darlo todo.

Florencio
Pues yo pienso, con perlas semejantes,
hallar, Gerardo, a mi remedio el modo:
y porque en el amor son importantes,
más que el ser Salomón, Narciso y Godo,
1540
hoy, de Guadalajara en la gran puerta,
haré un empleo, en lo que siempre acierta.

Gerardo
Octava real
¿Qué sacarás?

Florencio
Catorce o quince varas
del mejor terciopelo de Toledo,
y un corte de Milán, de flores raras,
1545
o de rica labor, si hallarle puedo,
con esto, y cien doblones de a dos caras,
no pienso a las de nadie tener miedo.

Gerardo
Cuadrome.

Florencio
Es linda cosa, en estos tiros,
trocar en seda y oro los suspiros.

Váyanse FLORENCIO y GERARDO.

Riselo
Redondilla
1550
Mucho he sufrido por ti.

Lisardo
No es ocasión de perderte,
que bien puedes de otra suerte
remediar que no entre aquí.

Riselo
Redondilla
Si ella está determinada,
1555
¿qué remedio puede haber?

Lisardo
¿Posible es que una mujer
esté ya tan olvidada?
Redondilla
Llama, que siendo forzoso
yo le diré la verdad.

Riselo
1560
Paréceme una ciudad,
muro, foso y contrafoso.
Redondilla
Paréceme ya, Lisardo,
que aquesta puerta ha de ser
tan fuerte, que es menester
1565
para rompella un petardo.
Redondilla
Parécenme las ventanas
troneras llenas de tiros.

Lisardo
Con menos de dos suspiros
apostaré que la allanas.

MARCELA, en alto.

Riselo
Redondilla
1570
¿Ah de casa!

Marcela
¿Quién es?

Riselo
Yo.

Marcela
¿Yo no más? ¡Grande palabra!

Riselo
¡Abre, mis ojos!

Marcelas
¿Que abra?

Riselo
¿Luego no has de abrirme?

Marcela
No.

Riselo
Redondilla
¿Qué os parece?

Lisardo
Abre, señora,
1575
mira que vengo yo aquí.

Marcela
Errados venís.

Lisardo
¿Yo?

Marcela
Sí;
que no vive aquí Teodora.
Redondilla
Cerca de San Sebastián
vive esa dueña de honor,
1580
con su poco de color
y sus tocas de azafrán.
Redondilla
Es mujer de escapulario,
con más botes de virtudes,
aguas, yerbas y saludes,
1585
que hay en casa un boticario.
Redondilla
Es, diferenciando el centro
de aquella exterior esfera,
ermitaña por de fuera,
y demonio por de dentro.
Redondilla
1590
Nunca sin imagen viene,
mas es de la Concepción,
adonde hace oración
cierto devoto que tiene.
Redondilla
Su santidad ha llegado,
1595
que bien se puede decir
a que ya se va a vivir
a Atocha, al Soto y al Prado.
Redondilla
Tiene una niña [a] que enseña
todas estas devociones,
1600
con ciertas opilaciones,
que anda en víspera de dueña;
Redondilla
tan blanda, aunque toma acero,
que no hay cera que la iguale;
habla, mira, escribe y sale
1605
a ver cierto caballero.
Redondilla
Esta hallarán donde digo,
porque aquí solo hallarán
mujer que quiere galán
que quiera menos su amigo.

Quítese.

Riselo
Redondilla
1610
¿Entrose?

Lisardo
No, sino el alba,
cuando andaba entre las coles.

Riselo
Alba para mí, y aun soles.

Lisardo
La intención, Riselo, os salva.
Redondilla
No temáis, pues que no habéis
1615
hecho ofensa a esta señora;
llamad, decid que a Teodora
en vuestra vida veréis.
Redondilla
Que ya ni quiero a Belisa,
ni en mi vida la veré.

Riselo
1620
Esperad, que aunque se fue
tan furiosa y tan aprisa,
Redondilla
sin que perdáis vuestro bien
he de procurar el mío.
¡Ah de casa!

Lisardo
Es desvarío.

Riselo
1625
¿No responde?

Lisardo
No habrá quién.

Sale BELTRÁN.

Riselo
Redondilla
¡Ah de casa!

Beltrán
En busca vuestra
ando más ha de dos horas.

Lisardo
¿Dirás, Beltrán, que esta ignoras?

Beltrán
Este papel traigo.

Lisardo
Muestra.

Beltrán
Redondilla
1630
No es para ti, que Leonor
me lo dio para Riselo.

Riselo
De Teodora, ¡buen consuelo!
Abra, Marcela.

Beltrán
¡Ah, señor!

Riselo
Redondilla
¡Que no hay señor, quitá allá!

Lisardo
1635
Lee, Riselo, por Dios.

Riselo
Bien me aconsejáis los dos.
Si acaso acechando está
Redondilla
por la ventana Marcela,
y el papel me ve leer...

Lisardo
1640
Para picarla, ha de ser
la mejor treta y cautela.
Redondilla
Lee, no seas tan tierno.

Riselo
¡Qué no haré por ti, Lisardo!

Lisardo
Ver abrir el cielo aguardo.

Beltrán
1645
Yo, ver abrir el infierno.

Lea RISELO.

Riselo
Redondilla
“Octavio pide a Belisa
por mujer.”

Lisardo
Muerto soy ya.

Lea.

Riselo
“Y Prudencio se la da.”

Lisardo
Tanto mal, y tan aprisa.

Lea.

Riselo
Redondilla
1650
“Yo, mi bien, te quiero bien,
y lo procuro estorbar;
que con él se ha de casar,
y yo contigo.” ¿Con quién?

Beltrán
Redondilla
Contigo dice.

Riselo
¿Conmigo?

Lisardo
1655
¡Ay, Riselo, echa de ver
que hallarás otra mujer,
y no hallarás otro amigo!

Riselo
Redondilla
Lo mismo te digo yo.

Lisardo
Yo quiero a Belisa más;
1660
tú en la posesión estás
de tu deseo, y yo no.

Riselo
Redondilla
Espera, hablaré con ella
y direle la verdad;
por dicha, por tu amistad,
1665
sufrirá burlarme de ella.
Redondilla
¡Ah, Marcela!, ¡ah, mi señora!,
¡oye una palabra!, ¡ah, cielo!

Sale MARCELA

Marcela
¿Ya no te he dicho, Riselo,
que no vive aquí Teodora?

Riselo
Redondilla
1670
Oye, mi bien, y sabrás
la verdad.

Marcela
¿Verdad en ti?

Riselo
Lisardo, mi amor le di.

Marcela
¡Qué buen testigo me das!

Lisardo
Redondilla
Marcela, Teodora fue
1675
de aquel mi amoroso encanto,
el gigante, y entre tanto
que lo defendió no entré.
Redondilla
Pedí a Riselo venciese,
con amor, su hipocresía,
1680
esto con ella fingía,
para que lugar me diese.
Redondilla
Sucedió con gran ventura.
Si la engaña, ¿qué te ofende?

Marcela
¿No se entretiene y pretende?

Lisardo
1685
Sí, pero ¿a cuál hermosura?

Marcela
Redondilla
Quita allá, que cualquier cosa
aunque fea y despreciada,
si es mucho tiempo tratada
viene a parecer hermosa.
Redondilla
1690
Yo no entiendo esas quimeras;
mil cosas hay, si te burlas,
que se comienzan de burlas,
y que se acaban de veras.
Redondilla
Id en buenhora los dos;
1695
de mí no os podéis quejar,
que yo no voy a buscar
a Riselo.

Riselo
Bien, por Dios.

Marcela
Redondilla
Cuando yo a buscarle fuera,
era bien satisfacerme;
1700
mas si él piensa hablarme y verme
ha de ser de esta manera:
Redondilla
que me ha de llevar mañana
a donde el acero toma
esa fraila de Mahoma,
1705
esa galga con cuartana,
Redondilla
envuelta en manta de jerga;
y le ha de decir allí
que muere, que pena aquí,
come, viste, vive, alberga,
Redondilla
1710
y que ha sido todo engaño
cuanto le ha dicho hasta agora.

Lisardo
¡Medraré, por Dios, señora,
con ese buen desengaño!
Redondilla
¡Bien se hará mi casamiento
1715
con Belisa, de ese modo,
cuando mi edificio todo
no tiene otro fundamento!
Redondilla
¿Tú no ves que es gran crueldad
echarme a perder así?

Marcela
1720
Piérdame Riselo a mí,
que más le va en tu amistad.
Redondilla
Que a mí, pues él me desecha,
no faltará quien me estime.

Riselo
Eso hace que me anime
1725
a proseguir mi sospecha.
Redondilla
¡Ah Marcela!, bien se ve
que aqueste achaque has buscado,
pues habiendo asegurado
con tanta verdad mi fe,
Redondilla
1730
y sabiendo que es ficción
todo el amor de Teodora,
y que mi alma te adora,
sales con esta invención.
Redondilla
¡Oh, cómo te ha estado bien
1735
para que entre y salga aquí
Florencio, y tratarme a mí
con este injusto desdén!
Redondilla
El hacer yo la amistad
que en esto a Lisardo hago,
1740
tú has dado, Marcela, el pago
que merece mi verdad.
Redondilla
Entre Florencio en buenhora;
vamos, Lisardo, que ya
querer de veras será
1745
lo que fue burla en Teodora.
Redondilla
¡Vive Dios, que no has de verme
en tu vida más!
Marcela ¿Y yo
morireme de eso?

Riselo
No.

Marcela
Pues ¿qué mal piensas hacerme?

Riselo
Redondilla
1750
El tiempo te lo dirá.
Ven, Lisardo.

Lisardo
Espera un poco.

Riselo
No hay esperar.

Marcela
Vete, loco.

Riselo
Loco muy cuerdo soy ya.
Redondilla
Teodora tiene secretos
1755
que me despiquen de ti.

Marcela
¿Y Florencio para mí,
no sabrá algunos conceptos?
Redondilla
Váyase vuestra merced
con su egipciaca señora,
1760
y mire que desde agora
me hagan los dos merced
Redondilla
de no llegar a esta calle,
porque donde entra Florencio
ha de haber honra y silencio,
1765
y lo merece su talle.

Riselo
Redondilla
¿Esto sufro? ¡Fuera, digo!
¡Matarela!

Saque la daga.

Marcela
¡Ay, Dios!

Lisardo
Detente.

Beltrán
Entrose y cerró.

Riselo
¡Que intente
tal desvergüenza conmigo!
Redondilla
1770
Las puertas le romperé.

Lisardo
¡Por Dios, que mires su honor!

Beltrán
¿Qué es lo que intentas, señor?

Riselo
Estoy sin seso, no sé.
Redondilla
De la una parte el amigo
1775
mayor que tuve en mi vida,
a seguirle me convida
y, finalmente, le sigo.
Redondilla
Por otra, aquesta mujer
que adora el alma tres años,
1780
en extremos tan extraños,
¿qué medio podré tener?

Lisardo
Redondilla
El medio es dejarme a mí,
pues a mí no me perdéis,
que más vuestro me tendréis
1785
con lo que ha pasado aquí.

Riselo
Redondilla
Eso no, por mil mujeres,
aunque reviente, aunque muera;
pero ¡que esta injusta quiera,
viendo que Belisa quieres
Redondilla
1790
y que finjo con su tía,
escaparse por aquí!
¡Abre, fuera!

Lisardo
¿Estás en ti?

MARCELA en alto.

Marcela
¡Oye, amigo!

Riselo
¡Ah, prenda mía!

Marcela
Redondilla
A esa su dama encubierta,
1795
a esa su fraila Teodora,
voy a escribir que me adora
y que me quiebra la puerta.

Váyase.

Riselo
Redondilla
Acabose, estoy muerto:
ella está determinada.

Lisardo
1800
Dejalda, que está enojada,
y de una cosa os advierto:
Redondilla
que con no la ver dos días,
os ha de buscar, Riselo.

Riselo
Por verme tierno, celoso,
1805
¡burlas de las ansias mías!

Tórnase a asomar.

Marcela
Redondilla
Oye, señor, a los dos
advierto que son engaños,
porque si se está dos años,
no le buscaré, ¡por Dios!

Váyase.

Lisardo
Redondilla
1810
¡Oye!

Riselo
¡Escucha!

Beltrán
Grandes necios
los dos con Marcela estáis,
que, en fin, ocasión le dais
para mayores desprecios.
Redondilla
Habla y escribe a Teodora,
1815
que, aunque blasone, verás
si llora y lo siente más
que lo ríe y burla agora.

Asómese MARCELA.

Marcela
Redondilla
Oye, señor picarón,
no haya miedo que ansí sea,
1820
aunque un siglo no me vea,
que tengo honor y razón.

Quítese.

Beltrán
Redondilla
¡Ah, caballero!, nos tira
arma detrás y dispara.

Riselo
La ventana la repara;
1825
su desamparo me admira.
Redondilla
Pues de aquesta vez me voy.

Lisardo
Bien harás, que es mucho enfado.

Riselo
Hoy a Marcela he dejado;
mira si tu amigo soy.

Vanse, y salga OCTAVIO y SALUCIO, vistiéndole.

Octavio
Quintilla
1830
Dame la capa y espada.

Salucio
Ponte la trenza del cuello;
¿quieres espejo?

Octavio
Me enfada,
en no siendo el ángel bello
de mi esposa y prenda amada.

Salucio
Quintilla
1835
¿Qué capa?

Octavio
La de color.

Salucio
¿Dónde vas tan de mañana?
Mira que el alba, señor,
aún no llama a la ventana
con el primer resplandor.

Octavio
Quintilla
1840
Habla bajo, que he sentido
que Belisa se levanta,
y su dulce voz oído;
no por diligencia tanta
pierda el favor pretendido;
Quintilla
1845
aunque entre rojo arrebol
el alba apenas se ría
en nuestro cielo español,
no digas que no es de día
después que ha salido el sol.

Salucio
Quintilla
1850
¿Luego quiéresla seguir?

Octavio
Tengo unos pocos de celos,
y tras el sol quiero ir.

Salucio
¿Celos tienes en los celos
de ver el alba reír?

Octavio
Quintilla
1855
Si los tuvo Endimïón
de la Luna, al fin mujer,
¿por qué, con más afición
no los puedo yo tener
del Sol en esta ocasión?
Quintilla
1860
Todas aquestas mañanas
que tan de mañana asoma
el Sol por estas ventanas,
es el acero que toma
armas contra mí tiranas.
Quintilla
1865
Armado de acero sale
contra mí el Sol de los cielos,
y aunque en armas no le iguale,
contra el poder de mis celos
ninguna fuerza le vale.
Quintilla
1870
Yo voy a ver dónde va,
que después que en nombre está
de mi esposa, este cuidado,
justo o injusto, me ha dado.

Salucio
Con justa causa te da.
Quintilla
1875
Al principio te advertí:
bien puede que este acero
no se vista contra ti.

Octavio
Saberlo, Salucio, quiero.
¿Salieron?

Salucio
Pienso que sí.

Octavio
Quintilla
1880
Pues déjalas trasponer,
y en sus seguimiento vamos.

Salucio
Sospecho que te han de ver.

Octavio
No harán, que hay yerbas y ramos,
y yo me sabré esconder.

Salucio
Quintilla
1885
Aún no llevan escudero.

Octavio
Sígueme, que saber quiero
si tiene algún desafío
quien sale con tanto brío
al campo, llena de acero.

Vanse, y salgan LISARDO, RISELO y BELTRÁN, con capas de color.

Lisardo
Romance (tirada)
1890
Frescos vientos de Madrid,
que las mañanas y tardes
venís de las altas sierras
a refrescarle y bañarle,
traed, de sus pardas nubes,
1895
algunos toldos que tapen
estos tapetes de flores
que al alba las hojas abren.
Venid, bañados de aljófar,
o de estas fuentes tomadle,
1900
con que mojando las plumas
bañéis en perlas el aire.
Que si crece el Sol que sale,
volverase la niña, dirá que es tarde.

Riselo
Vientos que habéis levantado
1905
tan extrañas tempestades
en el mar de mis amores,
que me anegan sus pesares.
Vientos que con la fortuna
misma de amigo tan grande,
1910
de la calle de Marcela
me trajistes a su calle.
Vientos por quien ya perdí
que me vea y que me hable,
templad la furia del día
1915
y en pardas nubes bañalde.
Que si crece el sol que sale,
volverase la tía, dirá que es tarde.

Beltrán
Vientos que en Madrid soléis
llevar de sus sucias calles
1920
más liquidámbar y algalia
que hay en treinta Portugales,
que sois tan claros y puros
que no hay cosa que le dañe,
respecto de vuestra fuerza
1925
amorosa y saludable,
cubrid con un garabito,
hasta que su furia pase,
la cara del Sol, y en Indias
tenga la siesta con Dafnes.
1930
Que si crece el Sol que sale,
volverase mi tollo, dirá que es tarde.

Vanse, y salen MARCELA, OCTAVIO y SALUCIO.

Marcela
Redondilla
Suplico a vuestra merced
me deje ir sola.

Octavio
Quisiera
solo que se descubriera,
1935
y me hiciera gran merced.

Marcela
Redondilla
No me puedo descubrir,
que vengo a ver cierta cosa.

Octavio
¿Estáis, por dicha, celosa?

Marcela
Mis celos vengo a seguir.

Octavio
Redondilla
1940
Encontrado nos habemos,
que a lo mesmo vengo yo;
y pues Amor nos juntó,
las desdichas nos contemos.

Marcela
Redondilla
Yo vengo a ver si aquí viene
1945
un hombre a ver una dama
que toma acero y es fama
que alguna blandura tiene.

Octavio
Redondilla
Yo vengo a ver si otra sale
a pasear cierto acero,
1950
o hablar algún caballero.

Marcela
¡Que así el amor nos iguale!
Redondilla
¡Que así nos mate a los dos
con un mismo acero!

Octavio
El mío
me mata, de agudo y frío;
1955
¿cómo os hiere y mata a vos?

Marcela
Redondilla
A mí me mató el acero
porque, a la sazón que ardía,
se templó en el agua fría
y mudó el temple primero.

Salucio
Redondilla
1960
Dos damas viene allí;
pienso que las tuyas son.

Marcela
Si son vuestras, mi pasión
y la vuestra andan allí,
Redondilla
en el yugo de los celos
1965
arando enojos, sembrando
penas; y, pues van llegando,
así os remedien los celos,
Redondilla
que me las dejéis hablar.

Octavio
Bien podéis, que yo no tengo
1970
licencia de hablarlas.

Salen BELISA, TEODORA y LEONOR.

Belisa
Vengo
llena de enojo y pesar,
Redondilla
de lo que habemos tardado.

Teodora
Allí están; hablarlos puedes.

Marcela
Dios guarde a vuestras mercedes,
1975
que así vuelven cielo el Prado.

Belisa
Redondilla
Mejor se diga por vos
y ese tallazo gallardo.

Riselo
Una tapada, Lisardo,
se llega a hablar con las dos.

Lisardo
Redondilla
1980
¿Quién será?

Riselo
No sé, sospecho
que estorbo nos ha de hacer.

Belisa
No me puedo detener,
que traigo acero en el pecho;
Redondilla
suplícoos me deis lugar.

Marcela
1985
Tengo que hablar, reina mía,
con vuestra señora tía.

Teodora
¿A mí me queréis hablar?

Marcela
Redondilla
A vos.

Teodora
¿Sobre qué?

Marcela
Allí enfrente
ciertos hidalgos están.

Teodora
1990
Ya los veo.

Marcela
Aquel galán
que la mira tiernamente
Redondilla
es mi marido.

Teodora
Pues bien,
guárdeosle Dios, que es gallardo.

Marcela
Sé que da gusto a Lisardo
1995
fingiendo quererla bien.
Redondilla
Yo, porque tenga lugar
de hacer mejor este embuste,
mientras que Belisa guste,
le doy de que os pueda hablar.
Redondilla
2000
Ayer le cerré mi puerta;
fue a verme, y hallola así;
a sus lágrimas, abrí,
de milagro no estoy muerta.
Redondilla
Que hubo daguita y querer
2005
romper una celosía.
Y aunque mil firmas tenía
y puedo ser su mujer,
Redondilla
por serviros y que vea
Madrid que lo nuevo agrada,
2010
una hipócrita casada,
le dejo que os hable y vea.
Redondilla
Esto me ha traído al Prado;
no contiene más la historia.
Aquí gracia, y después gloria.

Teodora
2015
¡Qué mal habéis predicado!
Redondilla
Y advertid que ni Lisardo
habló jamás con Belisa,
como algún necio os avisa,
de quien la venganza aguardo,
Redondilla
2020
no el hábito que profeso
es para burlas de amor,
porque bien sabe el Señor
cuán lejos va el alma de eso.
Redondilla
Él encamine la vuestra
2025
a su servicio.

Marcela
¡Oh, qué bien
que ya os conozco!; y también
él me lo cuenta y me muestra
Redondilla
vuestros muy necios papeles.

Teodora
Vos lo sois tanto, que fuera
2030
mejor que oído no hubiera
disparates tan crueles.
Redondilla
Alguna debéis de ser
de estas de guadamecí.

Marcela
¡Jesús! ¿Vos habláis ansí?
2035
Aún no lo puedo creer.
Redondilla
Besad la tierra, rezad
un rosario.

Belisa
¡Quedo, quedo!,
que a no tener justo miedo
de otra mayor libertad,
Redondilla
2040
yo castigara la vuestra.

Marcela
¡Paso, señora Belisa!

Salgan FLORENCIO y GERARDO.

Florencio
Por donde vino me avisa.

Gerardo
¿No ves el perro de muestra?

Florencio
Redondilla
¡Alto! Riselo está allí;
2045
no estará la perdiz lejos.

Teodora
Tomaré vuestros consejos.
Harelo, Marcela, ansí.

Belisa
Redondilla
¿Cómo hablas de esa suerte?

Teodora
¡Ay, Belisa!, he visto a Octavio.

Riselo
2050
¿Quién es, Lisardo, tan sabio
que a sufrir celos acierte?
Redondilla
Agora acabo de ver
a Florencio, y la señora
que está hablando con Teodora,
2055
Marcela debe de ser.
Redondilla
Tu negocio va perdido,
y el mío está por el suelo.

Lisardo
¡Habrá más fortunas, cielo!

Marcela
Pues con esto me despido,
Redondilla
2060
que allí he visto un caballero,
y con él me quiero ir.

Teodora
No tengo más que os decir
de que ser muy vuestra espero.

Marcela
Redondilla
¡Florencio mío!

Florencio
Señora,
2065
mira que está allí Riselo.

Marcela
Solo por ti me desvelo.

Riselo
¡Vive el cielo, que le adora!
Redondilla
¿Esto tengo de sufrir?

Octavio
Pues a nadie habla mi esposa,
2070
paréceme justa cosa
irla a hablar.

Salucio
Bien puedes ir.

Octavio
Redondilla
¡Belisa mía!

Belisa
Señor.

Lisardo
¡Qué bien a entrambos nos fue!
¿Es su primo aquel?

Riselo
No sé,
2075
solo siento mi dolor.

Salucio
Redondilla
Señora Leonor.

Leonor
Amigo.

Salucio
¿Al campo tan de mañana?

Leonor
Tomo acero.

Salucio
Pues, hermana,
no tenga aceros conmigo,
Redondilla
2080
que soy muy su servidor.

Beltrán
¡Buena mañana de mayo!,
que aún trajo el primo un lacayo
para que hablase a Leonor.

Florencio
Redondilla
Ven, Marcela, por aquí,
2085
entrarás a ver la huerta
del señor Duque.

Marcela
¿Está abierta?

Florencio
Llega, que pienso que sí.
Redondilla
Llama al alcaide, Gerardo.

Gerardo
Yo voy.

Marcela
¡Cuán bien, justo cielo,
2090
me vengaste de Riselo!

Váyanse.

Riselo
No me detengas, Lisardo.

Lisardo
Redondilla
Pues yo sufro que esté Octavio
con Belisa, de esta suerte
sufre tú.

Riselo
¿Puede haber muerte
2095
que se compare a mi agravio?
Redondilla
¡Nunca yo viera a Teodora!

Octavio
Vamos a ver esas fuentes,
si cansada no te sientes.

Belisa
No podrán todas agora
Redondilla
2100
templar mi fuego.

Teodora
Y a mí,
¿qué templanza me da el cielo?
¿Es bien hecho que Riselo
me haya engañado por ti?

Belisa
Redondilla
¿No puede ser que, celosa,
2105
haya esta mujer mentido?

Teodora
Ni él ha de ser mi marido,
ni tú de Lisardo esposa.

Vanse.

Riselo
Redondilla
¡Buenos habemos quedado!

Lisardo
¡Gentil madrugada ha sido!
2110
Aun con Beltrán no he podido
dar a Leonor un recado.

Beltrán
Redondilla
Que aún no me pudo este agravio
perdonar; basta, silencio.

Riselo
¡Juntos Marcela y Florencio!

Lisardo
2115
¡Juntos Belisa y Octavio!

Beltrán
Redondilla
¡Juntos Leonor y Salucio!

Riselo
¿Con mi enemigo, traidora?

Lisardo
¿Con un extraño, señora?

Beltrán
¡Vil!, ¿con un hombre tan sucio?

Riselo
Redondilla
2120
¡Qué requebrándose van
Marcela y Florencio!

Lisardo
¡Ah, Dios,
qué vayan juntos los dos!
¿Qué me aconsejas, Beltrán?

Beltrán
Redondilla
Oíd.

Lisardo
Di presto.

Beltrán
El Sol arde;
2125
una exclamación decid
a los aires de Madrid
porque en las nubes aguarde.
Copla (estructura abierta)
Que si crece el Sol que sale,
volverase la niña, dirá que es tarde.

Vanse.

Acto III

Salen PRUDENCIO y TEODORA

Prudencio
Octava real
2130
Hoy he sabido del curial de Roma
que la dispensación, Teodora, vino,
y la pienso tener antes que coma.

Teodora
Abrevió tu cuidado su camino.

Prudencio
Cuando una cosa del honor se toma
2135
a cargo, y mucho más por tal sobrino,
todo se abrevia, facilita y hace.

Teodora
Merece amor.

Prudencio
Del que le tengo nace.
Octava real
Estoy, de que se acerque el casamiento,
por vivir de Belisa descuidado,
2140
con Octavio, Teodora, muy contento,
pero hame puesto un miedo en gran cuidado.

Teodora
¿Cómo?

Prudencio
Si miro esta muchacha atento,
después de haberla, como ves, curado,
con más opilación que antes la veo:
2145
que no está sana de sus males creo.

Teodora
Octava real
¿De qué ha servido el médico, el jarabe,
el paseo, el acero y las mañanas
de todo un mes? O el médico no sabe,
o son al mal las medicinas vanas;
2150
no me parece el médico hombre grave.
Tras esto, a mil señoras cortesanas
que por Belisa me preguntan, digo
su nombre; esto es hablar claro contigo.
Octava real
No le conoce nadie, ni en la corte
2155
hay médico Beltrán; yo, con aquesto,
por lo que al bien de nuestro honor importe,
más bien los ojos en Belisa he puesto;
y si no es que haber ido me reporte
con ella tú, cuyo consejo honesto,
2160
severidad y santidad son ciertas,
dijera mil malicias encubiertas.
Octava real
Crece la opilación, y opilaciones
no están jamás en rostros colorados;
¡opilada y color!

Teodora
¿En eso pones
2165
tu pensamiento?

Prudencio
Hablemos declarados:
yo he sospechado de estas estaciones,
sotos, huertas, paseos, quintas, prados,
que alguna vez que te dormiste, hermana,
dejó Belisa el coro de Diana.
Octava real
2170
Madrugabas, Teodora, y desvelada,
en el fresco del campo dormirías;
que en lo demás, si tu virtud me agrada
te lo dirán las alabanzas mías.
La blanca edad, a quien la verde enfada
2175
y siempre pone en su inocencias espías,
siempre, Prudencio, es maliciosa y piensa
en la mayor bondad, mayor ofensa.

Teodora
Octava real
Belisa, de tu hermana acompañada,N
X
Nota del editor

Parlamento sin atribuir en la edición manejada. Pertenece a Teodora.

¿pudiera en solo un átomo ofenderte?
2180
Juzga el cielo la armonía parada,
sin que su movimiento la concierte;
dormidos Luna y Sol, y la estrellada
máquina fija en la columna fuerte
de sus dos ejes, que antes que pudiera
2185
dormir Teodora, el tiempo se durmiera.

Prudencio
Octava real
Calla, que hay varas de Mercurio, sabio,
que aduermen ojos de Argos veladores.
No los hubiera en mí; para tu agravio,
mis ojos fueran siempre vencedores.
2190
Conmigo mismo no moviera el labio
en materia de honor. A los mayores
se perdonan mil cosas, y contigo
hablo como al mayor deudo y amigo.
Octava real
Por la dispensación partirme quiero,
2195
y efectuar el casamiento, hermana,
si no lo estorba aqueste negro acero.
¡Nunca saliera la primer mañana!

Váyase.

Teodora
Corrida estoy, lo mismo considero
que está Belisa, y no es sospecha vana;
2200
pienso que me burló con el anzuelo
de los amores falsos de Riselo.

Sale BELISA.

Belisa
Redondilla
Aguardando estaba aquí
a que mi padre se fuese.

Teodora
¡Ay, sobrina!, no te pese
2205
de que esto te diga ansí.
Redondilla
Tu padre está sospechoso
de verte más opilada
tras el acero, ¡oh espada
de nuestro honor generoso!
Redondilla
2210
Vino la dispensación,
y conmigo se declara
en que dice que repara
en tu negra opilación.
Redondilla
Y no es mucho, porque yo
2215
casi en lo mismo reparo;
¿qué tienes? Háblame claro,
dime si Amor te burló.
Redondilla
Los hombres saben muy bien
negociar con humildad,
2220
finge grande honestidad,
solo quieren que les den
Redondilla
una mano, pero asida
no se les suelta la presa
hasta que el honor confiesa
2225
que está la guarda perdida.
Redondilla
Informose del doctor,
y no hay tal doctor Beltrán,
de que sospechas le dan
que se atreven a tu honor.
Redondilla
2230
Solo le ha tenido a raya
ver que yo contigo fui,
mas dice que me dormí
y que no importa que vaya.
Redondilla
Y en esto tiene razón,
2235
que harto dormida vivía
cuando la sirena oía
del mar de mi perdición.
Redondilla
¡Buen sueño los dos me echastes
en Riselo! ¡Bien dormí,
2240
mientras, liviana, creí
lo que los tres concertastes!
Redondilla
Bien sé que porque os reñía
con tan loco desatino,
me apartaste del camino
2245
de la virtud que seguía.
Redondilla
Dejé luego, ¡ay, nunca fuera!,
mis devociones, ¡traidores!,
y a vuestros locos amores
di más lugar que quisiera.
Redondilla
2250
Oratorios y rosarios
troqué en papeles tan necios,
cuanto muestran los desprecios
y ven los fines contrarios.
Redondilla
Luego traté de casarme,
2255
yo, que del mundo el imperio
por el menos monasterio
no trocara sin trocarme.
Redondilla
Veis aquí de qué sirvió:
yo sin Riselo, engañada,
2260
y aun pienso que tu burlada;
¡ay, si me engañase yo!

Belisa
Romancillo o endecha
Tía de mis ojos,
escúchame atenta,
pues de mis desdichas
2265
le han dado sospechas.
Aquel mancebito
que me vio en la iglesia
de San Sebastián,
me tiró mil flechas.
2270
De ellas, con los ojos;
de ellas, con terceras,
unas en palabras
y otras en promesas.
A la Trinidad,
2275
porque me valiera,
me fui desde entonces
domingos y fiestas.
Debió de ser ángel,
pues se vino a ella,
2280
y para mirarme
se puso más cerca.
De carne nacimos,
no somos de piedra;
si las sigues mucho,
2285
ríndense las fieras.
Del bronce más duro,
si al fuego le llegan,
hacen mil figuras
por la blanda arena.
2290
De un mármol que nace
dentro de una sierra,
hacen una ninfa
de una fuente bella,
¿Qué mucho, señora,
2295
que se muestre tierna
a ruegos de un hombre
la mayor flaqueza?
Por poder hablarle,
¡nunca yo pudiera!,
2300
me fingí opilada,
pálida y enferma.
Hizo el caballero
que a curar viniera
Beltrán, su lacayo,
2305
mi amorosa pena,
y que aquel su amigo
fingiese quererla,
porque nos dejase
proseguir la empresa.
2310
Diérame un jarabe
de coral y perlas
el doctor fingido,
y con oro a vueltas
pensaba mi padre,
2315
¡oh, qué mal lo piensa!,
que tomaba acero,
apio y otras yerbas.
Salí todo el mayo,
cuando el alba alegra
2320
las primeras flores
de la primavera,
a Atocha y al Prado,
en cuyas carreras
bullían los aires
2325
con la hojas nuevas.
Un día que al Soto,
el Soto que riega
Manzanares claro,
fuimos sin sospecha,
2330
ella con Riselo
por las alamedas
se apartaron juntos
un tiro de piedra...
no de piedra, tía:
2335
tiro de ballesta,
pues Amor entonces
disparó sus flechas.
Beltrán con Leonor
sobre la ribera,
2340
en los escondidos
que las zarzas cercan,
en blancas toallas
ponían la mesa
para que almorzasen
2345
las pobres enfermas.
Lisardo, entretanto,
porque no riñera,
solo me decía
palabras honestas;
2350
pero como estaban
las flores risueñas
llenas de rocío
de la aurora fresca,
por aquestos lados
2355
la frescura mesma
se me entró, de suerte,
como yo soy tierna,
que mi opilación
creció, de manera
2360
que jamás me he visto
tan pesada y necia.
La dispensación
mal venida sea,
que quien ama a otro,
2365
todo lo desprecia.
Suplícole, tía,
dilate las fiestas,
hasta ver si acaso
este bulto mengua.
2370
Por lo menos, tía,
cinco meses sean,
que bien habrá cuatro
que pisé las yerbas.

Teodora
Redondilla
¿Con qué paciencia, Belisa,
2375
podrá escucharte Teodora?
¿Con eso vienes agora?

Belisa
Tía, amor tratado en misa
Redondilla
será en servicio de Dios.
Lisandro será mi esposo.

Teodora
2380
¿Cómo, siendo ya forzoso,
no hablaros jamás los dos?
Redondilla
La dispensación venida
y Octavio, hasta aquí engañado,
harán que tu padre, airado,
2385
os quite a los dos la vida.

Belisa
Redondilla
Pues, ¿puédome yo casar
con aqueste inconveniente?

Teodora
No, mas medio conveniente,
¿cómo te puede faltar?

Belisa
Redondilla
2390
¿Qué medio puedo tener?

Teodora
Dilatar el casamiento,
y, en pariendo, en un convento
tu libertad recoger,
Redondilla
adonde sirviendo a Dios
2395
hagas penitencia de esto.

Belisa
Yo negociaré, más presto,
que nos juntaremos los dos.
Redondilla
Y entre tanto fingiré
tal dolor de corazón,
2400
y de aquesta opilación
tantos extremos haré,
Redondilla
que padre y primo me dejen
por cosa inútil.

Teodora
Quien ama
y aventura vida y fama,
2405
no quiere que le aconsejen.
Redondilla
Haz lo que quisiera; yo
no pienso ayudarte más.

Belisa
Yo sé, tía, que lo harás.

Teodora
Yo sé, sobrina, que no.

Belisa
Redondilla
2410
Si no lo hicieres, diré
que tú fuiste la tercera
para que yo me perdiera.

Teodora
¿Qué dices?

Belisa
Que por ti fue.

Teodora
Redondilla
¿Comienza ya la locura?

Belisa
2415
¡Qué terrible opilación!
Parece que el corazón
salir del pecho procura.
Redondilla
Llámame luego un doctor.

Teodora
¿Al fin te ayudo?

Belisa
Querría.

Teodora
2420
¿Qué tienes?

Belisa
Señora tía,
de aquí, aquí tengo el dolor.

Vanse, y entren LISARDO y RISELO.

Riselo
Redondilla
Cuando más pienso que estoy,
Lisardo, libre y contento,
y que de este pensamiento
2425
más lejos huyendo voy,
Redondilla
entonces de los cabellos
me arrastra, y sin resistencia
del alma, con más violencia
vengo a sus puertas por ellos.
Redondilla
2430
Si esta fuera una mujer
menos diestra y entendida,
pasara segura vida,
pero ¿cómo puede ser,
Redondilla
si apenas le doy enojos,
2435
cuando de aquel mismo estilo
ya me ha herido por el filo
con un Florencio en los ojos?
Redondilla
¿Cómo la veré? Que muero,
si os digo verdad.

Lisardo
Muy bien,
2440
que conmigo su desdén
no tendrá rigor tan fiero.
Redondilla
Dejadme a mí negociar,
que en mis cosas soy discreto,
y yo en las vuestras.

Riselo
Efeto
2445
de amor.

Lisardo
Yo quiero llamar.

Riselo
Redondilla
Llamad, que no hay golpe ahí
que no sienta el corazón.
¿Sale?

Lisardo
Sí; chapines son.

Riselo
En el alma lo sentí.

Sale MARCELA.

Marcela
Redondilla
2450
¡Jesús! ¿Quién llama?, ¿quién es?

Lisardo
Yo soy, Marcela.

Marcela
¡Oh, Lisardo!
¿Dónde queda aquel gallardo?

Lisardo
Preguntas por lo que ves.

Marcela
Redondilla
¡Ah, si no le había visto!
2455
¡Qué buena venida es esta!
¿Vosotros aquí?

Lisardo
La fiesta
pasada.

Marcela
Apenas resisto
Redondilla
la risa, que no hay contento
como ver un loco amante
2460
con invención semejante
declarar su pensamiento.
Redondilla
¿Qué hay de la fiesta pasada?

Lisardo
Que un bizarro pretensor
de vuestro amor, que a su amor,
2465
por dicha, habéis dado entrada,
Redondilla
en una conversación
mostró un papel de Riselo,
haciendo burla, y recelo
que pueda ser ocasión
Redondilla
2470
de una desgracia notable;
merced a los dos haréis
de que los demás me deis,
y que en esto no se hable.
Redondilla
Que no es razón que de un hombre
2475
como Riselo, y que ha sido
de vos tan favorecido,
y que ya tuvo este nombre
Redondilla
anden papeles así;
que de amor no le hay discreto,
2480
fuera del mismo sujeto.

Marcela
Lisardo, ¿esta treta a mí?
Redondilla
¿Yo papel suyo, que ya
hasta memorias quemé?
Eso ya pasó, ya fue.
2485
Y pues acabado está,
Redondilla
¿para qué puede ser bueno
volverlo a resucitar?

Riselo
[Aparte]
(La mujer me ha de matar;
estoy de cólera lleno.
Redondilla
2490
El juego me ha visto. ¡Ah, cielo,
qué poco sabe un rendido!)

Lisardo
Bien sabes que te ha querido
y que te quiere Riselo.
Redondilla
No te digo que le quieras,
2495
mas que sus prendas nos des
y no te quejes después,
si esta burla para en veras,
Redondilla
que si le aprietas, por Dios,
que te haga algún pesar.

Marcela
2500
¿Acabáis de concertar
ente enredillo los dos?
Redondilla
¿Qué pesar que puede hacer,
que está el cuitado temblando?

Riselo
Qué bien dices, confirmando
2505
que ya no debes de ser
Redondilla
mi fuego, pues tiemblo a ti,
que si a ti me calentara,
claro está que no temblara.

Marcela
No lo entiendes bien ansí;
Redondilla
2510
tiemblas del hielo, Riselo,
que has visto en mí para ti.
Porque habiendo tanto en mí,
es fuerza temblar de hielo;
Redondilla
mas ¿cómo vuelves acá,
2515
si no soy tu fuego yo?
Cuénteme el caso, ¿no halló
lo que imaginaba allá?
Redondilla
¿No me dijo que tenía
Teodora grandes secretos
2520
para despicar discretos?
¿Qué ha sido, por vida mía?
Redondilla
¿Hallola tonta? ¿Qué vio?
¿No es limpia? ¿Qué le ha pedido?
¿Cánsale el verse querido?
2525
¿Qué defectillos la halló?
Redondilla
¿Es flaca, es mal hecha, fría?
Cuénteme todo el suceso;
yo soy buena para eso.

Lisardo
¡Qué notable picardía!
Redondilla
2530
Dios nos libre del estado
en que está agora Riselo.

Marcela
¿No habla?

Riselo
¿Que quiso el cielo
que un socarrón despejado,
Redondilla
atrevido picarón,
2535
burlador de cuantas vía,
se halle atajado este día
a manos de su traición?
Redondilla
¿Soy yo? Sospecho que no.
No es posible; hasme trocado.
2540
¡Ay, Marcela!, hoy has vengado
mil mujeres.

Marcela
¿Yo?

Riselo
Tú.

Marcela
¿Yo?

Riselo
Redondilla
Tú, pues.

Marcela
¿Luego mil mujeres
le quieren? Hanle engañado.
Majadero confiado,
2545
¿con eso engañarme quieres?
Redondilla
¿No estás seguro de mí,
y de mil lo estás?

Lisardo
Es más
tu rigor que mil; ya estás
vengada; esto basta ansí.
Redondilla
2550
Por no te dar pesadumbre,
nunca más habló a Teodora.
Marcela, el hombre te adora;
tú eres de sus ojos lumbre.
Redondilla
Hágase aquesta amistad
2555
con protestación.

Marcela
No quiero,
sino me jure primero
que me ha de tratar verdad.

Riselo
Redondilla
¿Cuándo yo no la traté?,
¿cuándo tu esclavo no fui?

Marcela
2560
Hinque la rodilla aquí,
y diga ansí.

Riselo
Sí diré.

Marcela
Redondilla
Tuyo soy.

Riselo
Tuyo soy.

Lisardo
Mira
que esto parece conjuro.

Marcela
Asegurarme procuro.

Lisardo
2565
Tu imperio, Marcela, admira.

Marcela
Redondilla
Ahora bien; bese la mano.

Riselo
¿Mas qué quieres? ¿Como mona,
que te haga buzcorona?

Lisardo
Abrácense, y quede llano,
Redondilla
2570
por ciento y un año en paz,
como la paz de Valencia.

Abrácense.

Riselo
¡Qué me cuestas de paciencia,
bellísima pertinaz!

Salen FLORENCIO y GERARDO.

Florencio
Redondilla
A buen tiempo hemos llegado.

Gerardo
2575
La amistad se confirmó.

Florencio
Por testigos nos llamó
de que ya se ha confirmado.

Gerardo
Redondilla
No hay que fiar en amantes
de largo trato y costumbre.

Lisardo
2580
No ha de haber más pesadumbre.

Riselo
Tocas, medias, cintas, guantes,
Redondilla
te quiero dar, prenda mía,
mañana, en cas de la Hermosa,
y de una tela vistosa.

Marcela
2585
Téngase, que eso sería
Redondilla
gasto excesivo.

Riselo
Mi bien,
yo gusto de esto.

Marcela
Yo no,
oiga lo que quiero yo.

Riselo
¿Qué quiere ella que le den?

Marcela
Redondilla
2590
Doce varas de estameña
para un hábito Francisco,
con que me suba en un risco
a ser fraila berroqueña,
Redondilla
y un poco de tafetán
2595
para cierto escapulario,
pero será necesario,
si lo que pido me dan,
Redondilla
pedir a Teodora el suyo,
para que por su medida
2600
me lo corten.

Riselo
En mi vida
vi desgarro como el tuyo.

Marcela
Redondilla
Ahora bien, yo os quiero dar
de merendar a los dos.

Lisardo
¿Tienes algo?

Marcela
Sí, por Dios.

Riselo
2605
Pues dame de merendar,
Redondilla
que ha tres días que por ti
solo he comido un capón,
seis conejos y un jamón.

Marcela
¿Con eso vienes ansí?

Riselo
Redondilla
2610
¿Estoy flaco?

Marcela
Estás perdido;
no comen más seis tudescos.

Riselo
Solo treinta huevo frescos
para dormir he sorbido.
Redondilla
Hormiguillos y almendradas
2615
no tienen número.

Marcela
Bien.

Riselo
Olvídanseme también...

Marcela
¿Qué?

Riselo
Tres o cuatro empanadas.

Marcela
Redondilla
¡Mirad lo que hay que fiar!

Riselo
¡Pues cuál amante lo fue
2620
que por celoso que esté
se acostase sin cenar?

Váyanse los tres.

Gerardo
Redondilla
Feos habemos quedado.

Florencio
Pues yo he pensado un remedio,
que si de mi mal no es medio,
2625
es para quedar vengado.

Gerardo
Redondilla
¿Cómo?

Florencio
Este Lisandro adora
a Belisa.

Gerardo
Así es verdad.

Florencio
Y por amor o amistad,
este Riselo, a Teodora.
Redondilla
2630
Quiero pedirla a Prudencio
por mujer, y tú también
pide a Teodora.

Gerardo
Harto bien.

Florencio
Pues con cuidado y silencio,
Redondilla
que yo les daré un pesar
2635
con que me dejen la presa.

Gerardo
Venganza terrible es esa.

Florencio
Amor enseña a vengar.

Vanse, y salen LEONOR y BELTRÁN.

Beltrán
Redondilla
No quiero satisfacciones,
vive Dios, que el forastero
2640
es el que priva.

Leonor
No quiero
gastar contigo razones,
Redondilla
que eres un desatinado
en llegando a estar celoso.

Beltrán
Ladrón de casa, es forzoso
2645
que tope lo bien parado.
Redondilla
Este lacayo de Octavio
vive en tu casa, Leonor;
cobrándole vas amor,
bien me lo dice mi agravio.
Redondilla
2650
¿En el Prado no te vi
hablar, Leonor, con Salucio?

Leonor
¿Yo con un hombre tan sucio?

Beltrán
Todas lo decís así.
Redondilla
Yo estuve a todo presente,
2655
y por testigo te aplico
la fuente del Abanico;
mira si es harto corriente.

Leonor
Redondilla
Plega a Dios que si le quiero,
que jamás tenga ventura.
2660
¿Ese andrajo, esa basura?

Beltrán
¡Ay, Leonor, que es forastero,
Redondilla
y no hay forastero malo!
Porque, en efecto, se va,
y así, lo poco que da
2665
se tiene por más regalo.

Sale PRUDENCIO y OCTAVIO.

Leonor
Redondilla
¡Ay, Beltrán!, que mi señor
y Octavio vienen allí.

Beltrán
Súbete arriba.

Leonor
¡Ay de mí!

Beltrán
Temblando estoy de temor.

Prudencio
Endecasílabos sueltos (tirada)
2670
¡Un hombre en el portal!

Octavio
Llega, Salucio;
mira quién está allí.

Prudencio
Con estos celos
yo propio miraré quién es el hombre.
¿Qué buscáis, gentilhombre, en esta casa?

Beltrán
Señor, pasaba cierto forastero
2675
de mi tierra, y estoy no bien vestido,
y quísele esperar aquí escondido.

Octavio
¡Prudencio!

Prudencio
¡Octavio!

Octavio
O yo he perdido el seso
o es aqueste el doctor que visitaba
a Belisa, mi esposa.

Prudencio
¡Santo cielo,
2680
pues el doctor en hábito lacayo!

Beltrán
¿Mandáis alguna cosa?

Prudencio
Oíd un poco:
¿no sois vos el doctor?

Beltrán
Ya caigo en ello.
Tengo un hermano aquí, que me parece.
Somos de la montaña, y gente pobre;
2685
servía en Salamanca al doctor Soria,
aprovechose bien, y graduose
por un colegio y vínose a la Corte.
Súpelo en Cangas, vine a que me hiciese
algún bien, y, mirándome tan roto,
2690
negó que era su hermano, y yo, afligido,
metime, como veis, lacayo.

Prudencio
¿Y cómo
se llama ese doctor?

Beltrán
Beltrán se llama.

Prudencio
¿Y vos?

Beltrán
Beltrán también, porque nosotros
de aquel famoso ciego descendimos,
2695
que llevó por la puente de Alcolea
los ciento y veinte ciegos.

Octavio
No me agrada.

Prudencio
Ni a mí tampoco.

Octavio
Sea verdad, que el hábito
mucho de lo que vi le diferencia;
mas, vive Dios, que el rostro, el habla, el talle,
2700
que son del doctor mismo.

Prudencio
Pues, sobrino,
yo quiero hablar con vos distintamente.
Mi sangre sois, y no mi yerno agora;
aunque ha venido ya bula y licencia,
sospechas traigo de mayor enredo.
2705
Sacad la espada, y tú las manos ata
a ese villano.

Beltrán
A mí, ¿por qué, señores?

Octavio
No despegue los labios, si no quiere
una lengua de acero, señor médico.

Prudencio
Por el acero que le dio a Belisa,
2710
mereciera la paga con acero.

Salucio
Estese quedo el bellacón.

Octavio
Advierte
que no está bien en el portal; arriba
le puedes encerrar en tu aposento,
que quiero examinarle.

Beltrán
¿Por qué causa
2715
me tratáis de esta suerte?

Octavio
¡Oh, falso médico!

Prudencio
¡Di a quién sirves, villano!

Salucio
Vaya arriba,
señor doctor fingido.

Prudencio
¡Ay, hija ingrata!
Trae un hacha y tocino.

Beltrán
¿Soy yo negro?

Octavio
2720
Más te quiero por padre que por suegro.

Vanse, y salgan BELISA y TEODORA.

Teodora
Redondilla
Ya por la dispensación
Octavio y tu padre fueron.

Belisa
Tía, si entonces le dieron
tanta pena al corazón,
Redondilla
2725
cuando venga, ¿qué será?
Perder pienso los sentidos.

Teodora
Amando, ¿qué más perdidos?
Por mi mal lo supe ya.

Belisa
Redondilla
¿Cómo, si en esta ocasión,
2730
mi padre quiere obligarme,
puedo, Teodora, casarme?
¡Ay, terrible confusión!
Redondilla
Será bien decirle a Octavio
el estado de mi mal;
2735
mas soy mujer principal
y mucho mi honor agravio.
Redondilla
Hablaré algún religioso
que le diga al padre mío,
mas temo algún desvarío
2740
de su pecho riguroso.
Redondilla
¡Oh, nunca a Lisardo viera!
¡Nunca Beltrán me curara!
¡Nunca el acero tomara!
¡Nunca a Manzanares fuera!
Redondilla
2745
Que donde va a lavar
cuanto una Corte se viste,
allí, honor, manchado fuiste.

Teodora
¿Ya de qué sirve llorar?

Belisa
Redondilla
¡Oh, malditos los papeles,
2750
las ternuras, los amores!
¡Oh, lisonjeros traidores!
¡Oh, amigos falsos, crueles!
Redondilla
¿Qué será agora de mí?

BELTRÁN, en alto.

Beltrán
Ce, Belisa; ce, Teodora.

Belisa
2755
¿Quién nos llama?

Beltrán
Yo, señora.

Teodora
¿Quién?

Beltrán
Beltrán.

Belisa
¿Beltrán aquí?

Beltrán
Redondilla
Aquí, por mi mal, estoy.

Teodora
¿Tú en nuestra casa, Beltrán?

Beltrán
Siempre aqueste premio dan
2760
a los que son como soy.
Redondilla
Yo no fui más de tercero,
mas como ha llegado el fallo,
no habiendo sido yo el gallo
estoy en el gallinero.

Belisa
Redondilla
2765
¿Cómo te han subido ahí?

Beltrán
Halláronme en el portal
con Leonor.

Belisa
¡Qué desigual
desdicha!

Beltrán
Mucho lo fui.
Redondilla
Conocieron que yo era
2770
el doctor que te curaba,
y puesto que yo negaba
con invención que pudiera
Redondilla
servir en una comedia,
adónde solo se entiende
2775
lo que el poeta pretende
para dos horas y media.
Redondilla
No me aprovechó, y ansí
me ataron, y a este aposento
me suben a dar tormento;
2780
¡doleos las dos de mí!

Belisa
Redondilla
Perdidas somos, Teodora.
Todo se descubre.

Teodora
¡Ay, cielo!
No digas lo de Riselo,
Beltrán.

Beltrán
¡Cómo no, señora!,
Redondilla
2785
¿no ves que soy un gallina?

Teodora
Él me ha de echar a perder.

Sale LEONOR.

Leonor
¡Ay, señora!, ¿qué has de hacer?
Tu remedio determina,
Redondilla
que Octavio y tu padre, airado,
2790
un hacha encendiendo están
para pringar a Beltrán.

Beltrán
¡Que un hombre muera pringado
Redondilla
no más de por ser doctor!
Cuando yo astrólogo fuera
2795
esa pena mereciera,
mas no por curar de amor.
Redondilla
¡Belisa, de mí te duele!

Belisa
¿Cómo te podré librar?

Leonor
Por la puerta no hay tratar.

Beltrán
2800
¿Pues dónde quieres que vuele?
Redondilla
¿Nunca leíste la historia
de Fernán González?

Belisa
Sí.

Beltrán
¿Y de la infanta que allí
ganó tan alta memoria?

Belisa
Redondilla
2805
Ya sé que con un vestido
de mujer, librarle pudo,
pero ponértele dudo.

Leonor
Aquí una llave he traído
Redondilla
que hace a aquel aposento.

Belisa
2810
Pues quedaos las dos aquí,
que he de sacarle de allí,
aunque fuese por el viento.

Éntrese BELISA y quítese BELTRÁN.

Teodora
Redondilla
¿Dónde aquella loca es ida?

Leonor
Adonde la fuerza amor.

Teodora
2815
Mejor dijeras su honor,
que importa más que la vida.

Leonor
Redondilla
Y aun a ti, porque dirá
lo que sabe de Riselo.

Salen OCTAVIO y PRUDENCIO.

Prudencio
Que lo han sabido recelo.
2820
Mas aquí Teodora está.

Octavio
Redondilla
Si ha de dar por fuerza voces,
¿quién duda que han de saber
todo lo que se ha de hacer?

Prudencio
Ya es de noche; ansí te goces,
Redondilla
2825
que dejes, hasta que sea
más tarde, la ejecución.

Octavio
Reviéntame el corazón,
que la venganza desea.
Redondilla
Echa tu hermana de aquí;
2830
tú, Leonor, ve a tus haciendas.

Vase LEONOR.

Prudencio
Teodora, puesto que entiendas
lo que no entiendo de ti,
Redondilla
déjame solo un momento.

Teodora
Haz tu gusto, y plega a Dios
2835
que no os resulte a los dos
en más pena y sentimiento.

Prudencio
Redondilla
Ve con Dios, santa, que ya
se sabe tu hipocresía.

Teodora
Quien habla en la honra mía,
2840
en la de fuera, ¿qué hará?
Redondilla
Así te despeña Octavio,
con años locos y pocos.

Prudencio
Vete, y déjanos ser locos.

Teodora
¿Tú eres noble? ¿Tú eres sabio?

Vase TEODORA y sale SALUCIO.

Salucio
Redondilla
2845
Cuando estaba apercibida
el hacha, a la puerta llama
un hidalgo, cuya fama
es agora conocida
Redondilla
en toda la Corte; abrí,
2850
que no lo pude excusar.
¿Ha de entrar?

Prudencio
Bien puede entrar;
pero su nombre me di.

Salucio
Redondilla
Florencio.

Prudencio
No le detengas,
2855
ni el hacha mates: será
para acompañarle.

Salucio
Ya
entra.

Salen FLORENCIO y GERARDO.

Prudencio
En hora buena vengas.
Romance (tirada)
2860
¿Qué novedad es aquesta?
¿Tú, Florencio, en esta casa?

Florencio
Con razón te lo parece,
pues mi padre, que Dios haya,
que fue tan amigo tuyo,
2865
de una edad y de una patria,
me dejó la obligación
de servirte.

Prudencio
¿Qué es la causa
de venirme a ver de noche?

Florencio
¡Que la vergüenza a la cara
2870
pusiste este velo negro!
Aquí conmigo te aparta.

Prudencio
Cualquiera cosa que quieras,
seguramente la trata
delante de Octavio, que es
2875
hijo de mi hermano.

Florencio
Estaba
necio, por no conocerle,
que ser vuestra sangre basta;
tenedme por vuestro.

Octavio
Y yo
2880
lo mismo os ruego.

Florencio
Quien ama
dicen que tiene licencia
de hablar sin arengas largas.
Este caballero y yo,
que es Gerardo de Navarra,
2885
que está haciendo en esta Corte
los negocios de Tafalla,
hemos visto algunos días,
y muchos oído en fama,
la hermosura y la virtud
2890
de Belisa y vuestra hermana;
y aunque hubiera los terceros,
que era justo, porque agravia
quien ama su mismo amor,
si por sí mismo no habla,
2895
como veis, venido habemos.

Prudencio
No digáis más, que quien pasa
tan adelante en las obras,
no lo ha de hacer en palabras.
Veis aquí, Octavio, los dos
2900
que mi honrada casa infaman,
que como el doctor ven preso,
hales temblado la barba.
Cierra esas puertas, Salucio.

Octavio
Muy bien has dicho. No salgan
2905
sin que averigües primero
el autor de tanta infamia.

Gerardo
Señores, ¿qué es lo que hacéis?

Florencio
¿Por qué sacáis las espadas,
y con tan feas razones
2910
nos tratáis en vuestra casa?

Octavio
Agora sabréis lo que es.
Ve presto, Salucio, llama
al doctor fingido.

Salucio
Voy.

Vase.

Florencio
Algún suceso os engaña
2915
a que nos tengáis por otros.

Prudencio
¿Luego no es tuya la traza
para engañar a Belisa,
recogida un tiempo y casta,
y a la hipócrita Teodora,
2920
con el que aquí te acompaña?
¿De fingir la opilación,
que ya en cuatro meses anda,
y que un lacayo o Beltrán
con gorra y con guantes de ámbar,
2925
se finja doctor y mande
que salga por las mañanas
al Prado, con el acero
que vida y honra me pasa?

Florencio
Este que traigo ceñido
2930
a mí me pase hasta el alma
si tal hice.

Octavio
¿Cómo no?

Sale SALUCIO.

Salucio
El hombre que preso estaba,
el doctor, digo, lacayo,
sin duda alguna almohaza
2935
las mulas de los demonios,
porque no parece en casa,
ni se sabe de tu hija.

Octavio
¡De Belisa! Otra desgracia.

Prudencio
¿Mi hija falta con él?

Salucio
2940
Beltrán y tu hija faltan.

Prudencio
Dame esa espada, sobrino;
Octavio, dame esa espada;
matar a mi hermana quiero.

Octavio
¿Qué culpa tiene tu hermana?

Florencio
2945
Señores, ¿queréis que os diga
quién todo este daño causa?
Pues sabed que el uno de ellos,
que me ha quitado una dama,
me obliga a venir aquí
2950
a quitarle, por venganza,
a Belisa; de esa suerte,
venid antes que se vayan,
que yo os diré dónde están.

Octavio
¡Caso extraño!

Prudencio
¡Cosa extraña!

Florencio
2955
Seguidme.

Prudencio
¿Quién es?

Florencio
Seguidme.

Prudencio
Sobrino, tomemos armas.

Octavio
Prudencio, con tanto acero
embotarán las espadas.

Váyanse, y salgan BELISA, con capa, espada, sombrero y vaquero, y BELTRÁN, con un manto.

Belisa
Redondilla
¡Oh, lo que la noche encubre!

Beltrán
2960
¡Gallarda vienes, por Dios!

Belisa
Trocado habemos los dos
el ser que el hábito cubre.

Beltrán
Yo llevo gentil galán.