¡AY, VERDADES, QUE EN AMOR...!, La famosa comedia de
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
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Título: ¡AY, VERDADES, QUE EN AMOR...!, La famosa comedia de. Procedencia: Parte 21 (1635)
Título: LAS VERDADES DE AMOR, Comedia de. Procedencia: Final del III acto
Autoría
Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría fiable
Peregrino
Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II: No
Parte
Parte XXI (1635)
Manuscrito
Tipo: Autógrafo
Localización: Londres, British Library (Reino Unido)
Ref. bibliográfica: M. Presotto: Le commedie autografe di Lope de Vega. Catalogo e studio. Kassel, Edición Reichenberger, 2000. 87.
Tipo: Copia
Localización: Barcelona, Institut de Teatre (España)
Ref. bibliográfica: M. Presotto: Le commedie autografe di Lope de Vega. Catalogo e studio. Kassel, Edición Reichenberger, 2000. 89.
Nota: Letra del siglo XIX.
Tipo: Copia
Localización: Madrid, Biblioteca Histórica Municipal (España)
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 12.
Nota: Letra del siglo XIX.
Otras ediciones del siglo XVII
Título: ¡AY, VERDADES, QUE EN AMOR...! FAMOSA COMEDIA
Colección: Parte 29 de la Colección Diferentes Autores (Valencia, S. Esparsa - J. Sonzoni, 1636)
Atribución: Lope de Vega
Ref. bibliográfica: Profeti, Maria Grazia: La collezione "Diferentes autores". Kassel, Reichenberger, 1988. 79-85.
Colecciones modernas
*Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.
Ref. bibliográfica: E. Cotarelo et al. eds.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española [nueva edicion] (Con prólogos de E.Cotarelo y Mori y otros, 13 vols.). Madrid, RAE, 1916-1930. III.
Observación:
* Edición utilizada
Ediciones singulares modernas
- Ay, verdades, que en amor, ed de Juliá Martínez, Eduardo, Madrid, Librería y casa editorial Hernando, 1936
Nota: En Lope de Vega Carpio. Obras dramáticas escogidas.
Observación: R. Grismer, Bibliography of Lope the Vega (1965), señala la existencia de una edición a cargo de Robert Bishop, tesis doctoral inédita presentada en la University of Chicago en 1953. No ha sido posible localizar esta referencia (nota de mpr).
Versiones y traducciones
No se conocen
Bibliografía secundaria
- Serés, Guillermo. "Consideraciones metateatrales en algunas comedias de Lope de Vega". Teatro de palabras. núm. 5. p. 87-117. 2011.
Nota: Sobre: Lo fingido verdadero, El castigo sin venganza, El Argel fingido y renegado de amor, La Arcadia, Quien todo lo quiere, ¡Ay, verdades, que en amor…!, Porfiar hasta morir.
ANOTACIONES PRAGMÁTICAS
Ver / Ocultar secciónDatación
Fecha: 1625
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 98.
Nota: Ms. Aut., British Library. Fechado el 12 de noviembre de 1625 (MB, 98)
Dedicatorias
No existe dedicatoria.
Cómputo de versos
Número: 2774
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 70-71 .
CARACTERIZACIONES
Ver / Ocultar secciónPersonajes no computables
Personajes computables
Universo social
Tiempo histórico
Época contemporánea
Nota: El tiempo histórico parece estrictamente contemporáneo, pues la descripción que hace don García de su falsa estancia en Italia parece referirse a la campaña dirigida por el duque de Feria y el marqués de Santa Cruz contra las tropas francesas que habían sitiado Génova, campaña que tuvo lugar en 1625, el mismo año en que se cree escrita la obra. También alude don Juan al ataque inglés a Cádiz que tuvo lugar en el mismo año.
Marco espacial
Acto 1
Topónimo: Madrid. [España]. Europa. Espacio: calle; casa de Clara; casa de Celia; salida de uno de los corrales de comedias.
Acto 2
Topónimo: Madrid. [España]. Europa. Espacio: casa de don Juan; puerta y casa de Celia; calle de Celia.
Acto 3
Topónimo: Madrid. [España]. Europa. Espacio: casa de Celia; casa de don García; reja de la casa de Celia; casa de Clara; calle donde vive Celia.
Duración
Entreacto 1 a 2: Número indeterminado de días
Acto 2: 2 días (aprox.). Nota: Durante un día: por la tarde; por la noche; al día siguiente, por la mañana
Entreacto 2 a 3: 1 día. Nota: El acto empieza en la mañana del día siguiente al fin del acto segundo
Acto 3: 2 días. Nota: Por la mañana, muy temprano. Durante dos días. La comedia acaba de noche.
Género
Género principal:
- Comedia > universo de verosimilitud > urbana.
Extracto argumental
Acto 1
La acción da comienzo por la mañana temprano. Don Juan, caballero montañés pretendiente en la corte, llega a Madrid acompañado de su criado Martín. En una calle de la ciudad encuentra a Celia, dama, que junto con su criada Inés, ambas tapadas con mantos, vuelve a casa. Con palabras corteses, don Juan intenta que Celia se descubra, pero ella se resiste. Celia tampoco accede a decirle dónde se encuentra su casa. Lejos de desesperarse, don Juan confiesa a su criado que se siente aliviado por la actitud de Celia, viendo en su desdén una oportunidad para no enamorarse y evitar complicaciones. El mismo parecer manifiesta Celia a su criada. Sin embargo, el azar hace que don Juan, que es perseguido por Leoncio, Pradelio y Leandro, quienes intentan acuchillarlo, se refugie en casa de Celia. Esta, tras reconocer en él al caballero que había desdeñado por la mañana, y ver el valor con el que se ha defendido de sus agresores, decide alojarlo en su casa y curarle una herida que ha sufrido en una mano. Don Juan revela a Celia su identidad -se llama Juan Guerra-, su linaje y el motivo que le ha traído a la corte. Celia acepta ser su enamorada. El criado Martín, por su parte, reclama de la criada Inés la misma atención y cuidados que su amo recibe de doña Celia, pero Inés se niega, ya que Martín, encarnación del valentón cobarde, no estaba junto a su amo cuando fue atacado sino en una taberna bebiendo y jugando. Don Juan y Celia son interrumpidos por la visita inesperada de una dama y su criada. Don Juan se esconde y Celia recibe a doña Clara, amiga de don García, antiguo galán de Celia. Don García, aún enamorado de Celia, ha recurrido a la ayuda de Clara para recuperarla. Tal como había convenido con el caballero, Clara cuenta a Celia que su honor ha quedado comprometido por haberse entregado, bajo promesa de matrimonio, a don García, quien la ha abandonado por estar enamorado de Celia. Clara finge tener celos de Celia y le ruega que le ayude a reconquistar a don García impidiendo al galán la entrada en su casa. El objetivo de la mentira es que doña Celia sienta celos de doña Clara y de este modo devuelva su favor a don García. En esto, llega don García a casa de Celia, quien a pesar de todo le reafirma su desdén. Don García le reclama las cartas que le había escrito y un retrato suyo que le había regalado. Celia cree que don García le pide el retrato para entregárselo a Clara pero el galán, para demostrarle que su amor dura todavía, lo rompe en su presencia. Don García abandona la casa con intención de marcharse a Italia para olvidar a su dama. Poco después marchan también doña Clara y su criada, quienes han estado escondidas durante la conversación entre don García y Celia, no sin que antes Julia, la criada de doña Clara, pida a Inés, doncella de doña Celia, que impida a Martín entrar en su casa, en un juego de simetría entre el mundo de los señores y el de los criados. Cuando a su vez don Juan y Martín salen de casa de Celia, el criado descubre los pedazos del retrato del otro galán y, tras mostrárselos a su amo, este se resuelve a conocer a su dueño. Para ello se dirigen hacia uno de los corrales de Madrid, donde acaba de estrenarse una comedia, creyendo que es probable que el desconocido galán haya asistido a la representación. En efecto, a la salida del espectáculo encuentran a don García, a quien Martín reconoce como el modelo del retrato. Tras entablar conversación con él, don García les explica sin reparos que su dama, Celia, de condición inestable en asuntos de amor, le ha desdeñado. Las palabras de don García sobre Celia despiertan la desconfianza en don Juan que decide, para no desengañarse, olvidar a Celia.
Acto 2
Ha transcurrido algún tiempo desde que don Juan se volviera distante y frío con Celia. En una de las tardes en las que Clara sale a pasear por la Calle Mayor, visita en su casa a don Juan. Quiere hacerle entender que el amor que Celia siente por él es sincero y que, por lo tanto, no puede seguir tratándola con indiferencia, despreciando sus visitas y rompiendo sus cartas. Celia, le advierte Clara, es mujer rica, de linaje y de fuerte carácter. Mientras Clara trata con don Juan sus desavenencias amorosas con Celia, don García, quien a pesar de haber anunciado su partida a las guerras en Italia sigue viviendo a escondidas en Madrid, vigila por las noches la puerta de la casa de Celia, lo cual le da ocasión de descubrir que un caballero y su criado entran en ella a veces. Corroído por los celos y no resignándose a perder a doña Celia, pide a un amigo de confianza, Alberto, que se haga pasar por soldado italiano y que, con la excusa de traer una carta y regalos de don García, se cuele en casa de Celia y averigüe lo que pasa.
Por su parte, a la mañana siguiente Celia se queja con su criada Inés de la condición esquiva de don Juan, quien con su frialdad le está haciendo sufrir lo mismo que ella hizo padecer a muchos hombres. Inés sugiere a su dama que finja recibir una carta de don García, a quien creen en Italia, y la lea en presencia de don Juan, para de este modo excitar los celos de este y provocar su amor. Estando en esto, el propio don Juan y su criado Martín aparecen en casa de Celia. Mientras conversan, entra Inés y anuncia a su señora que no es necesario fingir la llegada de una carta de don García pues realmente un soldado acaba de llegar con una misiva del caballero desde Italia. Inmediatamente, entra Alberto disfrazado de soldado italiano y haciéndose llamar Ascanio de li Estorneli. Ascanio-Alberto comunica a Celia que viene de parte de don García, que se encuentra en Milán, para entregarle una carta y una joya que no trae consigo pero que la criada, Inés, podrá recoger a la mañana siguiente temprano en la posada en la que se aloja, en la calle de Alcalá. Celia recoge la carta y, para demostrar a don Juan su amor por él y su desdén hacia don García, lee la carta de este en voz alta ante don Juan. Este se mantiene impasible y cuando abandona la casa de Celia ni siquiera confiesa a su criado Martín, que ha presenciado toda la escena, que siente celos por los apasionados y desesperados sentimientos de don García hacia Celia. A las advertencias de Martín sobre la posibilidad de que Celia se canse de su desdén y se vengue abandonándolo por otro galán más afable, don Juan replica envanecido que Celia jamás dejará de quererle. Mientras, Celia comenta a Inés que aprecia la amabilidad de don García al enviarle carta y regalo, y que no descarta aceptar sus requerimientos amorosos, harta de los desdenes de don Juan.
Por su amigo Alberto, el falso Ascanio, don García se entera de que el caballero a quien veía entrar en casa de Celia es don Juan y de que Celia está perdidamente enamorada de él, pero que no parece ser correspondida en la misma medida. En vista de los acontecimientos, don García, de nuevo con la ayuda de Alberto, decide fingir que acaba de regresar de Italia. Al día siguiente, por la mañana, cuando don Juan se encuentra en casa de Celia y mientras esta le manifiesta que da por terminado su amor hacia él a causa de sus desplantes, Inés oye ruido de trompetas y caballos en la calle. Inés y Celia se asoman a los balcones y ven pasar a caballo, presidiendo el desfile, a don García engalanado de verde y plata. Celia ve claro que es el momento de vengar los desaires de don Juan diciéndole que va a aceptar a don García por amado. Don Juan, que estaba completamente seguro y tranquilo sobre los sentimientos de Celia hacia él, de repente enloquece de celos. Con la confesión abierta de su amor por Celia a Martín concluye el segundo acto.
Acto 3
Al día siguiente de que Celia diera por terminado sus amores con don Juan, este se presenta por la mañana muy temprano en su casa. Los celos le hacen sospechar que Celia ha pasado la noche con don García y pretende entrar a toda costa en el aposento de la dama para comprobarlo. La violenta discusión suscitada entre ellos es interrumpida por la llegada de don García y Alberto. Para preservar su honor, Celia pide a don Juan que se esconda. El criado Martín recomienda a su amo que contenga sus celos e impulsos para no empeorar la situación, pero cuando don García abandona la casa, don Juan, enojado por el buen recibimiento que Celia ha dispensado al otro caballero, vuelve a dar rienda suelta a sus celos y reproches. Celia, por su parte, le recuerda que ha sido él, con su comportamiento indiferente hacia ella, quien ha dado al traste con su relación. Para soportar la venganza de Celia, que se declara dama de don García, Martín aconseja a su amo paciencia o que se ausente de Madrid. En su casa, don García recibe la visita de la criada Inés que enviada por Celia le trae ropa limpia y blanca. A cambio, don García entrega a la criada una caja llena de joyas para Celia y una cadena para ella.
Durante los dos días transcurridos desde que Celia aceptara de nuevo a don García, don Juan no ha podido descansar un momento pensando en su amada y atormentado por los celos. Apostado en la reja de la casa de Celia, en la que ya permaneció vigilante durante toda la noche anterior, con amargura y pena don Juan da rienda suelta a sus lamentaciones ("ay, verdades, que en amor / siempre fuistes desdichadas") hasta el punto de enternecer a Celia que, a escondidas, le ha estado escuchando. Martín, conmovido por la desesperación de su amo, quiere ayudarle y le propone llamar a Inés para que les abra la puerta pero don Juan se lo impide.
A la mañana siguiente, don García conversa con doña Clara, quien le confirma que Celia está ya previniendo todo para su inminente boda con él. En esto, aparece don Juan, momento en que don García se ausenta y quedan hablando la dama y el caballero recién llegado. La dama le confirma que Celia está preparando su boda con don García, ante lo cual don Juan decide marcharse al día siguiente a Cádiz para unirse al Almirante don Enríquez y otros caballeros que parten a la defensa de la ciudad frente a las tropas inglesas que la atacan. Al salir de casa de Clara, don Juan se cruza con Celia al salir de casa de Clara pero no la reconoce. Celia, sin embargo, sí reconoce al criado Martín, al que explica que sigue enamorada de su amo pero también le confiesa su convicción de que si le vuelve a querer don Juan la ha de olvidar. Al saber del amor de Celia, antes de partir para Cádiz, don Juan vuelve a la calle de la dama. En ella aparece don García, acompañado por Alberto y otras gentes, que viene a concertar su matrimonio con la dama. Don Juan, haciéndose pasar por justicia, le da el alto y le pide que se identifique, cosa que don García hace, sin reconocer a su interlocutor a causa de la oscuridad, tras lo cual García y sus acompañantes entran en casa de doña Celia. Desesperado, don Juan decide permanecer a las puertas de la casa esperando alguna ocasión propicia para impedir el enlace. Esta se presenta cuando llega un escribano, Laurencio, que viene a redactar las escrituras del enlace. Don Juan lo intercepta y soborna con una cadena de oro para que desaparezca del lugar. Los siguientes en llegar a la calle son dos músicos a los que don Juan increpa y azota con unos cinturones. Los gritos de los músicos hacen salir a don García y a los que estaban en la casa. Don Juan llama a don García aparte para explicarle que la boda no puede celebrarse porque Celia aún le ama. Como prueba le habla de las cartas que, día tras día, durante un año, ella le ha escrito. Sin el menor titubeo Celia confirma a don García todo lo que don Juan dice ("Ay, verdades, que en amor / por los desprecios se niegan"). Don García se hace cargo de la situación y decide no casarse él con Celia sino dejársela a don Juan y, para demostrar que su corazón no alberga ningún rencor hacia los enamorados, pide ser el padrino en la ceremonia. La comedia finaliza con el consentimiento también por parte de don García de que Martín e Inés se unan en matrimonio.
OBSERVACIONES A LA OBRA
Ver / Ocultar secciónObservaciones:
La representó Manuel Alvarez Vallejo (Acad. N. X, p.XLVI).
El texto está muy estragado.
Acto I: algunos personajes de la comedia han asistido a una representación teatral y a la salida del corral comentan lo bien que han estado algunos de los actores que han intervenido en la representación, en concreto: 'Amarilis', Arias y Cintor.
Acto III: La empresa militar al mando del Almirante don Enríquez en la que don Juan quiere participar podría ser la de la recuperación de la plaza de Bahía en Brasil arrebata a castellanos y portugueses en 1625 por un ejército formado por antillanos que obedecían órdenes de Holanda. Lope de Vega trata este asunto histórico en la comedia titulada "El Brasil restituido", fechada en 1625.