PIEDAD EJECUTADA, Comedia famosa, LA
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
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Título: PIEDAD EJECUTADA, Comedia famosa, LA. Procedencia: Parte 18; final del Acto III
Título: PIMENTELES Y QUIÑONES. Procedencia: P1; P2
Observación: Se supone que el título de P1 y P2 corresponde a esta comedia, porque coinciden los apellidos de los protagonistas
Autoría
Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría fiable
Peregrino
Citado en El peregrino I: Sí
Citado en El peregrino II: Sí
Observación: La crítica identifica la Piedad ejecutada con la obra que aparece citada en P1 y P2 como Pimenteles y Quiñones
Parte
Parte XVIII (1623)
Manuscrito
No consta
Otras ediciones del siglo XVII
No consta
Colecciones modernas
*Ref. bibliográfica: E. Cotarelo et al. eds.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española [nueva edicion] (Con prólogos de E.Cotarelo y Mori y otros, 13 vols.). Madrid, RAE, 1916-1930. VIII.
Ref. bibliográfica: Paloma Cuenca Muñoz y Jesús Gómez: El teatro de Lope de Vega. Madrid, Editorial Turner-Fundación Castro, 1993 ss. VII.
Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.
* Edición utilizada
Ediciones singulares modernas
No consta
Versiones y traducciones
No se conocen
Bibliografía secundaria
- Devoto. "La fama española de Josquin des Prés y un romance de Góngora". Bulletin Hispanique. núm. 3. p. 301-303. 1954.
Nota: vol. 56. En la comedia se cita a Josquin des Prés.
- Pérez Hidalgo, Roxana. "Algunas notas sobre La Piedad Ejecutada, comedia genealógica de Lope de Vega inspirada en la historia de los Condes de Benavente". Brigecio: revista de estudios de Benavente y sus tierras. núm. 16. p. 265-285. 2006.
ANOTACIONES PRAGMÁTICAS
Ver / Ocultar secciónDatación
Fecha: 1599-1602
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 48.
Dedicatorias
Al Señor Don Gonzalo Pérez de Valenzuela, del Consejo supremo de Castilla.
Cómputo de versos
Número: 2883
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 48.
CARACTERIZACIONES
Ver / Ocultar secciónPersonajes no computables
Observación: Gente armada: todos armados con paveses y lanzas a uso de aquel tiempo
Personajes computables
Universo social
Tiempo histórico
Edad Media
Nota: Siglo XV. La obra se refiere al enlace de los linajes de Pimentel (Condes de Benavente) y Quiñones. Ambos linajes enlazaron en el siglo XV, siendo Don Alonso Pimentel Enríquez el tercer Conde de Benavente, que casó con Doña María de Quiñones, hija de D. Diego de Quiñones, señor de Luna y del consejo real de Enrique III, y murió en 1461. Su hijo, el cuarto Conde, mudó ya su título al de Duque en 1473..
Marco espacial
Acto 1
Topónimo: Benavente. [España]. Europa. Espacio: palacio de la villa.
Acto 2
Topónimo: Benavente. [España]. Europa. Espacio: calle en la villa, ante un balcón; palacio de Benavente; campo del palacio; exterior de una torre, con ventana.
Acto 3
Topónimo: Madrid. [España]. Europa. Espacio: casa de Esteban en un caserío cercano; campo cercano a la casa.
Observación: En el Acto segundo Esteban refiere que tiene su casa en los campos de Madrid.
Duración
Acto 1: Número indeterminado de días
Acto 2: Número indeterminado de días
Entreacto 2 a 3: 6 años
Acto 3: 1 día
Género
Género principal:
- Drama > historial > profano > hechos particulares.
Nota: La obra tiene un intenso sabor genealógico, relacionado con las estirpes de los Pimenteles (Condes de Benavente) y los Quiñones, cuya unión celebra. También aparece un Ruiz de Castro, del linaje del Conde de Lemos.
Géneros secundarios:
- Comedia > universo de verosimilitud > urbana.
Nota: Los dos primeros actos transcurren en la villa de Benavente, no en una ciudad, y en la corte de los Condes, no en casas particulares. Pese a ello predominan el universo de verosimilitud y los enredos amorosos de las comedias
Observación: Obra de rasgos genéricos muy mezclados. Es comedia, por su intriga de amores entrecruzados, celos, y enredos, pero se produce la muerte violenta de uno de los galanes y la correspondiente persecución del matador. El final es, no obstante feliz, pero la relevancia del componente risible está muy disminuida.
La ambientación no corresponde ni a la cortesana propia de las comedias palatinas, ni a la urbana de las comedias urbanas, sino a la de una corte señorial local, la de Benavente. En el Acto III la ambientación es villana.
Para ser un drama de hechos particulares falta casi por completo el componente histórico, reducido a la boda del Conde de Benavente con Dª María de Quiñones (acontecimiento histórico que abre la obra y, probablemente, la motiva), y a la intervención de los Condes en la acción. Por esta celebración genealógica la obra debe ser calificada, primordialmente, como drama histórico de hechos particulares.
Pieza muy inmadura, la traza principal es la de los enredos de amor, con sus celos, rivalidades y trampas.
Extracto argumental
Acto 1
Don Fernando de Quiñones ha llegado de Italia con retraso a la boda de su hermana con el Conde de Benavente. Por medio del hidalgo Estebáñez se informa de los festejos, y del papel destacado que ha cumplido en ellos don Juan Pimentel, hermano del Conde, a quien de inmediato conoce, sellando ambos un pacto de amistad. También se informa de la belleza de una dama, doña Ana, que acompaña a la condesa. Al recibimiento de don Fernando se unen de inmediato los condes, que se dedican muestras de amor, y todos de mutua cortesía. Al quedar sólo don Juan recibe una carta de favor de doña Ana y con su criado se apresta a la respuesta. Mientras tanto, don Fernando es conducido a su aposento en donde aparecerá doña Ana para traerle una camisa por orden de la condesa, el caballero quedará de inmediato prendado de la dama. La trama es salpicada por las intervenciones cómicas del criado Mendoza y del Guarda-damas.
Mientras, a oídos del Conde llega la noticia de los amores entre doña Ana y su hermano don Juan, siendo informado por don Diego, que ama a doña Ana y envidia a don Juan, don Fadrique y el secretario Federico. El Conde desaprueba el matrimonio, pues la dama, aunque noble, es inferior socialmente a los Benavente, por ello decide la separación de ambos urdiendo un engaño por el que ordena a don Juan que parta de inmediato a la corte, pues así lo ordena el Rey. Don Juan, a solas con su amigo don Fernando, le confiesa su sospecha de que el viaje sea una estratagema para alejarlo de doña Ana, sospecha que queda confirmada al abrir las cartas con que el Conde lo envía a la corte, en las que se pone de manifiesto el enredo urdido a sus espaldas. Don Fernando se ofrece a ayudarle, escondiéndolo en su habitación para que pueda hablar a su dama, mientras le solicita a cambio su ayuda para conseguir a una dama de la que, le confiesa, se ha enamorado (en este momento ninguno de los dos amigos sabe que aman a la misma dama). Por su parte el Conde, aconsejado por su esposa, se dispone a ordenar el regreso de doña Ana a su casa, escribiendo a su padre para explicarle la situación.
Antes de finalizar el Acto, don Juan, que ha encontrado la ocasión para despedirse de doña Ana, empieza a temer por la correspondencia de su amor y, efectivamente, en aparte, doña Ana nos descubre su súbito enamoramiento de don Fernando. Ya a solas, don Juan manifiesta a don Fernando sus temores y éste, que sigue sin conocer la identidad de la mujer a la que ama su amigo, le promete ayudarlo a conseguir su objetivo amoroso.
Acto 2
De noche, ante un balcón de palacio, se encuentran don Fadrique, que viene a visitar a su dama, Leonor, y don Diego y el lacayo Pedrón. Don Diego, enamorado de doña Ana, y creyendo que el alejamiento de don Juan le beneficia, pide a su amigo que interceda ante Leonor por él, para que ésta consiga con engaño que doña Ana se asome al balcón. Cuando así lo hace don Diego aprovecha para declararle su amor, que Doña Ana rechaza, dejando claro que tampoco don Juan es su amado. Al lugar acuden Don Fernando y don Juan, que en realidad no ha partido de Benavente. Don Diego y don Fadrique al escuchar ruido salen de escena y don Juan y Fernando tras ellos, momento que el lacayo aprovecha para dirigir cómicas declaraciones de amor a las damas. El regreso de don Fernando saca de escena a cintarazos al criado, y Don Fernando, reconociendo a doña Ana en el balcón, aprovecha para declararle su amor, que la dama acepta, sellando el compromiso. Cuando don Juan regresa al lugar y sorprende a su amigo con doña Ana, que abandona el balcón, enloquece, juzgando que don Fernando ha actuado de mala fe. Al lugar regresan también don Diego y Don Fadrique, a tiempo de reconocer asombrados a don Juan, que creían fuera de Benavente, y a don Fernando, que marchan discutiendo al campo a tratar sus diferencias. Don Diego y Don Fadrique deciden no delatar ante el Conde a don Juan, y don Diego opta por apartarse de doña Ana.
Ya en el campo la discusión entre don Juan y Don Fernando va subiendo de tono, y don Juan desafía a don Fernando, que acaba hiriendo mortalmente con su espada a don Juan. Antes de marchar de escena don Juan, en brazos de don Fernando, para ser conducido a un convento cercano, reconocerá su culpa y la inocencia de don Fernando, que ha actuado movido por su honor y en defensa propia. Mientras, en el palacio, el conde se entrevista con doña Ana y don Esteban, su padre, para comunicarles su decisión de que doña Ana regrese a la aldea, compensándola con 6.000 ducados. El padre se siente agraviado, creyendo que don Juan ha deshonrado a su hija, pero se tranquiliza cuando el Conde, que aprovecha para alabar el sentido del honor del viejo hidalgo, le asegura la virtud de doña Ana. Cuando el viejo y su hija marchan de regreso a su aldea, llega ante el conde Estebáñez, relatando las circunstancias de la muerte de don Juan, y cómo, a pesar de que ha perdonado a don Fernando antes de morir, éste, temiendo la cólera del Conde, se ha encerrado en una torre. El Conde furioso se apresta a ir con sus hombres a sitiar la torre.
La acción se traslada ante la torre en donde un gobernador y un escribano tratan de convencer a don Fernando de que se entregue, arguyendo que la justicia del Rey será más benévola que la ira del Conde. Pero don Fernando juzga punto de honor el resistir, por eso cuando el Conde aparece en escena, se niega a entregarse. El Conde, se muestra dispuesto a apresar a su cuñado don Fernando, pero antes decide acudir a misa para reflexionar, momento que aprovecha su esposa, la Condesa, para aparecer ante la torre y liberar a su hermano don Fernando, respaldando su huida y asegurando que el amor por su esposo conseguirá convencerlo de que su única salida era responder a su sangre, ayudando a su hermano en la huida. El Acto finaliza con el regreso del Conde ante la torre, en donde conoce por su esposa que ha sido ella misma quien ha propiciado la huida de don Fernando. El Conde ordena su persecución, mientras la Condesa confía en ablandar a su esposo.
Acto 3
La acción comienza en la casa labriega de Esteban en los campos de Madrid. Han transcurrido seis años, en los cuales Esteban y su hija han sido perseguidos por el Conde. Ahora Esteban se dispone a partir en busca del prometido de su hija, un hidalgo rico, Ruiz de Castro, que vio a su hija mientras cazaba en el bosque y se enamoró de ella. Esteban ordena a Alcino preparar la casa, pues a la noche, cuando regrese con el caballero, se celebrará el desposorio. Al marchar Esteban, Alcino comenta con el resto de villanos la boda y ordena los preparativos. Entre los villanos se encuentra Belardo, que alude a su amor por Lucinda y a su deseo de casarse con ella (alusión al amor entre el propio Lope y Micaela Luján). De inmediato aparecerá Lucinda, acompañando a doña Ana, y cantará un romance que evoca la desgracia ocurrida hace seis años. Doña Ana muestra todavía que se encuentra vivo su amor por Don Fernando, y al saber por Belardo que su padre ha ordenado su desposorio, Doña Ana se dispone resignada a sufrir su suerte.
La acción se traslada al campo en donde aparece don Fernando, con aspecto de soldado pobre, que ha regresado de luchar en Italia, y busca a doña Ana, a quien tampoco ha podido olvidar. En el campo tropieza con los labradores, que han salido a recoger juncia y rama para la boda. Por ellos sabe de la boda y solicita que lo lleven con ellos como pastor.
Mientras, han llegado a la casa Esteban y Ruiz de Castro, que manifiesta abiertamente a su futuro suegro que la riqueza de la dote no le importa, y que nada puede igualar a la virtud de Doña Ana. A oídos del viejo llega la noticia de que el Conde se encuentra de caza en Guadalajara, y de inmediato siente temor al saberlo tan cerca de su casa. Por fin, reclamada por su padre, aparece Doña Ana, acompañada de Lucinda y Dorotea, seguidas del resto de villanos, entre ellos Don Fernando disfrazado, que asiste celoso a una escena en que los prometidos, especialmente Doña Ana, no pasan de las frías palabras de cortesía. Por fin se retiran todos, incluido Belardo, dispuesto a escribir una comedia para representar en los festejos de esa noche. Al quedar Doña Ana sola, Don Fernando aprovecha para hablarle y se refiere con medias verdades a su historia desgraciada, mientras Doña Ana cree reconocer en el pastor los rasgos de su amado, y le confiesa que se dispone a obedecer a su padre aunque no ama a su prometido, sino a otro hombre. Don Fernando, conmovido, le aconseja que no pierda la oportunidad de hacer un buen casamiento ya que su antiguo amor es imposible. En ese momento regresan Lucinda y los villanos a por la novia y la encuentran sin vestir, pero al novio, que aparece de inmediato, no le importa y se disponen a celebrar la boda, comenzando los cantos y bailes de los villanos. Don Fernando, que asiste a la escena, duda, y está a punto de revelar su identidad, cuando entra un villano anunciando que el Conde, fatigado de la caza y perdido, se dirige hacia la casa. De inmediato aparece el Conde con don Diego y don Fadrique, y se muestra deseoso de dar por zanjado el pasado, ofreciéndose a ser padrino de la boda y dotando a la novia con 12.000 ducados al saber además que Ruiz de Castro es sobrino "del de Villalba y Andrada" (alusión al título de marqués de Sarriá, arraigado en Galicia). El Conde se muestra tan conciliador que confiesa que si se encontrara con Don Fernando lo perdonaría, y es entonces cuando Don Fernando revela su identidad, y súbitamente, para asombro de Ruíz de Castro el Conde se muestra dispuesto a reconocer el antiguo compromiso entre Doña Ana y Don Fernando y a apadrinar a la nueva pareja, compensando a Ruiz de Castro con la oferta de que escoja entre dos de sus sobrinas, solución que aquel acepta, mientras Belardo aprovecha la coyuntura para hacer su oferta de matrimonio a Lucinda, con lo que se pone fin a la obra.
OBSERVACIONES A LA OBRA
Ver / Ocultar secciónObservación: Interviene como personaje Belardo y se alude a sus amores con Lucinda (Micaela Luján), en el Acto III.
EDICIONES DIGITALES DISPONIBLES
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