VENGADORA DE LAS MUJERES, Comedia famosa, LA
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
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Título: VENGADORA DE LAS MUJERES, Comedia famosa, LA. Procedencia: Parte 15; Suelta; Final Acto III
Autoría
Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría fiable
Peregrino
Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II: No
Parte
Parte XV (1621)
Manuscrito
No consta
Otras ediciones del siglo XVII
Título: LA VENGADORA DE LAS MUJERES
Suelta: (Bruselas, Huberto Velpio, 1649)
Atribución: Lope de Vega Carpio
Ref. bibliográfica: Biblioteca Nacional (España). Junta Nacional del III Centenario de la muerte de Lope de Vega.: Catálogo de la Exposición Bibliográfica de Lope de Vega. Madrid, Biblioteca nacional, 1935. 167.
Nota: Biblioteca Histórica Municipal de Madrid, Sign.: C/18871(14); BNF, París, Sign.: Arsenal - Magasin 4- BL- 4098 (18) < Pièce n ° 18 (localizado en los catálogos por ERG); Biblioteca Central de la Universidad Nacional de la Plata, signatura Arm. 9, T 1. 2. Fila nº 6-3 (ejemplar localizado por NCO).
Colecciones modernas
*Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.
Ref. bibliográfica: E. Cotarelo et al. eds.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española [nueva edicion] (Con prólogos de E.Cotarelo y Mori y otros, 13 vols.). Madrid, RAE, 1916-1930. XIII.
Ref. bibliográfica: Lope de Vega: Obras escogidas (Estudio preliminar... de Federico C. Sainz de Robles). Madrid, Aguilar, 3 vols., I-1946;II-1955;III-1958. I.
Ref. bibliográfica: E. Hartzenbusch: Comedias escogidas de Lope de Vega. (4 volúmenes) (Integradas en la Biblioteca de Autores Españoles, vols. XXIV, XXXIV, XLI y LII. 4 volúmenes). Madrid, Rivadeneyra (BAE), 1853, 1855, 1857, 1860. III (BAE, XLI).
* Edición utilizada
Ediciones singulares modernas
No consta
Versiones y traducciones
- Hormigón, Juan Antonio, LA VENGADORA DE LAS MUJERES, Madrid, Compañía de Acción Teatral, 1986
Nota: Colección Publicaciones de la Compañía de Acción Teatral. Estreno: Almagro, 22 de septiembre de 1985.
Observación: Según Martínez Berbel ["Agustín Moreto reescribe a Lope"] Moreto la aprovechó para su escritura de El desdén con el desdén
Bibliografía secundaria
- Bergmann, Emilie. "Framing La vengadora de las mujeres: Prophylactic Introductions and Postmodern Performance". Gestos: Teoría y Práctica del Teatro Hispánico. núm. 17. p. 115-131. 1994.
Nota: vol. 9.
- Bergmann, Emilie L.. "(Re)Writing History in Lope: Cross-Dressing and Feminism in La vengadora de las mujeres". Indiana Journal of Hispanic Literatures. núm. 1. p. 29-48. 1993.
Nota: vol. 2.
- Cattaneo, Mariateresa. "El cambio de identidad en el juego teatral de Lope". Lobato, María Luisa. Máscaras y juegos de identidad en el teatro español del Siglo de Oro. Barcelona: Visor Libros. 2011. p. 175-187.
- Cattaneo, Mariateresa. "El juego combinatorio. Notas sobre ‘las comedias de secretario’ de Lope de Vega". Pedraza Jiménez, Felipe B.; González Cañal, Rafael; Marcello, Elena. Amor y erotismo en el teatro de Lope de Vega. Actas de las Jornadas del XXV Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Ciudad Real: Universidad de Castilla-La Mancha. 2003. p. 117-189.
- Colon Colon, Ana. Los mitos clásicos griegos como ‘artificios implícitos’ de ‘coherencia poética’ en cuatro comedias palatinas de Lope de Vega: El perro del hortelano, La viuda valenciana, La vengadora de las mujeres y Del monte sale quien el monte quema. Ríos Piedras (Puerto Rico): University of Puerto Rico. 2011.
- Ebersole, Alva V.. Sobre arquetipos, símbolos y metateatro. Valencia: Ediciones Albatros Hispanófila. 1988.
- Fothergill-Payne, Louise. "Taming Women on the Spanish Stage: Lope on Women, Love and Marriage". Fothergill-Payne, Louise; Fothergill-Payne, Peter. Prologue to Performance: Spanish Classical Theatre Today. Lewisburg: Bucknell IP. 1991. p. 67-82.
- Heiple, Daniel L.. "Lope de Vega Explores Homoerotic Desire". Ricapito, Joseph V.. Selected Proceedings: Lousiana Conference on Hispanic Languages and Literatures 1994. Baton Rouge: Louisiana State UP. 1994. p. 121-131.
- McKendrick, Melveena. "Women against Wedlock: The Reluctant Brides of Golden Age Drama". Miller, Beth. Women in Hispanic Literature: Icons and Fallen Idols. Berkeley: University of California P.. 1983. p. 115-146.
- Pando Canteli, María J.. "The ‘mujer esquiva’ or elusive woman: From Petrarchan conceptions to dramatic portrayals". Walthaus, Rina; Corporaal, Marguérite. Heroines of the Golden Stage. Women and Drama in Spain and England, 1500-1700. Kassel: Reichenberger. 2008. p. 15-31.
- Sánchez-Crespo, María del Carmen. "El personaje de Laura en La vengadora de las mujeres". Pedraza Jiménez, Felipe; González Cañal, Rafael. Lope de Vega, comedia urbana y comedia palatina. Almagro / Ciudad Real: Universidad de Castilla-La Mancha - Festival de Almagro. 1996. p. 145-156.
Nota: Actas de las XVIII Jornadas de Teatro Clásico, (Almagro, 11 - 13 de julio de 1995).
- Trujillo Maza, María Cecilia. "Las latinaparlas en algunas comedias de Lope de Vega". Anuario Lope de Vega. núm. 12. p. 263-281. 2006.
- Walde Mohedano, Lillian von der. "Lo esencial y lo arbitrario: un acercamiento a La vengadora de las mujeres, de Lope de Vega". Nueva revista de filología hispánica. núm. 1. p. 95-104. 2000.
- Walde Moheno, Lillian von der. "De hechicería, homosexualidad y otras cosas. La comidad en La vengadora de las mujeres de Lope de Vega". Rodilla, María José; Mejía, Alma. Memoria y literatura: Homenaje a José Amezcua. México: Universidad Autónoma Metropolitana. 2005. p. 195-214.
ANOTACIONES PRAGMÁTICAS
Ver / Ocultar secciónDatación
Fecha: 1613?-1620, probablemente 1615?-1620
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 403.
Dedicatorias
Dedicada a la señora Fenisa Camila
Cómputo de versos
Número: 2682
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 402.
CARACTERIZACIONES
Ver / Ocultar secciónPersonajes no computables
Personajes computables
Universo social
Tiempo histórico
Época contemporánea
Nota: Aunque la comedia está llena de imposibles epocales (un Príncipe de Transilvania haciéndose pasar por español, barajado con otro de Albania, ambos con un Duque de Ferrara, un Príncipe de Portugal...) y todo ello en un país y en un lugar indeterminados, flotan en la atmósfera signos propios del Quinientos: es época de libros impresos, de coleccionistas de libros griegos y latinos, los conceptos sobre pintura y retrato son de un armonismo renacentista, el mismo discurso de la dama protagonista, reivindicadora de la condición femenina frente a la masculina es muy de de época renacentista... Uno de los personajes, por otra parte, dice haber viajado de Flandes a España, con parada en Bruselas, lo que acentúa todavía más esta evocación quinientista.
Marco espacial
Acto 1
Topónimo: lugar indeterminado. Europa. Espacio: Lugar de fantasía (palacio; camino; aposentos Laura).
Acto 2
Topónimo: lugar indeterminado. Europa. Espacio: palacio; balcón.
Acto 3
Topónimo: lugar indeterminado. Europa. Espacio: jardín; palacio.
Duración
Acto 1: 1 día (aprox.)
Entreacto 1 a 2: 6 días (aprox.)
Acto 2: Número indeterminado de días
Acto 3: Número indeterminado de días
Género
Género principal:
- Comedia > universo de irrealidad > libre invención > palatina.
Extracto argumental
Acto 1
En un lugar indeterminado, los hermanos Arnaldo y Laura, Príncipes, dialogan, algo irritado Arnaldo por la negativa recurrente de Laura a tomar esposo. El último pretendiente rechazado es Federico, Príncipe de Transilvania, que había enviado carta y embajador para solicitar la mano de la Princesa. Arnaldo argumenta que la mujer debe estar sometida al hombre, luego debe Laura admitir de una vez esposo entre los diversos varones de calidad que la han solicitado. Laura, mujer docta, niega que su rechazo a tomar estado esté relacionado con la arrogancia, pues se reconoce la personificación de la humildad. Ella sencillamente argumenta que sus múltiples lecturas le han mostrado la baja opinión que los hombres tienen de las mujeres (Por ellas no ay Roma, o Grecia, / ni Troya que no se abrase, / luego nos dan con Elena, / y con el robo de Paris, / de todo tienen la culpa, / y los hombres inculpables,...) y ha decidido, por ello, vengarse del sexo masculino rechazando a todos sus pretendientes, con independencia de su calidad, y ganando los conocimientos que le permitan escribir sobre las faltas de los hombres. Arnaldo insiste en su propuesta, pues la venganza de las mujeres no es óbice para el enlace, que además de procurar honor a Laura, le permitiría infamar al hombre con conocimiento de causa. Cuando Julio, un criado, aparece en escena, Laura rechaza de nuevo la posibilidad casarse por el enojo que le causan las injurias vertidas por los letrados contra las mujeres. Tampoco Julio encuentra la venganza incompatible con el matrimonio, que además del honor al que aludía Arnaldo, procuraría a la bella Laura la posibilidad de vengarse del género masculino matando de celos a un hombre.
Alejandro, Duque de Ferrera, Augusto, Príncipe de Albania, y Lisardo, también Príncipe (en realidad, Federico de Transilvania, aunque disfrazado), se encuentran de camino a la corte, adonde se dirigen con el objetivo de rendir la famosa renuencia de Laura, igualmente famosa por su belleza, al matrimonio. Mientras los dos primeros están dispuestos a anunciar abiertamente sus intenciones, Lisardo pretende seguir una estrategia de conquista amorosa, apoyado por su criado Otavio.
Laura, entretanto, emplea su tiempo en adoctrinar a dos damas amigas, Diana y Lucela; la instrucción se centra fundamentalmente en destacar la pobreza del espíritu masculino. Julio actúa como portero de esta Academia femenina y comenta graciosamente las injurias que Laura vierte sobre el sexo masculino.
Camilo anuncia la llegada de dos caballeros, Augusto y Alejandro, con los que Laura se muestra distante y esquiva. Lisardo, por su parte, gana primero el favor de Julio gracias a un diamante y acto seguido pide al criado que lo lleve ante su señora; sabedor de la afición de Laura por las letras, le ha traído diversos libros. Lisardo se presenta ante la princesa como un español que regresa a su tierra, Zaragoza, desde Flandes; en Bruselas llegó hasta sus oídos la fama de discreción y belleza que irradia Laura y decidió acudir a conocerla antes de volver a su tierra. Le ofrece numerosos libros griegos, latinos y españoles que ella desprecia o no según reconoce en el título alabanza o vituperio de las mujeres. Laura, contenta con el forastero, le ofrece entrar a su servicio; la cercanía, explica un satisfecho Lisardo a su criado, es la mejor herramienta para conquistar el corazón de una mujer.
Acto 2
Lisardo ya es secretario de Laura. A pesar de las lecciones que la Princesa imparte a sus amigas, Diana y Lucela, ellas, en una de las conversaciones que mantienen, se van inclinando hacia los hombres, porque tú no habrás leído / que posible pueda ser / aborrecer la mujer / al hombre. En una escena que reúne a Lisardo, Lucela, Diana, Julio y Laura, se debate, sin alcanzar conclusión satisfactoria, la superioridad del hombre sobre la mujer; más cabal parece el intento por conciliar, mediante el amor, los principios masculino y femenino. Una vez más queda claro el talante hostil de Laura sobre el tema.
Las mujeres se van al jardín con Julio, y Lisardo, entretanto, se ve sorprendido por Alejandro, que confiesa haber pedido ayuda a una hechicera para conseguir el amor de la Princesa. Alejandro solicita a Lisardo, sabedor de su familiaridad con Laura, que le consiga una cinta que haya tocado su amada para que el hechizo de amor se pueda realizar. Lisardo, para preservar la seguridad de Laura, trama que el experimento se pruebe en primer lugar con otra persona, el criado Julio. Cuando éste aparece para referir el enfado que ha producido en Laura su insinuación sobre la necesidad de amor en la naturaleza, Lisardo comienza a poner en práctica su plan. Para ello, evoca ante el criado la teoría el antiguo canon artístico sobre la simetría cuerpo humano, aquél que dice que el tamaño del cuerpo debe ser equivalente a sumar nueve veces el del rostro. Con una cinta, Lisardo mide la cara de Julio con la supuesta intención de averiguar la perfección de sus medidas. Comprobada en una cómica escena la esbeltez física del criado (No habrá pintor en el mundo, / Julio, que te ponga falta / ni mujer que no te quiera), Lisardo se dispone a entregar a Alejandro la cinta para comprobar en Julio la eficacia del hechizo.
Arnaldo sugiere a su hermana que elija entre los dos pretendientes que tiene en palacio, Alejandro y Augusto, pero ella, con el objetivo de dilatar su decisión, declara que sólo aceptará al que cumpla más satisfactoriamente dos deseos: el primero, la participación en un torneo guerrero; el segundo, la composición de un libro en alabanza de las mujeres. A solas, la princesa se declara ya enamorada de un hombre de condición supuestamente inferior, Lisardo; sintiéndose traidora a sus principios, se muestra dispuesta a ocultar sus sentimientos: Yo sabré amar y callar / y, a más no poder, morir. A continuación, conversa con Diana, quien expone la necesaria existencia del amor entre hombres y mujeres, declarándose ella misma, visto que Laura suaviza su postura al respecto, enamorada de Lisardo. Tal confesión enfurece a la Princesa, que despide a su dama, no sin antes constatar de labios de la propia Diana que no existe inclinación de Lisardo hacia ella.
Julio comunica a su señora que ya se ha concertado el torneo y declara vencedor de antemano a Alejandro, por su gallardía, al menos en el combate a pie. Lisardo aparece para anunciar a la Princesa la comparecencia de un nuevo contendiente, un Príncipe español que ha acudido en secreto a la corte. La Princesa se muestra enojada con su secretario, al que recuerda su condición de vengadora de las mujeres; acto seguido, celosa y amenazante, Laura inquiere por los sentimientos del secretario hacia Diana y lo conmina, so pena de fulminante despido, a centrar su atención, castamente, en su sola figura: Lisardo, advierte / que tengo de quererte sin quererte. / Con esto excusarás de amar ninguna / de estas que mis liçiones aborrecen. Antes de despedirlo, le regala una cinta azul que deberá portar el Príncipe español en las justas; Lisardo, temeroso y esperanzado, debe actuar cautelosamente para culminar su empresa. Para ello, pide a Otavio que se apresure a preparar caballos y galas para el torneo y que se finja él mismo Príncipe de Portugal, padrino del Príncipe español que debe participar en la justa.
Acto 3
Laura, disfrazada de caballero y por completo de blanco, participa y gana el torneo que ella misma organizó para elegir pretendiente, y así lo refiere en el jardín de Palacio a Julio, pidiéndole que le guarde el secreto, aunque Diana ha descubierto la jugada. Acto seguido, Lisardo se excusa ante Diana, pues Laura, a quien debe un platónico amor, le ha prohibido prestar atención a otras damas. La dama descubre la contradicción entre las lecciones teóricas de Laura, centradas en el aborrecimiento del hombre, y su actuación práctica, y espera únicamente que, ya que ella ama, permita al resto de mujeres hacer lo propio.
Cuando se marcha Diana, llega Laura. Lisardo le presenta al caballero español, papel representado por Otavio. La Princesa, sin embargo, descubre que la cinta que ella entregó para ser lucida por el español no se corresponde con la que porta el disfrazado Otavio y pide a éste, a solas, que le revele tanto su verdadera identidad como la de Lisardo: Pues ya es razon, que sepays /, que este es el gran Federico, / que aureys oydo nombrar / Principe de Transiluania, / famoso por tierra y por mar, / no Lisardo, ni Español,.... Confiesa además que fue Federico quien salió a combatir con la cinta azul que ella le había entregado y cayó derrotado por el caballero blanco, quedando sumido en la desesperación. A continuación, llama la Princesa a su secretario, que afirma no haber visto las justas, y le expone la calidad de los combatientes, destacando especialmente al bizarro caballero español, que derrotó una tras u otro a sus adversarios hasta que tuvo que enfrentarse con el valeroso caballero blanco, que lo venció. Lisardo se muestra satisfecho, porque, aunque ha sido derrotado el español, al menos el corazón de la Princesa empieza a mostrarse inclinado hacia los hombres. Laura explica que el caballero blanco no volverá a aparecer e invita a Lisardo a superar el estadio del mero amor platónico y a desear. Diana, al paño, interrumpe a los amantes intencionadamente, cuando Laura se dispone a dar la mano a Lisardo, para decir a la Princesa que su hermano la espera. A continuación, le pide que, ya que la enseñó a aborrecer, la enseñe ahora a amar a Lisardo, lo que provoca la firme declaración de amor de la Laura hacia su secretario.
Alejandro y Augusto ya han concluido el libro de alabanzas a la mujer y piden a Arnaldo que el candidato sea por fin escogido, algo a lo que éste se compromete en el transcurso de un día. Mientras Laura reflexiona sobre la resolución inmediata de su destino amoroso, recibe sendas notas, de Lucela y de Diana, en las que las damas le piden que les enseñe a amar como les enseñó a aborrecer, la primera a Augusto, la segunda a Alejandro. No tarda en aparecer Julio, que comunica a los enamorados, Laura y Lisardo / Federico, que él también se siente cautivo por amor… a Alejandro, lo que demuestra que el hechizo era efectivo.
Finalmente, Arnaldo se dispone a anunciar el nombre del caballero que merece la mano de su hermana. Ausentes los más destacados en la justa, el blanco y el azul, y teniendo en cuenta que es el libro de Alejandro superior al de Agusto, aquél debe tomar por esposa a Laura. Lisardo levanta la voz entonces para revelarse el caballero azul, y muestra la cinta que lució en el torneo, desvelando acto seguido su verdadera identidad: Federico, Príncipe de Transilvania. Como libro de alabanzas femeninas, presenta el retrato vivo de Laura, honor de las mujeres. Alejandro se enfurece y refiere su antigua tercería, hecho que provoca la respuesta del transilvano, que expone el ejemplo del enamorado Julio como descargo de su participación en el hechizo. Cuando el de Ferrara y el de Transilvania meten mano a las espadas, Arnaldo pone la paz entregando a Alejandro la mano de Diana y a Augusto la de Lucela. Laura se declara ante su hermano rendida de amor a Federico. Julio, por su parte, anuncia que quemará la cinta para librarse del hechizo, porque a los hombres hay que quererlos por sus acciones y no por conjuros.
Acaba la comedia con la declaración de Laura, la vengadora de las mujeres, rendida al amor ante el senado.
OBSERVACIONES A LA OBRA
Ver / Ocultar secciónObservación: "Representóla León, y hizo la Vengadora María de Alcaraz famosamente"