VALOR, FORTUNA Y LEALTAD DE LOS TELLOS DE MENESES
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
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Título: VALOR, FORTUNA Y LEALTAD DE LOS TELLOS DE MENESES. Procedencia: Suelta editada en Madrid
Título: VALOR, LEALTAD Y VENTURA DE LOS TELLOS DE MENESES. SEGUNDA PARTE, Comedia famosa. Procedencia: Suelta editada en Valencia
Título: VALOR, FORTUNA Y LEALTAD, Comedia famosa. Procedencia: Suelta del Institute del Teatre
Título: SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA DE LOS TELLOS. Procedencia: Final Acto III
Observación: Shergold y Varey ("Notas sobre la cronología de seis comedias de Lope de Vega", Hispanófila, XVI, 1-2, 1962, p. 5) anotan el pago el 13 de mayo de 1631 por una representación de La segunda parte de los Tellez. Puede que se trate de esta obra
Autoría
Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría probable
Peregrino
Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II: No
Parte
No presente en la colección de Partes de Lope de Vega
Manuscrito
No consta
Otras ediciones del siglo XVII
Título: VALOR, LEALTAD Y VENTURA DE LOS TELLOS DE MENESES. 2° PARTE
Suelta: Suelta, Valencia, Viuda de José de Orga [1769]
Atribución: Lope de Vega
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 112.
Nota: Se conservan ejemplares en Barcelona, Institut del Teatre, 39975; 45609; 61238; Boston Public Library, D.147.6.2 (n.5); British Library, T. 1739 (22), T-14979; T- 15019-2; T-15023-17; Madrid, Real Academia, signatura Moll, 1162; Toronto University Librar; Paris, Arsenal (6170-71)
Título: VALOR, FORTUNA Y LEALTAD DE LOS TELLOS DE MENESES
Suelta: suelta, [Madrid? 1740?]
Atribución: Lope de Vega
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 112.
Nota: British Library, signautra 11725. ee. 7 (3)
Título: VALOR, FORTUNA Y LEALTAD. COMEDIA FAMOSA
Suelta: suelta [s.l., s.i., s.a.]
Atribución: Lope de Vega
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 112.
Nota: Barcelona, Institut del Teatre, signatura 57363
Título: VALOR, FORTUNA Y LEALTAD. COMEDIA
Suelta: suelta [s.l., s.i., s.a.]
Atribución: Lope de Vega
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 112.
Nota: Boston Public Library, signatura G.2253. 7 (n. 21)
Observación: Véase también las indicaciones de Margarita Vázquez Estévez, Comedias sueltas del "Institute del Teatre" en Barcelona, Kassel, Reichenberger, 1987, p. 189.
Colecciones modernas
*Ref. bibliográfica: Menéndez Pelayo, M., ed.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española. ( 15 vols.). Madrid, RAE, 1890-1913. VII.
Ref. bibliográfica: Lope de Vega: Obras escogidas (Estudio preliminar... de Federico C. Sainz de Robles). Madrid, Aguilar, 3 vols., I-1946;II-1955;III-1958. I.
Ref. bibliográfica: E. Hartzenbusch: Comedias escogidas de Lope de Vega. (4 volúmenes) (Integradas en la Biblioteca de Autores Españoles, vols. XXIV, XXXIV, XLI y LII. 4 volúmenes). Madrid, Rivadeneyra (BAE), 1853, 1855, 1857, 1860. I (BAE, XXIV).
Ref. bibliográfica: Juliá, Eduardo: Obras de Don Guillén de Castro y Bellvís. Madrid, RAE. Biblioteca Selecta de Clásicos Españoles. 3 vols., 1925. III.
* Edición utilizada
Ediciones singulares modernas
No consta
Versiones y traducciones
No se conocen
Bibliografía secundaria
- Ferrer Valls, Teresa. "Los Tellos de Meneses de Lope de Vega en la conformación del ideal de labrador digno". Anuario Lope de Vega. núm. 17. p. 44-65. 2011.
- Ryjik, Veronika. "¿Nobles o villanos?: el discurso metateatral y la identidad social en Valor, fortuna y lealtad de Lope de Vega". Bulletin of the Comediantes. núm. 2. p. 1-16. 2008.
Nota: vol. 60.
- Shergold, N.D.; Varey, J.E.. "Notas sobre la cronología de seis comedias de Lope de Vega". Hispanófila. núm. 16. p. 1-5. 1962.
ANOTACIONES PRAGMÁTICAS
Ver / Ocultar secciónDatación
Fecha: 1625-1630
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 565.
Dedicatorias
No existe dedicatoria.
Cómputo de versos
Número: 2656
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 564.
CARACTERIZACIONES
Ver / Ocultar secciónPersonajes no computables
Observaciones:
Acompañamiento real
Acompañamiento de soldados
Acompañamiento de criados
Moros, cautivos
Personajes computables
Universo social
Tiempo histórico
Edad Media
Nota: En tiempos de Alfonso III (866-910)
Marco espacial
Acto 1
Topónimo: León. [España]. Europa. Espacio: campo en las montañas de León [exterior e interior de la casa de los Tellos]; en la ciudad, alcázar real.
Acto 2
Topónimo: León. [España]. Europa. Espacio: campo en las montañas de León [exterior e interior de la casa de los Tellos]; ciudad [alcázar real].
Acto 3
Topónimo: León. [España]. Europa. Espacio: campo en las montañas de León [exterior e interior de la casa de los Tellos]; en la ciudad [alcázar real].
Duración
Acto 1: Número indeterminado de días
Acto 2: Número indeterminado de días
Acto 3: Número indeterminado de días
Género
Género principal:
- Drama > historial > profano > hechos particulares.
Observación: La traza mayor, como en la Primera Parte, es la de la mudanza y fortuna de un linaje, la ratificación de su encumbramiento superando las pruebas a que ha sido sometido.
Asoman ya en el primer acto otras dos trazas importantes, la del Honor y la dignidad del labrador rico, agraviados por el poder injusto del Rey, y la de las intrigas de la privanza, pero se subordinan a la primera: el encumbramiento del linaje labrador de los Tellos de Meneses es amenazado por el poder injusto del rey y por las intrigas del ambicioso privado, pero será ratificado finalmente por el mérito de sus miembros.
Extracto argumental
Acto 1
En las montañas de León, con regocijo y música, se celebra el nacimiento del segundo hijo de doña Elvira, hermana de Alfonso III, Rey de León. Laura, prima de su esposo Tello, le da el parabién y la halaga de manera gentil, lo que despierta momentáneamente en Elvira recelos pasados, pues Laura llego a ser prometida de Tello. Doña Elvira, no obstante, se muestra feliz, porque está casada con el hombre al que ama y ha tenido dos hijos con él. Ciertas sombras oscurecen, sin embargo, su alegría: el aversión de su hermano Alfonso, Rey tras morir su padre Ordoño, y la pretensión de don Arias, que la ama aborrecido.
Por otra parte, en el alcázar real de León, el propio don Arias celebra con buenos augurios el reinado, recientemente inaugurado, de Alfonso III, al que incita a engendrar pronta sucesión de su casa para completa felicidad del pueblo. Los criados de Tello el viejo, Sancho y Mendo, se presentan en ese momento ante el Rey y le entregan una carta de su señor. A través de ella, el montañés, que se dirige al Rey familiarmente como "Hijo mío", invita a Alfonso al bautizo de su sobrino recién venido al mundo, además de presentarle los cuantiosos regalos que sus criados han llevado al monarca, tanto de parte de Tello el joven, que le ofrece la caballería, como del viejo, que le ofrece equipamiento militar; entre otras cosas, la ofrenda contiene paveses (escudos de cuerpo entero) en los que quedan representados los blasones de Castilla León y las tortillas de huevos, / para memoria de aquella / en que le puso su hija / del rey la oculta sortija, / y sus desdichas en ella. Tal situación no place al Rey, que condena el innoble casamiento que autorizó su padre. Los frutos de ese matrimonio, de confirmarse la probable esterilidad de la esposa de Alfonso, Geloíra, podrían llegar a ser aspirantes al trono, pese a correr por sus venas sangre villana. Por ello, recibe mal la noticia del bautizo y sin esconder su pesadumbre despide con frialdad a los sirvientes de Tello.
El disgusto que produce al Rey la unión entre su hermana y un villano es pronto alimentado por don Arias, antiguo pretendiente de doña Elvira. Don Arias parece apoyar al Rey pero, en aparte, reconoce que su único propósito es conseguir a Elvira, una vez muerto Tello, y llegar a ser él mismo Rey de León, traicionando al propio Alfonso.
De nuevo en las montañas, Tello el viejo, tras mucho protestar por el dinero que su hijo se ha empeñado en gastar para la compra de un coche que transporte a Elvira a la iglesia el día del bautizo, recibe él mismo a su nuera, que le besa los pies por su generosidad. En ese momento, vuelven de la corte Sancho y Mendo, refiriéndoles lo ocurrido. La reacción del Rey tras leer la carta entristece a todos. A raíz de esto, Tello el viejo reflexiona sobre las ventajas del campo y las desventajas de la corte, sobre la tranquilidad de su antigua vida, antes de emparentar con la familia real.
A pesar de todo, se celebrará el bautizo del pequeño Ordoño por todo lo alto. Cuando queda solo el viejo Tello con su nieto, Garci-Tello, aprovecha para dejar de lado distancias y formalidades y expresar al pequeño el cariño que le tiene. Garci-Tello, que muestra, pese sus ocho años, un gran entendimiento, es recompensado por su abuelo con una cadena y mil quinientos ducados para ropa; concede además Tello a su nieto seis novillos para correr con los otros mozos tras la ceremonia.
Una vez celebrado el bautizo, descrito puntualmente por Mendo, llega la corte del Rey a la montaña y don Alfonso se presenta ante los Tellos y su familia, que piensan que ha llegado a darles el parabién. El Rey se ha personado allí, en realidad, para llevarse a su hermana y deshacer su matrimonio con Tello el joven, a pesar de que llevan ya ocho años casados. De nada sirven las palabras de doña Elvira, que defiende la dignidad de su marido y de su consolidado matrimonio, pues el poder del monarca la obliga a abandonar su hogar.
Acto 2
Doña Elvira, sabedora de las verdaderas intenciones de don Arias, encaminadas a conseguir el trono de León, lo desprecia sin contemplaciones y llega a amenazarlo con revelar a Alfonso la traición que planea veladamente contra él. En principio ofendido, don Arias, cansado ya de fingir, termina por reconocer la acusación de que es objeto por parte de la Infanta y confiesa que no puede soportar que los hijos del villano Tello sean aspirantes a la corona, pues desea ser él mismo quien posea el cetro real. La infanta jura venganza. Cuando Elvira abandona airada la estancia y el Rey, que llega en ese momento, pregunta a don Arias la causa de la exaltación de su hermana, éste le responde quejoso por las injurias que debe sufrir por defender al monarca. Acto seguido, don Arias previene a don Alfonso de la afición que tienen los súbditos a los Tellos de Meneses, afición, augura, que puede acarrear inminentes problemas políticos. Para evitar tal extremo, don Arias incita al Rey a eliminar a su cuñado.
En ese momento, se presenta Tello el viejo, acompañado de su nieto Garci-Tello, ante el Rey. Alfonso expresa admiración por esa criatura tan bien educada y tan discreta, y alaba la formación que ha recibido, elogios que irritan a don Arias, temeroso de que sus planes se tuerzan. Tello el viejo informa al Rey de la causa de su visita. Le recuerda la historia de Elvira, a la que su padre, el Rey Ordoño, pretendía casar con el Rey moro de Valencia; la Infanta, reacia al matrimonio con un infiel, huyó a las montañas, donde trocó sus galas cortesanas por los bastos hábitos de una labradora. De este modo fue acogida en casa de Tello el viejo y se enamoró algún tiempo después del joven. Ordoño, cuando reencontró a su hija, aprobó casarla con su amado, cuyo rancio linaje y demostrada honradez encarece Tello. La decisión de Ordoño nunca satisfizo a Alfonso. Tello propone una solución al Rey. Doña Elvira regresará con su legítimo marido a las montañas, pues no conviene a la dignidad del monarca, espejo de sus vasallos, agraviarlos. A cambio, Garci-Tello permanecerá en la corte, junto al Rey, para completar la formación que corresponde a su sangre real. Alfonso acepta la propuesta, a la que añadirá ciertas condiciones que serán comunicadas a Tello el viejo más adelante. Don Arias, pendiente de toda la escena, se muestra rabioso por la cordialidad que ha reinado entre el monarca y el villano.
Entretanto, en las montañas de León, aprovechando la ausencia de doña Elvira, Laura discute con Tello el joven, al que todavía guarda rencor por el compromiso matrimonial deshecho años atrás, y le reprocha que la cambiara por altezas y majestades. Poco después, regresan de la corte Tello el viejo y Elvira, que son recibidos con gran regocijo, y explican los recién llegados que Garci-Tello se ha quedado con su tío el Rey Alfonso: porque los señores, pienso / que solo en casa del Rey / pueden aprender a serlo. Pronto sabrán todos cuáles son la condiciones del Rey, pues las trae Mendo en un papel: Alfonso ordena que todos vuelvan a sus vestidos primeros, esto es, a sus hábitos como proprios labradores, ya que la familia de Tello era villana hasta que se descubrieron sus orígenes nobles godos y la infanta hizo el casamiento con Tello; doña Elvira de Meneses es el único nombre que podrá recibir en adelante la Infanta. Tello el viejo confía en que la fortuna gire una vez más, en el futuro, a su favor.
Mientras tanto, en el alcázar real el pequeño Garci-Tello acecha una conversación entre don Arias y el Rey. Alfonso expone la imposibilidad de deshacer un matrimonio, el de doña Elvira con Tello el joven, sancionado por las leyes humanas y divinas; don Arias advierte al Rey de una posible traición de los montañeses, deseosos de hacerse con el reino de León amparándose en la ascendencia real de Garci-Tello y Orduño. El pequeño, cansado de oír calumnias contra su padre, sale dispuesto a batirse con don Arias. La temeridad del pequeño contrasta fuertemente con la cobardía del cortesano. El Rey amonesta a su sobrino por haber apelado a la violencia en presencia del monarca. Don Arias aprovecha la reacción de la criatura para advertir al Rey de la fiera condición de los Meneses, ejemplificada en el pequeño, y lo convence para que preserve su reino de la traición de los montañeses eliminando a Tello el joven. Puede hacerlo secretamente, le dice, si lo envía a luchar, siendo soldado inexperto, contra las tropas moras que han invadido tierras leonesas.
Don Arias, firme en su estratagema, llega a casa de Tello el viejo, donde es hospedado amigablemente, para anunciar la intención del Rey de enviar al joven a luchar como caballero, a la cabeza de un regimiento, contra Celín Gazul. A continuación, vuelve Garci-Tello y pone a sus padres y a su abuelo al corriente de su enfrentamiento en la corte, pero se niega a confesar el nombre de su rival.
Acto 3
En el campo leonés, Tello el joven enfatiza la rapidez y el éxito con el que se ha concluido la campaña militar contra el moro Celín Gazul. Como resultado de las valerosas acciones del montañés, la mayoría de los moros han sido expulsados de las fronteras del reino y, los que han quedado, han sido apresados. El Rey, admirado por el valor y el éxito de Tello en la campaña, lo recibe, por primera vez, familiarmente: Cuñado / seáis mil veces bien llegado. La relación entre ambos, eliminados todos los recelos, es sumamente cordial. Tello se felicita por haber conseguido de una vez el afecto de su señor: vencer al Rey, fue vencer.
Alfonso, a solas con don Arias, expresa de nuevo la admiración por su cuñado, que parece protegido por la divinidad, y rechaza de plano cualquier posibilidad de ofensa contra él. El propio don Arias se muestra avergonzado y arrepentido por su actitud pasada. Para honrar como merece a su familia montañesa, el Rey piensa visitarla en las montañas.
Poco después, Mendo se adelanta a Tello el joven y llega hasta la casa de los Meneses, donde relata la valiosa victoria conseguida frente a las tropas de Celín Gazul, muy superiores en número. Sin embargo, la divinidad estaba de lado de los cristianos. La Virgen María se apareció al piadoso Tello, abiertos los ojos, para animarlo a combatir con valor, pues había enviado a dos caballeros en su guarda. Acto seguido, los cristianos se lanzaron valerosamente al ataque, auxiliados por los intratables guerreros divinos, rayos entre los moros. La muerte de Celín Gazul a manos del bravo Tello puso fin a la batalla y comienzo a una nueva etapa de relaciones entre el Rey y los Meneses, como se encarga de recordar Mendo, pues han recobrado su gracia.
El regocijo es completo con la llegada de Tello, recibido cariñosamente por su padre y su esposa. El joven comunica al viejo que, pese a la estima ganada a ojos del Rey, piensa recuperar su traje de villano, en concordancia, por otra parte, con el que viste Elvira. El pequeño Garci Tello, tras saludar a su padre, vuelve a dar muestras de fiereza persiguiendo, desnuda la espada, a algunos de los moros que ha traído como prisioneros Tello, pues los considera traidores a la fe católica.
Don Arias, por fin con carácter amigable y sin doblez, llega a casa de los Meneses para anunciar la inminente visita de Alfonso, al que deben recibir, como corresponde entre nobles, en hábito cortesano; esta pequeña indicación deshace las indignas condiciones impuestas anteriormente por el Rey a los Meneses, a los que ordenó vestir con hábitos villanos. Las palabras de Tello el viejo se cumplen: Dije, si te acuerdas, Mendo, / que era comedia la vida, / y que tenía por cierto / que mudaríamos traje / antes del acto postrero. / Pues mira cómo es verdad. Los Meneses se engalanan para recibir al monarca, que llega decidido a honrar a su cuñado: Sólo a honraros he venido. Acto seguido, como confirmación de la alta estima en que Alfonso tiene a los Tellos, les permite estar cubiertos en su presencia. Tello el viejo pide al Rey que arme caballero a Garci-Tello en la pequeña iglesia que ordenó construir en los alrededores. El Rey acepta gustoso, aunque pensaba llevar a cabo tan solemne acto en León, con el manto y la corona que los godos se ponían / si algún caballero hacían. Don Arias, irreconocible en su afecto hacia los Meneses, anuncia que él mismo ha traído manto y corona para la celebración de la ceremonia. Por otra parte, Arias pide favor a la Infanta, pues el Rey ya no lo tiene en la misma consideración, y le solicita que interceda igualmente ante Tello para obtener la mano de Laura.
Finalmente, en la iglesia, el Rey nombra caballero a su sobrino Garci-Tello. Tello el viejo autoriza el enlace entre Laura y don Arias, pese a las protestas de Garci Tello, como caballero, porque tiene desafiado a don Arias; su madre le recuerda que no puede haber agravio delante del Rey. Como feliz colofón, Alfonso propone a los Tellos que lo acompañen a la corte, donde premiará su valor y lealtad.