VIRTUD, POBREZA Y MUJER, Comedia famosa
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
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Título: VIRTUD, POBREZA Y MUJER, Comedia famosa. Procedencia: Parte 20; Final Acto III; P2
Autoría
Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría fiable
Peregrino
Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II: Sí
Parte
Parte XX (1625)
Manuscrito
No consta
Otras ediciones del siglo XVII
No consta
Observación: Se conoce una suelta de la Biblioteca de Sevilla que es en realidad una desglosada de la Parte 20. Comprobado en el catálogo por ERG.
Colecciones modernas
*Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.
Ref. bibliográfica: E. Hartzenbusch: Comedias escogidas de Lope de Vega. (4 volúmenes) (Integradas en la Biblioteca de Autores Españoles, vols. XXIV, XXXIV, XLI y LII. 4 volúmenes). Madrid, Rivadeneyra (BAE), 1853, 1855, 1857, 1860. IV (BAE, LII).
* Edición utilizada
Ediciones singulares modernas
No consta
Versiones y traducciones
No se conocen
Observación:
Bibliografía secundaria
- Campbell, Ysla . "Nostalgia y transgresión en tres comedias de Lope de Vega". Campbell, Ysla . Relaciones literarias entre España y América en los siglos XVI y XVII. Ciudad Juárez: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. 1992. p. 65-87.
- Case, Thomas E.. "Contextuality and intertextuality in Lope's Virtud, pobreza y mujer". Bulletin of the Comediantes. núm. 2. p. 317–330. 1998.
Nota: vol. 50.
- McGrady, Donald. "Lope frente a Góngora: orígenes, relación y sentido de Virtud, pobreza y mujer y Las firmezas de Isabela". Hispanic Review. núm. 3. p. 297–324. 2003.
ANOTACIONES PRAGMÁTICAS
Ver / Ocultar secciónDatación
Fecha: 1610-1618
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 66.
Fecha: 1612-1615, probablemente 1615
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 269.
Dedicatorias
Al caballero Juan Bautista Marino, celebérrimo poeta napolitano
Cómputo de versos
Número: 2895
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 66.
CARACTERIZACIONES
Ver / Ocultar secciónPersonajes no computables
Personajes computables
Universo social
Tiempo histórico
Época contemporánea
Marco espacial
Acto 1
Topónimo: Toledo. [España]. Europa. Espacio: calle; casa de Isabel, exterior e interior; torre de la prisión.
Acto 2
Topónimo: Toledo. [España]. Europa. Espacio: casa de Isabel.
Topónimo: Madrid. [España]. Europa. Espacio: calle.
Topónimo: Tremecén, [Tlemecén]. [Argelia]. África.
Topónimo: Sevilla. [España]. Europa. Espacio: plaza.
Acto 3
Topónimo: Sevilla. [España]. Europa. Espacio: Huerta de Hipólito.
Topónimo: Orán. [Argelia]. África. Espacio: dependencias de Alí; montes; playa y barco.
Topónimo: Tremecén, [Tlemecén]. [Argelia]. África.
Duración
Acto 1: 2 días
Entreacto 1 a 2: 6 meses (aprox.)
Acto 2: Número indeterminado de semanas. Nota: Isabel viaja de Toledo a Madrid y luego a Sevilla
Entreacto 2 a 3: 2 meses (aprox.)
Acto 3: 2 días (aprox.)
Género
Género principal:
- Comedia > universo de verosimilitud > urbana.
Géneros secundarios:
- Comedia > universo de irrealidad > tradición literaria > novelesca.
Nota: se puede calificar su trazanovelesca de bizantina, siguiendo a Daniel Fernández Rodríguez, "Entre corsarios y cautivos: las comedias bizantinas de Lope de Vega, su tradición y su legado". Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 2019, donde se considera esta comedia parte de un subgénero de comedias bizantinas.
Extracto argumental
Acto 1
En Toledo, en la puerta de la casa de Isabel, mujer huérfana y pobre, pero virtuosa y bella, don Carlos confiesa a su criado Julio que está dispuesto a dar a la dama palabra de esposo para conseguir gozarla. Julio se muestra crítico ante tal intento, no sólo por la reconocida virtud de Isabel, sino también por la villanía con la que su amo manchará su condición de hidalgo. Sale en ese momento Isabel, acompañada por su criada Inés, y don Carlos se muestra rendido ante ella, dispuesto a tomarla por esposa aun siendo dama pobre; le pide, eso sí, que el matrimonio se celebre en secreto, pues don Vasco de Aragón, tío de Carlos, entregaría su completa hacienda, cien mil ducados, a doña Elena, hermana del galán, en caso de descubrir que se ha unido a una dama pobre. Isabel solicita la llegada de un notario que sancione las firmas; mientras Julio marcha a buscarlo, la pareja entra en la casa.
Por otra parte, Hipólito, un rico sevillano recién llegado a Toledo, comenta con don Juan la belleza de la ciudad y se deshace en elogios especialmente hacia una hermosa dama, aunque vestida pobremente, que ha visto salir de la iglesia. Don Juan advierte que se trata de Isabel, mujer de intachable virtud y honradez a quien ningún caballero ha conseguido gozar. Aun así, Hipólito apuesta que conseguirá rendir a la dama. Entretanto, propone don Juan, se entretendrán en casa de Violante, mujer algo ligera.
Al día siguiente, don Carlos, una vez ha gozado de Isabel, no sin cierto arrepentimiento por su vil acción: ya tenía / más arrepentimiento que osadía, se lanza a la búsqueda de nuevas diversiones para acallar su conciencia. Llegan, él y su criado, hasta la casa de Violante, donde se encuentran en ese momento Hipólito y don Juan, algo molestos por la aparición de Carlos y Julio. Se inicia un partida de naipes que pronto degenera, a causa de la crispación que reina en el ambiente, en combate de espadas y don Juan cae herido de muerte. Carlos, culpado y apresado, es conducido a la prisión de la puerta del Cambrón. Julio acude inmediatamente a avisar de lo sucedido a Isabel, quien, a pesar de imaginarse engañada, vista la premura y el sigilo con los que Carlos abandonó su casa, sale a visitar al preso.
En la torre de la cárcel, don Vasco de Aragón reprende a su sobrino por su crimen de sangre y cree merecido su encarcelamiento. Don Carlos le pide que trate de silenciar a Hipólito: que si él jura, estoy perdido. Isabel, al llegar, topa con don Vasco, al que confunde con el alguacil de la prisión. La dama solicita ver a don Carlos y se identifica como su esposa. Enterado don Vasco de que su sobrino se ha casado en secreto con una dama sin hacienda, lo deshereda automáticamente y cede su fortuna a doña Elena, su hermana. Cuando se reúne la pareja, don Carlos reprocha a Isabel que haya revelado el secreto del pacto matrimonial y anuncia que negará haberle dado palabra de esposo, pese a haberlo jurado ante la Virgen y haber firmado una cédula. Isabel, resignada, se arma de paciencia y jura que, a pesar de todo, no dejará de adorar a Carlos.
Acto 2
Seis meses después, el tío de Isabel, Feliciano, va a visitar a su sobrina en Toledo para solicitarle ayuda económica; ella le comunica que no puede cederle ni un ápice de su hacienda porque está recaudando dinero para pagar el rescate de don Carlos. Como condena a su crimen, fue desterrado seis años a Orán, donde lo capturó Audalla, un alarbe de Tremecén; éste, adivinando la hidalga condición del cristiano, solicitó mil doscientos ducados como rescate. Isabel, para liberar a su amado, ha vendido su corta hacienda por doscientos y ha pedido ayuda a doña Elena, hermana de Carlos, que le donado generosamente otros cuatrocientos ducados, la práctica totalidad de la suya, ya que, hasta el día de su boda, no recibirá la rica herencia de su tío don Vasco, de la que es única heredera. Para conseguir el dinero restante, Julio aconseja a Isabel que se marche a Madrid para mendigar, al no ser conocida, con menos apuro.
Una vez en Madrid, Isabel no se atreve a pedir limosna y Julio le enseña cómo debe hacerlo. A pesar de los consejos del criado, la dama no resulta convincente en sus demandas y no recoge mucho dinero. Como solución drástica, decide marchar a Sevilla, donde podrá ser vendida como esclava por Julio; espera conseguir así dinero suficiente para pagar el rescate de su amado.
Mientras tanto, en Tremecén, Carlos canta las alabanzas de Isabel a Fátima, dama mora que no tarda en declarar su amor al cautivo cristiano y confesarle que no quiere casarse con Alí, alcaide de Tremecén, con quien su padre Audalla tiene concertado su matrimonio. Para desgracia de Fátima, su padre vende a Alí a Carlos a cambio de diez esclavos, aun sabiendo que un soldado había partido a Toledo para recoger los ducados necesarios para comprar la libertad de su cautivo. Carlos, que no quiere perder la posibilidad de ser rescatado por el precio que fijó Audalla, muestra a su nuevo amo una carta que Isabel le ha enviado explicándole sus intenciones de venderse como esclava para liberarlo. Alí, admirado por la entregada condición de la toledana, acuerda con Carlos que lo dejará libre si él consigue que Fátima consienta el matrimonio acordado con él por Audalla.
En Sevilla, entretanto, Hipólito, que ha regresado desde Toledo, sigue recordando la belleza de Isabel. Ella, acompañada por Julio, su supuesto dueño, llega a dicha ciudad fingiendo ser una esclava mora llamada Zaida. Hipólito la ve y, notando en ella un enorme parecido con la hermosa toledana, la compra por los seiscientos ducados necesarios para la liberación de Carlos; Julio parte de inmediato a África con la suma total del rescate .
Acto 3
Dos meses después, en una huerta a las afueras de Sevilla y tras haber alejado a toda su servidumbre, Hipólito intenta forzar a su criada Zaida / Isabel, quien, para evitar la afrenta, se confiesa cristiana y revela su verdadera identidad. A continuación, explica a Hipólito el arduo camino seguido para rescatar a su esposo Carlos de su cautiverio en Tremecén. Hipólito, admirado por la virtud y valor mostrados por Isabel, se dispone a partir él mismo a Orán para liberar a Carlos; la dama acompañará a su rico benefactor.
En Tremecén, Fátima sigue resistiéndose a Alí, aduciendo el irremediable y enfermizo amor que siente por Carlos. Como solución le pide que la case con él, ya que para desenamorar / dicen, que el mejor remedio / es, casar una persona / con la que tiene en deseo. Alí se enoja por la propuesta de Fátima y, lejos de acceder, sale dispuesto a encontrar y asesinar a Carlos. Afortunadamente, el cautivo aparece justo después de que el alcaide abandone la escena; Fátima lo avisa del peligro y le recomienda ocultarse en los montes cercanos.
Al día siguiente llega Julio a Tremecén, con salvoconducto del gran General de Orán, para rescatar a Carlos. Alí le exige de inmediato el dinero; Julio, que dejó la suma en Orán, en la casa de un tal Josef Hebreo, reclama primero el esclavo. Alí, cuyo enfado no decrece, declara huido a Carlos y conmina a Julio a que le entregue el montante del rescate, ahora deuda. A falta de dinero, el criado, al que Alí ordena azotar, deberá permanecer junto al alcaide como esclavo.
Por otro lado, Hipólito e Isabel, fingiendo ser moriscos españoles, también han llegado a Tremecén. Cerca de la playa, encuentran al fugado Carlos, a quien no reconocen a primera vista, aunque él sí ha distinguido de inmediato, creyéndola espejismo, a Isabel. El afecto de Carlos hacia la dama a la que engañó se ha ido consolidando durante su cautiverio. Después de ponerse al día de todo lo sucedido, acuerdan que lo mejor es que Isabel y Carlos se acerquen a la playa y suban a la embarcación de Hipólito mientras esperan a éste, que visitará a Alí para entregarle el rescate y solicitarle permiso para regresar a España, pues son numerosas las embarcaciones que dominan la costa bajo el mando del alcaide.
Cuando se marcha Hipólito, irrumpe en escena Fátima, 'con arco y flechas'. A su llegada, Carlos se esconde tras unas matas e Isabel se presenta como Cardenio. Cuando Fátima le comunica que va en busca de Carlos, con quien quiere partir hacia España, Isabel siente celos, pero se contiene. Fingiéndose hechicero, Cardenio / Isabel dice poder presentar ante Fátima la sombra de Carlos, y éste, tras asegurar a Isabel la firmeza de sus sentimientos, aparece, en carne y hueso, y pide a Fátima que los acompañe hasta la embarcación, en la que podrán partir todos juntos hacia España.
Entretanto, Hipólito llega a las dependencias de Alí. Se presenta como morisco español que acude a pagar el rescate de Carlos y es bien recibido por el alcaide. Alí, superado el furor, expresa el aprecio que tiene por su esclavo y devuelve, para él, el dinero de su rescate, la mitad para su esposa, y la otra mitad para su hermana. Hipólito aprovecha la buena disposición de Alí para invitarlo a cenar esa noche en su embarcación. Con él se lleva a Julio, en quien ha reconocido a la persona que le vendió a Zaida y a quien el alcaide libera sin problemas.
Esa noche, en la embarcación, Alí se reencuentra con su apreciado Carlos y le ofrece su amistad. Hipólito desvela al alcaide las identidades que se ocultan bajo los hábitos moriscos. La suya propia, don Hipólito de Ochoa, y la de Isabel, la dama pobre, bella y virtuosa de Toledo que se vendió a sí misma como esclava para rescatar a su esposo cautivo. Alí encarece la condición de semejante mujer. Finalmente, Carlos paga la generosidad de su antiguo amo con la prenda que éste más desea, Fátima, que termina aceptando casarse con Alí: Si así lo quiere mi estrella, / doyle la mano y los brazos.
OBSERVACIONES A LA OBRA
Ver / Ocultar secciónObservación: En el acto II, dos damas de Madrid dicen a dos galanes que van a ver la comedia La rueda de la fortuna, del doctor Mescua, que representa Morales.
EDICIONES DIGITALES DISPONIBLES
Ver / Ocultar secciónEn estos momentos no disponemos en nuestra base de datos de una edición digital de esta obra