PORFIAR HASTA MORIR, Comedia famosa



DATOS BIBLIOGRÁFICOS

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Título

Título: PORFIAR HASTA MORIR, Comedia famosa. Procedencia: Parte 23; copia manuscrita; versos finales del Acto III.

Observaciones:
Castro-Rennert (1969, p. 485) dan el título de Porfiar hasta morir (Macías el enamorado) y añaden que una comedia titulada Macías, probablemente esta misma, fue representada por Pedro de la Rosa en el Retiro en 20 de junio de 1636.
Se dice en los versos finales del Acto III: "Y aqui, Senado discreto, / porfiar hasta morir / dio fin à seruicio vuestro."

Autoría

Autor: Félix Lope de Vega y Carpio. Fiabilidad: De autoría probable
Observación: Restori cree que es una de las últimas comedias de Lope. Morley-Bruerton (1968, 535) opinan que aparentemente la comedia es de Lope.

Peregrino

Citado en El peregrino I: No
Citado en El peregrino II: No

Parte

Parte XXIII (1638)

Manuscrito

Tipo: Copia
Localización: Londres, British Library (Reino Unido)
Ref. bibliográfica: Pérez y Pérez, María Cruz: Bibliografía del Teatro de Lope de Vega (Cuadernos Bibliográficos no.29). Madrid, C.S.I.C., 1973. 22.
Nota: Letra de los siglos XVII- XVIII. Signatura Add. 33479, confirmado por RRM en el Catálogo On Line.

Otras ediciones del siglo XVII

No consta

Colecciones modernas

*Ref. bibliográfica: VVAA: Teatro Español del Siglo de Oro (Base de datos de texto completo publicada en CD-ROM). ProQuest LLC, Chadwyck-Healey, 1997.

Ref. bibliográfica: Menéndez Pelayo, M., ed.: Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española. ( 15 vols.). Madrid, RAE, 1890-1913. X.

Ref. bibliográfica: Lope de Vega: Obras escogidas (Estudio preliminar... de Federico C. Sainz de Robles). Madrid, Aguilar, 3 vols., I-1946;II-1955;III-1958. I.

Ref. bibliográfica: Lope de Vega: Obras escogidas (Estudio preliminar... de Federico C. Sainz de Robles). Madrid, Aguilar, 3 vols., I-1946;II-1955;III-1958. III.

Ref. bibliográfica: E. Hartzenbusch: Comedias escogidas de Lope de Vega. (4 volúmenes) (Integradas en la Biblioteca de Autores Españoles, vols. XXIV, XXXIV, XLI y LII. 4 volúmenes). Madrid, Rivadeneyra (BAE), 1853, 1855, 1857, 1860. III (BAE, XLI).

* Edición utilizada

Ediciones singulares modernas


- , Porfiar hasta morir = persistence until death , ed de Cortijo Ocaña, Antonio; Cortijo Ocaña, Adelaida, Pamplona, Universidad de Navarra , 2004
Nota: RILCE. Anejos, 45
Traducción al inglés de Antonio Cortijo Ocaña, Jessica Ernst Powell y Erin M. Rebham.

- Porfiar hasta morir. , ed de Allison Peers, E., Liverpool, Institute of Hispanic Studies, 1934
Nota: En el tít.: Edited with an introduction, by E. Allison Peers.
Observación: Existen otras ediciones de menor calidad que no se mencionan. También una tesis doctoral: S. N. Shopmaker, An Analysis and Edition of Lope de Vega’s Porfiar hasta morir, University of Southern California, 1973 (nota de ERG)

Versiones y traducciones


- PERSISTENCE UNTIL DEATH, trad. de Cortijo Ocaña, Antonio; Ernst Powell, Jessica; Rebhan, Erin M., Pamplona, EUNSA, 2004
Nota: Traducción al inglés.

- PERSÉVÉRER JUSQU’A LA MORT, trad. de , París, [Fain], 1822
Nota: Traducción al francés. En Chefs-d’oeuvre du théatre espagnol. Lope de Vega. Vol. 1 de Chefs-d’oeuvre des théatres étrangers.

- Ruiz del Vizo, Hortensia, MACÍAS: EL CRISTO DEL AMOR (PORFIAR HASTA MORIR), Barcelona, Bosch, 1968
Nota: Parece una adaptación de la obra de Lope, pero está sin comprobar.

- Morales, Antonio; González Vergel, Alberto, PORFIAR HASTA MORIR,
Nota: Estrenada el 29 de septiembre de 1989, en Madrid. Se conservan críticas de la obra y programas de mano.

Bibliografía secundaria


- González Muñoz, Irene. "El amor cortés en Porfiar hasta morir, de Lope de Vega". Káñina: Revista de Artes y Letras de la Universidad de Costa Rica. núm. 2. p. 37–46. 2004.
Nota: vol. 28.

- González Muñoz, Irene. "Las fuentes literarias del Macías en Porfiar hasta morir de Lope de Vega". Revista de filología y lingüística de la Universidad de Costa Rica. núm. 1. p. 23-34. 2005.
Nota: vol. 31.

- Nitsch, Wolfram. "Juegos caballerescos en el teatro de Lope de Vega". Carro Carbajal, Eva Belén; Puerto Moro, Laura; Sánchez Pérez, María. Libros de caballerías (de Amadís al Quijote): poética, lectura, representación e identidad. Salamanca: Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas. 2002. p. 307–317.

- Pons, Joseph S.. "Larra et Lope de Vega". Bulletin Hispanique. núm. 42. p. 123-131. 1940.

- Serés, Guillermo. "Consideraciones metateatrales en algunas comedias de Lope de Vega". Teatro de palabras. núm. 5. p. 87-117. 2011.

- Shopmaker, Stanton N. . An Analysis and Edition of Lope de Vega's Porfiar hasta morir. Southern California. 1973.

- Trueblood, Alan S.. "The Art of Endurance: Lope's Porfiar hasta morir o Macias el enamorado". Duby, Georges; Amiel, Charles; Lafaye, Jacques; Guillen, Jorge. Les Cultures ibériques en devenir: Essais publiés en hommage a la mémoire de Marcel Bataillon (1895-1977). Paris: Fondation Singer-Polignac. 1979. p. 359-374.
Nota: Reed. en: Trueblood, Alan S. "The art of Endurance: Lope’s Porfiar hasta morir o Macías el enamorado, en: Letter and spirit in hispanic writers. Renaissance to Civil War. Selected Essays, Londres, Tamesis Books, (1986), p. 104-121.


ANOTACIONES PRAGMÁTICAS

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Datación

Fecha: 1624-1628
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 535, 603.

Dedicatorias

No existe dedicatoria.

Cómputo de versos

Número: 2573
Ref. bibliográfica: Morley, S. G.; Bruerton, C.: Cronología de las comedias de Lope de Vega (La 1ª edición, en inglés, es de 1940). Madrid, Gredos, 1968. 534.


CARACTERIZACIONES

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Personajes no computables

  • Acompañamiento
  • Cajas
  • Músicos
  • Soldados
  • Trompetas
  • Personajes computables

  • Clara, dama, [asistente de doña Juana]

  • Condesa doña Juana

  • Fernando [de Mendoza], [caballero de la Orden de Santiago]

  • Leonor, esclava, esclava [de Clara]

  • Macías, galán, [poeta], [caballero de la Orden de Santiago]

  • Maestre de Santiago

  • Nuño, gracioso, [criado de Macías]. Nota: En el tercer acto aparece con "hábito de la Orden de Santiago"

  • Páez [de Mendoza], [caballero de la Orden de Santiago]

  • Rey don Enrique

  • Tello de Mendoza, [hidalgo castellano], [galán]

  • Tres Rufianes (3)

  • Un Alcaide

  • Un Ventero
  • Universo social

  • Universo de la nobleza. Nobleza media
  • Universo urbano. Caballería urbana (caballeros, damas)
  • Tiempo histórico

    Edad Media
    Nota: Reinado de Enrique III el doliente (1393-1406) de Castilla, pero también época (incierta) del trovador Macías.

    Marco espacial

    Acto 1
    Topónimo: Córdoba. [España]. Europa. Espacio: De camino a Córdoba, en las ventas de Alcolea; en el campo. Córdoba, ciudad, en casa de un Maestre de Santiago.

    Acto 2
    Topónimo: Córdoba. [España]. Europa. Espacio: Córdoba; en casa del Maestre; en el palacio del rey.

    Acto 3
    Topónimo: Córdoba. [España]. Europa. Espacio: Córdoba, palacio real; en una huerta cercana; en una torre o prisión.

    Duración

    Obra: Número indeterminado de semanas. Nota: La acción transcurre en varias semanas que puede que rebasen el mes.
    Acto 1: Número indeterminado de días. Nota: El acto se inicia al atardecer y continúa a lo largo del día siguiente.
    Entreacto 1 a 2: Número indeterminado de semanas. Nota: Entre el acto I y el II habrán transcurridos varias semanas.
    Acto 2: Número indeterminado de horas. Nota: La acción tiene lugar durante el día y finaliza de madrugada, justo antes del amanecer.
    Entreacto 2 a 3: Número indeterminado de días. Nota: Entre el acto II y el III pasan varios días.
    Acto 3: Número indeterminado de días. Nota: El acto III transcurre en varios días.

    Género

    Género principal:

    • Drama > historial > profano > hechos particulares.


    Observación: Sobre la leyenda de Macías, el trovador enamorado, se compone esta pieza, cuya traza es la del amor imposible.

    Extracto argumental

    Acto 1
    Macías y Nuño, su criado, se han detenido, de camino a Córdoba, en las ventas de Alcolea, a la vista del famoso puente romano de la localidad. Inquieto, Macías pretende continuar de inmediato el camino hacia Córdoba, de la que no los separan sino dos leguas; Nuño, en cambio, se muestra deseoso de entrar en las ventas y tumbarse un rato, o, al menos, de tomar un par de tragos.
    No lejos de allí, tres rufianes asaltan a un hombre noble, el Maestre de Santiago, que lleva la cruz oculta, cubierta por el gabán. El Maestre avisa a sus asaltantes de su condición e intenta explicarles que se ha perdido mientras cazaba. Los tres rufianes, no obstante, persisten en su intención de robarle y éste, enojado, arremete contra ellos con la ayuda de Macías y Nuño, que acuden a socorrerlo. Igualadas las fuerzas, huyen los ladrones. El Maestre, enterado de que Macías se dirige a Córdoba, se ofrece a devolverle allí el favor, pero sigue sin revelar su identidad. A continuación, le explica que, habiéndose perdido mientras cazaba, entró en la venta para conseguir algo de cebada para su agotado rocín, momento en que los tres ladrones intentaron asaltarlo. Cuando se despiden, el Maestre ofrece a Macías un diamante, que éste rechaza, como hombre de bien.
    Ya solos, Macías refiere a Nuño su decisión de dejar sus estudios y su tierra para tomar las armas; precisamente se dirige a Córdoba para entregar unas cartas al Maestre de Santiago, al cual no ha reconocido, ya que llevaba la cruz camuflada. A continuación, Tello de Mendoza, Fernando y Páez se acercan a Macías y a Nuño para preguntarles por su señor, del que han perdido el rastro. Macías descubre entonces que el hombre al que ha socorrido no era otro que el Maestre de Santiago.
    Tello, enterado del motivo del viaje a Córdoba de Macías, le ofrece llevarlo a casa del Maestre para entregarle en mano el pliego de cartas que le trae desde Castilla. Ya en Córdoba, la condesa doña Juana y su criada Clara aguardan ansiosas el regreso del Maestre, que está tardando más de lo habitual. Cuando finalmente aparece, explica a doña Juana, su esposa, el motivo de su retraso: el intento de asalto, en el que fue socorrido por un hidalgo honrado, que se negó a aceptar recompensa por su noble acción.
    A continuación, aparecen Tello Fernando y Páez, que reconocen haber sido informados por Macías, que los acompaña junto a Nuño, del regreso del Maestre a Córdoba. Macías aprovecha para entregar el pliego al Maestre mientras la condesa, en agradecimiento por haber socorrido a su esposo, le entrega una cadena. Don Luis Álvarez de Toledo (los Álvarez de Toledo recibieron la villa de Alba de Tormes en 1429; Lope adelanta un poco la atribución cuando habla, un poco más delante de su protector como señor de Alba), primo del Maestre, le solicita, en una de las cartas, que acepte a Macías a su servicio, cosa que el Maestre hace gustoso.
    La intriga amorosa entra pronto en juego; cuando Macías queda solo, una dama, Clara, se le acerca para pedirle noticias de sus familiares castellanos. Macías queda inmediatamente prendado de ella y hace gala de su maestría lírica en cuanto empieza a cortejarla; la dama, sin embargo, le suplica que desista en su intento: Que no lo intentéis os ruego; / que llegan tarde esas ansias, y se despide. Ante Nuño, Macías se declara dispuesto a amar a Clara Lo que durare la vida, pese a los intentos del criado por templar tan repentinos y firmes sentimientos,.
    Tan herido por el amor se encuentra Macías que hace partícipe de sus sentimientos a Tello, a quien, urdiendo una hermosa prosopografía, expone las partes de la dama que lo ha enloquecido. Tello, con menos alardes, le anuncia que la dama de la que se ha enamorado ya está prometida en matrimonio y el afortunado es el propio Tello. Queda Macías muy decepcionado, pero se mantiene firme, pues la dama todavía no está casada. Nuño, sabiamente, vuelve a pedirle que desista en tan loca pretensión, que ha de enfrentarlo a uno de sus valedores: Pues di, si son majaderos, / los que siendo forasteros, / entran con acciones tales, / ¿cómo quieres ofender / a Tello? ¡Tello, que ha sido / para el favor / la puerta que has de tener!. Pero Macías no atiende a razones y se dedica a componer versos que el propio Nuño habrá de llevar a Clara. El primer encargo para el criado es la entrega de una carta de Macías a Leonor, esclava, que ésta entrega, a su vez, a Clara, que la acepta, pues le placen las alabanzas en extremo ingeniosas que le dedica Macías.
    El Rey don Enrique III se queja del atrevimiento de Almanzor, el Rey moro de Granada, que ronda Córdoba; el Maestre de Santiago se ofrece entonces a salir en armas con el fin de arrinconar al enemigo en Granada. Lo hará en compañía de sus más valientes hombres, a los que se suma Macías, que quiere demostrar su valor con las armas. Antes de partir, Macías se despide de Clara, que le confiesa que, de no estar comprometida, lo habría favorecido. Ante Nuño, Macías se muestra desesperado, pero dispuesto a adorar a Clara mientras no tenga dueño; cuando lo tenga, la querrá más, que no hay cosa que más crezca / el amor que un imposible, / y el verse un hombre a la puerta / de una mujer que otro goza.


    Acto 2
    El Maestre, en compañía de sus soldados, regresa victorioso a Córdoba. El Rey lo felicita por su acción, que ha confinado de nuevo al moro en Granada. El Maestre no duda en alabar los méritos de Tello, Fernando y Páez, pero reconoce que gran parte de la victoria se debió a la intervención de un soldado novel, Macías: Mas desde que me ceñí / la espada, puedo jurar / que no he visto pelear / más bien que a este hidalgo vi, / recién venido a servirme / de Castilla; porque creo / que no he visto en cuantos veo / hombre tan valiente y firme, / tan gallardo y alentado; / tanto, que a decir me atrevo / que la victoria le debo. Semejante alabanza anima al Rey a ofrecer a Macías una recompensa; el joven, aprovechando la coyuntura, habla aparte con el monarca, a quien, después de alabarle ampliamente la prosapia, expone su historia reciente, que incluye su enamoramiento de Clara, a la que pide al Rey por esposa. Sin embargo, cuando el monarca solicita la dama para Macías al Maestre, éste lo informa de que la condesa doña Juana ya había acordado el enlace entre la Clara y Tello. Enrique III, que no le puede otorgar lo que ha pedido, honra a Macías con la cruz de Santiago; nada más lejos de los deseos del muchacho, que, a solas con Nuño, se lamenta amargamente, haciendo oídos sordos a las chanzas de éste, que intenta animarlo explicándole que ha ganado una cruz de Santiago en lugar de la cruz del matrimonio.
    La casa está alborotada con los preparativos de la boda entre Tello y Clara, a quien la condesa regala y felicita. Macías no tiene más opción que darle el parabién a su amada de tu dicha y de mi muerte; aprovecha además la conversación para contarle que la pidió al Rey, infructuosamente, por esposa. A la vista de que su infelicidad es ya inevitable, Macías sólo pide una cosa a Clara: que te dé lástima el verme. La dama le confiesa que, si no estuviera ya casada, sería suya eternamente, pero él debe ya renunciar a su amor: Esto sin que haya esperanza / ni atrevimiento que llegue / a pasar tu amor de aquí; / porque el día que esto fuese, / yo propia diré a mi esposo, / honrado como valiente, / que te quitase la vida. El mensaje es interpretado de forma diferente por Nuño y Macías; para el primero es comunicación de nobleza y honradez de una dama que se debe a su honor y aconseja a Macías que entierre su inclinación, pues tú mismo dices que estás muerto; el segundo decide porfiar en su amor, que lo ha de llevar, ya sentenciado, a la muerte: Que a quien le cansa la vida / será partido la muerte.
    Macías ha alcanzado gran fama en la corte por sus poemas, escritos en lo últimos días como resultado de sus llagas de amor y recogidos en un libro que el propio Rey celebra tras leer el ejemplar que Macías le ha dedicado. Todos alaban su ingenio, traducido en versos de amante desdeñado que, de haberse casado, explica el Rey, nunca hubieran existido.
    Algún tiempo después, Macías explica a Nuño el dolor y los celos que ha experimentado durante el enlace de Clara, en el que se ha visto obligado a acompañar al novio. Macías se extraña de seguir vivo después de haber presenciado la ceremonia de la que Clara y Tello salieron esposos. A continuación, ambos contemplan ‘retirados a un lado y embozados’, cómo despiden la condesa, Fernando y Páez a los novios, que se retiran ya a sus aposentos. Nuño exhorta al desesperado Macías a acostarse e intentar descansar.
    Sin embargo, al amanecer, el enamorado todavía está buscando una excusa que pueda sacar a Tello de la cama y hacerlo abandonar el dulce aposento que comparte con Clara. En ese momento, sale el Maestre, de caza, acompañado por Fernando y Páez, y encuentra a Nuño y Macías. Éste justifica su presencia en el deseo que tiene de acompañar al Maestre en la partida, que supe que al campo ibas. El Maestre se muestra encantado por la nueva compañía para desolación de Nuño, que, hambriento, descubre además que no podrá acostarse hasta la tarde.


    Acto 3
    En el palacio real, Fernando, Páez, Nuño y Macías, ‘con hábito de Santiago’, se presentan ante el Rey, enviados por el Maestre. El monarca, que gusta de la presencia del inspirado poeta, le pregunta por su arte, y el joven lo informa de que no ha olvidado alabar con ellos la majestad divina del soberano, pese a que la contienda de envidias importunas que le profesan poetas y legos tiene un poco retiradas a las musas. A continuación, el Rey le pregunta por el juego de la sortija que se libró en el marco de las celebraciones por la boda entre Clara y Tello. Macías expone, con gran profusión de detalles, la concurrencia entre varios ilustres caballeros, saliendo vencedor del encuentro el afortunado Tello. Macías salió al juego en figura del furioso Orlando y delante de él avanzaba Nuño, con mi sesos en un vidrio cristalino, / y, por letra, con él: ‘ya no le quiero’, con lo que Macías pretendía demostrar su desesperación. Para hacerle olvidar sus males, el Rey le otorga la alcaidía de Arjona y mil ducados de renta. Sin embargo, Macías no está dispuesto a olvidar a su amada, pues mientras tenga amor, revela a Nuño, no tendrá prudencia.
    Llega el momento en que Tello se queja ante el Maestre por la insistencia de Macías, que puede terminar por vencer la resistencia de la honrada Clara, quien, movida a lástima por lo innumerables poemas que Macías le dedica, entonados ya hasta por los niños cordobeses, podría acabar cediendo al asedio. El Maestre da la razón a Tello y se compromete a proteger su honor, que empieza a estar, efectivamente, gracias a la difusión de la lírica de Macías, en la lengua del vulgo.
    Por ello, habla con Macías y le recrimina su comportamiento, pues su cortejo debía haber cesado en el momento en que Clara contrajo matrimonio con uno de sus nobles servidores. Macías reconoce, en solitario, que sus versos son el único desahogo que encuentra su violenta inclinación, que es, por otra parte, incapaz de refrenar.
    A continuación, Nuño refiere a Macías que Clara y Leonor han encontrado solaz en una huerta cercana, y el enamorado trovador se dirige hacia allí para poder a contemplar discretamente a su amada. Mientras tanto, Clara habla a Leonor de la tristeza de Tello en los último días, de sus celos y del mal que está causando en su matrimonio el soldado-artista. Cuando Macías se acerca ella, no puede resistir la tentación de entonar su amor en voz alta; la dama le pide que deje de celebrarla y declarar su inclinación en sus versos, agradecidos antaño, pero que están dañando ya la felicidad y el honor del noble Tello. Clara ruega a Macías que, si en realidad la ama, no destruya su fama. Tello aparece entonces y se oculta al percibir la presencia de Macías, aunque su figura ha sido descubierta por Nuño y comunicada al poeta; éste, sin embargo, anuncia a su criado que ya no debe esperar, mientras viva, sino locuras de amor. Tello ya no puede resistir más la situación y, desenvainando su espada, se dispone a acometer a Macías. En ese momento aparece el Maestre y Tello trata de disimular; ante la reconvención de su señor, sabedor de sus verdaderas intenciones, Tello replica que el Maestre no supo guardar, como prometió, su honor. El Maestre se decide a intervenir con energía en vista de la persistente pasión y desobediencia de Macías. Páez prende al escandaloso amante y lo encierra en una torre.
    Poco después, el Maestre anuncia a sus hombres que deben salir a la batalla en breve. Tello descubre que el encierro sufrido por Macías no es condena, sino protección contra su ira, cuando el Maestre responde a su esposa, que le pregunta por el poeta, Téngole preso; que ha días / que tiene sobre el cabello / la espada de cierto honor. En ese momento, un músico canta una composición de Macías; el Maestre lo manda callar, pero Tello no pude resistir más la situación. Páez le corrobora la afición protectora del Maestre y Tello, que está enloqueciendo por momentos, planea matar a Macías en su celda.
    Finalmente, así ocurre; el alcaide de la prisión sale tras Tello, dando grandes voces, después de que éste, efectivamente, haya dado muerte a Macías con una lanza a través de la reja. El joven poeta muere en escena ante el Maestre, la condesa, Páez, Fernando, Nuño, Clara y Leonor, no sin pedir disculpas por su insistencia, que tanto mal ha procurado. Así se nos muestran las consecuencias trágicas que puede tener porfiar en el amor imposible. Todos se lamentan del triste fin del trovador, y el Maestre, también entre lamentos, promete venganza:
    Está cierto,
    Macías, de tu venganza.
    ¡Vive el cielo, que si puedo,
    he de poner su cabeza
    por pies de tu honroso entierro,
    y por memoria de amor
    tan verdadero y honesto
    en un sepulcro famoso
    honrar y poner tu cuerpo,
    con unas letras doradas
    que digan en mármol terso:
    "Aquí yace el mismo amor"!


    OBSERVACIONES A LA OBRA

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