De nobles padres y abuelos,
noble capitán Fajardo,
para campo de desdichas
nací en Medina del Campo.
1425
Mudó el Tercero Filipo
su corte, casa y crïados
a Valladolid, y fue
mudar también necesario
de allí la cancillería,
1430
con quien también se mudaron
mi ventura y muchos pleitos,
de que me resultan tantos.
Ennobleciose la villa
y, como en tiempos pasados,
1435
vino a estar con mayor lustre,
que, floreciendo sus pagos,
poblose con estranjeros
venidos por varios casos,
no habiendo casa sin huésped,
1440
causa de todo mi daño
porque le cupo a la mía
un noble mancebo hidalgo
de buena presencia y rostro,
y en la mitad de sus años
1445
puso los ojos en mí,
que es nuestro pleito ordinario
y muy propio a forasteros
dar a su huésped tal pago.
¡Bien sabe el cielo mi intento,
1450
y que, con justo recato,
mientras más altos sus ojos,
miré con ojos más bajos!
No porque yo despreciara
las partes de un cortesano
1455
tan galán y caballero,
siendo el pensamiento casto,
mas porque el mío vivía
en otro pecho ocupado
de un caballero a quien yo
1460
debía de amor seis años.
Era su nombre don Lope;
sus partes no las alabo,
que mal las dirá quien es
parte en adorarle tanto.
1465
Cayole, de ver [a] Alberto
(que es el nombre del contrario),
a don Lope una tristeza
que su vida puso al cabo,
y al cabo de algunos días
1470
pudieron los celos tanto
que, en el campo de Medina,
salieron los dos al campo.
Díjole que, de secreto,
conmigo estaba casado,
1475
y que en pretender servirme
le hacía notable agravio;
que la palabra le diese,
como caballero honrado,
de no mirarme en su vida,
1480
y diola para su daño,
que, aunque es verdad que después
sus ojos se moderaron,
sus palabras se midieron
y se enfrenaron sus pasos,
1485
de suerte que yo le vía
algunas veces mirando
morírsele los suspiros
entre la lengua y los labios.
No sé dónde a sus amigos
1490
enseñó Alberto un retrato
que un cierto pintor famoso,
pienso que Guzmán llamado,
de solo verme una fiesta
hizo con divina mano,
1495
que, como naturaleza,
hace su pincel milagros;
y fue tanta su desdicha
y los amigos tan falsos,
que contaron a don Lope,
1500
aunque Alberto estaba salvo,
que se alabó que era dueño
del dueño de aquel retrato;
con que, incitando su ira,
dieron principio a este caso.
1505
Buscole y hallole un viernes,
siempre en amor desdichado,
junto a la Chancillería,
y otra vez le sacó al campo,
donde, afeando el haber
1510
la fe y palabra quebrado,
metió mano y le dejó
por muerto, y quitó el retrato.
Vínose huyendo a Sevilla
dejándome mil trabajos
1515
entre deudos de un herido
y padres de un agraviado.
Quiso pasarse a las Indias,
y el cielo, viendo mi agravio,
le detuvo en esta arena
1520
con tres heridas o cuatro.
Escribe que está muy bueno
quien fue para mí tan malo,
a quien busco en este traje,
que me dicen que es soldado.
1525
Si sabéis dél, caballeros,
¡por Dios que os muevan mis daños!,
porque no se vaya a Argel
hombre que me cuesta tanto.